Thor Odinson había despertado muy temprano esa mañana, lo que extraño un poco a Jane ya que habitualmente era ella la que le ganaba.
Thor desayuno tranquilamente y al terminar fue a dar un paseo por los jardines recordando cada bello segundo que pasó la tarde anterior en los brazos de su ex-hermano, hasta ese momento Thor se encontraba nadando en su mente, sin ver nada sólo recordando.
La voz de uno de los guardias lo saco por completo, volteo sobre su hombro a ver quién lo molestaba con el ceño levemente unido.
-¿Qué pasa?
-El señor Odín lo está buscando.
-De acuerdo, en seguida voy. –El guardia hizo una reverencia, para luego dar media vuelta e irse. Thor quedó pensativo un momento hasta que dio un profundo suspiro, encaminándose hasta el salón principal.-
Paso bajo el portón dorado de doble puerta que se encontraba abierta, viendo la figura de su padre de espaldas hablando con uno de los guardias.
-¿Me buscabas padre? –Pregunto con firme voz. Odín volteo a verlo, sonriéndole de forma sutil.-
-Sí hijo. –Extendió su brazo para que lo acompañara.-
-¿Qué paso? –Cruzo su brazo para abrazarlo.-
-Tenemos que viajar a Alfheim…
-¿Hay problemas? –Lo miró de inmediato.-
-No… -Negó de lo más tranquilo, palmeando su espalda.- Sólo es viaje de rutina, hablar con los reyes, la diplomacia y nuevos tratos.
-Sí. –Acento escuchándolo.- ¿Y cuándo viajamos?
-Hoy mismo. Ya está todo preparado.
-De acuerdo, sólo me despido de Jane y partimos. –Sonrío con sinceridad.-
-Adelante, te espero en la puerta…
-Ok. –Palmeo la espalda de su padre y se giró para salir de ahí.-
El camino que estaba tomando era completamente distinto a la que daba a la habitación de ambos. No, él no iba a ver a Jane, sus pies mantenían una prisa que ni él conocía y sólo cuando llego estar frente a la puerta se dio cuenta de a quién quería ver… a Loki.
Dio un profundo suspiro y avanzo a abrir la gran puerta con ese sonoro escándalo que siempre hacía al abrirse. Bajo los escalones con parsimonia, buscando con la mirada el resplandor de su celda y esperando ver ese hermoso cuerpo ahí dentro.
Se acercó por el camino de piedra hasta su celda, viendo al joven Loki de perfil sentado en el fondo, leyendo uno de sus libros con su ceño levemente unido y un gesto de mucho interés, para él era habitual escuchar la puerta abrirse por esas horas, entrando y saliendo gente que no prestaba el más mínimo interés en el prisionero real.
Cambio de hoja en su libro para continuar leyendo, sin darse cuenta que era espectáculo para un curioso, sin embargo, su nariz capto un aroma. Saco su mirada del libro para ver a la nada, tratando de convencerse de que era parte de su imaginación. En la boca de Thor una sonrisa se iba marcando cada vez más grande.
-Hermano… -Su gruesa voz resonó en todas las paredes, e hizo saltar de alegría el gris corazón del hechicero, quién bajo lentamente el libro hasta recargarlo en sus piernas, volteando lentamente a verlo con los labio entreabiertos.-
-Es muy temprano, ¿no lo crees? –Lo miraba inexpresivo e incrédulo.-
-¿Y tú solamente piensas en eso? –Le arrebato una sonrisa amplia, llena de vida, digna de un dios como él.-
-Sino ¿a qué más haz venido? –Ladeo un poco su cabeza.-
-A despedirme… -Loki frunció sutil el ceño sin comprender a qué se refería.-
-¿De qué hablas? –Una angustia abrazo su corazón, dejando su libro de lado de forma inconsciente, algo que noto Thor y rápido unió las piezas.-
-No es nada grave. Tengo que ir con Padre a Alfheim… -El rostro de Loki se relajó en cuanto lo nombro.- Lo habitual, nuevos tratos, acuerdos, blah, blah… -Mientras continuaba hablando, el azabache se levantó de su asiento acercándose lentamente hasta el cristal.- Y… ya sabes que esos viajes duran días hasta que se cumpla el cometido. –Por fin lo volteo a ver, encontrándose con el más bello rostro que sus ojos podían ver, una sonrisa marcada y una paz reflejada en los ojos esmeraldas de Loki.-
-Sí lo sé… -Atrajo de vuelta el pensamiento de Thor.- Así que no te veré, hasta… dentro de mucho tiempo.
