Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN" por p160880

[Reviews - 139]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!

Primero la disculpa que todos ustedes merecen, y es que ayer me pasó algo bien tonto, dejé el USB, donde tengo la historia, en casa, y no la pude actualizar, no saben lo culpable que me sentí… *Pao estuvo de muy mal humor todo el día*

Ahora yo estoy aquí bien escondidita bajo la capa de invisibilidad que tan amablemente me ha prestado Harry, y es que sé que el último capítulo estuvo algo “feito” y encima los dejé esperando un día de más, pero ya volví, y tenemos nuevo cap, que espero les guste…

Bien, antes que lo olvide, súper atrasado, (mas aun si es martes) les envío un saludo por el día de la amistad, espero que la hayan pasado bien…

Lo de siempre:

Pairing: Harry/Draco * Severus/Sirius * Remus/Lucius
Rating: NC-17
Advertencias: Mpreg; corazones rotos, partes empalagosas y algo de sufrimiento emocional, Flash, personajes algo OoC

Disclaimer:

Como siempre, todo pertenece a JKR, y también a Danver (a quien le escribí este fic), no se pretende lucrar ni conseguir beneficio económico con la historia o sus personajes, simplemente divertirme y entretener a los que leen.

Notas:

1.-Este fic fue escrito para Danvers, como regalo para el intercambio de fics por navidad en la torre de Astronomía (Amigo invisible) Me salió mas largo de lo que había pensado y sinceramente espero que te guste mucho, Danvers XD

2.-No es en realidad una historia de aventura, más bien es algo romántico.

Es post-guerra, Voldemort ya no existe y muchos de los personajes siguen vivos.

3.- Este fic tiene advertencia de Mpreg, (embarazo masculino) pero no serán ni Harry ni Draco.

4.- Esta historia es de relaciones chico/chico, si no te gusta, no te apetece o no te agrada, es tu momento de darle al botón “Atrás” o cerrar la ventana. Vamos que guerra avisada no mata gente.

5.- Nunca he podido mantener a un solo personaje como Top o bottom, por si es el caso, hago la aclaración.

Ahora si, ¿listos para saber que más pasará?

A leer…


 

CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN

CAPITULO OCHO: “AUSENCIAS”

Habían pasado ya seis semanas desde aquella noche en San Mungo y las cosas habían variado un poco:

Remus se había sorprendido al día siguiente de que Sirius pasara la noche internado cuando había ido a recoger algunas cosas que su amigo podía necesitar para su estancia, y se había encontrado con Snape, sentado en el sofá con un pequeño maletín al lado, “Es lo que necesita” le había dicho el hombre y Remus tenía que admitir que realmente se veía destrozado, había preguntado por cómo había pasado la noche y por toda la información que los medimagos podrían haberle dado, en un inicio Remus se mostró algo reticente a darle cualquier tipo de ayuda, pero finalmente lo hizo, porque sabía que su amigo también estaba sufriendo, que ambos lo hacían por desconfiados y testarudos y trataría de encontrar la forma de hacer que volvieran a estar juntos.

Snape había dejado de lado todas sus investigaciones, pasaba los días y las noches en San Mungo, los días en aquel pasillo, alerta a cualquier tipo de complicación o información acerca de Sirius o del niño, si se necesitaba ir por alguna cosa para hacer sentir mas confortable a Sirius él iba, traía revistas y libros además de varias tazas de café e incluso comida a todos los que se turnaban para acompañar a Sirius, la única condición era que no le dijeran nada a Sirius de su presencia, porque después de aquella pelea Remus le había explicado que había estado demasiado cerca de perder al niño y eso era suficiente para mantener a raya a Snape.

Pero las noches, en complicidad con Remus, se las pasaba en la habitación de Sirius, mirándolo dormir, tomando su mano y susurrando casi en silencio miles de perdones, perdones que sabía no serían escuchados, ni aceptados, no ahora y tal vez nunca.

Ni siquiera él mismo se podía perdonar todo lo que había hecho o provocado.

Sirius se pasaba los días despierto, obedeciendo cada una de las indicaciones que le daban, mientras veía como esa pequeña criatura en su vientre crecía cada vez más e incluso se movía, muy pronto, había prometido el medimago, podrían saber el sexo del bebé y entonces podría escoger un nombre del libro de nombres que la señora Weasley le había traído unas semanas antes.

No se podía quejar, siempre tenía alguien cerca para acompañarlo o ayudarlo, Harry se pasaba por allí todas las noches, y se pasaban horas charlando, hasta que la hora de dormir de Sirius llegaba, pero pese a todo, a esa calma y tranquilidad que había en el ambiente, pese que su salud estaba mejorando notablemente y estaba ganando el peso adecuado y desarrollando las defensas y magia necesaria para ayudar a su bebé, no podía dejar de pensar en él, en Severus, en dónde estaría o en qué estaría haciendo.

Durante los primeros días de su estancia había hecho prometer a Remus y a los demás que no lo mencionarían, que no hablarían de él, ni lo dejarían entrar, porque el tema todavía le dolía y sabía que no le dejaría de doler, la forma como todo se había enredado y como al final ambos habían resultado lastimados.

Pero no se podía negar la verdad a si mismo, aún lo extrañaba y amaba, y mucho. Por las mañanas generalmente despertaba con el aroma de él alrededor y con la idea de que había vuelto, pero se desencantaba inmediatamente al darse cuenta que todo no eran más que sueños. Aun así se daba ánimos, sabía que debía continuar y seguir adelante, con o sin él, por aquella pequeña criatura, por el bebé de ambos.

Harry tenía que admitir que extrañaba a Draco, y lo extrañaba mucho, pero su orgullo no permitía que fuera a buscarlo y disculparse, desde aquella tonta, tontísima, pelea en su departamento no se habían vuelto a hablar, y su ausencia era algo que resentía, no de la misma forma que había extrañado a Oliver las primeras semanas, era algo diferente, el no poder conversar con él o contarle algunas cosas lo hacía sentir de alguna manera vacío, incompleto.

Sin embargo sus caminos de una u otra manera siempre se cruzaban, aunque ni siquiera se saludaban, sí se veían a la distancia, por ejemplo varias veces lo había visto en alguna cafetería del callejón Diagon o con una un poco más embarazada Pansy Zabinni de tiendas, al parecer su fobia al mundo mágico ya no le afectaba tanto, y eso no podía dejar de hacerlo sentir de una u otra manera orgulloso por su amigo.

