Con la respiración irregular alejó sus manos de su cuerpo dejándolas caer sobre el piso por lo que terminó manchando. A los segundos su respiración volvía a ser la misma y fue entonces cuando observó la sombra que se movía debajo de la puerta y los paso que se alejaban de esta, su lengua se deslizó sobre su labio inferior con deseo por saber que su padre había estado allí escuchando cada una de sus suplicas, mientras YongGuk solo podía alejarse del cuarto de su hijo con la vista puesta en su mano y la mancha de semen sobre ella, el moreno de cabellos negros se encerró en el baño para lavarse su propia suciedad, recargo sus brazos sobre el lavabo y dejó caer su cabeza al frente cerrando sus ojos.

—¿Que rayos haces? — se cubrió el rostro con ambas manos avergonzado por haberse excitado con los gemidos de su hijo al grado de necesitar masturbarse frente a su puerta— Esto no está bien...

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