-Espero que no sea tanto… -Hablaban en casi un susurro, pero podían escucharse sin esfuerzo.-
Loki apoyo sus manos en el cristal buscando tocar un poco las manos de Thor, esté entendió lo que quería hacer y las acercó en el grueso cristal que los dividía.
Sus respiraciones hacían un poco de eco en lo hueco del recinto, acariciando sus manos y sintiendo la calidez traspasar el cristal.
La mirada de Loki lentamente fue cambiando, se volvía oscura y profunda, sus labios se volvían un poco más colorados, los dejaba entreabiertos provocando que fueran deseados a ser besados con pasión hasta decir basta, Thor no podía negarlo, lo estaba haciendo a propósito.
-Deja de mírame así… -Susurro con voz ronca por el incentivo.-
-¿Así cómo? –Pregunto inocente, manteniendo ese gesto en su rostro.-
-Tú sabes cómo… -Thor lo miraba distante, pero con una oscuridad en sus ojos. Loki no pudo evitar sonreír, al haber sido descubierto en su intento de seducirlo. Acercando su cuerpo cada vez más al cristal, como si tratara de traspasarlo.-
-¿Y qué esperas? –Thor no dejaba de disfrutar esa imagen que le daba, acercándose un poco más al cristal.-
-¿No es qué es muy temprano?
-Cambie de opinión… -Sin evitarlo, ambos sonrieron ampliamente, en complicidad con algo de excitación en sus miradas, ese juego le estaba encantando al dios del trueno.-
En eso la voz de uno de los guardias llamaba por su nombre a Thor, diciendo que Odín lo esperaba y que se diera prisa ya que era tiempo de partir. Ambos dioses se separaron casi de inmediato en caso de que llegaran a entrar y los descubrieran, sin embargo eso no paso y sólo se miraron con un dejo de susto y travesura.
-Me tengo que ir…
-Sí… -Decía con timidez.- Hasta pronto…
-Muy pronto… -Agrego sonriendo, haciendo que en Loki también se marcara una sonrisa. Dando media vuelta para subir hasta salir de la prisión, haciendo el estruendoso ruido con esa puerta al salir.-
De nuevo, estaba sólo, en medio de su celda y del silencio. Aunque le quedo el más grande deseo de besar esos carnosos labios antes de que se fuera, poco le hubiera faltado… Llevo sus dedos a acariciar sus labios nadando en el mar de sus pensamientos, sonriendo al llegar a su mente una idea.
En cuanto llegara, le daría la más grande sorpresa de bienvenida.
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La mañana transcurría de forma tranquila por el reino, los guardias y demás trabajadores continuaban con sus labores mientras Jane tardaba en salir de la habitación así que cuando se dispuso a buscar a Thor nunca lo encontró.
Se dirigió hacia el comedor con la esperanza de ahí encontrarlo pero tampoco, suspiro frustrada apoyando sus manos en su cintura cuando una de las sirvientas se acercó a preguntarle si deseaba desayunar, Jane iba a contestar que no ya que quería seguir buscando a su esposo cuando escucho la voz de Frigga entrar saludando.
-Buenos días… -Entro con un sonrisa en su rostro.-
-Oh… -Volteo a verla.- Hola Frigga. –Sonrío.-
-Hola Jane. Sírvanos el desayuno, por favor. –Dijo dirigiéndose a la sirvienta.-
-Claro, con permiso… -Hizo una reverencia para luego partir a la cocina.-
-¿Cómo estás Jane? –Pregunto Frigga caminando hacia el comedor.-
-Bien, ¿y tú?
