Aún no habían llegado a una semana y media de su luna de miel, de la que tuvieron que regresar por órdenes de Odín y Frigga.
Padre de Todo los estaba esperando con impaciencia en el gran salón; los portones dorados se abrieron de par en par dejando entrar a ambos dioses que tenía por hijos; ellos venían tomados de la mano con todo el descaro, llenando de furia a Odín, posando su mirada inquisidora sobre ellos y sus manos.
Estaba harto de todo y más de en lo que se había vuelto su familia.
Thor y Loki llegaron ante el gran pedestal que tenía Padre de Todo, mismo que los observaba detenidamente y sobre todo la actitud altanera del hechicero que a pesar de su estado de embarazo tan avanzado, aún lo conservaba. En contraste al azabache estaba Thor, mirándolo como siempre, su hijo listo para recibir las ordenes que su padre le diera.
Cansado y sosteniéndose de su cetro, bajo un par de escalones aspirando un poco de aire antes de comenzar su discurso, dando un último vistazo a ambos.
-Yo he sido muy paciente en todo lo que respecta entre ustedes dos; desde aquel incidente en que creímos muerto a Loki, hasta de la noticia de su embarazo. Todo, lo he pasado con mucha paciencia; pero esto… de haberse escapado sin decir nada es inaudito.
Ambos dioses relajaron un poco las respiraciones.
-¿Se puede saber por qué se fueron? ¿O para qué? –Continuó Odín clavando su mirada en ellos.-
Thor tomo un poco de aire y volteo a ver al azabache, mismo que lo miro entendiendo el mensaje. Odín analizaba las miradas entre ellos.
-La semana pasada, Loki y yo. –Lo volteo a ver al mencionarlo.- Nos casamos a la orilla del lago.
-¡¿Pero qué?! –Alzo la voz con el gesto desfigurado.-
-Y justo ese mismo día partimos a nuestra luna de miel. –Thor ignoró olímpicamente a Odín ante su queja, explicando lo que habían dicho.-
-¡¿Cuál luna de miel?! ¡Ustedes son hermanos! ¡No pueden casarse! –Loki lo miro con el ceño fruncido.-
-¿Ya perdiste la memoria viejo? –Escupió con odio Loki y Odín lo volteo a ver igual.-
-Yo nunca olvido nada. –Subió un escalón.- Pero ustedes no pueden hacer esto y tú… -Señalo a Thor amenazante.- Ya estas casado.
-Padre… -Interrumpió Thor.- Como usted me ordenó, leí los reglamentos ante el reinado y en el pasado se ha permitido el doble matrimonio.
-¡En el pasado! ¡No ahora! ¡Y mucho menos ustedes!
-Pues ya es hora de que todo Asgard se enteré, ¿no? –Reto Loki con la misma pose altivo, dejando caer sus manos alrededor de su abultado vientre y uniendo sus dedos en la base.-
Thor volteo a ver a Loki, no sabía si eso era buena idea ahora. Escuchándose el eco de la respiración entrecortada de Odín, tomando asiento en uno de los escalones.
-No, Asgard no necesita este tipo de noticias. –Contesto Odín.-
-No me importa si lo necesita o no, con este matrimonio mi bebé adquiere el derecho a ser digno al trono, así que ve pensando cómo le harás porque cuando nazca, quiero que ese derecho se haga valer.
-Todo el pueblo los conoce como hermanos, una noticia así… -Es interrumpido.-
-¡Al diablo viejo! ¡¡Si no lo haces tú, lo hago yo!! Y sabes lo sutil que soy… -Acomodo su ropa después del exabrupto que tuvo.-
Un sonido en el fondo llamo la atención de los tres en la habitación; Jane iba entrando y lentamente acomodaba su postura mientras avanzaba, en su rostro mostraba que lo había escuchado todo.
Thor sintió un punzar en la boca del estómago, queriendo explicarle por qué lo había hecho, pero ella esquivo su mirada y se presentó a Odín con una reverencia. Thor y Loki voltearon a ver a Padre de Todo preguntándose ¿qué hacia ella ahí?
