Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN" por p160880

[Reviews - 139]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos…

Hoy es viernes, y ya es tiempo de colgar el último capítulo y el pequeño epílogo de esta historia… es un capítulo largo y un epílogo cortito, que espero disfruten…

Antes de continuar un par de cosas, primero: saludos para Lunatica Cullen Feliz cumpleaños atrasado, espero que el miércoles la hayas pasado muy bien…!

Segundo, lo de siempre:

Pairing: Harry/Draco * Severus/Sirius * Remus/Lucius
Rating: NC-17
Advertencias: Mpreg; corazones rotos, partes empalagosas y algo de sufrimiento emocional, Slash

Disclaimer: Como siempre, todo pertenece a JKR, y también a Danver (a quien le escribí este fic), no se pretende lucrar ni conseguir beneficio económico con la historia o sus personajes, simplemente divertirme y entretener a los que leen.

Notas:

1.-Este fic fue escrito para Danvers, como regalo para el intercambio de fics por navidad en la torre de Astronomía (Amigo invisible) Me salió mas largo de lo que había pensado y sinceramente espero que te guste mucho, Danvers XD

2.-No es en realidad una historia de aventura, más bien es algo romántico. Es post-guerra, Voldemort ya no existe y muchos de los personajes siguen vivos.

3.- Este fic tiene advertencia de Mpreg, (embarazo masculino) pero no serán ni Harry ni Draco.

4.- Esta historia es de relaciones chico/chico, si no te gusta, no te apetece o no te agrada, es tu momento de darle al botón “Atrás” o cerrar la ventana. Vamos que guerra avisada no mata gente.

Y ahora si, a leer:


 

CUANDO TE ROMPEN EL CORAZÓN

CAPITULO 13: “UNO QUE OTRO PLAN EN MARCHA”

— ¿Salió de viaje?— preguntó Remus queriendo parecer desinteresado.

—Sí, un recorrido por Europa y todas sus empresas… No creo que sea algo muy divertido, la verdad— le comentó Sirius mirándolo atentamente, desde que Lucius había “desaparecido” de la vida de su amigo este no dejaba pasar la oportunidad para preguntar de una u otra manera por el hombre, aunque claro, según pensaba Remus, de manera sutil. A lo mejor Severus tenía razón y a Remus no le era tan indiferente el rubio.

—Ya veo…— Remus maldijo para sus adentros el no poder dejar de preocuparse por Lucius, pero trató de desviar la conversación hacia otro punto — ¿Harry ya se encuentra mejor?

—No— Sirius soltó un sonoro suspiro —Aún no ha mejorado nada de nada, pero Ron y Hermione tienen un plan…

—A Harry no le gusta que traten de animarlo... Recuerda como se puso luego de que termino con Wood.

—No, esto es diferente, ellos tienen un plan para juntarlo con Draco de nuevo— corrigió Sirius, Remus le dio una mirada interrogante —Dicen que Draco tampoco la está pasando bien y se han juntado con sus amigos, Parkinson y Zabinni para hacer que se reconcilien.

— ¿Ron y Hermione con Parkinson y Zabinni? Vaya… ¿Y aún no se han atacado entre ellos?

—No, y Severus también se sorprendió, aunque a él la idea le hace gracia.

— ¿Y eso?

— Bueno, te lo cuento pero no te enojes… ¿De acuerdo?— Remus hizo un asentimiento y Sirius continuó —Es un comentario tonto, a decir verdad, pero según él le divierte que al parecer ningún león puede mantenerse alejado de una u otra manera de una serpiente…

—Claro… Como Draco y Harry, tú y él, ahora Ron y Hermione buscando ayuda en esos dos chicos…

—Exacto…— Sirius arqueó una ceja y susurró —Tú y Lucius.

Remus le dio una mirada molesta antes de ponerse en pie —Esas si son tonterías, no ha pasado nada entre nosotros y definitivamente yo si me puedo mantener alejado de esa serpiente.

—No te alteres lunático, sólo fue un comentario…

—Ya, lo que sea… Debo volver a la escuela ahora, te veré pronto, y salúdame a Snape— dijo caminando hacia la chimenea.

—Claro, que te vaya bien.

Sirius vio como su amigo desaparecía entre las llamas y luego caminó hacia el laboratorio de Snape.

—Hola, cariño, ¿ya se fue Lupín?— preguntó Snape mientras mezclaba con la varita algo en el caldero.

—Sí… se fue — Sirius suspiró y le sonrió de manera culpable —Ya, tú ganas, si siente algo por Lucius.

Snape sonrió de manera irónica y se alejó del caldero para jalar con ambas manos a Sirius, presionándolo contra su cuerpo —Oh… yo lo sabía, nunca me equivoco…

—Ya… Pero Lucius no está en Londres como para seguir insistiendo y tú no puedes decirle nada.

Snape le dio un beso en el cuello, apenas un roce —Claro que no, no lo haré, pero me encanta tener la razón— Sirius cerró los ojos y asintió distraídamente mientras una de las manos de Severus acariciaba suavemente cerca de su entre pierna. —Creo que…— Snape le dio una pequeña mordida en el cuello y luego hizo un camino de pequeños besos hacia arriba, hasta llegar a sus labios, pero no los besó —necesito tomar un receso…

—Oh… sí, tienes razón— murmuró Sirius antes de besarlo.

*_*

— ¿Blaise?— preguntó Draco algo extrañado al verlo en la puerta de su departamento — ¿Ha pasado algo? Nunca vienes sin avisar…

—Pues eso depende de donde lo veas— afirmó Zabinni mientras entraba al departamento, parecía estar todo en más o menos orden, a no ser por la cantidad de fotos volteadas en los estantes y mesas.

— ¿Quieres beber algo?

—No, ahora no, sólo quería preguntarte algo— Zabinni se acomodó en el sofá y palmeó el asiento del lado para indicarle a Draco que se sentara con él.

—Bien… Me estás preocupando, ¿Qué has hecho ahora?

—Aún nada… aún nada— le dijo Zabinni con una sonrisa que Draco conocía muy bien, una que indicaba que su amigo planeaba algo grande. —Sólo tengo una duda, ¿Por qué demonios estás tan afectado porque Potter dudó de ti?

Draco se tensó como un alambre y se alejó un poco en el sofá, mirando a su amigo con enfado —No sé de que demonios estás hablando.

—Ya lo sabemos, Draco, toda la historia y…— Blaise arqueó una ceja y levantó una mano pidiéndole a Draco que ya empezaba a protestar, que lo dejara continuar —Y no, Potter no ha venido a contárnoslo y tampoco he venido a abogar por él o algo por el estilo, sólo que te conozco y tu reacción es exagerada— Blaise se aguantó el decirle que antes, cuando había sido novio de Theo, le había aguantado escenas mucho peores de celos. Realmente no comprendía a su amigo.

—No lo es, él no confía en mi— Draco se pasó las manos por el cabello y desvío la vista hasta la única fotografía en pie, unos meses atrás, Harry y él habían vuelto a aquel restaurante campestre que tanto les gustaba, y ambos aparecían en la pequeña colina, sentados uno al lado del otro, abrazados, y en el fondo se podía ver como el sol se ocultaba —No quiero hablar de esto…

—No, si yo no seré el que te obligue, pero es que esa pregunta me ha estado dando vueltas durante varios días… Imaginé que tu reacción hubiera sido una gran pelea, tal vez armar mucho alboroto, pero ya han pasado más de dos semanas y sólo te limitaste a echar a Potter de aquí… no va con tu estilo.

—No hablaré de eso— repitió Draco cruzándose de brazos, en una actitud que Blaise sabía, era terquedad pura, no hablaría.

—Bien, lo que quieras— Zabinni se encogió de hombros y ambos se quedaron en silencio por un instante más, Blaise consultó su reloj y sabía que era necesario que se apurara.

—Tu edificio entero tiene la protección anti desaparición.

—Si, es que no quería que Harry se acercara…

—Puede venir caminando ¿sabes?

—Ya— Draco se dejó caer un poco más en el sofá —Ni eso… No he sabido nada de él en varios días.

—Pues si lo botas de tu departamento, no le contestas las llamadas ni los mensajes creo que debe haber entendido que no le quieres ver…

Draco sólo levantó el rostro y le dio una mirada furiosa, realmente no quería hablar de eso en ese momento, tal vez nunca —No me interesa el tema, si es sólo eso a lo que has venido…

—Ya… me voy antes que me eches a mi también— murmuró Blaise, la mirada de fastidio de Draco se incrementó más aún —Y recuerda, no soy yo con quien estas enojado.

—Párale ya… sólo déjame solo.

—De acuerdo, lo que el señor Malfoy pida— Blaise se puso en pie y caminó hacia una de las ventanas, mirando distraídamente hacia fuera —Está empezando a nevar.

—Lo sé… será un invierno muy frío… eso dice el que escribe sobre el clima, aunque no siempre acierta.

—Ya… Oye, Draco ¿Tienes cigarros?

Draco se sentó completamente y miró alrededor, los cigarros aún estaban en el bolsillo de su abrigo, —Si… espera— sacó la varita de los pantalones y la agitó distraídamente haciendo que el paquete volara hasta las manos de su amigo, dejó la varita a un lado y se volvió a recostar completamente en el sofá mientras veía a Blaise encender un cigarro y suspirar con cierto alivio.

— ¿Podrías bajar las protecciones, realmente no me apetece bajar hasta la calle con este frío, creo que tendremos una gran tormenta de nieve.

Draco se puso en pie con algo de pereza y caminó hasta la ventana, parándose al lado de su amigo, la nieve estaba empezando a caer con más fuerza aún, en la calle la gente caminaba más a prisa, apretándose dentro de sus abrigos, incluso la pequeña tienda de comestibles de enfrente estaba cerrando, recordó alguna tarde de invierno, Harry y él acurrucados delante de la chimenea, tomando una taza de chocolate caliente y conversando… amándose… — Supongo que sí, que puedo bajar las protecciones.

—Gracias— Zabinni apagó el cigarro contra el cenicero —No le menciones a Pansy que he estado fumando, se pone muy estricta con ese tema…

—Oh… no hay problema— Draco invocó su varita y la agitó alrededor un par de veces —Te dejará desaparecerte.

—¿Sabes que pronto será el cumpleaños de Terry?

