Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN" por p160880

[Reviews - 139]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos… ¿Qué tal? ¿Listos para empezar la semana?

Hay varios (as) que me cuentan que ya se reincorporan a clases… espero que les vaya bien y que estudien mucho… ^___^

Antes lo de siempre:

Pairing: Harry/Draco * Severus/Sirius * Remus/Lucius
Rating: NC-17
Advertencias: Mpreg; corazones rotos, partes empalagosas y algo de sufrimiento emocional, Slash

Disclaimer: Como siempre, todo pertenece a JKR, y también a Danver (a quien le escribí este fic), no se pretende lucrar ni conseguir beneficio económico con la historia o sus personajes, simplemente divertirme y entretener a los que leen.

Notas:

1.-Este fic fue escrito para Danvers, como regalo para el intercambio de fics por navidad en la torre de Astronomía (Amigo invisible) Me salió mas largo de lo que había pensado y sinceramente espero que te guste mucho, Danvers XD

2.-No es en realidad una historia de aventura, más bien es algo romántico. Es post-guerra, Voldemort ya no existe y muchos de los personajes siguen vivos.

3.- Este fic tiene advertencia de Mpreg, (embarazo masculino) pero no serán ni Harry ni Draco.

4.- Esta historia es de relaciones chico/chico, si no te gusta, no te apetece o no te agrada, es tu momento de darle al botón “Atrás” o cerrar la ventana. Vamos que guerra avisada no mata gente.

Y ahora si, a leer:

CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN

CAPITULO 12: “¿ES QUÉ ACASO ESTO SE PUEDE DESMORONAR?”

10 meses después…

En un inicio, no podía negarlo había sido sólo un gusto que se quería dar, el hombre le pareció mucho más atractivo que en el pasado y quería tener algo con él, algo pasajero de una, quizá dos noches, nada más, pero las cosas se habían complicado, todo se había torcido de una manera que él hasta ahora no entendía. Los rechazos iniciales sólo lo habían hecho sentirse más y más interesado, más ansioso por conseguirlo, pero en algún momento la necesidad sexual y de obtener lo que quería se había hecho a un lado y había dado paso a algo más, a algo que no sentía hace mucho tiempo y que le asustaba, le asustaba porque no creía que pudiera sentirse así de enamorado una vez más, sobre todo de él.

Lucius levantó la vista en el momento en que Remus entraba a la oficina, parecía molesto, por lo general Remus no era un hombre que anduviera molesto, sin embargo en las últimas semanas los rechazos habían sido mucho más severos, acompañados de esa mirada cada vez más hostil, pese a todo lo que le había dado y dicho, no sólo no obtenía el ansiado sí, cada vez Remus era más duro al responderle, pero eso no lo amilanó, se puso en pie y sonrió de manera amable —Remus…

—Malfoy— siseó Remus bastante enojado, durante los últimos meses Lucius había estado rondándolo de manera que incluso le parecía acosadora, y muchas veces había rebasado el límite, como esta tarde en que había quebrado las protecciones de su oficina en Hogwarts para colarse dentro y esperarlo.

— ¿Cómo ha ido tu día?

—Iría mejor si es que alguien no se metiera en mi oficina sin mi autorización— dijo con voz muy seria mientras dejaba un grupo de pergaminos sobre el escritorio.

—Oh… es que no me apetecía esperarte en los pasillos, ya sabes, con todos los alumnos que andan pasando…

—No tenías porque siquiera venir a la escuela— se quejó Remus cruzándose de brazos y mirándolo de mala manera.

—Si, si tenía, verás me han comentado de un restaurante fascinante en las afueras de Paris, y me gustaría invitarte a cenar allí— Lucius sacó de uno de los bolsillos de su túnica un pequeño disco plateado —he conseguido el traslador para los dos, podemos irnos en el momento que estés listo y si lo deseas volver pronto, sé que mañana tienes clases.

— ¿Por qué crees que yo quiero ir contigo?

—Vamos, Remus, te divertirás, estoy seguro que la pasaremos bien, incluso podremos pasear por la torre Eifel antes de regresar

—En serio, Malfoy, he dicho que no, que no me apetece ir contigo ni a la puerta del despacho, y si eso es lo único por lo que irrumpiste mi oficina de esa manera ya te puedes ir largando.

—¿No te parece que este juego se está extendiendo demasiado?

— ¿Juego?— Remus resopló fastidiado.

—Sí, el hacerte el difícil… ya te he dicho que yo no busco sólo una noche contigo y…

—No es ningún juego— interrumpió Remus— Puede que estés acostumbrado a conseguir a quien quieras con sólo tronar los dedos, pero yo no estoy interesado.

— ¿No crees que estás siendo injusto?— replicó Lucius mirándolo ya con cierto enfado.

— ¿Injusto yo? ¡Por Merlín! Si eres tú el que no para de acosarme, ¿no entiendes que cuando alguien te dice que no está interesado es por que en verdad no está interesado?

Lucius tomó una bocanada de aire, la mirada de Remus era tan severa que le daba a entender que en realidad si había perdido, que era el final del camino y que no tenía ninguna oportunidad.

—Remus, la otra noche, cuando dije que estaba enamorado de ti…— Remus bufó fastidiado, sin embargo Lucius no se detuvo —Era cierto, de verdad estoy enamorado de ti.

—Por favor, Malfoy.

—Sin embargo— siguió Lucius ignorando el comentario de Lupín —Si lo que deseas es que desaparezca, si en verdad es lo que quieres, daré un paso al lado y me iré y no me volverás a tener cerca, no con esas intensiones.

—Es lo que deseo, Malfoy, que te vayas y que me dejes en paz de una vez por todas— dijo Remus con voz firme.

Lucius apretó los labios con fuerza, hizo un ligero asentimiento y salió de la oficina sin agregar nada más, caminando con pasos firmes por los pasillos ya desiertos, y no se detuvo hasta llegar a la entrada de la escuela para poder aparecerse en su mansión, podía estar enamorado de Remus, pero si Remus no quería estar con él tampoco podía seguir insistiendo, aunque eso dolía, ¡demonios que dolía!

*_*

Remus se dejó caer en la silla del escritorio y suspiró de alivio, Malfoy rondándolo todo el tiempo era algo que no se había esperado y era algo que lo perturbaba, sus regalos, sus invitaciones, sus palabras… Cierto era que le había dicho que estaba enamorado de él, pero no podía apostar a que fuera verdad ¿Cómo podía estar enamorado de él? Apenas y se habían tratado durante la guerra y aunque ahora sí habían pasado algún tiempo juntos, forzadamente claro, ya que Malfoy parecía dispuesto a seguirlo a cualquier lugar que fuera o a coincidir en sus visitas a Sirius, pero de todas maneras eso no le parecía suficiente para que el hombre dijera que se había enamorado de él.

Miró hacia un lado de la habitación, donde una pequeña planta adornaba el lugar, aún permanecía viva pese al poco cuidado que Remus ponía en ella, recordó que Lucius había aparecido unos ocho o nueve meses antes, justo después de que Harry saliera del hospital, había dicho que era para que el lugar se viera más alegre y que no le haría mal la compañía, Remus había aceptado el regalo completamente confundido, no sabiendo porque Lucius haría algo así.

—Es lo mejor, después de todo ya estoy muy viejo para andar en aventuras de ese tipo y Malfoy no parece el tipo de los que se enamoran de verdad — se dijo firmemente, la idea de que Lucius en serio estuviera enamorado de él no le pareció ni por asomo real.

