Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"CORTESIA" por giovanetta

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: hola, espero les agrade este new capi, gomen por la demora, he tenido mucha pega y por eso me he desaparecido, disfruten la lectura, los personajes no me pertenecen ^^

Capítulo 4       “Refugios inexistentes”

  

Si esa chica, pudiese amar a ese chico por lo que es y no por lo que posee, tal vez podría ser feliz, si por el contrario, consiguiera la felicidad, tal vez sea algo que se le parezca, no precisamente, se obtiene lo que deseamos… 

-¡Demonios!, ¿quién se cree ese Potter?, ¡es un cretino!, nadie me había humillado de esta manera, no sabes con quién estás jugando, si quieres guerra, guerra tendrás, código moral de los Malfoy, nunca dejan de ser uno.

 

Eso pensaba el chico rubio, Draco Malfoy, mientras se duchaba en el baño de su dormitorio.

 

Si él quiere que lo doblegue, eso haré, de la peor manera posible, lo haré temblar y estremecer de placer, será como jamás nadie lo ha hecho, sentirá que sólo yo puedo poseerlo y que ese cuerpo debe ser sólo mío, de mi propiedad.

 

Al menos, eso creía…

 

AL DÍA SIGUIENTE…

 

Harry se fue a trabajar como de costumbre, sin ánimos de enfrentar a Malfoy, ni menos, quedarse a solas en su oficina, cómoda y muy extraordinaria colección de muebles barrocos, sólo para presumir de su dinero.

 

Draco, en tanto, había llegado en su vehículo, lo estacionó y subió por el ascensor hasta el tercer piso.

 

Todo iba bien, todos trabajaban en la nueva entrega del escritor prodigio y éste mientras tanto, sólo tenía cabeza para pensar en el plan de “doblegar y seducir a un Potter”.

 

Su casa no era segura, menos con un “amigo”, viviendo allí. La impresión que tenía de él, era de un desubicado, cómo pudo interrumpirlos tantas veces, es que acaso no pensaba o le fallaban las últimas dos neuronas que tenía dentro de su cabeza.

 

El caso es que, ambos se encontraron en un pasillo, muy a pesar del moreno, muy a favor del rubio.

 

-Qué afortunado soy- rompe el silencio, Malfoy- si no es más que Potter en este pasillo solitario.

 

-No empieces Malfoy, estamos trabajando- dice el moreno, cortante.

 

-Ya te lo dije una vez, tú no me das órdenes- dice el ojigris desafiante y acortando un poco la distancia.

 

Harry se percató del movimiento de Draco y acrecentó aún más su distancia a unos pasos.

 

-¿Me tienes miedo?- pregunta el rubio alzando una ceja, muestra de superioridad.

 

-¿Miedo, yo?, debes estar de broma- responde el ojiverde.

 

-No es lo que parece, o ¿por qué noto que te tiemblan los brazos?, que yo sepa no hace frío aquí dentro- dice observando dichas acciones.

 

-No es de tu incumbencia- intenta marcharse.

 

-Ya te dije, que te doblegaré, sea como sea, no te me escaparás, no antes de verte totalmente sometido a mí- dice esto reduciendo cualquier acción por parte del chico.

 

-Repito lo mismo, que hayamos estado juntos anoche, no significa nada- dice defendiéndose.

 

-Mantengo mi palabra, tú suplicarás que sea yo quien te posea- dicho esto, cuela una de sus manos por debajo de la camisa, tocando la espalda del moreno.

 

-¿Adónde crees que estás tocando?, no se te olvide que pasado mañana es el lanzamiento de tu nueva novela.

 

-Me importa un carajo la novela, el lanzamiento o que el mundo se destruya, ahora tengo lo que necesito- susurra al oído, mordiendo el lóbulo de la oreja derecha.

 

Harry se estremece por ese contacto, cierra los ojos por unos instantes, acción que aprovechó cierto rubio, quien se apoderó de esos labios, besándolos con furia.

 

 Si ella lo amase, por lo que es, sería la persona más feliz de este mundo, nada más desearía que esto fuese cierto, que si fundimos nuestros cuerpos, desbordados de placer y lujuria, no sea porque quieras reducirme a cenizas o quemarme con tu fuego que estalla por tus poros, sólo sea porque me amas, tanto que ya no podemos esconderlo. 