-Llame a toda la familia a presentarse aquí. –Contesto Odín poniéndose de pie.- Hay una noticia que debemos darles…
-¿Debemos? –Cuestiono Thor sin entender.-
-Sí, su madre y yo. –Extendió su brazo izquierdo y desde el fondo apareció Frigga, regañando con la mirada a Thor y a Loki por la decisión que habían tomado.-
Loki bufo esquivando la mirada de su madre, cruzando sus brazos sobre su abdomen.
-¿Es algo malo? –Pregunto otra vez Thor, esto era nuevo.-
-No hijo. –Contesto Frigga con ese tono maternal. Volteando a ver a su marido, acariciando su brazo izquierdo con una sonrisa en su los labios.-
Mientras que Loki los miraba con el entrecejo fruncido, analizando.
-Ustedes si renuevan sus votos y nosotros no. –Habló Loki al ver la actitud tan acaramelaos de Odín y Frigga, mismos que los voltearon a ver no muy contentos con el comentario.-
-Contigo hablaré después. –Amenazó Frigga.-
-No, yo no voy a hablar con nadie. Después de esta reunión me iré a mis aposentos a descansar.
Mientras que Jane no emitía ninguna palabra, su orgullo de mujer estaba herido y por no querer hacer una escena enfrente de ellos se contuvo las lágrimas y la rabia.
-Ya, por favor. –Detuvo Thor el intercambio de palabras.- ¿Qué es lo que pasa? Me tienen preocupado.
Odín tomo un poco de aire apretando la mano de su mujer, sonriendo con orgullo de lo que iba a decir. Miro a todos y dijo…
-Frigga está de encargo nuevamente. –Las palabras helaron a todos ahí presentes.-
-¡¿Qué?! –Pregunto Thor con horror, hace unos meses habían sospechado de eso.-
-¡¿Aún puedes?! –Soltó en exclamación Loki.- ¡Agh! ¡Maldita imagen mental! –Da una media vuelta con las manos en la cabeza.-
-¡Loki! –Regañó Frigga.-
-¡Es que no puedo creer que aún pueda! ¡Y todavía te embaraza! ¿Por qué? –Se dirige a su madre.- ¿No se da cuenta que no está en EDAD para criar a un bebé?
-¡¿Ah y tú sí?! –Habló Jane en medio del enojo que traía atorado.-
-¡Cállate maldita! –Volteo rápidamente a ella, señalándola y caminando hacia ella pero Thor se interpuso.-
-Calma Loki. –Habló con suavidad.-
-¡Cállate! –Se asomó a un costado de Thor a verla.-
-¡Para lo único que quieres a tu hijo es para la herencia del trono!
-¡Dile que se calle que si no ahora mismo la aviento por el Bifrost! –Le advierte a Thor, mismo que sostenía el cuerpo de Loki para evitar una tragedia.-
-Ahorita, pero cálmate primero… -Dijo Thor empujándolo en su lugar.- Ya basta Jane, no es momento para esto.
-No es momento para nada según tú, que te desapareces sin decir nada y regresas con está estupidez.
-¡Aunque te arda! Es mi marido ahora. –Asomo la cabeza a un costado de Thor.-
-¡Ya basta los dos! –Alzo la voz con enojo.- Y tú y yo hablaremos después. –Miro a Jane con chispas en los ojos.- Ahora lo único que me importa, es que va a haber un nuevo hermano… -Volteo a ver a Loki, mismo que lo apuñalaba con la mirada.- Medio hermano… Y tío, en ésta familia.