*_*

— ¡Severus! ¡Severus!— llamó Sirius desde la sala, sólo unos instantes después Snape llegaba corriendo desde el estudio del primer piso, que era donde ahora trabajaba, hasta la sala donde Sirius estaba jugando con Elizabeth.

— ¿Qué…?— empezó a preguntar pero se detuvo cuando vio a la pequeña en medio de la sala dando un par de pasos temblorosos hacia ellos, Elizabeth se detuvo tambaleándose ligeramente por un instante antes de dar unos pasos más, hasta llegar hacia Sirius que estaba en cuclillas en el piso, con los brazos extendidos y esperando por ella.

— ¡Eso es!, lo has hecho muy bien, cariño— felicitó Sirius dándole un beso en la oscura cabellera a la niña, que emitió algunos balbuceos mirando hacia Snape.

—Hija— dijo Snape agachándose hacia ella también —Estamos tan orgullosos de ti— Snape la levantó en brazos y le dio una suave vuelta en el aire, la niña soltó pequeñas carcajadas de alegría mientras Sirius los contemplaba embelezado.

—No quería que te lo perdieras— dijo Sirius cuando Snape la puso nuevamente en el piso, donde la niña luchó por mantener el equilibrio nuevamente.

—Gracias— contestó Snape dándole un suave beso en los labios, esa era la principal razón por la que había mudado su laboratorio a casa, porque no quería perderse ni uno solo de los avances de su hija y estar allí para ella y para Sirius, para su familia.

*_*

Habían algunos días, no muchos en realidad, pero si algunos en que consideraba que el sueldo que ganaba y el cargo que ostentaba no eran lo suficientemente buenos como para soportar aquello, bufó exasperado y tecleó casi con furia la respuesta, vía correo electrónico, a una de las nuevas escritoras que habían contratado, advirtiéndole que la próxima vez que le obligara a leer algo tan mal escrito la enviaría de regreso a pre escolar. Presionó la tecla de enviar y mientras el ordenador le indicaba que el mensaje había sido ya enviado se dejó caer en el respaldo de su silla, suspiró profundamente y trató de relajarse, hoy era uno de esos días… Estaban a sólo dos días de cerrar la publicación semanal y sin embargo el grupo de ineptos que tenía a su cargo aún no era capaz de presentar un artículo coherente.

Miró hacia el reloj de pared, a un lado de su escritorio y maldijo por lo bajo, había quedado con Harry para ir a cenar a las ocho y ya sólo faltaban 10 minutos para las ocho, se puso en pie con prisas, metió la portátil y un par de cosas más en el maletín y cogió el abrigo a la volada del perchero mientras salía hacia la sala de redacción, la cual había crecido un poco más por el agregado que eran los escritores del nuevo suplemento semanal que dirigía Draco y que estaba resultando un verdadero éxito.

—Ustedes tres— dijo apuntando a un grupo de chicos al lado izquierdo —He revisado ya sus artículos y les he mandado las correcciones, las quiero para esta misma noche, las revisaré en casa.

—Si, Señor— respondieron los tres a la vez mientras Draco se alejaba con pasos veloces.

—Hola Draco, ¿apurado?— saludó Dru cruzándose con él ya cerca de la salida.

—Si… Llegó tarde para cenar con Harry.

—Oh, salúdalo, espero que pronto pueda venir a tomarse algo con nosotros…

—Ya, yo le digo— respondió Draco saliendo al frío invierno de Londres, caminó con pasos rápidos hasta el primer callejón, maldiciendo que hiciera tanto frío y por el color del cielo estaba seguro que pronto empezaría a nevar, activó el traslador que lo llevaría a su casa, necesitaba darse una rápida ducha y luego cambiarse de ropa, pues iban a un lugar mágico, sólo esperaba que Harry no se enfadara con él por la tardanza, aunque dichas sean verdades nunca lo hacía, Harry siempre era muy comprensivo en ese aspecto.

En cuanto llegó a su departamento le sorprendió encontrar las luces encendidas, y más aún a Harry sentado en el sofá con una copa entre las manos, parecía realmente preocupado, en cuanto notó su presencia lo miró de una manera que Draco no recordaba haberle visto jamás y eso lo asustó.

*_*

Él no tenía por que estar allí, lo cierto era que todos sabían que aquel caso de una u otra manera lo afectaba, si bien es cierto hacía ya casi dos años de eso, nadie podía olvidar que uno de aquellos hombres había sido su pareja formal por mas de seis años, y claro, como es que había terminado esa historia.

Pero aquella tarde de invierno la mitad de los aurores estaban en casa con un fuerte caso de resfrío mágico y a falta de elementos no les quedó mas opción que enviarlo a él dentro del grupo de aurores que incursionarían en aquella casucha vieja en medio de aquel bosque, en las afueras de Glasgow, siguiendo la información de un mago que vivía cerca y que aseguraba haberlos visto en más de una ocasión entrar allí.

—Bien, el hechizo indica que hay dos personas, con áurea mágica, en el interior— informó Aldington, el auror encargado de la misión y del caso del matrimonio Nott-Wood, el resto del grupo asintió en silencio —Y recuerden, son prófugos de poca monta, no debemos hacerles daño— Otro asentimiento más y antes de levantar la mano para indicarles avanzar le dio una mirada más a Harry —Y no olvides Potter, te quedas aquí a menos que necesitemos ayuda…

Harry asintió fastidiado, no le agradaba estar allí, en las afueras del hogar de Nott y Oliver, y menos quedarse fuera congelándose mientras todos entraban y actuaban, aunque siendo honestos tampoco le hubiera gustado mucho el tener que entrar y capturarlos, era algo que simplemente no quería ver ni hacer, y agradeció que Aldington tuviera más sentido común que su jefe y lo dejara afuera como refuerzo en caso de necesitar ayuda extra.

El auror hizo un movimiento con la mano y todo el grupo de aurores empezó a avanzar con pasos lentos y silenciosos, Harry se apoyó en uno de los árboles, sacó un cigarro y se dedicó a observar como los hechizos anti desaparición rodeaban la cabaña, dio una calada profunda, llevaba mucho tiempo sin pensaba en ese par, y aunque le habían causado demasiado daño en el pasado no podía dejar de comparecerse de ellos, sabía que una vez que fueran atrapados su condena en prisión no bajaría de veinte años, pues habían cometido un terrible error al escapar. —Claro, que Draco te escuche— murmuró tiritando ligeramente por el frío, Draco siempre decía que era demasiado noble para algunas cosas, como el tener pena por esos dos.

Continuó observando como el cielo se oscurecía cada vez más, pronto llegaría la noche, al menos podría cenar con Draco y ayudarlo a despejarse del trabajo, estaba a sólo un par de días de cerrar la edición semanal y aunque muchas veces no comprendía del todo lo que su novio le comentaba al respecto sí que tenía bien aprendido que el penúltimo y el último día antes de cerrar la edición eran los peores y aunque sabía que Draco trataba de tranquilizarse, por lo general ese par de días andaba muy tenso y nervioso.

Aunque lo mejor llegaba luego de que la edición fuera publicada, ese día era el mejor de la semana, podían pasar todo el sábado juntos y parte del domingo también, antes de que llegara el lunes y Draco comenzara nuevamente a preocuparse sobre lo que saldría en la siguiente edición, en revisar artículos, coordinar eventos para que sus reporteros pudieran asistir y muchas cosas más que Harry no tenía ni idea que se debían hacer para publicar un suplemento. Ambos sabían que era una rutina algo ajustada, pero estaban poniendo su mejor ánimo en que todo funcionara de la mejor manera, y estaba resultando bastante bien.