Terminado el beso, ambos se miran, jadean levemente y Harry le pasa unas hojas donde estaban las correcciones, ya las últimas para ser intervenidas en la obra del joven escritor Draco Malfoy.

 

-Las leeré en mi oficina, sí me gusta la idea, vendrás a mí- le dice y se marcha.

 

El pelinegro queda furioso y con la maga de la chaqueta se restregó los labios hinchados y rosados.

 

-Es despreciable- murmura y se va a terminar de ajustar los últimos detalles para el lanzamiento.

 

-Oye, Potter, tienes una llamada en la línea 2- dice Ramírez, un compañero de trabajo.

 

-Gracias- se sienta y presiona el botón levantando el fono- alo.

 

-Hola amigo- dice Ron.

 

-Ron, ¿cómo estás?- pregunta el moreno tomando algunos apuntes en su agenda.

 

-Aquí, aburrido sin hacer nada, oye, te llamaba para saber si después de que llegues de tu trabajo, ¿salimos a beber unas copas?, hace tiempo que no salgo a ninguna parte- propone el pelirrojo.

 

-Me parece bien, también quiero distraerme un poco- responde el pelinegro.

 

-Entonces te estaré esperando listo para llegar y salir- dice animado Ron.

 

-Pero antes de salir, me voy a bañar- responde el ojiverde.

 

-Como quieras- dice sin ganas Ron.

 

-¿Alguna llamada de Herm?- pregunta poco interesado el moreno.

 

-Sí, ya sabes, para reclamar el por qué me vine a tu casa y un montón de otras cosas, sobre todo por los niños- responde encogiéndose de hombros.

 

-Es complicado ser padre- añade el moreno.

 

-Ella trabaja demasiado y no teníamos comunicación, eso me aburrió, me cansé ser el segundo y el último en su lista diaria de prioridades- se defiende su amigo.

 

-Entiendo, entonces, salgamos y conseguimos a unas chicas- dice Harry.

 

-Ahí estaré- dice con más entusiasmo que cualquiera.

 

-Hasta la noche, Ron- corta la llamada.

 

-¿Así que vas a salir esta noche?- pregunta el rubio, quien estaba todo el rato al lado del moreno.

 

-Sabes que te voy a denunciar por acoso laboral- dice Harry.

 

-Hazlo, no me interesa- tira las hojas encima del escritorio de su empleado- tus correcciones- dice el rubio y se marcha.

 

-¿Estará celoso?- pregunta divertido Harry, al percatarse que en la esquina había una nota.

 

Potter:

 

          Te quiero en tres segundos a contar de ahora en mi oficina.

 

                                                      D.M

 

Harry saca la nota y revisa los papeles que estaban llenos de rayones rojos, con destacador.

 

El moreno se levantó de su silla y se fue a la oficina de su “jefe”.

 

-¿Qué quieres Malfoy?, tengo mucho trabajo pendiente- dice el moreno cortante, cerrando la puerta.

 

-No añadiré tus correcciones, la novela quedará tal como está.

 

-Lo dices sólo porque sabes que en literatura, soy mejor que tú y estás picado por lo de anoche.

 

-No me restriegues en la cara tus frustraciones, Potter

 

-Estas más tenso, ¿no lo crees?, hace menos de 10 minutos estabas muy apasionado, y ahora, podría jurar que quieres matarme- dice el ojiverde acercándose y poniendo ambas manos sobre el escritorio, una posición, muy sugerente para la pervertida imaginación del famoso escritor.

 

-Sí te quiero matar o no, sería mi problema, no el tuyo- dice el rubio, tratando de apartar casi sobrehumanamente sus deseos que lo carcomían por dentro.

 

-Claro que es mi problema, no involucres a mi amigo en este juego sucio tuyo- amenaza el pelinegro.

 

-¿Quieres mucho a ese amigo tuyo?- pregunta el ojigris, tratando de disfrazar su tono de celos.

 

-Si lo quiero o no, no es tu problema- responde con él lo hizo antes.

 

-No me desafíes o cambies mis palabras.

 

-¿Estás celoso Malfoy?

