Lentamente abría sus ojos, ajustándose a la tenue luz que la rodeaba.
Parpadeo un par de veces, notando algunas siluetas ir y venir por la habitación.
Suspiro tranquila al poder distinguirlos completamente, estaba recostada a mitad de la cama, de su lado izquierdo estaba uno de los médicos que atiende a la familia, tomando su pulso, sonrío con tranquilidad al verla despertar.
-Mi reina… -Rompió el silencio Odín, acercándose a tomar la mano que tenía sostenida el doctor.-
Todos en la habitación al escucharlo hablarle voltearon de inmediato, levantándose de sus lugares.
-Me tenías muy preocupado. –Dijo con notorio gesto de temor.-
-Tenemos que hablar…
-No, no. Trata de guardar fuerzas. –Beso el dorso de su mano.-
-Odín… -Entonó amenazante, haciendo entender que no había de otra.-
Odín la miro fijo y suspiro con pesadez, levantándose de su lugar para voltear a ver a los demás.
-Mi reina y yo tenemos que hablar, a solas… -Entono jerárquico, mirando a todos que entendieron el mensaje.-
Cada uno de los sirvientes, hijos, nuera, médicos, guardias, salieron de forma pausada y en completo silencio, haciendo reverencias para antes de partir.
Thor, Loki y Jane quedaron de pie en el pasillo esperando a saber que podían volver a entrar, les preocupaba que la reina tuviera algo peor que no supieran. ¿Y sí se iba a despedir?
A Jane por un momento le paso por la mente una idea, que tal vez sea descabellada pero era lo más lógico.
-¿Creen que Frigga esté embarazada? –Miró a Thor y a Loki, mismos que la voltearon a ver con el entrecejo fruncido.-
Ambos dioses se miraron confundidos, seguido de una cara de asco y horror se les formo en el rostro, mirando a lados contrarios.
-¡Agh! –Dijeron horrorizados.-
-Me acaban de dar nauseas. –Dijo Loki mirando al pasillo.-
-¿Crees que ellos sigan…?
-No sé, y no me interesa saberlo… -Cerro los ojos con fuerza, cortando la oración de Thor.-
-Lo siento. –Dijo Jane apenada por causarles una idea inexistente.-
-Sería de demencia que hubiera tres embarazos en el palacio.
-Yo sólo espero que no sea nada más grave. –Agrego Thor con su grave voz.-
Loki y Jane suspiraron con pesadez. Pensando en que así fuera, todo era mejor a que la reina pudiera morir.
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Las horas fueron largas y pesadas. Esperando de pie o sentados en el suelo frío del pasillo, acompañados con la mirada vigilante de los guardias.
De pronto la puerta de la habitación se abrió lentamente, dejando salir a Odín con un semblante de cansancio, mirando a todos con incógnita, ¿todo ese tiempo estuvieron ahí?
Cada uno se levantó del suelo, sin contar a Thor, que estaba de pie recargando su espalda en la pared, se acomodaron las ropas para ser presentables al padre de todo (menos de Loki). Odín dio un hondo suspiro, y todos esperaron lo peor.
-Pasen… -Dijo sin agregar más, entrando y esperando que los demás lo siguieran.- Sólo ustedes tres… -Aclaro antes de que los guardias siguieran adelante.-
-¿Cómo está madre? –Pregunto Thor con preocupación.-
-Ella está bien. Sólo fue un dolor de cabeza. –Dijo no queriendo darle más importancia.-
Nadie de ahí quedo tranquilo con esa respuesta, mucho menos Loki, que aún tenía la idea que Jane había dicho antes.
Un profundo suspiro otra vez se escuchó por parte de Odín y todos los voltearon a ver atentos a lo que diría.
Odín se acercó a tomar la mano de su mujer, sentándose en la silla de a un lado de la cama.