—Sí, ¿cómo crees que se me puede olvidar?, además casi coincide con…— la voz de Draco se quebró ligeramente, recordando aquellas semanas en San Mungo y el inicio de su relación formal con Harry, Blaise pareció notar su estado porque le rodeó con un brazo los hombros en forma consoladora, o al menos eso fue lo que pensó Draco por un instante, antes de sentir como todo a su alrededor giraba y una gran opresión en el estómago, trató de jadear o moverse, pero el brazo de su amigo lo retenía con fuerza, hasta que ambos cayeron sentados en medio de lo que al parecer era una no muy grande habitación de madera.

—¿Qué demonios?— murmuró Draco poniéndose en pie, pero entonces notó muchas cosas, primero que la varita se le había caído y que no la tenía a mano, segundo que delante de él estaba Pansy y junto a ella Granger y Weasley, y tercero, estaba en algún lugar desconocido, ¿Es qué lo habían secuestrado?

*_*

Harry se acomodó un poco mejor en el sofá, mirando hacia la ventana y la nieve caer, pensó que el movimiento de la nieve deslizándose era de alguna manera hipnotizante y espero que fuera suficiente como para quedarse dormido, últimamente no le gustaba dormir en la cama, prefería el sofá, contenía menos recuerdos… Acomodó un poco más los cobertores y entonces sintió el sonido de alguien apareciendo, se giró para ver que se trataba de Ron, y luego todo pasó muy rápido…

Ron apareció en medio del salón y le lanzó a Harry una pelotita dorada que fácilmente pudo ser confundida con una snitch, el instinto de buscador que aún conservaba Harry lo hizo levantar el brazo y atraparla en el aire, en cuanto la tuvo en la mano sintió como todo a su alrededor se movía y como era absorbido hacia dentro, sabía que estaba siendo transportado, lo último que vio fue el rostro de Ron, ligeramente sonriente, antes de caer en medio de otro lugar, uno desconocido.

*_*

— ¡Ouch!— se quejó por el golpe, sentándose mejor en el piso —Genial, esto es perfecto— gruñó — ¡No es gracioso!— dijo hacia el aire, sabía que habían sido sus amigos los que lo habían puesto allí, porque nadie excepto ellos y Draco tenían permiso para aparecer en su departamento, y aunque no sabía que demonios estaba pasando si supuso que al menos lo escucharían…

—No es una broma— dijo una voz no muy lejos de él, y su corazón empezó a latir con fuerza, de una manera que no había latido en semanas, reconociendo de quien provenía aquella voz, se giró lentamente, aún no creyendo que eso en verdad estaba pasando, pero era real, allí estaba, sentado en el suelo, hasta el otro lado, y con los brazos cruzados, parecía realmente enfadado, pero no le importó mucho, sólo el tenerlo delante era suficiente para darle algo de esperanzas.

— ¿Draco?

—No te creas que yo te he traído— le aclaró Draco inmediatamente al ver como los ojos de Harry brillaban, tuvo que reconocer que había realmente extrañado ver esa mirada, o escuchar esa voz, aunque aún se sentía enfadado, y ahora que lo habían engañado y encerrado mucho más. —Han sido tus amigos, y mis amigos que se han puesto de acuerdo para encerrarnos aquí— con un gesto de manos abarcó la pequeña habitación.

Harry sólo asintió en silencio y se acomodó mejor en la esquina opuesta, dedicándose a revisar el lugar, era totalmente de madera, por algún tipo de hechizo se mantenía a una temperatura agradable, pues ambos estaban en pijamas, mientras qué, por la única ventana que había en el lugar, se podía ver como la nieve seguía cayendo con fuerza, tal vez realmente si estaba a punto de convertirse en una gran tormenta. La cabaña no tenía muebles ni nada, sólo una cama en una de las esquinas, en la más lejana a Draco, y una puerta que ni se molestó en intentar abrir — ¿En dónde crees que estamos?

—Inglaterra, espero— contestó Draco con voz indiferente y apoyando la cabeza en la pared —Supongo que es una pregunta tonta pero… ¿Traes tu varita?

Harry miró alrededor y luego hacia Draco, comprendiendo el plan de sus amigos —No… no la tengo.

—Bien, supongo que tarde o temprano se cansaran de tenernos encerrados y nos dejaran ir…

— ¿Ellos te dijeron algo? Es decir… ¿Cómo sabemos que son ellos realmente y no algún tipo de secuestro o…

—No nos dejaran salir hasta que hablemos— interrumpió Draco —ellos me lo dijeron, tienen mi varita y supongo que la tuya también y dijeron que nos dejarían aquí el tiempo que fuera necesario, hasta que aclaremos nuestras diferencias.

— ¿Los cuatro juntos?— preguntó ligeramente sorprendido —¿Hermione y Ron con Pansy y Blaise?

—Si… mira para lo que se vienen a juntar.

—Oh…

—Potter, dime que de verdad no estabas al tanto de esto— siseó Draco luego de un instante, recién ocurriéndosele la posibilidad.

—No, Ron apareció en mi casa de pronto y luego lo siguiente que supe es que estaba aquí…

—Si, algo así me pasó con Blaise… ¡Y lo golpearé tan fuerte que tardará semanas en ponerse en pie!— gritó hacia el techo.

— ¿Ellos nos pueden oír? — preguntó Harry algo desconcertado, no quería que los escucharan.

—Dicen que no, pero sólo por si me estaba escuchando…

—Y entonces… — Harry tomó una pequeña bocanada de aire — ¿Cómo has estado estos días?

Draco arqueó una ceja, a punto de gritarle sobre cómo demonios creía que había podido estar, y todo lo mal que la había pasado sin él, pero se contuvo, tratando de parecer indiferente y calmado —El que tus amigos nos hayan encerrado aquí no garantiza que yo vaya a hablar contigo — Draco se acomodó completamente en el suelo, se sentía tan cansado últimamente, y aunque esa cama en el otro lado parecía cómoda no la usaría, prefería el piso, —Por lo pronto espero dormir hasta que amanezca o hasta que ellos aparezcan, y más les vale que sea pronto…

—Yo lo siento… sé que no debí dudar de ti, y no sabes cuanto me odio por haberlo hecho— dijo Harry con voz firme y recostándose sobre el piso también, mirando hacia Draco, que apenas y se encogió de hombros, aún con los ojos cerrados. Luego de unos minutos de silencio comprendió que Draco en verdad no le contestaría así que se dedicó a ver como la nieve caía con más y más fuerza hasta que finalmente empezó a quedarse dormido.

*_*

—Esto no está funcionando— dijo frustrada Pansy.

—Les dije que no era así de simple— reprochó Ron, Blaise le dio una mirada de fastidio pero no dijo nada.

—Hay que bajar un poco la temperatura— dijo Hermione, los cuatro estaban en la casa Zabinni, mirando hacia una pequeña imagen que flotaba en el aire, sólo para cerciorarse de que sus amigos se encontraban bien, pero ya habían pasado más de dos horas y cada uno estaba en una esquina diferente, acurrucado en el piso y aparentemente durmiendo, y definitivamente eso no era parte del plan.

—Granger, no queremos lastimarlos— reprochó Pansy.

—Sólo hará que se tengan que juntar para obtener calor, o al menos que se despierten, no los hemos puesto allí para que duerman.

Blaise negó con la cabeza pero aún así apuntó hacia la cabaña…

*_*

Una luz muy fuerte iluminó la habitación por completo, haciendo que ambos se levantasen sobresaltados, aquella luz duró apenas un instante más y luego todo quedó en semi oscuridad, iluminado lo necesario como para poderse ver el uno al otro.

— ¿Qué ha sido eso?— preguntó Draco ya más asustado.

—No lo sé… supongo que es para poder ver mejor… la habitación tiene más luz ahora.

—Ya… justo ahora que empezaba a quedarme dormido— bufó Draco recostándose en el piso una vez más y cerrando los ojos.

—Lo siento… Draco… de verdad lo siento— dijo Harry aprovechando que Draco estaba despierto ahora, —¿No crees que debemos hablar y aclarar esto de una vez por todas? —pero nuevamente fue ignorado.

Apenas pasaron unos instantes más cuando comenzó a sentir como el tibio calor que emanaba la habitación empezaba a desaparecer ¿Sus amigos les habían quitado el hechizo temporizador?

— ¡Mierda! — Masculló Draco abrazándose más a su cuerpo — ¡¿Acaso pretenden matarnos?!

—Podemos usar los cobertores de la cama— argumentó Harry señalando a la enorme cama en una de las esquinas y empezando a tiritar de frío.

—Ya, es lo que tú quisieras, pero no va suceder— sus dientes chocaban unos contra otros y le era ya imposible contener el temblor de su cuerpo, realmente si se estaba congelando.

—Draco…— Harry suspiró profundamente — ¡Carajo! ¡Como pueden bajar tanto la temperatura!— protestó Harry sintiendo más escalofríos aún —Esto no es algo que yo quería que pasara, pero no nos vamos a congelar teniendo una cama en donde arroparnos.

—Pues ve tú, yo prefiero quedarme aquí.

— ¿En tan bajo concepto me tienes?— le dijo Harry con voz ofendida y poniéndose en pie, realmente empezaba a molestarse, por la forma como Draco lo trataba, por la trampa de sus amigos y por el frío.

—No creo que estés en posición de…

—¡Ya!, ¡lo que tú digas, siempre será lo que tú digas!— gritó Harry, interrumpiendo a Draco, temblando ligeramente por el frío y arrastrando los pies hasta la cama. Trató de levantar uno de los cobertores para dárselo a Draco pero al parecer no sería tan simple sacarlos.

—No, no siempre, recuerda que fuiste tú el que decidió que era un tramposo sin siquiera preguntar— replicó Draco luego de un instante, algo sorprendido porque Harry levantara la voz, casi no podía recordar alguna ocasión en que lo hiciera antes.

—Y ya me disculpé por eso, más de una vez— Harry jaloneo con desesperación uno de los cobertores, sabiendo que eso era inútil — ¡Mierda! ¡Hermione juró que te mataré, sé que este hechizo es tuyo!

— ¿De qué hablas?

— Los cobertores, no se pueden alejar de la cama…— bufó Harry sentándose sobre la cama, molesto, —Es un hechizo que la señora Weasley usa y que le enseñó a Hermione.

—Déjalos allí entonces.

—No, ya que no te quieres meter a la cama te iba a dar uno para que te abrigues, pescaras un resfriado y luego será peor…

—¡Sólo métete en la maldita cama y ya!, no tienes por que pensar en mí— Draco se aovilló mas aún en el piso y suspiró profundamente, tratando de detener los temblores de su cuerpo, maldiciendo a sus amigos, a Harry y al mundo entero por tener que estar en esa posición, a punto de congelarse el trasero y tratando de reprimir las ganas de abrazarse a Harry para abrigarse, de volver a sentir su piel caliente...