También habían coincidido en aquel club al que Draco lo había llevado alguna vez, Harry se sentía aliviado al saber que Draco estaba muy bien, y que se le veía cada vez mas animado y contento, pero no dejaba de removerse algo en su interior cada vez que lo veía marcharse o bailar con algún otro. Y no era que él guardara tanto la compostura últimamente, le era cada vez mas fácil ligar a algún chico y pasar un buen rato, aunque ya no se volvió a quedar a dormir con nadie, no importaba la hora que fuera, después de follar se marchaba a casa.

Se había hecho el hábito de comprar el diario para el cual Draco escribía, le entretenía bastante leer sus columnas y era casi como si Draco le estuviera hablando directamente, criticando y bromeando acerca de algunos lugares a los que había ido o alguna nueva película recién estrenada.

El trabajo por otro lado no era tan bueno como antes, al parecer Lucius había cumplido su amenaza y había movido algunas influencias en el ministerio, pues cada día los casos a los que lo mandaban eran uno peor que el anterior, incluso más simples que los que había visto durante sus primeros tiempos como principiante. Pero aun así se mantuvo firme y no fue a hablar con Lucius, y era más una cuestión de honor y orgullo que simple terquedad, no le rogaría nada a aquel hombre, no se dejaría comprar ni convertiría a Draco en mercancía de cambio, tal como había hecho el idiota de Nott.

Después de un par de semanas de exprimir la noticia finalmente “El Profeta” había dejado de publicar acerca de ellos, sin embargo esa era la razón por la cual Harry se abstenía de ir a los club mágicos, no quería que alguien lo acusara de infiel, y no que le importara mucho lo que dijeran de él, pero si lo que pudieran decir de Draco si se corría la voz de que su “supuesto novio” estaba de fiesta sin él. Agradeció que Draco tampoco hiciera nada como eso.

Draco estaba al tanto de todo lo que pasaba con Harry y la gente a su alrededor, pues se dejaba caer de vez en cuando, sobre todo en el horario que sabía que Harry aún estaba trabajando, a San Mungo, en donde acompañaba a Severus un rato y éste le comentaba si había visto a Harry y las novedades, Draco quería estar al tanto porque no quería que Harry tuviera ninguna recaída o crisis ahora que no se hablaban, y no por él, si no por Oliver, y aunque lo había visto en el callejón Diagon y en los bares, y muy bien acompañado, dicho sea de paso, algo en su interior hacía que no se dejara de preocupar por él, pero aún no estaba dispuesto a disculparse para hacer que Harry le volviera a hablar, aún consideraba que no tenía por que hacerlo.

Su trabajo en el diario parecía mejorar cada día, o eso era lo que decía su jefe e incluso se estaba barajando la opción de que pudiera estudiar un poco más de periodismo para hacer algo de investigación más a fondo, por primera vez en tiempo sentía que su trabajo le estaba siendo gratificante y que la vida le sonreía, aunque no podía dejar de extrañar el compartir todo lo bueno que estaba sucediendo con Harry.

También trataba de ayudar a Severus, seguía sin entender esa fijación de ocultarle a Black su preocupación, cuando lo correcto sería que lo supiera, y que viera que Severus realmente quería estar con él y con el bebé, pero su amigo no escuchaba razones y se empeñaba en guardar silencio, al menos hasta que el niño naciera.

*_*

Aquella tarde estaba haciendo mucho más frío que las anteriores, el verano se estaba marchando ya y el cielo se había oscurecido y presagiaba una posible lluvia, Harry seguía terminando de corregir el informe sobre la última pelea domestica en la que había tenido que intervenir cuando la alarma de emergencia de la sala de aurores sonó.

Se trataba de una gran explosión en uno de los barrios mágicos industriales, en una zona alejada de Luton, mas de una docena de aurores de turno se aparecieron, uno detrás de otro a tratar de ayudar, uno de los primeros en llegar fue Harry, sólo para comprobar que en realidad no había ya mucho que hacer, al parecer se trataba de una fábrica de pociones de baja calaña, en el interior habían perecido doce magos y brujas, algunos menores de edad que no deberían estar trabajando allí y el número de heridos llegaba a una veintena, todos en muy mal estado por la precaria situación del lugar, pues la fábrica no cumplía con las normas de seguridad establecidas como portales de emergencia, salas de desaparición, o trasladores siquiera, al final todo se había convertido en un horno cerrado y ardiente y la gente atrapada casi no había tenido ninguna oportunidad de sobrevivir.

Pasaba de media noche cuando por fin las llamas se apagaron y pudieron sacar los últimos cuerpos, todo fue sumamente desagradable, llevaban muchos años en los que no pasaba nada como eso, Harry tenía que admitir que casi estaba olvidando que no sólo habían peleas domésticas en el mundo mágico, si no también tremendas negligencias.

Extrañamente Harry, junto con un par de aurores de gran carrera fueron asignados a hacer las investigaciones, él supuso que se debía más que nada a que la opinión pública estaría al tanto pronto de lo que había pasado y querían usarlo como imagen pública.

Junto con los otros dos aurores trabajó durante toda la noche y al amanecer Harry se dio con una desagradable sorpresa, la identidad de los dueños del laboratorio y responsables de todas aquellas muertes: El matrimonio Nott.

*_*

Draco tecleaba rápidamente sobre su portátil en la mesa de la cocina mientras tomaba su acostumbrado café de la mañana cuando las protecciones de su departamento temblaron ligeramente un instante después Harry aparecía en su sala, vistiendo el uniforme de auror y luciendo sumamente cansado y sucio.

Harry se alegraba de que Draco al fin no le haya quitado la autorización para aparecerse en su departamento pues no quería llamarlo y conversar aquel tema por teléfono o tener que esperar en la puerta a que decidiera si abrirle o no. Cuando apareció en la sala, Draco lo observaba desde la cocina, aun con una taza de café en la mano y con una mirada curiosa, suspiró aliviado de que no hubiera enojo en esos ojos grises.

— ¿Potter?— preguntó Draco finalmente reaccionando y caminando hasta la sala para alcanzar a Harry, no creyendo del todo que el chico hubiera aparecido en su sala y preocupado por su estado.

—Si, ese es mi nombre— murmuró Harry dejándose caer en el sofá, el cansancio cada vez más presente, esperó no dormirse en medio de la conversación

— ¿Estas bien? Te ves fatal— le dijo Draco sentándose frente a él, registrando todos los daños en su túnica o sus brazos con manchas negras y algunos cortes. Harry le sonrió ligeramente en respuesta.