-Mi reina y yo, hemos hablado lo suficiente como para tomar una decisión. –Hizo de nuevo una pronunciada pausa al sentir el apretar de su mano. Miró a Frigga y asentó cansado.- El producto…
-Bebé… -Corrigió Frigga.-
-Bebé, vivirá… –Loki sintió un alivio al escucharlo y Thor por consecuente. Jane también sonrío.- …y Loki tendrá su habitación en lo alto del palacio. –Miró a Loki con cara de pocos amigos.- Y te advierto Loki, que si intentas escapar o haces alguna travesura, tu pago será caro. Y eso significa la muerte… tuya o de ese bebé.
Lo último dicho por Odín lo hizo sentir una estocada en la boca del estómago, tenso la quijada entre molesto y preocupado, por no decir de miedo. Lo miro fijamente sin cambiar su expresión.
-Ya amor… -Dijo comprensiva Frigga.- Yo sé que Loki tendrá más cuidado. –Voltea a sonreírle con ternura, viendo el gesto de infinito odio de Loki a Odín.-
-Yo me retiro. –Termino Odín, poniéndose de pie.- La cuidan mientras no estoy. Ahora tengo cosas que hacer… -Dio un beso en el dorso de la mano de Frigga y se giró para salir de la habitación, soltando un bufido molesto por tener que haber cambiado de decisión por su mujer.-
Apenas se escuchó que la puerta se cerró, Loki dio un paso al frente seguido de otros más hasta llegar a un lado de Frigga, hincándose en el suelo a tomar su mano con fuerza, apoyando su cabeza en las sábanas de la cama, sintiendo como Frigga acariciaba su rostro con delicadeza.
-Hijo, toma una silla. –Dijo con tierno tono. Viendo cómo Loki negaba sin decir nada.-
-Estoy bien… -Dijo por fin en un susurro, tratando de ocultar el miedo que tenía de perder a la única persona que lo quiere.- Sólo quiero estar un poco más contigo.
Frigga sonrío con ternura, acariciando su rostro para calmar ese mar de preocupación en su interior.
Thor suspiro con calma, caminando al otro lado de la cama para sentarse en la misma, a tomar la mano de su madre y besarla. Frigga le sonrío complacida, estaba feliz de tener a sus hijos acompañándola.
Jane miraba tierno a ambos dioses, tomando asiento en un pequeño sillón cerca de la ventana de la habitación, cubriéndose con el pequeño rebozo de seda sus hombros y recargarse a descansar en la comodidad del sillón.
Habían pasado pocos minutos de silencio, cuándo Loki levanto el rostro con un gesto de incertidumbre. Frigga lo miró inquiriente, sin dejar de acariciar su cabello ondulado, preguntándole con cada caricia qué era lo que lo inquietaba.
-Madre… -Susurro mirándola con el entrecejo unido.-
-¿Qué mi amor? –Hablo con la misma quietud.-
-¿No estarás embarazada?
La pregunta hizo reír a la reina con una mezcla de ternura y gracia. Bajo la mirada de nuevo a él, con un brillo que no recordaba volverlo a ver en ella.
-No, claro que no. –Paso su mano a acariciar sus cabellos azabaches, llegando hasta nuca dónde se detuvo.- ¿De dónde sacaste eso?
-Por cómo te has sentido…
-Y por ese desmayo… -Termino Thor.-
-No. –Negó tranquila.- Sí así fuera, Odín ya lo hubiera dicho a los nueve reinos. –Miro a ambos hijos a sus lados.- Así como lo hizo con ustedes dos… -Acaricio con ternura las mejillas de ambos dioses.-
La cara de Loki se descoloco, sorprendido… obviamente que no pudiera ser de él también, tal vez de Thor, pero nunca de él.