—Eres un cabeza dura— refunfuñó Harry —Te congelarás, ven aquí.

—No… no quiero — Draco maldijo que el estar tiritando hiciera que le fuera imposible hablar correctamente.

—Bien, entonces usa tú la cama, yo me quedaré en el piso — dijo Harry poniéndose de pie y caminando hasta Draco.

—No necesito tampoco tu caridad, ni nada, estaré bien, y cuando ellos aparezcan te juro que los mataré…

—No seas ridículo ¿quieres?— Harry se arrodilló delante de él, estaban más cerca de lo que habían estado en semanas.

—Déjame en paz, Potter.

—Lo haría si pudiera, pero estamos encerrados aquí, así que se un buen chico y métete en la cama…

Draco sólo negó con la cabeza y trató de alejarse un poco de Harry, perturbado por la cercanía, pero entonces se dio cuenta de que estaba contra la pared, no había forma de apartarse más de él.

—Bien…— Harry notó como salía un pequeño vaho de su boca cada vez que hablaba, se preguntó si es que sus amigos estaban bajando mas aún la temperatura y si es que se estaban divirtiendo observando, —Lamento…

— ¡¿Quieres dejar de disculparte?!— Interrumpió Draco, hablando con los dientes apretados y esperando que de esa forma no se le notara tanto el temblor en el cuerpo y en su voz — ¿Acaso es lo único que sabes decir?

—No, Malfoy, no es lo único— respondió Harry con voz firme mientras se abalanzaba sobre Draco, que soltó un pequeño jadeó de sorpresa, en sólo un par de segundos lo tenía rodeado con los brazos y se impulsaba hacia arriba con las piernas para levantarlo.

—¡Mierda! ¿Qué demonios haces?

—En realidad…— Harry balanceó un poco más su cuerpo para conseguir equilibrio, mientras Draco se seguía agitando sobre él —Te iba a decir que recuerdes que sigo siendo más fuerte que tú— dijo jadeando ligeramente por el esfuerzo y el frío.

—Bájame, maldición— chilló Draco tratando de apartarse de él, pero los brazos del chico lo mantenían firmemente sujeto.

—Claro— Harry resopló y en tres pasos ya estaba junto a la cama, lanzando el cuerpo de Draco contra ella.

A Draco todo aquello no le dejó de recordar de alguna manera la primera vez que estuvieron juntos, Harry no lo parecía pero en realidad sí tenía fuerza suficiente para cargarlo y lanzarlo, lo había hecho en más de una ocasión, era parte de su entrenamiento de auror. —¡No tenías derecho!— protestó sentándose y cruzándose de brazos, Harry seguía de pie a un lado de la cama, mirándolo fijamente, en realidad ya no parecía tan triste como cuando había llegado, ahora parecía molesto. Molesto como nunca antes lo había visto.

—No, lo sé, no tenía derecho a eso ni a nada, ya me lo has dejado claro, gracias— Harry caminó alejándose de la cama hasta el otro extremo de la pequeña cabaña y se sentó en el piso, la rabia que sentía estaba desplazando un poco al frío.

— ¿Qué significa eso?— replicó Draco.

— ¿Tú qué crees?

—Es obvio que no lo sé— Draco se levantó de la cama y caminó hasta Harry —Si no, no preguntaría.

—Pues lo que dije, no tengo derecho a nada… Encuentro fotos de MÍ novio, si Draco porque te guste o no, eras MÍ novio, paseando por todos lados con otro tipo y no tengo derecho a ponerme celoso ni a sentirme traicionado— Draco abrió la boca para replicar pero Harry levantó una mano indicándole silencio, ya que le había dado alas para hablar ahora lo soltaría todo de una vez, era lo mejor —Tampoco tengo derecho a saber qué era lo que estaba pasando, ni siquiera a ser escuchado, ¿Sabes Draco?, no recuerdo en que momento acordamos que esto sería una relación en la que solo tú podrías tomar las decisiones.

—Tú no confías en mi, ¿acaso puedo estar en una relación así?— contestó Draco.

—Podría decir lo mismo.

— ¿Qué?

—Lo que escuchas, tú en realidad me has estado ocultando que te veías con Keny fuera de la oficina, y no sólo una si no muchas veces, y cualquiera que sea el motivo, te lo has mantenido en secreto, yo tampoco debería confiar en ti.

— ¿Aún sigues creyendo que él y yo tenemos algo?

Harry negó con la cabeza suavemente — ¿Importa? En verdad Draco, el enfadado aquí debería ser yo…

— ¡Ja!— Draco se alejó un poco más y cuando volteó lo miraba con rabia — ¿Encima de creer que yo…? ¡qué te era infiel! ¿tienes la desfachatez de estar enojado conmigo?

Harry se puso en pie y avanzó hacia Draco con pasos rápidos y firmes —Me ocultas cosas y me echas de tu casa porque no puedes explicarme que demonios hacías con Keny ¿y eres tú el enfadado?

—No estaba haciendo nada malo con Keny— se apresuró a contestar Draco, intimidado en cierta forma por la nueva actitud de Harry.

—No, olvídalo, me dijiste que no tenías por qué darme explicaciones, ¿recuerdas? No tengo derechos, no soy lo suficiente bueno para ti como para gastarte dándome explicaciones o como para que trates de arreglar esto, nuestra relación no era tan importante para ti como para eso, simplemente, cómo no te gustó una sola cosa la tiraste a la basura y punto.

—No digas eso, nuestra relación si es importante para mí, ¿Cómo puedes creer eso? ¿Cómo demonios tienes cara de decir eso después de todo lo que hemos pasado juntos?

— Porque a la primera gran discusión te marchas, das la vuelta y adiós.

— No es sólo otra estúpida discusión, ¡Tú no confías en mí!— Draco dio un par de pasos hacia atrás, tratando de calmarse, de que su corazón dejara de latir con tanta fuerza y de que el aire llegara a sus pulmones y sobre todo de alejarse de Harry —Yo tenía planes… muchas cosas que quería que hiciéramos juntos, experiencias que quería que viviéramos juntos, pero no puedo si sé que no puedes creer en mi… si cedo ahora con eso, luego todo será peor… y no quiero…— tomó una bocanada de aire aunque sus pulmones parecían no estar dispuestos a cooperar, la cabeza comenzaba a darle vueltas, sentía como su cuerpo entero temblaba, y sabía que no era por el frío — ¡No puedo soportarlo! No podré pasar las noches dándote explicaciones y…

Harry lo miraba cada vez más seguro de que era lo que estaba pasando allí, y aunque no sabía si eso era algo que pudiera manejar o no, si sabía que Draco estaba a punto de un ataque de nervios, ya había presenciado algunos, pero hace más de un año que no lo veía así, parecía como un retroceso. Con pasos firmes avanzó hacia él y lo rodeó con los brazos, presionándolo con fuerza contra su cuerpo, Draco trató de apartarlo, pero él no se lo permitió y lo presionó con mucha más fuerza —Shh… tranquilo

—…llamando todo el tiempo para que sepas que no estoy haciendo nada… y…— Draco finalmente se dejó abrazar, sentía que estaba perdiendo el control y agradeció el gesto, agradeció tener a que aferrarse mientras sus piernas temblaban y se resistían casi a sostenerlo.

—Calma— pidió Harry en un susurro mientras lo jalaba hasta la cama —Sólo cálmate un poco, todo está bien… — el cuerpo de Draco temblaba más aún, quiso poder pedirle a sus amigos que subieran un poco la temperatura al menos, pero agradecía que dentro de todo Draco se mostrara más dócil y que por fin comenzara a ver las razones de todo ese embrollo.

—No… no podré…— Draco siguió balbuceando por un instante más hasta que sus piernas parecieron dispuestas a colaborar y dejarse arrastrar hasta la cama, se quedó completamente en silencio, con las palabras aún atorándose en su garganta, tratando de dejar salir todo lo que esas dos semanas se había guardado. Finalmente Harry lo logró recostar y sintió mucho más frío al sentir ese cuerpo alejado de él, Harry lo cubrió con las mantas e intentó alejarse, pero él no lo permitió, lo sujetó con fuerza de una de las muñecas, sus ojos implorando por su amigo, porque no lo dejara solo.

No necesitaban palabras, nunca las habían necesitado en momentos así, Harry simplemente asintió en silencio y se tendió junto a él, lo rodeó con sus brazos, sintió en su pecho el peso de Draco y suspiró profundamente, acariciando lentamente el rubio cabello, hasta que lo sintió completamente relajado, sabía que se había quedado dormido, fuera, por la ventana, podía ver como la nieve caía y se dejó hipnotizar por el movimiento hasta que finalmente también se quedó dormido.

*_*

—Supongo que ya podemos subir la temperatura— dijo Pansy, y Hermione asintió haciendo unos cuantos movimientos de varita.

—Y habrá que dejarles algo de comida para mañana…

—Nada de alcohol, Ron, emborracharlos no es la solución.

—Ya… Yo no iba a poner alcohol— Ron le dio una mirada alertada a Blaise que solo negó con la cabeza, cuándo finalmente ambos habían coincidido en algo les estropeaban el plan, pues ambos pensaban que el alcohol tal vez sí podría funcionar.

*_*

Todo el paisaje se sentía demasiado hostil, las plantas alrededor, las columnas de piedra, el cielo oscuro y sin nubes ni estrellas, todo parecía que de una u otra manera lo atacaría en cualquier momento, dio un par de pasos temblorosos, y percibió su aroma, el aroma de Harry, aunque no podía decir exactamente de donde provenía, dio un paso más y entonces sintió como todo se movía debajo de él, las piedras empezaron a temblar y el piso se agrietó, trató de caminar, de moverse, pero parecía que sus piernas no le harían más caso, y entonces lo sintió, la sensación de vacío en el estómago antes de caer hacia el fondo, sintió su garganta arder por los gritos que daba y, desesperado, levantó la vista hacia el negro cielo y lo vio, el rostro de Harry, mirándolo imperturbablemente…

Draco abrió los ojos sobresaltado, se preguntó si verdaderamente había estado gritando o si sólo había sucedido en su sueño, la mano acariciando su cabello le hizo ser más conciente aún de la realidad, giró poco a poco hasta encararlo.

—Tuviste una pesadilla…— la mano de Harry se detuvo en sus caricias por la mirada que Draco le estaba dando en ese momento.

—Lo… lo sé… aún la recuerdo.

