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Esto pasa cuando... por Kokoro no Tenshi

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Notas del capitulo:

*kokoro mira a los lados para cerciorarse que no hay nada ni nadie peligroso cerca de ella* Hola! m( _ _ )m perdónenme la increíblemente larga ausencia, muchas cosas han pasado desde la última vez que pude subir un capítulo tanto buenas como regulares pero eso no viene al caso. La cuestión es que hoy me propuse concluir el capítulo que hacia meses había comenzado pero que por causas ajenas a mi voluntad no había podido terminar.

Espero me puedan disculpar, lo importante es que regresé de entre los muertos y que ahora si podrán dormir tranquilos (al menos eso espero) con lo que suceda en el capítulo de hoy que espero disfruten. Nos leemos en las notas finales.

Enjoy! =3

Light se sentía pesado. No quería levantarse de la cama, sus ojos ardían, había logrado dormir solo un poco durante toda la noche pero aún así se sentía muy cansado, el cuerpo lo sentía increíblemente pesado. Su despertador comenzó a sonar y de un golpe seco hizo que se callara, abrió sus ojos levemente  y se dispuso a levantarse sin en realidad desear hacerlo. En su mente revoloteaban cientos de imágenes que no podía descifrar con claridad pero cuando intentaba hacerlo sentía una presión extraña en el pecho y un sinsabor que no le agradaba nada por ello dejó de intentar averiguar que eran esas imágenes. Las atribuyó tan solo a un recuerdo lejano, alguno que de seguro estaba escondido en lo más recóndito de su memoria y que ahora se esmeraba en regresar.

 

Se dio un baño rápido y bajó directo a la oficina central, no tenia el más mínimo apetito, sentía que si consumía algún alimento lo devolvería al instante. Malditos sentimientos agonizantes. Entró decaído a la oficina y saludó tristemente a los demás detectives quienes le devolvieron el saludo un tanto extrañados de ver al joven en esas fachas. El castaño no tenía ni rastro de su siempre perfecto peinado y bajo sus ojos se podían apreciar unas leves sombras oscuras que hacían distraer un poco lo irritado de su mirada.

 

Con su cabeza gacha tomó el respaldar de su silla y haciéndola voltear para desplomarse en ella cual peso muerto dando un suspiro se sentó al fin. Miró a su derecha y se encontró con la inocente mirada del excéntrico detective líder de la investigación que lo miraba de manera divertida con el dedo dentro  de su boca y esbozando una leve sonrisa, al ser esa la primera vez que lo veía de la manera en la que lo estaba haciendo, jamás pensó ver a su principal sospechoso en esas fachas y la situación le parecía un tanto divertida. Enfrentó con desgano la mirada de la persona que había logrado despertar en él el sentimiento que jamás pensó experimentar.

 

Light se sorprendió un poco por la misteriosa sonrisa que apreciaba en la faz de su enemigo jurado numero uno pero en realidad no tenía muchas ganas de discutir con nadie así que solo lo saludo como a todos los demás y se dispuso a trabajar. Su padre y los demás detectives lo miraban perplejos porque al igual que Ryuuzaki nunca esperaron ver a Light de la manera en que lo estaban viendo así que su padre decidió preguntarle el porque de su estado.

 

- Hijo ¿dormiste bien?

 

- Pensaba que si papá, pero de alguna manera mi cuerpo se siente pesado y cuando me desperté estaba un poco acelerado

 

- Que raro. ¿Por qué será eso?

 

- No lo se

 

- ¿Tuviste alguna pesadilla?

 

- No lo creo porque de lo contrario la recordaría perfectamente pero no recuerdo nada en especial. Solo la pesadez que tengo

 

- ¿No seria mejor que subieras a descansar un momento a tu habitación hijo?