El pulgar de Frigga acariciaba con más énfasis la mejilla de Loki, sonriéndole con más interés a él que a Thor, mismo que entendió lo que le decía. Se sintió a estremecer de pensarlo, pero aún no podía creerlo…
-Con Thor hizo una fiesta, pero contigo hizo que todos vinieran a la celebración. –Loki la miraba ceñudo, lo más posible era que mintiera para no lastimarlo más.-
-No te creo nada, madre. –Frigga sonrío tranquila.-
-Pregúntale si quieres… -Acaricio su cabello.-
Loki la miro ceñudo, sinceramente no creía que el viejo senil, como lo había denominado fuera a tener corazón o alguna clase de afecto hacia él.
Suspiro rendido y apoyo su cabeza de nuevo en las sábanas de la cama, dejando seguir siendo acariciado por las delicadas manos de su madre.
No había pasado mucho tiempo, cuando tocaron a la puerta de la habitación, la reina hablo dejando pasar a un grupo de cuatro guardias a la habitación, diciendo que venían por orden de Odín a llevarse a Loki a su celda.
Thor gruño molesto por lo dicho poniéndose de pie y Frigga apretó su mano, Loki fue quién se puso de pie aceptando la orden. Tomo de nuevo la mano de su madre y la beso con delicadeza, sonriéndolo de forma única.
-Quiero que me informes cuándo estés mejor. ¿Me lo prometes? –Frigga sonrío con ternura.-
-Sí hijo. –Cubrió la mano de su hijo con la otra.-
Loki soltó su mano, dándose media vuelta a los guardias, que cargaban los grilletes y cadenas para llevarlo de vuelta a su celda. Dos de ellos se acercaron más al joven príncipe a colocárselas en muñecas y cuello, unidas entre sí por una gruesa cadena que colgaba de su cuello hasta su pecho, seguido de otro par que salían de los costados de sus muñecas, yendo a sostenerse a su cintura y de ahí se separan en cuatro para que pudieran a sostener al dios entre los cuatro guardias.
Thor quería gritar y ordenar que no lo trataran así, teniendo un impulso de adelantarse, mismo que detuvo su madre en cuanto lo sintió, susurrándole que no lo hiciera. Mirándolo con tranquilidad hasta que la voltea a ver con un odio profundo retenido en su ser, Thor mezclo su mirada azul con la de su madre clara, trasmitiéndole el mensaje de que todo pronto iba a cambiar.
El dios del trueno trato de calmar su ira, volvió a mirar a su hermano, que mantenía una cara de profunda tranquilidad e ignorando todo lo que pasaba. Era otro día más en su vida de prisionero. Cuando acabaron de colocarle todas y cada una de las cadenas, volteo a ver a su madre sonriéndole de nuevo, asentando en señal de despido. Elevo la vista a Thor al cual mantenía sostenido de su mano, observo en su rostro ese deseo de correr a él y romper estas cadenas, liberarlo y besarlo con tanta pasión que desbordaba en su mirada.
Loki sonrío tiernamente, asentando mientras cerraba sus ojos, dándole a entender que todo estaba bien. No había por qué preocuparse.
Thor sintió un ligero alivio, pero sólo una pequeña caricia.
Dieron media vuelta para salir por la puerta de la habitación, cerrándose a espaldas de ellos, dejando un gran vació en el pecho de Thor, al igual que en la habitación, la había llenado su presencia. Su madre miro a Thor en señal de compresión, acariciando mano con ternura, al igual que Jane lo volteo a ver, entendía el deseo y desespero que tenía, su mirada lo decía abiertamente.
Thor soltó la mano de su madre, caminando un poco más hacía un mueble que estaba cerca de la puerta, acariciando con la palma abierta la madera barnizada del mueble, escuchando la voz de su madre hablar pero sin entender de qué, no lo quería entender…
Frigga había tomado la oportunidad de hablarle a Jane mientras Thor se alejaba de ella, había notado lo aventada que estaba la joven midgardiana en una esquina de la habitación. Frigga tenía un gran cariño hacia ella y no la quería excluida.
