Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN" por p160880

[Reviews - 139]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos…

¡Aparecí! Hoy es viernes y seguimos avanzando… cada vez más cerca del final, sé que varios se preguntan que pasa aquí con Remus y Lucius, la pareja se está haciendo esperar y creando demasiadas expectativas, expectativas que espero no decepcionar… pero prometo que prontito aparecen, aunque no hoy… sorry…

Bien, para empezar y dar más emoción, hoy tenemos la aparición de dos personajes de alguna manera muy mencionados… y una declaración… sí, así como leen, ¡una declaración! ¿Y luego qué? Pues a leer se ha dicho…

Pairing: Harry/Draco * Severus/Sirius * Remus/Lucius
Rating: NC-17
Advertencias: Mpreg; corazones rotos, partes empalagosas, algo de sufrimiento emocional, Slash, personajes algo OoC… y demás locuras algo conocidas de Zafy

Disclaimer:

Como siempre, todo pertenece a JKR, y también a Danver (a quien le escribí este fic), no se pretende lucrar ni conseguir beneficio económico con la historia o sus personajes, simplemente divertirme y entretener a los que leen.

Notas:

1.-Este fic fue escrito para Danvers, como regalo para el intercambio de fics por navidad en la torre de Astronomía (Amigo invisible) Me salió mas largo de lo que había pensado y sinceramente espero que te guste mucho, Danvers XD

2.-No es en realidad una historia de aventura, más bien es algo romántico.

Es post-guerra, Voldemort ya no existe y muchos de los personajes siguen vivos.

3.- Este fic tiene advertencia de Mpreg, (embarazo masculino) pero no serán ni Harry ni Draco.

4.- Esta historia es de relaciones chico/chico, si no te gusta, no te apetece o no te agrada, es tu momento de darle al botón “Atrás” o cerrar la ventana. Vamos que guerra avisada no mata gente.

5.- Nunca he podido mantener a un solo personaje como Top o bottom, por si es el caso, hago la aclaración.

Última advertencia: Capítulo algo fluffy (según mi humilde opinión)

A leer:


 

CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN

CAPITULO 9: “CUANDO YA NO DUELE”

Potter:

Los meses pasan y aún sigo esperando tu respuesta, a menos que te guste tanto el estar en misiones de bajo rango y escoltando delegaciones deportivas espero que te apures...

L. M.

Apenas terminó de leer la nota, está se desintegró completamente sobre su escritorio, Harry le dio una mirada furiosa a los restos de pergamino y agitó su varita desapareciéndolos, aún no había tenido la oportunidad de decirle a Malfoy acerca de los intentos de soborno por parte de Lucius o de la participación que había tenido el hombre en el rompimiento con Nott y se sentía cada vez más incapaz de hacerlo, sobre todo ahora que empezaba a sentir cosas diferentes acerca de él y lo menos qué quería era provocar una nueva pelea entre ellos y hacer que Draco se sintiera triste.

—Potter— llamó la voz de su jefe

—Señor— Harry se puso en pie rápidamente

—Hay un pequeño disturbio en Berks, ve con Williams y trata de resolverlo

Harry dio un resoplido de fastidio, aquellas misiones eran de novatos y sabía que todo era obra de Lucius Malfoy, sin embargo no estaba dispuesto a caer en su juego, él no se vendía y punto —Si, Señor

*_*

Eran cerca de las seis de la tarde y Draco ya estaba en casa, leyendo tranquilamente un nuevo libro sobre el cual tendría que hacer una pequeña reseña, cuando el timbre sonó, y aquello era extraño, no esperaba a nadie a esa hora; por lo general Potter aparecía directamente en su sala y en cuanto a Blaise o Pansy avisaban antes de llegar.

—Ya va— gritó cerrando el libro algo fastidiado por haber sido interrumpido en su trabajo y caminando hacia la entrada, puso su mejor cara de “Espero que sea de vida o muerte si es que aprecias tu vida” y abrió la puerta de un solo tirón, sin preguntar siquiera de quien se podría tratar, y se congeló al ver quien estaba allí; de pie y con una mirada culpable estaba Theodore Nott.

*_*

—Malditos mocosos…— murmuró Harry mientras se desprendía de su uniforme empapado y manchado y caminaba hacia el baño de su departamento, aquel incidente doméstico no había sido más que dos pequeños magos menores de edad lanzándose hechizos, al menos había corrido con suerte, Williams aún tenía las orejas bailarinas…

Se metió en el agua caliente y usó una extra cantidad de jabón tratando de sacar todos los residuos apestosos que podían quedarle encima —Tal vez debería pedir una pizza… si, eso estaría bien— se dijo, casi saboreando la pizza que ordenaría, se preguntó si tal vez Draco querría compartir esa pizza con él y que tal vez no sería mala idea llamarlo para preguntar.

Estuvo bajo el chorro de agua lo que le pareció una eternidad, hasta que quedó, según su opinión, libre de los residuos apestosos de aquel par de niños. Una vez estuvo más relajado se arrastró hasta su habitación dejando que el agua mojara el piso mientras se secaba con la toalla, apenas había empezado a vestirse cuando sintió las protecciones del departamento temblar, se apresuró a terminar de ponerse los pantalones y sintió aquel temblor una vez más, esta vez se concentró un poco e identificó al dueño de aquella magia, lo reconocería de cualquier manera, porque la había sentido durante más de seis años, sólo que no esperaba sentirla más.

Con pasos firmes caminó hasta su puerta, sintiéndose confuso, no creyendo del todo que pudiera ser Oliver quien estuviera afuera, no después de tanto tiempo y tantas cosas… Cuando abrió la puerta se dio cuenta de que no se había equivocado, no era una alucinación por el cansancio, efectivamente; Oliver Word, ahora Oliver Nott, estaba de pie en su puerta.

*_*

—Draco…— dijo Nott con una sonrisa y extendiendo los brazos ligeramente hacia los lados, Draco le dio una mirada evaluadora, notando pequeños cambios en él, cómo el cabello más largo, o que lucía más delgado que antes, algo ojeroso y hasta pálido. Se preguntó si realmente ese gesto de estirar los brazos era porque esperaba que lo abrazara.

