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"CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN" por p160880

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!!

Viernes ya, se acaba febrero (casi) y la semana(al fin) Espero que todo les esté yendo bien, allá al otro lado de la pantalla, como siempre muchas gracias por todos sus comentarios y palabras agradables.

Fic dedicado a Danver, por el Amigo invisible de la Torre de Astronomía,

Nada es mío, sólo mis ideas y mis comentarios (esos no se los regalo a nadie) Los personajes pertenecen a JKR (en el fondo gracias por crearlos, aunque no sé porque tenías que torcer tanto el final)

Bien, hoy ando algo irritadita con JKR, Ginny y medio mundo, creo que amanecí con el pie izquierdo y caí de la cama… así que no los distraigo más con mis “divagaciones” y les dejo un capitulo que espero disfruten mucho al leer….



 

CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN

CAPITULO 11: “NUEVOS AMORES, NUEVAS FAMILIAS”

JUICIO A THEODORE NOTT Y OLIVER WOOD TERMINA CON UNA CONDENA Y LA AUSENCIA DE LOS ACUSADOS

Luego de que la defensa del matrimonio Nott – Wood argumentara que ambos eran personas confiables y convenciera al Wizengamot de permitirles conservar su libertad mientras el juicio se realizaba, el día de ayer tuvieron que aceptar frente al tribunal que sus patrocinados habían desaparecido.

Se cree que pueden haber salido del país luego de que el juicio mostrara que la fortuna que manejaban era de procedencia poco honorable (por una cuestión de seguridad muchas de las pruebas no han sido presentadas a la opinión pública). Se demostró también su participación y responsabilidad en los laboratorios y los deficientes métodos de trabajo e ingredientes, así como en el empleo de magos y brujas no capacitados, menores de edad e incluso jóvenes muggles.

El tribunal habría condenado a la pareja a cinco años en prisión y a una reparación civil que les costaría el total de los bienes congelados, al parecer la pareja, sabiendo ya las pocas probabilidades de victoria, se ha dado a la fuga, los aurores aún les siguen la pista, y han ofrecido recompensas a quienes puedan brindar información al respecto.

Recodemos que Oliver Wood…

Hermione dejó el diario a un lado y suspiró —En el ministerio están muy enojados por que los dejaron escapar— comentó hacia Harry que estaba recostado sobre la cama, jugando ajedrez mágico con Ron. —Incluso se habla de sancionar a los abogados que contrataron porque podrían ser cómplices de su desaparición.

—Supongo que cuando los encuentren esos cinco años de condena se convertirán en algunos años más…— murmuró Harry distraídamente.

—Sí, escuché que pueden llegar a ser de diez a doce años…

—Pues bien merecido se lo tienen, bien dice mi madre que uno paga en esta vida lo malo que hace— comentó Ron antes de ordenar a su caballo atacar una torre de Harry.

— ¿Y qué hay sobre esas pruebas que dijeron que no pueden mostrar a la opinión pública?— preguntó Harry aun sin mirar a su amiga.

Hermione dio una mirada alrededor, cerciorándose de que en verdad se encontraban solos —Finalmente Nott les dijo de donde había sacado el oro…

— ¿Delató a Malfoy?— preguntó Harry alejando la vista del tablero por fin—Eso no meterá en problemas a Lucius?

—No, porque tenía un contrato en el que Nott se comprometía a no acercarse más a Draco y casarse en un plazo establecido por una gran cantidad de oro, Lucius dijo que fue víctima de un chantaje al cual accedió por la felicidad de su hijo.

— ¿Chantaje? ¿Malfoy? Por favor— bufó Ron.

— Pues en realidad el contrato no tiene nada de ilegal, Lucius se aseguró muy bien de cuidarse las espaldas, es un tipo listo.

—Ya lo creo…— murmuró Harry.

— ¿Todavía no se lo has dicho, no?— preguntó Hermione con mirada de reproche —Debes hacerlo, Harry, ahora que dices que son novios con más razón aún, en parte es por culpa de él que tú terminaras así.

—Primero que no es que yo diga que somos novios, realmente lo somos —Ron puso los ojos en blanco, pero Harry lo ignoró, había mantenido una conversación con ellos un par de días antes sobre Draco y él y aunque se habían mostrado algo comprensivos Harry intuyó que se debía más que nada al hecho de estar postrado en cama, imaginaba que aquella situación era algo a lo que tarde o temprano se tendrían que acostumbrar y que por el momento podía estar contento con que sus amigos toleraran a Draco y no lanzaran comentarios mordaces delante de él —Y segundo, Lucius sólo me advirtió que me alejara de su hijo… en realidad no ha hecho gran cosa y no creo que la haga.

—Vamos, Harry— replicó Ron — ¿Mandarte con un principiante? Los turnos dobles, los casos de mala monta… ¿en verdad no lo ves? ¿O es que te quieres hacer el que no ve como tu carrera va bajando mientras Malfoy mueve sus hilos en el ministerio?

—Pues, casi todo es cierto, pero me mandaron con el novato porque yo llegué temprano ese día y no había nadie más disponible y definitivamente no terminé aquí por él, es decir, no tiene la culpa de mi descuido ni del accidente…

—Sabes a lo que Ron se refiere— canturreó enfadada Hermione.

—Y se lo debes decir, no vamos a esperar que Malfoy trate de usar otros métodos para alejarte de su precioso y adorado hijo— dijo Ron con burla en la voz.

—Ya, pero no hables así de Draco— se quejó Harry.

—Definitivamente debe ser un mundo bizarro— masculló Ron.

— ¿Y dónde está a todo esto?— preguntó Hermione antes de que Harry replicara y extrañándose por la ausencia del rubio, por lo general estaba siempre allí, cerca de Harry, cuidándolo o acompañándolo, si había algo que ella no podía negar era que Draco realmente si parecía querer a Harry y si Harry también lo quería… pues ni modo, tendrían que acostumbrarse.

—Fue un momento a su oficina, tenía que hablar con su jefe… por lo que ha estado faltando…— explicó Harry, también extrañado por la demora de su ahora novio.

*_*

No era su costumbre escuchar conversaciones ajenas, realmente no lo era, y no lo habría hecho de no ser porque escuchó su apellido, estaba a punto de entrar cuando lo mencionaron y algo lo hizo quedarse en silencio y escuchando, y ahora se alegraba de haberlo hecho.

Sentía sus mejillas sonrojadas y que su magia pronto perdería el control debido a la rabia, estaba mucho más que furioso, su padre esta vez había llegado demasiado lejos, no sólo se había empeñado en separarlo de Theo, si no que ahora también lo hacía con Harry, y definitivamente las cosas no se quedarían así.

Mientras aparecía en medio del vestíbulo de la mansión, ese que no había pisado en casi tres años, hizo una nota mental para luego reprocharle a Harry su falta de comunicación y honestidad en ese asunto.

— ¿Draco?— dijo la voz de Lucius desde el otro lado del salón, se veía ligeramente asombrado, Draco le dio una mirada de enfado.

