CONTINUACIÓN DE LA HISTORIA
Alboreaba el amanecer, los tenues rayos de sol cruzaban por el pequeño espacio que dejaba la cortina. Uno de esos imprudentes destellos picó los ojos de Jon el cual yacía dormido sobre el pecho del fortachón, ese pecho duro, musculoso y ancho. Al sentir una extraña luminosidad en la cara, el joven despertó lanzando un quejido, talló sus ojos y comprobó que amanecía, palpó la cama y descubrió el cuerpo de su novio…
-¡Lo hicimos!- recordó sorprendido el acto que realizaron la noche anterior. Por su expresión, Andrew frunció el ceño despertando.
-Mmmm…. Ahhhh- bostezó- buenos días mi cielo- a pesar de tener pereza le regaló una linda y seductora sonrisa.
-Bu… bue… buenos días…- contestó nervioso, al instante sintió frío, se miró y supo que estaba desnudo, rápidamente se acostó tapándose de pies a cabeza.
-¿Qué ocurre?- preguntó el guapo incorporándose, jaló un poco la colcha, por ello su novio volvió a cubrirse.
-Nada- seguía cubierto de la cabeza…
-¿Estás seguro?-
-Si- Jon se escuchaba como un pequeño de 4 años a cual acababan de descubrir en una travesura.
-Ok, te creeré si te descubres la cara- bajo las sábanas mantenía los ojos cerrados, los abrió y se apenó aún más, tenía frente a sí la mitad del cuerpo de Andrew sin ropa. De inmediato salió de su improvisado escondite.
-¡Ya!... ya salí- sonrió mostrándole la dentadura.
-Estás sonrojado… ¿se puede saber por qué?- cuestionó el rebelde
-¿Yo? No… para nada-
-Bueno, abriré las cortinas, me gusta que haya luz en mi alcoba-
-A já- Jon se había descubierto la cara, pero no el cuerpo, lo arropaba con demasiado pudor. Andrew caminó y su novio volteó a otro lado, la razón: estaba desnudo. Al abrir las telas colgadas para cubrir las ventanas el sol dejó a la vista el bien formado, musculoso y varonil cuerpo del joven.
-¡Estás desnudo!- gritó Jon arrojándole una almohada.
-Sí, pero no por eso me tienes que pegar-
-¡Tápate!, ¡tápate!-
-¿Qué ocurre? Si anoche te hice el amor así, ¿por qué ahora te asustas?-
-A… a… anoche, yo no vi, solo sentí-
-Pues acostúmbrate, porque verás a tu hombre desnudo muchísimas veces más-
-¡Andrew!- dijo el otro avergonzado.
-¿Qué? ¿Pensaste acaso que esta sería la única vez? Te equivocas- caminó rumbo a Jon, se acostó a su lado y continuó hablando- Yo fui el primero, y quiero ser el único y el último ¿entiendes? Toqué tu cuerpo, lo besé, te hice mío, fue la experiencia más hermosa que he tenido, este cuerpo- acarició con el dedo índice el hombro de su amado- fue completamente mío y por ningún motivo voy a dejar que vuelva a sufrir, solo lo llenaré de caricias, de besos… de amor- al instante gruesas lagrimas resbalaron por las mejillas del chico que aún estaba cubierto- Y no importa si no dejas que te vea así, desnudo, me es suficiente ver que eres feliz, eso sí, te repito que a mí me gusta que me veas, si por mi fuera en nuestro hogar andaría sin ropa todo el día solo para tener tus ojos sobre mí.-
-Ya, Andrew, me avergüenzas, yo no tengo un lindo cuerpo como el tuyo-
-¿No?... Jon, es maravilloso, vibré con cada caricia que me dabas, me sentí tan feliz al tocarte, para mi es hermoso, delgadito, finito, es perfecto-
-¿En verdad?- Jon miró a su novio.
-En verdad-
-¡Andrew te amo!- se descubrió y cayó encima del otro, lo besó repetidas veces en los labios, no paraba.
-Jon… Jon… aguarda…- el otro se detuvo.
-¿Por qué?-
-Porque si no te detienes ahora mismo perderé los estribos y te volveré a tomar, y no quiero hacerlo tan pronto porque sé que te dejé algo adolorido y lastimado-
-¿Adolorido a mi? Já- intentó ponerse de pie y descubrió que Andrew tenía razón- bueno… mejor nos detenemos… aunque tengo hambre y no puedo caminar bien… ¡Todo es tu culpa!- le recriminó.
