El viento acariciaba el verde pasto que había empezado a crecer gracias a la llegada de la primavera en medio de un gran jardín de flores un joven se encontraba leyendo una novela mientras añoraba algún día vivir ese tipo de amor.
- Sorrento vamos a ver el nacimiento de los terneros, acaba de llegar el veterinario - un joven castaño lo levantó del suelo para llevarlo entre sus brazos
- por qué haces esto no soy una mujer - el joven lo miro muy molesto mientras que el otro solo sonreía
- tú eres mi princesa, yo tu galán y nuestro amor es como una novela- la respuesta puso nervioso al menor quien solo giro su rostro para que no notara el sonrojo
-eres un bobo- contesto el pequeño
- es verdad cuando estoy contigo soy un bobo - esas palabras provocaron que el menor escondiera su rostro en el pecho de ese hombre que le hacía sentir emociones diferentes
Los dos llegaron hasta los establos donde Aiorios se encontraba ayudando al veterinario con la llegada de los nuevos miembros de la casa
-por fin llegan- el mayor saco una toalla para dárselas a su hermano
-espera tu sabes que me descompone la sangre- el más joven se rehusó a soltar a Sorrento mientras intentaba sentarse en algún lugar
-Aioria sienta al chico en esa silla y ven para acá- las órdenes del mayor pisaron fuerte haciendo que obedeciera
-vamos tu puedes- el joven de ojos amatista lo tomo del rostro y le regalo un beso
-eso basta para que me haga valiente- respondió el griego
-bien ya que te hiciste hombre veni ayudarme- el arquero metió sus manos ayudando a una vaca primeriza a tener a su cría, entonces el olor a sangre provoco que el gato vomitara sobre el pobre animal
Todos los presentes empezaron a reírse mientras que el castaño salía de ahí para tomar un poco de aire
…………
Hermano donde estas, te extraño tanto, acá las cosas se están poniendo cada dia peor siento que voy a morirme de la tristeza, este encierro me está causando graves problemas, ya que no como nada intentando que papa venga a buscarme
Siento mi alma encarcelada y que no hay forma de escapar
-Orfeo el padre Samuel quiere verte- una mujer con cara de bruja le quito la lapicera de la mano para luego leer lo que estaba escribiendo
-veo que no te cansas de escribirle a esa persona que nunca leerá tu carta- esta sonrió mientras que el joven salía de la habitación, esa que se había convertido en su hogar
Camino por los largos pasillos de ese viejo monasterio, ahí solo habitaban monjas y sacerdotes que se pasaban orando todo el dia
-que cansado estoy papa- Se paro frente a la puerta donde lo esperaba el arzobispo quien estaba a cargo de el
-Joven Aizawa adelante por favor- Orfeo entro algo temeroso ya que temía que su padre decidiera llevarlo a un lugar peor
-señor que necesita- este se sentó mirando el suelo ya que no le agrada ese hombre
-quiero que te quites los pantalones- sin siquiera esperar una respuesta lo levanto de la silla y lo apoyo contra la mesa, apretándole la cabeza contra la dura madera
-por dios, que está haciendo- el menor empezó a tirar lagrimas de suplica, ya que las manos de ese tipo empezaron a manosear su miembro
-deseo metértela profundamente mientras suplicas que te de comer- el mayor le bajo los calzoncillo para así penetrarlo de una sola estocada
-no, por favor no lo haga mi padre lo matara si se entera- este empezó a forcejear pero entonces otras manos lo tomaron de los brazos estirándolos sobre la mesa para que no pudiera enderezarse
-tu padre nos pidió que te diéramos un mensaje “deja de hacerte el rebelde”- otro monje le lamio los dedos de la mano mientras sentía como era invadido por ese carnosidad que cada vez se hacía más grande en su interior amenazando con desgarrarlo
- papa sos capaz de hacerme tanto daño- se preguntaba una y otra vez mientras intentaba pensar en algo que lo hiciera olvidar el dolor que estaba sintiendo.