*_*

Elizabeth Snape Black era una niña encantadora, tenía el cabello oscuro y los ojos grises de Sirius, sus mejillas sonrojadas y era bastante pequeña, parecía muy frágil y, según muchos una niña adorable, aunque eso no la detenía al momento de llorar, ensuciar pañales y vomitar.

Sirius se levantó de la cama y caminó hasta la habitación continúa, donde la niña ya empezaba con su sinfonía de llantos, la levantó de la cuna y la empezó a mecer suavemente, supuso que Severus aún estaría en la cocina terminando de preparar el biberón.

—Ya… Elizabeth… pronto papá llegará con la comida— murmuraba Sirius meciéndola de un lado a otro mientras maldecía que Snape se demorara tanto en llegar, la niña seguía llorando sin dar tregua alguna.

—Aquí está— dijo Snape apareciendo por la puerta, algo agitado por haber tenido que correr desde la cocina y con el biberón en alto como si se tratase de un trofeo, o de la solución a un grave problema, Sirius se inclinaba más por la segunda comparación.

—Al fin— murmuró Sirius mientras tomaba con una mano el biberón y lo dirigía hacia la pequeña boca, que inmediatamente se quedó en silencio, disfrutando de su alimento, a su lado Sirius y Severus soltaron un suspiro de alivio.

—Pensé que se despertaría en un momento más— se excusó Snape —Lamento que te hayas tenido que levantar…

—Está bien, además no me siento débil ni nada de eso y de todas formas no es muy tarde aún.

—Lo sé, pero el mendimago dijo que debías descansar un poco, al menos unos cuantos días— dijo Snape acariciando la espalda de Sirius.

—Sólo he tenido una niña, no es para tanto, pero de todas formas si me siento cansado o enfermo te prometo que volveré a la cama— dijo a la vez que se dejaba caer sobre la mecedora y empezaba un suave balanceo mientras Elizabeth, con los ojos cerrados disfrutaba de su biberón. Cuando Sirius había llegado a casa unos días antes había quedado gratamente sorprendido por como Severus había dejado todo en la habitación de la pequeña, era mucho mejor que el recuerdo que Draco le había mostrado.

Snape se acercó y le dio un beso en la frente antes de apartarse un poco y jalar una pequeña silla para estar sentado frente a Sirius y a Elizabeth, con un dedo acarició una de las manitas de la niña que rápidamente lo apretó con fuerza, ambos sonrieron hacia su pequeña hija, cada vez más maravillados con cada gesto que habían descubierto en esos escasos cuatro días.

*_*

—Veo que eso de que había sido repudiado como hijo tuyo no es del todo cierto— comentó Draco cruzándose de brazos.

— ¿Te refieres a qué la mansión te dejó entrar?

—Así es.

—Pues supongo que una vez que recuperaste la razón y te alejaste del vividor de Nott la mansión te admitió nuevamente— replicó Lucius, aunque ambos sabían que eso era mentira, si Draco había entrado era porque Lucius siempre había esperado por él — ¿Deseas un trago?

—No, gracias— Draco avanzó varios pasos hasta estar a la altura de su padre —Necesito hablar contigo, aclarar ciertas cosas.

— ¿Y qué cosas exactamente?

—Sé acerca del dinero que le pagaste a Theo para que me dejara— dijo con voz fría y herida, Lucius pareció sorprendido por un momento antes de alejarse unos pasos y cuando habló nuevamente lo hizo con voz severa.

—Yo te dije que lo único que quería ese chico de ti era tu fortuna y que no te quería, pero no me hiciste caso, lamento que te hayas tenido que enterar pero no podía hacer otra cosa más para ayudarte.

— ¿Ayudarme? ¿Llamas a eso ayudarme?— dijo Draco más alterado ahora tras las palabras de su padre.

—No creas que no sabía lo que pasaba, Draco— Lucius le dio una mirada de reproche —No creas que no estoy enterado de todos los malos ratos que te hizo pasar, de todas las humillaciones que tuviste que soportarle, sólo por tu terquedad de no darme la razón.

— ¿De qué demonios estás hablando?— preguntó Draco, de pronto ya no se sentía tan molesto pero si algo avergonzado.

— ¿En serio necesitas que te lo recuerde?— Lucius caminó hacia el pequeño bar y se sirvió un vaso de licor — ¿Qué te recuerde todas las veces que te engañó? En tu propia cara, ¡Mierda, Draco! ¡Se pavoneaba con sus amantes en tu propia cara!, malgastando el poco dinero que le dabas, y creándote más deudas de las que podías pagar… — reprochó Lucius con mirada furiosa— Humillándote y sin embargo tú permanecías allí, aguantando cada uno de sus maltratos, ¡incluso más de una vez te golpeó!

— ¿Cómo…?— Draco jadeó ligeramente por lo mucho que dolía que su padre estuviera al tanto de todo eso — ¿Cómo demonios puedes saber todo eso?

—Draco— suspiró Lucius —Él que te hayas alejado de mi no significaba que yo no estaría cerca para cuidarte, para ver que nada malo te pasara… Cuando tu madre murió le juré que te protegería, que no permitiría que nada ni nadie te dañara… y no podía quedarme de brazos cruzados mientras veía como tirabas a la basura tu vida, tu orgullo, por alguien que no se merecía siquiera una mirada tuya.

—No tenías derecho a meterte en eso… ni a espiarme.

—Sí, sí que lo tengo, Draco, soy tu padre, y te cuidare y protegeré siempre, aunque seas un anciano o creas que puedes solo, yo estaré allí hasta que se me agoten las fuerzas, es lo que hacemos por la familia, por los que queremos.

Draco se quedó en silencio, tratando de encontrar aluna cosa que argumentar ante las palabras de su padre, aún podía recordar la última vez que lo había visto y la terrible discusión que habían tenido, y ahora por más que lo intentara y lamentara no podía dejar de darle la razón en tantas cosas…

—Hijo— dijo Lucius apoyando una mano sobre su hombro —Yo te quiero, eres lo único que me queda y mientras esté en mis manos que no sufras haré hasta lo imposible.

Draco levantó la vista para encontrarse con los grises ojos de su padre, con la mirada ligeramente empañada, —Si no quieres que sufra… si de verdad dices que me quieres entonces tendrás que dejar a Harry en paz.

Lucius torció el gesto y se apartó unos cuantos pasos de él —Veo que Potter se ha estado quejando.

— No, él no se ha quejado, pero sé lo que estás haciendo, molestándolo en el trabajo para que se aparte de mí, ¿Acaso también le ofreciste dinero?— Lucius sólo se encogió de hombros y Draco suspiró —Él no es como Theo, no los confundas, padre.

—Potter era la pareja de Wood, puede estarte utilizando para vengarse de alguna manera o…

—Por favor— bufó Draco interrumpiéndolo — ¿Acaso para lo único que sirvo es para que se traten de apropiar de mi fortuna o para que me usen en venganzas? ¿En tan mal concepto me tienes?

—No digas tonterías, Draco, yo jamás he pensado eso, sólo te digo lo que veo, ¿la ex pareja de tu ex pareja está enamorado de ti? Es poco creíble.

—No lo es, y él y yo hemos sido amigos durante un tiempo, durante mucho tiempo en realidad, cuando más necesitaba de un amigo…

— ¿Y no estás confundiendo esa necesidad con cariño?