Vio a través de las sucias ventanas unas cuantas luces azules y luego todo quedó completamente calmado y en silencio, los habían atrapado, eso era seguro, Harry suspiró profundamente mientras dejaba caer la colilla al piso, —lástima— y lo pensó de corazón.

—¡Hey, Potter!— llamó desde la puerta uno de los aurores, Harry levantó la mano para hacerle ver que lo había escuchado y caminó con pasos rápidos hacia la cabaña.

— ¿Qué pasó?— preguntó ya alcanzando a Mackenzie, uno de sus compañeros regulares, que estaba con los brazos cruzados y apoyado en la puerta con el ceño fruncido.

—Estos dos estaban a punto de cometer un secuestro— informó Mackenzie, Harry levantó una ceja interrogante —Será mejor que pases y lo veas tú mismo.

Harry asintió en silencio, cada vez más preocupado y entró a la pequeña cabaña, realmente si era pequeña, las cuatro paredes de madera estaban recubiertas de fotografías, algunas en movimiento y algunas de tipo muggle, al fondo, cerca de un puerta que, Harry dedujo debía ser el baño, ya que la cama se encontraba en uno de los extremos, estaban sentados Nott y Oliver, Harry apenas y les dio una mirada desinteresada antes de que algo llamara su atención, una cabellera rubia demasiado conocida, en todas las fotografías, se acercó un poco más a una de las paredes y lo vio, era una especie de horario, llena de imágenes de Draco; Draco entrando y saliendo de la oficina, de la casa de su padre, en algunas aparecía él también, saliendo a algún lugar, incluso en la casa de los Weasley… Harry sintió como algo en el pecho le estallaba, y pensar que hasta había sentido compasión por ese par momentos antes, cuánta razón tenía Draco en decirle que a veces era demasiado noble, por no decir estúpido.

—Sabes que esta información no puede salir de aquí, Potter, según las reglas no deberíamos enseñártelo— dijo Aldington palmeando su hombro —Pero me pareció que era mejor que lo supieras, sólo por si acaso.

—Claro, gracias— murmuró Harry mirando con más atención una de las fotografías, era del tipo mágica, en ella podía ver a Draco palmeando suavemente el hombro de Keny, el chico que escribía sobre política internacional en el diario donde Draco trabajaba, ambos entraban a un edificio bastante elegante, aunque no conocía la zona. Frunció el ceño y se acercó más a la foto, Draco sonreía de manera amable hacia Keny, según la fecha esa fotografía había sido tomada el pasado miércoles, cuando Draco había dicho que tenía una importante reunión y no había podido ir a almorzar con él, levantó la foto y tras esta había otra parecida, Keny y Draco entraban al mismo edificio, esta vez la toma era diferente y pudo ver lo que al parecer eran un bloque de departamentos, ¿Qué hacía Draco entrando regularmente con Keny a un apartamento una tarde de semana?

—Si, Harry, yo también me sorprendí cuando lo vi— dijo la voz algo quebrada de Oliver, Harry se giró para verlo por primera vez con atención, estaba delgado, mucho más delgado de lo que jamás lo había visto, su castaño cabello, por lo general, largo y brilloso, estaba ahora sucio y enredado, y sus túnicas eran de la peor calidad que había visto y estaban rotas en algunas partes, estaba seguro que en prisión los uniformes eran mejores que lo que vestía ahora, pero lo que más llamó su atención fueron esos ojos, estaban ya faltos de todo brillo o vida, parecía como muerto.

—A ver ustedes dos, arriba— dijo la voz de otro de los aurores haciendo que Nott y Oliver, ambos sujetos con ataduras mágicas para que no pudieran hacer magia, se pusieran en pie, Nott no ofrecía un aspecto mejor que el de Oliver, aunque su mirada era mucho más perturbadora.

—Te dije que te engañaría, que no te quería— continuó Oliver, Harry frunció el ceño y se giró para seguir observando las fotografías, tratando de lucir indiferente a las palabras del hombre, escuchó como un par de aurores más se movían a su alrededor, seguro ya listos para trasladarlos.

—Él tiene razón, Potter, Draco ha estado encontrándose con ese atractivo hombre durante varias semanas, sin contar lo mucho que se ven en el trabajo…— dijo ahora Nott —Deberías ver la cantidad de fotos que no tenemos reveladas, seguramente…

La voz de Nott fue interrumpida de pronto y Harry sintió el hechizo de desaparición, no se giró hasta un instante después, para ver la esquina ya vacía, suspiró aliviado, no podía soportar sus voces, sus comentarios…

—Potter… sabes que ya debes volver a la estación, nos haremos cargo— dijo la voz de Aldington, pero Harry parecía no escucharlo, caminó hacia la única mesa de madera donde un gran grupo de fotos estaban desordenadas, y empezó a removerlas, en todas siempre aparecía Draco, lo habían estado siguiendo durante todo el día y desde hace muchas semanas, encontró más fotografías de Draco junto a Keny, saliendo de la oficina del diario, o caminando por una calle cercana con un vaso de café en la mano, y más de esas fotos donde Draco entraba o salía, siempre junto a él, del edificio de departamentos de aquella zona elegante. Algo se aceleró en su pecho y sintió el frío cuchillo de la traición atravesándolo… trató de convencerse, de negarse a ello, de repetirse una y mil veces que Draco lo quería y que jamás haría algo como eso, que no lo engañaría de aquella manera porque sabía lo que se sentía, pero sobre todo porque le quería… Pero por más que buscó alguna explicación racional, no sabía que tanto podría hacer Keny con él, no tenían en realidad nada en común, aunque ahora que lo pensaba mejor podía recordar que hace mucho tiempo, antes que siquiera se sintiera algo enamorado de él, Draco le había contado que habían estado tonteando un par de veces, aunque no había pasado nada en realidad, porque a Draco le incomodaba meterse con alguien de su trabajo, pero entonces ¿Por qué Draco y él ahora parecían inseparables?

*_*

Durante las dos horas restantes para terminar su turno se las pasó completamente distraído y dándole demasiadas vueltas a todo el asunto, la imagen de Draco junto a Keny no dejaba de ser la constante en sus pensamientos, exprimió su memoria, tratando de recordar si Draco le había comentado algo acerca de haber tenido una reunión con Keny en las últimas semanas, pero no encontró nada, y Draco siempre le comentaba ese tipo de cosas, cuando se iba con Justin y Dru a almorzar, cuando se juntaba con Blaise, Goyle y Crable, o con Snape, o con su padre, cuando se encontraba con un viejo amigo, incluso si se encontraban con algún ligue antiguo en algún lugar Draco se lo contaba, no se guardaba ese tipo de cosas con Harry, así como él no se las guardaba a Draco, porque pese a ser novios seguían siendo tan amigos y confidentes como antes. ¿Entonces por que ocultar que se iba a hacer, sabrá Merlín que, con Keny?

Cuando su turno terminó no se molestó en ir hasta su casa, sabía que habían quedado para cenar aquella noche, pero sabía que Draco debía pasar primero por su casa para cambiarse y pensó que lo mejor era encararlo de una vez por todas, aclarar toda la situación y mejor en casa que en un público restaurante mágico.

Apareció en la sala del apartamento de Draco, encendió las luces y se sirvió una copa, era lo que necesitaba en ese momento, se quedó sentado en el sofá, en silencio esperando por lo que le pareció una eternidad hasta que pasada de las ocho Draco apareció en medio de la sala.

— ¿Harry?— preguntó Draco algo preocupado mientras dejaba sobre el piso el maletín y se quitaba el abrigo — ¿Qué ha pasado?