— ¿Qué quieres?— le preguntó Draco con voz fría cruzándose de brazos y recargándose en el marco de la puerta, en una pose totalmente aburrida. Nott bajó los brazos, luciendo algo descolocado.

—Hablar… ¿Es qué acaso no me invitarás a pasar?

Draco bufó —Claro que no, ¿para qué querría dejarte entrar a mi casa?

—Necesito hablar contigo… es importante— Theo le lanzó una mirada de súplica, una mirada que antes era capaz de derretir su corazón y obligarlo a hacer cualquier cosa que le pidiera, Draco se sintió completamente satisfecho cuando descubrió que aquella mirada y que aquella sonrisa no provocaban absolutamente nada en él

—Pues no tengo tiempo para ti ni para tus conversaciones importantes, así que si quieres decir algo, dilo de una vez o si no márchate— La sonrisa de Theo tambaleó ligeramente, aunque se recompuso inmediatamente

— Draco, te he extrañado tanto… — empezó a recitar Theo, pero Draco levantó una mano y lo interrumpió

—No me vengas con esa mierda, ¿quieres? Si vienes a decir que me quieres, extrañas, deseas o cualquiera de sus variantes te puedes dar la vuelta y marcharte ya mismo

—Draco, vamos, yo sé que tal vez me fui precipitadamente pero…

—Creo que te fuiste en el momento oportuno— interrumpió Draco, sin alterarse siquiera un poco al hablar, Nott parecía cada vez mas desesperado.

—Yo sé que aún me amas, que lo nuestro es tan grande…

— ¿Lo nuestro?— Draco sonrió con burla — ¿Tú y yo?

—Sé que estás con Potter ahora, pero yo sé que en el fondo lo haces por despecho… sé que aún me amas y yo también lo…

— ¡Oh, por Merlín bendito!— exclamó Draco poniendo los ojos en blanco —Si no te marchas ahora mismo, llamaré a los aurores, y no a Harry, a otros aurores, a los que están revisando tu caso por asesinato culposo, negligencia y no sé que otras cosa más, ellos estarán muy felices de oírte, porque a mi realmente me estás hastiando.

Theo negó con la cabeza y levantó una mano intentando acariciar el rostro de Draco, pero este lo esquivó —Draco… debes escucharme… lamento tanto…

—No, Theo, de verdad que eso no funciona conmigo, ya no

— Pero…

—Ya no te amo— le dijo Draco encogiéndose de hombros —Ni siquiera me gustas

—Draco, por favor… yo sé que me equivoqué… que me apresuré y te hice daño, pero tú me amas, siempre lo has hecho y siempre lo harás… al igual que yo

Draco bufó —Después de tres años pensé que al menos llegarías con un repertorio más variado… la verdad, aburres

—Si es por Potter, yo sé que él tampoco te quiere… seguramente aún anda llorando por Oliver y…

Draco soltó una pequeña carcajada —Eres patético — Theo abrió la boca para contestar pero Draco se apresuró y continuó hablando —Me das pena, pero no tanta como para no llamar a esos aurores… ahora tengo algo de influencias allí y estoy seguro que llegaran en menos de lo que dices “Quiditch”

Theo le dio una mirada incrédula y finalmente se dio la vuelta sin siquiera despedirse o agregar algo más, Draco juraría que lo escuchó murmurar algo aunque no estaba seguro del qué.

*_*

—Has hecho algunos cambios al departamento— comentó Oliver sentándose en uno de los sillones mientras Harry se sentaba delante de él

—Si, sólo algunos

—Te ha quedado bastante bien…

—Oliver… sé que no estas aquí sólo para ver los cambios de decorado, ¿Por qué no vas al punto de una vez? Tengo algunas cosas que hacer…

—Si… claro, yo…— Oliver tomó una gran bocanada de aire, Harry tenía que admitir que se veía cansado, tal vez hasta derrotado.

—Cometí un gran error… yo… tú no sabes lo que daría por volver el tiempo atrás, por cambiar lo que hice

—No sé puede cambiar el pasado, sólo aprender a vivir con las consecuencias

—Si, es cierto— Oliver se adelantó un poco más en su asiento —Pero sé que aún puedo cambiar algunas cosas… ¡y yo quiero hacerlo!— Harry lo siguió mirando inexpresivamente, a la espera que terminara de hablar y se marchara para que pudiera de una vez por todas llamar a Draco. —Yo nunca valoré todo lo que tenía contigo, lo mucho que me amas…

—Amaba— corrigió Harry y Oliver le dio una mirada incrédula antes de hacer un pequeño asentimiento.

—Amabas…— murmuró entre dientes —Yo pensé que Theo era el hombre con el que debía compartir el resto de mi vida y no me di cuenta de lo que estaba dejando aquí, me dejé cegar por promesas que…

—Ya es tarde para eso, Oliver, y lo lamento, pero yo no tengo nada que ofrecerte, ve con tu esposo y trata de solucionar todo con él

—Él todavía lo ama, ¿Lo sabías?— preguntó Oliver con voz suave —A tu novio… Theo siempre habla de él y me compara con él, es imposible vivir a la sombra de alguien más

—Imagino que debe serlo— Estuvo de acuerdo Harry aunque seguía sin comprender exactamente que era lo que Oliver buscaba

—Y ahora que el juicio iniciara muy pronto, cada día está peor, siempre dice que no le hubiera pasado nada de esto si es que él se hubiera casado con él y no conmigo— Oliver se tensó aún más y se cubrió el rostro con ambas manos, Harry tuvo un pequeño flash back acerca de lo fácil que era para Oliver obligarlo a hacer cualquier cosa que deseara o hacer que lo perdonara con sólo llorar, sin embargo esta vez lo único que Harry podía sentir era una mezcla entre lástima y repudio — ¡Oh, Harry!— suspiró Oliver —No sabes cuánto, pero cuánto he pensado en ti estos días— dijo levantando el rostro, con sus mejillas sonrojadas y los ojos irritados, apenas una lágrima escapando de ellos —En lo malo que fui y en como extraño nuestro tiempo juntos y todo lo que compartimos

—Pues… lo siento— murmuró Harry no sabiendo exactamente que se supone que debería decir en una situación así

—Yo también…— Oliver caminó hasta quedar frente a Harry y luego se arrodilló delante de él, abrazando sus piernas y mirándolo con rostro suplicante, mientras Harry soltó un jadeo sorprendido, tratando de alejarlo