— ¡Claro que no! Esto es diferente, diferente a lo que sentí por Theo o por cualquier otro.

Lucius frunció el ceño y negó con la cabeza antes de darle un sorbo más a su trago —Potter nunca ha sido de tu agrado, ni del mío, aún recuerdo la de veces que pelearon en la escuela, y aun después, durante la guerra, pese a que estábamos en el mismo bando simplemente ustedes no podían llevar la fiesta en paz.

—Las cosas han cambiado, yo he cambiado y él también— Draco suspiró profundamente y se acercó al pequeño bar para servirse una copa, sentía que realmente la necesitaba si es que iba a continuar con esa conversación. Ambos permanecieron en un silencio sólo roto por el sonido del líquido cayendo en el vaso y la botella golpeando suavemente la mesa de madera —Yo supongo que debo darte la razón en cuanto a Theo…

—Hubiera dado lo que sea por que no tuvieras que dármela— se apresuró a decir Lucius.

—Sin embargo, no te la daré en cuanto a Harry, ni él ni yo buscamos venganza, nunca la buscamos, ni siquiera al inicio.

Lucius suspiró profundamente y le dio una larga mirada a Draco, sopesando las palabras de su hijo.

— Harry y yo nos encontramos en la boda de Theo y Wood— continuó hablando Draco con voz calmada mientras mecía entre sus dedos el vaso con licor — Estuvimos espiando la ceremonia y la recepción— Draco hizo una mueca de descontento hacia el gesto de su padre —Si, lo sé, patético— Dio un sorbo más a su copa, recordando por primera vez en meses aquella parte de su vida y aquellas primeras veces en que se habían visto, la forma como habían terminado siempre de una u otra manera en la cama y lo doloroso que había sido todo —El tema es que ambos nos apoyamos para dejar atrás a esos dos, sin ningún tipo de interés más que el no dejarnos vencer por ellos. Hemos sido amigos y ahora le quiero, y él me quiere, esa es la historia, la verdad.

—Yo sabía que te encontrabas con Potter— comentó Lucius luego de un momento en que ambos se habían vuelto a quedar en silencio —Incluso antes de que se aparecieran por el callejón Diagon y “El Profeta” sacara esas fotos, lo sabía y pensé que sólo era una forma de olvidar, incluso que tramabas algo, pero cuando se animaron a aparecer juntos supuse que la cosa iba más en serio…

— ¡Padre! — Reprochó Draco — ¿Acaso tienes algún tipo de conjuro sobre mí? ¿Cómo es que sabes todo lo que hago?

—Tengo mis métodos, y no te los revelaré, pero para tu tranquilidad no tengo ningún tipo de hechizo de ubicación sobre ti, ni sobre nadie — contestó Lucius, luego se aproximó hacia Draco y le puso una mano en el hombro —Sé que Potter es mil veces mejor que Nott, pero… ¿Tú estas seguro de eso? ¿De que él te quiere?

—Si.

— ¿Y qué tú le quieres?

Draco sonrió un poco —-Si, también.

Lucius apretó suavemente el hombro de Draco un instante y luego se apartó —Nunca has dejado de ser mi hijo, no podría negarte jamás, sólo restringí tu acceso a la fortuna porque no quería que ese mal nacido la malgastara, ahora que has decidido estar con Potter supongo que eso puede cambiar… puedo dejar que tengas acceso a todo lo que te negué hace un tiempo y…

—No es por el oro por lo que vine a hablar— le interrumpió Draco —No es porque quiera tener a mi disposición todo lo que me puedes brindar en material, yo sólo quiero que dejes en paz a Harry, que dejes de sabotear sus ascensos y que…— Draco tragó sintiendo una ligera opresión en su garganta, mientras Lucius lo miraba de una manera extraña —Quiero que seamos una familia otra vez, como antes.

Apenas tardó medio segundo en rodearlo con sus brazos, en apretarlo con fuerza contra su pecho mientras sentía su respiración irregular y sus brazos aferrándose a él, suspiró profundamente —No hay nada que yo quisiera mas en el mundo, hijo.

*_*

Pasaban de las diez de la noche cuando Draco finalmente volvió hacia el hospital, cargando unos cuantos dulces y el pesado libro que tenía que terminar de leer pronto, pensó que lo mas probable es que Harry estuviera ya durmiendo por lo que se sorprendió cuando lo encontró despierto, sentado sobre la cama y con los brazos cruzados, realmente se veía cansado y hasta algo enfadado.

—Draco, ¿Dónde has estado? No sabes lo preocupado que estaba…— regañó Harry no queriendo parecer demasiado escandaloso, aunque lo cierto era que había estado demasiado angustiado por el retraso de Draco.

—Hola— dijo Draco acercándose para darle un beso en los labios —Lo lamento… surgió algo.

—No contestabas al móvil.

— ¿Llamaste?— preguntó Draco buscando en sus bolsillos el pequeño aparato, pero estaba apagado —Me quedé sin batería, no me había dado cuenta, lo siento…

Harry asintió suavemente y se recostó sobre la cama. Draco se sentó a su lado y acarició suavemente su brazo —No te enfades… Hoy estoy de muy buen humor…

— No me digas.

—Si, es más, te traje unos dulces— dijo Draco sonriendo a la vez que se estiraba hacia el final de la cama donde había dejado los dulces junto con el libro —Anda… siéntate y cómelos conmigo mientras te cuento.

Harry le dio una mirada desconfiada pero finalmente accedió a sentarse y tomar uno de los dulces que Draco le ofrecía, eran unos muy extraños, y tenían la forma de una calabaza, en cuanto les dio una mordida suspiró de gusto, era una de las mejores cosas que había probado en mucho tiempo, aunque eso también se podía deber al que lo habían tenido a base de caldos de vegetales y pollo durante demasiados días —Son deliciosos, ¿De dónde los has sacado?

—Son de una pequeña pastelería francesa, en las afueras de Rouen que es famosa por estos dulces… Los trajo mi padre, hace poco estuvo allí.

Harry se quedó con la mano en alto a medio camino de su boca, mirando a Draco de manera espantada, no creyendo lo que le decía — ¿Quién…?

Draco sonrió y tomó otro dulce de la caja y Harry estuvo a punto de decirle que no se lo comiera, que podía ser peligroso —Así que mi padre te amenazaba, ¿eh Potter…?

*_*

—Definitivamente aún sigo asombrado— comentó Lucius hacia Severus, ambos estaban en la sala de la casa de Sirius y Severus, disfrutando de un café, mientras Elizabeth y Sirius todavía descansaban.

—Ya dijiste eso en el hospital— rumió Severus, Lucius no había dejado de fastidiarlo desde que se había enterado de su reciente paternidad.

—Está vez no hablaba de ti, aunque si sigo asombrado por eso también.

—Al parecer eres muy fácil de asombrar…

—Me refería a Potter, por supuesto— dijo Lucius, obviando el comentario de Severus —y su relación con Draco.

