Ya estaba oscuro todo Asgard, y el aire se estaba volviendo cada vez más frío para Thor pero perfecto para Loki.
El Dios del Trueno despertó más por eso, yendo a cerrar la ventana y tratar de volver a acurrucarse con su amado. Estaba en eso cuando llamaron a la puerta con un suave toquido.
Desanimado Thor camino a la puerta a abrirla con sutileza. Viendo a dos de las chicas que atienden a Loki en todo, trayendo la cena para los dioses cortesía de la reina. Ambas chicas hicieron una reverencia antes de entrar, dejando dos carritos con los alimentos y postres a elección.
Hace unos minutos que Thor estaba dispuesto a seguir durmiendo, pero con el olor de los alimentos seduciéndolo lo hizo despertar por completo al igual que Loki, que miraba aún recostado como se iban las chicas. Se incorporó listo para cenar, viendo una sonrisa divertida en Thor.
.-.-.-.-.-.-.
Ahora degustaban el postre aún sentados en la cama en completo silencio, claro que uno que otro beso robado por parte de Thor y de los engaños que Loki también hacia para ganar otro beso. Se sentían tan a gusto estando tan cercanos de una manera tan íntima, haciendo de lado el acto sexual; eran sólo ellos dos, compartiendo el silencio, entendiéndose con una mirada lo que él otro quería decirle… no hacía falta palabras.
Después de unos minutos con ese jugueteo, a Loki le regreso a la mente lo que hablaron el otro día con Jane y Amora en el jardín. Trato de no aguantar la curiosidad y le pregunto…
-Thor. –Hablo con suavidad, atrayendo la mirada de atención de Thor, que igual estaba más concentrado en terminar su postre.-
-Dime… -Contesto llevando a su boca otra cucharada.-
-Tengo una pregunta… -Hace una pausa viendo su plato que aún mantenía un poco de pastel.-
-¿Cuál? –Pregunto Thor viendo su plato.-
-La vez que cerramos el trato… -Thor lo volteo a ver al escucharlo hablar del trato.- me diste a entender, que eras virgen. –Levanto la mirada a toparse con la azul del rubio, que asentó como si nada.- Pero conociendo tu fama de casanova… me lo empecé a cuestionar el otro día; y… -Hizo una pausa volviendo a ver su propio plato.- ¿Realmente eras virgen? –Dejo de darle vueltas.-
En el rostro del rubio se marcó una sonrisa divertida con aún un dejo de betún en la comisura de su labio. Le dio ternura el hecho de que a él le cuestionaran si era virgen. Lentamente empezó a asentar, preparando otra cucharada de pastel.
-Sí. –Dijo volteándolo a ver al mismo tiempo que se llevaba el bocado a la boca.-
-¿Con un hombre o… con una mujer? –Pregunto tímidamente.-
-Los dos… -Dijo después de una breve pausa.-
-Entonces… ¿yo…?
-Tú fuiste el primero. Y Jane también, jamás había probado el sexo con una mujer y mucho menos con un hombre. Nunca lo pensé hasta… ese entonces. –Lo mira con gesto tierno, sonriéndole con los labios.-
Loki quedo callado asentando un poco más tranquilo. Dejando una sonrisa de ternura en Thor, continuando con sus postres aún sin terminar en silencio…
-¿Te empezaste a cuestionar cuando Amora vino a visitarte? –La pregunta de Thor dejo helado a Loki, creía que había logrado que pasará de ser percibida la visita de la rubia.-
-¿Cómo sabes…? –Le pregunto algo nervioso. Viendo una sonrisa traviesa en el rostro del dios.-
-Es muy estridente cuando viene. Además, cuando alzó la voz yo estaba del otro lado del jardín escondido, tratando de dormir.
Lo último dicho hizo fruncir el ceño a Loki, ¿escondido para dormir? ¿Qué necesidad había?
-Entonces escuchaste toda la plática.