— ¿Era en la qué te caías?

— Si, esa misma— Draco maldijo que Harry conociera tan bien hasta sus pesadillas. Harry asintió y ambos se quedaron en silencio por un rato más, un silencio pesado y tenso, hasta que Draco, no soportándolo más, volvió a hablar:

— ¿Qué es eso?— preguntó sentándose mejor y mirando hacia una de las esquinas, donde ahora aparecía una mesa con varias pequeñas cajas y bolsas encima.

—Creo y espero que comida…— Harry también se sentó —Estaba allí cuando desperté, no sé en realidad que hora podrá ser, creo que debieron haberlo puesto al amanecer… supongo que los chicos lo dejaron allí porque aún no nos piensan sacar de aquí.

— ¿No los podemos acusar de secuestro?— dijo en voz muy alta, sólo por si es que realmente lo estaban escuchando.

—Supongo que si, aunque no creo que sus intensiones sean malas— contestó Harry — ¿Tienes hambre ahora?

—No, aún no… — murmuró Draco mirándolo con atención, sabía que tal vez había llegado el momento de aclarar todo. Se mordió el labio inferior por los nervios un instante antes de decidirse a iniciar al charla —Yo… sobre lo de anoche…

—Yo no soy él, Draco— lo interrumpió Harry con voz más fría de lo usual, se sentía amenazado y adolorido, Draco había reaccionado así porque asumía que ceder a eso era retomar una relación similar a la que había tenido con Nott y eso, por más que lo comprendiera, lo hería, y profundamente; aunque claro, no podía estar seguro de que su reacción en esa situación haya sido la más acertada, no podía estar seguro de que en lo primero que pensara al ver las fotos de Draco y Keny fuera una infidelidad no fuera un rastro de su pasada relación con Oliver.

—Yo nunca he dicho eso…

—Es lo que sientes, es por lo que estás haciendo esto.

Draco tragó saliva y apartó la vista de Harry, incapaz de mirarlo a los ojos y no sentirse culpable por lastimarlo así —Yo no quería… lamento tanto haber reaccionado así.

Harry apretó los labios, y posó una mano sobre la de Draco, con mucho cuidado y algo de temor —No soy él, nunca haría todo lo que el hizo, nunca te humillaría ni te trataría así…

—Lo sé— replicó Draco aún sin mirarlo, la culpabilidad subiendo por su estómago y su garganta.

—No, quiero que me veas y lo digas— pidió Harry sujetando con un par de dedos el rostro de Draco por la mandíbula y haciendo que lo mirara, Draco mostró resistencia apenas un instante.

—Yo…

—Sólo dilo, te ayudara…

—Tú no eres él… y nunca me humillaras o lastimarás…— Draco lo dijo todo de forma lenta, las palabras parecían ahogarse en su garganta, rehusándose a salir, pero cuando finalmente lo hicieron tuvo que darle la razón a Harry, se sentía mucho mejor.

Harry apenas y curvó sus labios hacia un lado, con una media sonrisa —No, no lo soy, nunca sería como él.

Draco asintió en silencio, no sabiendo cual sería el siguiente paso a seguir ahora, ahora que todo estaba casi claro… la voz de Harry lo sacó de sus pensamientos:

—Y sé que tú no eres Oliver, que no me engañarás… sé que estás harto de que te lo diga, pero en verdad lo siento… no debí pensar eso… o tal vez debí preguntar de…

—No, yo lo siento… es mi culpa — gimoteó Draco, interrumpiéndolo y abrazándose a él, no pudiendo soportar más toda la tensión, el estar alejando a Harry, el escucharlo disculparse por algo que era enteramente su culpa y tomando a Harry por sorpresa —Lo siento… tenía tanto miedo de equivocarme, de dejar que todo eso me pasara de nuevo, de que nos lastimemos…

—Oh, Draco…— Suspiró Harry enterrando su nariz entre el cuello y el hombro de Draco, dejando que el cabello rubio lo cubriera y que su aroma lo inundara —Ya te dije que yo también lo siento… ambos lo sentimos, ¿de acuerdo? lo arreglaremos… estará bien.

Draco asintió en silencio, incapaz de seguir hablando, dedicándose a sentir a Harry cerca de él, a sentir que ahora todo estaría mejor…

*_*

—Yo creo que ya los podemos dejar tranquilos— apuntó Hermione con una sonrisa.

—Si, creo que ya no necesitamos preocuparnos…

— ¿Y ahora qué haremos con ellos?— preguntó Blaise.

— Dejarlos solos hasta la noche, supongo que será tiempo suficiente para que se terminen de reconciliar…

—Ok, no necesito esas imágenes en mi cabeza— murmuró Ron.

—Ni yo— apoyó Blaise.

Pansy y Hermione soltaron pequeñas carcajadas por la declaración de los chicos mientras hacían desaparecer la pequeña esfera que mostraba imágenes de la cabaña, esperando realmente que ya no necesitaran más supervisión y que para la noche, cuando fueran a sacarlos, estuvieran tan felices de estar juntos nuevamente que no estuvieran tan enfadados con ellos.

*_*

Draco se sentía mucho más calmado ya, ambos estaban nuevamente recostados sobre la cama, uno frente a otro, mirándose con atención, las manos entrelazadas al centro, y tan cerca que podían sentir el aliento de uno golpeando el rostro del otro.

—Yo si quiero luchar por esto…— murmuró Draco, su voz sonaba ligeramente ronca.

—También yo… supongo que asumimos que estábamos listos para retomar una relación seria nuevamente y tal vez no lo estamos del todo— a Harry le dolía tanto pronunciar aquellas palabras, porque él si se sentía listo, pese a sus celos sentía que si podían con ello, pero si había algo que no quería hacer era presionar a Draco, tal vez lo había hecho de forma inconciente en el pasado, después de decirle que le quería, que quería tener algo con él, se había accidentado y Draco había corrido hacia el hospital y cuidado de él, muchas veces se había preguntado cual habría sido la respuesta de Draco si ese accidente no hubiera ocurrido, si no le había aceptado sólo por miedo, o lástima.

—Si estoy listo, ahora lo estoy— afirmó Draco, sintiendo el pánico a que Harry decidiera que lo mejor sí era terminar o apartarse un tiempo —y sé que tuve una crisis estúpida, pero…

—No fue estúpida…— Harry apretó con un poco más de fuerza la mano de Draco —Yo creo que no debí desconfiar tanto… que debí plantear las cosas de manera diferente… Creo que ambos debimos actuar de otra manera.

—Yo…— Draco tomó una pequeña bocanada de aire y sonrió hacia Harry —Esto te va parecer tonto… ¡Merlín! He sido un idiota… habría sido tan simple solucionarlo— Suspiró sonriendo más ampliamente, en parte algo más nervioso — Keny… su hermana trabaja en bienes raíces…

— ¿Bienes raíces?— preguntó Harry algo confundido.

—Sí, bienes raíces, ya sabes, los que venden casas…

—Sé lo que son bienes raíces, Draco— replicó Harry dándole un pequeño golpe en la mano, Draco asintió algo nervioso.

—Verás, Harry, yo... yo realmente estoy seguro de esto, de ti y de mí, o lo estaba hasta ese día…— Draco se detuvo un instante para ver a Harry a los ojos y negó con la cabeza —Realmente estoy seguro de nosotros— decidió al fin —Y pensaba en eso de tener que pasar un día en tu departamento, otro en el mío, y andar moviéndonos de un lado a otro según nuestra necesidad era tan incómodo, aún hay muchas cosas tuyas en mi casa, y supongo que mías en la tuya…

— Draco… ¿Qué es lo qué…?

—Espera…— pidió Draco —Nos veíamos todos los días, a veces sólo un momento antes de dormir juntos, y pensé, ¿Por qué tenemos que seguir dividiéndonos entre dos sitios cuando lo cierto es que podemos tener uno solo… Tu departamento es más grande que el mío, pero igual muy pequeño para los dos y de todas maneras allí es donde vivías con Wood y no me parecía del todo adecuado… — Draco se removió algo incómodo pegándose un poco más al cuerpo de Harry —Además sé que has estado muy ocupado tratando de conseguir ese ascenso, y yo tampoco he tenido mucho tiempo libre con el trabajo, pero entonces recordé a la hermana de Keny, Andrea… Ella preparó una gran lista de casas que estaban en venta… incluso algunas que no estaba aún en el mercado pero que pronto lo estarían cuando terminaran de ser refaccionadas… preparó todo un catálogo, fue muy amable de su parte a decir verdad…

—Oh… — Harry se sentía más estúpido a cada momento y en realidad no sabía que podía decir.

—Yo quería tener ya una lista de lo que en realidad te podría gustar, ya sabes, para no perder tiempo que no tenemos en recorrer casas y casas… Creo conocer tus gustos y nuestras necesidades lo suficiente como para…

— ¿Tú querías pedirme…?— interrumpió Harry algo impaciente, y no queriendo creer aún lo que escuchaba.

—Que vivamos juntos… sí, lo pensaba hacer en unas semanas más, cuando tuviera todo listo…

— ¡Dios! Lo siento tanto, Draco…

—No, tú tienes razón, si mi novio anda paseando por todo Londres con uno de sus compañeros de trabajo y no me lo menciona creo que también estaría celoso y… debí decírtelo hace días, cuando preguntaste, antes de crear toda esta enorme pelea entre ambos.

— ¿Aún quieres vivir conmigo?— preguntó casi en un susurro Harry, con miedo a una respuesta negativa.

Draco suspiró profundamente y desvió la mirada hacia el techo —Creo que la pregunta sería si tú quieres vivir conmigo, Harry, yo soy el que al parecer ha creado todo este embrollo y por una estupidez, por culpa de unos miedos tontos que te prometo superaré, si es que estás dispuesto a seguir conmigo pese a todo.

Harry sonrió sin poderlo evitar y le dio una mirada más a Draco, que había cerrado los ojos y parecía totalmente tenso —Yo te amo, Draco — Draco abrió los ojos sorprendido y se giró hacia Harry, asombrado por aquellas palabras, nunca se habían dicho que se amaban, sólo que se querían, no había notado que había una gran diferencia entre ambas hasta que Harry se lo dijo esa tarde —Y si eso te basta para confiar en nosotros, para tratar de pelear por nosotros, sí, quiero vivir contigo… ¿Estás seguro de eso? ¿De qué es lo que deseas?

— Más que nada en el mundo — afirmó sonriendo y acercándose, con algo de temor, más a Harry, ambos se quedaron quietos un instante, mirándose a los ojos, reconociéndose, sabiendo que habían avanzado un paso más en su relación, una batalla más que finalmente habían logrado ganar.