-Jane ven…
La joven castaña regreso su mirada a ella, abrazándose a sí misma cuando estaba siguiendo con la mirada a su marido por la habitación. Se levantó de su asiento para acercarse a ella, sentándose a un costado de la cama.
-Dime Frigga… -Sonrío tomando de su mano.-
-Haz estado muy callada.
-No quería interrumpir. –Sonrío con ternura.- Loki la adora…
-Y yo a él… -Le contesto con sinceridad, sonriéndole con un especial brillo.- Creo que mucho más a que mi propio hijo.
-Creo que noté un poco de eso…
-¿Es muy notorio?
-No. Sólo si se le pone atención. Pero como Thor adora a ambos, no se da cuenta… -Miró sobre su hombro a ver si estaba escuchándolas, pero no. Él estaba dando la espalda a ellas, viendo la puerta y recargado en su hombro derecho.-
Thor estaba ido, recordando la imagen de su hermano siendo atado a esas estúpidas cadenas y grilletes, volviendo a ver en su rostro esa actitud de ido, ese gesto de desarreglado, de nuevo no le importaba nada. Le dolía verlo así, era como ver de nuevo a ese Loki prisionero, desalineado, al mismo de al principio de esta historia. No quería perderlo, no, pero por suerte su futuro hijo viviría y pronto tendría una habitación con más comodidades para él sólo y para su embarazo.
Suspiro profundo aun divagando en su mente, escuchando a lo lejos las palabras de su madre y Jane en una amena plática. ¿Qué decían? No entendía nada, las escuchaba lejos y ahogadas. No importaba, sólo importaba que pronto pudiera volverlo a ver… para plantarle ese beso que no pudo darle hoy.
Sus labios quemaban de ansiedad, pero tenía que ser paciente para el próximo encuentro.
Ha… qué día… Otra vez sin comer y pasando disgustos y sorpresas. ¿Ya por fin vendría la calma?
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Una semana más tarde. Dan la orden de que saquen a Loki de su celda, el alboroto empieza… ¿qué pasaba para pedir la liberación del prisionero real?
Los invitados especiales era sólo la familia, Thor, Frigga y Jane incluida… Ya que también apoyo la moción de la reina por que le otorgaran la habitación con sus comodidades.
Odín estaba de pie al lado izquierdo de los tres nombrados, esperando atentos en el salón principal a que llegara.
Y así apareció, igual de amarrado con toda esa sarta de cadenas. Odín hizo un ademán a que se las quitaran, lo cual hizo fruncir el ceño a Loki. ¿Qué pasaba? Habían interrumpido su lectura matutina, más vale que fuera por una buena razón.
Cuando quedo libre de todo grillete y los guardias salieron del salón, esperando afuera por alguna instrucción.
-¿Otra reunión familiar? –Rompió el silencio el azabache arqueando una ceja elegantemente, escuchando el inhalar de Odín.-
-Base a que tu madre lo ha querido así, tendrás tu habitación en lo alto del palacio. –Era obvio que Loki lo sabía, pero era para evitar algún comentario fuera de lugar de su parte.- Ahora ha pasado una semana desde que se decretó, y ya todo está listo. Puedes tomar posesión de la habitación a partir de ahora. He mandado por tus cosas de tu celda a que sean llevadas allá, así que esta noche… dormirás más cómodo. ¿Satisfecha? –Pregunto a su esposa, la cual asentó con una sonrisa bien marcada en sus labios.-
Loki presentaba un rostro que no cabía de la sorpresa, tendría un lugar cómodo de nuevo, un lugar como un digno rey. Sonrío sólo cuando empezó a sentir un ligero movimiento en su vientre, bajo la vista a verse y sólo podía seguir sintiéndolo o sintiéndola…
De pronto pudo ver los grandes pies de Thor, alzando sus manos a tomar de las de Loki, las cuales estaban acariciando su vientre sin haberse dado cuenta. Elevo la vista a mezclarse con el azul rey de Thor, sonriéndole como sólo él sabía, lleno de gloria y de radiante vitalidad.
