En el centro de la cocina del palacio de Asgard, Thor reunió a todos sus amigos para notificarle un plan que tenía entre manos:
Tomando un poco de aire y apoyándose en la superficie de la mesa mirando sus propias manos entrelazadas, les soltó…
-Quiero casarme con Loki.
-¡¡¿Qué?!! –Gritaron todos al mismo tiempo con impacto.-
Heimdall que estaba de pie lo miro con el entrecejo fruncido, mientras que los demás seguían hablando con la voz alzada ante de la locura que quería hacer. Por su parte, Sif estaba celosa.
-Perdiste la cabeza, Thor. –Dijo Fandral confundido.-
-No. –Contesto Thor con los ojos cerrados y el ceño fruncido, estaba cansado y le dolía la cabeza.-
-¿Por qué Thor? –Pregunto Sif.-
Hubo una extensa pausa antes de oírse el inhalar de Thor para empezar a hablar. De todos ahí presentes, Heimdall era el único que mantenía la calma y miraba atento a lo que dirá Thor.
-¿Recuerdan la última vez que necesitamos de la ayuda de Loki para salvar los nueve reinos y a Jane? –Todo asintieron, viéndose entre sí.
- El trato que hicimos no fue sólo a cambio de una celda más grande… -Heimdall aspiró un poco de aire, irguiendo más la postura, mientras que en todos estaban con una cara de incertidumbre atentos en Thor.- El pidió algo más.
-¿Qué te casaras con él? –Pregunto Volstagg.-
-No, eso lo quiero hacer yo. –Miraba sus manos pensando en cómo decirles.- Él… hace unos años, se me declaró. Aún no se sabía que era adoptado; yo lo rechacé, pues era mi hermano…Después sucedió todo lo de Midgard y lo de aquí…
-¿Entonces? –Preguntó Fandral. Thor lo miró.-
-Pidió que me acostara con él.
Todos quedaron con una cara de desconcierto. Thor y Loki, criados como hermanos y ahora… se iban a casar.
Hubo un silencio extenso, hasta que Thor continuó.
-Ustedes saben que Loki no es Asgardiano, sino un Jötun. –Todos asintieron.- Saben las leyendas que existen sobre ellos.
-Sí. –Dijeron al mismo tiempo, mientras Heimdall veía las cabezas moverse, intrigados de qué más diría.-
-Entonces no les sorprenderá esto… Loki está esperando un hijo mío. En cuanto cerramos el trato, quedo preñado. –Todos lo miraron con impacto. No solo habían hecho incesto y se casarían en secreto, sino que tendrían un bebé. Thor ignoró sus caras para seguir contando.- Últimamente, está muy molesto conmigo y sé que fue por algo que hablo con Jane, pero no quiere contarme. Entonces… a mí me nace hacerle esta propuesta, quiero que se case conmigo para que tenga más seguridad y que mi hijo nazca con los derechos.
Terminó levantando la mirada a ver sus amigos, que seguían sin poder asimilar todo lo dicho.
-¿Qué dicen? ¿Cuento con ustedes para hacerlo? –Todos se miraron entre sí, volteando a ver a Heimdall que sólo alzo las cejas.-
-Sí. –Contestó Volstagg.-
-De acuerdo… -Contestó no muy convencida Sif.-
-Claro amigo. –Dijo sonriente Fandral. Y por último Heimdall asintió con la cabeza.-
Thor sonrió alegre por contar con sus amigos con este paso que quería dar. De pronto oyeron el tocar suave de la madera. Todos voltearon a la entrada y vieron la silueta de Amora llegando. Todos pronunciaron su nombre sorprendidos.
-Buenas noches… -Dijo la rubia.- Supe que me buscabas Thor.
-Así es. Ven. –Habló el dios y le invito a sentarse a su lado.-
-Lamento la tardanza. – dijo al tomar asiento.-
-No importa, justo acabo de contarles a ellos lo que quiero hacer. –Tomó aire y la volteó a ver.- Quiero casarme con Loki.