 

- No papá, esto se me pasará dentro de un momento, no me quiero atrasar en nada nuevo que suceda en el caso. Es muy importante que sepa los detalles de la investigación

 

- Sobre todo eso es muy importante para ti Light-kun - pensó el pelinegro al escuchar lo dicho por el joven -

 

- Bueno si así lo quieres, entonces quédate pero insisto que si te llegases a sentir mareado o algo me avises por favor

 

- Claro papá. Disculpa por preocuparte

 

Los demás detectives escucharon con detenimiento la conversación que Soichiro sostuvo con su hijo mayor y estuvieron de acuerdo con la decisión final por lo tanto regresaron a sus obligaciones correspondientes. Matsuda estaba sumamente preocupado por la salud del joven, después de todo él junto a Ryuuzaki eran los lideres de esa investigación y que alguno de los dos pilares del caso se tambaleara, haría tambalear al caso en general y a la salud de otro integrante del grupo.

 

Ryuuzaki por su parte estaba uniendo cabos en su mente. Pensando en lo que habría llevado al castaño para aparecerse de ese modo ante ellos. Todo, absolutamente todo lo que estuviera relacionado con el castaño resultaba sospechoso para su persona. Solo un error, un minúsculo error que el muchacho cometiera era suficiente para que lo desenmascarara.

 

La shinigami seguía impávida detrás de todos, escuchando y presenciando todo lo que acontecía en la oficina pero sin pronunciar palabra alguna. De alguna manera ella también se preguntaba el porque del comportamiento del castaño. No le creía posible un decaimiento tan repentino como ese.

 

A mitad de mañana, Ryuuzaki se excusó con los demás y desapareció por espacio de media hora ya que tenia planificada una reunión con Watari, a los demás no les pareció extraño para nada sino por el contrario les pareció de lo más normal pero el hijo mayor de Soichiro se descontroló un poco porque al escuchar que el joven se marchaba por un momento sintió un vacío repentino en su estómago y no supo identificar la razón del mismo por lo que decidió pasarlo por alto.

 

Ellos no lo observaban muy bien pero fuera de aquellas paredes el viento comenzaba a soplar con fuerza, un viento friolento cargado con el olor a tierra mojada. Olor que llegaba a las personas y les indicaba la inminente y próxima presencia de la lluvia sobre la ciudad. Las plantas se movían por la acción del viento, muchas faldas tenían que ser ayudadas a quedarse donde correspondían y la hojarasca se movía sin control por el suelo, volando de a momentos, haciendo coquetas florituras para luego aterrizar en el piso nuevamente y recomenzar su trayecto cielo - suelo. Los habitantes de la ciudad presentían que la lluvia se aproximaba por lo que sus pasos hasta ahora acompasados comenzaron a apresurarse para de algún modo evitar que la inminente ducha natural los mojara durante su recorrido.

 

Ryuuzaki regresó a la oficina central y se dispuso a conversar o interrogar, de acuerdo al punto de vista desde donde se le vea, a la shinigami quien no le respondía de manera concisa y precisa sino con monosílabos en su mayoría.  Al parecer, razonó el pelinegro, ella solo podía concederle información a la persona que poseyera el cuaderno pero en vista que ninguno de los presentes era el dueño en si, ella no podía proporcionarle con exactitud la información que él estaba interesado en obtener.

 

Tiempo después, los muchachos pudieron visualizar que alguien estaba ingresando al edificio y haciendo uso de las cámaras de seguridad que rodeaban a la infraestructura, las pantallas de los computadores mostraban a una delgada rubia ataviada con falda de pliegos color negra, body de encaje, medias altas y zapatos del mismo color, zarcillos de cruces negras y su lacio y blondo cabello sujeto por dos colitas negras decoradas con una pequeña calavera al mejor estilo gothic-lolita. La chica se acercaba al intercomunicador y alegremente solicitaba hablar con su novio Yagami Light. Los chicos miraron de manera picara al muchacho y este se levantó de su asiento pesadamente para luego dirigirse a la entrada del edificio y poder hablar con Misa de las trivialidades con las que ella comenzaba cada una de sus conversaciones. No estaba de humor para soportarla por mucho tiempo así que decidió despacharla rápido, después de todo el día anterior había dormido con ella, y eso para él era suficiente. Al fin y al cabo ella no debería aparecerse ante él si ella no lo llamaba. Ya él sabía que Ryuk estaba con la modelo y que podría hablar con él siempre y cuando no estuvieran en aquel cuartel. A duras penas bajó al recibidor a encontrarse con la chica. Cuando la vio a lo lejos le pareció estar teniendo un deja-vú, sintió que en algún momento él ya había hecho esto que estaba haciendo.