—Tú lo sabías incluso antes que nosotros, no debería asombrarte— Snape hizo un ligero asentimiento ante la muda pregunta de su amigo —Sí, Draco me contó algunas cosas, como que pensabas convencer a Potter de alejarse de él…

—Sí, pero al parecer es muy honesto, no quiere oro, no quiere un puesto mejor en el ministerio… — Lucius se encogió de hombros —Es alguien demasiado extraño.

—Y testarudo, debiste preguntarme primero, lo conozco bien y te hubiera adelantado que no cedería, ya sabes, “nobleza Gryffindor”.

Lucius iba a replicar pero en ese momento el sonido de las llamas de la chimenea hizo que ambos girasen, segundos después Remus emergía entre las llamas y daba un paso al frente.

—Hola Snape, lo siento no sabía que tendrían visitas…— Remus hizo un asentimiento hacia ambos hombres —Malfoy, que sorpresa…

—Ya ves, visitando a los amigos y las nuevas familias— dijo Lucius sonriendo.

—Claro.

—Sirius está arriba, si gustas puedes ir a verlo, no creo que siga durmiendo— contestó Snape.

—Pero que falta de educación la tuya, Severus — le corrigió Lucius, Snape arqueó una ceja — ¿No quieres tomar un café con nosotros a lo que Black baja o Elizabeth despierta?

Remus le dio una mirada confundida a un muy sonriente Lucius y luego a Snape, que parecía ligeramente fastidiado —No, no gracias… sólo… Yo subiré a ver a Sirius, nos vemos— hizo un ligero asentimiento hacia ambos y caminó rumbo a las escaleras con pasos rápidos.

Snape esperó a que los pasos de Remus dejaran de sonar para mirar a su amigo con reproche —Lucius…

—Es interesante— comentó Lucius pensativo —Hace mucho que no veo a Lupín, ha cambiado mucho desde la guerra.

—La última vez que lo viste fue en la batalla final y creo que ninguno lucía muy bien que digamos, luego de tantas horas de lucha— replicó Severus

—Si, es interesante

— ¡Lucius!— advirtió Snape con mirada molesta hacia su amigo, y Lucius simplemente se encogió de hombros con un gesto que parecía inocente pero que Severus conocía muy bien.

*_*

Las manos de Draco resbalaron lentamente por su pecho, aún sobre la camiseta, acariciando hasta llegar a la cinturilla del pijama, mientras Harry enredaba más sus dedos en los cabellos de su nuca y lo jalaba hacia él, sus labios estaban siendo besados de esa manera que, según había descubierto sólo unos días antes, le encantaba.

—Draco…— gimió Harry apartándose del beso un poco y dejando caer su cabeza hacia atrás, los labios de Draco cubrieron con besos el espacio a su disposición, disfrutando de la tibia piel y de su sabor.

—Harry… sabes muy bien— murmuró Draco empujando un poco más el cuerpo de Harry sobre la cama y recostándose a su lado, sus manos seguían rondando y acariciando el abdomen y el pecho mientras Harry se aferraba a él con fuerza.

—Mmmm— Harry levantó un poco el rostro, lo suficiente para besarlo en los labios una vez más —Si no paras…

—Lo sé…— murmuró Draco pero sin detenerse en sus caricias o sus besos.

— ¡Merlín! No sabes cuánto te deseo, Draco— gimió Harry entrecortadamente mientras Draco le levantaba un poco más la camiseta y sus dedos le acariciaban la piel desnuda.

—Y yo… — Draco se apartó un poco del beso y levantó más aún la camiseta de Harry para tener a su disposición toda esa piel, se agachó y comenzó a repartir pequeños besos en el pecho y el abdomen, su lengua hizo un recorrido por el centro hasta llegar a una de las tetilla, apenas y pasó la lengua sobre ella un par de veces, sintiendo el cuerpo de Harry arquearse.

— ¡Demonios…!— gruñó Harry, medio por placer, medio por dolor, dolor en su espalda que estaba alejando rápidamente la excitación, aún así no quiso que Draco se detuviera…

— ¿Estás bien?— le preguntó suavemente antes de pasar la punta de la lengua nuevamente sobre la tetilla.

—No es justo… quiero que lo hagamos— jadeó Harry rindiéndose al dolor punzante en su espalda, seguro de que Draco se había dado ya cuenta de su incomodidad.

—Y lo haremos… de muchas formas, Potter, no te quepa duda— le prometió Draco dando un último beso sobre el ombligo antes de acomodar la camiseta de Harry en su sitio —Cuando te encuentres bien.

—Lo siento…— murmuró Harry cerrando los ojos y tratando de alejar el dolor de la espalda, según el medimago en unos días más todos los dolores debían desaparecer, sólo tenía que seguir con la rehabilitación y no hacer nada brusco ni fuerte, y definitivamente hacer el amor con Draco aún entraba en la categoría de acciones prohibidas.

—No digas tonterías— reprochó Draco que se había dejado caer a su lado nuevamente, aún estaba ligeramente agitado por su propia erección pero se obligó a alejar todos esos pensamientos, por el momento al menos. —Estás hospitalizado, no haremos nada que ponga en riesgo tu recuperación.

—Anoche nos acercamos mucho…— replicó Harry girando un poco hacia Draco y con una sonrisa insinuante.

—Si, ciertamente…

—Y no pusimos en riesgo nada…

— ¿Aún te duele la espalda?— le preguntó Draco mientras una de sus manos se colaba dentro de la camiseta nuevamente, era cierto, la noche anterior los besos nocturnos que compartían cuando sabían que ya nadie mas llegaría de visita o los interrumpiría se habían convertido poco a poco en caricias cada vez más osadas, y aunque ambos sabían que debían contenerse, no se detuvieron, y terminaron acariciándose y besándose hasta que ambos llegaron al orgasmo.

—Ya pasó…— murmuró Harry pegándose un poco más a él e implorando a todos los cielos que ningún músculo le doliera ya esa noche.

—Estás abusando de tu suerte…— dijo Draco volviendo a besar su cuello, mientras con una mano se colaba ahora dentro del pantalón, rozando con sus dedos el miembro medio erecto de Harry, que jadeó suavemente por su toque, Draco sabía que estaba haciendo esfuerzos por no moverse demasiado para que no le volviera ningún dolor y eso lo hacía sentir culpable, como si no se pudiera contener hasta que al menos Harry fuera dado de alta, y ya faltaban sólo unos cuantos días para eso. Sintió una de las manos de Harry tratando de apartarle la ropa y colarse hacia su piel, mientras esa erección crecía cada vez mas ante el ligero toque de sus dedos —Harry…— suspiró vencido, apartándose un poco.

—No… no te detengas…

—No quiero que te pase nada malo, ni que retrocedas en tu recuperación…— murmuró Draco apartando el cabello de la frente de Harry, que le dedicaba una mirada de pura frustración, frustración similar a la que él sentía.

—Ayer lo hicimos…

—Y hoy tuvieron que darte mas poción para el dolor, no creas que no me enteré— reprochó Draco dándole un beso suave en la frente.

Harry desvió la vista sabiendo que Draco tenía razón y sintiéndose ligeramente avergonzado por su falta de dominio y de control —Entonces… ¿Podrías dormir conmigo esta noche?

— ¿Aquí en tu cama?