—Hola— mustió Harry antes de inspirar profundamente e indicarle que se sentara a su lado. Pudo ver su mirada interrogante, su rostro pálido y la nariz ligeramente roja por el frío, la imagen de verlo caminando junto a Keny, haciendo quien sabe que lo asaltó con más fuerza.

—Me estás preocupando— murmuró Draco sentándose a su lado, Harry dio un trago más a su bebida y dejó el vaso sobre la mesa de centro, girándose para poder verlo a los ojos.

—Llegas tarde…

—Lo siento, tuve que revisar los artículos una vez más, eran un desastre…— Draco lo tomó de una mano, y sintió como Harry se tensaba ligeramente, aquello lo preocupó más todavía — ¿Qué es lo que te ha pasado?

—Esta tarde hemos tenido que acudir al llamado de un mago que decía haber visto a Nott y Oliver… fueron capturados en una cabaña en las afueras de Glasgow…

— ¿Por qué tuviste que ir tú? Ese no es tu caso, además me dijiste que tu jefe no quería que participaras.

—Si, lo sé, pero es que la mayoría de aurores están todavía enfermos por la epidemia de gripa y no ha habido más remedio que enviarme de apoyo, aunque en un inicio no tenía que entrar a la cabaña, luego lo hice.

Draco soltó la mano de Harry y lo miró un poco más enfadado — ¿Es por eso que estás así? ¿Por qué le has visto?— El temor a que Wood de alguna manera aún pudiera remover algo en Harry lo invadió, ¿Qué tal si es que Harry realmente no lo había olvidado como había dicho antes?

—No… Sí, pero no por eso— aclaró Harry ante la mirada de Draco, parecía enfadado y eso hizo que él se sintiera mucho más enfadado, después de todo él no había hecho nada malo, en cambio Draco… —Ellos estaban siguiendo a alguien, todo parece indicar que querían realizar un secuestro para obtener oro…

—Serán…— masculló Draco sólo un poco más relajado, pues la actitud de Harry seguía preocupándolo, —Ese par no aprende… al menos ya están en prisión — Harry asintió lentamente — ¿A quien querían secuestrar?

—A ti, Draco— dijo Harry con voz firme, su mirada se clavó en la de Draco, por un instante parecía algo confuso y luego entrecerró los ojos, toda la confusión se había desplazado dejando ahora rabia.

— A mi— Draco tomó una bocanada de aire, tratando de controlar los deseos de estrangular a ese par — ¿Cómo lo puedes saber?

—Tenían fotos tuyas, Draco— Harry miró con más atención el rostro de Draco, buscando un indicio de que se sintiera atrapado o culpable —Te han estado siguiendo durante semanas, a todos lados, a cualquier parte que ibas, con todos los que ibas…

—Que hijos de…— Draco sacó la varita del pantalón y con un accio silencioso una cajetilla de cigarros voló por la habitación hasta sus manos — Al menos los han encontrado antes de que algo pasara…

—Si, así es— dijo Harry mirándolo aún con cierto escepticismo, tal vez Draco aún no se había sentido descubierto, así que decidió picarlo un poco más —Tenían fotos tuyas por todos lados, fotos donde estabas con tus amigos, o con los nuestros, con tu padre, tanto en el mundo mágico como en el muggle…— Draco encendió el cigarro y dio una calada profunda mientras asentía distraídamente.

—Harry, escucha, sé que eso te puede haber alterado, pero no ha pasado nada, es decir, los han descubierto antes de que pudieran hacer algo más que sacar tontas fotos…— trató de tranquilizarlo Draco pensando que era esa la razón para el estado de Harry —Estoy a salvo así que…

Harry soltó una pequeña risa irónica y se soltó del agarre de Draco, que se interrumpió y arqueó una ceja interrogantemente —Dime Draco, tengo una pequeña duda en todo este asunto de las fotos…

— ¿Duda?

—Sí, me gustaría saber que hacías con Keny por todos lados, sobre todo algunas tardes en mitad de semana, entrando a lo que al parecer era un edificio de departamentos muy elegantes — Interrogó Harry, aunque lo había intentado, su voz no había dejado de sonar acusadora.

Draco frunció el ceño y dejó el cigarro sobre el cenicero, la forma como le miraba hizo que el corazón se le encogiera, lo conocía y muy bien y antes siquiera que Draco abriera la boca ya casi estaba seguro de lo que pasaría a continuación. Lo había arruinado todo.

—Lárgate— siseó Draco.

— ¿Qué?

— ¡Qué te largues!, ¡que desaparezcas!— gritó Draco poniéndose en pie y apuntando hacia la chimenea.

—Pero… Draco escucha, yo sólo… ¿Por qué te has estado viendo con él? Lo has hecho a escondidas, ocultándomelo ¿Por qué?

— ¿Crees que tengo una aventura con él? ¿Eso es lo que tu cabeza de chorlito cree?— preguntó Draco alejándose unos pasos más de Harry y apretando los puños, sabiendo que la rabia le estaba ganando, si había algo que no le aguantaría, por más que lo quisiera, sería que desconfiara de él.

— ¿Y qué quieres que crea, Draco?— replicó Harry cruzándose de brazos — ¿Qué querías que piense al ver tantas fotos de ustedes dos juntos?

— ¡¿Para que preguntas eso?! ¡¿Para que preguntas nada si tú ya has sacado tus propias conclusiones?!

—Pues tú no me estás dando ninguna explicación.

—No, Potter, no te estoy dando ninguna explicación, ni te la daré tampoco…

—Creo que merezco saber la verdad.

—No, no lo mereces, no mereces nada…— Draco apretó los puños con más fuerza mientras sentía como todo se empezaba a derrumbar a su alrededor, su relación perfecta con Harry, sus planes a futuro, su amor, todo —Pudiste…— jadeó ligeramente por la rabia —Pudiste pensar millones de cosas antes de creer que me revolcaba con otro a espaldas tuyas, pudiste confiar en mi… pero no lo hiciste y por eso no mereces nada.

— ¿Entonces no has tenido nada con él?— preguntó Harry sintiéndose cada vez más estúpido y perdido.

—Ya no es tu maldito problema, quiero que te largues, y ahora mismo— replicó Draco tratando de poner toda la fuerza posible para no derrumbarse delante de Harry.

—No, no me iré, y sí es mi maldito problema, yo te quiero, tú y yo tenemos algo, estamos juntos y no puedes simplemente evadirte…

—No, Potter, tú no me quieres, no me puedes querer si no confías en mi siquiera un poco, y tú y yo no tenemos ya nada juntos, así que si quiero me puedo evadir todo lo que se me de la regalada gana, porque no responderé a ninguna de tus estúpidas preguntas, y ahora ¡LARGATE!

— ¿Estás rompiendo conmigo?— preguntó Harry con voz temblorosa y obligándose a pensar que había escuchado mal.

—Sí, aunque debo agregar que fuiste tú el que ha provocado esto.

— Draco… no, escucha, lo siento, ¿de acuerdo? Yo sólo vi esas fotos y no sabía…

—No me importa, Potter y si no te largas en este momento juro que te hechizaré— Draco levantó la varita, su mano temblaba ligeramente, pero por la mirada que tenía, Harry sabía que si lo atacaría de ser necesario.

—Yo te quiero…

Draco levantó la varita un poco más, parecía resuelto a hacerlo, aunque en su mirada Harry vio lo herido que estaba, y sabía que era por su culpa —Fuera.

—Escucha… yo… yo te llamaré mañana y hablaremos cuando estés mas calmado y…

Draco negó con la cabeza —En verdad, no quiero hablarte más.