-¿Casarte? –Dijo después de una pausa.- ¿Es en serio? –Preguntó con una sonrisa.-
-Sí. Quiero casarme con él, y quiero que sea en secreto, en lo más lejano e íntimo del reino. Sólo con los amigos y familia.
-Claro, cuando tú digas.
-Oigan, pero… -Interrumpió Fandral.- ¿Quién oficiara la boda? –Todos se miraron entre sí, a lo que Thor sonriendo volteó a ver a Amora, misma que miraba a todos antes de ver a Thor, volviendo a ver a todos y en un parpadear lo volvió a ver con sorpresa.-
-Ah… ¿yo? –Ve la sonrisa de Thor ensancharse.-
-Sí. Supe que estas preparada para eso.
-S-sí… Pero nunca lo he hecho.
-Loki tiene más confianza en ti que en nadie. –Amora se veía asustada, pero tomó un respiro pensando en lo último que dijo el dios, sonriendo no muy segura.-
-D-e acuerdo…
-Pues ya está. Será dentro de dos semanas.
Todos asintieron, esperando a que estuviera listo todo.
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Los quince días pasaron volando y Thor estaba de los nervios.
Lo único malo de ese día fue la lucha perdida que tuvo con Loki en la mañana, cuando deseoso de hacerle el amor y por culpa de sus cambios de humor terminaron peleando.
La lluvia de objetos no se hizo esperar: el florero de ahí cerca había salido volando hasta la pared, haciéndose añicos junto con el agua y la flor misma.
La mesa que sostenía sus libros también fue víctima de su furia, y Thor por suerte salió airoso. Aunque las ganas no se le quitaron hasta después de un rato, fue el momento perfecto para que Loki no saliera de la habitación hasta el momento oportuno.
El entrenamiento lo pasó de largo por todo el día, incluso se le perdió a su padre que le tenía nuevas tareas por hacer.
Sus amigos eran los de más movimiento. Amora y Sif eran las de los detalles femeninos para la ceremonia, muy al pesar de Sif, que aunque no era de su total agrado, trataba de hacerlo con “buena cara”.
Sin embargo Thor estaba feliz, el resultado de la ayuda de sus amigos era lo mejor. El lugar de la ceremonia se había decidido que sería en el muelle que daba al lago más grande del reino, de agua cristalina y fresca; bordeado con la arena y tierra que daba vida a la vegetación a su alrededor.
Frondosos árboles eran los que cubrían el camino del fuerte sol, hasta dar con la orilla de arena clara y el inicio del camino amplio de madera al muelle, con un barandal de fuerte madera que marcaba el límite.
Desde el final del sendero del bosque hasta el lago, había grandes arcos llenos de flores que indicaban el camino hacia el ágora
Satisfecho del resultado, mandó traer a Loki y como era de esperarse, Loki mandó la respuesta a su petición.
-¡Díganle a ese maldito que aquí está su respuesta! – Gritó enseñándoles el dedo medio a los guardias y acto seguido cerró la puerta de su habitación con fuerza.-
Los guardias recorrieron de nuevo todo el camino hasta Thor, mismo que soltó un suspiro al verlos llegar sin él y después otro al saber su respuesta. Los mandó de vuelta con la especificación de que lo trajeran de cualquier modo hasta el muelle… algo que enfureció aún más al azabache al escucharlo de parte de los guardias reales.
El camino de regreso para los pobres guardias ya estaba haciendo estragos en su resistencia y tolerancia cuando recibieron una nueva orden, pero esta vez de un tono más severo. La orden era que lo trajeran con los grilletes puestos y que de seguirse negando, los guardias tendrían que ir ante Frigga para notificarle la clase de destrozos que estaba haciendo en su habitación.
No hubo respuesta, Thor creyó que a lo mejor los había matado. Se masajeaba las sienes mientras planeaba otra forma de ir por él sin lastimarlo o poner en riesgo a su bebé… hasta que a lo lejos se escuchó su voz.