-No. Estaba dormido, y desperté sólo por los gritos de ella. Olvidé por un momento que ella tiene prohibida la visita al palacio desde… -Movió mano al aire, haciendo semi-círculos dándole a entender de qué hablaba. Loki sólo asintió.- Así que traté de retomar mi sueño.
-Pero… ¿por qué dormir en el jardín a escondidas?
-No dormí bien ese día. Y para colmo, padre me hace entrenar cada vez más pesado, y sin tregua. –Dice fastidiado.- Me quiere ocupado a toda costa.
Loki sonrío al saber el porqué. Acaricio la espalda de Thor con compresión, recargando su cabeza en el hombro del rubio y este le responde igual, volviendo a compartir un silencio.
.-.-.-.-.-.-.-.
Las semanas transcurrieron, llegando al siguiente mes de gestación de ambas madres del palacio.
Ya era costumbre para Loki salir al jardín a disfrutar del sol, en compañía de sus fieles guardianes que vigilaban cada movimiento que hacía. Jane a veces se unía a su paseo matutino, hablando de cosas sin sentido pero al menos los mantenía entretenidos y en una tregua de paz entre ellos.
Un día, Loki la invita a su recamara para seguir charlando en la intimidad de las paredes, sin que nadie escuche y vayan luego a contarle al viejo metiche.
Tan centrados hablando estaban, que los temas menos esperados salieron…
-Thor a veces no se aguanta… -Comenta Loki cruzado de piernas en una mecedora.- El otro día me acordé de algo que había olvidado, y que no sé por qué lo hice. –Se prepara para contar.- Mi madre y yo habíamos salido en busca de seguir practicando los hechizos de magia. Cuando de pronto escuchamos sonidos extraños en las caballerizas.
Jane miraba atenta a la historia que le contaba, apoyando el mentón en la palma de su mano.
-Nos acercamos con cuidado, creyendo que a lo mejor era un ladrón o algún animal que se escabullo y estaba alterando a los caballos. Cuando entramos; lo que descubrimos en ese momento fue… extraño, raro y muy incómodo. –Suspira con una sonrisa de travesura.- Era Thor, con una chica de servicio del palacio, besándose apasionadamente y dándose un faje completo. –Ve la cara de entre asombro y asco de Jane, además de que sigue atenta.- Entonces, como iba con mi madre, ella pego el grito que hizo saltar a Thor de un extremo a otro de las caballerizas, creando un descanso en los caballos y en especial en Sleipnir. El pobre aún no olvida ese hecho, cuando voy a verlo, me dice que los sonidos que expresaban ellos en ese momento no parecían normales… -Ríe bajo.- Es un caballo, no sabe nada del sexo Aesir.
-A veces me hablas mucho de él, y yo aún no lo conozco.
-Te invitaría ahora, pero muchas veces cuando voy a verlo es en mi proyección astral. No puedo pisar ni de broma la habitación de mi hijo.
-¿Qué tan distinto es el embarazo de él al de ahora? ¿Y cómo concebiste a Slip…? –Tartamudeo un poco antes de lograr pronunciarlo.- ¿Slipnier…?
-S-lei-pnir… -Entona cada letra para que ella lo escuche con claridad.-
-Sleipnir… -Pronuncia por fin correctamente, viendo sonreír a Loki.-
-No es tan distinto, en realidad es lo mismo. Salvo que las pataditas son más suaves. Y, cómo lo concebí… pues fue… -Se estaba preparando para contar la historia cuando la puerta de la habitación que sería de su bebé se abre de golpe, haciendo saltar de susto a Jane de su asiento.-
De su interior sale algo de humo blanco seguido del caminar altivo de Amora.
-¿Qué demonios haces ahí adentro? –Pregunta molesto Loki.-
-Es mi portal. –Contesta sin darle importancia.-
-¡Portal será tu culo bien abierto! –Escupe enojado.-
-No tanto como el tuyo, querido. –Finge sonrisa, continuando caminando hasta tomar asiento cerca de ellos, viendo la sonrisa igual de falta y de disgusto de Loki mostrándole un dedo.- Parece que nada te calienta Loki. ¿Estás bien?