—Gracias, tú también te ves muy bien

— ¿Ha pasado algo? ¿Tienes algún problema?— preguntó Draco ignorando la broma y mirando atentamente a Harry

—Pues… si, ha pasado algo y he querido venir a hablar contigo antes que te enteres por otros medios, además que necesito hacerte unas preguntas…

—Me asustas… ¿Vienes acaso como auror?

—No, Malfoy, como amigo, siempre como un amigo— le dijo Harry enderezándose y mirándolo a los ojos, estuvo a punto de soltar una disculpa por aquella tonta pelea que semanas atrás había hecho que se dejaran de hablar, pero Draco no se lo permitió

—¿Siempre cómo un amigo?— preguntó Draco suavemente, casi con temor en la voz

—Siempre como amigo— ratificó Harry sonriendo hacia Draco, sintió como sus mejillas se calentaban un poco más

— ¿Amigos y aliados?— preguntó Draco un poco mas relajado y contento al fin toda aquella estúpida pelea hubiera terminado.

—Si, así es— confirmó Harry

Ambos se sonrieron un momento más, hasta que fue Draco el que reaccionó — ¿Quieres café?

— Me vendría bien, he estado toda la noche en el trabajo

—Oh… Ha pasado algo muy gordo entonces— murmuró Draco caminando hacia la cocina, Harry lo siguió y se acomodó en una de las bancas a espera de su café y de que Draco se sentara para contarle lo que había pasado

—Ha habido una explosión, de un laboratorio casi clandestino de pociones, creemos que pudieron haber usado ingredientes no legales o en mal estado y que eso fue lo que provocó el terrible incendio, murió mucha gente y otra tanta quedó herida

—Merlín, lamento que hayas tenido que ver eso— le dijo Draco pasando una mano sobre la mesa hasta tomar la de Harry y tratando de darle una mirada reconfortante

—Yo también lo siento— Harry trató de creer que el que la piel de Malfoy sobre la suya lo alterara no se debía más que al cansancio por haber estado despierto toda la noche y se concentró en seguir explicándole la información al chico —Pero hemos descubierto que el laboratorio era… bueno, los dueños son Oliver y Nott.

—Bromeas

—No, y Malfoy, necesito que seas honesto, ¿Tú sabías algo de la existencia de ese laboratorio? ¿Algo acerca de los ingredientes o las pociones que hacían?

Draco se apartó un poco y frunció el ceño —Dijiste que venías como mi amigo, no como un auror

— ¡Y lo hago!— protestó Harry —Por eso he venido, para advertirte, para protegerte, por que si hay algo que tú sepas o con lo que te puedan asociar vendrán por ti, están realmente enojados por esto, y la comunidad clamará por justicia…

Draco se pasó una mano por el cabello algo nervioso y miró hacia Harry, parecía realmente preocupado, y sabía que trataba de hacer lo correcto —Cuando Theo vivió aquí, conmigo, no tenía ningún trabajo o propiedad, lo perdió todo durante la guerra, y yo lo mantenía, no me enorgullece reconocerlo pero así era, me sorprende que ahora tenga un laboratorio… Tal vez Wood lo ayudó con eso.

—Tal vez, aunque lo dudo mucho, Oliver trató de conseguir varios empleos de entrenador pero no pudo, mientras lo poco que tenía se le iba agotando, no creo que haya podido conseguir dinero para montar un laboratorio— Harry suspiró y por un momento extrañó la mano de Draco sobre la suya, pero se abstuvo de comentarlo —Lo más probable es que me terminen sacando del caso. En cuanto se presente el informe a los jefes esta mañana y vean el nombre de Oliver me dirán que como tengo o tuve una relación con uno de los implicados no podré continuar.

—Es lo mejor… ¿No lo crees?

—Honestamente, si, no me interesa encerrar a Oliver o a su esposo, y no quiero que si ellos son culpables y los tuviera que encerrar lo catalogaran de una venganza personal

—Aunque sería una venganza muy interesante, ¿No crees?— bromeó Draco un poco más relajado

—Si, pero ellos no valen la pena ni para eso

—No, no lo valen— estuvo de acuerdo Draco

*_*

—Esta tarde le harán el examen para saber el sexo de la criatura— informó Remus a Snape, ambos estaban en el pasillo, tomando un café, ya era de mañana y Ron estaba ahora con Sirius y Remus pronto se iría a la escuela a dictar clases.

— ¿Él quiere saber que será?

—Si… quiere saber que comprarle, o mejor dicho que ordenar por catálogo, ya sabes, no podrá salir hasta después del nacimiento…

—La habitación esta ya casi lista— le interrumpió Snape —Sólo falta escoger el color de las paredes y los muebles, pero eso se puede hacer en el momento que el bebé nazca… Es un hechizo muy simple

Remus le dio una palmada en el hombro, y una sonrisa amable, —Sería mucho mejor que se lo dijéramos… tú podrías estar con él en el momento del parto. Es más— se corrigió — Tú deberías estar con él en ese momento…

—Él no me quiere allí, Lupín, se alterará y es peligroso para ambos… ahora está bien, respondiendo muy bien a todo lo que los medimagos le ordenan… es lo mejor para nuestro bebé

—Yo creo que dos meses es suficiente tiempo para que ambos se calmen…— insistió Remus

— ¿Él ha pedido verme?— pregunto Snape, estaba ya resignado a esperar que el bebé naciera y luego a suplicar por perdón y no antes por que la última vez habían discutido y de tal manera que Sirius no sólo casi pierde al niño, si no que también casi muere.

—No, pero eso no quiere decir que no te extrañe

—Yo también lo extraño… es decir, lo veo todas las noches mientras duerme pero no sé que es lo que está pensando o sintiendo…

—Aún creo que deberías hablar con él, pero te prometí no decir nada y así lo haré— dijo Remus terminando lo que quedaba de su café, Severus seguía con la mirada fija en la puerta, como si de esa manera pudiera finalmente ver a Sirius y lo que estaba haciendo en ese momento.

*_*

—Te vi en el club unas cuantas veces— le comentó Harry, Draco finalmente lo había convencido de ir a su departamento y mientras tomaba una ducha, prepararle el desayuno antes que fuera a la cama.

—Si… también yo, me alegró mucho ver que estabas bien

Harry sonrió —Creo que tú también lo estás, es más, creo que eres la sensación del lugar

—Yo siempre lo soy, Potter— replicó Draco acercando un plato con tostadas hacia Harry —Anda come antes de que todo se enfríe

—En realidad te encanta esto de cocinar ¿no?

—Sólo es el desayuno, Potter… pero si, no es desagradable…

—Gracias— dijo Harry dándole una mordida a la tostada —Y lamento todo lo que…

—No lo digas, Potter— le interrumpió Draco dejando la taza de café humeante sobre la mesa y fijando su mirada en Harry —No importa, ambos lo sentimos y ya. No lo pienses ¿si?