 

- Tonterías - pensó el muchacho -

 

- Light-kun - mencionó la muchacha de lo más alegre al ver a su novio aparecer por la puerta principal, mientras corría a su encuentro y se aferraba a él con fuerza -

 

- Hola Misa - respondió al saludo abrazándola quedamente - ¿Qué necesitas?

 

- MisaMisa necesitaba verte Light-kun. MisaMisa no ha podido dejar de pensar en todo lo que pasó anoche Light - continuaba la muchacha con su monólogo sin soltar al castaño - y me preguntaba si... - se soltó un poco del joven y tan solo tomándolo de las manos pero viendo hacia el suelo comenzó a hablar nuevamente - si podríamos vernos hoy también Light

 

- Misa, sabes que estoy trabajando en este momento y tu deberías estar haciendo lo mismo - dijo mientras abrazaba a la muchacha fuertemente y acercaba su boca al oído de la chica para que lo pudiera escuchar perfectamente y las cámaras no tuvieran registro alguno del movimiento de su boca - necesito que por favor comiences a juzgar nuevamente, esto aun no se acaba y ahora más que nunca necesito tu ayuda. ¿Harías eso por mi Misa?

 

- Claro que si Light, MisaMisa te daría hasta su vida si eso quisieras- respondió la muchacha con ojos soñadores separándose un poco de su adorado para verlo a la cara -

 

- Me alegra escuchar eso Misa - finalizó su monólogo besándola levemente en los labios y dándole como última instrucción que le comprara algunas manzanas al shinigami de regalo - entonces nos veremos después. Cuando lo logremos brindaremos por el nuevo mundo donde seremos los gobernantes

 

- Si, Light-kun - dijo de manera ensoñadora la muchacha quien poniéndose de puntillas y cerrando sus ojos insinuaba claramente que quería un beso de despedida de su novio. El castaño girando sus ojos se inclinó un poco y la besó despacio en los labios, luego la abrazó y la vio partir sonriendo de contenta -

 

Una brisa fría llegó hasta él y le hizo tener escalofríos por todo su cuerpo.

 

- Parece que va a llover - comentó serio viendo hacia el cielo, y sin decir más regresó a la oficina -

 

Light sentía su corazón dividido por primera vez en su vida. Sabía que su sueño de un mundo utópico estaba a tan solo una muerte de distancia pero nunca imaginó que para poder matar a su enemigo jurado tendría que pensarlo tanto. De alguna manera dejó que el pelinegro se acercara demasiado a él y habían nacido en él sentimientos que jamás había sentido por alguien más. El pelinegro había invadido su espacio personal mucho más de lo que tenía permitido, eso es justamente lo que algunas personas necesitan pero Yagami Light no estaba seguro de ello y mucho menos cuando la persona en cuestión que invade tu espacio es la misma persona que se interpone entre tu sueño y tú.

 

Tenia que tomar una decisión aunque le doliera, porque de una u otra manera sabia que le iba a doler, después de todo una persona que se iguala a ti y te hace hacer cosas que jamás imaginaste hacer se adhería a su piel y dolería el tan solo querer despegarla. Tenia que tomar una decisión entre su sueño y su dueño  porque aunque odiara admitirlo Ryuuzaki era su dueño: con cadenas o sin ellas.

 

Luego de haber presenciado la llegada de la rubia al edificio y haber intentado espiar, sin éxito, la conversación que sostenía con el joven universitario el pelinegro desapareció de la mirada de los detectives. Recordaba la conversación que había sostenido con Watari horas atrás. En esos momentos la nostalgia invadía su alma.