-También… -Tomo asiento de forma elegante, esperando que Jane lo hiciera también.- Te noto ansiosa…
-Eh, sí… -Tomo asiento tratando de imitar a Frigga con algo de torpeza.- No encuentro a Thor por ningún lado.
-¿Cómo? ¿No lo sabes? –Pregunto extrañada mirándola con el ceño levemente fruncido.-
-¿Saber qué? –La miró confundida. Mientras que un par de sirvientas regresaba con los platos del desayuno.-
-Odín se llevó a Thor al Alfheim a un viaje de diplomacia. –Jane ladeo un poco la cabeza.- Esos viajes se hacen cada determinado tiempo para aclarar detalles, y que así aprenda Thor antes de que Odín se retire.
-¿Y por qué Thor no se despidió de mí?
-Debieron de ser las prisas que Odín traía. Ellos dos casi no han hablado desde que ustedes se casaron.
-Ni yo con él…
-¿Qué dices? –La miró llevando un poco de fruta de su plato a la boca.-
-Últimamente casi no lo veo y ni hablamos, a veces lo busco y no lo encuentro por ningún lado.
-A lo mejor está aclarando sus ideas, o planeando nuevos ataques. Quién sabe.
-Pero tampoco está en el campo de entrenamiento.
-Su entrenamiento está siendo cada vez más reducido para que su concentración este en esto precisamente.
-Hmmm… -Suelta con frustración.- Estoy muy poco informada. –A lo que Frigga sonríe.-
-Esto me lo ha dicho Odín. No te enterarías ni por Thor, ya que te repito, ellos casi no han hablado.
Ambas se quedaron en silencio con una sonrisa algo de tranquilidad en Jane. Desayunando con resignación aún sin lograr entender por qué no se fue a despedir de ella.
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El viaje de Thor y Odín duro por lo menos 2 semanas Asgardianas en completar todos los detalles que requirieron su presencia en Alfheim. Los habitantes de allá los recibieron de brazos abiertos y con muy buenos banquetes.
Toda la guardia real seguía a sus reyes por el Bifrost hasta entrar al reino, escuchando las alabanzas de sus habitantes al verlos regresar.
No tardó mucho en que Jane y Frigga fueran al salón principal para recibir a sus esposos con alegría, Thor y Odín bajaron de sus caballos caminando hasta dónde estaban ellas, Jane no tardó mucho en correr hasta los brazos de Thor, a lo que Frigga sólo sonrió con ternura entendiendo el deseo que volverlo a abrazar, por su parte ella caminaba con tranquilidad extendiendo sus brazos a su marido quién hacia lo mismo hasta abrazarla con fuerza.
-Thor… -Dijo en su abrazo.- Te extrañé tanto… -Llevo sus manos acariciar su rostro y verlo a cada detalle. Mientras que él sonreía forzado.-
-Yo también… -No quería tocarla, pero coloco sus manos en su cintura, sintiéndose incómodo con eso.-
-Thor… ¿Por qué no fuiste a despedirte de mí? –Preguntaba melosa, de puntillas para poder alcanzar el rostro de Thor.-
La pregunta que hizo Jane llamo la atención de Odín con el ceño fruncido. Thor lo notó y tenía que salir de esa mentida que le había dicho a su padre.
-Eh, t-te… te busqué, pero no te encontré.
-Yo aún estaba en la habitación. ¿No fuiste ahí?
-Como siempre te levantas temprano y sales al jardín o a desayunar. No… nunca se me ocurrió ir a ver… Lo siento… -Volvió a tomar su cintura con un poco más de fuerza, logrando esquivar la mirada cuestionante de Odín.-
-No te preocupes. –Con un pequeño salto logro besar sus labios, manteniendo una sonrisa llena de un deseo desbordante por consentirlo como nunca.-
Thor se sentía incómodo con esas miradas que Jane le hacía, añadiendo los susurros de su madre al oído de su padre y que esté terminé asentado con una sonrisa cómplice, quería morirse… pero no podía hacerlo aunque pudiera.