Todos ahí presentes voltearon a ver el inicio del camino y ahí estaba, custodiado por los cuatro guardias, llevando consigo los grilletes en sus muñecas, cuello y tobillos.
Loki hacia menciones imperceptibles para los demás ante la lejanía y el aire que recorría el lago. El azabache miraba cada detalle de los arcos que marcaban el camino, con el entrecejo fruncido veía todo y poco antes de llegar al final del muelle detuvo su paso.
Miró a cada uno de los invitados y a la sospechosa capilla improvisada, frunció más el entrecejo al ver a Heimdall y a Amora ahí de presentes. ¿Qué estaba planeando Thor?
-¿Qué está pasando? –Atinó a preguntar, viendo dibujársele una sonrisa en el rostro de Thor mientras empezaba a caminar lentamente hacia él.-
-Es una sorpresa. –Contestó tranquilo, liberándolo de sus grilletes.-
-No me había dado cuenta. –Pronunció irónico, mirando a cada uno de ellos y sobretodo a los detalles puestos alrededor.-
Las miradas entre los presentes no se hicieron esperar; se miraban entre ellos haciendo leves comentarios en susurros por lo avanzado de su estado de embarazo.
-Ven… -Dijo Thor tomándolo de la cintura para traerlo más hacia el centro. Lentamente y después de una pausa, habló.
- Hace unos días tuve la idea de pedirte matrimonio… -Acaricio la blanca mano de Loki y el azabache lo volteo a ver rápidamente al escucharlo, ceñudo y sorprendido.- Pero antes de hacerlo, debía tener todo listo.
-¿Y qué te hace pensar que te diré que sí? –Preguntó con un dejo de molestia en su voz.-
Thor solo sonrío tranquilamente, tierno, poniendo de frente a Loki y tomando sus manos con delicadeza.
-En estos últimos meses te he conocido más de lo que yo ya te creía conocer… Y estoy seguro de cuál va a ser tu respuesta cuando te lo pregunte. –Loki sintió un escalofrío bajar por su espalda, tragando un poco de saliva.- ¿Te casarías conmigo Loki?
El azabache sintió una punzada en la boca del estómago, el creer que pasaría era distinto al escucharlo salir de sus labios. El hecho lo hizo perderse del mundo por un segundo, y cuando regreso una duda llego a su cabeza.
-Pe-pero ya estas casado… con esa mortal…
Thor tomó una bocanada de aire.
-Estuve leyendo los reglamentos y conductas ante el reinado, y en el pasado se ha permitido el matrimonio múltiple con el fin de asegurar la herencia, y como ustedes dos están esperando un hijo mío, puede ser permitido, además de que conviven sin dificultad.
-No me digas que te crees el cuento de que nos llevamos bien –Pronunció Loki con fastidio, soltándose de las manos de Thor. El dios del trueno frunció el ceño sin comprender lo que había dicho.
-No, no me lo creo, lo sé. –Aseguró volviendo a tomar sus manos.-
Loki lo miró incrédulo, sintiendo un sofoco en su pecho por todas las cosas juntas en ese momento, aunque él se lo atribuyo al embarazo.
Lo miró temeroso e inseguro y después de una breve pausa habló.
-¿Por qué quieres dar este paso conmigo?
-¿Se te hace poco? ¿Qué más quieres? –Preguntó con ternura.-
-No, no es lo que quiero. Me refiero a que si estás seguro de querer hacerlo; con el pasado que tenemos.
-Yo ya lo he olvidado y yo ahora veo al futuro, por ti, por mis hijos.
-Y por Jane… -Pronunció con pesar.-
-Ella no tiene espacio en este momento… -Cerró los ojos con fastidio.- Sólo somos tú y yo y los testigos. –Miró de reojo a todos a su izquierda, que miraban y escuchaban todo con atención y sorpresa en sus rostros.-
Loki los volteó a ver, sorprendido de haber olvidado que había más gente con ellos, volviendo su atención hacia Amora.