—Oliver…

—Te amo, Harry, yo te amo… y siento tanto haberme ido… y te extraño tanto— empezó a lloriquear Oliver, aferrándose con más fuerzas a las piernas de Harry mientras este seguía empujando —Si me dejaras volver todo sería distinto… yo sería distinto, sería todo lo que quisieras que fuera, no volvería a equivocarme ni ha hacerte daño…

Harry dejó de forcejear y lo miró fijamente mientras Oliver esperaba, con una mirada anhelante y unas cuantas lágrimas más sobre el rostro y entonces entendió que no sentía nada por él, absolutamente nada, que sus lágrimas y ruegos no significaban nada, no lo afectaban, ni tan siquiera un poco, y estaba seguro de que si estos ruegos hubieran llegado meses antes él hubiera estado feliz, hubiera acogido a Oliver nuevamente y cerrado los ojos a cualquier otra cosa, ahora todo era tan diferente por que finalmente estaba curado…— Oliver, vete— dijo con voz firme

—Harry… dame una oportunidad, yo puedo… yo puedo hacer lo que quieras— pidió, su mano acariciándole la pierna, tratando de colarse por la basta del pantalón para tocar su piel directamente, —cualquier cosa que me pidas…— sus tibios dedos sobre la piel de su pantorrilla tuvieron un significado diferente a cualquier otro que hubiera sentido en el pasado; ahora era asco, repudio.

—¡No me toques!— exigió Harry usando ya toda su fuerza para apartarlo —Entiende una cosa— dijo poniéndose de pie y jalando a Oliver en el proceso —No te amo, no me gustas y ni siquiera me atraes como para tener un acostón o pasar el rato

—No digas eso, yo sé que me amas, como yo te amo a ti…

—Si, tal vez te amé… aunque ni siquiera puedo estar seguro de eso… no creo que eso haya sido amor— dijo con un gesto despectivo— aunque si estoy seguro de que ya no siento absolutamente nada por ti… ¡Nada! Así que ya lárgate

— ¿Es por Malfoy verdad?— preguntó Oliver irguiéndose más, como si juntara lo que le quedaba de dignidad antes de irse — ¿Sabes que él sólo está contigo por despecho? ¿Qué fue el novio de Theo por muchos años? ¿Qué no puede olvidarlo? ¿Por qué otra razón él, que te odiaba tanto en la escuela, estaría a tu lado?

Harry sonrió encogiéndose de hombros, y sin responder ya nada abrió la puerta para indicarle a Oliver que debía irse, que era el mejor momento de marcharse

—Theo le pedirá a Draco que regrese con él, lo sé… si es que no lo ha hecho ya, y entonces él te abandonara, pero yo aún te amo, Harry, aún te necesito… lo nuestro aún se puede salvar… como en los viejos tiempos…

—Que tengas buena vida, Oliver, te lo deseo de corazón— le dijo Harry en la puerta, una vez que Oliver salió —Y en serio que espero que nadie te haga lo que tú me hiciste a mi, pero así Draco se fuera con otro, o me quedara completa y absolutamente solo en el mundo, yo no volvería contigo, es una cuestión de dignidad…

Oliver no dijo nada, simplemente hizo un asentimiento, dio la vuelta y Harry vio como bajaba las escaleras lentamente. En cuanto cerró la puerta se sintió de pronto más eufórico de lo que se había sentido en días, incluso semanas, y tenía que decírselo a alguien; a Draco. Corrió hasta su habitación a terminar de vestirse y luego se apareció en medio de la sala del departamento de Draco, en el preciso momento en que Draco descorchaba una botella de vino, sobre la mesa había dos copas largas y de aspecto fino

— ¡Potter!— Dijo Draco con una sonrisa mientras servía el vino

— ¿Estás con alguien?— preguntó Harry mirando alrededor y algo preocupado por haber interrumpido alguna cita. Intentó convencerse de que la sensación de ansiedad en su pecho se debía a la vergüenza de haberlo interrumpido y que no tenía derecho a reproches.

—Si, contigo— respondió Draco sonriente y acercando una de las copas de vino hacia Harry que lo miró sorprendido

—¿No…? — Harry tomó la copa de vino y le dio una mirada interrogante a Draco —¿En serio es para mi?

—Si… iba a aparecer en tu departamento para traerte aquí

—Vaya… esto es real coordinación— murmuró Harry sentándose en el sofá, Draco se dejó caer a su lado, las luces de la habitación se reflejaban en su cabello rubio y suelto, y su mirada era brillante, estaba feliz y eso sólo hizo que su corazón se removiera un poco más, tuvo que luchar con la necesidad de estirar la mano y acariciarle la suave mejilla o de acomodar un par de mechones de cabello detrás de la oreja

— ¿Recuerdas aquella vez en que te dije que esto sería una victoria el día que los veamos y que no sintamos nada? ¿El día que ya no nos doliera?

— ¿Verdaderamente Nott vino?

—Si, el muy idiota creía que yo lo dejaría pasar o que le haría algún tipo de caso…

—No lo puedo creer…

— ¿Qué? ¿Qué no lo dejara pasar? Vaya confianza— protestó Draco, mirando seriamente hacia Harry, tratando de hacerle creer que se había enfadado, pero en cuanto la mano de Harry se cerró en torno a su brazo sintió que la piel le quemaba y que su corazón se disparaba hasta velocidades in sanas, trató de mantener la calma y no lanzarse sobre él, de no moverse ni un centímetro…

—No seas tonto, no me refería a eso, me refería a Oliver, él también vino, me dijo que Nott estaba todavía enamorado de ti y que quería volver contigo que seguro que te visitaría… Vino a pedir perdón… él muy…

—Oh…— La mano de Harry seguía sobre su brazo y se sentía de una manera extraña, su mente vagando en cómo se sentiría el resto de la piel de Harry sobre él, si esa sola mano sobre su brazo lo estaba haciendo sentir así de bien—Y entonces…— se obligó a prestar atención a Harry que lo miraba de manera curiosa — ¿Wood fue a tu casa y te dijo que Nott vendría?