Dentro de él había una urgencia de salir corriendo de esta pequeña bienvenida que les estaban haciendo después de su largo viaje, correr hasta tener entre sus brazos el cuerpo delgado de su ex-hermano, hacerle el amor con deseo, llenando cada espacio de su gris corazón, dejarlo sin aire al terminar de gritar su nombre.
El gesto de Thor se dulcifico al pensar en su rostro sonrojado al igual que su pecho, jadeando con dificultad mientras aún mantenía un poco de su propio semen en su pecho, viéndolo como sólo él sabe, calculando, preguntando y tratando de entender con sus ojos entreabiertos, acto que llenaba de regocijo el ancho pecho de Thor.
Sin darse cuenta era llevado de la mano por un pasillo. Frunció un poco el entrecejo al escuchar algunas voces lejanas, el agarre de su mano no era del todo cálido.
-Thor… -La voz chillona de su lado lo saco de sus pensamientos.-
La volteo a ver con el entrecejo peor de fruncido, sin entender en qué momento había dejado abandonado a Loki en la habitación y había llegado aquí, en un segundo recordó que sólo fue un pensamiento, un deseo frustrando y que ahora iban caminando a saber dónde.
-¿En qué piensas? –Se abrazó a su brazo, interrumpiendo de nuevo sus pensamientos.-
-Eh… En cosas… -Dijo secamente sintiendo esas ganas de empujarla y correr de ahí.- ¿A dónde vamos? –Atino a preguntar, atrayendo la mirada entre divertida y confundida de Jane.-
-Sabía que no me estabas escuchando… -Acaricio su brazo con ternura.- Te dijimos que pasáramos al otro salón para… -Sonrío traviesamente.- …una sorpresa…
-¿Sorpresa? –Repitió con el ceño unido.-
-¡Sí! –Dijo alegre jalando más de su mano hasta salir del umbral y pasar al otro salón.-
Y vaya sorpresa que sí se llevó, entre coros de alegría todos en el reino, amigos y familiares gritaban a todo pulmón “Feliz Cumpleaños Thor”.
La cara del dios del trueno no podía describir el asombro que tenía. En su mente todo era un error, ¿su cumpleaños? Pero sí era…
De pronto todo empezó a embonar, las dos semanas que estuvo de viaje, eran las que faltaba para su cumpleaños. Se quedó en ese día que partió. ¿Cómo pudo olvidarlo? Ah claro… Loki. La razón de que ahora estuviera tan aturdido con tantos saludos, abrazos y sonrisas que le daban la bienvenida y la felicitación de sus recién cumplidos años.
Sonrío al llegarle a la mente la idea de que posiblemente estuviese ahí, entre la multitud su querido hermano y amante.
Ignoraba claramente a todos que pasaban a hablarle y querer hacer platica. Él siguió avanzando entre toda la gente para poder encontrarlo. Pero nada, hasta dónde llevaba avanzado no había algún gesto que le fuera conocido de él.
Cansado ya de estar tratando de pasar entre las personas, se dirigió con uno de los guardias a preguntar.
-Señor. –Enderezo la postura al verlo acercársele.-
-¿Sacaron a Loki?
-No señor. Está prohíbo hacerlo.
-Pero, ¿ni en mi cumpleaños?
-No señor. Odín, padre de todo, ordeno claramente que no se le dejara salir por ningún motivo el día de hoy. Ni los días que dure la celebración. Y se ha aumentado la seguridad en su celda. –Thor lo miraba horrorizado ante las órdenes de su padre.-
-¿Qué clase de aumento?
-Se le puso de guardián al Destructor.
-¿Qué? –Dijo exaltado.- ¡Sino es un animal!
-¡¡Thor!! –La voz de Jane lo saco de nuevo de sus pensamientos.- ¿Qué haces mi amor? –Llego hasta su lado, abrazándose a su brazo.-
-Nada… Sólo, asuntos de… seguridad.