-No, no estoy bien. ¡No quiero que te vuelvas a meter, ni de broma a la habitación de mi HIJA!
Jane abrió los ojos con sorpresa, ¿hija? ¿Cómo lo sabe?
-Bueno ya, lo siento. No creí que te afectara… -Se sentía culpable.-
-¿Cómo sabes que será niña, Loki? –Pregunto Jane curiosa, ella también quería saber qué sexo sería su bebé.-
-Con ayuda de Amora. –Dijo tranquilo, viendo su semblante voltear a ver a la rubia.-
-Yo también quiero saber si es niño o niña. –Estaba emocionada y Amora sonrió asentándole.-
-Claro… hagamos el intento.
Ambas hicieron el mismo procedimiento que cuando fue con Loki, escuchando y viendo algunas facciones del bebé aún en formación.
Loki miraba como Jane con los ojos cerrados y con una sonrisa que bien él nombro “boba”, saludaba al bebé; son darse cuenta le sonrió recordando su propia experiencia, ese hermoso momento que descubrió su voz, su risa, estaba orgulloso de que fuera de Thor… algo que no duro mucho.
-Es niño… -Dijo Amora concentrada.-
La mirada de impacto de Loki se posiciono en ella. ¿Cómo que un niño?
Jane sonrió aún más, alegre y feliz; le daría un varón al príncipe de Asgard.
La respiración de Loki iba aumentando, una hiperventilación amenazaba con sacarlo de sus casillas. En su interior podía volver a sentir ese odio que antes le tenía a ella; había olvidado por completo como era la competencia con la esposa de su ex hermano; había olvidado las ganas de matarla en cuanto tuviera oportunidad.
¡¡Un varón!!
Tenso tanto la quijada que le dolían lo dientes, tratando de respirar por la boca para normalizarla de nuevo. Todo le daba vueltas.
Apoyo su frente en la palma de su mano a un lado del descansabrazos de su asiento, haciendo el sonoro sonido de exhalar con dificultad que atrajo la atención de Amora y Jane que ya habían terminado.
-¿Loki estás bien? –Pregunto Amora algo asustada, acercándose a revisarlo.-
-No… -Dijo con dificultad, conteniéndose.-
-¿Voy por algún medico? –Comento Jane poniéndose de pie.-
-Sí, sería lo mejor. –Contesto Amora dándose cuenta de que era lo que le pasaba.-
Jane salió con cuidado para que los guardias no vieran la figura de Amora dentro de la habitación, saliendo a buscar a alguien que viniera a ayudarlos. Aprovechando la rubia para cerrar con seguro la puerta.
-Ahora sí, dime qué te pasa…
-¡Va a tener un varón! –Alzo la voz alterado, tratando de contener las lágrimas de rabia.- ¡Ella! –Señala la puerta con un ligero temblor en la mano.- ¡¡Una maldita mortal!! ¡Le dará un varón! –Se suelta a llorar desesperado.- ¡Un heredero al trono! ¡Y para como un semi-dios!
-Pensé que estabas orgulloso de tu hija…
-Y lo estoy… -Lleva aire con dificultad a su pecho, mirando al suelo con los ojos inyectados.- Pero tenía la esperanza de que ella también tuviera una hembra. –La voltea a ver.- Sabes que las normas son que el primero en nacer, si son del mismo sexo se queda con el trono… Pero… ahora con esto. –La furia nuevamente le vuelve a embargar en forma de lágrimas.-
-Pero ella será la princesa de Asgard.
-¡¡Pero sólo eso!! -Alza de nuevo la voz furioso.- ¡Siendo la hija de Thor merece mucho más que eso! ¡Ella debe ser la reina! ¡La dueña de este mundo!
-No te desesperes tan pronto, aún sabes que pue… -Es interrumpida.-
-¡No, no, no! ¡Es que ya no hay vuelta atrás! Ya no puedo quitarle el derecho al trono a ese varón a menos de que…-Hace una pausa calmando por completo su desesperación. Entendiendo Amora de qué es lo que pensaba Loki.-
-No Loki, no.
