Takano organizo una junta para poder atrapar a los ladrones, en esa habitación espaciosa los tres investigaban por su parte, realmente no los hacían pero les gustaba la idea de ser detectives, mas cuando les costó mucho obtener aquella pintura.
—Masamune, ¿Encontraste algo? — pregunto Akihiko quien estaba a punto de levantarse e irse sin dar explicación alguna, simplemente ya no quería estar en presencia de esos aburridos.
—No, y tu Nowaki, oye llevo un rato viéndote y tal vez sea mi imaginación pero ¿por que llevas esa enorme chamarra encima?, ¿Qué acaso no tienes calor? – pregunto Takano viendo a Nowaki.
—Si... si... pero al parecer soy una criatura Inmoral, no sé que se exactamente eso— respondió con una voz poco audible pues por esa época del año era bastante caluroso.
—Bueno, si tu lo dices – dijo viéndolo como casi se deshidrataba.
—La policía dice que estos son unos ladrones profesionales llamados las estrellas de plata, por que dejan una estrella de plata en cada robo pero aun no entiendo, ¿cómo es que logran burlar la seguridad?— dijo Akihiko.
— Hay que reforzar la seguridad, no valla ser que intenten entrar aquí— propuso, aunque deberían ser bastante tontos si, si quiera se atrevían intentarlo
—Eso sería fatal — hablo Nowaki entre cortado, tomo el abanico que estaba en una de las mesitas a su lado para poder darse un poco de aire, esa chamarra lo estaba matando.
—Ya, quítatela, me estás dando calor a mi – dijo Takano— yo no sé quien allá sido esa persona, pero está loca, ahora ve y ponte algo más ligero – Nowaki sin pensarlo dos veces se fue a cambiar, solo necesitaba que alguien confirma su idea de que aquello era una locura.
—Masamune, ¿Crees que eso ladrones se atrevan a quiere entrar a nuestra mansión? — Menciono Akihiko. —
—Será mejor que ni lo intenten —
Mientras en otra parte de la casa, se les había dado una habitación para los tres, tenía tres camas, pero un solo baño, así que las mañanas eran un tanto problemáticas para los tres pero aún así se las arreglaban, en ese momento estaban sentados cada uno en su cama intentando resolver asuntos importantes.
—Bien, según los planos de la casa, la bodega esta debajo de la casa— Ritsu quien al fin se había puesto serio en eso de buscar información que los ayudara dio con los planos principales para moverse dentro de la mansión.
—Antes de entrar debemos burlar la seguridad —Misaki comprendía los riesgos, ya no sería tan sencillo como la última vez.
—Oigan, y ¿donde se supone que esta el sistema de seguridad? – pregunto Hiroki al ver la cara tan decidida de sus amigos. Visto que no le hicieron caso se levanto de su cama par air hacia una de las ventanas que daba a la entrada principal.
—La estrategia será de este modo, según mi investigación la seguridad está a cargo de Nowaki Kusama— dijo mostrándoles una foto desde la laptop.
—Esa es la criatura inmoral — soltó sin más.
—Pues tendrás que conseguir su computadora.
—Eso en cuanto a la seguridad de las cámaras, faltan las llaves, cada uno de los dueños tienen una de las llaves que abren la bóveda, por lo que tendremos que entrar a su habitaciones otra vez, sin embrago aun tenemos más del 85 % del trabajo del jardín, esto es complicado — no les gustaba dejar las cosas a medias así que debían trabar en el jardín quisieran o no.
— ¿De verdad? – dijo con sarcasmo Misaki.
—Como sea, por ahora vamos a limpiar el jardín, no nos conviene que nos despidan.
—Ritsu, a parte de nosotros, el mayordomo y el ama de llaves, ¿Quién está autorizado a entrar a esta mansión? – pregunto Hiroki.
—Supuestamente nadie, solo la familia de esos tres – menciono Ritsu. — ¿Por qué?
—Un auto negro acaba de llegar— Hiroki dijo alzando un poco la cortina.
—m... espera ¿y Misaki? —pregunto Ritsu al no verle,
—Creo que fue a la cocina —Hiroki se encogió de hombros, dando a entender que no vio ni cuando salió de la habitación. Los dos reaccionaron al instante y corrieron a la cocina.
En la cocina se encontraba Misaki,
—Tengo hambre— dijo Misaki tomando una cuchara.
— ¡Alto hay Misaki! — Ritsu grito al llegar a la cocina, significativamente casi se muere al verle la cuchara en mano.
—Esta no nos la vuelves a hacer — el líder se veía molesto.
—jajá Inténtenlo— Misaki tomo lo que había detrás de él, le lanzo harina a ambos, Hiroki corrió hacia el refrigerador—
—Toma— dijo lanzando huevos a Misaki, este desconcertando como le llego el huevo simplemente sintió el impacto en su rostro.
—Hiroki —Misaki y en un descuido sintió como algo líquido le llegaba la cara. — dio un bocado de aire enorme—
—Jajá eso te mereces Misaki — dijo Ritsu divertido.
Misaki enojado, empezó a corretear a Ritsu y Hiroki por toda la cocina, los huevos iban y venían la leche se derramaba el agua igual, estaban todos llenos de Harina, huevo agua y leche.
En la planta alta por el escándalo los tres compañeros decidieron averiguar lo que sucedía en su tranquila mansión, al llegar fueron tres fantasmas blancos y una gran impresión.
— ¿Qué Rayos está pasando aquí? — impresionado Takano, solo sintió como un huevo le fue a dar la cara, afortunadamente se había quitado los lentes o tal vez no tan afortunadamente.
—jajaja que lindo Masamune — dijo Akihiko, Takano solo camino hacia Misaki quien tenía un huevo en la mano lo tomo y en un arranque se lo lanzo a Akihiko este se equito y le dio a Nowaki, en un dos por tres todos estaban lanzándose cosas, los jitomates y tomates empezaron a volar, igual que alguna sobras. No sabían cómo pero una sensación de ¿Complacencia? Los invadió.
— ¿Qué pasa aquí? —el mayordomo solo vio el destre de cocina que había, pero más impresionado estaba que sus señores estuvieran involucrados.
— ¡Fue su culpa! —gritaron Takano y Akihiko. Misaki Hiroki y Ritsu se quedaron con un gran signo de interrogación.
Los seis empapados, pegajosos salieron de la cocina hay los tres fueron regañados, cuando la enorme puerta de la mansión se abrió era...
—Llegue mi querido… — al no verlo en el salón decidió buscarlo hasta al fin dar con él y en cuando lo encontró, corriendo le abrazo — ¡Nowaki! —una mujer rubia ojos cafés se acercó peligrosamente, se lanzo encima de él muy cerca de sus labios, los cinco se quedaron viendo la escena en cámara lenta cuando…
¡Que comiencen los problemas!