-¿Así fue como usted y el director iniciaron su relación?- un poco sonrojado preguntó Hunter.
-Sí, ese fue el inicio, ese inicio con el que muchas personas sueñan- comentó lleno de felicidad el profesional.
-Es increíble… el Jon del que habla a mi parecer no tiene nada que ver con el director que yo conozco-
-Eso es porque él ha cambiado, las personas no siempre somos iguales, si bien es verdad que la esencia permanece, en cuanto a actitudes se refiere sí existen cambios.-
-Y, si no es indiscreción… ¿por qué cambió?-
-Lamento decírtelo, pero sí es una indiscreción, esa parte la reservo para mí, me basta que esta historia te haya funcionado, que por tu propia cuenta tomaras la iniciativa de ser honesto contigo mismo-
-Lo siento, y en cuanto a su ayuda tenga la seguridad que sí me funcionó, hoy puedo decirle que soy completamente feliz, tener a Frederic a mi lado es maravilloso, el no tener que fingir y mostrar una cara que no es la mía se siente muy bien-
-Qué bueno, me alegra escucharte, y ya sabes cuando quieras puedes volver, las puertas estarán siempre abiertas para ti- Andrew le sonrió fraternalmente y extendió su mano para despedirse.
-Gracias, en verdad, gracias por todo- el muchacho tomó la mano del consejero y se despidieron, Hunter nunca olvidaría el gesto que ese hombre tuvo con él, esa historia que le salvó de seguir en un callejón sin salida.
El estudiante salió del cubículo y fue a la explanada para ver a su novio. Al llegar se percató de la presencia de sus amigos, no sabía que le harían, sin embargo ya estaba listo para enfrentar lo que sucediera, respiró hondo y se sentó lejos de ellos. El rollizo lo miró habló algo con los otros y poniéndose de pie se encaminaron hacia él. Romel fingía no darse cuenta poniendo como pretexto escribir en su libreta, segundos después lo tenían rodeado, el joven continuaba con su actividad mientras les habló indiferente…
-¿Qué quieren?- sus amigos lo miraban, y pronto el rollizo contestó
-¿No recuerdas que hoy tenesmos que estudiar?-
-¿Hablas enserio?- levantó los ojos y los miró, estaba incrédulo.
-¿Qué? ¿Acaso el hecho de ser marica significa que dejas de ser nuestro amigo?- Hunter no lo podía creer, estaba seguro que después de decirles que era gay lo rechazarían.
-Ya Hunter, deja tus cursilerías, que seas “reina del carnaval” no implica que ya no seas nuestro ‘brother’- dijo otro de los que lo rodeaban
-Pero chicos… yo…- estaba anonadado, no comprendía que estaba ocurriendo.
-No te lo voy a negar, si te veo besando a Frederic me vomito, dame tiempo de asimilarlo, pero no te odio, al contrario, se tiene que ser muy valiente para decir lo que dijiste- habló el rollizo.
-¿No les molesta que sea… gay?- cuestionó Romel, el grupo el unísono respondió que no, ese gesto de solidaridad le devolvió la calma, el amor que sentía por su novio no cambiaría, pero tampoco deseaba perder a sus amigos…
-Y pues, como ya Fred es tu novio, no nos queda más que respetarlo- dijo en son de broma el líder.
-Es muy importante para mí su amistad chicos, en verdad-
-Para nosotros también, pero ya basta, estas cosas rosas déjaselas a tu novio, por lo pronto debemos ir a estudiar, anda levanta ese trasero y camina- rápidamente recogió sus cosas y caminó divertido con ellos, sus amigos lo aceptaban, aún no del todo pero ya era un comienzo. Se volvía a preguntar cómo obtuvo tanto valor, y ahora sí sabía la respuesta, es más la tenía enfrente, el director Jonathan Reah caminaba en dirección opuesta a ellos, se miraron fijamente a los ojos y cuando estuvieron lo suficientemente cerca, el alumno le dijo ‘gracias’ en voz baja, el mayor lo escuchó y asintió, la historia de Jon lo salvó de perderse en un mundo de mentiras, el dueño de esa vida lo sabía, sabía que su historia ya era parte de la vida de otra persona, y lo mejor del caso que le ayudó. Cada uno siguió su camino.