—Ellos creen que tú y yo somos novios— murmuró Harry, ¿era su imaginación o de pronto Draco se había sonrojado? —Y quería regresar a casa, que volviera con él, dijo…

— ¿Por qué ambos han querido hacernos una visita al mismo tiempo?— interrumpió Draco

— Creo que estaban buscando la forma de encontrar ayuda ahora que las cosas se ponen peores, Hermione me estuvo comentando que las cosas no pintan bien para ellos…

—Ya veo

—Y hoy estuvieron los periodistas en la entrada del vestíbulo, algunos creen que estoy en el caso de ellos, supongo que Oliver pensó que yo lo ayudaría y de esa manera ayudaría indirectamente a Nott…

—Claro… Porque están casados y si tú estás con Oliver no querrías que vaya a prisión y para eso tendrías que ayudar a Theo… ¿Pero entonces por que Theo vino hasta mí? ¿Habrá creído que tengo dinero de nuevo?

—No lo sé y lo cierto es que no me importan en lo más mínimo, ni ellos, ni sus problemas o tretas — dijo Harry soltando a Draco y balanceando un poco la copa de vino que aún tenía intacta en la mano

—A mi tampoco— afirmó Draco encogiéndose de hombros, se sintió extraño sin la mano de Harry sobre él.

— Pero ahora lo importante es que ibas a hacer un brindis, ¿verdad?— Harry sabía que era una buena oportunidad para hablar del chantaje de Lucius y de cómo seguramente había comprado a Nott a cambio de que lo dejara, pero prefirió pasar un buen rato primero… luego podría contarle eso

—Cierto, entonces es un brindis doble— Draco sonrió—Por ti y por mí y por qué el día de darnos cuenta que hemos superado a ese par de imbéciles buenos para nada ha llegado

Harry soltó una pequeña carcajada —Eres todo un maestro en brindis— hizo chocar su copa con la de Draco y ambos bebieron en silencio, en un silencio tranquilo y hasta en cierta forma reconfortante.

*_*

—¿Estás seguro que no pasa nada?— preguntó Remus por enésima vez en la noche mientras Sirius se acurrucaba de lado para poder dormir, aún acariciando su vientre y dándole muchas vueltas a todo lo que Malfoy le había mostrado aquella mañana.

—Si, Remus, sólo estoy cansado…

Remus acomodó mejor las mantas sobre su amigo —Bien… es normal, mientras más cerca estés de dar a luz más necesitarás dormir.

—Ya falta poco, sólo un par de semanas…— le recordó Sirius

—Sólo un par de semanas— suspiró Remus —Todo saldrá bien entonces

—Si… todo saldrá bien— murmuró Sirius con los ojos cerrados, tratando de parecer finalmente dormido, y tuvo que luchar con no hacerlo realmente, con mantenerse despierto y quieto, escuchaba como Remus pasaba suavemente las hojas de la revista que leía por lo que le pareció una eternidad hasta que las luces bajaron hasta quedar casi en penumbra, incluso así no se atrevió a abrir los ojos, porque no quería estropear su pequeño plan.

Remus dejó que la oscuridad los envolviera un rato más, hasta que estuvo completamente seguro de que Sirius estaba ya dormido, entonces en total silencio se puso en pie, caminó hasta la puerta y la abrió para dejar entrar a Severus que estaba ya impaciente fuera de la habitación.

—¿Qué tal ha estado?— preguntó en un susurro Snape acercando una silla hasta el lado en que Sirius dormía

—Bien… ya sabes, estás últimas semanas todo ha ido muy bien… tal vez sea posible que converses con él sin alterarlo

Sirius estuvo atento a la respuesta que pudiera dar Severus pero no supo si es que la dijo en voz muy baja o simplemente no la dio, porque todo se quedó en silencio durante demasiado tiempo y estuvo dispuesto ya a abrir los ojos para constatar que no lo habían dejado solo cuando lo sintió…

Trató de no moverse mientras esa cálida y temblorosa mano se posaba sobre su vientre y casi suelta un jadeo cuando esos labios fueron lo siguiente que se posó sobre su vientre. Apenas abrió un poco los ojos para ver la oscura cabellera de Severus, había recostado su cabeza sobre la cama, junto a su vientre y lo acariciaba muy lentamente

—Niñita… Aún no sé que nombre te vaya a poner Sirius…— murmuró Snape una vez estuvo seguro que Remus estaba ya dormido, ese era su momento de tranquilidad, el que usaba para hablar con su hija —Espero que no se le ocurra ponerte Walburga o algo por el estilo… — la suave carcajada de Severus fue como un aire caliente sobre su vientre, apretó un poco más los puños y luchó contra las ganas de levantarse porque aún quería seguir escuchando que más le decía Severus a su bebé — Es el nombre de tu abuela, de la madre de papá Sirius, aunque no debes preocuparte, estoy seguro que el licántropo evitará que eso te suceda…

No supo en que momento se quedó realmente dormido, mientras escuchaba las historias que Severus le contaba a su bebé, le hablaba al parecer toda la noche, pero cuando despertó ya sólo estaba Remus nuevamente a su lado, lo embargó una sensación de soledad y tristeza mucho mayor a la que había sentido las primeras semanas internado allí, porque en ese entonces esos sentimientos estaban acompañados de rabia, ahora esa rabia había desaparecido, dejándolo paladear con más fuerza la ausencia de Severus.

*_*

La casa estaba más oscura que de costumbre, Oliver empujó la puerta y cruzó los dedos, esperando que realmente Theo hubiera podido convencer a Malfoy. Sintió una gran decepción cuando lo encontró en la sala de estar, junto a la chimenea, fumando y con el ceño fruncido

—¿No hubo suerte?— preguntó Oliver sentándose a su lado, aunque ya conocía la respuesta.

—Ninguna, pensé que sería mas fácil para ti— le respondió Nott sin levantar la vista hacia él

—No, tampoco me quiso hacer caso… ¿Qué se supone que haremos ahora, Theo? El oro y las propiedades están congelados, no tenemos más oro aquí, ni nada que poder usar…

—Lo sé…

—No debiste haber montado esos laboratorios… pudimos emplearlo en otra cosa… ya sabía que era mala idea, que pasaría algo malo y…

Theo se lanzó sobre Oliver y lo empujó contra el piso, tan rápido que lo hizo soltar un pequeño grito por la sorpresa, mientras se dejaba caer sobre él —¡Cállate, esto no nos ayuda en nada!