-A menos de que muera. –Dice volteándola a ver.-
-No. ¿Sabes lo que pasará si Thor si entera? –Loki vuelve a perder la mirada en el suelo.- Te odiara para siempre, te quitará a la niña y en el peor de los caso te mandará lejos a encerrar, no Loki…
Amora tenía razón, no quería eso y mucho menos estar lejos de su bebé, de su nena…
-Tienes qué pensarlo con más calma. –Seguía hablando para darle consuelo al azabache.- Debe de haber otra forma para asegurar su lugar en el trono.
-Que el varón rechacé ser rey; que se despose con otra de uno de los nueve mundos y se lo lleve lejos, o que muera.
-El matarlo no es una opción, deséchalo ya. Tendrás que buscar la forma de persuadirlo a que rechacé el trono, si quieres también intento ayudarte a que lo haga.
-¿Tú te casaría con él? –Salió abruptamente de sus pensamientos, desconcertando a la rubia.-
-¿Qué me pides? Por dios Loki.
-Sí, lo siento… -Volvió a bajar la mirada.-
-Cálmate. –Dijo poniéndose a su altura.- No es el fin. Hay muchas maneras para quitarlo del camino. –Loki la voltea a ver.- Sin matarlo. –Entona regañándolo, y este esquiva de nuevo su mirada.-
Tocaron la puerta en cuanto terminaron de hablar, intentando abrir la puerta sin éxito y volviendo a tocar.
-Señor… ¿Se encuentra bien? –Pregunto una mujer al otro lado de la puerta.-
-Ya vinieron a atenderte. –Dijo Amora en un susurro.-
-Sí. –Dijo Loki sin mucho ánimo.-
-Vamos a acostarte. –Lo ayuda a levantarse y llegar hasta su cama, recostándose de lado.- Me tendré que ir… -Le susurra a su oído y lo ve asentar con aún la mirada perdida.- Regreso en la noche. –Le da un beso en la mejilla y se va en una estela de humo, destrabando la puerta para que puedan entrar Jane y la sanadora junto con una más de servicio.-
-¿Señor? –Entro una mujer madura a revisarlo. Se acercó a su espalda a ver la temperatura de su frente.- Me dijeron que se sentía mal.
-No fue nada. –Cerró los ojos pasando saliva sin mucho agrado, estaba agria. Se forzó a sentarse.- Sólo se me bajo la presión.
-Aun así debo ver que estén bien, usted y su bebé. –Hablo con suavidad, haciendo que Loki se deja checar. Jane estaba bajo el marco de la puerta con gesto lleno de preocupación.-
Loki la podía ver de reojo, pero sin embargo no quería mirarla directo. Había un ligero remordimiento dentro y aún no entendía por qué; la maldijo y planeo en como matar a ese bebé. Pero ahora tenía vergüenza, ¿de qué?
Se lo atribuyo al embarazo; sí, debe ser eso. Trato de converse de que era lo que lo hacía cambiar a cada rato de opinión.
No se dio cuenta de cuánto estuvo perdido. Si era de medio día, ahora estaba oscuro. La sanadora ya se había ido a seguir con sus labores al asegurar que estaban en perfecto estado, y que solo necesitaba descansar.
La chica de servicio iba y venía a ver qué necesitaba, pero por más que le preguntara nunca recibía respuesta de su parte. Le trajo un poco de la cena pero no quiso probar bocado; le preocupaba. Regreso rápido a ver a la sanadora que lo visito en el día, comentándole en el pasillo lo que le pasaba a Loki, y de casualidad Thor venia de regreso de su entrenamiento y alcanzo a oírlas.
El Dios les pregunto y ella se reusaban a responderle, hasta que harto de sus negativas les amenazo con correrlas si no hablaban. No tuvieron otra opción; al terminar de contarle Thor salió en carrera hasta los aposentos de su ex hermano, abriendo de par en par las puertas y encontrándose con Loki sentado en la mecedora en dirección a la terraza, viendo la noche estrellada y con el aire gélido acariciar su pálida piel, hablando entre lágrimas con Amora, que estaba hincada a su lado izquierdo, viendo entrar a Thor.