—No, en realidad pensaba dormir en el suelo— replicó Harry mientras se acomodaba mejor entre los brazos de Draco, que le dio un golpe en la cabeza.

—Las ironías son mías, Potter.

— ¡Ouch!— se quejó Harry medio divertido —Claro, y el mal carácter también.

—Duérmete, Potter.

*_*

—Te ves agotado— comentó Harry caminando con pasos más firmes y confiados en la sala de rehabilitación.

—Elizabeth tuvo cólicos, estuvo despierta casi toda la noche— le contestó Sirius ahogando un bostezo —Ni Severus ni yo dormimos bien.

—Debiste quedarte en casa a descansar.

—No, está bien, apenas he tenido tiempo de verte…

—Ya estoy bien… pronto estaré en casa— replicó Harry mientras levantaba una de las piernas como le indicaba la enfermera que lo guiaba en silencio en los ejercicios que tenía que hacer.

—Si, lo sé, iremos a verte con Elizabeth en cuanto estés instalado.

—Me encantaría — murmuró Harry mientras la enfermera le indicaba que bajara la pierna lentamente, haciendo que los músculos le temblaran un poco más por el esfuerzo.

—Eso está muy bien, Señor Potter.

—Harry— replicó Harry, desde que habían empezado con las sesiones había insistido en que lo llame por su nombre pero la mujer parecía no querer tomarlo en cuenta.

— ¿Las cosas con Snape ya están bien?— le preguntó Harry luego de un momento, sabía por Draco y porque los había visto juntos, que habían hecho las paces, aunque no exactamente cómo y en realidad no había tenido mucho tiempo a solas con su padrino para tener esa charla.

— Si, estamos bien… ahora más abocados a cuidar a Elizabeth, aunque en unas semanas más Severus debe retomar sus investigaciones, ya va muy atrasado…

—Aún sigo medio enfadado contigo ¿Sabes?

—Si, lo imagino, era un tema difícil, sobre todo por lo bien que se llevan tú y él.

Harry sonrió de medio lado —Él es el que siempre me ha tenido bronca en la escuela sólo porque…

—Porque eras un Potter, lo sé— le interrumpió Sirius —Justamente de eso deseo hablarte, verás Severus y Elizabeth son ahora mi familia y tú también lo eres, por eso es muy importante para mi que ustedes traten de llevarse bien.

—Si es que él no me molesta, yo no lo molestaré.

—He hablado con él y sabe que es importante para mí, él pondrá de su parte y quiero que tú pongas de la tuya.

—Supongo que es lo justo— dijo Harry encogiéndose de hombros —Tú tendrás que prometer lo mismo con respecto a Draco.

—Pero con Malfoy ya no nos llevamos mal, sobre todo después de lo que hizo.

— ¿Hizo? ¿Qué hizo?— preguntó sorprendido Harry. Sirius abrió la boca para replicar, pero la enfermera habló antes.

—Bien, creo que hemos terminado — informó la enfermera —No olvide realizar los ejercicios que le he indicado en casa y si tiene algún nuevo dolor o fastidio debe comunicarse inmediatamente con el medimago.

—Claro, Sue, no hay problema por eso— contestó con algo de cansancio Harry, era la enésima vez que le repetía aquello.

— ¿Qué fue lo que hizo Draco?— preguntó Harry luego de que la enfermera se retirara y los dejara solos.

—Pensé que lo sabrías… bueno, él fue el que hizo que viera que Severus no se había movido de aquel pasillo ni un solo día desde que fui internado, y como estaba preparando la casa para Elizabeth…

— ¿Draco? ¿Mi Draco?— preguntó extrañado Harry, sintiendo un pequeño calor de orgullo en el pecho.

Tu Draco… eso suena realmente extraño— dijo algo divertido Sirius —Trata de no decirlo delante de Ron, aún le afecta en algo el tema.

—Si, pero ya se acostumbrara.

*_*

Draco tomó una gran bocanada de aire y luego tocó la puerta de la oficina de su jefe, una voz lo invitó a pasar.

—Buen día, Señor Goldsmith, me dijeron que quería hablar conmigo.

—Draco, ¿Cómo has estado?— preguntó el hombre poniéndose de pie y extendiendo la mano.

—Bien, gracias…

—Espero que Harry ya se encuentre mejor— dijo mientras le indicaba una silla para que tomara asiento — Ya sabes que a mi esposa y a mi nos pareció muy buen muchacho.

—Si, ya está recuperado, mañana en la tarde le dan el alta.

—Genial, genial— Goldsmith le dio una mirada intensa y soltó un sonoro suspiro mientras revolvía en uno de sus cajones hasta que sacó una carpeta de color marrón —Tu contrato con el diario vence aún en un par de meses mas, como debes saber.

Draco asintió en silencio, ligeramente tenso, estaba ya muy extrañado por haber sido convocado a esa reunión, pero ahora que su jefe mencionaba su contrato la tensión se elevó más aún, pues esos temas de los contratos se veían directamente con Jhonson, el encargado de recursos humanos, a menos claro, que te fueran a despedir —Si, lo sé.

—Hemos estado evaluando tu trabajo durante los últimos meses, tu columna es una de las más populares, a la gente le gusta leer sobre tus opiniones acerca de los diversos lugares, conciertos, libros…— El hombre abrió la carpeta y sonrió hacia Draco —En realidad son muchas las cosas de las que hablas…

—Si, ya sabe, me gusta diversificar…

—Ya debes saber que desde hace unos meses se está buscando dar un nuevo giro al diario, atrapar a la gente más joven, capturar nuevos lectores— Draco asintió en silencio no sabiendo ya hacia donde podía ir esa conversación —Y hemos decidido lanzar un suplemento más, uno que saldría una vez a la semana, recomendando sitios, libros, películas, conciertos… en fin, creo que debes captar la idea.

—Claro, me parece una buena idea, un suplemento que les recomiende sitios, libros, discos, les de una brújula de hacia donde ir si quieren salir de fin de semana, incluso creo que se podría recomendar sitios nocturnos, estoy seguro que muchos lugares querrían pagar algo de publicidad para aparecer allí y a los mas jóvenes les gustara — comentó Draco.

—Eso es precisamente lo que necesitamos— dijo el señor Goldsmith acercando finalmente la carpeta hacia Draco —Llevas con nosotros casi cuatro años, y en ese tiempo hemos visto como has crecido profesionalmente y nos sentimos muy orgullosos por eso, sabemos que aún te falta un largo camino que recorrer pero creemos estar en lo correcto al apostar por ti.

— ¿Apostar por mi?— preguntó Draco dando una mirada a los papeles, era su contrato de trabajo sólo que las cantidades a ganar habían aumentado considerablemente.

—Queremos que te hagas cargo de todo el suplemento, tendrías un espacio en la editorial, por supuesto, para que puedas hacer alguna de tus columnas acostumbradas, pero además tendrías a tu cargo a todo el equipo de escritores, diseñadores… el cargo preciso es editor.

Draco abrió la boca un instante y miró hacia el hombre ligeramente incrédulo, para luego mirar nuevamente hacia el contrato — ¿Editor?