—Perdóname, pero yo necesitaba…

— ¡Largo!— gritó Draco y Harry finalmente vencido, obedeció, desvaneciéndose con una luz azul.

No tardó ni medio minuto en activar todas las protecciones para que nadie que no fuera él mismo se pudiera aparecer en el apartamento y otro medio minuto en cerrar la red flú, luego de eso se dejó caer nuevamente en el sofá, con la cabeza hacia atrás y mirando al techo, — ¿Por qué demonios haz tenido que arruinarlo todo así, Harry?

*_*

Harry se apareció en la sala de su departamento, su corazón latía con fuerza, con demasiada fuerza, debido a su sentimiento de culpa y de angustia, Draco había roto con él, lo había echado del departamento porque había desconfiado de él, porque no se había parado a pensar en más posibilidades que no fuera una traición, aunque por más que lo pensaba no encontraba otra más para toda esa situación, sin embargo la mirada que Draco le había dado… Harry lo conocía y sabía que detrás de toda esa furia había dolor, lo podía ver, y eso era todo lo que le indicaba que sí, tal vez Draco le había estado ocultando algo, pero que definitivamente no era una aventura.

Se arrastró hasta su cama, y se pasó la noche en vela, buscando la forma de disculparse una y otra vez hasta que Draco lo perdonara, hasta lograr resarcir el daño que había hecho.

La cama se sentía extraña sin la presencia de Draco, desde hacía algunos meses que dormían juntos todas las noches, alternando entre un departamento y otro, a menos que Draco tuviera que trabajar hasta muy tarde o que Harry tuviera alguna misión que le impidiera llegar, siempre se acostaban juntos y despertaban juntos, aquella mañana cuando el sol salió se sintió más solo de lo que jamás se había sentido, mucho peor que cuando Oliver lo dejó, y en aquella época, recordó, había pensado que no había forma de sentirse más miserable, pero se había equivocado, si la había; era no tener a Draco a su lado.

Antes de ir al trabajo intentó llamar al móvil de Draco pero este sonó varias veces hasta que saltó la operadora, sabía que Draco aún no quería hablar con él, aun así intentó un par de veces más, sin mejores resultados, finalmente se animó a dejar un mensaje de voz, esperando que Draco lo escuchara.

*_*

Draco, perdóname, he sido un completo y total idiota, nunca debí dudar de ti, y lo lamento… tanto…”— la voz de Harry se quebró ligeramente y Draco suspiró profundamente — “Te quiero… por favor sólo… solo déjame hablar contigo”

El mensaje terminó y Draco colgó el teléfono, por un momento la tentación de llamarlo lo invadió pero el dolor por sus dudas pudo más y se abstuvo, dejó el teléfono a un lado y se concentró nuevamente en el trabajo, llevaba toda la noche revisando y corrigiendo lo necesario para la edición que se cerraba esa tarde, no había dormido nada en absoluto y se sentía realmente cansado, aprovechó que no había nadie en la oficina todavía para sacar su varita y agitarla un par de veces mientras la cafetera en el mueble frente a su escritorio se ponía en movimiento.

Aún le esperaba un día muy largo pero esperaba que para la noche estuviera tan cansado que pudiera dormir al menos un poco sin pensar en Harry o en todo lo que había pasado.

*_*

— ¡Hola Harry!— saludó Hermione haciéndolo sobresaltarse ligeramente.

—Oh, hola, Hermione.

— ¿Estás bien? Te veo… cansado.

—Sí, todo bien— mintió — ¿Qué puedo hacer por ti esta mañana?

—Escuché que Nott y Wood fueron apresados ayer.

—Si, yo estuve allí.

—Y también lo del plan de secuestro… Al menos los detuvieron antes de que pasara nada.

—Si, al menos…

— ¿Seguro que estás bien?— preguntó ella frunciendo el ceño ligeramente.

—Si… no pude dormir bien, eso es todo.

—Oh… Lo lamento… en todo caso venía para recordarte el almuerzo de mañana, no te olvides de decirle a Draco que lleve su escoba, los chicos están planeando un pequeño partido de quiditch en el patio trasero y sería buena idea que Draco también pudiera jugar, después de todo a él también le gusta el quiditch.

—Lo había olvidado, el almuerzo de mañana…— suspiró Harry, no quería decirle nada de lo que había pasado a Hermione, así que simplemente asintió —Claro, yo le digo…

—Bien, te dejo, todavía tengo bastante trabajo, al menos ya es viernes…— dijo ella con alegría antes de salir de la oficina de aurores, Harry se dejó caer contra el respaldo de su silla y, tal como había estado haciendo antes que su amiga llegara, empezó a calibrar las formas de conseguir el perdón de Draco.

*_*

—Draco— llamó Dru, alcanzándolo en la acera, donde Draco había salido a fumar un cigarro pese al frío, luego de gritar a todo su equipo por el desastroso trabajo que estaban haciendo.

—Hola Dru.

— ¿Estás bien?

— ¿Cómo podría estarlo? Tenemos que entregar en sólo unas horas un suplemento completo y el equipo con el que cuento no es capaz de colocar correctamente más de un par de líneas.

—Si, escuché sobre ese problema — afirmó ella con la cabeza mientras sacaba un cigarro también —En realidad creo que todo el edificio lo escuchó.

—Ya— bufó Draco dando una calada más a su cigarro y sin muchas ganas de hablar con ella ni con nadie.

—Todos sabemos que te gusta que el trabajo a presentar sea perfecto, y lo exigente que eres, pero nunca te habíamos visto de esta manera, incluso hiciste llorar a Leticia.

—No es mi culpa que no sepa hacer bien su trabajo y si no le gusta se puede ir…

— ¿Qué es lo que te pasa?— preguntó Dru haciéndolo girar con cierta fuerza para que la mirara a la cara —Ya en serio, ¿Qué demonios te pasa?

—Nada, Dru, por un demonio, ¡ya te lo expliqué! — replicó Draco soltándose del agarre de la chica.

—Pero no te creo, sé que hay algo más y…

—Ese no es tu problema, ni el de nadie— Draco tiró al suelo la colilla de cigarro y se giró para entrar nuevamente al edificio, pero antes de llegar a la puerta Dru lo volvió a sujetar de un brazo.

— ¿Harry y tú han peleado?

Draco se encogió de hombros, pero desvió la mirada, no era capaz de escuchar eso, ni siquiera en sus pensamientos sin que le afectara, sería peor decirlo en voz alta.

— ¿Te… él te engañó?— susurró Dru, y Draco simplemente negó con la cabeza.

— ¿Él ha terminado…?

—No— interrumpió Draco —Él no confía en mí y yo lo dejé, ¿estás contenta ahora? ¿Puedo irme ya a intentar tener algo presentable al menos para la hora del cierre?— preguntó con cierta agresividad.

Dru soltó un suspiro —Sabes que él te ama, y lo sabes muy bien.

—Pues no lo suficiente para confiar en mí.

Dru hizo una mueca de incredulidad y lo soltó, para ver como Draco entraba al edificio —Pobres… lo que les espera — pensó hacia el equipo de trabajo de Draco.

*_*

Remus miraba medio distraído la forma como Elizabeth avanzaba torpemente a través del salón, a su lado Sirius la miraba con orgullo.

—Es increíble lo rápido que crecen… Pronto tendrá su primera manifestación de magia— comentó Sirius.

—No creo que eso sea pronto, pero si que crecen muy rápido.

— ¿Vendrás mañana al almuerzo? Harry y Draco estarán allí, la última semana no los hemos podido ver mucho, estaban muy ocupados con el trabajo.

—Ah… cierto, el almuerzo, ¿Quién más estará?

