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Amor entre panas por sue

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Notas del capitulo:

 

 Hola mis amores ^o^ Como tengo unos días libres he decidido actualizar todos mis fics, no sé si aquí los borren si no se actualizan en un lapso de tiempo, pero mejor prevenir antes que lamentar…  Perdonen la larga espera (Inner: Oe Sue… ¿Crees que alguna alma todavía se pase por éste fic? ù_úUu tan malo que es) ¬¬ oye, si es mi favorito.   

 

 

 

- Sasuke ¿Qué haces aquí? ¿Hoy no deberías estar dando un concierto?      

 

- Verás… Se murió uno de mis músicos – Mencionó con toda la tranquilidad del mundo.       

 

- Mentiroso.     

 

- Bueno, bueno… Uno de los equipos se dañó y pospusieron el concierto – El chico se recostaba en la grama.      

 

- ¿En serio? – Todo sorprendido y pensando en los fans desilusionados por perderse tal espectáculo, porque debía admitirlo, era un odioso chico, pero daba unos espectáculo asombrosos y cantaba como los mismísimos ángeles – Sasuke… ¿Me cantarías una de tus canciones?      

 

- ¿Qué? – La cara de Sasuke era de fastidio – Psss, me la paso cantando todo el santo día ¿crees que soy rockola o algo así?       

 

- Ay, no me cantes un coño – El rubio infló los cachetes.      

 

El peliazul se acercó hasta el oído del catire y comenzó a lamer la extensión de la oreja, algo que hizo erizar cada rubio vello de su cuerpo.      

 

- Mentira, dime cual quieres que yo te la canto mi koi – Sonreía divertido y respiraba a propósito para provocarle estremecimientos al chico.       

 

 

- No vuelvas a hacer eso que me da asco. Ahora, Cántame “Sakurazaka” – Las pupilas del rubio titilaban.

     

 

 

- Eh Naruto… Yo no canto esa.

 

 

      

- ¿Ah no?

 

 

      

- Ie, esa la canta Masaharu Fukuyama – Tenía un tic en el ojo y una gotita abusadora.

 

 

      

- Si es cierto – Tenía un dedo en la boca – Ay, no importa, cántamela plis.

 

 

     

- Ahhhh…. De acuerdo, pero sólo un pedacito minúsculo para que veas que soy buena gente… Ejem… Aquí voy…

 

 

      Ai to shitte ita no niHaru wa yatte kuru no niYume wa ima mo yume no mama de    

 

Los ojitos del catire brillaban, al escuchar uno de sus temas favoritos cantado también por uno de sus cantantes favoritos.    

 

No apartaba la mirada del muchacho de los cabellos azules, se veía la inspiración que cargaba cuando se trataba del canto. Un verdadero deleite para el oído.     

 

Hohoemi kuchitzuke somaru sakurazakaDakishimetai kimochi de ippai dattaKono machi de zutto futari deMujyaki sugita yakusokuNamida ni kawaru    

 

El catire tenía las manos unidas y los ojos destellantes.       

 

- ¿Que te ha parecido?      

 

- Nada que ver con Masaharu.     

 

- Eres un usuratonkachi malagradecido – Lo miró de mala gana.      

 

 

Por otro lado, para ser más precisos en el lugar donde iba a realizarse el ansiado concierto, el pelinegro parecía que tendría un infarto, caminaba de un lado a otro hablando con aquellos hombres pero parecía que lo hacía solo pues estos no lo escuchaban para nada.

 

 

     

- ¡¿Dónde puede estar metido Sasuke kun?! ¡Ustedes son sus guardaespaldas! ¡¿No se supone que deberían estar vigilándolo?! – El hombre reprendía con furia. No le daba a la pared por miedo a dañarse la manicura.

 

 

      

- Señor Orochimaru, no sabemos como se nos escapó – Se excusaba Kisame por él y se compañero Kakuzu que escuchaba atento cada palabra y se contenía de golpear al tipo enfrente suyo.

 

 

      

- ¡¡Ese hijo de pu…#&!! Sabía exactamente que hoy teníamos un pu…#& concierto en éste jod…#&* estado ¿crees que apareció? Pues no, el muy perro se fugó y nos ha dejado a todos con la mier… #& que ha armado… si, definitivamente es un desgraciado Uchiha – Hidan tocaba débilmente la batería mientras mantenía un acabado cigarrillo en su boca.

 

 

     

(Sue: ¡Hidan boca sucia! Ò.Ó)

 

 

      

- ¡¡Mira como estas!! – Observaba la enrojecida vista de su compañero – Aunque estuviera Sasuke aquí, no podrías tocar así.