 

Comenzó a escuchar el distante repicar de unas campanas y sonrió. Además de ser el mejor detective del mundo también confiaba mucho en su intuición. Pocas veces su intuición le fallaba. Agudizó sus sentidos para poder definir el lugar de donde provenía el repicar: de repente era una boda, un bautizo, una comunión... un funeral. Sonrió nuevamente. El cielo seguía con su amenaza de lluvia. Sintió como una gota cayó a sus pies y otra en su mano, una más aterrizó en su mejilla y resbaló hasta que encontró el suelo, una tras otra pequeñas gotas seguían cayendo inexorablemente hacia el piso sin que nada las detuviera. Ryuuzaki solo atinó a subir la mirada al cielo y sentir como decenas de ellas se deslizaban por su cuerpo, mojándolo, envolviéndolo en una capa de humedad y frío una vez más en esa semana, llevándose con ellas lágrimas que jamás saldrían.

 

Se encontraba en la terraza del edificio recibiendo las innumerables gotas de lluvia que comenzaban a caer sobre la ciudad, frías, escurridizas, perfectas. Rememorando los casos más importantes de su vida, la primera vez que vio a Watari, cuando lo eligieron como el sucesor de L y los continuos ataques, por parte de los otros niños, que tuvo que sufrir por ello. Se estaba comenzando a entristecer y esa no era la idea, así que decidió dejar de pensar en todo y poner su mente totalmente en blanco y solo dedicarse a disfrutar de lo que hacía, de lo que sentía, de lo que olía. Pero tampoco pudo hacerlo, la cara de un universitario de cabellos y ojos castaños aparecía en su mente tan clara como si lo estuviese observando en ese mismo instante.

 

- Ese desgraciado ni siquiera en mis pensamientos me puede dejar en paz - comentó el pelinegro bajando un poco la mirada y esbozando una leve sonrisa - dejé que se acercara demasiado a mí. Ya no hay nada que pueda hacer para que se aleje que no sea el encarcelarlo. Eso si él es Kira, porque en dado caso que no lo sea... estaría muy molesto. Incluso más molesto de lo que estoy ahora por haber desarrollado estos sentimientos por él: mi principal sospechoso, mi principal enemigo y además una persona de mi mismo género. Esto tiene que ser alguna especie de castigo o algo así

 

- ¡Ryuuzaki! - sintió que lo halaban del brazo y lo llevaban a refugiarse de la lluvia - ¿Acaso no escuchas que te llamo?

 

- No escuché Light-kun

 

- Lo mismo hiciste hace poco, quedarte bajo la lluvia durante mucho tiempo. Eso no es saludable ¿sabes? Podrías enfermarte

 

- ¿De que sirve conservar la salud cuando se tiene la certeza que la muerte esta a tu lado?

 

- Deja de ser tan pesimista Ryuuzaki, tú no tienes la muerte de tu lado

 

- Cierto, la tengo frente a mí halándome de un brazo

 

- ¡MALDICION RYUUZAKI! Aquí estoy yo como un idiota preocupándome por tu salud y tu me sales con esas estupideces de que te voy matar

 

- Esa historia de que no eres Kira ya me la se de memoria Light-kun, siempre dices lo mismo sin cambiarle ni ápice al diálogo, deberías variarlo un poquito para que no me aburra

 

- ¿Sabes que? No me siento con ganas de discutir contigo por esto, lo voy a dejar hasta aquí. Solo regresa a tu habitación, date una ducha y cámbiate de ropa

 

- Impresionante Light-kun estás actuando muy concienzudamente

 

- Tu... - luego de dar un suspiro concluyó - olvídalo, no voy a pelear - se dispuso a dar la vuelta y perderse escaleras abajo pero no contó con que el pelinegro lo tomaría de su brazo y lo halara fuertemente para pegarlo contra la pared y comenzara a hablarle a tan solo centímetros de distancia de su cara -

 

- Siempre la misma historia, siempre el mismo cuento: "no soy Kira, no soy Kira" casi parece un mantra, le mientes a tu familia, a tus compañeros de trabajo, a mí.

 

- ¿Pero que...? - trató de interrumpir el menor pero Ryuuzaki continuó hablando -

 

- Eres capaz de hacer hasta lo imposible con tal de quitarme de tu camino pero siempre conservando esa mascara de persona perfecta que no puede faltar, involucrando a los demás en tus planes para hacerlos caer y volverlos presa fácil, confundiendo a la gente, haciéndome...