 

-Un Malfoy no siente celos, eso déjalo para aquellos que tienen tiempo de sobra para auto compadecerse de sí mismos.

 

-Sí no vas a poner mis correcciones, entonces ahí tú, yo haré mi trabajo y nada más- dice el moreno, quien camina hacia la puerta.

 

-Potter, espera- se levanta el rubio de la silla abruptamente.

 

-¿Qué quieres?

 

-Sólo cállate de una vez- lo silencia con otro beso igual de apasionado que antes- seguramente nadie en toda su vida te ha besado como yo lo hice contigo- le dice el rubio terminado el beso.

 

-Te equivocas, hay personas que pueden besar mejor que tú- responde el ojiverde.

 

Esas palabras hirieron profundamente la masculinidad del rubio, quien tenía su autoestima por sobre lo normal, así que como venganza, tomó al pelinegro por el cuello de la camisa y botando todo del escritorio, lo sentó, con mucha rabia en sus ojos.

 

-Te demostraré lo contrario- le saca los lentes y lo vuelve a besar.

 

Harry notó ese cambio de actitud, era como una especie de competencia contra un fantasma, claramente que sólo lo hizo para hacer enfurecer y herir el ego del rubio.

 

La chaqueta quedó olvidada en el suelo, al igual que la camisa, con algunos botones rotos y el cinturón a medio abrir.

 

Draco fue bajando por el desnudo torso moreno, estimulando sus pezones hasta dejarlos erectos. Bajando con la otra mano hasta posarse en la entrepierna del moreno, sobre el bóxer, allí la posó, sin hacer ningún movimiento.

 

Harry permanecía sentado sobre el escritorio, sintiendo como el deseo le corría por todas las células de su cuerpo, intentando controlar sus gemidos y reprimir exclamar el nombre de él.

 

Decidió participar, si él quería doblegarlo, porqué no hacerlo con él primero…

 

El moreno sacó la camisa hasta que cayó al suelo y sus manos bajaron hasta posarse en el trasero el rubio. Sacó las manos y desabrochó el cinturón, bajó el cierre hasta que ambos quedaron en iguales condiciones, sólo con su bóxer puesto.

 

El ojiverde se recostó sobre el escritorio, dejando que el rubio, se subiera como un depredador sobre él. El ojigris que estaba muy excitado, para hacer que el pelinegro llegara a su límite, con su dedo índice, comenzó a recorrer su torso, provocando escalofríos y estremecimientos por parte del otro.

 

Harry, sentía que iba a explotar de placer, pero aún así, mantenía los labios lo más cerrados posibles y no pronuncia su nombre.

 

-Dilo Potter, dilo y continuaré- dice el rubio muy sexy.

 

-Jamás- responde.

 

-Lo dirás- dice seductor, mientras le bajaba el bóxer y comprobaba lo excitado que estaba, con la mano, comenzó a masajear su intimidad.

 

-No lo hagas, detente- intenta detenerlo en vano, Harry.

 

-¿No te gusta Potter?- pregunta el rubio.

 

-Detente- jadea el moreno.

 

-Dilo.

 

-No.

 

-Entonces, sigue sufriendo- continuaba con sus movimientos.

 

-No lo haré- Harry se repone un poco y ahora queda él sobre el rubio.

 

-¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó el rubio muy poco amistoso.

 

-Ya lo verás- con su mano, baja el bóxer negro de Draco y comienza la misma operación.

 

-Ni te atrevas- se defendía el ojigris por retomar su posición.

 

-Silencio- dice el moreno cerca de sus labios, los cuales, besa.

 

-Esto es inaudito, soy yo el que manda- aprovecha el líquido preseminal, para que sus dedos quedaran lubricados e introduce uno en la entrada.

 

Harry se tensa, eso era un acto bajo, aunque fue suficiente para que el otro retomara su lugar anterior.

 

Mientras tanto, Draco se encargaba de dilatar la entrada de Harry, éste hacia hasta lo imposible para conseguir que el rubio se corriera antes. Por poco lo consiguió.

 

Draco lo penetró, Harry era tan estrecho, con eso ya creía que no podría durar mucho, aún así se contuvo, mientras que seguía con la otra mano, su tarea.