—Lo siento— jadeó Oliver

—Draco no quiso ayudarme, ni siquiera escucharme porque creo que realmente si está enamorado de Potter… de tu querido Harry Potter

Oliver se limitó a mirarlo en silencio, escuchando todo lo que su esposo le decía mientras su cuerpo seguía presionado contra el frío y duro piso —¿Él es acaso mejor que yo? ¿Le puede dar más de lo que yo le pude dar?...— Theo agitó un poco más los hombros de Oliver, había algo de desesperado en su mirada —Dime, ¿Puede?

—No, claro que no

Draco nunca se me ha negado… nunca, ni una sola vez y ahora ni siquiera me quiere escuchar… Como si ya ni siquiera le gustara…— las manos de Theo comenzaron a desabotonar el oscuro abrigo, a repartir algunos besos descuidados sobre el cuello, y Oliver jadeo suavemente, sintiendo de pronto que tal vez decirle a Harry que Theo no había olvidado a Draco después de todo no era tan falso.

*_*

Harry despertó ligeramente incómodo, tardó un par de segundos en darse cuenta de que aún seguía en el sofá de la casa de Draco, y que lo que de alguna manera lo aplastaba y presionaba contra el sofá era el cuerpo tibio de Draco. La mano del chico estaba aferrada a su camiseta y su cabello rubio desordenado le provocaba cierto cosquilleó en el cuello, suspiró suavemente y con la mano que tenía libre acarició lentamente la mejilla, Draco soltó un pequeño jadeo que fácilmente podía ser confundido con un ronroneo y Harry decidió que era uno de los mejores sonidos que había escuchado en su vida.

En la mesa de noche todavía descansaban las dos botellas de vino vacías y la caja y restos de pizza que habían ordenado, ambos se habían quedado conversando durante horas hasta que finalmente el sueño, junto con el alcohol ingerido los había hecho dormir, demasiado cansados para arrastrarse hasta la cama.

Draco se estiró ágilmente sobre él, y pudo sentir su pelvis rozando contra la de él, su típica erección matutina dio un tirón de ansiedad mientras el cuerpo tibio de Draco se refregaba sutilmente contra él, acomodándose

—Oh vaya… este sofá si es incómodo— dijo Draco con voz ahogada mientras levantaba el rostro hacia Harry, se sorprendió de encontrarlo tan cerca, o tan sonrojado.

—Bueno, en realidad sobre lo que dormiste fue sobre mí…— le contestó Harry ordenándole el cabello con la mano que tenía libre, su cuerpo seguía registrando cada porción de la piel de Draco sobre la suya y se sentía tan bien, que en realidad no quería dejar de sentirla.

—Oh… lo lamento— murmuró Draco, muy incómodo ya, sus cuerpos juntos, sus pieles tocándose, y no era un idiota como para no darse cuenta que lo que su cadera presionaba era la gran erección de Potter, una tan grande como la que él tenía en ese momento, sintió como la sangre se le agolpaba en el rostro mientras intentaba alejarse

—Espera— murmuró Harry sujetándolo de un hombro —No… no te vayas…

Draco se quedó quieto y esperando por lo que le pareció una eternidad, mientras Harry sólo lo miraba a los ojos, como tratando de encontrar alguna respuesta o algo que decir —¿Potter?— murmuró no soportando más el silencio y la incertidumbre

—Yo…— Harry tragó grueso y sintió sus mejillas arder más, no estaba seguro que era lo que debía decir, o si es que lo podría decir siquiera, así que finalmente se decidió a actuar, acercando su rostro más al de Draco y presionando sus labios contra los de él, y aquello duró solo un instante, un insignificante e insuficiente instante, antes de que Draco saltara hacia atrás, presionando con sus rodillas sus muslos y haciéndolo jadear por el dolor, mientras Draco se seguía alejando como un animal demasiado asustado por la presencia del cazador.

—¡Que demonios, Potter!— murmuró Draco sentándose completamente y mirando a Harry de manera molesta, aunque por dentro su corazón estaba desbocado por la sensación de esos labios contra los suyos, y por el miedo, por eso había saltado hacia atrás, por el miedo a todo lo que un beso podía llegar a significar con Harry, mucho más que cualquier otro beso con cualquier otro, mucho más de lo que había significado las veces que se habían besado e incluso acostado juntos anteriormente.

—Lo siento— murmuró Harry sentándose también

Draco negó suavemente con la cabeza y se acomodó de rodillas en el sofá, mirando hacia Harry y respirando entrecortadamente, sin saber exactamente que decir ahora… ¿Significaba que Harry también gustaba de él? ¿Qué Harry también podía estar sintiendo lo mismo que él? ¿O solo que Harry estaba caliente y con ganas de follar a alguien? De todas maneras no podía arriesgarse a echar a perder todo lo que tenían por eso.

—Malfoy— dijo Harry acercándose una vez más a él —Yo necesito decirte algo y…

—No quiero oírlo— interrumpió Draco

—No sabes lo que te diré— se quejó Harry

—No lo hagas… tú y yo somos amigos y me gusta ser tu amigo, no quiero que esto se vaya al diablo por que estás caliente

—¿Caliente?— replicó ofendido Harry alejándose de Draco y poniéndose en pie —¿Es lo que crees? ¿Qué solo estoy caliente?

—Eso es obvio— contestó Draco aún sin encararlo

—-Bien si es lo que crees entonces te dejaré solo, iré a mi apartamento y me haré una paja— gritó Harry —¡Así ya no habrá problema!