—Pues— Sirius se puso en pie para alcanzarle unos cuantos juguetes más a Elizabeth —Todos, como siempre…

—Claro, allí estaré.

—Elizabeth, eso no es para comer— regañó Sirius mientras trataba de quitarle de las manos un juguete —Se juega así mira…

— ¿Sirius?

— ¿Eh?

— ¿No has sabido nada de Lucius las últimas semanas?

—Pensé que querías que te dejara en paz— Sirius levantó el rostro para mirar a su amigo con preocupación — ¿Lo convenciste de que se fuera?

—Sí, creo que sí, porque no ha aparecido por la escuela ni he tenido noticias suyas en semanas.

—Bueno, entonces puedes estar tranquilo ¿no? La verdad que le he dicho a Severus cientos de veces que le aconseje a Lucius que deje de acosarte de esa manera suya que tiene, que tú no quieres nada con él, pero al menos ya se dio cuenta.

—Si, ya se dio cuenta.

*_*

—Muy bien, todos a casa— Dijo Draco en voz alta hacia su grupo de trabajo mientras entregaba los formatos ya terminados a los encargados de la impresión del suplemento —La edición de esta semana ya quedó.

Todos soltaron suspiros de alivio, pues al fin el número que saldría esa semana estaba listo y ellos podrían descansar por un día al menos, luego todo volvería a empezar…

—Nos vemos y no olviden empezar a escribir lo más pronto posible, no voy a aceptar más errores— Draco escuchó las respuestas desanimadas de los chicos mientras se encerraba en su oficina y se dejaba caer en la silla detrás de su escritorio, recordando que esperaba toda la semana por ese día, porque era el día en que Harry y él tenían más tiempo para estar juntos.

Se decidió a seguir avanzando más el trabajo, ya que al parecer no tendría nada más productivo que hacer durante el día siguiente, recordaba que era el almuerzo de los Weasley, pero definitivamente no iría, sin Harry él ya no tenía nada que hacer allí.

En la pantalla del ordenador parpadeó un pequeño letrero que le indicaba 3 mensajes nuevos, todos eran de Harry — ¿En qué momento se me ocurrió enseñarle a usar el correo electrónico? — pensó con fastidio mientras abría uno a uno los mensajes, el primero era muy corto y había llegado a medio día:

Lo siento”

Harry

Draco se quedó mirando la pantalla durante mucho rato, leyéndolo una y otra vez “Lo siento”.

El segundo mensaje era igual de corto, o más aún sólo tenía una palabra:

Perdóname”

Harry

Esta vez Draco cerró el mensaje inmediatamente y no quiso abrir ya el tercero, no se le hacía nada de bien el leer eso, no era lo que necesitaba en ese momento.

*_*

Harry se pasó la segunda noche también despierto, sintiendo como nunca la ausencia de Draco a su lado, extrañándolo más y más a cada instante.

Horas antes, luego de mandar los correos electrónicos había intentado aparecerse en el departamento de Draco, pero había sido desviado hacia la calle, Draco había cerrado el campo de aparición, en todo el edificio al parecer, y había desconectado la red flú, así que no había forma de que lo pudiera buscar, e ir a su trabajo no era una opción, o al menos no lo había sido ese día, sabía que Draco estaría ocupado y que le enfadaría mucho que se apareciera por allí sin avisar, además no tenía ganas de cruzarse con Keny, o con ninguno de los amigos de Draco, pero si no podía ubicarlo durante el fin de semana no le quedaría ninguna otra opción que hacer eso.

Cuando despertó ya eran pasadas las once de la mañana, se había dormido casi al amanecer y pese a las horas de sueño, se sentía más cansado de lo que se sentía cuando se había acostado. Después de darse una ducha se sentó en la cocina y escribió una carta a Hermione, explicándole que se les haría imposible asistir, sólo esperaba que su amiga no intuyera nada malo y lo dejara en paz al menos el fin de semana.

Durante la tarde volvió a insistir varias veces más con el teléfono, pero siempre saltaba la contestadora y ya llegando a la noche volvió a intentar aparecerse en el apartamento de Draco, pero terminó en la calle una vez más, tiritando y congelado por la nevada que estaba a punto de caer se apareció otra vez en su sala, y se dejó caer sobre el sofá. Se sentía derrotado.

*_*

Cuando Draco abrió los ojos se dio cuenta que ya era de día, se estiró notando todos los músculos de la espalda resentidos y adoloridos por la posición en que se encontraba, no podía recordar en que momento exacto de la madrugada se había quedado dormido, pero allí estaba, aún en la oficina, y fuera podía escuchar los ruidos de los demás compañeros trabajando.

Revisó el celular, tenía un par de llamadas perdidas de Harry, suspiró cansado y decidió que lo mejor que podía hacer por el momento era ir a casa, darse una ducha y dormir un poco más.

Ya era de noche cuando sintió las protecciones del departamento temblar ligeramente, y sabía de quien se trataba, se cubrió un poco mas con las mantas y ahogó un grito de desesperación ¿Por qué Harry era tan insistente? ¿Por qué simplemente no podía irse, dejarlo en paz? ¿No se daba acaso cuenta de cuánto le dolía todo eso? ¿De qué era suficiente dolor que no confiara en él, cómo para encima tenerlo alrededor dando vueltas todo el tiempo?

*_*

El sonido de alguien llamando a su puerta fue lo que lo despertó, caminó arrastrando los pies y ahogando un bostezo hasta la puerta.

—Va… un momento— En cuanto observó por la mirilla vio a Hermione, junto a Ron, ya le parecía que habían tardado mucho tiempo.

—Harry, hola— dijeron ambos a la vez mientras los hacía pasar.

—Te extrañamos ayer, compañero, debiste ver el tremendo partido que se armó.

—Si… y Elizabeth está ya caminando, dice Sirius que debes dejarte caer un poco más seguido por su casa…

—Genial… trataré de hacerlo— dijo Harry distraídamente mientras caminaba hacia la cocina — ¿Café?

—Deberías verlo, hasta Snape babea por ella, es algo… extraño — comentó Ron haciendo una mueca.

—Lo imagino…

— ¿Recién se despiertan?— preguntó Hermione luego de un momento de silencio.

Harry detuvo un momento su movimiento en la cocina, antes de tomar una pequeña bocanada de aire —Si, recién me he despertado…

— ¡Oh! ¿El hurón sigue durmiendo?— preguntó Ron en voz un poco más baja, si bien era cierto que Ron y Draco no eran grandes amigos ahora, y Harry estaba seguro que jamás lo serían, aquellos sobrenombres como “comadreja” y “hurón” habían permanecido vigentes, sólo que ahora ninguno de los dos lo decía con mala intención, o no tanta al menos.

—No, Draco… Draco no está aquí.

— ¿Cómo dices?— preguntó Hermione algo más confundida.

—Dije que no está aquí— repitió Harry con voz un poco más quebrada, tratando de que no se note lo mal que se sentía revelar aquello.

— Harry ¿Hay algo que no nos estés diciendo?— preguntó Hermione acercándose a la cocina.

— ¿Se han peleado?— preguntó Ron, extrañamente preocupado, y Harry aún sin encararlos negó con la cabeza mientras vertía un poco de café en la cafetera.

— ¿Por qué no está aquí? No hay fin de semana que ustedes pasen separados… — continuó interrogando Hermione, pero Harry no podía hablar aún, no se sentía capaz.

—Mira, si es que Malfoy te ha hecho algo malo será mejor que nos lo digas de una vez— dijo Ron con rabia, tomándolo del hombro y haciéndolo girar.

