Capítulo 7 “El llanto del loco”...
-Te preguntas si fue Malfoy- se adelanta el pelirrojo- ya te dije que es una vieja historia, no remuevas el escombro de una tumba, Harry.
-¿De qué se trata la novela de “Blanco Cortado”?- pregunta intrigado el moreno.
-Lo sabrás si la compras.
-Dijiste que contaba sobre el pasado de Malfoy-soy-inmensamente-rico-y-modesto.
-Si quieres saber, léela, de mi boca nada vas a sacar.
-Rosie se fue a dormir, cuida de ella.
-Gracias, amigo- se levanta del suelo y se va a dormir.
-Así que “Blanco Cortado”, será interesante conocer el mundo de un narcisista y pervertido como lo es Draco Malfoy, alias mi jefe, oficio, acosador de tiempo completo.
Harry se fue a su dormitorio a dormir...
Sobre la cama, había un libro, la susodicha novela de Draco Malfoy.
“Ese debió ser Ron”- pensó el moreno, para comenzar a desvestirse y ponerse su pijama.
Se acostó debajo de las sábanas y abrió el libro. La portada era bastante peculiar, con unas letras góticas, partidas, en el fondo, un cristal roto y los pedazos eran arena, siendo recibidos por unas manos.
“Si todo fuese como los sueños, que feliz sería, si todo fuese nada más que un sueño, pediría un sabor más acorde con mi personalidad, si pudiese cambiar algo en mi vida, eso serías tú, aquel que me cambió”...
Todo comenzó en una fría madrugada cuando estaba frente a mi notebook, escribía rápidamente aquellos pensamientos que me llegaban como lapsus repentinos y de añorada inspiración. Desde que era pequeño, había soñado con ser un escritor famoso, darles a conocer a través de mis palabras y hechos, mi visión sobre los temas que he conocido, que he vivido.
Hay veces en que te sientes caer desde un abismo, un precipicio donde cierras tus ojos dejándote llevar por tus sentidos y sintiendo cómo tu cuerpo se hace uno con el viento, el sol y la naturaleza. Desearía que esto no fuese nada más que una brutal mentira. Que mis manos no estén manchadas con tu sangre, que ese no sea tu cuerpo ensangrentado y sin vida. Ese cuerpo donde cada noche descansé y dormí.
Si ahora no estás en estas líneas, fue porque yo así lo he decidido. Fue allí, donde mi amante apareció. Entró por la puerta de la cocina y en un forcejeo forzado, le herí el brazo...
Ambos son muy distintos, así como el día y la noche. Hay una historia brasileña que dice, que el sol se enamoró de la luna, y como cada vez no se lograban encontrar, le pidió a Dios que creara a unos compañeros para que ésta no se sintiera sola por las noches y le dijese cuánto le amaba y esperaba, fue así como nacieron las estrellas.
He vivido un triángulo amoroso mortal, he manchado lo puro y honesto que tenía, además arrebaté con violencia y crueldad su inocencia y sus sueños, ya jamás abrirá los ojos y yo jamás podré verle otra vez.
¿Acaso es pecado?
¿Acaso eso me convierte en un tirano?
Hay una razón, por la que el blanco está cortado, hay una razón por la cual he acabado con él.
-¿Acabado con él?- queda perplejo el moreno.
Si existe esa razón, explicaría su misterioso comportamiento.
¿Quisiera saberlo?
Si lo descubro, ¿me hará feliz?
Siguió leyendo.
Si éste corazón que late dentro de mí, pudiese conocer el amor, sería lo menos probable.
Admito que jugué con los dos. Me fascinaba la clandestinidad, el que me compartieran y ardieran de celos por mi causa. El juego del tira y afloja, de si tú me das yo te doy, era lo que reinaba, era feliz viviendo esa mentira.
-Damián- caes delante de mí, tu sangre escurre por el cuchillo que he clavado en tu pecho y no apartas tus brazos de mi cuello.
-Dime, ¿qué es lo que deseas de mí?- pregunto clavando mis ojos fríos sobre los suyos desenfocados.