—Te he extrañado mucho— dijo Harry con un susurro antes de levantar el rostro lo suficiente para terminar la distancia que separa sus labios de los de Draco, que lo recibieron cálidamente.

Draco se dejó caer completamente sobre Harry, mientras sus labios aún se seguían besando, saboreando, sintiendo en ese beso como todo lo pasado las últimas semanas desaparecía, como todos los temores –tontos o no- se alejaban y dejaban sólo lugar a ellos dos, a Harry y a Draco, a dos personas que se amaban.

Se apartaron casi a la misma vez, los brazos de Harry rodearon el cuerpo de Draco mientras este enterraba la nariz en su cuello, ¿cómo había podido dormir en las noches sin tener ese aroma y ese calor cerca de él?

Draco se levantó nuevamente, para besarlo, esta vez de manera demandante, de manera más necesitada y Harry correspondió a esa necesidad, levantando las caderas y refregándolas contra su creciente erección, apretando su espalda con fuerza y dejando que la lengua de Draco explorara su interior.

—Necesito…— Harry inclinó la cabeza a un lado mientras Draco lo llenaba de pequeñas mordidas en el cuello y justo debajo de la oreja, donde le encantaba demasiado —Sentirte….

—Sí— ratificó Draco —Sentirnos— murmuró mientras comenzaba a desabotonar la camisa del pijama que traía Harry encima.

Harry no se quedó quieto mucho más tiempo y ambos se fueron desnudando, más lento de lo que las ansías le imponían, disfrutando, besando y acariciando cada parte de piel dejada al descubierto.

— ¿Crees que los chicos seguirán observando esto?— preguntó Draco trepando nuevamente hacia arriba, luego de lanzar los pantalones de Harry lejos.

—Pues… espero que no— susurró Harry bastante sonrojado y acalorado, la habitación estaba a una temperatura agradable y las caricias de Draco sobre su piel habían hecho que pronto todo pareciera empezar a arder.

Draco se acercó lo suficiente para besarlo mientras se acomodaba mejor entre las piernas de Harry, sintiendo toda su piel al fin en contacto con la tibia piel de Harry, deleitándose de cómo sólo eso era suficiente para hacerlo sentir feliz y aliviado —Harry…

—mmm…— Harry gimió suavemente mientras los labios de Draco se paseaban por su mandíbula y seguían hacia la oreja, lamiendo y mordisqueando el cuello en el camino.

Las manos de Draco bajaron poco a poco por el torso y se aferraron a sus caderas, levantándolas ligeramente, mientras su miembro, ya demasiado excitado y ansioso se refregaba entre las nalgas de Harry y entonces se dio cuenta, no tenían lubricante ni varitas para hacer un hechizo lubricante —Harry… no tenemos…

—No importa— Harry empujó sus caderas un poco más, sintiendo la erección de Draco, caliente y dura entre sus nalgas, no le importó no tener nada a mano.

—Te lastimare…

—No lo harás… Nunca lo harás.

Draco asintió suavemente y sin más nada que poder usar escupió en su mano y se acarició un par de veces antes de tantear con un dedo la entrada de Harry, tan caliente y estrecha que la sola idea de estar pronto dentro de él lo estremeció y excitó mucho más.

—Demonios… Draco, por favor, — pidió Harry jalando a Draco sobre él, lo necesitaba tanto ya…

—Calma— pidió Draco, sus dedos presionándose en el interior de Harry, tratando de ensanchar aquel estrecho pasaje, tratando de preparar a Harry lo mejor posible mientras lo seguía besando, y cuando Harry empezó a empujarse contra su mano y arquear su cuerpo de esa manera que ya conocía tan bien supo que no podría seguir esperando más tiempo, se apartó de beso y se levantó, enderezándose una vez más y empujando lentamente en el interior de Harry.

Harry apretó los dientes y su frente se arrugó mientras sentía como Draco se empujaba cada vez más en su interior, había cierto fastidio pero esperaba y sabía que pronto desaparecería.

Draco se dejó caer completamente sobre Harry, resoplando ligeramente, y lo besó nuevamente en los labios, mucho más pausado y lento de lo que su excitación y los latidos de su corazón le exigían, cuando se apartó Harry lo miraba de aquella manera que se le hacía tan sensual y sobre todo tan entregada —Te amo— murmuró casi sin pensarlo, dejando que fueran sus sentimientos los que hablaran.

—Lo sé… y yo— respondió Harry con voz ahoga, jaló más cerca de Draco y con sus piernas le rodeó las caderas, tratando de tenerlo lo más cerca posible de él, quería que sus pieles se fundieran, que quedaran hechos uno por siempre.

—Irá bien… estoy seguro que irá bien— le murmuró Draco antes de empezar a moverse lentamente, tratando de conseguir que Harry se relaje y acostumbre completamente.

—Si, así será— respondió Harry entrecortadamente elevando el rostro lo suficiente para besarlo en los labios, apretó más fuerte sus piernas en torno a Draco, levantó las caderas, y se estremeció completamente cuando Draco acertó y rozó su próstata —Oh… Ssssiii

Draco le dio un pequeño beso en la sien — ¿Allí esta mejor?

—Mmm… si… sólo no…— Harry se arqueó una vez más, las manos de Draco lo apretaron más aún, sosteniéndolo, y el ritmo se volvió mucho más fuerte y salvaje —No pares… sólo no pares.

—Harry… eres tan endemoniadamente sexy así— gruñó Draco apurando el ritmo, y sintiendo como la erección de Harry, atrapada entre ambos cuerpos, resbalaba en su abdomen, cada vez más caliente y dura.

—Dios… Draco— gimoteó Harry buscando nuevamente sus labios mientras sentía como todo su cuerpo era tironeado por chispazos de placer y a Draco entrando en él con más y más fuerza.

—mmmm— Draco mordisqueó con más fuerza el labio de Harry sintiendo como su vientre se llenaba de una sustancia caliente por el orgasmo de Harry, como su pene era apretado y absorbido con mayor fuerza. Una corriente le recorrió la espalda y soltó un fuerte grito mientras se corría en el interior de Harry.

Harry quiso hablar, decir algo, cualquier cosa, pero no podía, su respiración estaba demasiado agitada tras el violento orgasmo y sus oídos zumbaban ligeramente, ambos se quedaron en esa posición por mucho rato más, hasta que ambos cuerpos se calmaron y, aunque no estaba seguro, casi podía afirmar que ambos incluso se quedaron dormidos un instante.

Draco se apoyó en los brazos para mirar a Harry, se sentía tan relajado, tan tranquilo, y sobre todo tan amado — ¿Estás bien?

Harry sonrió —Más que bien.

—Gracias— dijo Draco inclinándose lo suficiente para darle un beso en los labios.

—¿Por qué?

—Por esta nueva oportunidad… por querer intentarlo a pesar de todo.

—Ambos nos lo merecemos— contestó Harry acariciando suavemente el brazo de Draco, sus miradas se encontraron y se quedaron en silencio una vez más, hasta que Draco volvió a hablar.

—Te amo… lo dije en serio

—Lo sé… y yo también lo dije en serio— contestó Harry antes de besarlo nuevamente, se lo había dicho cuando habían estado haciendo el amor y había sido genial escuchárselo y era genial escucharlo después también, con el tiempo descubriría lo genial que era escucharlo en cualquier situación.

*_*

—Sirius, ya podemos ir a cenar y si deseas podemos ir a aquel…— Severus se interrumpió cuando al entrar al salón descubrió que Sirius no estaba solo, si no que Remus también estaba allí. —Oh… no sabía que había visitas. Hola, Lupín.

—Ah, no digas tonterías, Remus es familia, no una visita.

—Hola Snape— respondió Remus poniéndose en pie, lo cierto era que ya se estaba haciendo tarde y debía volver a la escuela, pues como profesor debía estar en la cena —Por mi no te preocupes, de todas maneras debo volver…

—Oh… ¿En serio, no te quedarás a cenar?— preguntó Sirius

—No, no puedo, esta noche me toca estar en la cena… — Remus recogió su capa mientras Snape llegaba al lado de Sirius. —Es raro que no te hayas dado cuenta de que estaba aquí— comentó Remus mirando hacia las llamas de la chimenea, pensé que habían dejado que el estudio estuviera conectado con las demás habitaciones…

—No, no estaba en el estudio, si no en la parte de arriba, enviando una carta a Lucius… ya sabes, por lo de los chicos— Snape se obligó a no sonreír burlonamente cuando los ojos de Remus brillaron ligeramente,

—¿Le contaste que ya han hecho las paces?

—Si… casi todos los por menores, estaba en Italia cuando se enteró y estuvo muy tentado a regresar para poner a Potter en su sitio…

—Es un entrometido y un exagerado— interrumpió Sirius, pero Snape no se dio por aludido y continuó su relato a uno más que atento Remus.

—…y dejar de lado todo el itinerario que tenía, pero le ha complacido saber que todo no fue más que un mal entendido y que ellos ya están juntos, aunque claro, me he guardado el decirle que planean vivir juntos… eso mejor se lo dejo a Draco.

—Yo me divertiría mucho viendo eso— participó Sirius, aunque fue nuevamente ignorado.

—¿Entonces no regresará?— preguntó Remus y no, claro que no se sentía ansioso o desilusionado por eso… no, por supuesto que no.

—Ya no, es más, poco antes me había escrito acerca de que había conocido un inversionista americano, lo conoció en Grecia y ambos fueron a Italia para ver un par de negocios, y de allí pensaban partir a Estados Unidos, al parecer hay algunas cosas en las que Lucius desea invertir y que mejor que de la mano de alguien que conoce el mercado… Estará muy contento ahora que no tendrá que suspender su viaje…

—Vaya… — Remus sintió un ligero temblor en su cuerpo, pero se contuvo lo mejor que pudo —Cuando hace viajes de negocios los hace muy largos ¿eh?

—Es lo que más le apasiona… antes se mantuvo en Inglaterra por Draco, pero parece que ya nada lo ata aquí, ya que al parecer Draco está mucho mejor con Potter…. Una vez tardó dos años en regresar… — contestó Snape, ahora completamente conciente de la mirada y la actitud de Remus.

—Pero tal vez vuelva pronto, es decir ¿Cuánto puede estar viajando por América sin ver a su hijo?— preguntó Sirius dándole una mirada de advertencia a Snape que se encogió de hombros.

