Orfeo sintió que la piel se le erizaba de miedo, esa mano que estaba acariciando la cabeza de su perra tenía unas cuantas cicatrices que se veían muy feas, en un momento pensó que era un fantasma, después algún ladrón que se había escondido allí, se hizo mil historias, en eso la perra se levanta de ahí saltándole al peli celeste, logrando tirarlo al suelo
-basta Lina, me estas ensuciando- el joven se levanto mirando nuevamente el agujero en la pared, pero noto que no había nada, el animal se paro frente al hueco ladrando, como queriendo decir algo, el peli celeste rodeo la casucha encontrando una puerta que estaba con candado, toco pero nadie le respondió, entonces busco entre las malezas que tapaban la pared sintiendo una ventana pequeña, al correr todo se topo con unos ojos que lo hicieron gritar de miedo, y salir corriendo sin mirar atrás
Llego con su cara toda pálida, el alma se le había salido del susto que se dio, Kanon quien estaba cepillando a su caballo noto esa mirada en su hermano que le preocupo
-que pasa pequeñín, te noto como huyendo de alguien-
-no pasa nada, solo que creí ver un fantasma en los límites de la hacienda –
-jajajaja, que tonterías estás diciendo deja de ver tantas películas de terror- el peli azul no pudo evitar burlarse haciéndolo sentir un tonto a su hermano pequeño
-sabes contigo no puedo hablar de nada ya que todo te da gracia, mejor quítate de mi camino- el menor entro a su casa corriendo, ya que no podía quitar de su cabeza esos ojos que lo miraron atreves de la obscuridad, entro a su habitación allí afrodita se encontraba tirado en el suelo haciendo un poco de ejercicio, Orfeo quien venía aturdido le apago la música y luego se encerró en el baño
-hey! que te sucede, esto es un falta de respeto, sal de ahí y pídeme disculpas- el mayor empezó a patear la puerta, el peli celeste salió del baño sin mirarlo
-por favor déjame solo Dita, necesito pensar- agarro su cama saco todo el acolchado se tiro sobre el colchón y se tapo entero
-no veo la hora que papa me dé una habitación para mí, creo que ya estoy grande para estar compartiendo contigo - dicho esto salió dando un golpazo, haciendo que el otro gritara de enojo
Saga y Radamanthys se encontraban tomando un licuado, el peli azul estaba muy nervioso, era como si ese rubio lo intimidara, no podía evitar ponerse colorado, siendo sus sentimientos muy visibles para el otro
-dime bonito a que te dedicas- el rubio fue el primero en empezar la entrevista personal
- soy estudiante de derecho, vos?- el gemelo apoyo su rostro sobre su mano mirándolo a los ojos, estaba como hipnotizado
-yo soy estudiante de medicina en la estatal-
-vaya hermosa carrera, creo que vas a ser un buen médico-
-gracias, ahora dime estas en pareja, o tenes familia- el peli azul se puso de nervios ya que odiaba mentir, pero temía que si decía la verdad el otro no se fijaría en el
-sí, estoy comprometido con un joven hijo de una familia amiga de mi padre-
-felicidades, es afortunado ese hombre- sus ojos ámbar desnudaban la mirada inocente del gemelo llegando hasta sus últimos deseos
Minutos después estaban los dos besándose sobre una cama en algún motel de la ciudad, Rada le quito toda la ropa, siguiendo por la suya quedando totalmente desnudo, el peli azul abrió sus piernas entregándole su virginidad ya que nuca había sido poseído de esa manera, el juez lo miro algo sorprendido y a la vez excitado ya que ese hombre le había movido el piso, empezó a besarle su entrada haciendo que este se retorciera de placer, mientras que con su mano atendía ese erguido miembro- por favor hazme tuyo, penétrame – saga lo decía una y otra vez , el rubio obedeció y empezó a entrar, Saga quien estaba muy excitado se aferro a ese cuerpo rodeándole la cintura con sus piernas, el movimiento empezó suave, haciéndose cada vez más rápido, la cama se movía chocando la pared, el gemelo gritaba retumbando por toda las paredes de la habitación- ahhh…ahhh mas, mas que no te siento- Rada lo giro acomodándolo como perrito y ahí empezó a penetrarlo nuevamente, el otro se agarro de la cabecera de la cama sin dejar de gemir, su gritos eran ahogados por el deseo, segundo después se vinieron al mismo tiempo, se tiraron a la cama, el rubio se guía adentro, se sentía muy cómodo- dios, nunca había disfrutado tanto- el peli azul se tapo la cara con sus manos, mientras que el otro salía de adentro acomodándose a su costado
-sabes, nunca me había comportado así, por favor no pienses mal de mí- Saga seguía sin quitar sus manos de la cara, estaba muy avergonzado
-nuca pensé mal de ti, somos dos personas que cruzaron miradas, y nos gustamos tanto que terminamos aquí- el juez le saco las manos para poder darle un besos en los labios, en eso un sonido de celular los obliga a separarse