Harry le sonrió sinceramente —Extrañaba hablar contigo

—Y yo, extrañaba llegar y verte durmiendo en mi cama— medio bromeó Draco, realmente si lo había extrañado.

—Jo, jo— replicó Harry sarcásticamente —Tú eres el que por lo general se metía en mi cama— Draco puso los ojos en blanco, y Harry lo tomó de una mano, haciéndolo sobresaltar, pero continuó hablando como si no lo hubiera notado —También extrañaba tenerte alrededor, con tu vocecita criticona y mandona

—Yo no tengo una vocecita criticona y mandona— le reclamó Draco, pero no podía borrar la sonrisa de sus labios, ni lo intentaría siquiera, se sentía mucho mejor ahora que él y Potter podían ser amigos de nuevo, que lo tenía cerca y que podía hablar con él.

*_*

—En realidad quisiera poder salir para escoger todo lo que debemos poner en la habitación, ¿te das cuenta que ni siquiera sé que habitación voy a usar para el bebé?— dijo Sirius sentado sobre su cama y mirando unas revistas de artículos para bebé que Ron, por encargo de la Señora Weasley le había traído.

—Yo no me preocuparía por eso— le dijo Ron distraídamente, entretenido en la revista de Quiditch.

— ¿No te preocuparías por eso? — Le reprochó Sirius dejando la revista a un lado — ¿Dónde crees que voy a poner al bebé mientras todo se organiza? Si Hermione te escuchara se pensaría muy bien eso de casarte contigo

Ron soltó una carcajada mientras dejaba la revista a un lado —Vaya, ¡intentas boicotear mi matrimonio!— Ron se adelantó un poco más en el sofá para mirar seriamente a Sirius —No te preocupes, afuera están dejando todo listo para cuando ese niño o niña salga de allí— dijo señalando hacia la barriga, cada día mas abultada de Sirius —Tú sólo ocúpate de cuidarlo y hacer que nazca bien

—Pero…

—En serio, si no fuera así no te lo diría— le dijo Ron mientras le alcanzaba una nueva revista de ropa para bebes, luego de eso se concentró nuevamente en su revista de Quiditch, mirando de reojo de vez en cuando a Sirius, que había retomado la lectura de “El Grandioso Libro de los Nombres” en busca de uno para el bebé. Al igual que Remus pensaba que pese a todo lo que había pasado y lo equivocado que había estado Snape, Sirius debía hablar con él, no privarlo de participar de manera mas activa en el nacimiento del bebé.

*_*

“Será una niña” Remus se lo había dicho aquella noche, y Severus había sonreído tontamente ante eso, y ahora mientras Sirius dormía se había acercado más aún a la cama, y sus dedos acariciaban suavemente, con mucho temor de ser descubierto o perturbar, el abultado vientre de Sirius, que cada noche se veía mucho más grande

—Eres una niña— murmuró suavemente hacia la barriga —Una pequeña niñita…

Remus sonrió suavemente y continuó haciéndose el dormido mientras Severus seguía hablando muy bajito hacia la barriga, esperando que su hija lo escuche y reconozca su voz cuando nazca.

*_*

— ¡Harry!— dijo Sirius extendiendo los brazos hacia su ahijado — ¿Por qué no has venido ayer? Estaba muy preocupado…

—Hola Sirius— saludó Harry sentándose sobre la cama y estudiando con atención a su padrino —Tuve trabajo que hacer… y no pude venir antes

—Lo entiendo— suspiró Sirius —No sabes cuanto te envidió, yo simplemente estoy aquí encerrado sin poder moverme a ningún sitio…

—Pero estas haciendo algo muy importante— reprochó Harry con cariño acariciando suavemente el vientre abultado —Remus me dijo que será una niña…

—Si, una niñita

—Sirius… he estado pensando, ¿No crees que sería bueno que hablaras con Snape?

Sirius se tensó ligeramente y se alejó un poco de Harry, mirándolo con reproche —No quiero hablar de eso, no quiero escuchar nada al respecto

—Pero Sirius, ¿te das cuenta que ambos se equivocaron? Tú no confiaste en él y sus reacciones y él no confió en ti, sería injusto que su hija pague las consecuencias de que sus padres sean un par de cabezotas

—Mejor cuéntame que tal te ha ido en el trabajo y por que no pudiste venir ayer — le dijo Sirius con una sonrisa que, Harry sabía, era falsa, y decidió que por hoy estaría bien, al día siguiente insistiría con el tema, y al siguiente también, hasta que estuvieran dispuestos a conversar y hacer las paces, Draco le había prometido que haría lo posible por convencer a Snape de acercarse a Sirius, y así lo estaba haciendo precisamente en ese momento en el pasillo.

*_*

—A ver ¿Cómo se supone que te va perdonar y que harán las paces si es que no se entera de nada de lo que estas haciendo por ellos?— resopló Draco armándose de paciencia y lamentando el momento en que escuchó a Potter y sus “buenas ideas en pos de buenas acciones”. Debió ser efecto de la reciente reconciliación y sus deseos de no volver a pelear, no encontraba otra explicación.

—Tú estuviste aquí la última vez que lo vi y discutimos y todo salió mal, no pienso acercarme a él y arriesgarnos a que sufra algún tipo de descontrol o recaída, nuestra hija puede salir lastimada, no sólo se trata de él o yo ¿sabes?

—Para cuando de a luz y salga de aquí lo más probable es que esté ya convencido de que tú no le quieres, o les quieres, mejor dicho y aunque le digas todo lo que has hecho, tal vez ya sea tarde

—No lo será, yo lo sé— replicó Snape cruzándose de brazos y con la mirada más terca que Draco le había visto en mucho tiempo, sabía que no había más que pudiera decir si es que se cerraba de esa manera. Tal vez sería necesario tomar acciones más drásticas. Todo por culpa de Potter y meterle esas ideas de hacer el bien al prójimo.

*_*

— ¿Entonces han hecho las paces?— preguntó Hermione, parecía ligeramente decepcionada.

—Si… es que estaba preocupado por lo del laboratorio clandestino y no pude aguantarme las ganas de hablar con él y ponerlo en sobre aviso de ser necesario

—Estoy seguro que esa es una infracción al reglamento— dijo Ron desde el otro lado del sofá, los tres estaban en casa de Ron y Hermione tomando unas cervezas y pasando una tranquila tarde de sábado luego de un gran almuerzo en la madriguera

—Si, pero es mi amigo y…— Harry le dio una mirada dura a Ron — ¡No pongas esa cara, él nunca se queja cuando le hablo de ustedes!