-Una mentira, quiero oír una mentira- dices tosiendo ese líquido metálico.
-Te extrañaré- le susurro al oído y le clavo más profundo mi cuchillo en su pecho.
Puedo notar que sus manos, antes rígidas, ceden y caen a ambos lados, lacias y no dejas de mirarme.
-Gracias- suspiras y te duermes.
Parecías dormido en este baño de sangre y en presencia de la muerte. -
Eras peligroso- sólo logro articular esas palabras, antes de caer junto con ese cuerpo al suelo.
Estaba tan cansado de esta vida. De tener que perder todas las partidas.
-Lo mató de verdad, Malfoy es cierto que es un asesino- Harry no logra leer nada más de esa novela- no entiendo, qué era lo que Ron quería que leyese, si fueron amantes, no cree que es mejor si me lo dice y punto, para qué darle tantas vueltas.
Ese cretino, ¿en verdad se acostó con Ron?, ¿por qué me lo habrá ocultado?... ¿acaso Ron es... “Blanco Cortado”?
-¡Demonios!, nada encaja con esto, ¿por qué me lo ocultaría?
-Porque sus encantos te alcanzaron, ¿verdad?- dice el pelirrojo asomándose por la ventana.
-¿No estabas durmiendo?- pregunta algo confuso el moreno, cerrando el libro.
-Aléjate de él Harry, su veneno te matará, al igual que él- dice el chico, saliendo de cuarto.
-¡Espera Ron!, tienes muchas cosas qué explicarme- se levanta presuroso el pelinegro de su cama.
-Mejor descansa, mañana es un día muy pesado para ti- Ron cierra la puerta de su dormitorio.
Harry no quedó para nada conforme con esa respuesta. Si Ron fue el amante de Malfoy, tanto así como para incluirlo en su novela estreno, es que ha sido importante...
AL OTRO DÍA...
Harry iba muy desanimado. No había dormido prácticamente nada en toda la noche, buscando en las mil lenguas y razones del porqué su amigo le mentiría de esa forma.
-No tienes buen aspecto hoy Potter- dice Malfoy, quien aparece tan fresco y brillante como una lechuga.
-Parece que a ti te fue muy bien anoche, ¿no Malfoy?
-No me quejo Potter- dice el ojigris, retomando su camino por la alfombra verde.
Al fin había llegado el día del lanzamiento de la nueva novela de Draco Malfoy.
Primero habría una conferencia de prensa sobre los detalles con los críticos. Luego un cóctel tradicional para terminar con un baile barroco.
CONFERENCIA DE PRENSA...
-Sr, Draco Malfoy, ¿está contento por el éxito de ventas de su novela?- pregunta una periodista.
-Sólo que la disfruten y esperen mi nueva entrega- dice el rubio.
-Se dice que su novela “Blanco Cortado”, tendrá una segunda parte, ¿es cierto?- pregunta un periodista.
-Así es, hay una segunda parte, todavía está en proceso, dependerá del protagonista su contenido- dice con aire misterioso.
-¿Está saliendo con alguien?- pregunta otra periodista.
-Eso le corresponde a la prensa rosa, y no quiero responder a esa pregunta.
-Según rumores, dicen que le vieron con un chico bastante guapo en un bar besándose.
-Sólo fue un efecto óptico, además yo no ando besuqueando a los hombres en medio de la calle- se levanta de su puesto- si me disculpan, eso sería todo.
-¡Por favor responda a nuestras preguntas!- intentan seguirle en vano pero los guardias impidieron el paso.
CÓCTEL...
En un salón muy bien decorado, se efectuaba el cóctel donde escritores famosos, fueron a felicitar a Draco Malfoy.
Harry mientras tanto, bebía en un rincón una copa de champagne. No podía olvidar lo que había leído. ¿Cómo puede dormir por las noches?
Escribe su historia como si fuese pura ficción y no es más que la realidad en la que vive.
-¿Por qué tan alejado Potter?- dice el rubio sacando de sus pensamientos al pelinegro.