—Dos años… quizá más… como te digo, ya no tiene nada de que preocuparse o que lo obligue a quedarse aquí.

Remus empezó a sentir el pánico creciendo más en su pecho, apenas y dio un par de pasos hacia atrás —Yo… — tragó duro y miró hacia la chimenea nuevamente, su mente enlazando pensamientos, buscando la forma de salir de ese ambiente que de pronto se había vuelto tan asfixiante. —Debo volver, a la escuela.

—Claro, espero que pronto regreses de visita— dijo Sirius con voz falsamente animada, siendo conciente de lo mal que se había puesto su amigo tras las palabras de Snape. Ya se encargaría de él más tarde, pensó mientras veía a Remus alejarse hasta la chimenea.

—Claro… pronto— replicó Remus antes de meterse en la chimenea, cuando cayó al otro lado, en su despacho, se quedó mucho tiempo sobre el piso, quieto y en silencio, recordando las palabras de Snape e imaginando no ver a Lucius más, ¿Es qué había sido tan iluso cómo para creer que tendría a Lucius a su alrededor rogando eternamente?

—Idiota— se dijo con reproche—que tarde que te das cuenta de las cosas— sabía que ahora que se había ido lo mejor era empezar a olvidarlo, tal como seguramente ya estaba haciendo Lucius con ese “inversionista americano”

*_*

Poco más de 1 año después

El sol brillaba en lo alto del cielo, era un día bastante claro y agradable en realidad, aunque la idea de estar allí no le agradaba casi nada por dos razones, y para el colmo de su confusión aquellas dos razones eran por las que estaba allí en pie, en las afueras de un barrio totalmente muggle, rodeado de casas en colores pastel y a punto de llamar a la puerta de una de ellas. Tomó una gran bocanada de aire antes de presionar a aquel “timbre” y esperar pacientemente.

—¡Padre!— exclamó Draco abriendo la puerta con una sonrisa y mirando atentamente la vestimenta de su padre, aún se le hacía raro verlo sin túnicas, pero tal como habían pedido a todos los invitados magos, su padre iba vestido como muggle, con un pantalón de vestir y una chaqueta oscura a juego.

—Hola, Draco— dijo Lucius dándole un pequeño abrazo a su hijo, la primera razón por la que no le agradaba estar allí; que su hijo se casaba con Potter. Sus amigos habían organizado un almuerzo por el compromiso y al estar él de vuelta en Inglaterra no podía negarse a asistir, no si no quería tener una discusión con Draco. Aún recordaba unos cuantos meses atrás, cuando Draco le había informado que había adquirido una casa, junto a Potter, que planeaban vivir juntos. Lucius se había contenido de mandar un vociferador o una maldición vía “Lechuza Express” porque Severus le había dicho que los dejara en paz, que él los estaba vigilando y que a pesar de los pequeños problemas ambos, sobre todo Draco, parecían felices. Y si Draco era feliz, no había mucho que pudiera objetar…

—Ven… ya casi todos han llegado…— dijo Draco jalando de un brazo a su padre.

—Genial— masculló caminando a través de la sala de estar y llegando hasta los amplios jardines, donde, tal como había dicho Draco ya todos estaban presentes, habían puesto pequeñas mesas alrededor y se habían formado algunos grupos en donde hablaban y reían muy alegremente.

—Y no te olvides… hay muggles presentes— advirtió Draco, Lucius y apenas hizo un asentimiento, cuando Harry apareció por alguno de los lados lo miró con su mejor cada de “Si le haces daño a mi hijo estás muerto”

—Oh… Hola, Señor Malfoy— dijo extendiendo una mano para saludar a Lucius, era interesante como pese a todo nunca lograría sentirse cómodo a su lado.

—Potter— masculló Lucius.

—¿Por qué no empiezas a decirle Harry?— se quejó Draco, no era la primera vez que mantenían esa conversación, aunque en el fondo a Draco le divertía, sólo un poco, claro, la manera como su padre lograba intimidar en algo a Harry.

—Nos alegra que haya podido venir, Draco dijo que estuvo de viaje nuevamente hasta la semana pasada y por un momento pensé que no llegaría— o esperé que no llegaría pensó pero se abstuvo de decirlo en voz alta.

—Si, pero tratándose de mi hijo me tomo todas las molestias necesarias, Potter.

Harry sonrió no sabiendo exactamente que mas decir o responder a eso, aunque ya debería estar acostumbrado, cuando Lucius estaba cerca Harry no podía ver ni siquiera un indicio del perfecto y cariñoso padre del que Draco algunas veces le hablaba, definitivamente los Malfoy eran personas con costumbres muy raras…

—Padre, deja de ser tan fastidioso, mejor anda saluda a Severus— dijo Draco señalando hacia una de las mesas del fondo, donde Lucius puedo distinguir a Severus, seguramente Black estaría allí también.

—Claro…— dijo sonriendo hacia su hijo e ignorando completamente a Harry, que puso los ojos en blanco pero no protestó.

Lucius caminó esquivando mesas e invitados hasta la mesa donde su amigo se encontraba, a sólo unos metros se detuvo en seco, por fin pudiendo ver los demás invitados sentados allí, y su corazón dio un gemido doloroso cuando identificó a Remus, tomado de la mano y conversando en murmullos con otro hombre que no conocía, al parecer ninguno de los dos se habían dado cuenta de su presencia, y he allí la segunda razón, la segunda y la peor de las razones, por la que prefería estar en otro lado, en cualquier otra parte del mundo que en ese sitio; por Remus, desde que había recibido su negativa definitiva no lo había visto más, se había prometido a sí mismo no insistir, no rogar, no rebajarse, por más que doliera, por más que lo quisiera, y aunque había hecho su mejor esfuerzo, alejándose de él y de todo su círculo, ¡Demonios, incluso del país!, aquello no había funcionado ni siquiera un poco, y no sólo eran las largas noches en vela, en las que se pasaba pensando en él, o las aburridas reuniones en donde su mente no se lograba concentrar en otra cosa que no fuera Remus y el qué estaría haciendo en ese momento, no, también era su corazón, sus sentimientos manifestándose con sólo verlo a la distancia. Cualquiera diría que después de un año esas cosas se superan… que se olvidan, él ilusamente lo había creído, aunque con sólo ver a Remus allí se convenció de que no, que no lo había superado y mucho menos olvidado… y demonios que seguía doliendo igual e incluso más que la última vez que lo había visto.

—Pero quien diría lo bien que se te ve vestido de muggle, Severus— dijo con voz firme, recuperándose del impacto por la escena y la presencia de Remus y ese tipo, y acercándose hasta la mesa para sentarse junto a su amigo.

—Podría decir lo mismo, quien te viera en una reunión de este tipo— dijo Severus poniéndose en pie para darle la mano a su amigo, aunque se contactaban bastante seguido hacía realmente tiempo que no podía verlo, Lucius siempre estaba huyendo, aunque se negara a admitirlo delante de él.

—Oh, los hijos y sus decisiones— suspiró Lucius en tono dramático y percatándose de que había logrado ganar la atención de Remus, pero no hizo ningún intento por parecer que había notado su presencia siquiera, simplemente se sentó junto a Severus e hizo una reverencia educada a Black, —Ustedes lo comprenderán cuando esta pequeña crezca— dijo señalando a Elizabeth que estaba sentada entre Snape y Sirius y sonreía alegremente.

—Esperamos que no suceda— respondió Sirius.

—Aunque supongo que algún día sucederá…— continuó Severus.

—Tal vez puedas crear una poción… — comentó Lucius, inmediatamente Snape, Sirius y él mismo rieron suavemente, una cuarta carcajada le hizo eco, Lucius levantó la vista hacia Remus, que lo miraba de manera diferente a como lo había mirado en el pasado.

— Remus, veo que también estás aquí— dijo casi desinteresadamente mientras se servía un poco de vino.

—Sí… también aquí… ¿Cómo has estado?— preguntó tratando de no parecer ansioso.

—Supongo que podría estar mejor…

—Pues, deberías estar feliz, tu hijo pronto se casara…

—Si supongo que al menos eso me debería hacer algo feliz…— Un carraspeó hizo que Remus girara el rostro, recordando entonces la presencia de su pareja.

—Cierto, lo siento, Lucius él es Jacob Rice, enseña vuelo en la escuela de Hogwarts.

—Oh, un maestro entonces— dijo Lucius haciendo una pequeña reverencia hacia el hombre, era atractivo, con el cabello castaño claro sujeto con una coleta y a través de la ropa casual que vestía podía estar seguro que se escondía un gran cuerpo, era quizá un poco más joven que él, y parecía estar muy a gusto junto a Remus, pero sus ojos azules lo miraban de manera incluso amenazante, y eso hizo que algo se animara en el corazón de Lucius, sonrió mas ampliamente por el giro bastante esperanzador que eso significaba para alguien que ya había perdido las esperanzas —No sabía que tuvieras un novio, Remus.

—No…— empezó a decir Remus.

—Si, novios, desde hace seis meses— se apresuró a corregir Jacob con voz fiera.

—Vaya… — Lucius no pudo evitar sonreír más ampliamente, un novio celoso e irracional… eran de los más fáciles si es que te querías deshacer de ellos, y Remus parecía tan dispuesto a que lo ayudaran con eso… Aunque tal vez se estaba apresurando un poco…

—Pues… si algo así— admitió Remus desviando la vista, maldiciendo el que Jacob lo convenciera de traerlo, lo cierto es que aún no estaba siquiera un poco seguro de todo eso y el ver a Lucius allí, delante de él, luciendo como lucía y haciendo que su corazón se agitase de esa manera sólo terminaba por convencerlo de que definitivamente estaba tomando el camino equivocado con Jacob… tal vez más tarde se lo podría decir, cuando llegasen a la escuela…

—Nunca te había visto antes por aquí, ni siquiera en la fiesta de inauguración de la casa de Harry y Draco— continuó Jacob, hablando hacia Lucius que arqueó una ceja, casi divertido, el sólo se estaba poniendo la soga al cuello.

—Pues, no necesito una fiesta para conocer la casa de mi hijo— comentó Lucius, —En realidad no necesito una invitación para entrar a ningún lugar…

Jacob entrecerró los ojos y abrió la boca para contestar, pero la voz de Snape sonó antes de que pudiera siquiera comenzar…

— ¿Y qué tal estuvo Austria?— preguntó Snape tratando de evitar que Lucius siguiera molestando a Jacob, le había prometido a Draco que cuidaría de que su padre se portara bien en la reunión, y tendría que vigilarlo.