— ¿Le hablas de nosotros?— preguntó Hermione —Mejor no quiero saber que le dices

— No te lo iba a decir de todas maneras— replicó Harry —Además han sido ustedes los que han preguntado por él, yo no he traído el tema a colación

—Ya… es sólo que siempre lo vemos con Severus, y pensamos al principio que lo hacía por su eh… amistad contigo, pero después de que nos contaste que estaban peleados se nos hacía extraño— explicó Ron

—Snape es amigo suyo, por eso iba a verlo, aunque ahora le he convencido para que trate de hacer que Snape se acerque a Sirius

—No deberías meterte— canturreó Hermione

—Y fue el burro a hablar de orejas— río Harry —Ustedes, al igual que Sirius, son los más entrometidos que conozco, cuando Oliver se fue estaban sobre mi todo el tiempo

— ¡Pero porque somos tus amigos y tratábamos de consolarte!— respondió algo ofendida Hermione

—En ningún momento quisimos hacerte volver con él— secundó Ron

Harry soltó otra pequeña carcajada —Como si eso hubiese sido posible…

—Lo siento— murmuró Hermione suavemente, apretando su brazo con una mano

— ¿Qué es lo que sientes?

—Lo que pasó con Oliver… de haber podido hacer más para que no sufrieras…

—Oh, ya déjalo, Hermione, Oliver está en el pasado, enterrado…— sonrió recordando las hogueras que habían hecho él y Malfoy en aquella playa —Quemado, enterrado y bajo el mar.

*_*

—Sigo sin entender exactamente cual es tu plan— dijo Harry caminando junto a Draco hacia la entrada a la casa de Sirius

—Sólo ver que es lo que Severus ha estado haciendo en la habitación de la niña, vamos, Potter, ¿siempre pones tantos reparos?

—Sólo cuando vamos a irrumpir en algún lugar…

—¡Oh, por favor!— dijo Draco poniendo los ojos en blanco —Es la casa de TU padrino, no estamos irrumpiendo nada

—Pero él no sabe que entraremos…

—A veces eres muy aburrido— picó Draco dándole un empujón con su hombro, Harry que iba con la guardia baja, trastabilló unos cuantos pasos hacia un lado

— ¡Hey!— protestó Harry

—Y débil— continuó Draco avanzando más a prisa

— ¡No soy débil— dijo Harry tratando de alcanzar a Draco

—Si, si lo eres— canturreó Draco deteniéndose delante de la puerta de la casa de Sirius, apenas un instante después fue empujado y aprisionado sobre ella

—No soy débil, Malfoy— resopló Harry presionando más el cuerpo de Draco contra la puerta

—Estas aplastándome — resopló Draco, de pronto ligeramente más acalorado mientras sentía todo su cuerpo cubierto por el de Harry y su respiración entrecortada golpeándolo suave y cálidamente el cuello

— ¿Dirás que soy gordo?— preguntó Harry aflojando ligeramente su agarre y conciente de cada músculo de Draco, de la tensión de su espalda y de la dureza de sus brazos

—No…— Draco, aprovechando que Harry había dejado de presionarlo, se giró lo suficiente para encararlo, no sabía en que momento sus rostros se habían acercado tanto —Gordo no…— dijo apenas, sentía como sus mejillas empezaban a sonrojarse y como el aire se hacía cada vez más espeso.

Harry parpadeó un par de veces y sus ojos se centraron en aquellos labios rojos, se veían mucho mas sexys y atrayentes que antes, y sabía que si no se apartaba ahora lo más probable es que terminara besándolos, y eso no era correcto, besar a los amigos no estaba bien —Bien— carraspeó alejándose un poco, por un instante le pareció ver algo de decepción en esos ojos grises pero pudo ser sólo una idea —Señor flacucho, henos aquí… ¿ahora que hacemos?

Draco solo asintió, incapaz de poder replicar a lo de flacucho o de pensar en algo más que en los labios de Harry sobre los suyos, besándolo y acariciándolo, y lo mal que se sentía cuando Harry se alejaba, como en ese momento en que ya extrañaba el cuerpo de Harry presionándose contra el suyo y…

— ¿Malfoy?— preguntó Harry algo mosqueado

—Lo siento— respondió rápidamente Draco

— ¿Lo sientes?— dijo Harry con una sonrisa —Vaya, debe ser un gran momento, lástima que no hayan testigos para constatar que Draco Malfoy a dicho que lo siente

—Idiota— dijo Draco fastidiado —Abre la maldita puerta y acabemos con esto de una vez.

*_*

— ¿Alguna vez te has enamorado de un amigo?— preguntó Draco a Pansy durante el almuerzo que compartían cerca de la oficina de Draco, en Londres muggle

—Bueno, Blaise y yo éramos amigos antes de empezar a salir, tú lo sabes, estabas allí…

—Si, claro, pero… si sales con un amigo deja de serlo ¿verdad?— Draco revolvió con poco ánimo la ensalada que aún quedaba en su plato, tratando de encontrar una respuesta a sus interrogante, había pasado ya mas de una semana desde aquella tarde en casa de Black, y no podía dejar de pensar en eso, en lo que hubiera pasado si se hubieran besado, pero tampoco podía dejar de tener miedo, habían estado peleados casi un par de meses y se sentía mal no tener a Potter: su amigo, cerca para escucharlo o para contarle sobre su día, pero también se sentía raro tenerlo cerca y querer tocarlo y abrazarlo y besarlo, sabiendo que posiblemente eso sería el fin de la extraña y fortalecida amistad que tenían. ¿Acaso besarlo sería tan bueno como para mandar al diablo su amistad?

—No lo creo… supongo que depende de cómo salgan las cosas, hay amigos que salen y se dan cuenta que las cosas no son como esperaban y vuelven a ser sólo amigos…

—Pero también los hay de los que no se vuelven a hablar más ¿no?

—No creo que esos hayan sido realmente buenos amigos— opinó Pansy dándole una mirada preocupada — ¿Será posible que…?

— ¡No!— interrumpió Draco rápidamente —Sé lo que esta pasando por esa cabecita tuya y la respuesta es no

—Bueno, ya casi ha pasado un año desde que Theo y tú terminaron, ya es tiempo de que te enamores de nuevo…

—No me estoy enamorando de nuevo

—Si, apuesto a que Potter estará encantado

—No me estoy enamorando de Potter, ya te lo dije él y yo sólo somos buenos amigos, y así estamos bien

— ¡Oh por favor!— bufó Pansy acariciando su ya muy crecido vientre —La semana pasada, cuando vinieron a casa, parecían tan felices de estar el uno junto al otro, despedían felicidad…

— ¡Por el amor de Dios, Pansy!— dijo Draco enterrando el rostro entre las manos —Suena patético y empalagoso

—¡Pero es que así son ustedes!