 

 

     

- ¡Claro que si Deidara maricón! – El peliblanco estaba molesto, pero su conciencia no pudo con la droga y se tiró en su instrumento.

 

 

     

- Perdió… la conciencia – El rubio observaba con grima al hombre que sonreía y se medio movía.

 

 

     

- Kakuzu, llévalo a una de las habitaciones del hotel, el concierto ya está cancelado – Orochimaru se dio la vuelta dispuesto a irse mientras sacaba el celular de su bolsillo, marcó por enésima vez el número de Sasuke pero de nuevo caía la contestadota - ¿Qué estará haciendo ese chiquillo? ¿Se habrá ido de putas?

 

 

      

- A ver Hidan – El hombre tomó al peliblanco y se lo colocó en un hombro, éste no realizó ningún movimiento, al parecer estaba demasiado drogado.

 

 

      

- Tonto, eso le pasa por dejar la rehabilitación… ¡¡Maquillaje!! – El rubio llamó a su maquilladora, aunque no hubiera concierto quería estar arreglado.

 

 

     

En la habitación perteneciente del ojirojo, Kakuzu lo depositó en la cama, se giró dispuesto a irse pero fue detenido por un brazo.

 

 

- Quédate conmigo.

    

- ¿No que habías perdido la conciencia?

 

     

- Psss, eso fue un pequeño teatrillo, me harté de la mierda que estaba sermoneando el viejo de Orochimaru – Observó al hombre frente a si de arriba hasta abajo - ¿Qué te parece si tú y yo nos la pasamos un rato entre las sabanas mi portentoso Kakuzu?

 

 

     

- Lo siento, no soy gay – El hombre se dirigió hasta la puerta pero fue detenido… De nuevo.

      

 

- Yo tampoco, pero quiero experimentar… A ver… ¿Cuánto pides?

 

     

- ¿Qué cuanto pido?

 

 

     

- Si, cuanto pides por dejar que te meta mi verga.

 

 

     

- Ummm – El hombre se acarició la barbilla – No sé, será una cifra elevada, la quiero en efectivo, no en cheque… Ah y otra cosa… Yo no voy a dejar que me metas nada, o yo a ti o no hay trato.

 

 

      

- ¿Qué coño dices guardaespaldas de cuarta?

 

 

     

- Lo que oíste.

 

 

      

- Escúchame bien, yo pongo la maldita plata así que tú obedeces como una vil ramera ¿me oyes?

 

 

     

- Ya me tienes cansado con tu sucio vocabulario – El hombre siguió su camino – Por más que me guste el dinero, no me rebajaría a tener algo con un niño como tú.

     

 

- ¿Cómo que niño desgraciado? ¡¡Sales por esa maldita puerta y te vas despidiendo de tu puto empleo!! ¿Me oyes? ¡¡Regresa!!

 

     

PLAM!!

 

 

     

La puerta fue cerrada e Hidan se tiró en la cama molestó, tanta fue su rabia que se quedó dormido entre maldiciones.

 

 

    

(Sue: Perdonen el comportamiento indecoroso y malcriado de cierto ojirojo ù.ù)

     

 

 En la entrada de la casa del Hyuuga, Rock Lee había montado un campamento, ya tenía armada la carpa, sólo le faltaba la fogata y estaría listo.

 

 

 

     

- Ahhh… La intemperie – El moreno ubicó ambos brazos en sus caderas. Recibió un mensaje de su novio que se había ido rápido a comprarse un celular “¿Qué haces?” y nada más.

     

- Es muy directo ¡¡Así me gusta mi pequeño Gaara!! – Respondió rápido el mensaje y guardó al aparato.

 

      

- ¡¿Qué se supone que haces Lee?! – Neji se asomaba por la ventana del segundo piso.

 

 

      

- ¡Hasta que por fin te dignas a aparecer pana! – El moreno gritaba.

     

- ¡¿Qué haces acampando en mi patio?! ¡¿Acaso te preñaron y te botaron de tu casa?! – Imitaba a su compañero desgarrándose la garganta.

      

 

- ¡No! ¡Es que como no me paras pelotas en todo el día! ¡Sabía que si hacía esto en algún momento te cacharía! – Continuaba gritando a boca de jarro.

 

 

 

      

- Neji has que ese muchacho escandaloso pase. Hablen como personas decentes – Un hombre de cabello castaño y largo se hallaba sentado leyendo el periódico, claramente se le notaba la vena titilante.

 

 

 

     

- Si padre – El ojiblanco se dirigió a abrir la puerta no muy contento, no quería hablar con su traicionero amigo.