—Si, creemos que podrías hacerlo muy bien, aunque claro, implicaría tener un horario más estable en la oficina y algo más de trabajo… ¿Qué dices?

—Por supuesto que si— dijo Draco rápidamente con una sonrisa hacia su jefe.

*_*

Harry sabía que en un inicio sus amigos habían estado muy incómodos cuando se enteraron de su amistad con Draco, pero que pese a todo habían puesto su mejor esfuerzo para tolerarse cuando coincidían en algún sitio, básicamente por que pensaban que era una fase que estaba atravesando y que tarde o temprano terminarían peleándose, y el que Draco hubiera pasado tantos días en el hospital junto a él, cuidándolo les empezó a dar sospechas de que tal vez Draco no se iría tan rápido como ellos habían pensado o esperado, luego cuando había despertado y les dio la noticia de que Draco y él se habían hecho novios formalmente todos a su alrededor parecieron resignarse, tal vez aún creyendo que eso era algún tipo de fase (una muy larga) y que de todas maneras terminarían peleados. Así que el que todos sus amigos, estuvieran en la sala de su casa, con letreros que le daban la bienvenida y uno muy luminoso que decía “Debieron ver como quedó el dragón” (supuso que cortesía de los gemelos) junto a Draco, incluyéndolo en sus planes y siendo cómplices junto a él de la fiesta sorpresa lo dejaba mucho más sorprendido y feliz que la fiesta en si.

—Muchas gracias a todos— dijo Harry en voz alta aún con una sonrisa de oreja a oreja ante el gran grupo que se había instalado en su sala, estaban todos los Weasley, Fleur, Sirius, Snape, Elizabeth, Draco, y muchos de sus compañeros aurores, incluyendo al jefe Norton.

—Sólo promete que la próxima vez que veas un dragón— empezó George ¿o era Fred?

—Lo dejarás pasar a él primero— completó el otro gemelo, todos en la sala rieron, incluso Draco, que estaba junto a él, aun tomándolo de la mano y cargando las cosas que habían traído del hospital.

—Mejor será que te sientes mientras yo guardo esto— dijo Draco jalando suavemente a Harry hasta uno de los sofás.

—No me siento cansado…—Se quejó Harry sentándose en el sofá.

—Pero no esperaremos a que eso pase, ¿verdad?— dijo Sirius sentándose junto a él, traía en brazos a una muy pequeña niña de cabello oscuro y ojos grises, sus mejillas estaban sonrojadas y parecía muy interesada por todo el alboroto alrededor, era la primera vez que Harry podía ver a Elizabeth y realmente le pareció que era una niña muy bella, pese a que Snape había participado en la concepción de la criatura.

—Es muy bonita— dijo Harry aun mirando hacia la niña —Menos mal que salió más a ti que…

—Gracias por los cumplidos, Potter— siseó la voz de Snape detrás de ellos, Harry no había notado su presencia, se giró ligeramente sonrojado recordando la promesa que le había hecho a Sirius de ser amable con el ex profesor.

—Eh… ¿Así que Elizabeth llora mucho por las noches?

Snape puso los ojos en blanco y Sirius soltó una pequeña risita, iba ser muy divertido ver a esos dos tratar de llevarse mejor.

A su alrededor Draco y Hermione habían empezado a repartir botellas de cerveza de mantequilla y distintas clases de dulces, bocaditos y pequeños emparedados, mientras el sitio se llenaba del retazo de conversaciones y risas de todos alrededor, Harry estuvo conversando con todo el mundo, y apenas tuvo tiempo de intercambiar unas cuantas palabras con Draco, aunque si lo vio bastante cómodo en medio de todo.

Cuando el último invitado se fue Draco se dejó caer sobre el sofá junto a Harry, bastante agotado, había estado desde la tarde anterior, junto a Hermione planeando y organizando todo y durante toda la mañana ayudando a Harry con los trámites de salida del hospital, sin contar los que tuvo que hacer para que le permitieran desaparecer desde la habitación en un traslador y evitarle el salir por los pasillos, pues todo el vestíbulo y parte de los ascensores estaban repletos de periodistas en busca de una buena foto o alguna entrevista.

—Gracias… me divertí mucho— dijo Harry palmeándole una pierna y dejando caer su cabeza en el hombro de Draco.

—Me alegra, esa era la idea, aunque creo que nos excedimos, es muy tarde y tú ya deberías estar en cama— reprochó Draco suavemente acariciando con la punta de sus dedos la mano de Harry que permanecía sobre su pierna y pensando en darse un largo y gran baño antes de arroparse en la cama y no levantarse hasta muy tarde al día siguiente.

—No tengo 11 años como para tener hora de ir a la cama— se quejó Harry.

—No, pero aparentemente tampoco mucho sentido común— picó Draco —Primero saltas delante de un dragón, ahora no quieres ir a descansar como es lo correcto para recuperar tu salud —Draco soltó un gran suspiro mientras se giraba para encarar a Harry — ¡Ay Potter!— negó suavemente con la cabeza y con una de sus manos atrajo más el rostro de Harry hacia él — ¿Qué se supone que vamos a hacer contigo?

Harry sonrió divertido —Hay muchas, pero muchas cosas que puedes hacer conmigo — le dijo de manera insinuante antes de besarlo, sus labios acariciando los de Draco lentamente, su lengua pugnando por entrar a esa cálida boca y sus dedos entrelazados.

—Si, lo sé… — le murmuró Draco apartándose un poco de él —Pero justo ahora creo que es mejor que tomes una ducha y te vayas a la cama.

— ¿Vendrás conmigo?— preguntó Harry mientras se ponía en pie.

—Terminare de arreglar unas cuantas cosas aquí primero.

—Lo puedes hacer mañana… yo te ayudaré.

—No señor, nada de eso, usted a la ducha y luego a la cama, donde te quedarás mañana también— Draco se puso en pie también y le dio un beso en los labios —Anda yo te alcanzo en un rato más

—Está bien— dijo Harry a regañadientes caminando hacia el dormitorio.

*_*

Draco terminó de acomodar con ayuda de su varita toda la sala y la cocina, no le agradaba dormir si todo estaba hecho un desastre. Caminó hacia la habitación de Harry y lo vio ovillado en su cama, respirando pausadamente, se había quedado dormido. En silencio se deshizo de su propia ropa y se metió a la ducha, prefería pasar la noche con Harry, sólo por si necesitaba algún tipo de ayuda.

El agua caliente se sentía bastante bien sobre su piel y estaba seguro que una vez tocara la cama se quedaría dormido inmediatamente, lo cual era un alivio pues, desde que le habían comunicado su ascenso (Visiani casi había hecho un berrinche en medio de la sala de redacción cuando se enteró durante la fiesta sorpresa de celebración que sus amigos del trabajo le hicieron luego de que saliera de hablar con su jefe) no había podido dejar de dar vueltas sobre como llevaría las cosas a partir de ese momento, sabía que estaría mucho más ocupado que antes, que era algo que requería ya un compromiso con el diario, un horario de oficina y ya no tanta libertad, pero eso en realidad no le molestaba, tenía tantas ideas en la cabeza que a veces incluso hasta se sentía mareado.