Flash back
- señor Julián qué bueno que pudo venir ya que es bastante grave lo que tengo que decirle- el encargado del monasterio le ofreció una taza de café mientras sacaba una carpeta para mostrársela
- su hijo no está comiendo nada, se la pasa escribiendo cartas a un tal Sorrento, y lo peor de todo nos falta el respeto todo el tiempo- el monje le escupió con rabia todas esas acusaciones las cuales no eran todas verdaderas
-entiendo, ahora noto lo mal que lo he criado- este puso sus mano derecha en su mentón mientras observaba un cuadro donde un ángel perforaba el corazón de un demonio
-en que está pensando- pregunto el arzobispo ya que la mirada del dios no traía buenas noticias
-quiero que le des un escarmiento, abusa de el ya que esa clase de persona eres- este lo miro con una sonrisa escalofriante poniéndole la piel de gallina a monje
-pero qué clase de persona crees que soy- pregunto molesto mientras se prendía un cigarro
-eres un pederasta que te encantan los niños- este lo definió en tan solo una palabra
-eres un maldito, pero me agradas- los dos se miraron cómplices de lo que en unas horas se convertiría en un hecho horroroso
Fin del flash back
Los ojos de Orfeo estaban rojos de tanto llorar, sus manos temblaban ya que el miedo recorría todo su cuerpo ----pensé que me amabas papá - el joven no dejaba de repetir esas palabras
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- señor ya he vuelto- el morocho ingreso a la oficina chocando fuertemente con un cuerpo que yacía inmóvil en el suelo - señor Julián qué le sucedió- Indio se agachó para levantar a su amo
- hice algo horrible- este cerro sus ojos nuevamente mientras tiraba lágrimas de lamentó
- qué estupidez acaba de hacer señor - lo tomó de los hombros sacudiéndolo de un lado a otro
- lastime a Orfeo como nunca lo hubiera imaginado, soy un monstruo- este se soltó del agarre para correr fuera de la casa
-señorrrr- grito el moreno mientras su amo se perdía en medio de las grandes escaleras
-por que, por que reaccione así-
Julián no para de preguntarse una y otra vez mientras llegaba hasta los límites de la hacienda, allí cayo vencido por el cansancio, entonces cerro sus ojos recordando como el sonido de un piano le hacía calmar su corazón
-mama como me hiciste falta -
Permaneció tirado un rato hasta que unos pasos lo pusieron en alerta
-hola amigo, tanto tiempo-
Hades pareció frente a él como un fantasma, su corazón se detuvo ya que el miedo comenzó a recorrer su cuerpo haciéndole perder el aliento
-que quieres, déjame en paz- este se arrodillo tapándose loa oídos mientras gritaba una y otra vez que se fuera
-señora Julián cálmese soy yo indio- el hombre lo levanto mientras que el otro comenzó a reírse como un loco
-creo que fui muy tonto al enamorarme de él ya que nunca valoro mi cariño- este después de esa fuerte carcajada se hecho a llorar como un niño
-señor no llore pronto descansara en paz- esas palabras hicieron que la piel del dios del mar se erizara
-deja de consolarme, tu trabajo es ayudarme a terminar con todo esto- sin más que decir se retiro de ahí mientras que el moreno no dejaba de mirar el cielo azul pensando en cómo terminaría esta historia
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-maldita sea, te juro que lo encontrare y lo matare- rada maldecía mientras caminaba de un lado a otro esperando noticias positiva sobre la evolución de su padre
-amor cálmate, no conseguirás nada poniéndote así- la peli negra lo abrazo tratando de apaciguar su dolor
-tía tu no me entiendes, cada dia que pasa lo odio mas y mas- el rubio patio una silla que ahí estaba para descargar toda su ira
-basta de maldecir y tirar veneno, no te crie así Radamanthys- esta le dio un cachetazo dándole vuelta la cara
-por favor ya no peleen- esa vos provoco ira en el juez quien al girarse se topo con Kanon quien venía acompañado del hindú
-que haces acá- este pregunto fríamente