-Está bien. Ven, vamos a cortar tu pastel.
-S-sí… -Dijo no muy seguro, ahora estaba muy lleno de rabia por la injusticia de colocarle al Destructor de guardián. Hoy, en su cumpleaños. Cuando más es que muere por verlo.-
-Feliz cumpleaños señor… -Felicito el guardia con el que habló. Algo que desconcertó un poco al dios.-
-Gracias… -Dijo un poco más calmado. La primera felicitación que le dio gusto recibir.-
El guardia al verlo irse, soltó el aire del pecho, descansando un poco. Su compañero que estaba a su lado, lo miro de reojo y con un gesto de susto.
-Te arriesgaste al hacer eso.
-Lo sé. Pero no quería quedarme con la ganas de hacerlo. –Contesto recuperando la postura.-
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La tarde transcurrió tan lento que creyó que el tiempo estaba detenido, sentado en el fondo del comedor, viendo las caras felices de los invitados que él no invito. Escuchaba las voces lejanas, distantes de él, no pertenecía ahí. Sus pensamientos eran constantemente interrumpidos por las caricias que su esposa Jane le hacía sobre su mano.
Los miraba a todos y por las caras y sonrisas de sus padres, tenía que cumplir con un acto. El beso en la mano de su esposa. Forzadamente lo hizo, viendo la sonrisa marcarse en los labios de ellos. Desagradable, dijo en su interior.
Ya entrada la noche, poco a poco la gente se estaba despidiendo, dejando gradualmente vació el salón. Algunas parejas bailaban con la suave música que se escuchaba al fondo, y otras tantas hablaban sentadas o asomadas en el balcón.
De un bostezo, encontró el pretexto para poder salir de ahí. Y así lo hizo.
Llego hasta la prisión, la cual estaba celosamente cuidada por dos guardias a los costados de la puerta, mismos que hicieron una reverencia al verlo llegar. Sin pedir permiso, entro ignorando cualquier contra que hubiera impuesto su padre.
La puerta hizo su sonoro estruendo al abrirse cómo era costumbre. Su estómago vibro y su corazón latía más rápido al bajar por los escalones y avanzar por el camino de piedra.
A lo lejos podía ver su celda, brillante, y a un costado el guardián, de pie, esperando cualquier orden. Suspiro triste y continuo con sus pasos, y entonces lo vio…
De pie frente al grueso cristal, con sus palmas apoyadas en el vidrio. Su rostro mostraba una gran curiosidad, duda, incertidumbre y una hermosa y amplia sonrisa que adornaba sus delgados labios rosas.
No pudo evitar sentir orgullo por saber que lo esperaba con ansías. Sonrío ampliamente llenando su pecho de aire, camino con más rapidez hasta tocar el cristal y sentir el calor de sus manos traspasar el cristal.
-Thor… -Sonrío al verlo de cerca.-
-Muero por abrazarte… -No dejaba de admirar su rostro, caminando directo hacía la puerta de su celda.-
-No, no, no… -Lo seguía asustado hasta la puerta, tratando de evitar que se acercará.- Thor, no…
-Tu trabajo termino Destructor. –Dijo con gruesa voz, sacando la copia de la llave que tenía y estando a un paso de distancia de la puerta, el guardián empezó a moverse, cargando el disparo que lanzaría en contra de Thor.-
-¡Aléjate de la puerta! –Loki grito alterado a medio metro de la puerta.-
-Pero… -Thor no daba crédito a lo que estaba viendo.-
-Nadie se puede acercar a la puerta.
-¡Pero soy el hijo de Odín!
-¡Sobre todo tú! –Atrajo la mirada de sorpresa de Thor.- Odín mando a decir que nadie podía abrir está celda, ni siquiera su hijo aunque intentara acercarse. Solamente él… -Trataba de recuperar el aliento.- Mejor ven, aléjate de ahí… -Claramente se empezaba a escuchar el descansar de la maquina al notar que el peligro se alejaba.-
Con pesadez y algo aturdido por la noticia lentamente iba haciéndose para atrás. Regresando a hasta el otro lado de la celda viendo a Loki seguirlo con una mirada de comprensión.
