En algún lugar
La obscuridad de la habitación solo dejaba ver un poco de lo que había en la habitación , se lo que fuera no era para nada bueno el estar en esa situación ,intento moverse pero no pudo ya que al parecer en donde estaba sentado estaba atado de las muñecas y piernas.
—No pensé que fueras a despertar tan pronto Ritsu — su desconcierto aumento cuando escucho la voz que conocía tan bien.
— ¡Haitani!— grito —
—Estoy de este lado — volteo a su izquierda pero no había nada.
—Del otro lado — volvió a voltear la cabeza.
— ¿A qué estás jugando? — pregunto cuando se dio cuenta de que él no estaba por ninguna de las direcciones donde podía posar su vista.
—Muy buena pregunta, porque al fin y al cabo esto es un juego ¿No es así?, uno donde es matar o morir — en ese momento entendió que aun seguía resentido por lo que paso en el pasado — ¿O es no lo sabías? … —
—Puede que yo lo sepa pero aun así tú aquí es lo único que importa, ¿Dónde están los demás? — quería no más bien necesitaba saber donde se encontraban todos los demás o quizá el ya…—
—Pronto podrás verlos, después de todo tendrán el mismo horrible final — el ver el rostro horrorizado de su presa no hacía más que aumentar sus ansias por que todo terminara.
—Estas equivocado Haitani, lo único que aras que todo comience de nuevo, déjanos tranquilos y vive como si no supieras nada — pocas veces se ponía directo, esta vez necesitaba darle a entender a su enemigo que sin importar lo que dijera él no se iba a doblegar.
—Ya lo veremos —
—Por cierto lindo gato — menciono cuando se dio tiempo a mirarlo detenidamente.
—Lo se me hace ver aun mas malvado — con eso se retiro de la habitación, en su mirada esta la decisión de que todos y cada uno de los involucrados pagaran para que el obtuvieran su libertad.
Paris
Akihiko miraba la ciudad con cierta analogía, jamás pensó estar en esa situación, aun así estaba preparándose para emprender un viaje sin retorno solo por encontrar a una persona.
No podía concebir que todo estuviera destinado a ser de una tan trágica, en definitiva haría todo lo que estuviera a su alcance para lograr que todos volvieran a salvo.
—Llego la hora — hablo Nowaki.
—Has sido un buen amigo — agrego al verlo entrar.
—No hables como si no fueras a volver — le reprocho .no quería empezar a despedirse de un buen amigo sin antes haberlo intentado todo.
—Lo digo por ti — en ese momento entendió el sentido de la frase.
—En ese caso si lo fui — sonrío pretendiendo que el buen ambiente no se rompiera.
—Lo fueron —agrego un tercero, esta vez Takano quien los estaba espiando hablo, lo digan o no los tres se apreciaban como hermanos y serian capaces de cualquier cosa el uno por el otro.
—Lo fuimos — respondieron los dos al mismo tiempo, en silencio aceptaron volver para retornar a su hermosa y pacifica vida.
Cuando estuvieron listos bajaron a donde todos ya estaban reunidos, no podían dejar de pensar en las muchas posibilidades que sentían al estar parados frente a un destino incierto.
—Hasta pronto Kuroda — Takano le dio un apretón de manos a su primo quien simplemente sonrió.
—Buen viaje a todos — agrego cuando los despidió, mirándolos detenidamente llego a creer que las cosas podrían terminar de buena manera para él. Pero eso no era del todo cierto… igual que en ese entonces sus ojos le mostraron que de todos ellos solo dos no tenían un aura marcada por la muerte.
Lo finales felices no existen, pero algún deben tenerlo… quizá.
—Los funerales pueden llegar a ser hermoso si de alguna manera se hacen con amor — agrego sintiendo ese miedo.
En el Avión Privado prestado por Kuroda
Tenían suerte de que al menos no se tenían que preocupar el transporte, pero los minutos se hacían horas sin que esto fuera verdad, el tiempo pasaba normalmente solo que a veces pasa más despacio.
—Jefe… —Yukina intento hablar con Yokozawa, pero al ver que este solo se quedaba viendo un punto fijo pensó que no sería bueno molestarlo.
Ninguno dijo nada en el tiempo que estuvieron en el avión, ya que cada uno estaba concentrado en sus propios pensamientos, cada paso que habían dado se refleja en ese preciso momento, con penas y sobrias respuestas apenas podían intentar entender el mundo en el que se habían metido.
— ¿Dónde queda realmente Hallen-Hill? — se atrevió a preguntar Yokozawa una vez que hubo terminado de pensar.
—En Europa, el lugar exacto solo lo sabe Hatori quien les recuerdo esta piloteando el avión a sí que solo no lo distraigan…— la chica les miraba exasperada, seguramente se abría horrado tiempo si tan solo no fueran tantos acompañantes.