-Perdóname, ¿si?- le hablo de una forma tan tierna que no podría contestarle algo negativo.
-¿Te aprovechas de mi verdad? Pero está bien, te perdono mi fortachón-
-Ahora- dio un salto, él si podía moverse con libertad- iré por el desayuno, no te moverás de la cama, el día de hoy yo seré tu fiel servidor, en lo que mi pequeño se recupera de lo que le hice… te amo- le dio un beso después de acercarse nuevamente y después salió para buscar comida. Jon sólo sonreía, su guapo rebelde fortachón le demostraba su amor, simplemente era feliz.
FIN DE LA HISTORIA
-¿Ya recordaste aquella maravillosa primera noche?- Andrew seguía abrazando al director.
-Nunca la he olvidado y jamás lo haré, desde entonces ya no nos separamos-
-Soy feliz contigo, a pesar de tu amargura, te volviste muy amargado mi querido Jon-
-Pues tú no vendes piñas, ya no eres ni la sombra de aquel rebelde que conocí-
-Soy feliz así, domesticado por ti-
-Y yo soy aún más feliz por tener a alguien como tú que me soporte después de un día cansado y estresante-
-En definitiva, somos felices mi cielo-
-Somos felices mi fortachón- contestó Jon
-Siempre recordaré aquel día soleado en el cual un jovencito tímido y vestido de señor se me acercó a decirme las palabras que me cambiaron la vida-
-¿ah sí? ¿Qué palabras?-
-Unas parecidas a estas… “Andrew, tú me gustas”-
-¡Ya tonto! ¿No ves que me avergüenzas?-
-Y esperabas a que te golpeara… jajajaja, eso nunca pasaría, no hubiera podido golpear a alguien tan valiente como tú-
-Pues tenía miedo, pero si no lo hubiera hecho hoy no estaríamos aquí juntos siendo felices, valió la pena arriesgarme-
-Gracias por darme tanta dicha-
-Gracias a ti por dejar de ser mi compañero de escuela-
-¿Ya no soy tu compañero de escuela?-
-Efectivamente mi fortachón, ya no eres mi compañero de escuela… eres mi compañero de vida… te amo- esto último lo susurró para después besarlo con ese amor que desde hacía años se profesaban.
Pasaron unos años, Romel acompañaba a su novio y futuro esposo Frederic a sus reuniones en la comunidad LGBT. Los prejuicios de la gente continuaban con respecto a la homosexualidad, la misión de esa asociación era acoger a los chicos, chicas y personas transgénero que luchaban por defender sus derechos como seres humanos. Su novio se dedicaba a dar asesoría psicológica individual y terapia grupal.
Ese día, un joven con semblante asustado se acercó a Hunter.
-¿Pu… puedo hablar con usted?- dijo el muchacho.
-Claro… dime-
-Usted ayuda aquí-
-¿Aquí?... ¿Te refieres a la asociación?-
-Si-
-Por supuesto, ¿en qué te puedo ayudar a ti?-
-Pues, un amigo necesita orientación y me pidió que preguntara por él…- el joven desvió la mirada.
-Bien… entiendo, pero ¿por qué no vino él?-
-Porque está muy ocupado, pero le diré que venga después, buenos días- ya se iba cuando Hunter lo detuvo.
-Aguarda un momento, si quieres te explico en el consultorio, vamos- el otro accedió. Segundos después se hallaban en el lugar privado.
-Bien, ¿qué quiere saber tu amigo?-
-Mire, tiene un chavo que le dijo que lo quiere, él no está seguro si lo acepta o no, ya sabe por sus papás, la escuela… la sociedad, ¿qué crees que deba hacer?-
-A já- asintió lentamente y volvió a tomar la palabra-pues… ¿qué te parece si te cuento algo?-
-¿Contarme? ¿Y será muy largo?- preguntó el chico algo preocupado.
-Pues… tal vez sea un poco largo pero vale la pena… ¿quieres oírlo?-
-Si…-
-Ok, inicia así: “El sol estaba a lo máximo, sus rayos lejos de ofrecer un calor agradable, quemaban terriblemente, un joven de cabellos rebeldes, pantalones holgados y playera no tan ajustada pero que le permitían mostrar su bien formada musculatura, descendía de su auto con unas gafas oscuras, era conocido en la escuela por ser el clásico chico popular y rebelde, con cualquier ideología que no compartiera era suficiente para debatir…”
FIN