—No lo somos, sólo somos amigos… ¿Por qué crees que si estoy enamorado de alguien ese debe ser Potter?— Draco aún recordaba esa visita a Pansy y Blaise, ambos habían insistido en que Potter fuera y lo había arrastrado hasta allá, pero todo había salido bien aunque de todas maneras le había dado la sensación de que sus amigos lo estaban de alguna manera evaluando, y no se había equivocado.

—Es obvio

—No lo es… No me estoy enamorando

—Cuando Theo y tú empezaron a salir y estuvieron juntos lo que se respiraba alrededor suyo era diferente… de alguna manera asfixiante, en cambio es diferente con Potter, y créeme que soy la primera en sorprenderme de que tú y él siquiera se dirijan la palabra, pero cuando ustedes están juntos pareces tan relajado… tan tú

—Sólo somos amigos— repitió Draco

Pansy negó suavemente con la cabeza y se acercó un poco más a Draco —Dicen que cuando uno se enamora no sólo encuentra a alguien que lo haga vibrar de pasión, o que lo lleve al límite de las emociones, también debe ser alguien con quien te puedas pasar horas en silencio sin que resulte ser aburrido, alguien que se pueda acurrucar junto a ti en invierno y con quien puedas hablar por horas, alguien que entiendas con tan sólo mirarlo, y que sepa que necesitas sin que tengas que decírselo.

—Eso es… — balbuceó Draco ligeramente mareado con todo lo que su amiga le había dicho, Harry y él compartían mucho de esas emociones.

—Eso, mi querido Draco, es estar enamorado, y no debes tener miedo a sentirlo…

*_*

El vestíbulo del ministerio estaba abarrotado, como hacía muchos años no lo estaba, por periodistas con cámaras fotográficas, y con vuela plumas listos para preguntar, Harry apareció como cada mañana, a través de una de las chimeneas y en cuanto lo hizo los flash de las cámaras lo cegaron

—Harry, Harry, ¿Es cierto que estás a cargo de la investigación sobre el incendio de la fábrica de pociones?— peguntó la voz de un hombre algo mayor, Harry reconoció apenas a Dorian Dimitri un periodista de “UK mágica hoy”

— ¿Serás imparcial al momento de reunir las pruebas?— preguntó otro de ellos no dándole tiempo a responder

—¿Qué opina tu novio, Draco Malfoy, de que tengas que ver de nuevo a tu ex con su esposo?— esta vez era una bruja, Harry no recordaba su nombre pero sabía que escribía para “Corazón de Bruja”—¿Está el celoso o es comprensivo con tu trabajo?

—Déjenme pasar— pidió Harry haciéndose espacio entre ellos y maldiciendo la situación, se había alejado del caso de Nott y Oliver, porque no le interesaba en lo más mínimo lo que ocurriera con Oliver, pero al parecer había pasado algo y él no se había enterado —Si no se alejan tendré que hechizarlos— resopló

—Tan sólo danos tu declaración— dijo un hombre con acento francés —¿Es cierto que Oliver te ha pedido por ayuda para su esposo?

—¿Qué?— Harry empujó un poco más, preguntándose por qué demonios los guardias no llegaban a ayudarlo —¡Por supuesto que no, ni siquiera estoy en ese caso!

Finalmente, luego de empujar algunos metros más se pudo colar hacia la sección de ascensores, en donde los guardias no permitieron más el ingreso de periodistas, el ascensor comenzó con su sonido habitual y se detuvo en la segunda planta, donde una agitada Hermione entró

—Oh, ¡Hola Harry!— dijo ella con una sonrisa, cargaba una gran cantidad de pergaminos —¿Te encuentras bien?

—Si, genial— replicó Harry —Sólo he sido atacado por una bandada de periodistas sedientos de información

—Pensé que tu jefe te advertiría, están aquí desde hace horas, esperándote

—Nadie me lo advirtió— dijo Harry ayudando a Hermione con un grupo de pergaminos que amenazaban con caer al piso por el precario equilibrio en que su amiga los traía —¿Qué es lo que ha pasado de todas formas?

—Para ser auror estas muy desinformado

—Para ser alguien que trabaja en la sección de leyes mágicas estás muy al tanto

—Bueno, puede que tengas razón— dijo ella con una sonrisa culpable —Ayer congelaron las cuentas de Oliver y su esposo, porque han descubierto demasiadas irregularidades en sus empresas, tenían un par de laboratorios más, en Stranraer y en Dundee, ambos tenían las mínimas medidas de seguridad y empleaban no solo menores de edad, también a niños muggles…

—No lo puedo creer…

—Si, lo sé — dijo ella indicándole que la siguiera en cuanto el ascensor se detuvo en la quinta planta —No sólo eso, hay más, aparentemente la fortuna de los Nott ha aparecido de la nada, es decir, luego de la guerra Nott no tenía un Knut donde caerse muerto, y Oliver, pues… tampoco tenía mucho que digamos, pero luego del matrimonio su cámara de Gringotts ha aumentado considerablemente, por lo que se cree que ese oro fue conseguido de manera ilícita…

—O sea…

—Que están metidos en un gran lío— concluyó Hermione mientras abría la puerta de su oficina y dejaba la gran pila de pergaminos en su escritorio, Harry acomodó el resto que cargaba a un lado también

—Yo creo saber de donde salió el oro

—¿El padre de Malfoy?— preguntó Hermione y Harry solo asintió —Si, yo también lo pensé, sobre todo después de que nos contaste de su última visita insistiendo con pagarte por que te alejes de Malfoy,

—Aún no se lo he dicho, a Draco, lo de su padre…

—Considerando que sólo es tu amigo y no tu novio, tal vez tenías derecho a quedarte callado, para no lastimarlo más o empeorar la relación entre ellos, pero ahora que hablamos de un tema legal, tal vez deberías darle esa información a uno de los aurores que están a cargo del caso, a ellos les puede ser útil.