Miro como sus padres lo veían como controlaba la situación; en su frente se estaba marcando la vena por el coraje que estaba conteniendo. Suspirando con cansancio, terminando por sentarse en el suelo volviendo a ver a sus padres con una frase en su mente…
-Tres embarazos en el palacio. –Dijo con confusión, mirando los ojos de ternura de su madre, misma que le regalaba una sonrisa y él se la devolvía.-
-Hubiera sido uno y ahora dos… -Habló Loki con suavidad y parsimonia.- Si alguien hubiera muerto por ahí… -Indirecta que mandó mirando a los ojos a Jane.-
-Ese hubieses sido tú. –Respondió Jane.-
-Qué lástima, soy inmortal. –Entono con burla.-
-No tanto… -Escupía bilis.-
-Ya a los dos. –Gruñó Thor entre dientes.- Te dije que una de las normas es que se llevaran bien.
-Aunque te pese, ya tengo el anillo en mi mano. No tengo por qué seguir con la farsa. –Dice mirando a Jane, misma que lo miraba con un odio profundo.-
-Me diste tu palabra. –Se puso de pie de nuevo.-
-Yo te advertí, y te dije que si realmente te creías ese cuento y dijiste que sí. No es mi problema.
Thor bufo con frustración, mirando al suelo en busca de encontrar la paz que necesitaba ahora.
En eso Jane se acercó a acariciar su rostro con calma, buscando su mirada y sonriéndole; acto que asqueo a Loki haciéndolo rodar los ojos y tomando camino fuera de ahí.
-Yo ya lo disfrute toda esta semana. Que te aproveche linda. –Dijo con molestia, sintiendo todas las miradas sobre de él.-
Jane por el comentario le soltó un manotazo en el brazo a Thor.
-Ya basta Jane.
-¡Basta de nada!
-No, ¡claro que sí! Sabes bien cómo es el carácter de Loki y tú vas y lo provocas.
-¿Ahora soy yo la de la culpa? –Se señaló indignada.- ¿Quién se fue sin decirme nada o al menos comentarme qué pensabas hacer?
-No tengo por qué decirte nada de lo que hago o a dónde voy. –El rostro de Jane mostraba sorpresa.- Yo no estoy ventilando a los nueve mundos lo que planeo hacer para ustedes dos, porque en el menor descuido van y se matan. –Hizo una pausa para tomar aire.- Conozco perfectamente las artimañas de cada uno como para saber qué es lo que harían para evitar que pueda complacer al otro. Y ahora… nada me importa más que el hecho de que mi madre está de encargo. Y discúlpame Jane, pero puedes hacer lo mismo que Loki, irte a descansar.
Jane no daba crédito a lo que Thor le había hecho, dio media vuelta sin despedirse de Odín o Frigga caminando hasta la salida del pasillo.
Mientras que escondido por ahí cerca, estaba Loki escuchando cada palabra y en su corazón sintiendo un regocijo, sonrió al escuchar como la corría. Camino a un lado de una columna y se transformó en un guardia del palacio.
-Lo siento… -Dijo Thor a su madre.-
-Descuida hijo, pero… creo que fuiste un poco duro con ella.
-Lo sé, y después hablaré con ella. Cuando todo esto se pase… -Dijo con incomodidad de que hayan presenciado ese acto.- Y… felicidades… -Agrego con una sonrisa en su rostro, abrazando a sus padres en la soledad del salón.-
Después de unos segundos, ambos padres se fueron tomados de la mano y del brazo a sus aposentos, topándose con un guardia que venía entrando el cual los saludos con una reverencia con la cabeza y después continuo hasta Thor, que estaba dando la espalda de dónde el guardia venia.
-Señor. –Dijo con rudeza el guardia, llamando la atención de Thor que con fastidió lo volteo a ver.-
-¿Qué pasa? –Molesto contesto.-
-El señor Loki lo manda a buscar. –Escucha una exhalación del rubio.-
-Está bien, ahora voy. Puede retirarse… -Dijo con pesadez Thor y empezó a caminar a dónde se había ido Loki.-
-No puedo, el señor Loki me indico que lo custodiara hasta sus aposentos, para que nada lo interceptara en el camino. –Thor rodo los ojos y sonrío al último.-
-Sí, está bien. Vamos…
Una sonrisa divertida se marcó en los labios del guardia, siguiendo a Thor siempre atrás hasta llegar a los aposentos de Loki. El rubio toco un par de veces su puerta pero no hubo respuesta, la respiración de Thor se volvía pesada y cansada de que tal vez sea otro de sus juegos, sin seguir esperando abrió la puerta y dio un rápido vistazo sin encontrar ningún rastro de él.