Por fin lo volteo a mirar, encontrándose con los ojos esmeraldas de su hermano, sonriendo inconsciente y causando que Loki también sonriera. Ambos se miraban a través del cristal, apoyando sus manos sombre el mismo, quedando en silencio con la soledad del lugar.
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Al poco rato ambos dioses estaba sentados en el suelo como flor de loto, platicando amenamente por lo menos un par de horas, ante la guardia atenta del Destructor.
-Te extrañe mucho hermano- dijo de repente Thor ante la mirada tranquila pero calculadora de Loki, ansiosa por que traspasara el cristal y lo sacara de ahí, lo besara, acariciara, le hiciera el amor de nuevo.- Como quisiera poder cruzar este cristal y hacerte el amor de nuevo.
-No te arriesgues, no sé porque Odín pidió resguardarme aun ante la vista del Destructor.
-Esto no se va a quedar así, no eres un animal al que hay que estar cuidando.
-Thor basta -Bajo la mirada ceñudo.- No merezco que me trates de esta forma, si soy un animal y es por esa razón que padre de todo me manda a encerrar aquí y en cuanto intente escapar el destructor me convertirá en cenizas…
Thor se puso de pie colocando su mano echa puño en el cristal.
-No -Apretó los dientes- No, aún hay bondad en ti hermano…
-Nunca confíes en un mentiroso…
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Jane de nueva cuenta se encontraba ansiosa por tener a Thor cerca, parecía como si Thor estuviera rehuyéndola, pero de alguna forma no lo iba a permitir, se levanto de la mesa haciendo una reverencia en señal de disculpa para irlo a buscar, no estaba en la habitación, ni en el jardín, camino por largos pasillos llenos de estatuas altas cubiertas de oro, conforme caminaba se iba adentrando más y más hasta toparse con un guardia preguntándole por Thor, le indico que había entrado a la prisión donde fue a buscarlo.
Jane abrió la puerta de la prisión haciendo un notorio e inevitable ruido, el cual escucharon Thor y Loki, sintiéndose profanados en la intimidad de su plática. La voz de Jane hace que Thor se levante corriendo hasta ella para detenerla antes de que baje más.
-Estaba buscándote porque es hora de ir a dormir amor -Le acaricio la barba ante la mirada seria de Thor.-Te hace falta descansar, viajaste y además estuviste presente en tu fiesta.
Loki a lo lejos escuchaba el monologo de la mujer apretando los puños sobre el cristal, dejándose llevar por una oleada de celos ante la voz chillona y melosa de quién bien puede ser "su rival".
-Su cumpleaños -Abrió los ojos impresionado al escucharla usar esa referencia, lo había olvidado por completo.-
Después de todo en prisión, el tiempo pasa de diferente forma.
-Por favor Thor…
-Está bien, solo déjame terminar con esto y ahora te alcanzó, espérame afuera, no es lugar para una dama…
Jane sonrió de forma encantadora y melosa sonrojándose, asintió dándole otro beso en la mejilla desapareciendo tras la ruidosa puerta.
A Loki le dolió que Thor no lo hubiera mencionado, se cruzó de brazos dándole la espalda a el cristal, jamás tendría a Thor completamente, siempre estaría Jane, Odín, todo Asgard y esa prisión de cristal separándolos.
-Loki…
-Vete, estoy cansado.
-Pero...
-Vete, por favor Thor "tu dama" espera. -Expresaba dolor en esas palabras escondidas tras la serenidad, después de todo no por eso era "lengua de plata".-
Una lagrima traicionera bajo por su mejilla sin que pudiera retenerla, era doloroso no ser más que el amante de Thor, la recogió con su lengua para que Thor no la fuera a ver.
-Como digas hermano. -Dio media vuelta bajando el rostro.- Espero mi regalo de cumpleaños de tu parte, mañana vendré por él…
Soltó un bufido sabiendo a que se refería.