Deseo por un momento que su bebé heredara eso de él, después sintió las delicadas y tiernas manos de su madre, también la volteo a ver y sonrío, escuchando lo que ella le decía.
-Vamos a llevarte a que conozcas tu habitación. –Comento con tranquilidad.-
Detrás de ellos se podía ver que venía Jane siguiéndolos, dando espacio a que hablaran en privado y tratar de conocer mejor el palacio, que a final de cuentas, siempre se perdía si lo hacía por ella misma.
Subieron hasta lo alto por grandes escaleras de mármol, adornadas con bordes de oro. Los cuatro llegaron a ver un amplio pasillo en dónde hasta al fondo estaba la puerta de la habitación de Loki.
Se dividía de dos puertas la entrada, y una de ellas estaba abierta, era obvio que aún seguían acomodando las sirvientas para cuando llegaran.
A lo largo del pasillo estaban repartidos cuatro pares de guardias a lo largo del mismo, resguardando celosamente sus lugares en caso de que fueran a ser necesarios.
Loki puso atención a eso, pero no le importaba a final de cuentas, iba a estar seguro en un lugar apropiado para su bebé y su tranquilidad y posiblemente, podría tener más aventuras con Thor mientras este ahí. Sonrío más por lo último pensando que por la emoción de ir caminando a la habitación.
Thor no podía no tener rabia por el trato que su padre le daba, quería mandarlos a retirar pero significaba que Loki regresará a su celda, así que tenía que calmarse lo más que pudiera, era por el bien de su amor y su bebé.
Frigga al llegar a la puerta abrió la otra que estaba cerrada, dejando ver una gloriosa y amplia habitación con todos sus lujos. Una cama matrimonial de dosel a mitad de la habitación, la tela que se mantenía amarrada y que caía desde arriba hasta la cama era traslucida y de color blanco, seguido del edredón con una mezcla de rojo y rorado en relieves.
Grandes y abundantes cojines de seda dorado, blanco y rojo decorando la cama, dos mesas de noche a los costados con lámparas. A mano izquierda estaba una puerta que daba al gran baño con tina, espejo y tocador, a la derecha estaba una terraza que estaba sellada con barrotes gruesos y negros, pero eso no quitaba de poder ver la hermosura del enorme jardín al que daba.
Dieron unos pasos dentro y Loki pudo ver una entrada de doble puerta igual, de color ocre. Se preguntó a dónde iba e ignoro lo que le decían por ir a ver, las abrió llevándose la sorpresa de que había una pequeña cuna, con un pequeño velo cubriéndolo. Era amplía para un niño, tenía un par de muebles para dónde acomodar los juguetes, ropa o lo que quisiera.
Quedo maravillado por el detalle, era hermoso y no pudo evitar sonreír como tonto viendo cada detalle.
-¿De quién fue la idea? –Pregunto después de algunos minutos observando todo.-
Frigga y Thor se encogieron de hombros sin darle una respuesta clara, escuchando una voz tras de ellos hablar.
-Fue mía… -Contesto Jane, haciendo que Frigga y Thor la voltearan a ver con sorpresa.- Le sugerí a Odín que podía ser un buen detalle. Me imaginé que tal vez te podría gustar.
Loki estaba sorprendido. ¿Escuchó bien?
Ella había dicho que pusieran esa linda habitación para su bebé, el cual compartía un mismo padre.
-Gracias… -Dijo Loki aún sin poder digerirlo.- Y sí, acertaste… -Dijo volviendo a ver toda la habitación.-
Jane sonrío por fin complacida, nada le quitaba aceptar la condición que estaba llevando a cabo con su nueva familiar y casi cuñado.
Ahora sólo tocaba esperar, a que el tiempo pasará para la llegada de los nuevos herederos.