 

El ojigris, comenzó a embestirlo, sin esperar ninguna señal, el ojiverde, presionaba con sus dedos, la parte del cuello y los hombros, hasta dejarle marcas.

 

-Dilo- le dijo el rubio mirándolo a los ojos.

 

-No.

 

Lo embistió con todas sus fuerzas, Harry ya no pudo reprimir más un gemido y se corrió, había sido demasiado brutal.

 

Draco continuó con lo suyo, siguió embistiéndolo, y tomó a Harry por los hombros, lo atrajo a su cuerpo, profundizando todavía más su invasión, hasta que se corrió dentro de él.

 

Estaban demasiado cansados como para platicar o decir algo, sólo se quedaron así, hasta que todo volviese a la normalidad.

 

El rubio salió del interior del moreno y buscó su ropa en el suelo para comenzar a vestirse.

 

En el fondo, se sentía frustrado, nadie antes se le había resistido con tanta fuerza, ese coraje, era lo que profundamente le atraía de Potter.

 

-Las correcciones fueron aplicadas- dice el rubio.

 

-Ya veo- responde el pelinegro esbozando una leve sonrisa.

 

-Hay una parte que marqué en el texto.

 

-¿Cuál?- pregunta interesado el ojiverde, quien estaba con su bóxer puesto y a punto de subirse los pantalones.

 

Ella se ha convertido en la sombra de ese hombre, al cual amó, y el cual no quiere olvidar. Todos los días, espera en la esquina, cuando él sale a trabajar, lo sigue, a pesar de que él ya tiene a otra, los ve tomar café juntos, donde él iba con ella cuando se conocieron, ella se queda allí, mirándolos, por un momento, se imagina que no es la intrusa, sino la verdadera y legítima dueña, aquella a quien despreció, la seguía al lado de su amado. Sin contar las horas, se dio cuenta que su vida, fue desperdiciada por alguien que no la merecía, por alguien que fácilmente encontró a un sustituto y que en otros brazos anidó su calor. Dejó que sus labios permanecieran vírgenes, sin importarle que en los de él, jamás iban a volver a posarse, todas las noches, ponía su canción en esa vieja radio, en su habitación rememoraba las cenizas de su amor, de ese viejo amor, hasta que una mañana, encontraron su cuerpo, sin vida. Había bebido una taza de té, le había agregado gotas de láudano, una tras otra, hasta sentir como su cuerpo sin fuerzas se quedaba, se quedó mirando fijamente la fotografía que en primavera se habían tomado, y así siguió bebiendo ese té envenenado, sabiendo que la muerte le aguardaba, pero ella, muy tranquila, se quedó y abrió sus brazos… lo que ella ignoraba era que en esa misma y cruda noche, su amado, fue a buscarla, para pedirle perdón y que comenzaran de nuevo, ser esos adolescentes… entró en ese viejo cuarto, tan antiguo y nostálgico, le llegó el olor de su perfume, y halló su cuerpo que en agonía se encontraba. 

La llamó una y otra vez, aferró sus brazos a ese desvalido cadáver, ella lo escuchó y abrió sus ojos, era la visión más perfecta de su vida, era su amado, había vuelto… sólo fue capaz de pronunciar, “amor”, antes que se extinguiera su existencia. Él lloró amargamente sobre su cadáver, y vio que ella, a pesar de que habían pasado 20 años desde su último encuentro, siempre lo había esperado… 

-Me di cuenta de que tu novela son recopilaciones de varias historias, entonces, esa me pareció conveniente ponerla.

 

-¿Esa la escribiste tú?- pregunta el rubio.

 

-Así es, se llama, “De amor ya nadie muere”- dice el moreno gustoso.

 

-Me pareció que era una chica muy solitaria.

 

-Creo que ella se parece mucho a ti.

 

-¿Por qué lo dices?

 

-Porque estás esperando con todas tus fuerzas que alguien te ame, me retiro- dice ya totalmente vestido el moreno, quien se va.

 

El rubio se quedó pasmado por unos segundos, luego de recobrar la compostura decidió  que él no haría lo mismo que la chica de esa historia, él actuaría, así que esta noche seguiría a Potter…

 

Continuará…

 
Notas finales: cuídense, espero les haya agradado, bye bye *.*

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).