-Thor. –Dijo Amora poniéndose de pie, sintiendo el aferrar de la mano de Loki en la suya.-
-No, no te vayas… por favor. –Murmuro el azabache aún con el nudo en su garganta.-
-Loki… -Dijo con gruesa voz, avanzando hasta él.- Me entere de que estuviste mal. ¿Qué paso?
-¿Por qué te importa tanto? –Dijo con un dejo de molestia.-
-Porque te amo Loki.
-Ahora me amas, pero después ya no lo harás. –Lo miro con sus ojos húmedos.-
-No digas algo que después te arrepientas… -Murmuro Amora en su oído, dándole a tender que no revele lo que sabe.-
-¿Por qué dejaría de amarte? No tengo ninguna razón.
Loki se volteó a negar en su interior todo, revelando los más oscuros secretos que sólo él sabía. Pero solo lo dijo en su memoria, nunca lo hablo; sólo Thor podía ver su rostro de sufrimiento tratando de reprimir algo.
-Amora, por favor retírate. –Pidió Thor con suavidad. La rubia estaba a punto de hacerlo, cuando el azabache no la dejo.-
-No, por favor. Tú no te vas…
-Será mejor que me vaya, Loki. Regreso después. –Le dijo con ternura, besando su frente y desapareciendo en una estela de humo.-
Un silencio incómodo para ambos se formó, dejando a Thor con una mirada triste posada en Loki, que miraba a otra dirección.
El rubio tomo la mano del azabache con suavidad, besándola, siendo arrebatada después.
-No me toques. –Dijo con desprecio Loki.-
-Explícame, ¿qué hice para que me desprecies?
-¿Qué hiciste? –Lo voltea a ver, hablando entre diente.- Todo. Todo, lo haces mal… -Dice con furia y rencor.- No hay nada que puedas hacer bien, para complacerme… para… hacerme feliz.
-Hago todo lo que puedo. ¿Qué quieres? Dímelo.
-¡Quiero que te vayas! ¡Que me dejes en paz! ¡No quiero verte!
-Loki, por favor… -Mira a Loki ponerse de pie yendo a su cama.-
-¡Lárgate!
-¡Basta! –Se levanta furioso.- No entiendo en nada de lo que te sucede. Esta mañana estabas bien y muy alegre, hablando con Jane y… -Hizo una pausa.- ¿Qué paso con Jane? ¿Qué hablaron?
-De lo pequeño que lo tienes.
-¡Hablo en serio!
-¡Yo también! –Le grita con más fuerza.-
-Ven… -Dice Thor buscando abrazarlo, Loki parece dejarse hasta que lo manda volar fuera de las puertas de su habitación, hasta el otro lado del pasillo.-
-¡Guardias! –Todos lo voltearon a ver.- No dejen que se acerque nunca más a mi habitación. –Dicho esto, cerró la puerta de un azotón y la sello con un hechizo para que nadie pasara.-
Thor se levantó de inmediato a tratar de llegar a la puerta, pero todos los guardias lo detuvieron.
-¡¡LOKI!! –Grito con furia, haciendo más fuerza para poder pasar, pero sin mucho éxito aparente.-
Dentro… Loki estaba sentado a los pies de la cama, con las lágrimas cayendo como cascadas de sus ojos.
-Lo siento. –Murmuro, escuchando un silencio del otro lado.- Te amo…
-Yo también… -Escucho el murmuro del otro lado.-
La piel se le erizo, pero al menos eso lo ayudo a dejar de llorar en toda la noche.
Amora regreso como dijo y continuaron con una larga platica, todo en busca de mantenerlo distraído hasta se quedaron dormidos… o por lo menos ella, porque de él era otra historia.
La mañana llego con alegría, y otra vez salía Loki a su paseo por el jardín, aspirando el aire puro y fresco, cuando de pronto apareció un tulipán rojo frente a su rostro, robándole una sonrisa del rostro. Siguió el brazo que la sostenía hasta toparse con el par de zafiros de Thor, sonriéndole de esa manera cálida que tanto lo derretía.