Draco giró el rostro a tiempo de ver las últimas luces de la desaparición de Harry y soltó el aire lentamente, su corazón latiendo de manera alocada y haciéndolo sentir más culpable que nunca y su mente repitiendo una y otra vez: ¡Idiota, idiota! Pero no pasó mas de un par de segundos, cuando el sonido de Harry apareciendo nuevamente lo alertó,

—Lo siento— murmuró Harry, apenas había puesto un pie en su casa se había arrepentido de la forma en que todo había salido, y Draco le importaba demasiado ya como para no decirle lo que sentía por él, como para no ser honesto e intentarlo

—Yo también lo lamento— contestó Draco, mientras Harry se sentaba a su lado una vez más —No quería que te fueras enojado…

—Hay algo que te debo decir y…— Harry levantó un par de dedos y los puso sobre los suaves labios de Draco, impidiéndole hablar —Tengo que decirlo…

Draco sólo asintió en respuesta, conteniéndose ante la tentación de atrapar ese par de dedos que descansaban sobre sus labios y morderlos y besarlos para luego continuar con el resto de la mano y seguir hasta haber besado cada rincón del cuerpo de Harry

—Tú y yo empezamos a ser amigos de una forma muy extraña… y en una situación nada favorable, sin embargo, en este último año nos hemos estado conociendo, y viendo todos los días, bueno, casi todos si no contamos el tiempo que estuvimos peleados… y durante ese tiempo me di cuenta de cuanto te extrañaba… como extrañaba tenerte a mi lado, y me di cuenta también…— Harry se detuvo un instante y lo miró a los ojos, esa mirada sólo sirvió para hacerlo sentir más seguro de lo que sentía hacia Draco —Me di cuenta que me estoy enamorando de ti… y que no quiero dejar de estarlo, yo… te quiero.

Draco se alejó de él, se puso en pie y llegó hasta la cocina, abriendo los estantes de manera frenética, renegando por que no encontraba el café que necesitaba en ese momento mientras sus manos temblaban y todo él ardía en llamas, las palabras de Harry aun bailando alrededor de sus oídos, como una telaraña, cubriéndolo y asfixiándolo —Si te esperas un rato te prepararé café antes que vayas a casa

—Draco…— dijo Harry alcanzándolo en la cocina

—Sabes, tal vez debas darte una vuelta por el hospital antes de ir a trabajar… ayer no has ido y tu padrino debe estar algo intranquilo, ya ves que…— Draco detuvo su hablar nervioso cuando las manos de Harry lo tomaron por las muñecas y lo hicieron girar lentamente, estaban más cerca de lo que había querido en ese momento, su corazón seguía tan desbocado que estaba seguro que Harry lo escucharía, y si el zumbido de sus oídos no desaparecía pronto empezaría a darse de golpes en la cabeza por la desesperación.

—Draco…— murmuró Harry mirándolo de manera cauta, como estudiándolo, tratando de saber que era lo que estaba pasando por su cabeza en ese momento o por que estaba reaccionando así —He dicho que me estoy enamorando de ti, que te quiero

—Te he oído— chilló Draco con voz muy aguda y agitada, y Harry estuvo seguro que Draco estaba tan tenso que si un alfiler caía en la habitación en ese momento Draco saltaría hasta el techo. No sabía como interpretar eso, si era por que Draco se sentía igual hacia él o por que no sentía nada hacia él y no sabía como decírselo —Ahora… deja que te prepare el café ¿si?— dijo Draco tratando de soltarse del agarre de Harry, de librarse de esas manos que quemaban su piel y lo convertían en una pequeña masa de nervios e incoherencias.

—No, espera… ¿Tú no…?

— ¡No lo sé, maldita sea!— mintió Draco dejando de luchar para soltarse de Harry, la voz de Harry había tambaleado tanto que se sintió mal por engañarlo así, pero no podía… No, no quería tomar ese riesgo —¿De verdad lo quieres arruinar así? ¿Y si esto no funciona? ¿Te das cuenta lo que perderemos?

—Me doy cuenta que confío lo suficiente en nosotros dos como para arriesgarme— le dijo Harry soltándolo, y alejándose un par de pasos —Te lo quería decir desde hace días, no sabía que podrías alterarte tanto…

—Demonios, Potter, somos amigos…

—No sientes absolutamente nada por mi entonces— concluyó Harry apretando un poco la mandíbula y sintiendo como algo amargo trepaba por la boca de su estómago

—¡Yo no he dicho eso! Sólo he dicho que no quiero perderte, eres mi amigo, pensé que tú también lo entenderías así, que te darías cuenta que podíamos salir lastimados y no…

—Yo no soy Theo, Draco— dijo de pronto Harry, empujando a Draco, presionándolo contra la mesa de la cocina —Y tú no eres Oliver, esto no se arruinará, porque somos diferentes a ellos y diferentes a lo que fuimos con ellos…

Draco bajó la mirada, no podía seguir mirándolo a los ojos por que sus piernas temblarían más y terminaría besándolo —No quiero perder lo que tenemos por algo que no sabemos si realmente conseguiremos— masculló con voz entrecortada y baja.

—Pues, yo apuesto por nosotros— refutó Harry rápidamente, luego soltó una bocanada de aire y habló con voz mas calmada —Te quiero, y eso es aceptar cualquier cosa que me permita estar a tu lado, y no en el plan de desesperación por tenerte cerca— aclaró cuando Draco le dio una mirada de reproche —Si no por que me gusta tenerte cerca, hablar contigo y todo lo que hacemos, por que si, somos amigos, y aunque siento que podemos ser más que eso no te presionare, si algún día decides que tú también te quieres arriesgar, aquí estaré, listo para ti, y si no, si decides que no vale el riesgo, aquí estaré también, como tú amigo… tú amigo y aliado.

—Harry…— Draco trató de encontrar una respuesta coherente a todo lo que Harry le estaba diciendo, una explicación a su propia confusión, pero el nudo en su garganta le impedía hablar.

Harry le dio una sonrisa sincera y se apartó de él, apenas y rozando con sus dedos la desnuda piel de sus brazos —Me tengo que ir, tengo turno temprano, e iré a San Mungo en la tarde…

—Pero…

Harry negó con la cabeza, no parecía realmente herido o trastornado por como las cosas habían salido —Sólo piénsatelo, ¿si? Date un tiempo y llámame mañana para hablar, o para ir al cine, o para lo que quieras… en plan de lo que quieras

—Si— contestó Draco finalmente, aún algo aturdido pero aliviado de que no hubiera una presión para su respuesta —Yo te llamo mañana en la noche…

—Genial, te veo— dijo Harry antes de desaparecer de la cocina hasta su departamento.