-oh no es mi padre, dame un minuto- Saga se levanto entrando al baño para hablar tranquilo – hola papa paso algo?-
-hijo, donde estas, acá tu marido sufrió un pequeño accidente se cayó de arriba de Goliat, el médico lo está atendiendo, podes venirte ya- el padre dio una orden que el hijo no podía desobedecer
-estoy haciendo unas compras pero ya voy para allá, por favor no te enojes- el peli azul salió del baño mirando con tristeza a su amante, sabía que no lo volvería a ver
-que sucede, cambiaste tu cara-
-no, pasa que me llamo mi padre y quiere que este en casa ahora, mi prometido sufrió un accidente, parece que no es grave solo unos raspones en el cuerpo-
-lo siento espero se ponga bien-
-gracias por tu comprensión, es que es un peso llevar el apellido Aizawa- Saga sonrió mientras abrazaba al juez, este le entro una ira que solo pudo manifestarla empujándolo
-que sucede hice algo malo-
-no, pasa que me acorde de algo muy feo y me desquite contigo, discúlpame-
Radamanthys estaba muy molesto, odiaba tanto a Julián Aizawa que ver a su hijo le hacía hervir la sangre, el otro solo miraba preocupado ya que quería seguir viéndolo
La hacienda recibió la visita del padre de Esmeralda, un hombre mayor pero que adoraba a los a todos los hijos de Julián como si fueran sus nietos de sangre, el pequeño Orfeo quien era la viva imagen su hija salió a darle la bienvenida, abrazo a su abuelo muy feliz ya que él lo amaba mucho
-hola corazón, como va el artista que está dentro de ti-
-abuelo papa nunca me permitiría ser un pintor él tiene otros planes conmigo-
-vos vas a ser lo tu desees, nadie puede con eso ni tu padre-
El pequeño sonrió, lo tomo de la mano y entraron juntos a la casa
-como le va don Kanji, que lo trae por aquí- Julián abrazo a su suegro muy contento
-necesito hablar contigo en privado- el hombre llevaba uno papeles en la mano
-si pasemos al despacho, enseguida venimos Orfeo prepara un café para tu abuelo- los dos entraron, uno con cara sospechoso, el otro de curiosidad
-dígame en que lo puedo ayudar-
-Julián, compre unas tierras, son para plantación de vino, se puede hacer mucha plata con ellas-
-que buena inversión, hay que brindar por ello-
-mira Orfeo es mi nieto directo, todo lo que es mío es para él, pero también amo a mis nietos del corazón así como mi hija los amo-
-cuál es el punto, no entiendo-
-vengo a proponerte que el primero de tus hijos sacando a Orfeo, se case y este por armar una familia se queda con esas tierras- Julián no podía creer lo que estaba escuchando, esto significaba que uno de sus hijos ya tenía asegurado el futuro
-dios, creo que usted es muy generoso con mi sangre-
-no hables así mi hija fue muy feliz a tu lado, hasta que ese inombrable le quito la vida-
Los dos hombres brindaron por esa noticia, la ambición de Julián era cada vez mayor, necesitaba más y más para estar feliz y algún día toparse con ese amigo que hoy era su peor enemigo y pisarlo como una cucaracha
Minos se encontraba en su habitación lo único que lo acompañaba era un bóxer negro bien apretadito, estaba mirando un poco de tele, en eso ve a afrodita su nuevo alumno haciendo una publicidad de perfumes, se sentó observando lo bello que se veía
-sí, que eres baboso, deberías de meterte dentro del televisor- un joven de cabello rubio se sentó detrás del plateado mientras le hacía unos masajes en la espalda
-Shaka que ganas de molestarme que tenes, acaso Aiacos no está-
-mira tú primo me tiene abandonado, la verdad tendría que haberte elegido a ti, pero bueno tarde-
-que cruel, mi primo te quiere, sé que es muy dejado, pero pronto se dará cuenta y hará todo para darte lo mejor, tenle paciencia-
-veremos hasta cuando, me voy dile que vaya a verme cuando venga- el hermoso joven de cara angelical le dio un beso de despedida y salió de la habitación
Minos siguió mirando la película, y cuando iba a corte se repetía la publicidad del peli celeste malcriado quien sería su jefe, el joven estaba deslumbrante con una mirada altanera, esa vos sensual y esa actitud de soberbia, que traspasaba la pantalla hasta el cerebro de Minos quien solo se repetía en su interior, “ódialo más”, en eso se abre la puerta, quien entra era su padre ese hombre que el amaba y respetaba
-que ves hijo-
-una película de boxeadores, préndete así la vemos juntos-
Hades se sentó a su lado y lo abrazo, juntos sonrieron, esos eran los momento que el peli negro quería guardar en su corazón, ya que no sabe cuál va ser su destino, por eso va disfrutar lo mas que pueda con su familia antes que su venganza se apodere de el completamente