— ¿Qué relación tienes con esto? — pregunto Miyagi al ver a la mujer algo desesperada.
—He vivido atormentada todos estos años por el Imperio, cuidando y velando por la seguridad de quienes han hecho estupidez y media por encontrar una manera de que todo termine… disculpen es solo que hasta este momento no he podido superar todo lo que he hecho — haciendo referencia a todas esas personas a las que tuvo que pisotear para poder logar estar en un alto mando de la organización criminal.
—Lo sentimos — la mayoría de los presentes solo podían darse el lujo de agachar la cabeza, ninguno sabía exactamente como enfrentar los hechos así que solo podían intentar no terminar al borde de la locura.
Pasaron varias hora, no supieron exactamente cuántas, lo único que sabían era que se pronto su vista fue intervenida por un cúmulo de arboles, no sabían localizar ningún pueblo cercano, solo medio podían ver como el avión descendía dispuesta a hacer un aterrizaje.
—“Prepárense para un aterrizaje forzado”— se escucho por el altavoz y enseguida todos se pusieron en posición. El sentir las vibraciones del avión les hizo pensar que probablemente ni siquiera se dignaran a llegar al lugar, si no que morirían ahí mismos.
Se agarraron lo más que pudieron de los asientos.
—Oye ¿Y cuanta experiencia tiene el tal Hatori? — pregunto Yukina a Aikawa, la chica un poco más relajada respondió.
—Esta es la primera vez que pilotea uno pero ha tomando clases — los que sabían que esas en definitiva eran malas noticias se quedaron de piedra, si en definitiva morirían antes de poder hacer algo más que depender del pilotaje de otros.
— ¡Sálvenme Please!, mi plan no era morir así — grito inesperadamente Miyagi, fue tal vez la altura que lo afecto pero en ese momento la mirada de todos le hiso darse cuenta de que nadie estaba realmente preocupado —Solo decía —
Un momento de silencio para el mal chiste del pobre hombre, entonces sintieron de nuevo abruptos movimientos del avión, la turbulencia era cada vez peor, incluso podría decirse que no había verdaderamente un piloto en el avión.
—Creí que al menos podría comer algo — cuando escucharon la voz del piloto se dieron cuenta de que realmente por unos minutos no habían tenido a alguien quien piloteara el avión.
— ¡Si salimos vivos te mato Hatori!— grito Aikawa sintiendo pena por estar al lado de un hombre que no media las consecuencias de sus actos vandálicos.
—Solo fueron siete minutos —agrego desde la cabina — Pero ya hablando seriamente agárrense fuerte que este es un bosque y no hay pistas de aterrizaje no sabían que les daba más miedo si el que fuera un bosque sin pistas de aterrizaje o que el piloto lo dijera como su fuera lo más normal del mundo.
—Ya hay que darnos por muertos — todos aceptaron humildemente la disposición, mas cuando sintieron el estrepitoso sonido del avión comenzando a chocar con los arboles, en si daban gracias de que el avión fuera pequeño, pues seguramente sería peor si el avión fuera más grande.
Cuando al fin se termino la turbulencia Hatori agrego:
—Gracias por volar con Aerolíneas “Yo aquí mando”, al salir fíjense no caer a ningún lado donde puedan fracturarse — con mucho cuidado todos comenzaron a salir y para su suerte casi no había nada de lo que mencionaron anteriormente.
— ¿Dónde estamos? —ahora si sentían perdidos, todo era bosque verde.
—Lejos… ahora caminen que tenemos que llegar antes de que llegue el eclipse—
— ¿Eclipse? — pregunto Nowaki sorprendido, según él no había uno hasta dentro de unos años o meses no lo recordaba bien.
—Suceso que es necesario para llevar a cabo la invocación, en ninguna de las historias se cuenta que esa noche hubo un eclipse pero fue por las nubes de humo creados por el incendio — comento — a aparte de eso se decía que hoy hace quinientos años que el suceso paso… vas a ser algo difícil de llevar a cabo —
—Cuando entremos a ese lugar no dejen que los atrapen seguramente ya nos estarán esperando — aseguro Hatori mientras los seguía guiando por el bosque, pronto sus pesadilla se harían realidad, pero hasta ese momento seguiría enfocado en su mundo lleno de finales felices.
Ya habían caminado cerca de dos hora y la noche estaba por llegar, cosa que no convenía de ninguna manera, estaban ya cansado de no saber exactamente qué camino seguir, el sol se tornaba naranja pronosticando que pronto ocultaría, cuando al fin vieron que sus dos acompañantes se detuvieron ellos también lo hicieron dándose cuenta de que al fin habían llegado, pero lo que no esperaban era que el verdadero Hallen Hill fuera de esa manera.
— ¿Qué significa esto? — pregunto Masamune al ver los grande edificio de manera que se veían a lo lejos.