— ¡Él no me ha hecho nada!— replicó rápidamente Harry ante la mirada furiosa de su amigo, sintió como la tensión de los últimos días fluía en él con más fuerza y estuvo seguro que incluso su magia se salió de control por un momento.

—Dios… Harry ¿Qué ha pasado?— preguntó Hermione con voz suave y acercándose a su amigo lentamente, Ron aún tenía la mano sobre su hombro y lo miraba mucho más preocupado que antes. —Cualquier cosa que esté pasando nos la puedes contar— Continuó la chica apoyando una mano en el otro hombro de Harry.

Harry agachó la mirada por un instante, sintiendo que tal vez ya era necesario hablar, aún podía recordar como no le gustaba estar cerca de sus amigos cuando Oliver lo dejó, por las miradas de pena que le daban, sin embargo esta vez necesitaba tanto que alguien le escuchara y le prometiera que todo iba a salir bien, que ni siquiera se dio cuenta como empezó siquiera, poco a poco, con voz suave se dedicó a narrarle a sus amigos todo lo que había pasado en los últimos días, desde que había tenido que ir a la misión de captura de Oliver y Nott hasta que Draco lo echó del departamento.

*_*

La gran mesa de trabajo estaba llena de papeles ordenados y enumerados, Draco dio una última mirada antes de asentir —Bien, esto queda… A menos que alguien tenga algo más que agregar o sugerir — dijo mirando hacia el grupo que trabajaba con él, los cuales sólo negaron suavemente.

—Bien, April, lleva eso a impresión y se pueden ir a casa— Todos a su alrededor hicieron asentimientos mientras la chica recogía en orden y con cuidado todas las páginas de la siguiente edición —No se olviden de empezar a hacer los trabajos de la semana siguiente— recomendó Draco caminando ya fuera de la sala, atravesó la sala de redacción e hizo un ligero asentimiento de saludo a Justin, Dru y Emily, que estaban conversando alrededor de la máquina de café y luego se encerró en su oficina, dejándose caer sobre la que antes le parecía su muy cómoda silla y suspirando profundamente.

El dolor de cabeza había permanecido allí desde hacía varios días, junto con la sensación de vacío en su interior, y aunque se había atiborrado de medicamentos muggles y pociones sabía que nada lo calmaría, porque sabía cual era la razón para que se sintiera tan mal.

Miró hacia la pantalla del teléfono móvil sólo para ver que no tenía ninguna llamada perdida, suspiró profundamente y dejó caer la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos, pensando en lo horrible que había sido esa semana, la ausencia de Harry, y el refugiarse en el trabajo para evitar pensar en él y en lo que había pasado.

Después de que Harry intentara aparecerse en su casa aquel sábado en la noche, no había vuelto a llamar hasta el miércoles en la noche, los días anteriores Draco se había sentido peor aún, revisando a cada instante el correo y la pantalla del móvil y preguntándose por que Harry había dejado de insistir, incluso había estado tentado a contestar la llamada aquella noche, pero finalmente no lo hizo, solo se dedicó a escuchar las palabras de Harry en la contestadora, diciéndolo que lo quería, que lo quería mucho y que quería que al menos le diera la oportunidad de hablar.

Draco había hechizado el teléfono para que la voz de Harry repitiera una y otra vez que lo quería y muy entrada la madrugada se había quedado finalmente dormido con esa voz resonando en la habitación.

Habían pasado ya dos días desde eso y Harry se había detenido en sus intentos de acercamiento, la duda de que finalmente Harry haya decidido olvidarlo lo dividía entre la sensación de que era justo lo que quería, que Harry se alejara porque lo había lastimado al no creer en él y el miedo a que Harry realmente ya no lo quería y no le importaba mucho recuperarlo. Y se sentía cada vez peor.

El sonido de alguien golpeando la puerta lo hizo sobresaltarse un poco, gruñó porque el dolor de cabeza parecía acrecentarse a cada segundo mientras acomodaba un poco su escritorio, que durante la última semana se había vuelto un caos completo —Entre.

—Draco… — Saludó Dru desde la puerta.

—Hola Dru… lo siento no quiero parecer grosero, pero en serio necesito estar solo, tengo un dolor de cabeza tremendo y…

—Si, lo sé, el cierre de edición— mintió Dru, sabía muy bien que todo se debía a la discusión que había tenido con Harry, desde ese día Draco pasaba tantas horas en la oficina que varias veces se había preguntado si realmente se había ido a su casa a dormir, sin contar con el mal humor con el que andaba —Es sólo que hay alguien que te está esperando… le comentamos que tenías que terminar primero con una reunión pero aún así espero por ti hasta que estuvieras libre…

El corazón de Draco se agitó suavemente ¿Sería Harry? — ¿Quién es?

—Granger, no me pidas que repita el nombre.

—Hermione — No pudo evitar que su voz sonara desilusionada.

—Si, eso, dice que es amiga tuya.

Draco escondió el rostro entre las manos un momento, ¿Acaso Harry ahora mandaba a sus amigos para hablar por él?

—Y también me dijo que era urgente— insistió la chica desde la puerta y Draco soltó un pequeño gruñido.

—Ya… déjala pasar.

Dru despareció por la puerta y medio minuto después Hermione, vistiendo ropa muggle entró.

—Hola Malfoy— saludó con una sonrisa tensa, Draco estuvo seguro que estaba registrando su estado para luego darle un informe a Harry. Lamentó no haberse arreglado un poco más antes de dejarla entrar.

—Granger… ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Te cansaste de trabajar en el ministerio tratando de arreglar el mundo y ahora quieres incursionar en el periodismo?— intentó bromear Draco mientras le señalaba una de las sillas delante de su escritorio.

—Gracias…— Hermione sonrió un poco más relajada por el comentario —Aún creo que es posible mejorar el mundo mágico desde el ministerio.

Draco negó suavemente, sabía que Granger estaba obsesionada con eso de un mundo perfecto, justo y equitativo, y no quería ser cruel pero sabía que se necesitaría mucho más que una bruja con mucho empeño para lograrlo, aunque claro, como ella siempre decía, al menos por algo hay que empezar —Si, la nobleza Gryffindor— suspiró Draco.

—Escucha— dijo Hermione no siguiéndole más la broma, y con aquella mirada preocupada que ya le había visto antes —Tú y yo no somos grandes amigos, ni nada de eso, pero Harry si es un amigo mío, uno de los mejores, y estoy muy preocupada…

—Mira, Granger, si te ha enviado Potter ya mismo te voy diciendo que…

—No, él no me ha enviado, Malfoy— interrumpió Hermione —Estamos preocupados por él, y por ti también, mírate, se te ve agotado…

—Hoy cerrábamos la publicación, así es como luzco los viernes— masculló Draco sabiendo que no era del todo cierto y que probablemente ella lo sabría.

—No— Hermione negó con la cabeza —Estás sufriendo tanto como Harry, y no comprendo por qué demonios te gusta ser infeliz, tienes a Harry y él te quiere tanto…

—No es tu asunto, Granger.

—Si lo es, es Harry del que hablamos.

— ¿Te ha contado lo que pasó?— preguntó Draco inclinándose un poco más hacia delante — ¿Te ha dicho lo que pensaba de mi?

—Si, lo ha hecho y está muy apenado, sin embargo me parece injusto lo que estás haciendo, él aún te quiere, y trata de pedirte perdón, y tú ni siquiera te quieres detener a escucharlo.

—Ya lo escuché, no creo que tenga nada nuevo que decirme.