-Nada que tenga que ver contigo, Malfoy.
-En el baile barroco, te sacaré a bailar.
-Ni lo sueñes.
-¿Cómo está la herida?
-¿Quieres saberlo?
-Soy un hombre educado, la verdad, no me interesa.
-Eso pensé, está bien, gracias por ser tan cortés.
-Los Malfoy somos corteses por naturaleza.
-Eres un acosador, eres un asesino.
-Veo que has leído mi novela, está bien, así podrás verme tal cual soy.
-Un hombre sin corazón, sin alma, sin remordimientos.
-Eso quiere decir que no has leído hasta el final, si lo lees, te darás cuenta de muchas cosas.
-No me interesan.
-Ponte esta máscara, en media hora, bailarás conmigo, quieras o no.
-¿Por qué Ron tiene el mismo corte que yo?, ¿fuiste tú, cierto?
-¿Qué te hace pensarlo?
-Esa vez en el bar, ustedes se conocen desde antes.
-Para ser pobre, eres bastante observador, pero has fallado, lee hasta el final, luego de ello, podrás juzgarme.
-¿Media hora, cierto?
-Sí, ponte esa máscara, es un pequeño presente para ti- dicho esto, se aleja para seguir saludando a sus invitados.
-Cretino- murmura Harry- observa la máscara, sus colores eran rojo y dorado. El modelo muy elegante. Un rojo brillante destacaba sobre el dorado que enmarcaba el contorno de los ojos.
Pasada la media hora, Draco llegó hacia el centro del salón.
Harry se acercó con su antifaz puesto. Notó a su alrededor que todos llevaban uno en sus rostros y que estaban dispuestos a comenzar con el baile barroco.
La música a cargo de una orquesta compuesta por violines, violonchelo, flautas traversas y clarinetes, sonaban envolviéndolos a todos en un ambiente de hace siglos.
Una reverencia y acercarse, alejarse y tomarse de las manos. Seducir con los ojos, con las manos al rozarlas con la del acompañante.
Harry se sentía abrumado, atrapado. ¿Cómo era posible todo aquello?
En todo el baile, su corazón no dejó de latir a toda prisa, y sus labios, se fueron secando, al igual que su garganta.
Una vez hubo terminado la primera pieza, el moreno se retiró.
Draco era tan misterioso, tan posesivo, adictivo, un idiota, un cretino, un posible asesino...
¿Por qué razón los marca con una navaja?, ¿qué hay detrás de ese antifaz?, de esa piel tan blanca, de ese cuerpo perfecto, de esos ojos fríos e impenetrables...
Por alguna extraña razón, comenzó a llorar. Sólo sintió que sus lágrimas brotaron de esos ojos verdes esmeralda y que por más que las secaba, volvían a salir. Tanta angustia desatada.
El antifaz fue quitado por esas manos que me conocen tan bien, tanto que me aterra.
-No tienes por qué llorar Potter, tú eres el renacimiento- el rubio con sus dedos secó las lágrimas del moreno.
-Sólo quiero que te largues de mi vida Malfoy- responde.
-Demasiado tarde Potter, una vez que haya empezado, no me detendré, además, tengo que doblegar tu voluntad, ¿lo has olvidado?
-Eso es por tu ego y orgullo herido.
-Algo de razón tienes ahí.
-Tengo la razón, que es distinto.
-¿Tienes miedo de que acabe con tu vida?
-Temo de que tal vez seas tú lo que tanto he esperado- responde el pelinegro, siendo aprisionado por los labios del rubio.
De esas manos que salen la fantasía, ese mundo donde es el verdadero, ¿cómo pueden teñirse de sangre inocente?, ¿acaso la pluma no sangra cuando escribes sobre ese papel?
Creo que estoy enloqueciendo, poco a poco me está arrastrando a sus redes... quiero saber la verdad, quiero dejar de llorar como un loco y recobrar la lucidez que he perdido por tu causa. Un escritor misterioso, sexy y asesino.
Continuará...