*_*

—¿Qué es exactamente lo que haces?— preguntó Harry sentado en el sofá con la portátil de Draco sobre las piernas, estaba tratando de aprender a usarla mientras Draco delante de él efectuaba complicados movimientos de varita sobre una madera cuadrada y grande, completamente en blanco

—No te lo puedo decir, y no porque me guste andar con secretos …

—Ja… si claro, no es por eso— dijo Harry con diversión, Draco se giró y le dio una mirada ofendida

—Ten cuidado con lo que haces, si malogras mi portátil no te servirá de nada ser un grandioso héroe mágico, igual te daré una paliza

—No la voy a malograr… he entendido todo lo que me has explicado

—Aja…

—Y este letrero que a aparecido en la mitad de la pantalla que dice “borrando información” no significa nada— continuó Harry mirando con diversión a Draco que en sólo un instante había abandonado lo que sea que estaba haciendo y había saltado sobre él, quitándole la portátil de las piernas y quedando casi encima suyo

—Serás idiota, Potter— resopló Draco molesto apoyando una mano en el respaldo del sofá para levantarse, pero las manos de Harry lo sujetaron de la cintura evitándole el movimiento

—¿Por qué nunca me dices Harry?— preguntó suavemente, sintiendo como el cuerpo de Draco temblaba ligeramente entre sus manos y eso lo animó a continuar, no sabía exactamente que era lo que estaba haciendo o por qué, pero sentía que iba en la dirección correcta.

—Porque Harry es un nombre demasiado común y ordinario— contestó Draco rápidamente y tratando de soltarse del agarre de Harry, lo cual se le hacía difícil teniendo solo una mano libre —Y ahora suéltame, tengo que terminar…

—¿Y yo te puedo llamar Draco?— interrumpió Harry levantándose un poco más y pegando su cuerpo al de Draco

—Si… Si es lo que quieres— Draco jadeó al sentir el calor que emanaba del cuerpo de Harry, era tan atrayente… pero era su amigo y no quería perder eso, no, definitivamente no quería —Potter…

—mmm

—No lo hagas— dijo con voz seria, y Harry lo soltó inmediatamente como si de pronto quemara, su cuerpo, ya sin la presión de Harry se sentía de alguna manera vacío

—No sé de que hablas— replicó Harry acomodándose mejor sobre el sofá, podía sentir sus mejillas calientes y sonrojadas, como si hubiera sido pescado haciendo algo muy, pero muy malo

—Ten— le dijo Draco poniéndose en pie y acercándole la portátil nuevamente —Sólo no te andes metiendo a páginas pornográficas…

— ¿Hay páginas pornográficas?— replicó Harry con tono incrédulo —No, ¿en verdad?— continuó con una sonrisa burlona al tiempo que Draco giraba a verlo una vez más

—Serás…

— Anda, ¿no me dirás que estás haciendo?— insistió Harry ya aburrido del Internet y prestando más atención a la figura de Draco, vistiendo esos pantalones de algodón oscuro y aquella camiseta vieja, de color claro y bastante corta, tanto que cada vez que se estiraba para alcanzar algo dejaba ver sus músculos del abdomen o la cintura…

—No te lo diré, pero es por tu seguridad… luego te lo podré contar

— ¿Por mi seguridad?— Harry se acercó un poco más pero la mirada de Draco lo hizo retroceder — ¿no estarás haciendo una bomba o si?

—No seas ridículo, por supuesto que no, sólo que no quiero que rompas una promesa…

—Pero…

—Y mejor sigue jugando por allá y déjame trabajar, quiero terminarlo antes del amanecer…

—Tsk, que carácter…

—Pero así me quieres, Potter — replicó Draco, tarde se dio cuenta de lo que dijo, y sintió como su rostro comenzaba a arder, fue incapaz de levantar la mirada para encarar a Harry

—Si, así te quiero— suspiró Harry suavemente, y no estuvo seguro si es que Draco lo escuchó o no.

*_*

Draco caminó por el largo pasillo de San Mungo, apenas iluminado por unas cuantas antorchas, no sería muy difícil hacer lo que se había propuesto, solamente esperaba que todos actuaran de la manera que habían actuado durante las últimas semanas, porque aquello significaba que en tan sólo 5 minutos más un medimago y una enfermera llegarían a la habitación de Black, y en ese momento Lupín y Snape saldrían rumbo a la cafetería a desayunar. Siempre tardaban 30 minutos y el medimago solamente 20 en su revisión diaria, así que disponía de 10 valiosos minutos para realizar su plan y salir rápidamente, antes de ser descubierto.

Se escondió en uno de los pasillos y se dedicó a esperar, mirando hacia su reloj nerviosamente hasta que finalmente escuchó los pasos del medimago y la enfermera, dio una mirada y allí estaban entrando a la habitación de Black, apenas un instante después salía primero Snape, caminando cansadamente, y luego Lupín, ambos conversando en murmullos se encaminaron por el pasillo opuesto, rumbo a la cafetería. Draco suspiró aliviado, ahora nada más le quedaba esperar los largos 20 minutos a que el medimago terminara su examen de rutina.

Cuando por fin escuchó la puerta abrirse por segunda vez, dio una mirada más y esperó hasta que ambos se adentraran en otra habitación para caminar rápidamente hasta la habitación de Black, abrió la puerta y se metió en ella, cerrándola suavemente.

— ¿Malfoy?— murmuró Sirius mientras Draco aún se apoyaba en la puerta, jadeando ligeramente — ¿Qué demonios haces aquí?

—Hola, Black — dijo Draco caminando hacia él y preguntándose si no hubiera sido buena idea el poner algún tipo de hechizo en la puerta. —Necesito hablar contigo

— ¿Harry ha venido contigo?— preguntó Sirius mirando hacia la puerta y esperando que Harry apareciera por allí, mientras Draco sacaba algo de uno de los bolsillos de su túnica.

—No, Potter no sabe que estoy aquí, en realidad nadie lo sabe— informó Draco antes de apuntar con su varita a la tabla blanca que había estado preparando durante la noche, hasta que retomó su tamaño normal.

— ¿Aun le dices Potter? — preguntó Sirius algo confundido y sentándose mejor

— Por supuesto— contestó Draco mirando con más atención a Sirius, su vientre mucho más abultado, aunque no lucía para nada enfermo —Pero no tengo mucho tiempo para hablar de eso ahora

— Entonces… ¿Por qué has venido?

—Verás— dijo Draco haciendo levitar la madera blanca hasta la altura de Sirius, que se sobresaltó ligeramente y retrocedió un poco más dentro de la cama —No te haré daño— reprochó Draco, y Sirius le dio una mirada desconfiada —Necesito mostrarte algo, y como los pensaderos son extremadamente caros e imposibles de trasladar reduciéndolos, he usado un viejo hechizo para mostrar recuerdos… es diferente a lo que ves en el pensadero porque son menos reales pero creo que nos bastará por ahora

—Malfoy… ¿Perdiste un tornillo?