 

 

 

     

La puerta se abrió dejando ver la hermosa y torturante sonrisa de su amado.

 

 

 

     

- ¡¡Hola Neji amigo!!

 

 

 

     

- … - El pelicastaño se adentró en el interior de la casa, el moreno comprendió el mensaje e hizo lo mismo.

 

 

 

      

Saludó al señor Hyuuga y subió las escaleras que dirigían a la habitación del pelicastaño. Entró a la alcoba, a la ordenada alcoba que despedía un suave y exquisito aroma a limpio, no como la suya que siempre olía a sudor y a ropa sucia.

 

 

 

       

- ¿Qué quieres de mi Lee? – Neji se sentó en la silla que se hallaba al lado del escritorio de la computadora.

 

 

 

      

- Quiero que me vuelvas a hablar – El moreno hizo lo mismo pero en la cama del chico – deja la ley del hielo conmigo.

 

 

 

      

- No me refiero a eso.

 

 

 

- ¿No?

      

- No, me refiero… A que realmente esperas de mí, que deseas… - No apartaba la vista del paisaje de la ventana.

       

 

- … - Lee se mantuvo en silencio con sus manos en ojiva.

 

 

 

       

- Yo por mi parte, lo que quiero… Es que entre nosotros exista algo más que una simple amistad, de pana yo lo que quiero de ti es…

      

 

El pelilargo se levantó y se fue acercando hasta el cuerpo perteneciente a su amigo, no se detuvo frente a él, con una mano empujó poco a poco al moreno hasta que éste recostó su espalda en el suave colchón, se ubicó arriba suyo sentándose en la pelvis del muchacho.

 

 

 

      

- Neji… ¿Qué coño…? - Los ojos de Lee se tambaleaban, no podía formular más palabras, no sabía que demonios decir.

 

 

 

      

- Quiero que me hagas tuyo Lee… - El ojiblanco fue desabotonándose la camisa.

     

 

- ¡Miér… coles! – Los ojos de broma se le salen de sus órbitas - ¿Qué dices? ¿Estás bromeando verdad? – Sonrió, pero al percatarse de la seriedad en su rostro dejó de reírse – Neji tú… dime que estas bromeando.

 

 

 

      

- Lee, yo te quiero desde hace mucho, mucho tiempo, desde que éramos unos carricitos.

 

 

 

     

El Hyuuga se quitó la camisa, comenzó a subir la de su compañero para empezar a besar el abdomen.

 

 

 

 

     

- Al crecer me di cuenta de que te quería para algo más… De que realmente deseaba hacer esto contigo… Me muero por sentirte dentro de mí… Por tener un trozo de ti en mí…

 

 

 

      

- ¡Glup!… - Tragó grueso - “Esto no me lo esperaba, cuando Ten Ten me preguntó que si lo sabía, no pensé que se tratara de esto” – Pensaba el moreno. Recordó las palabras de su amiga.

 

 

 

 

      *** ^o^ *** ^-^ *** Flash Back *** ^-^ *** ^o^ ***     

 

 

- Lee… Prométeme, que pase lo que pase, suceda lo que suceda, tú nunca vas a lastimar a Neji – La expresión en el rostro de Ten Ten le daba a entender que prácticamente se lo estaba suplicando.

 

 

      

- Te lo prometo Ten Ten – Levantando su mano derecha en señal de juramento.

 

 

      

- Más te vale Lee.

 

 

 

     *** >.< *** O.O *** Fin del Flash Back *** O.O *** >.< ***      

 

 

 El moreno observó como Neji desató la cola que mantenía su cabello atado, viendo así la majestuosidad de aquel chico con cabello suelto, también como éste desabrochaba su pantalón, aquello le hizo detener las manos de su amigo.

      

 

- Neji no…

 

 

 

      

- Lee, aunque no sea el primero en tu vida, aunque no sea el chico al que amas, deseo tanto esto… Realmente es lo único que quiero, por favor… No me niegues esto – Las pupilas el pelilargo se pusieron acuosas, ligeras lagrimas se deslizaban ágilmente por las blancas mejillas.

 

 

 

      

- ¿Estas llorando Neji? – El moreno abrazó al chico – No llores Neji.

 

 

 

      

- No estoy llorando. Se me ha metido una basura en el ojo.

       

 

 

 Continuará…  

 

Notas finales:

 

 Bien, si todavía tengo público por acá, quiero agradecerles por leer el capi, un beso enorme a todos, hasta el próximo capi, que espero que sea pronto…Bye Bye !!

 

 


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