-Se puede retirar. –Volteo a decirle al guardia para continuar entrando.-
-No puedo. –Está respuesta fastidio de sobre manera al dios.-
-¿Y ahora por qué? –La pregunta causo gracia en el azabache, que de forma inconsciente sonrío como era su costumbre, cambiando la mueca del rostro a una típica en él.-
-¿No se lo imagina? –Pregunto viendo el gesto de confusión de querer saber en dónde había visto esas muecas, hasta que relajo por completo su rostro.-
-No puede ser… -Relajo en tono de su voz.- Loki… -Menciono viendo acercarse a sus labios mientras lentamente iba desapareciendo la imagen del guardia.-
-Me encanto como me defendiste… -Se sintió tan homosexual al decirlo. Pero ya no podía cambiarlo, estaba frente a él una amplia sonrisa.-
-No deberías de estar escuchando pláticas ajenas. –Dijo acercándose a tomarlo de su cintura, acariciando de paso su abdomen.-
-No eran ajenas, me involucran a mí, además… era reunión familiar.
-Reunión de la cual tú decidiste irte. –Aclaro con ternura.-
-¿Desde cuándo se define qué se puede o no hacer al dejar una reunión? –Pregunto con tono meloso, acariciando la nuca del dios del trueno mientras entrelazaba sus dedos en el cabello del rubio.-
-¿Tengo que decírtelo? –Pregunto igual con suave voz, disfrutando de lo seductor que estaba su ex-hermano.-
-No, sabes que yo hago lo que quiero… -Ambos sonrieron con diversión, acercándose a besarse.-
-Me encantas… -Murmuro entre besos, causando la sonrisa de victoria en Loki.-
De forma infortunada, Jane había llegado a dónde se encontraban ellos dos en pleno romance. Sin poder evitarlo pronunció el nombre del dios del trueno en alto para separarlos, notando esa sonrisa burlista en el azabache.
-¡Thor! –Alzó la voz con el gesto desfigurado.-
-¿Qué sucede? –Pregunto Loki ante la cara.- ¿Se te antojo? –Río ante lo último.-
-Basta Loki. –Detuvo Thor caminando hasta ella, viendo en sus ojos un grupo de lágrimas acumularse en sus ojos.- Jane, ¿qué pasa?
-Nada… -Contesto después de exhalar, ahogando el llanto, recargándose en la esquina del pasillo.-
Mientras Loki miraba desde su posición todo el teatro de Jane, lágrimas, un casi desmayo y a Thor con toda su atención sobre ella; sí que sabía cómo hacerlo. Alzo las cejas reconociendo que era una buena técnica para tener al padre de su bebé no nato atendiéndola.
Todo era sin importancia hasta el momento, los gritos de ella se volvieron sin sentido, amenazando, regañando y al mismo tiempo se arrepentía de lo que había dicho y volteaba las cosas a ser ella la víctima de todo y más de Thor. No quería que la tocaran y después sí; Loki se mantuvo de pie todo el tiempo hasta verla caer lentamente al suelo, soltando un grito aún más fuerte que antes, llevando sus manos a su vientre con un gesto de terror en su rostro.
Hasta ahí, todo había sido una buena actuación, o por lo menos para Loki lo era, sólo cuando pido ayuda de forma desesperada nombrando el dolor intenso que tenía. Todo el mundo del palacio de agilizo en busca de ayudar a la esposa del príncipe de Asgard, Loki quedo sólo en el pasillo mirando el camino que habían tomado todos los guardias y enfermeros para atender a la mujer de su hermano.
Poco después de la hora de los alimentos, la sirvienta de siempre llego con la bandeja de comida para el hechicero, ahí fue cuando Loki aprovecho a preguntar acerca de lo que le había sucedido a Jane, la chica comento que había tenido una amenaza de aborto y que ahora estaba en absoluto reposo y que sobretodo no podía tener ningún disgusto o sobresalto hasta que el heredero naciera.