 

- ¿Haciéndote? - el detective se alejó un poco del muchacho - ¿Esto se trata de ti?

 

- No de mi, me involucra a mi también porque el tema era, es y seguirá siendo Kira. ¿Crees que no se que todo eso que pasó entre nosotros no fue mas que una treta para tratar de quitarme del camino, para que me ablandara de alguna manera y pudieras hacer jaque mate? No me creas tan idiota Light-kun, me ofendes. Nunca te pones en los zapatos de los demás, en lo que pudieran pensar, en lo que pudieran sentir. La única cosa importante eres tu y no más que tu

 

- Supongamos que todas esas idioteces que dices son verdad. Que en realidad lo que paso entre nosotros fue un plan que llevaba décadas planeando para poderte hacer desaparecer de este mundo, si es así dime... ¿Por qué no aprovecho en estos momentos que estamos solos para matarte?

 

- De verdad que pareces imbécil, porque si así lo hicieras los demás sospecharían de ti ya que solo estamos tú y yo, y los demás saben que nosotros no nos llevamos muy bien que digamos. ¿Cómo intentas matarme para quedar como el niño bueno? No tengo la menor idea, pero créeme que en algún momento lo sabré y te detendré

 

- Me detendrías si fuese Kira pero como no lo soy

 

- Me molestaría mucho si al final resulta que tu no eres Kira

 

- Maldito - susurró el castaño antes de tomarle el cuello con sus manos y comenzar a apretar levemente - solo si Kira soy yo estarás feliz ¿cierto?

 

- Se podría decir que si Light-kun

 

- Estas enfermo

 

- Tenemos la misma enfermedad Light-kun

 

- En algún momento podría llegar a creerte

 

Y sin dejar de apretar su cuello comenzó a besarlo apasionadamente mientras posicionaba su pierna entre las piernas del pelinegro que se dejaba hacer con calma sin molestarle el hecho de que lo estaban estrangulando. Poco a poco la fuerza ejercida por el castaño para ahorcar al mayor comenzó a disminuir mientras que su pasión por ese cuerpo y esos labios aumentaba considerablemente y ambos se dejaban guiar por la sonata que solo ellos eran capaces de apreciar, interpretada por los instrumentos que usaba la lluvia.

 

Un trueno asesinó la calma que cernía la ciudad por unos segundos y justo en ese momento el universitario comenzó a sentirse como si estuviese observando un caleidoscopio: muchas imágenes sin sentido giraban en su mente y un profundo y fuerte dolor le aprisionaba el pecho, sintiendo que sus fuerzas se le escapaban y que alguna que otra lagrima sin razón de ser se unía a la lluvia, él joven abrió los ojos y parpadeó un par de veces tratando de ver la claridad. Jadeando como estaba, se llevó una mano a su cabeza para tratar de organizar sus pensamientos, había pasado como una película por su mente pero no logró entender nada de ella, solo sintió una fuerte opresión en el pecho. Quiso regresar a la habitación cuanto antes pero recordó que el pelinegro se encontraba allí todavía a su merced y ambos estaban totalmente excitados. El mayor se extrañó un poco por la súbita actuación del muchacho pero inmediatamente el joven recomenzó su trabajo ahogando la lujuria que sentían con sus cuerpos.

 

- ¡Rayos! Ryuuzaki me lo estas complicando todo, como quisiera que... ¡¡¡arghhh!!! - decía el joven de cabello castaño en su habitación - solo tengo la opción de matarte, si no lo hago tu te encargaras de hacerme encerrar... y eso no lo voy a permitir, no lo puedo permitir. Pero también... no se lo que pasará cuando te mate. ¡Maldigo el día en que empecé a sentir algo por ti Ryuuzaki!