En cuanto estuvo solo, Draco se dejó resbalar hasta el piso y se quedó allí durante mucho rato más, sonriendo estúpidamente y recordando las palabras de Harry, todo lo que le había dicho y lo mucho que le había gustado, aunque aún estaba ese temor que tenía a que todo saliera mal, a que todo se arruinara… Estaba demasiado confundido. Se puso en pie de un salto e invocó una bata desde el dormitorio, en cuanto la tuvo puesta se apareció en la puerta de Blaise y Pansy, necesitaba a sus amigos, y agradecía que Harry los hubiera acercado nuevamente.

*_*

Harry lo entendía y lo sabía, había luchado contra aquel temor las últimas semanas, mucho antes de siquiera plantearse decirle lo que sentía a Draco, pero ya lo había hecho y se sentía feliz porque sabía que la reacción de Draco no era más que una confirmación de que sus sentimientos eran correspondidos, y si todavía necesitaba más tiempo para aceptarlo y decidir lanzarse pues lo obtendría, Harry no pensaba presionarlo ni alejarlo de su lado, sólo esperar. Esperar por Draco, no era algo que doliera tanto en realidad, era más bien como algo que de alguna manera sabía que debía hacer.

La oficina de aurores estaba más acelerada que de costumbre, en cuanto llegó, Melissa, una de las aurores más antiguas chocó contra él, casi haciéndolo caer al piso —¿Qué pasa?— preguntó Harry mirando resentido a la mujer

—Lo siento, Potter, mejor será que te reportes con el jefe ya mismo

—Pero…— iba a preguntar Harry pero Norman, otro auror le metió prisas a la mujer que se alejó sin tan siquiera despedirse, alrededor los demás aurores de turno seguían corriendo sacando escobas de los armarios y saliendo

—¡Potter!— gritó su jefe cuando Harry ya se acercaba a su oficina —¡¿Dónde demonios has estado?!

—Recién me tocaba entrar en 20 minutos y…

—¡Olvida eso!, ve con…— el jefe miró alrededor y a Harry se le encogió el estómago dándose cuenta que sólo quedaban unos cuantos novatos, aquellos que se habían integrado al cuerpo hacía menos de tres meses, aún era muy temprano para que llegaran sus compañeros habituales, los aurores más experimentados —Browning— escogió finalmente el hombre, señalando a un pálido y flacucho muchacho sentado en el otro extremo de la habitación, parecía estar perdido y no saber que era lo que estaba haciendo precisamente en ese sitio, los otros novatos emitieron sonidos de descontento, como si hubieran perdido algún tipo de sorteo

—¡No!— bramó Harry, —¡No me puede enviar con uno de los nuevos!

—No es una pregunta, Potter, hay una manada de Dragones sueltos en el campo de Sussex, estamos recibiendo el apoyo de Alemania y Rumania, al parecer las bestias se escaparon hace sólo unas cuantas horas, durante la noche, y están destrozando el lugar, ya hay desmemorizadores trabajando con los muggles, mientras los aurores y los de control de criaturas mágicas tratan de controlar a los Dragones, son pequeños aún, eso es lo que tenemos, así que toma de la mano a Browning y tu escoba y vayan a ayudar

—Pero…

—Haremos lo mejor posible, jefe, confíe en nosotros — dijo la voz de Browning junto a Harry, parecía nervioso y solemne, casi como si le hubieran dicho que vayan a matar a Voldemort, Harry puso los ojos en blanco

—Sólo son dragones, Browning— replicó tomando la escoba que el auror nuevo le tendía —Vamos pues— dijo dando una mirada resentida a su jefe y maldiciendo el haber decidido llegar temprano a la oficina.

—No sabe cuánto me entusiasma trabajar con usted, Señor Potter— dijo la voz del chico a un lado, Harry podía jurar que hasta daba saltitos alrededor de él y eso sólo lo irritó más.

—Bien, pongamos esto en orden— bufó Harry deteniéndose ante la puerta de la sala de transportes —Primero; no soy señor Potter, sólo Potter, segundo; harás todo lo que te diga, no pienso saltar de la escoba para salvar tu pálido culo si es que me desobedeces ¿Estamos claros?— Browning dio un rápido asentimiento, con una gran sonrisa en el rostro y Harry supo que tendría problemas. Nunca estuvo tan acertado como esa mañana.

*_*

Sirius esperó a que Remus se marchara y que su acompañante de turno, en este caso la esposa de Bill, Fleur, se quedara a solas con él para actuar, lo había pensado durante el desayuno, lo había pensado todo el día anterior, después de que Malfoy le mostrara aquellos recuerdos y todo había cobrado mayor fuerza cuando había sentido los tibios dedos de Severus acariciando su vientre o cuando había escuchado todas las palabras e historias que le había dedicado a su hija durante la noche.

—Fleur— llamó Sirius, la chica levantó el rostro de la revista que leía con la miranda ligeramente alarmada

—¿Estás bien? ¿Quieges que llame a un medimago?

—No, estoy bien, no te preocupes— se apuró a contestar Sirius, —Quiero que me hagas un favor…

—¿Un favog?

—Si, un favor— le dijo Sirius, —Hay una pastelería muy buena en las afueras del ministerio, allí hacen una tarta de limón que es… deliciosa y pues… mi niña quiere de ese pastel— Sirius sonrió hacia la mujer, de la manera mas seductora que pudo (contando con su enorme barriga lo último que podía sentirse era seductor, pero el esfuerzo valía la pena)

—Oh, ¡es un antojo!— dijo ella con una sonrisa amable y cerrando la revista —Cuando estuve embagazada de Victorie también tenía muchos antojos… por suegte Bill siempre estuvo allí para complacegme y… — de pronto se quedó callada y bajó la mirada, pero se recompuso inmediatamente —¡Tagta de limón!— dijo animadamente y poniéndose en pie —de acuegdo, volveggé en sólo unos minutos

Sirius confiaba en que realmente fuera ella por la tarta de limón, sabía que si simplemente decía que quería hablar con Severus, él se negaría y se alejaría por temor a provocar algún daño, en cambio si lo encaraba directamente no había forma de que se negara a esa conversación. En cuanto Fleur abandonó la habitación se deshizo de las sábanas y bajó lo más lento que pudo al piso, había pasado las últimas semanas apenas y moviéndose lo necesario, el medimago le había dicho que era lo mejor para la bebé y para él, en cuanto se puso en pie se dio cuenta de que sus piernas parecían resentidas y agarrotadas, no se preocupó por calzarse, simplemente tenía que llegar a la puerta y abrirla, Severus estaría allí y luego todo sería más simple.