—Haitani se encargo de reencontrar y reconstruir todo , solo para esta ocasión , debe realmente estar loco el pobre… — agrego Aikawa viendo de lejos la gran magnitud de pueblo recentrado que había logrado en ese momento… el sol seguía su rumbo a ocultarse, sin poder detenerse el tiempo , con cuidado y preocupación llegaron al tan renombrado lugar.
— ¿Qué hacemos ahora? —
—Solo ríndanse— aseguro una voz proveniente de algún lugar.
La poca luz del lugar les hacía sentirse demasiado vulnerable y anquen se les hubiese dado un arma si no podían ver a su enemigo. ¿Cómo lo enfrentarían?
Se escucho un sonido de manecillas, e reloj estaba corriendo para enfrentar la última noche que tenían para salvarse.
Y de pronto lentamente un sombra comenzó a cubrir, la noche estaba llegando, con ella un montón de sonidos extraños que los hacían estar alerta por lo que pudiera pasar. Fue cuando totalmente estuvieron sumergidos en esa obscuridad que como rayo de luz, las luces fueron encendidas, pero no cualquiera, eran lámparas que alumbraban atreves de velas encendidas.
—Se es necesario morir para entender que es lo que queremos de la vida — dio un paso hacia ellos quienes no podían distinguir nada — Mi nombre es Haitani pero eso Aikawa y Hatori ya lo saben… pero me pregunto. ¿Están en posición de quedarse quietos? — no supieron de donde vinieron los sonido de disparos pero con eso solo pudieron salir corriendo hacia donde pudieron.
—Que empiece la maldición —
Unos minutos antes
Chiaki tenía un horrible dolor de cabeza, por no decir de cuerpo, le dolían mucho los manos particularmente las muñecas, entonces entendió que estaba atado a lo que parecía… ¿Un Piano?, exactamente en el borde de una de las patas por lo que no podía moverse muy bien.
— ¿Qué? ¿No te da gusto verme? —
—An, ¿Qué clase de juego sucio es este? — pregunto al verla casi sentada junto a él.
—No es ningún juego sabes, es el momento que hemos esperado toda nuestra vida para así matarnos mutuamente — sonrió.
— ¡Entonces hazlo!— no le agradaba que la chica intentara jugar a la buena persona con él.
—Aun falta el invitado de Honor, pero dejando eso de lado. ¿Quieres que te cuente una historia? —Chiaki sentía desconfianza — Una hermosa historia sobre este piano en el que estas atado…—
— ¡No!, No quiero saber nada —
—Lástima porque era una hermosa historia — fingió llorar, tomo el hacha que cargaba con ella —Pero bueno hay que comenzar con el sacrificio…— Chiaki la miro desconcertado cuando lo llamo sacrificio, esta miro hacia y al fin se dio cuenta de que estaba cerca de un gran vitral de flores, estas parecían partirse lentamente.
— ¿Dónde estamos? — al fin pudo preguntar.
—Hallen- Hill… sabes tus amigos los policías junto a esos tipos están aquí. Pero no te preocupes ya pronto morirán— se acerco lentamente a él para acercar un poco el hacha a su cuello —la puesta de sol hacia reflejar las figuras del vitral y lentamente la obscuridad se apodero del lugar, era el momento de comenzar a terminar.
—Te odio — pudo decir Chiaki antes de sonreír.
—No tanto como yo — ene se momento las luz de las velas se encendió dejándolos ver a ambos .Entonces se escucharon disparos de la parte de afuera.
—Dulces sueños Yoshino —
— ¡Chiaki!— casi podía asegurar de quien se trataba.
—No puede ser—
—Ahora tendremos más diversión — menciono cuando vio abrirse la puerta y tras ella una persona que se creyó muerta.
— ¿Cómo? — no cabía del asombro.
—Suelta esa arma An, esto no tiene que terminar así… ¡Claro que no tiene que terminar así!— la chica se levanto para dirigirse a él.
—Ya que no has muerto, tu tomaras su lugar — le digo a Hatori — además de que ya no hay tiempo, el sacrificio debe hacerse — seguía en posición de querer matar a alguno de los dos o que mejor que a los dos.
—Solo no te arrepientas— pronuncio Hatori al mirarla seriamente.
Chiaki deseaba desatarse para pode ayudar, para intentar detener a An, pero por alguna razón no podía moverse lo suficiente, su cuerpo intentaba desesperadamente pero al final solo pudo ver como el combate entre esos dos comenzaba.
—No mueras —
Con Haitani y Ritsu las cosas iban igual, después de escuchar los disparos él le miro aun con mas enojo, mientras tanto Haitani solo podía admirar la luna que estaba justa para el eclipse.
— ¿Listo para morir? — pregunto a Ritsu…
—No tanto como tu —
Entonces el final comenzó.