-¡Se lo dijo!- exclamó sorprendido Hunter
-Si, ¿Qué opinas de esto?-
-Que es el chico más valiente del que haya oído hablar-
-¿Crees que eso es un acto de valentía?-
-Por supuesto que sí, primero se confiesa con Andrew, ahora con su mejor amiga que está enamorada del mismo hombre… ¡eso es valor!-
-Yo también creo que es un joven muy valiente, él se arriesgó en los dos casos-
-¿Y qué hizo Celite? Creo que se asombró ¿verdad?-
-Mmm… pues proseguiré…-
CONTINUACIÓN DE LA HISTORIA
Celite se llevó la mano a la boca cuando escuchó esas palabras…
-¿Qué piensas?- la muchacha continuaba callada, colocó lentamente sus manos en las rodillas mientras tomaba una actitud pensativa- Po… por favor, por eso no te quería decir, te lo ruego no te enojes…-
-¿Crees que tengo motivos para enojarme?- preguntó seriamente
-Yo… yo solo te puedo decir que lo siento…- bajó el rostro
-¿Por qué lo sientes Jon? ¿Por decirme que estás enamorado de Andrew?- su tono seguía siendo seco.
-Sí, por eso, pero te prometo que nunca haré nada que pueda perjudicar su relación, si me lo pides me alejo de ti y de él, pero por favor, te lo pido no te enojes conmigo…- desesperado se hincó frente a su amiga.
-No, no, no… levántate Jon, de pie, vamos- delicadamente lo alzó, mirándolo de frente le dijo- lo único que me molesta es que hayas tardado tanto tiempo en decírmelo-
-¿Cómo?- el hombre miró incrédulo
-Por favor querido, es más que obvio que estás perdidamente enamorado de ese rebelde sin causa-
-¿Eh?- abrió los ojos enormemente
-Lo sospechaba, pero cuando te di esa carta disipé todas mis dudas, fue ahí donde supe que lo querías, y quien debe pedirte perdón soy yo, no debí fijarme en la persona que querías y menos torturarte pidiéndote que fueras mi cartero personal-
-Pero, Celite… yo-
-No te preocupes, Andrew no me quiere… un día le dí un beso, me rechazó diciendo que no estaba interesado en mí de esa forma… a pesar de rechazarme fue tan lindo…-
-Si lo sabré yo…- suspiró Jon
-Es un buen hombre, pero presiento que en su corazón ya hay alguien- ese comentario le volvió a partir el corazón al chico.
-Si es así, me alegro por él, porque ya habrá encontrado a la chica que necesita-
-¿Y lo dices así tan tranquilo?-
-¿Qué más puedo hacer? Él no está obligado a sentir lo mismo que yo, jamás haría nada para que me odiara-
-Pero, si es tu felicidad, ¿no te parece que debas luchar por él?-
-¿Para qué? Esa lucha está perdida desde antes de empezarla, ¿acaso tú crees que yo tenga una oportunidad? ¡Mírame! No tengo ninguna gracia especial, él es un sol, yo soy la sombra, no tengo ni la más mínima posibilidad con él, debo aceptarlo-
-Jon…- mencionó su nombre con un sentimiento de tristeza, entendía el dolor del otro, más aún cuando las lágrimas resbalaron por sus finas mejillas
-Soy una moneda completa- sonrió falsamente
-¿Moneda completa? ¿a qué te refieres?-
-A que yo no tengo una mitad aguardando por mí, estoy completo, por eso es que no encontraré a alguien que pueda estar conmigo…- lloraba con desconsuelo, recordar una vez más que no podría estar con Andrew lo hería demasiado.
-No digas eso, eres una persona muy especial, tienes demasiadas virtudes, solo tienes que confiar en ellas, sé que hay alguien en este planeta que espera por ti-
-No creo, tu si tienes esa alternativa, eres linda, simpática, atractiva… yo en cambio soy un mediocre muchachito desviado… no tengo las posibilidades…-
-¡No te permito que hables así de ti!- la mujer lloraba también, pero ella de rabia, no soportaba ver que su amigo sufriera tanto- Eres grandioso, y sólo porque él no te haya aceptado no significa que eres nada, yo soy mujer sí, pero tú eres un hombre, uno muy atractivo por su fuerza, valentía, coraje, más de un hetero quisiera poder hacer lo que tú haces, no vuelvas a subestimarte de esa forma- limpiaba su llanto con brusquedad.
