-me pregunto ¿que soy para el?-

¿Alguna vez te has sentido desesperado por no poder demostrar tus sentimientos?, seguro que si, a mí me pasa ahora, se supone que esa clase de temas no son de mi interés, pero en este momento realmente estoy confundido.

El pasado regresa a mí y me atormenta con sus acciones, destruye poco a poco la confianza que me tenía, sin importar cuanto he tratado de olvidar, y la persona con la que estoy ahora, no soy del todo feliz.

“Soy un profesor, pensé que no volvería a topármelo en este lugar, pero… ¿Qué demonios hace trabajando aquí?”

-no voy a doblegarme esta vez-

-estás loco si crees que volveré a mirarte-

“no diré nada para que no voltees a verme”

¿De que va este maldito mocoso?, ¿Cómo se atreve a decirme que siente algo por mí?, detesto que me hagan ese tipo de bromas, además mi corazón es únicamente de él, así que no voy a hacerle caso, pero... ¿Por qué rayos me sonrojo?, ¿Qué es este miedo?, detesto la idea, ¿acaso yo...?

No, esto no puede ser.

Un sentimiento que se mantiene en un profundo silencio, donde no se ve la luz del camino que se toma, la soledad y la tristeza que evitan la felicidad, desesperación de compartir lo que tienes, cuando en realidad lo deseas, puede romper la promesa de amar a escondidas.