-¿Y puedo preguntar, qué papel interpretan cada uno de ustedes? –Dijo mirando a todos y con más énfasis a la rubia.-
-Claro… -Contesto Thor.- Mis amigos y Heimdall serán los testigos de nuestra unión y Amora… -La señaló con la palma abierta.- Es quién oficiara la ceremonia… -Terminó de decir, volteando a ver al azabache con un brillo especial en sus ojos, brillo que todos ahí notaron.-
Mientras, Loki lo volteaba a ver con sorpresa al escuchar que ella sería la que lo llevaría a cabo, recordando algo, sonrío con calma pero con mucha alegría de que ella sea parte de esto.
Thor lo sacó de sus pensamientos, sintió el apretar de sus manos y las subió a darles un casto beso, acción que llamo la atención de Loki a él, viendo la cálida sonrisa que le daba.
-Aún no me has respondido.
-¿Re…responder qué? –Pregunto intimidado.-
-Sí te casarías conmigo… -Ladeo el rostro con ternura, esperando la tan ansiada respuesta.-
Loki sólo lo miraba nervioso, dudando en decir la respuesta a frente tanto público presente. Thor notaba el temblor dubitativo en los ojos del azabache, acercándose a tomarlo de la cintura con cuidado, acariciando de paso su pronunciado abdomen.
Se acercó a su oído a susurrarle con ternura, cubriendo su rostro de la vista de los demás esperando que tuviera la confianza de responderle así.
-¿Hmm? Dime… -Murmuro con suavidad, sintiendo como se encogía entre sus brazos sonrojado sin que él lo viera.-
-Tú sabes que sí… -Respondió con suavidad, tímido y sumamente nervioso.-
El rubio sonrió ampliamente, levantando el rostro para tomar el de Loki y robarle un beso. Algo que tomo desprevenido al hechicero, empujando el dios del trueno con molestia en sus ojos y con un leve sonrojo por el espectáculo dado.
Eso no hizo que Thor retirara esa sonrisa de su rostro, victorioso y orgulloso de con quién contraería nuevas nupcias, volteando a ver a todos.
-¡Podemos empezar! -Dijo sin agregar más, apretando de la mano de Loki y jalándolo hasta su lado frente a la rubia.-
Todos sonrieron: Fandral alegre de que su amigo se casara con quién mejor conocía, Volstagg igual, Sif medio contenta… Heimdall con sinceridad sonreía, aunque un poco tenso por el tiempo que estaba dejando sola la entrada de Asgard.
La ceremonia empezó con la suave voz de Amora, convocando un hechizo para sellar el ritual del matrimonio frente a toda la naturaleza. Un lazo amarillo apareció sobre los hombros de Thor y Loki mientras mantenían sus manos unidas, colocando los anillos después en sus dedos.
Sus miradas se encontraban, tiernas y llenas de amor, en silencio se decían te amo y en sonrisas el deseo y felicidad de lo que estaban a punto de concluir. Palabras se dedicaron en un lapso de tiempo, dando por terminada la unión en un beso frente la alabanza de todos ahí presentes.
En todo ese momento, Loki podía sentir el revuelo que tenía su pequeña bebé en su vientre, moviéndose como si estuviera alegre de lo que pasaba. Thor pudo sentir en algún momento esos movimientos y acaricio su abdomen con orgullo.
Al término de la ceremonia, todos juntos marcharon sobres sus caballos hacía la mansión que estaba apartada del palacio de Asgard. En el comedor de gran tamaño todos estaban sentados brindando por el matrimonio de Thor con las reservas de vino del lugar.
Thor y Loki estaban sentados juntos, Thor en el extremo de la mesa rectangular y Loki a su lado derecho tomados de la mano, disfrutando de sus alimentos y bebidas. Fandral, Volstagg y Sif de lado izquierdo del rubio. Amora jugaba con Loki, absortos de las bromas y comentarios que hacían los demás con Thor.