El director fue al cubículo del consejero, tocó la puerta y espero que le permitieran entrar, al escuchar que podía hacerlo se adentró…
-¿Cómo esta Andrew?-
-Bien, ya sabe con trabajo pero bien-
-Me alegra, vengo a ver si quiere ir a comer por la tarde-
-Eso debería sugerirlo yo señor director-
-Pues ya me adelanté- respondió con una sonrisa pícara.
-¿Sabe que odio hablarle de usted?- preguntó con cariño Andrew.
-Si, ¿pero que pretende entonces?-
-Que ya me deje hablarle como me gusta-
-Ok, lo permito- el otro se acercó y tomándolo por la cintura lo acercó…
-Me encanta tenerte cerca, sentir el olor de tu piel, los latidos de tu corazón, tu respiración agitada, aunque seas un reacio sé que te sigo poniendo nervioso, sé perfectamente que sigues asustándote cuando me tienes enfrente, igual que hace años sigues teniendo esa actitud tan tímida que me encanta, sigues siendo mi dulce y tierno querido Jon- se acercó peligrosamente a la boca de su pareja…
-¿En verdad crees eso mi reprimido fortachón?-
-Reprimido solo en lo rebelde, pero que en otros aspectos para nada lo soy- habló de forma muy seductora.
-Eres un sucio ¿lo sabías?-
-Sí, pero soy tu sucio, de nadie más…-
-Te amo Andrew, mi gatito domesticado-
-Y yo te amo muchísimo más mi director inclemente- por fin se besaron, ese par se besó apasionadamente, con ternura, con sentimiento, pero sobre todo con amor. Un rato después, al sentir que el aire se acababa se separaron, Jonathan jadeaba por la falta de oxigeno…-¿Ves cómo te sigo dejando sin aliento?-
-Eres un tonto…- el consejero se recargó de su escritorio y jaló a su pareja para tenerlo de espaldas contra él, el ex rebelde puso su cabeza en el hombro del ex tímido y le habló dulcemente al oído.
-Recuerdas la primera vez… esa en la que por fin pude tenerte por completo…- besó su oreja.
-Por supuesto, lo recuerdo-
-Fue esa tarde…-
CONTINUACIÓN DE LA HISTORIA
Jon se mantenía en reposo luego de salir del hospital, su estado ya no era de cuidado pero Iván prefirió dejarlo en casa unos días. Desde aquella terrible noche, Celite y su hermano se hicieron muy íntimos, y ambos tenían planeada una salida en otra ciudad…
-No, no quiero dejar solo a Jon- decía Iván.
-Yo tampoco, pero mi papá me regaló estos pases, y son para hoy…-
-En verdad lo siento- comentó decepcionado el cuñado de Andrew, sin embargo él y su querido Jon los escuchaban y se le ocurrió una idea…
-Si quieren puedo llevar a Jon a mi casa y cuidarlo, sirve que se van sin preocupaciones ¿qué les parece?- ante tal ofrecimiento la nueva pareja se puso nerviosamente feliz.
-No sé, es que Jon…-
-Tranquilo hermano voy a estar bien, váyanse y yo me quedo con Andrew- el solo hecho de decirlo lo avergonzó a tal grado que se sonrojó.
-Vete Iván, tu hermano o sea mi novio estará bien-
-De acuerdo, voy a confiar en ti, pero si le pasa algo…-
-Ya, ya, ya… no me amenaces a váyanse- Celite e Iván dejaron en orden todo y se dispusieron a salir… cuando Andrew y su cuñado los dejaron solos, la chica aprovechó para hablar con su amigo…
-Espero que todo me salga bien, tu hermano me encanta…- comentó como toda una adolescente enamorada.
-Saldrá, porque sé que a mi hermano le gustas mucho-
-Deséame suerte amigo- lo abrazó fuertemente.
-Suerte futura cuñada- segundos después se separaron y ella junto con su hermano salieron.