-Dices que no te hago feliz… -Murmuro con suavidad, entregándole la flor. Loki la olió y lo invito a sentarse en un banco.- Ahora, ¿me vas a decir qué pasó ayer que estabas tan alterado?
-No… -Negó apenado.- No fue nada…
-¿Por qué será que no te creo? –Dijo divertido acariciando su abultado abdomen.-
Pasaron el día hablando tranquilamente, planes a futuro y de los deseos de Thor para cuando sea Rey decidir en qué lugares tendrán sus conyugues, a lo que Loki le recuerda que eso no es posible.
Thor no le gustaba que le dijeran que no, él siempre tenía la forma de obtener lo que quería. Busco toda la noche en todos los libros que le había asignado a leer Odín para cuando fuera rey, memorizarlos y siempre aplicarlos en todas las decisiones que tome.
Era un buen momento de hacerlo fungir, leyó cada regla y encontró que en algunos casos se podía permitir el doble matrimonio, asegurando el linaje del gobernante. Siempre y cuando los conyugues estén de acuerdo de compartir el mismo techo y el mismo marido.
Algo que ya tenía avanzado, sólo hacía falta otra cosa y después, hacerle saber a Odín la decisión que tomo.
Cerró el libro levantándose a ir en busca de una persona…
.-.-.-.-.-.-.-.
Buscando entre el jardín en plena madrugada no era buena idea, se acercaba el invierno y las noches eran gélidas a esas horas, cubierto por su rebozo que no ayudaba de mucho para ese momento. El sueño estaba en puerta pero no importaba.
Dejo en diferentes partes algunas notas que pedían verla cuanto antes, si bien no sabía exactamente cómo contactarla, solo mantenía la esperanza de que cuando la viera no fuera muy tarde.
Semana tras semana era lo mismo, iba y dejaba mensajes pero nunca había respuesta. Ya se estaba cansando y el tiempo se agotaba, requería de por lo menos 3 meses antes del nacimiento para hacer los tramites dentro del tiempo.
Suspiro cansado; esa noche mando a reunir a todos sus amigos y fieles confidentes, Lady Sif, Fandral, Volstagg e incluso Heimdall. Hogun se había ido a su mundo a cuidar de su gente, así que por el momento no contarían con él.
Thor ya estaba cansado iría adelantando detalles con ellos antes de empezar a contar con alguien más.
Llego a paso pesado hasta el rincón más oscuro y solitario de la cocinas de la palacio, viendo las caras de curiosidad de por qué tan tarde una reunión así. Heimdall parecía muy calmado, sonrío de igual forma y Thor le contesto igual.
Se sentó frente a todos, Sif estaba de frente a él de su lado izquierdo, Volstagg en medio y Fandral en el derecho, todos muy cerca de entre sí, solo Heimdall quedo se pie recargado en una columna de madera.
-¿Y bien? –Pregunto Sif.- ¿Cuál es el misterio?
El rubio Dios toma un poco de aire antes de contestar.
-Quiero hacer algo… y necesito de ustedes para poder concretarlo.
-Tú dirás… -Sonrío Fandral seguro, imaginando que sería una batalla.-
-Antes quiero asegurarme de mantendrán el secreto hasta ese día, y que podré contar con ustedes sin importar qué es lo que les vaya a decir. –Los miro fijo y todos en un movimiento sincronizado asentaron atentos a lo que diría el príncipe de Asgard.-
Thor de nuevo tomo aire, apoyando sus manos entrelazadas sobre la superficie de la mesa.
-Quiero casarme con Loki.
-¡¡¿Qué?!! –Frunció el ceño Thor al escucharlos.-
Todos, menos Heimdall que mantuvo la compostura, gritaron al unísono, dejando pasmados del impacto de lo que había dicho. ¿Casarse? ¿Y con Loki?
¿A caso perdió la cabeza?