De pronto Loki llevó su mano derecha a su abdomen, sintiendo las pataditas que ahora le estaba dando su bebé, algo que notó Amora y quiso bajar a saludarla.
-Hola nena, soy tu tía Amora… -Acaricio su abdomen de cinco meses, mismo que se hacía a un lado recargándose en su asiento viendo cómo se acercaba Amora.-
-Estoy seguro de que mi nena se irá a suicidar con el cordón umbilical. –Río Loki al terminar.-
-¡Oye! –Le regañó la rubia dándole un suave golpe en su brazo.-
-Mira que tener una tía como tú… -Hacia muecas de no me toques.-
-¡Ya basta Loki! –Le empujaba nuevamente.-
Todos reían menos Thor, que estaba meditando lo último que dijeron; ¿ella?
-Esperen… -Dijo con gruesa voz que hizo callar a todos, cayendo todas las miradas sobre él.- ¿Es niña? –Volteó a ver a Loki, mismo que lo volteó a ver primero con el ceño fruncido, luego sus pupilas se dilataron volteando de regreso a ver a Amora y ella no entendía.-
-Lo había olvidado… -Susurró aterrado y Amora lo mira peor de confundida.- Era sorpresa. –Dijo en tono más claro; Amora abrió más los ojos.-
-No sabía…
-Lo sé, lo siento… -Continuaron murmurando, algo que a Thor le desesperó-
-¡Oigan! ¡Ya dejen de murmurar! –Alzó la voz molesto.-
Loki volteó rápidamente a darle un par de manotazos al brazo del fornido rubio, mismo que se protegió. Dicha imagen causó un poco de gracia en los demás.
-¡Cállate, cállate, cállate! –Después de regañarlo, Loki se volteó de regreso hacia Amora sin saber qué hacer.-
-¿Voy a tener una princesa? –Habló Thor después de unos segundos, feliz, creando una mueca de sorpresa en Loki volteando a verlo sobre su hombro con gesto inexpresivo.-
-No… -Dijo mirándolo a los ojos, seguido de darle un rápido vistazo y notando la amplia sonrisa marcada en el rostro de Thor, volviéndose de nuevo hacia Amora- ¿De qué se ríe? –Preguntó aturdido por todo y la rubia sólo se encogió de hombros.-
-¡Voy a tener una princesa! –El dios del trueno alzó la voz con alegría, seguido del coro de sus amigos con sus copas levantadas.-
-Loki… -La voz de Sif lo hizo voltear.- Felicidades… -Sonrío tranquila, extendiendo su copa hacia él, Loki extendió la suya y asintiendo con la cabeza, bebiendo el jugo que tenía.-
Amora le acariciaba su brazo esperando a que asimilara lo alegre que estaba Thor, pero a pesar de los besos que éste le estaba dando ahora en su abdomen, era claro que Loki no estaba ahí en pensamiento.
Después de la doble alegría para Thor, tanto en el día como durante la cena, los amigos de ambos se marcharon a sus respectivos lugares, dejando solos a ambos dioses en la mansión para su luna de miel.
Sólo había un problema… el pesado sueño de Loki.
No habían pasado más de 2 minutos asgardianos cuando Loki ya estaba profundamente dormido en la amplia cama de edredones de seda color ocre y cómodos cojines. A Thor no le quedo de otra más que cerrar las pesadas y gruesas cortinas para poder dormir a su lado, abrazado de su espalda y acariciando su abdomen hasta caer en el profundo sueño con su ahora esposo.
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El sol se alzaba glorioso sobre toda Asgard y la primera noticia que se hizo saber fue la desaparición del joven Loki.
¿Dónde estaba?
Odín lleno de furia mandó a buscar por todo el lugar y hasta el más recóndito rincón dentro de los límites del castillo a Loki y a su hijo Thor, pero ninguno de los dos aparecía.