-Celite… no fue mi intención…- su amiga lo interrumpió…
-No más, vas a estar bien, limpiemos nuestras tontas lágrimas, iremos a una cafetería, compraremos algo helado y nos reiremos de nuestras penas ¿de acuerdo?-
-Sí… Celite… gracias por tu cariño y sobre todo por tu amistad…-
-No tienes que agradecerlo, soy yo quien está feliz por tener un amigo como tú…- se fundieron en un abrazo fraternal, cualquiera que los hubiera visto pensaría que se trataba de una pareja, pero el amor de esos dos era el de un par de verdaderos hermanos.
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-Viéndolo bien esa mujer no es tan mala- espetó el alumno.
-Creo que tu perspectiva está cambiando- dijo el consejero
-Bueno, es que ella no le recriminó nada, al contrario lo consoló, en verdad son dos grandes amigos-
-Sí, gracias a Celite, Jon pudo lograr muchas cosas en su juventud-
-¿Juventud? ¿De hace cuantos años es esta historia?-
-De hace muchos Hunter, de hace muchos…- contestó el profesional mientras miraba fijamente a la puerta.
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La clase de Sanders llegó, pasaron un par de días desde que Jon se sinceró con su amiga. Juntos prometieron salir adelante al precio que fuera. Como en las últimas sesiones, trabajaban en equipo para el proyecto final. Andrew estaba con ellos.
-¿Consideran adecuados los objetivos que planteamos?- preguntó el rebelde, su eterno enamorado se perdía en su masculinidad, Jon reaccionó hasta que su amiga le dio un codazo…
-Sí, estamos de acuerdo, son los adecuados para probar la hipótesis, ¿verdad Jon?-
-Sí, estoy de acuerdo-
-¿En qué pensabas?- cuestionó divertido el fortachón.
-No… en nada… “Si supieras, si me comprendieras, pero sé que es imposible”- sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando alguien tocó la puerta del aula, el profesor Sanders le permitió la entrada…
-Disculpe, pero me permitiría entregar esto, es para el joven Jonathan Reah- el mensajero llevaba consigo un par de globos inflados con helio, un oso de peluche y una caja de finos chocolates.
-Es un regalo un poco inusual para un chico… pero bueno… Jon, es para ti- torpemente el aludido se incorporó, con la mirada fija de sus compañeros y de su guapo rebelde recibió los presentes.
-Gracias… creo- tomó sus globos, oso y dulces para regresar a su lugar, la cara le ardía de lo roja que estaba. Andrew lo miraba con un gesto de insatisfacción.
-¿Quién te lo manda? Dime, dime…- hablaba emocionada Celite.
-No lo sé, no tiene tarjeta-
-¿Les parece si nos ponemos a trabajar? Tenemos mucho trabajo todavía- el guapo estaba molesto.
-Sí tienes razón, lo siento, ya nos ponemos a trabajar- la mujer miraba con curiosidad la reacción de su ex amor, algo de todo eso le llamaba la atención.
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-Andrew está celoso, wow-
-Sí, al parecer lo está-
-¿Y quién le dio el regalo? ¿A caso era su cumpleaños?-
-No, no lo era, pero ese regalo se lo dio alguien muy especial, alguien que si estaba dispuesto a demostrarle su cariño-
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Ya era la hora de salida, Jon se había quedado con Celite en la biblioteca revisando unos libros, Andrew estaba en la explanada, frunció el ceño cuando divisó la figura de Iván.
El rebelde se le acercó imponentemente, el otro ni se inmutó…
-¿Qué? ¿Buscas a Jon?- preguntó el fortachón
-Si, ¿por?- contestó secamente el otro.
-No, por nada, está ocupado-
-Lo espero, no llevo prisa-
-Ah, qué bien- ambos se miraban fijamente, una guerra de testosteronas se desató en ese instante
-¿Se te ofrece algo más?- cuestionó Iván en el mismo tono frio.
-No, ¿a ti?-
-Tampoco- continuaban con esas miradas asesinas y retadoras.
La pareja de amigos salía después de elegir su bibliografía cuando descubrieron en la explana a un par de machos en una actitud algo difícil.
-¿Ese no es Iván?
-Sí, ¿Qué no ese es Andrew?-
-Sí, pero creo que no están haciendo amistad- dijo algo angustiada la chica
-Parece que el ambiente está algo tenso ¿no?- habló Andrew
-Sí, está algo tenso… ¿Qué podemos hacer?- le respondió Iván
-No sé, dime tú-
-Yo tampoco- el motociclista se quitó la chaqueta de piel arrojándola a un lado-¿Qué sugieres?
-Pues, no sé- Andrew se deshizo la mochila en señal de aceptar el reto.
-Jon, deberíamos ir, creo que esos dos no planean ponerse a jugar…- Jon se puso muy nervioso, evidentemente aquel par estaba a punto de agarrarse a golpes…