—No, tal vez no, pero merece que lo escuches una vez más…

—Lo siento, pero no puedo ayudarte— dijo Draco cruzándose de brazos y girando la silla lo suficiente para dejar de ver el rostro de la chica, esa mirada marrón parecía estar estudiando hasta su alma y no podía soportarlo.

Hubo un momento más de silencio y entonces sintió como ella se ponía de pie y caminaba alejándose poco a poco — ¿Sabes qué, Malfoy? Cuando Harry dijo que era tu amigo no les di mucho tiempo sin que pelearan, y cuando dijo que estaban enamorados pensé que eso era algo también pasajero, sin embargo los he visto juntos durante todo este tiempo y siempre he agradecido el haberme equivocado, porque ambos se veían felices uno junto al otro… No dejes que todo se vaya al diablo por culpa de tus miedos.

La puerta se cerró pero Draco no se movió. Las palabras de Hermione bailaron en su cabeza durante mucho rato más.

*_*

Levantarse le costaba demasiado, en realidad hacer cualquier cosa le representaba demasiado esfuerzo, esfuerzo que muchas veces no estaba dispuesto a realizar, pese a eso se obligó a arrastrarse hasta la ducha y presentarse en la oficina, como cada día durante la semana pasada, era mejor estar allí y tratar de entretener su mente en algo diferente a Draco.

Tal como sus amigos le habían dicho había tratado de darle un tiempo a Draco para que se tranquilizara, para dejarlo pensar, pero ya habían pasado más de siete días desde aquella noche en que lo corrió de su departamento y aún no habían señales de que las cosas fueran a mejorar pronto, es más, cada día estaba seguro de que las cosas no mejorarían nunca.

Sus amigos no habían estado tan pesados como había podido esperar, sin embargo trataban de dejarse caer por la oficina o por su departamento todos los días, tratando de obligarlo a comer, y contándole sobre sus días de trabajo para entretenerlo.

Incluso Sirius y Elizabeth habían pasado varias horas con él durante el fin de semana, tratando de animarlo, pero nada parecía realmente funcionar, la culpabilidad era algo que le estaba comiendo el alma y el corazón a pasos agigantados.

Miró hacia el teléfono móvil sobre la mesa y sopesó la posibilidad de marcar una vez más el único número registrado, pero finalmente desistió, era ya claro para él que había perdido a Draco, y que por más que marcara y marcara no le contestaría.

Agradecía que al menos el trabajo en el ministerio no estuviera siendo muy exigente por esos días, lo cual le permitía pasar de ser percibido durante sus turnos, ya que no estaba en su mejor forma y eso sólo podía significar graves problemas al momento de actuar.

*_*

—Terry… con calma, con calma— pidió Pansy observando como su hijo corría por el medio de la habitación con pasos torpes, esperando que de un momento a otro cayera, como solía suceder.

—Señora, Zabinni— dijo la voz de un elfo apareciendo frente a ella y haciendo una gran reverencia.

—Dime, Nil.

—Hay una señorita que la espera en la puerta, dice que desea hablar con usted y que es realmente importante. Se trata de la señorita Granger y me dijo que le dijera que era acerca de Draco Malfoy.

Pansy frunció el ceño, recordando extrañamente la vez en que Potter se había aparecido en su puerta casi con el mismo mensaje, —Hazla pasar, yo estaré con ella en un momento.

*_*

Hermione esperó sentada en la sala de estar de la mansión de los Zabinni por algunos minutos, mirando con atención las fotografías y los cuadros alrededor, en varios de ellos aparecía Malfoy, junto a la pareja o con el bebé en brazos, incluso en algunas estaba Harry también, en la ceremonia de apadrinaje del niño, había una mucho más grande que las demás en el centro y pudo reconocer el uniforme de Slytherin, los cinco muchachos sonreían hacia la cámara, eran Malfoy, Goyle, Crable, Zabinni y Parkinson, se preguntó por que Nott no aparecía en ella o si es que luego de todo lo que había pasado con Draco los mismos Zabinni lo habrían sacado de la fotografía.

—Granger— dijo Pansy entrando a la habitación con una sonrisita de suficiencia, Hermione se puso en pie rápidamente.

—Parkinson, Hola.

—Ahora soy Zabinni— corrigió la chica sentándose en un sofá, delante de ella.

—Si, lo sé, también de tu bebé, Malfoy nos lo contó.

—Y a nosotros que en un par de meses dejarás de ser Granger y te convertirás en Weasley.

—En realidad pienso mantener el Granger— masculló Hermione recordando la enorme discusión que eso había acarreado entre Ron y ella.

—Oh, una chica moderna— dijo algo divertida Pansy.

—Algo así…— Hermione suspiró profundamente, todavía no podía creer que estaba allí, sentada en la sala de aquella chica que durante la escuela la había molestado tanto, pese a la relación de Harry y Draco nunca habían coincidido en ningún lugar, ambos parecían entender que juntarlos sería algo complicado, pero como decían, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas —He venido a hablar de Malfoy, de Draco.

—Cierto, me lo dijo el elfo, ¿Qué es lo que pasa?

— ¿Hace cuánto que no lo ves?

— Dos semanas, es raro…— dijo pensativa, — por lo general se cae aunque sea un noche a la semana, algunas veces incluso arrastrando a Potter hasta aquí, sin embargo ha estado muy evasivo con nosotros…— Pansy frunció el ceño hacia Hermione —¿Le ha pasado algo? ¿Está enfermo?

—No, claro que no…— trató de tranquilizar Hermione —En realidad si pasa algo…

*_*

—Aún no puedo creer que te hayas decidido aliar con ellos — masculló Ron algo irritado mientras ambos caminaban tomados de la mano por una ancha calle de Londres muggle.

—No había opción, ambos están mal y no se solucionará si no les metemos un empujón— recitó Hermione por enésima vez durante el día —Además dicen que ya tienen un plan.

—Si, claro— Ron empujó la puerta de vidrio de la pequeña cafetería y, junto a Hermione dieron una mirada distraída al lugar hasta que los ubicaron al fondo.

—Weasley, tiempo sin verte— dijo Blaise poniéndose en pie para saludarlos, a su lado Pansy lo imitó y una vez estuvieron todos sentados fue Pansy la que comenzó.

—Fui a ver a Draco esta mañana, realmente está hecho polvo.

—Harry igual— comentó Hermione.

—Bien, creo que ya sé lo que haremos— dijo Blaise dejando la taza de café sobre la mesa.

— ¿Un grandioso plan Slytherin?— picó Ron.

—Si, grandioso y muy simple, tanto que me sorprende que no se les haya ocurrido a ustedes primero — reaccionó Blaise.

— ¿Qué tal si dejan las peleas de las casas para luego?— preguntó fastidiada Hermione.

— Si, yo que pensé que habíamos ya dejado la escuela— apoyó Pansy.

Tanto Ron como Blaise asintieron ligeramente sonrojados, —De acuerdo, como les decía, tengo un plan…

*_*

Notas finales:

Muchas gracias a todos por leer…

El siguiente capítulo será el final, y será el viernes, sé que las cosas no pintan muy bonitas que digamos… pero ya veremos que pasa en el siguiente capítulo.

Como siempre, muchas gracias a todos por sus comentarios, no saben lo feliz que me hace leer cada uno de ellos y saber que hay alguien al otro lado de la pantalla leyendo…

 

Bien… el siguiente capítulo: “UNO QUE OTRO PLAN EN MARCHA” y más o menos ya saben de que va… así que espero que nos leamos prontito…

Un abrazo y un beso y espero que tengan una linda semana… sobre todo para los que inician ya las clases…

Zafy

El DRARRY no es una moda,

Es un estilo de vida

(Condessa Oluha)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).