Draco suspiró profundamente y estuvo a punto de replicar que él también se había hecho la misma pregunta; todo por culpa de Potter y sembrar en él las ideas de reconciliar a ese par. Apuntó hacia la madera blanca, ignorando por completo sus deseos de replicar —Revelus

La madera blanca cambió de color, formando una imagen poco a poco, Sirius se centró en tratar de comprender lo que aquellas formas eran hasta que se dio cuenta que era al parecer el pasillo de San Mungo, en una de las sillas estaba sentado Severus, junto a Draco, por un instante nada pasó, hasta que Remus apareció en la imagen, saliendo de una de las habitaciones, lucía cansado.

—Esa es tu habitación y eso es exactamente fuera de esta puerta— le explicó Draco mientras Sirius simplemente se mantenía en silencio, expectante

El medimago ha dicho que aún está muy delicado y que lo mejor será dejarlo descansar— informó Remus hacia Snape, —Por ahora sólo nos queda esperar a que su cuerpo reaccione de manera positiva a los hechizos y pociones que le han dado

¿Y el bebé?— preguntó Snape que se había puesto de pie — ¿El bebé estará bien?

Tenemos aún que esperar— respondió Remus sentándose a su lado — ¿Por qué no vas a casa y duermes un poco? Aún puede tardar unas cuantas horas en mostrar resultados

No… yo me quedaré aquí, no me puedo ir— dijo Snape con voz cansada

—Eso fue hace 8 semanas, al día siguiente que fuiste internado— comentó Draco, Sirius aún seguía con la mirada fija en la imagen y sin atreverse a hablar.

Un movimiento más de varita de parte de Draco y la imagen cambió nuevamente, era el mismo pasillo pero parecía mucho más tarde, todo estaba iluminado por antorchas, Draco permanecía aún sentado junto a Snape, y los que salían de la habitación esta vez eran Ron y Hermione, ambos parecían realmente cansados

Profesor Snape— dijo Hermione —Remus dice que se quedará esta noche con él, ¿Por qué mejor no duerme un poco? No ayudara en nada que usted también se enferme

No se preocupe, Granger, no enfermaré, además anoche tuvo un par de recaídas, y si vuelve a ocurrir quiero estar aquí— respondió Snape con el ceño fruncido y cruzándose de brazos

Ambos chicos se despidieron y se fueron alejando del pasillo a la vez que la imagen se disolvía

—Eso fue la octava noche que estuviste aquí… tuviste una pequeña recaída y Severus estaba muy preocupado, y quería verte, pero sabía que te alterarías demasiado y no quería causar más daño— comentó Draco y Sirius apenas hizo un ligero asentimiento

—Luego de eso, cuando tu magia se estabilizó finalmente, Remus le permitió entrar todas las noches, ambos pasan las noches aquí, cuidándote, y no he podido conseguir esos recuerdos por que Severus les ha hecho prometer a todos que no te dirán que permanece casi todo el día y toda la noche aquí, cuidándote… Incluso ha suspendido sus investigaciones y todo eso

—Pero… ¿Por qué…?— balbuceó Sirius

—Espera hay uno más— informó Draco agitando su varita otra vez, la imagen cambió completamente, esta vez ya no se trataba de San Mungo si no de su propia casa, reconocía ese pasillo como el que daba a su habitación, en el segundo piso —Este recuerdo lo obtuve con ayuda de Potter, aunque en realidad no sabía para que era… así que no lo puedes culpar— comentó Draco, la imagen siguió avanzando hasta dar con una puerta oscura, vio a Harry abriéndola lentamente, en el interior la estancia estaba apenas iluminada por la luz del día, en el centro había una cuna de madera, de color blanco, y alrededor lo que parecían muebles pequeños, y una mecedora, las paredes estaban en blanco también, y Sirius reconocía aquella habitación, era una de las que se encontraba disponible para visitas, aunque no podía identificar a ciencia cierta cual de ellas, pues estaba totalmente cambiada —La ha arreglado Severus, creo que lo hacía mientras decía a todos que se iba a dormir… sólo esperaba que se supiera el sexo de tu bebé para pintarla y llenarla de mas cosas…

—Ya veo…— jadeó Sirius mientras la madera volvía al color blanco inicial

— Como te dije, Severus le hizo prometer a todos que no te dijeran nada de lo que estaba haciendo, pero me parece que es demasiado injusto, que ambos se comportaron de manera inadecuada y que son demasiado tercos para encararse…

— ¿Por qué no ha entrado a verme cuando estoy despierto? ¿Por qué no quiere que sepa que…? ¿Qué sepa todo lo que está haciendo?

—Porque cree que te alterará y que eso dañara al bebé, la última vez que pelearon fue horrible, los medimagos pensaron que perderías al niño e incluso que tú morirías, y Severus se siente tan culpable por eso…

—Yo…— Sirius trató de poner sus pensamientos en orden, de analizar todo lo que estaba pasando, pero era demasiada información y demasiados sentimientos

—Y no te alteres por favor, que si no Severus me colgará… — le dijo Draco encogiendo la madera nuevamente, —Ya me tengo que ir, de un momento a otro llegará Lupín, con la señora Weasley si no me equivoco, y no quiero que me vean aquí

—Si, claro…

—Y no te he mostrado todo esto para que perdones a Severus y vuelvan a estar juntos, eso es un tema de ustedes, sólo quería que supieras lo que estaba pasando en realidad, que te enteraras de que él de verdad está aquí, al pendiente de ambos…

— ¿Por eso faltaste a la promesa de Severus?— preguntó Sirius mientras Draco ya caminaba hasta la puerta —Ya sabes, eso de no decirme nada…

—Ah, es que Severus no me hizo prometer eso a mi— Draco se encogió de hombros y sonrió —Supongo que pensó que yo no hablaría contigo

—Gracias— alcanzó a decir Sirius, Draco solo hizo un asentimiento y salió rápidamente, no pasaron más que un par de minutos cuando Remus entraba a la habitación en compañía de la señora Weasley.

*_*


Notas finales:

Gracias a todos por leer, como siempre espero que les haya gustado como para dejarme un pequeño comentario/saludo/sugerencia/advertencia/pregunta…

Les recuerdo que son trece capítulos, más un epílogo así que ya estamos cada vez más cerca de llegar al final, espero que sigan acompañándome hasta allí.

Un beso para todos, gracias por sus comentarios, me alegran los días…

Zafy

¡Harry y Draco se aman!

(Aunque te duela, JK)

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).