Tomó una gran bocanada de aire y empezó a arrastrar los pies bajo el frío piso, sujetándose con una mano de todos los muebles y paredes que podía y con la otra sujetando su vientre, ahora que estaba en pie tratando de avanzar se sentía mucho más pesado e inestable y temía que incluso lo hiciese caer hacia delante.

Casi se da un aplauso a si mismo cuando llegó a la puerta, pero no tenía mucho tiempo para eso, así que abrió la puerta de un rápido tirón, delante de él, en una de las sillas incómodas del pasillo, tal como los recuerdos de Malfoy le habían mostrado, estaba Severus, con los ojos abiertos como platos, y mirándolo entre culpable y preocupado.

*_*

— ¿Y te dijo que seguiría a tu lado sólo como amigo si no querías arriesgarte?— Preguntó Blaise, Draco asintió lentamente aún jugando con la servilleta entre sus manos

—Pues, yo ya te lo había advertido— Pansy tomó una gran bocanada de aire y luego soltó el aire lentamente mientras acariciaba su muy abultado vientre, estaba ya tan sólo una semana de la fecha para dar a luz y algunas molestias habían surgido.

—Cariño… ¿Seguro que estás bien?

—Si, Blaise, sólo estoy embarazada y a este pequeño le gusta dar demasiadas patadas a mamá ¿verdad?— preguntó hacia su vientre

—Si te encuentras mal, yo puedo volver en otro momento, en serio chicos— dijo Draco sintiéndose culpable de molestar a sus amigos en un momento así

—No digas tonterías— reprochó Pansy rápidamente —Te dije que tú y él despedían amor por el aire

Blaise soltó una carcajada ante el ceño fruncido de Draco —Vamos, no es como si nunca hubiera pasado nada entre ustedes

—Pero eso fue antes y estuvo mal, fue por pura desesperación y soledad.

—Pero incluso así se convirtieron en amigos— opinó Pansy

—Ahora es diferente, ahora dice que me quiere

—Y tú le quieres, así que…— Blaise agitó la mano al aire — Lo que te detiene ¿es?...

—No quiero perderle como amigo

—Tiene miedo— concluyó Pansy hacia su esposo

— ¿No has escuchado alguna vez que si dejas pasar la oportunidad luego te arrepentirás de no haberlo hecho?

— Esto es diferente… nos jugamos nuestra amistad, él ha estado para mi cuando pasó lo de Theo, y le he contado cosas que no le he contado a nadie… ni siquiera a ustedes— Draco hizo una mueca de disculpa —lo siento, chicos, es que él es mi confidente, si algo sale mal perderé demasiado…

—Ya— bufó Pansy —Y tal vez si lo intentas puede que todo salga bien, pero no lo sabrás si no te arriesgas, la vida es eso, arries…— de pronto se quedó en silencio, abriendo los ojos mucho más, y sujetando su vientre con fuerza

— ¿Pansy?— dijo Draco en un susurro a la vez que Blaise se levantaba hacia ella

— Cariño… ¿Qué es lo que…?

—Creo que debemos ir a San Mungo… — Pansy hizo un gesto de dolor más y trató de tomar aire para alejar el dolor —Creo que algo anda mal.

*_*

—Sirius— jadeó Snape poniéndose en pie y acercándose al hombre —Deberías estar en la cama… el medimago dijo que no debías caminar

—Supongo… ¿Por qué no me ayudas a volver a la cama?— Snape le dio una mirada confundida, sin embargo no se hizo de rogar, con uno de sus brazos rodeó la cintura de Sirius y lo ayudó con pasos lentos y pausados a llegar a la cama de vuelta.

—Vaya… nunca me había cansado tanto caminar— murmuró Sirius mientras Snape le ayudaba a levantar las piernas y cubrirlo con las mantas

—No debiste ponerte en pie, es peligroso para ella y para ti— comentó Snape quedándose en pie, delante de Sirius y sin saber exactamente que era lo que estaba pasando.

—Si, creo que hay muchas cosas que no debí hacer, y otras tantas que si— le dijo Sirius tomándolo de una mano

—Sirius…— murmuró Snape acercándose mas a él y con una mirada cautelosa, decidió tomar su oportunidad de explicarse, después de todo había Sirius el que lo había buscado, el que había dado el primer paso, literalmente. —Yo… no sabes cuanto lamento todo lo que dije o pensé…

—Yo también lo hago, no debí guardarme las cosas… lo siento

Snape levantó la mano libre con lentitud y cierto temor, la sonrisa que le dedicó Sirius le dio algo de seguridad y confianza, suspiró suavemente mientras con un par de dedos acariciaba su mejilla, disfrutando de poder verlo con total calma, de poder tocarlo sin temor a despertarlo, de poder escuchar su voz —Te amo…

—Y yo…

Cuando Fleur entró a la habitación, quince minutos después, cargada con una gran provisión de tartas de limón encontró a Sirius y Snape uno al lado del otro sobre la cama, con las manos entrelazadas y sobre el vientre de Sirius, hablando en susurros. Sonrió emocionada y satisfecha y en completo silencio y no sabiendo si es que realmente los hombres notaron o no su presencia, cerró la puerta y se sentó en una de las sillas del pasillo, se decidió a probar una de aquellas tartas de limón mientras esperaba al que le tocaba cuidar a Sirius aquella tarde para contarle la buena nueva.

*_*



Notas finales:

Y ya está… he hecho que Sirius y Snape se reconcilien…

Ahora sólo faltan Draco y Harry… ¿Qué pasará con ellos? Pues se los cuento el lunes, sin falta… No está demás decirles que AMO todos y cada uno de sus comentarios… vamos, no se detengan, síganme haciendo feliz…

El siguiente capítulo si es uno largo… “ENTRE LAS HABITACIONES DE SAN MUNGO”

Y bien, eso fue todo por esta semana, espero que tengan un lindo fin de semana, y que se diviertan mucho.

XD

Zafy (Aún bajo la capa de invisibilidad por seguridad)

¡DRARRY, DRARRY y más DRARRY!

¿Es qué acaso puede haber algo mejor?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).