-¿Y bien? ¿Te llevo a mi casa amado mío?-
-Sí, pero estará bien, es decir no te regañarán-
-No te preocupes, deja todo en manos de tu novio- sin esperarlo, Andrew lo tomó en brazos y lo cargó, bajaron la escalera y lo llevó hasta el auto.-Este día es solo para ti y para mi-
-Sí Andrew, lo que digas- se besaron en los labios y luego partieron.
Las horas transcurrieron, entre videojuegos, pláticas románticas, besos y comida cayó la noche, cuando Jon vio el reloj lo supo…
-¡Andrew! Son las 11 de la noche, se nos acabó el tiempo de estar despiertos-
-Ahhh, no por favor otro rato…- comportándose como un preescolar hacía berrinche el guapo.
-No, Andrew, vamos a dormir… ¿por cierto donde dormiré?-
-Cómo que dónde, pues conmigo…- lo volvió a llevar en brazos solo que en esta ocasión a su alcoba, como recién casados llegaron a la habitación- En este cuarto dormiremos mi cielo- avanzó y cuidadosamente lo colocó en la cama- iré por la colchoneta, yo dormiré en el piso-
-¿Andrew?- dijo un poco asustado
-Dime- volteó sonriendo
-¿No que íbamos a dormir juntos?-
-¿Tú quieres?-
-Claro, bueno, si tú quieres-
-Por supuesto que sí- acomodó las colchas, las almohadas y una vez listo apagó la luz- Que dueermas bien mi niño- no lo besó, rápidamente se acostó de lado.
-Andrew…-
-Dime-
-Porque estás así de frío, ¿hice algo malo?- durante las ultimas horas se notaba un poco distante.
-No, claro que no… es solo que…
-¿Qué?-
-Que tengo miedo de no contenerme, si me acerco de más a ti corro el riesgo de no aguantar más-
-Por favor bésame- Jon dijo suplicante
-¿Cómo?- respondió sorprendido su novio
-Bésame, te lo ruego- lo besó, obedeció la petición, poco a poco acariciaba la cabeza de Jon, la nuca, después la espalda, posicionó sus varoniles manos en la cintura de su amado, el otro respiraba agitado, las caricias de su novio lo enloquecían. Sin decir nada, Andrew le quitó la camisa y le besó el pecho, Reah sentía que el corazón iba a salírsele del pecho…
-A… Andrew…- gimió, su novio continuaba, pronto ambos se encontraban desnudos debajo de las sábanas, juntando sus cuerpos, logrando hacerlos uno solo, carne con carne, piel con piel, amor con amor.
Jon besó cada parte del la anatomía de Andrew, por fin tocaba esos músculos que siempre miraba en la escuela, el abdomen bien formado, los brazos musculosos y fuertes, las piernas velludas y viriles, cada parte la recorría con su lengua. Jadeando por el nerviosismo, el miedo y la pasión, Jon dijo…
-E… es… estoy listo…-
-Nunca dudes que todo lo que hago es con amor- fue lo que respondió su novio antes del siguiente momento. Se acostó boca arriba, indicó al tímido chico que se sentara sobre su masculinidad, lubricándolo con su propio líquido preparó la entrada. Una vez listo, se adentró en las entrañas de su amado, poco a poco iba metiéndose, primero la punta, su novio gemía al sentir el contacto, después la mitad, el dolor para Jon era demasiado…
-Tranquilo mi cielo, lo haré con cuidado- le hablaba con cariño para no ponerlo tenso. Por último lo metió todo. El grito de su amado fue sonoro, el placer y el dolor eran igual de intensos. El tímido se sentía realizado por ser por fin de su fortachón, luego de fantasearlo, por fin era suyo por completo, ambos se entregaban. Ante cada embestida del rebelde el otro se sentía pleno, paulatinamente el dolor se apaciguó pasando a ser un tanto placentero. La primera vez nunca es del todo agradable. Sus manos sobre el pecho de Andrew dejaban claro el nivel de la pasión que vivían, instantes después la semilla masculina del guapo quedó dentro de su novio, terminado el clímax, Jon cayó sobre su amado completamente rendido, agotado… satisfecho por ser completamente de su compañero de escuela…
CONTINUARÁ…