La sirvienta se marchó dejando al azabache pensativo en todo lo que paso. ¿En realidad no estaba fingiendo?
Unas horas más tarde Loki pidió que un par de guardias lo acompañaran hasta los aposentos de Thor y Jane; las puertas de la habitación estaban custodiadas por dos de los guardias reales, toco con suavidad antes de entrar, asomando la cabeza con cuidado, viendo que los únicos que estaban eran su madre Frigga y Thor, a los costados de la cama en dónde Jane estaba recostada de lado mirando a Thor con el gesto demacrado y pálido. Apenas la mortal lo vio entrar lo asesino con la mirada, misma que tolero Loki.
-¿A qué vienes? –Recibió al azabache con odio en su voz, mismo que altero a Thor ya que antes las advertencias dadas por los médicos fueron claras: nada de alteraciones.-
-No te alteres, por favor amor… -Hablo Thor con suavidad, haciéndola recostarse.-
Ese “amor” revolvió el estómago de Loki, pero se tragó el asco.
-Sólo quiero saber cómo estás. –Contesto con parsimonia a la pregunta hostil de Jane.-
-¿Y qué te importa? Si lo que realmente quieres es verme muerta. –Dijo sentándose más sobre su pierna.-
-No negaré que te quiero muerta, en los confines de Helheim, pero no mientras estés gestando. Ese bebé no tiene la culpa de nuestras disputas. –La mirada de Jane no cambiaba, sin embargo ese comentario la hizo meditarlo.- Pero aunque ni a ti, ni a mi nos guste, compartimos a un mismo padre y hombre. Y en algún momento reclamaremos la atención de él en cualquier sentido; y es mejor estar en ese entendido para evitar futuras complicaciones.
-¿Y si no quiero entenderlo? –Contesto tajante Jane, no le agradaba la presencia de él, pero igual tenía razón y al mismo tiempo ella no quería compartirlo.
Loki dio un respiro hondo ante la respuesta negativa de Jane, irguiendo la postura.
-Piénsalo… Después me haces saber tu respuesta. –Se disponía marcharse, volteando a ver a su madre y a Thor.- Con permiso. –Salió de la habitación con toda calma, dejando a todos ahí en un silencio que no entendían bien qué había pasado.-
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
La madrugada había entrado fría y solitaria. Su habitación estaba más vacía y amplia que nunca; no podía conciliar el sueño de ninguna manera y su pequeño retoño se revolvía sin descanso, tal parecía que también sentía que algo le faltaba. Sonrío al pensar que ese algo era su padre y su ahora esposo, miro el anillo en su mano y acaricio con su pulgar el mismo.
Paso su mano derecha tras su cabeza para acomodarse mejor bocarriba en la cama, mirando su mano izquierda y de paso la puerta, misma que se abrió con cuidado. El azabache con el ceño fruncido miro el intruso que lentamente iba entrando hasta verle la cabellera dorada y su rostro con una media sonrisa al verlo aún despierto.
-Perdón, ¿te desperté? –Pregunto con cautela cerrando la puerta tras su espalda.-
-No… -Contesto con una sonrisa, sentándose un poco más en su lugar.- ¿Qué te trae por aquí hermano?
-Ver cómo está mi esposo y mi hija… -Contesto el dios del trueno mientras iba subiendo a gatas a la cama, bajando su rostro a saludar a su bebé con besos y caricias, que fueron bien recibidas por ella con pataditas y movimientos pronunciados de emoción.-
La respuesta de la bebé hizo sonreír a ambos padres, que terminaron en suaves besos entre ellos hasta que lentamente el dios del engaño cayó en un profundo sueño en brazos de su esposo. Thor se encargó de abrazarlos de forma protectora, asegurándose de velar lo que restaba la noche su sueño, dejando uno que otro beso en cada vez que podía, acariciando su brazo hasta quedar dormido junto con ellos.