 

Se encontraron en la oficina central y no necesitaron decirse nada en absoluto. Cada quien comenzó a trabajar en lo suyo, hasta que el teléfono sonó y luego de colgar la llamada Matsuda le comunicó al equipo la noticia: Kira había vuelto a actuar, había asesinado a sesenta personas en un solo día. Todos se pusieron en alerta, los nervios comenzaron a dispararse pero no por eso perdían la calma totalmente. Ryuuzaki aun no se había pronunciado, todos los demás detectives vociferaban sus teorías hasta que el joven de ojos color ébano se pronunció:

- Kira ha regresado. Que casualidad que lo haya hecho justamente después de haber liberado a Amane Misa

 

Fue como si algo lo hubiese golpeado. Las imágenes que durante todo el día había estado viendo borrosas se aclararon ante él. Las mismas y exactas palabras que acababa de decir Ryuuzaki las había escuchado el día anterior de la misma personas, al menos pensaba que las había escuchado el día anterior pero si usaba la lógica eso habría sido imposible porque el tiempo no se puede retroceder, pero era cierto... las cosas se estaba repitiendo... era eso ó simplemente tuvo un sueño premonitorio. Y si todo lo demás que ocurriría era tal como lo recordaba eso significaba que Ryuuzaki...

Mientras seguía cavilando los demás seguían discutiendo lo que estaba ocurriendo.

 

- ¡Ryuuzaki por favor! - estallaron los demás - ¿Hasta cuando vas a seguir con eso?

 

- Ha quedado demostrado plenamente que ni Light ni Misa pueden ser Kira por la regla de los trece días, si lo fuesen entonces ellos estarían muertos por no haber utilizado la libreta en ese periodo de tiempo, ya deberías desistir de esa teoría - explicó Soichiro lo más calmado que pudo aunque interiormente su presión arterial estaba disparada -

 

- Tienen razón, lo siento por eso. De todas maneras si por allí esta caminando libremente una persona con otro cuaderno pues voy a capturar a esa persona.

 

Rem por su parte comenzaba a atar cabos por su cuenta, tratando de vislumbrar las posibles acciones que pudiera tomar este grupo de detectives

 

- ¡Ryuuzaki! - estalló el muchacho de repente - necesito hablar contigo

 

- Light-kun en estos momentos estamos resolviendo lo de Kira que acaba de atacar como acabas de escu...

 

- ¡Ahora! dije - y sin decir más haló por el brazo al detective con toda su fuerza y lo llevó hasta la habitación que no estaba protegida con cámaras de vigilancia -

 

- ¿Qué demonios te pasa Light-kun? ¿Acaso no escuchaste que Kira volvió a atacar? - preguntó el mayor cuando entraron a la habitación en cuestión - tenemos que estar pendientes de la persona que tiene ese cuaderno, tengo ideado un plan que podría funcionar y solo tengo que comunicarme con Watari para llevarlo cabo y así poder...

 

- Tu plan es negociar un permiso internacional con cualquier país para poder probar la autenticidad del cuaderno ¿o me equivoco? - el escuchar eso dejó al pelinegro perplejo por una milésima de segundo -

 

- ¿Cómo sabes eso Light-kun? solo se lo comuniqué a Watari a nadie más

 

- No se como lo se, solo lo se. Créeme Ryuuzaki

 

- Me estabas espiando

 

- No Ryuuzaki escucharme... si las cosas continuaban de la manera en que iban a continuar entonces tú...

 

- ¿Yo que? - interpeló el pelinegro -

 

- Tu...

 

- Habla Light-kun ¿Yo que? - el mayor comenzaba a impacientarse -

 

- Ryuuzaki, yo soy Kira

 

Notas finales: Les gusto? Espero que sí. Para los que me odiaron en el capítulo anterior me complace decirles que L no murió (al menos aún no), todo estaba fríamente calculado pero por supuesto que no podía adelantarles nada. Ahora veremos como saldrán los niños de este paquete en el que se han metido con esa madre confesión del final.
Lamento que el capítulo sea tan corto, pero es que si los seguía haciendo esperar iban a pensar que había abandonado a este hijo, por eso decidí subirle este corto capi, para que no tuvieran ideas extrañas girando en sus lindas cabecitas.
Muchísimas gracias a Magg, Seiketo, Minko, Kirabe, Kaori Lawliet, Vampirevegx17, Alhen Lawliet y a Luz del sol por haberme dejado review en el lejano capítulo anterior y a todos los demás que leyeron.
Nos leemos =3

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