-escuche lo que paso y le pedí a Shaka que me dejará venir con el ya que deseaba abrazarte- este entrelazo su brazos al cuerpo del mayor quien solo deseaba empujarlo y tirarlo contra las sillas
-eres un idiota no te das cuenta que quiero estar solo- su grito asusto al gemelo quien lo soltó para mirarlo a los ojos
-cálmate solo vino a acompañarte ya que sos importante para él - virgo le acaricio la espalda al peli azul quien empezaba a tirar lagrimas de dolor
-perdóname estoy sacado hoy- este salió de ahí ya que tenía que tomar aire, entonces para terminar peor su dia recibió un llamado era Saga el cual no podía rechazar ya que debía seguir con su plan
-hola amor que sucede- el rubio trato de sonar sereno
-mi amor estoy mal, ya que le conté sobre nosotros a mi prometido y este se puso como loco empezando a golpearme- su voz sonaba temblorosa como queriendo contarle algo malo
-tranquilízate amor ahora voy por vos - este se subió a su moto para ir a buscarlo
-creo que lo mate- esas palabras congelaron el cuerpo del juez ya que era bastante grave lo que estaba escuchando
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Minos por su lado estaba cumpliendo con su trabajo ya que su hermano le había pedido que no echara a perder todo lo que habían logrado, pero su mente divagaba pensando en el dolor que su padre debió haber sentido cuando le dispararon sin compasión
-hola amor- el pez apareció de sorpresa sacándolo de sus pensamientos
-hola que haces por aquí- este lo miro sin saber cómo reaccionar ya que su padre estaba internado por culpa de Julián Aizawa
-que cara tan pálida estás enfermo?- el joven lo abrazo para depositarle un beso en los labios
-no mi florecita, solo estoy deprimido ya que mi padre no está bien- este lo abrazo fuertemente ya que notaba que no podía odiarlo
-dios mío que le sucedió- este lo agarro del rostro para mirar esos tristes ojos
-solo una fuerte gripe- este sonrió para que dejara de preocuparse y así preguntara menos
-queres irte temprano así estas con el-
-no te preocupes mi hermano lo cuida al igual que mi primo-
Este lo beso en los labios sintiendo su corazón arder, estaba enamorándose de su víctima, estaba sintiendo cosas que no debía y sobre todo estaba traicionando a su hermano quien no le perdonaría nunca su deslealtad
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Sorrento estaba pintando un hermoso cuadro en el cual se reflejaba la cara dormida de Orfeo, se veía tan igual parecía como si fuera una fotografía
-que bello joven, quien es?- pregunto el gato con curiosidad
-el es mi hermano, ahora estamos separados, pero estoy seguro que lo volveré a ver- este estiro los brazos para que lo alzara ya que estaba mal acostumbrado
-si que eres un malcriado- este lo levanto quedando frente a frente
-se lo debo a papa quien me protegió desde mi nacimiento- este lo dijo muy orgulloso
-y el por qué te dejo a nuestro cuidado- este lo miro extrañado
-no lo sé capaz que quiere protegerme de esa persona que lastimo a mi madre- este lo abrazo tratando de no mostrar su tristeza
-si me imagino ya que indio fue un gran amigo de mi padre, y después que el falleció habíamos perdido contacto con el hasta ahora que no pidió este favor- el castaño se sentó para así poder agarrarlo del rostro y mirar esos bellos ojos
-sabes siento un gran dolor en mi pecho, a veces creo que voy desmayarme, es raro pero desde ayer me pasa esto-
-no será que te estás enfermando-
Los dos quedaron en silencio mientras se miraban el uno al otro, entonces Sorrento sonrió poniendo de todos colores al mayor
-no te preocupes solo es cansancio-
El pequeño observo la pintura donde se reflejaba esa cara angelical que tanto destacaba a Orfeo, entonces sin poder detenerse empezó a tirar lagrimas, lagrimas que se hicieron llanto, entonces Aioria en una tonta idea que se le ocurrió en ese momento unió sus labios con el pequeño sintiendo como se derretía su corazón, a tal punto de solo desear estar así para siempre