Lo mejor de todo no había sido el gran aumento de sueldo, o ver a Visiani casi lloriquear en medio de la redacción, ni siquiera las felicitaciones de sus amigos, había sido Harry, Harry y la mirada de total orgullo que le había dado, cada vez que recordaba como esos ojos verdes lo habían mirado cuando le había dado la noticia sentía que el corazón se le aceleraba y la respiración se le cortaba, nunca había imaginado que el hacer sentir orgulloso a Harry era razón suficiente para estar contento.

—Si permaneces más tiempo allí te vas a arrugar— dijo la voz de Harry y Draco abrió los ojos, sobresaltado.

— ¿Qué…?— Se detuvo mirando a Harry, estaba con los brazos cruzados, apenas cubierto por un bóxer oscuro, apoyado en el marco de la puerta y mirándolo de una manera que no había visto nunca, ni siquiera en el hospital durante las últimas noches en que se habían aventurado a ponerse más cariños, sus ojos reflejaban el más puro deseo, algo en su interior vibró y hasta cierto punto se sintió tonto por dejar que tan sólo una mirada lo afectara de esa manera — ¿No deberías estar ya durmiendo?— pudo preguntar al fin.

Harry sonrió de lado y se acercó un poco más a la ducha, lentamente, sin quitar los ojos del cuerpo de Draco —Si, tal vez, pero prefiero entretenerme viendo a mi casi no estrenado novio tomar una ducha.

—Potter…— jadeó Draco al tiempo que Harry extendía una mano y le acariciaba con la palma, casi sin tener real contacto con su piel, el pecho.

—Te tendrás que acostumbrar a decirme Harry ¿sabes?— preguntó Harry apartándose un poco, lo suficiente para desprenderse de la única prenda que vestía.

—Harry— corrigió Draco, dándole una mirada al cuerpo ahora totalmente desnudo de Harry mientras este se metía a la ducha junto a él, el agua caliente aún seguía cayendo, ahora sobre ambos y llenando todo el cuarto de vapor, mientras las manos de Harry volvían a acariciar su pecho muy suavemente.

—Eres precioso— murmuró Harry antes de besarlo de manera demandante, sus manos jalando el cuerpo de Draco hasta pegarlo al suyo sus miembros aún no erectos chocando el uno contra el otro, y el aroma de Draco envolviéndolo, había deseado tanto, pero tanto, poder besarlo y tenerlo entre sus brazos de esa manera que no se contendría ya hasta el día siguiente, y no le importaba mucho si luego tenía que volver a San Mungo, esa noche Draco sería suyo y punto.

—Ha… Harry— gimió Draco cuando los labios de Harry se apartaron de sus labios y con la punta de la lengua recorrió la parte posterior de su oreja, haciéndolo temblar de puro placer, sus manos aferraron con más fuerza la espalda de Harry, seguro de que si se soltaba caería al piso.

—Suena tan bien que lo digas— murmuró Harry repartiendo pequeños besos desde la oreja hasta el cuello, y siguiendo por uno de los hombros

—mmm

—Draco, no sabes lo que he esperado…— dijo dándole una mordida en el hombro antes de apartarse de él un poco para mirarlo a los ojos, sus ojos grises estaban ligeramente oscurecidos y demostraban deseo, y eso lo excitó aún más, levantó una mano para cerrar el flujo de agua que aún caía sobre ambos y se lanzó sobre él, besando sus labios con más fuerza que poco antes, sintió los brazos de Draco rodeando su cuello y sus cuerpos más juntos, y más despiertos.

Draco le dio un suave empujón con sus caderas para hacerlo moverse, y Harry pareció captar el mensaje porque pronto, aún besándose y tocándose todo lo posible ambos se las arreglaron para llegar hasta la habitación, dejando a su paso un rastro de agua. Se detuvieron apenas un instante frente a la cama, mientras Harry volvía a lamer aquella parte detrás de su oreja que hacía que se derritiera como helado en verano.

—Dios…— jadeó Harry dando una pequeña mordida en la mandíbula —Sabes delicioso…

— ¿Estás seguro?— jadeó Draco por los dientes de Harry ahora sobre su cuello — ¿Estás seguro que te sientes bien?

Harry detuvo sus besos y se abrazó a él con más fuerza de la que Draco creía necesaria, luego, no supo de que manera, lo siguiente que sintió fue como sus pies perdían contacto con el suelo durante unos instantes antes de que su espalda diera contra el suave colchón, incluso estuvo seguro que su cuerpo rebotó contra la cama.

— ¡Harry!—protestó mientras Harry se sentaba a horcajadas sobre él, sus miembros rozándose nuevamente, y las piernas de Harry apretando en torno a sus caderas con ligera fuerza.

—Creo que si me siento bien— dijo Harry acercándose nuevamente a él para besarlo, deslizando sus piernas hacia abajo y recostando ya todo su peso sobre el cuerpo de Draco.

—Si… yo también lo creo— jadeó Draco sintiendo como la erección de Harry golpeaba su pierna.

—No sabes cuanto…— Harry empezó a hacer un camino de besos por el cuello y los hombros para luego resbalar un poco más hacia abajo, hasta el pecho —Cuanto he querido hacer esto.

—mmmSiii— gimió Draco sonoramente cuando Harry presionó su lengua contra su tetilla —también yo— Sintió el aliento tibio de Harry contra su pecho unos instantes antes de que esa lengua fuera remplazada por unos dientes, Draco se arqueó y gimió una vez más, sus manos, que estaban descuidadamente puestas sobre los hombros de Harry, apretaron un poco más fuerte.

Harry se maravilló por la reacción de Draco, dio un último beso y se movió un poco para hacer lo mismo con la otra tetilla, atrapándola con los dientes y apretando solo un poco, y obtuvo otro gemido sonoro de parte de Draco, le encantaba la idea de poder ir descubriendo poco a poco que lugares lograban excitar a Draco de esa manera, conocer lentamente todo su cuerpo… Tanto él como Draco sabían que en realidad aquella no era la primera vez que estaban juntos así, pero habían hablado un poco sobre eso un par de días antes y ambos habían decidido dejar de lado aquellas primeras veces, hace más de un año ya, y considerar la siguiente como la primera, y en realidad lo era, anteriormente solo había sido sexo entre ellos, sexo desesperado y necesitado, esta vez estaban haciendo el amor.

—Harry… oh, Harry — lloriqueó Draco cuando la lengua de Harry se movió mas abajo, serpenteando sobre su abdomen, y deteniéndose sobre su ombligo, Harry sopló suavemente y la piel húmeda se enfrío enviándole más descargas de placer, Draco se preguntó si es que podría contenerse más tiempo, y Harry ni siquiera se había acercado a su erección.

—Me encantas…— murmuró Harry acariciando con la punta de los dedos las caderas de Draco, —Me encanta tenerte así…— enterró su nariz en la mata de bellos rubios, deleitándose con su olor, deslizándose más abajo aún, hasta tener delante la gran erección de Draco, completamente erguida y muy apetecible, levantó la vista un poco, Draco estaba con los ojos cerrados y respirando trabajosamente, su piel ligeramente húmeda. Bello. Bello y excitante.