— ¡Fantástica!

*_*

—Draco, deberías ir a disfrutar de la reunión, no estar aquí metido en la cocina— criticó Hermione mientras lo jalaba de un brazo.

—Pero necesito revisar que los mozos sirvan las bebidas en un momento más para hacer el brindis y luego…

—Parkinson— gritó Hermione, interrumpiendo a Draco, y un instante después Pansy entraba por otra puerta, jalando a Harry, que lucía culpable.

—Estaba revisando que no faltasen sillas— le informó Pansy a Hermione que puso los ojos en blanco.

—Chicas, gracias, de verdad, por querer organizar todo pero…— empezó a decir Harry, pero Hermione lo interrumpió.

—Nada de gracias, dijimos que no harían nada hoy y no están haciendo caso.

—Si, ustedes deberían estar afuera, disfrutando del sol y de sus amigos, así que moviéndose— les regañó Pansy señalando la puerta que daba al patio.

—Ustedes dos podrían trabajar entrenando a personal militar— se quejó Harry tomando de la mano a Draco.

—Si, son unas mandonas— apoyó Draco.

Sin embargo ambos caminaron hacia el patio, donde todos sus amigos y familiares se encontraban ya, conversando y riendo, —No puedo creer que hayan organizado todo esto tan pronto

— comentó Draco pasando una mano por la cintura de Harry.

—Si, se les da muy bien, es más hasta podrían hacer una compañía…

—Claro, “Se planifican fiestas sorpresas, secuestros, compromisos…”— dijo Draco con una sonrisa.

—Si, y también planean sus despedidas de soltero y su boda— dijo la voz de Blaise detrás de ellos.

— ¡No!— gimió Harry sintiéndose casi perdido.

—Si… y mejor no te digo lo que tienen en mente— dijo Ron, que llegaba junto al chico.

—Estoy seguro que podremos manejarlo— replicó Draco con voz que parecía sonar calmada. Harry le dio un beso en la mejilla.

—No, no podremos, cariño— Sonrió hacia él —Aún creo que sería genial sólo escaparnos y casarnos…

— ¡Ja!— dijo Hermione caminando en ese momento hacia ellos —Si ustedes lo hacen nosotras los divorciamos y los casamos de nuevo.

Todos se quedaron en silencio por la declaración —Harry…— murmuró Draco —Recuérdame por que las dejamos tratarnos así…

—Creo que porque son nuestras amigas y nos quieren…

—Ah...

*_*

La reunión ya casi estaba en todo su apogeo, luego de los discursos de ambos grupos de amigos, sobre lo contentos que estaban de que al fin Harry y Draco decidieran casarse y lo felices que serían, luego de los brindis y la comida, ahora el centro del jardín era una improvisada pista de baile, donde algunos se animaban a bailar mientras otros se quedaban conversando en las mesas, bebiendo y riendo suavemente. Lucius tenía que reconocer algo, pese a que Potter no le cayera bien, pese a que pensara que Draco se estaba apresurando y que no era necesario hacer la boda tan pronto, nunca había visto a su hijo sonreír y resplandecer tanto. Eso debía ser un punto a favor para esos dos. O al menos eso esperaba.

Con un gesto de cabeza le indicó a Severus que lo acompañara… tanto tiempo junto a Remus y el pseudo novio celoso ese realmente le estaba arruinando el buen momento, Snape y Sirius se dieron una mirada de entendimiento y finalmente Snape, junto a Lucius, se apartaron hacia la parte más solitaria del jardín.

— ¿Por qué no me habías dicho nada de qué Remus salía con ese profesor de cuarta?— murmuró enojado Lucius cuando estuvieron lo suficientemente lejos.

—Porque no preguntaste— Snape se encogió de hombros desinteresadamente y Lucius lo fulminó con la mirada —Además pensé que ya lo habías superado, ya ha pasado bastante tiempo— reprochó Severus mientras daba una mirada a la mesa, Sirius aún jugaba con Elizabeth mientras Jacob hablaba animadamente, en cambio Remus parecía algo distraído.

— ¿Superado? ¿Qué acaso es una enfermedad?

—Ya… tú sabes de lo que hablo— murmuró Snape, ambos miraron hacia la mesa una vez más, hasta que finalmente Snape continuó:

— Ese tipo Rice, no es del completo agrado de Sirius.

— ¿Por qué será?

—Es muy posesivo con Remus creo, parece que le molesta que Remus pase tanto tiempo con Sirius en casa y creo que no se llevan del todo bien…

— ¿Y a ti no te molesta?

Snape bufó tratando de hacerse el desconcertado por la pregunta, aunque no pudo evitar recordar la época en la qué había creído que Remus y Sirius tenían una aventura y lo estúpido que se había sentido luego de descubrir toda la verdad —Son amigos… Tú también lo sabes.

—Si… supongo que porque estoy acostumbrado a verlos juntos— suspiró Lucius (él no conocía realmente esa historia sobre la relación de Snape y Sirius, y Snape preferiría que siguiera así) —Y ese tipo, Rice ¿en verdad es su novio hace seis meses?

—Salen, y se está volviendo serio, aunque creo que Remus no está muy convencido.

—Tendremos que ayudar a que termine de desconvencerse entonces…— murmuró Lucius con aquella sonrisa decidida que lo caracterizaba.

*_*

—Hola chicos— saludó Draco junto a Harry en la mesa que ocupaban sus amigos del diario, ya faltaba poco para el anochecer y ambos estaban impacientes por escapar de la fiesta, pero querían pasar a hablar con sus amigos antes de todas maneras.

—La pareja de moda— dijo Emily con una sonrisa.

—Y quien lo diría, hasta casados…— suspiró Dru, la cual lucía ya una pequeña pancita de 6 meses, a su lado Jacke sonrió.

—Ahora soy yo el que te ofrece la ayuda para escapar a prisa, Harry — dijo Jacke.

Harry le dio una mirada a Draco y suspiró dramáticamente —No, creo que igual me encontraría.

La mesa estalló en carcajadas mientras Draco le daba un pequeño golpe en el brazo, —Demasiado cómico, Potter.

—Ya, que sensible— replicó Harry jalándolo un poco más hacia él —Han de ser los nervios de la boda… se pone imposible.

—Ya, Potter— se quejó Draco cuando sus amigos volvieron a reír nuevamente, aunque en el fondo disfrutaba mucho todo eso.

*_*

Sirius tenía que admitir que cuando Lucius quería ocasionar problemas realmente lo conseguía, durante el resto de la velada se la pasó conversando animadamente con todos ellos, pero prestando mayor atención a Remus, llamando su atención a cada instante, sobre todo cada vez que Jacob parecía querer acercarse o imponer su papel de “novio”, lo cual estaba consiguiendo que tanto Snape como Sirius sonrieran irónicamente y que Remus se comportara cada vez más como el antiguo Remus y no como en el último año, mucho más callado y taciturno.

—Sería fantástico— contestó Remus hacia Lucius que sonreía de manera encantadora, sobre todo viendo detrás de Remus los ojos llameantes de Jacob.

—Por supuesto, le prometí a Draco que tendría las entradas y he conseguido un palco, hace mucho tiempo que no voy a uno de los mundiales de quiditch y la pasaríamos genial, ya sabes, una reunión familiar…

—Aunque no estoy seguro de que Elizabeth la pase bien allí… tal vez la podamos dejar encargada con la señora Weasley…— meditó Sirius.

—Tanto mejor— apoyó Lucius sonriendo hacia la pequeña — Y no es porque no me caiga bien, pero creo que será mejor sólo adultos, sólo los seis— dijo arqueando una ceja hacia Jacob, con el implícito de que definitivamente él no estaba invitado.

—Claro— replicó Remus no creyendo en realidad que Lucius aún, después de tanto tiempo, realmente luciera algo interesado en él, todo era realmente esperanzador…

—Pues espero que la pasen genial— intervino Jacob con voz fría y resentida —Creo que ya es hora de ir a casa, Remus, después de todo ya Harry y Draco se fueron.

—Oh…— Remus le dio una mirada más a Lucius y luego con algo de pesar giró hacia Jacob, resoplando ligeramente —Sí, por supuesto…

—Nos vemos pronto— dijo rápidamente Sirius, mirando a su amigo con cierta preocupación.

—Desde luego

—Ven a cenar uno de estos días

—Hasta luego— dijo Remus, Jacob a su lado se puso en pie con una sonrisa casi triunfante.

—Es una pena dejar tan interesante conversación— dijo Jacob mirando con esa sonrisa a Lucius —Pero Remus y yo aún tenemos muchas cosas que hacer.

Remus le dio una mirada interrogante a Jacob y luego sonrió de manera avergonzada hacia Lucius, que asintió apenas imperceptiblemente, mientras Snape y Sirius disfrutaban de la escena. —Supongo que tienes razón…

—Espera, Remus…— llamó Lucius cuando Jacob y Remus ya se empezaban a alejar — ¿Tú crees que podamos hablar un momento? A solas…

—Pues…

—Remus, cariño, tenemos prisa, luego puedes hablar con tu amigo— interrumpió Jacob.

—Pero…

—Vamos— casi ordenó Jacob tomando la mano de Remus y jalándolo un poco más para alejarse de la mesa —Quiero que aprovechemos la noche— murmuró, aunque lo suficientemente fuerte para que Lucius escuchara.

—Oh, oh, ese fue un grave error— susurró Sirius hacia Snape a la vez que Remus se giraba para ver enojado a Jacob.

—¡Jacob!— protestó Remus hacia el hombre y luego se giró hacia Lucius —En un momento estaré contigo, Lucius— para luego tomar del brazo a Jacob y jalarlo hacia el interior de la casa.

—Será mejor que vayamos a cambiar a Elizabeth— dijo Sirius poniéndose en pie junto con Snape.

—Sí, cierto…— ambos se alejaron y pasaron junto a Remus y Jacob que se habían detenido en medio del jardín murmurando tensamente, Snape volteó y le dio una mirada de reproche a Lucius antes de que ambos entraran en la casa.

Lucius se cruzó de brazos a apreciar el espectáculo que había provocado, podía ver como Remus parecía hablar tranquilamente mientras Jacob se exasperaba más y más a cada instante, era increíble lo fácil que era de alterar a aquel hombre.

La discusión duró bastante tiempo, o eso le pareció a Lucius, estaba tan metido en ver a ambos hombres discutir que se sobresaltó ligeramente cuando escuchó la voz de un hombre detrás suyo —No me parece gracioso— Lucius giró para ver a Sirius, venía solo así que supuso que la niña se había quedado con Snape en el interior de la casa.