En un parpadear del tiempo ya había pasado una semana sin rastro de ellos dos, ¿dónde diablos estaban?
Mientras, los dioses tenían una linda luna de miel asgardiana muy al estilo de ellos dos. Era de mañana y acaban de despertar haciendo el amor; Thor estaba recargado en la cabecera de la cama con Loki entre sus piernas de espaldas, acariciando su abultado abdomen de casi 6 meses; faltaba ya muy poco para poder tener a su hermosa princesa entre sus brazos.
El hechicero lentamente volvía a caer en un sueño profundo en brazos de su esposo, de su dios y dueño de su corazón. Que idiota se sentía al pensarlo así pero era cierto y era el villano más feliz del universo. La sonrisa se marcó en sus labios y Thor besó su mejilla con ternura.
Despabilado por ese beso, sintió un apetito que había despertado junto con su bebé. Se dispuso entonces a ponerse de pie e ir en busca de algo a la cocina para regresar de vuelta a los brazos del poderoso dios del trueno, se colocó una bata de seda amarrándola a su cintura caminando hasta la cocina encontrándose con una imagen familiar.
-¡Madre! –Pronunció en sorpresa.-
-Loki… ¿Dónde estás? ¿Te volviste a escapar?
-No, estoy con Thor.
-¿Qué piensan hacer? –Preguntaba con ese tono maternal que podía tener.-
-Nada, sólo estamos pasando tiempo juntos… - Camino lentamente hacia el holograma de Frigga.-
-¿Por qué no avisaron de su partida?
-Todo fue de improviso, ni yo sabía lo que Thor estaba planeando hacer.
-¿Fue idea de él? –Ladeó su rostro con ternura.-
-Sí, pero… no puedo decirte ahora, es largo de contar. Además, no quiero que… -Se escuchó la fuerte voz de Thor llegar por el pasillo.-
-¡Amor! ¿Necesitas ayuda? – Exclamó apareciendo con sólo el pantalón puesto, pasando su mano tras su cabeza y encontrándose con la imagen de su madre ahí.- Madre… - Dijo en casi un susurro.- ¿Cómo llegó aquí?
-¿Pensabas que no los encontraría? –Hubo un silencio, algo que no entendió bien Loki.- Tu padre está muy enojado por este comportamiento tuyo y está dudando de haber cedido a la petición que le hice hace unos meses, de liberar a Loki de su encarcelamiento.
Ambos dioses se vieron con temor, sintiendo un escalofrío bajar pos sus espaldas. Loki por instinto abrazó su abdomen y lo acariciaba con recelo ante un temor latente, para que nada malo le pudiera pasar.
-No hagan esto más difícil y regresen lo más pronto posible. ¿Entendido? –Entonó como amenaza, viendo el asentir de las cabezas de sus hijos. Poco a poco su imagen fue desapareciendo.-
Después de un silencio entre ellos, Loki fue el primero en hablar.
-¿A qué se refirió con el “¿Pensabas que no los encontraría?” – Loki miró de reojo a Thor y éste le respondió después un suspiro.-
-Le dije a Amora que protegiera la mansión con un hechizo de encubrimiento, para que nadie supiera nuestra ubicación. Parece que madre descubrió lo que había hecho así que… a eso se ha de referir. –Loki sonrió de medio lado, acercándose a él y abrazarse de su cuello.-
Ambos pegaron sus frentes y se besaron por un momento.
-Tendremos que regresar… -Mencionó el hechicero con pesar en su voz.-
-Pero no quiero… Aún tenemos tiempo.
-Yo tampoco quiero… sobrará tiempo si es que quieres que me vuelvan a encerrar en el calabozo.
-No, eso jamás. – Declaró con un hondo suspiro-
-Tendremos qué… no hay de otra. –Volvieron a juntar sus frentes, respirando ambos al mismo ritmo.-
- Te amo… -Pronunció el hechicero después de un pausa, causando un sincera sonrisa por parte del rubio.-
-Y yo… Te amo…