Desde un lugar en aquel gran salón de prácticas cada movimiento que realizaba LuHan era minuciosamente detallado por el maknae coreano, quien solo estaba serio notando como el reía y hacia juego de manos con el bailarín principal chino, casi siempre era igual, si no era con su amigo “Baozi” como le solía llamar y el cual era con quien más confianza tenía, era con Yixing.
SeHun sentía como la sangre le subía a la cabeza cuando veía eso, sobre todo por, aunque él se lo negara a sí mismo, sentir algo más que amistad por su amigo, no desde ahorita, desde siempre, aunque desde hacía un tiempo para acá es que salían más a flote. Muchas veces simplemente se perdía en la mirada del chino y en momentos como estos sentía frustraciones grandes.
Se sentía el ser más egoísta al no querer que nadie más se le acercara a su hyung, pero aún así habían momentos en los cuales abrazaba a LuHan y con disimulo lo alejaba de los demás, se reprendía por actuar de esa manera ya que aunque lo quisiera el chino no era de su propiedad. Sus sentimientos hacia LuHan ya no se podían negar a los ojos de los demás, era más que obvio lo que le sucedía, sobre todo cuando tenía esos ataques de celos, sus multi pucheros y caras enojadas ya lo habían delatado delante de sus amigos, los cuales la mayoría ya sospechaban, no solo por el hecho de que cuando le hablaban de él su semblante cambiara completamente.
LuHan por su parte le gustaban muchas veces la actitud casi posesiva de SeHun, por lo que en la mayoría de los casos eran simple provocaciones lo que hacía, sabía que estaba celoso, lo que no sabía era que esos celos iban más allá de el hecho de que fueran amigos, muchas veces deseaba eso aunque el creyera que no era así, el si aceptaba que desde hace mucho sus sentimientos hacía el coreano no se basaban solo en la amistad, nunca ha dicho nada por vergüenza o por miedo.
“Ambos amándose en silencio”
JongIn era uno de los que sabía lo que le pasaba a SeHun así que era frecuente las veces que le picaba el estomago y el brazo alentándolo a que le confesara a su amigo lo que sentía, lo que siempre recibía como respuesta era un “NO” rotundo y unas cuantas manotadas extremadamente tiernas pidiéndole que lo dejara de molestar con eso, que no sentía nada por LuHan, respuestas que al moreno no le convencían para nada.
-SeHun~ -seguía llamándolo con insistencia JongIn quien estaba sentado a su lado balanceándose hacia los lados chocando con el menor quien no se inmutaba y seguía con su mente perdida en otro lugar, sí, un lugar llamado celos – SeHun –seguía balanceándose cada vez con más fuerzas hasta que se arto y decidió chasquear sus dedos en el rostro del otro haciendo que saliera de su trance.
Se encontraban sentados en el suelo descansando un poco de sus prácticas de baile, aún algunos estaban bailando y otros más hablando entre ellos.
En vez de prestarle atención a quien lo llamaba hizo un puchero enfadado y se levanto del suelo, se cruzo de brazos y se recostó a la pared, solo pasaron dos minutos desde que tomo esa actitud cuando LuHan, dejando sus juegos con los demás, se acerco a él y notando su cara de niño molesto le empezó a hacer muecas intentando que cambiara su semblante siendo misión imposible ya que SeHun sin decirle nada se alejo de él y se encamino a la salida del salón.
El mayor de los dos fue detrás de él y solo lo agarro por el brazo e intento llevarlo de nuevo a la sala de baile, acción que le fue impedida por el menor quien se resisto jalando su brazo al sentido contrario.
-¿Para dónde vas? –le pregunto LuHan sonando curioso.
-Voy a… –SeHun increíblemente reacciono rápido debido a que iba a usar la excusa barata de ir al baño y para su mala suerte iba en el camino equivocado- … ir por un poco de aire fresco, estoy muy cansado –diciéndole una verdad a media, si necesitaba aire, ya no soportaba estar viendo como LuHan era cercano a otros.
-¿Te acompaño? –pregunto entusiasmado, quería estar un rato a solas con su amigo y esta sería una “buena oportunidad”.
-No gracias –le negó con la cabeza y le dibujo una sonrisa forzada- prefiero estar… -última frase que le fue imposible completar porque su amigo hablo antes.
-¿No quieres estar cerca de mi? –su tono de voz fue de lo más normal pero su mirada transmitía las ganas de que le respondiera esa interrogante, se cruzo de brazos y espero.
-No es eso –SeHun lamió sus labios nervioso. ¿Qué respuesta convincente le daría?
-Entonces ¿qué es? –esta vez su voz paso a ser más tierna, miro fijamente al coreano a los ojos.
-Solo quiero estar solo, ¿hay algo extraño en eso? –dijo ya un poco más molesto mientras se giraba para seguir su camino a quien sabe dónde.
-Estas actuando extraño, y no es desde hoy, ya tienes tiempo así, dime que es. –Siguió insistiendo LuHan, hablándole mientras caminaba – ¿Hice algo mal? ¿Ya te cansaste de andar conmigo?
SeHun sintiéndose presionado volteo agarro a LuHan por los hombros y lo aprisiono contra una pared.
-¿Cómo puedes decir me canse de estar contigo? ¿Cómo me puedo cansar de estar a tu lado si me gustas? Solo me molesta que estés cerca de ellos, solo quiero tenerte para mí–cuando reacciono de todo lo que había dicho cerro su boca apretando los labios, hablo tan rápido y angustiado diciendo algo que no quería que saliera de su vocabulario, LuHan abrió más sus ojos –O.olvida lo que te die hyung –dijo ya nervioso agachando su cabeza con timidez.
Cuando estaba dispuesto a alejarse y recibir cualquier rechazo por parte de su amigo este solo sonrío y sus manos se dirigieron a las mejillas del menor al principio solo para apretarlas por la ternura que él le había causado pero luego para solo poder sostener bien su rostro y tomar entre sus labios los del contrario, un beso el cual SeHun aún tímido como es siempre no dudo en profundizar, probando cada milímetro de ese lugar que quería tener para él desde hacía mucho tiempo. Ahí en ese lugar quedaron ellos dos un rato más sintiendo el sabor del otro, solo existía el pequeño temor de que alguien los descubriera en esa situación pero poco importo en esos momentos.
Y por primera y última vez SeHun agradeció ese acercamiento con los otros miembros ya que si no hubiera sido por eso tal vez no se hubiera confesado pero aún así esos celos casi provocan el final de una relación.