—No sé de lo que hablas.

—Hacer que se peleen, ya tienen muchos problemas…

—No sé que hacen juntos si tienen muchos problemas.

—Ese no es asunto tuyo.

—Ni tuyo, creo yo.

—Es mi amigo.

—Si es tu amigo por qué entonces permites que se meta con un tipo como ese, es obvio que está celoso hasta de las criaturas del bosque prohibido, lo lastimará.

— ¿Y tú acaso eres mejor que eso?

—Al menos yo no lo trató así— señaló con la cabeza al tiempo que veían a Jacob tomar de los brazos a Remus y agitarlo con fuerza, Lucius se puso en pie, listo a intervenir, pero Sirius lo sujetó.

—Mejor no te acerques.

— ¿Pero no ves?— preguntó Lucius horrorizado, aún sujeto por Sirius.

Sirius no lo soltó, conocía a su amigo, y luego de un instante pudo distinguir en él aquella mirada que indicaba problemas, Remus podía ser muy calmado y pacifico, pero cuando alguien le colmaba la paciencia, era mejor protegerse. Quiso sentir algo de compasión por lo que le esperaba a Jacob pero en realidad no pudo hacerlo, el tipo le caía demasiado mal.

Lucius dejó de intentarse soltarse cuando vio la mirada fiera de Remus, incluso a él le dio un poco de temor y se hizo una nota mental para recordar no colmarle la paciencia en el futuro, mientras el licántropo tomaba de un brazo a Jacob y lo guiaba de manera nada amable hacia una zona más apartada, ambos se perdieron tras un pequeño armario de escobas y no los pudo ver, pero estuvo casi seguro de que escuchó algunos gritos, aunque con el alboroto de los invitados saliendo alrededor no pudo estar completamente seguro.

Unos quince minutos después Remus salía seguido por Jacob, que parecía un perro apaleado, ambos caminaron en silencio hacia la casa y Lucius se enfuruñó pensando en que al final Remus si se había ido con el idiota ese, y que tendría que buscar otra nueva oportunidad para hablarle a solas.

Sirius se excusó unos minutos después diciendo que aún tenía que alcanzar a Severus y lo dejó solo, la gente que pasaba a su alrededor se despedía con un gesto de la mano o con un asentimiento y el sólo respondía monótonamente, pensando en Remus y en lo bueno que hubiera sido que finalmente pudieran hablar esa noche, Remus había parecido mucho más receptivo a sus atenciones y estaba seguro que con un poco más de tiempo hubiera conseguido al menos una pequeña oportunidad.

Se giró completamente en la mesa, dándole la espalda a la casa, ya sin ninguna esperanza de que Remus volviera y se sirvió una copa más de vino, balanceando la copa entre los dedos mientras veía hacia el cielo oscuro…

—Entonces— sintió el aliento tibio de Remus contra su oreja y su piel se erizó completamente, casi deja caer la copa sobre la mesa por la sorpresa pero trató de lucir calmado mientras miraba hacia el hombre.

— ¿De que querías hablar conmigo?— preguntó mucho más animado Remus por la reacción de Lucius y sentándose a su lado.

— ¿Y tu novio?— preguntó tratando de parecer mas calmado, y no tan enojado por tener que usar ese termino.

—Se fue a casa… A su casa— aclaró tras la mirada de Lucius —No creo que vaya a funcionar…

—¿En serio?

—Ya…— murmuró Remus extendiendo la copa para que Lucius le sirviera un poco de vino —Bien que lo sabes, te has pasado toda la tarde molestándolo.

—Yo sólo traté de ser amable— replicó Lucius levantando su copa en señal de brindis y tomando un largo trago.

Remus dejó su copa sobre la mesa y lo miró a los ojos, realmente había sido un estúpido en el pasado por no ver lo que tenía delante y está vez la oportunidad no se le escaparía, no si Lucius estaba dispuesto —¿Y qué querías decirme?

—No lo sé en realidad— mintió Lucius, las mil y una variantes de “deja a ese idiota y ven conmigo” apareciendo en su cabeza. —Tal vez sólo asegurarme de que en verdad estás bien… que todo está bien.

— ¿En serio?— Preguntó Remus con una gran sonrisa, Lucius arqueó una ceja interrogantemente —Gracias por preocuparte por mí, estaré bien… ¿Tú realmente lo estás? Has pasado tanto tiempo fuera…

—Ya te dije, podría estar mejor

—Ya veo…— Remus suspiró profundamente, sabiendo que después de todo lo que había pasado antes, tendría ser él quien diera el paso esta vez —Hace un tiempo dijiste que no te acercarías mas a mí

—Y lo he cumplido, aunque…

—Sin embargo— interrumpió Remus —Qué tal si te dijera que me gustaría poder cenar contigo una de estas noches…

— ¿Me estás invitando a salir?— preguntó algo divertido Lucius, no recordaba que nadie lo invitara a salir antes, no de esa manera al menos.

Remus se encogió de hombros y desvió la mirada sintiéndose algo ridículo por la situación. La sonrisa de Lucius se ensanchó mas aún mientras colocaba su mano sobre la de Lupín.

—Remus…—

—Mira— se apresuró a hablar Remus encarándolo nuevamente —No te puedo prometer nada… pero siento que nosotros… mejor dicho, que yo me apresuré al rechazarte hace tiempo, y que tal vez deberíamos darnos esa oportunidad de la que tanto hablaste… si es qué estás aún dispuesto…

—Sí lo estoy— contestó rápidamente Lucius, la sonrisa de Remus apareció mucho más brillante que antes.

—Así que… ¿Qué dices? Podemos salir una de estas noches que tenga libre en la escuela…

—Me gustaría, si es que me dejas invitarte a ese restaurante francés del que te hablé…

*_*

Tras una de las puertas Sirius y Severus sonrieron ampliamente, — ¡Te dije que Remus no se aguantaría ni una tarde en acercarse a Lucius! Más aún si es que traía al idiota de Jacob con él… sabía que estaba condenado al fracaso…

—Cierto— afirmó Snape mirando aún hacia el jardín —Me sorprendió mucho esa vena “Slytherin” que mostraste al soltar el tema delante de Jacob, sabías que insistiría en venir… pobre, le tendiste una trampa.

—¡Ja!— respondió Sirius con una sonrisa satisfecha hacia Snape — Y bien empleada que se la tenía, además yo nunca me equivoco con Remus, sólo necesitaba este empujón…

—Mira Elizabeth— dijo Severus hacia su pequeña que estaba de pie entre ambos jugando con el borde de la cortina, la niña levantó la mirada gris hacia Snape —Papá ha tenido razón por primera vez en su vida.

— ¡Severus!— regañó Sirius —no le enseñes esas cosas a la niña.

Severus soltó una carcajada, seguida por una muy aguda de su pequeña y segundos después Sirius no resistió más y se contagió también de las risas mientras que en el jardín Remus y Lucius seguían hablando tranquila y animadamente, ellos dos fueron los últimos invitados en abandonar la casa aquella noche, ya casi de madrugada.

*_*

La habitación estaba apenas iluminada por las luces del exterior, podía sentir los labios de Harry recorriendo sus hombros, tan lenta y suavemente que lo hacían estremecerse, y arquearse, buscando más contacto. En la parte de afuera aún escuchaba la bulla de las conversaciones de algunos invitados que no se marchaban, pero eso no le importaba mucho, una mordida en su nuca lo hizo arquearse y gemir mucho más fuerte, sintió como Harry irrumpía en su interior con rapidez.

—Sí… Draco— gimoteó Harry dejando su cabeza descansar en el hombro de Draco y respirando entrecortadamente, tratando de que su cuerpo se acostumbrara a estar rodeado de aquella estrechez ardiente y de darle tiempo a Draco de relajarse también.

— ¡Ahh!— gimoteó Draco, sintiendo toda la piel cálida de Harry sobre su espalda, balanceó sus caderas, dándole la señal de que se moviera, que ya estaba listo, y más que ansioso.

Harry se irguió un poco más y se sujetó con más fuerza de las caderas de Draco antes de empezar a entrar y salir, aún lento al inicio, acomodándose lo necesario hasta encontrar el punto en el que Draco se perdería…

Y lo encontró —¡Oh, Sí, sí, sí— siseó Draco sintiendo sus brazos temblar por el estremecimiento de placer — ¡Harry!

—No tienes idea lo caliente que me pones— le dijo Harry entre embestida y embestida, mientras Draco se arqueaba y gimoteaba debajo de él.

—mmmsiii… más un poco más…— Draco dejó su cuerpo caer contra el colchón porque sus brazos apenas lo podían sostener y apoyó el rostro entre las sábanas, gimiendo mucho más fuerte, mientras se sentía poco a poco catapultado a aquel punto sin retorno.

—Precioso…— gimió Harry soltando una de sus manos de las caderas y acariciando y besando la piel de la espalda.

—Harry… — Draco serpenteó más aún en la cama y se sujetó con fuerza de las sábanas mientras sentía la mano de Harry hacerse de su erección, y el ritmo aumentar.

Por un momento mas todo se llenó de gemidos y gritos ahogados hasta que sintió aquel líquido caliente esparcirse en su interior, mientras Harry lo llamaba una vez más, su espalda se arqueó y el orgasmo lo alcanzó también, escondiendo su cabeza entre las sábanas para ahogar un último grito.

Ambos se dejaron caer, uno sobre el otro sobre el colchón, respirando aceleradamente, pero con una mirada cómplice, disfrutando aún de los últimos espasmos del orgasmo.

—Te amo…— dijo Harry tendiéndose a su lado, Draco sonrió y elevó el rostro lo suficiente para darle un beso en la frente.

—También te amo.

Poco más de un año después de lo que fuera su gran pelea Draco le había pedido matrimonio a Harry.

Para Harry aquello había sido una gran sorpresa, una muy feliz, y había aceptado más que emocionado la propuesta, y en el fondo algo maravillado del nivel de conexión que ambos podían tener, él también tenía lista la propuesta para dos días después, Draco le ganó por puesta de manos, ambos aun ríen de esa anécdota.

*_*



¿FIN?

VAMOS AL EPÍLOGO

(Uno muy cortito)


Notas finales:

Gracias por leer hasta aquí, el epílogo, tal como dice arriba es uno muy cortito y me pareció que no valía la pena dejarlos esperando por eso, así que continuamos:

Zafy,

Gracias Dios por crear el Slash

Y por ponerlo en nuestro camino…

(creada en participación con marymaryux)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).