Draco levantó un poco más las caderas tratando de hacer que Harry se apresure, podía sentir su aliento golpeando apenas su miembro y la ansiedad empezaba a consumirlo —Por favor…— pidió no aguantando más tiempo, abrió los ojos justo para ver a Harry entre sus piernas, su lengua dando una larga y lenta lamida sobre su miembro, su cuerpo se arqueó en contra de su voluntad, empujando sus caderas hacia arriba.

—No seas impaciente— le regañó Harry suavemente antes de volver a dar una lamida, recorrió con su lengua toda la extensión, sólo que esta vez bajó un poco más, hasta los testículos, lamiéndolos apenas, Draco gritó mucho más fuerte, y Harry sonrió antes de repetir el proceso unas cuantas veces más, cada vez los gritos y lloriqueos de Draco eran más fuertes y mucho más eróticos.

Draco estaba a punto de protestar, a punto de pedir que por favor, por favor, le hiciera cualquier cosa, lo que quisiera, pero que se la hiciera inmediatamente, todo él ardía en deseo y Harry era tan injusto jugando así con él, como si no estuviera tan… Su línea de pensamiento se cortó en el momento en que sintió toda aquella húmeda boca acoger su miembro, instintivamente empujó sus caderas hacia arriba, buscando más contacto a la vez que emitía un ronco gemido, Harry se quedó completamente quieto por un instante, y Draco lo agradeció por que si se hubiera movido lo habría hecho terminar vergonzosamente rápido.

Harry quería seguir jugando, seguir explorando y seguir haciéndolo disfrutar pero sabía que no sería aquella noche, ambos estaban demasiado ansiosos y calientes ya, la erección de Draco se endurecía cada vez más dentro de su boca y la suya, que se refregaba suavemente sobre la pierna de Draco, estaba siendo ya dolorosa.

Soltó a Draco dando una chupada bastante fuerte, antes de arrodillarse entre sus piernas.

Draco tomó una gran bocanada de aire y abrió los ojos para ver a Harry, entre sus piernas y estirándose sobre él para alcanzar la varita, y su erección dio un pequeño salto más, sabía lo que venía a continuación, Harry se acercó a él y lo volvió a besar de manera demandante, sus lenguas y dientes chocaban con desesperación.

Harry se alejó un poco de esos labios y siguió bajando haciendo un descuidado camino húmedo sobre la piel del pecho y el abdomen, Draco separó más las piernas y elevó un poco mas las caderas mientras sentía la varita de Harry buscando su entrada —¿Así está bien…?— jadeó Harry

—Si… lo que quieras— Draco sintió como la varita entraba un poco en él y como el hechizo lubricante le hacía sentir frío en esa zona, jadeó, tratando de relajarse mientras un dedo entraba lentamente en él.

Harry trató de tomarse su tiempo en eso, se inclinó nuevamente y empezó a dar pequeñas lamidas sobre el miembro y bajando hasta los testículos algunas veces mientras Draco empujaba las caderas tratando de encontrar más contacto.

— ¡Por Merlín, Harry!— casi gritó Draco —Podrías… — los dos dedos que Harry tenía metidos en su culo hicieron un pequeño círculo que envío una nueva oleada de placer a todo su cuerpo —Sólo hazlo— demandó.

—Definitivamente eres un mandón— se burló Harry, aunque con voz algo agitada mientras retiraba los dedos y se arrodillaba nuevamente entre sus piernas.

—Tú tienes la culpa… por no apresurarte— protestó Draco también agitado.

Harry no contestó nada, le levantó las piernas y las apoyó contra su pecho, su miembro, resbaloso, por el hechizo lubricante, rozó la entrada de Draco un par de veces, sintió a Draco agitarse ligeramente por el contacto y entonces empujó con fuerza, cerrando los ojos y conteniendo el aliento por la estrechez y lo caliente del lugar que ahora acogía a su miembro.

—Oh… Sí…— gritó Draco sintiendo como todo su interior era invadido apretó más fuerte las sábanas y se obligó a respirar un poco, a tratar de calmar todo el torbellino de sensaciones en su interior.

—Draco… — Harry soltó las piernas de Draco y este envolvió la cintura del moreno con ellas mientras Harry se acercaba más a él.

—Te quiero…— dijo Draco antes de poner la mano en la nuca de Harry y jalarlo para besarlo.

—Te quiero…— retribuyó Harry en cuanto el beso terminó, afianzó sus manos sobre el colchón y comenzó a moverse, saliendo y entrando con lentitud, Draco se aferraba con fuerza a su espalda y se arqueaba ligeramente cada vez que entraba en él.

Draco levantó las caderas un poco más, atrayendo a Harry mas hacia él, y entonces Harry rozó su próstata, logrando que soltara un fuerte gemido y que clavara las uñas en la espalda de Harry.

— ¡Draco! — Exclamó Harry con voz agitada empujando con más fuerza — ¡Oh Dios!

—Si… sigue— pidió Draco, sus caderas se agitaban por si solas contra la pelvis de Harry, una de sus manos soltó la espalda de Harry y se coló entre ambos cuerpos comenzando a acariciarse.

—Draco… no…— Harry se levantó y afianzó sus manos en el colchón nuevamente, —No puedo más— confesó sintiendo como todo ese cuerpo caliente lo apretaba cada vez más, cada vez mandando más señales de placer por su columna.

—Sí, sí, sí — Draco dejó caer la cabeza hacia atrás y su mano aceleró sus caricias —Oh… ¡Harry!

Una de las manos de Harry se posó sobre la de Draco y lo ayudó a masturbarse mientras seguía embistiendo con más fuerza, hasta que no pudo más y se dejó llevar, soltando un lloriqueo in entendible y dejándose caer sobre el cuerpo de Draco que en ese momento se arqueaba mientras expulsaba su semilla, llenando sus manos y ambos vientres de una sustancia caliente —Draco…— jadeó Harry agitadamente.

Draco giró el rostro aún tratando de recuperar el aliento, encarando a Harry —Eso ha sido…

—Lo sé…

Draco sonrió hacia Harry y suspiró —De verdad te quiero…

—Y yo— afirmó Harry moviéndose lo suficiente para besarlo en los labios.

*_*

Notas finales:

 



 

Muchas gracias a todos por leer…

Al fin Harry salió del hospital y como todos pudieron leer, ya está completamente recuperado (si no que le pregunten a Draco) y todo va mejorando poco a poco…

Sé que muchos aun están algo enfadados con Lucius, pero es que el hombre no sabe actuar de otra forma más… y además en el fondo no es malo, en serio que sólo quería que Nott se alejara de él y ya ven, si no fuera por eso, Harry y Draco no hubieran coincidido en la boda y etc…

Espero como siempre poder leer sus comentarios, ideas, sugerencias, maldiciones y… algo que me encanta y divierte mucho: los adjetivos calificativos a Nott y Oliver...

Que tengan un lindo fin de semana y que se la pasen genial, nos leemos el lunes!

Un beso

Zafy

Harry y Draco se besan (porque se aman)

Ginny y JKR lloran (porque pensaron que no nos daríamos cuenta)

 


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