El día amaneció claro, deslumbrante, mientras los cálidos rayos del sol, quemaban la piel de cualquiera que se exponía.
“Yoh, ¿en realidad no podemos venir otro día?” El diminuto güero dijo, casi cayéndose insolado.
“Jijijijiji, lo siento Manta, pero me muero de ansias por estar inscrito en el torneo, Jijijiji”
Su amigo sólo miró un poco resignado.
“¡¡Ahhhh, hace mucho calor!!” Ryu comenzó a desesperarse moviendo de un lado para otro, tratando de encontrar alguna sombra, en vano. “Oiga Don Yoh, realmente no podemos venir otro día, las inscripciones durarán toda la semana, ¿por qué no venimos un día cuando no haya mucho calor?”
El hombre y el pequeño veían con ojos de cachorro al chico delgado, esperando por una respuesta.
“Jijijiji, lo siento chicos”
Los dos cayeron al suelo y suspiraron débilmente.
“Pero…….” Yoh comenzó atrayendo su atención. “Ustedes pueden irse si quieren, yo llegaré después” dijo y se encaminó, pero detuvo de inmediato al ver a Ryu en frente de él.
“¡¡Claro que no!!, Don Yoh, yo no lo dejaré ir sólo, no importa si lo veré hacer la locura más grande de su vida, ¡yo siempre estaré a su lado!”
“Gracias Ryu, Jijijiji”
“Yo también iré Yoh” Manta dijo alegremente.
El chico castaño miró a sus dos amigos, agradeciéndoles, sonrió como siempre lo hacía…….
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“¡Vamos hermano!”
Una pequeña chica de cabellos azulados esperó enfada en la parada del autobús.
“Ya voy, ya voy” dijo Horo Horo a gatas, ya no podía soportar el inmenso calor. ‘¿Cómo puede soportar tanto calor Pilika?’
Kororo miró preocupada al chico y con su pequeña hoja trató de darle algo de aire.
“Hermano, si continuamos así, nunca podrás inscribirte al torneo” dijo la pequeña sutilmente.
Al oír el «nunca», el chico de inmediato se incorporó con una gran mirada seria en su cara.
“Eso jamás pasará Pilika, yo Horo Horo, seré el…….”fue cortado de repente por la pequeña que lo agarró de su chamarra y se lo llevó a arrastrando.
“No hay tiempo para eso hermano” Dijo, mientras el pequeño azul guardaba silencio.
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“¿Aquí es?”
La voz se oyó un poco desilusionada al ver el lugar.
“Hmmm…….sí, está es la dirección que dice el cartel” dijo el chico de cabello largo castaño.
El lugar estaba repleto, se podía ver a muchos jóvenes al parecer de diferentes lugares, algunos de China, del Japón, Corea, Inglaterra, Norteamérica y demás.
“¡Cielos!, ¡hay muchas personas!” El chico blanco miró incrédulo a la muchedumbre.
“Ja, pero son pura basura”
“¿Tú crees?”
“¿Acaso estás dudando de mí?” La mirada de Ryo fue asesina.
De inmediato el pequeño negó rotundamente.
‘Nadie de aquí merece tener a Ren como esposa’ pensó centrando su mirada en un telón con la imagen de Ren. ‘Él sólo será mío’ sonrió maliciosamente.
“Ve a inscribirme”
“¿Huh?”
“¿Qué no oíste?” inquirió enfadado.
“Ahhh, sí ahorita mismo lo haré Ryo” dicho esto el chico corrió de inmediato al módulo de inscripción.
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“¡Al fin llegamos!”
El chico delgado gritó entusiasmado y volteó a ver como estaban sus amigos.
“Por fin” Manta dijo apenas con aliento.
“Creí que moriría” Ryu dijo, luego se tiró al piso.
Yoh les sonrió con un gran sudor en la frente.
“Bueno chicos, adentro debe haber un lugar donde puedan descansar”
En ello, los tres hombres entraron al lugar. Pronto quedaron atónitos al verlo.
“¡Dios mío!, ¡¡cuanta gente!!”
“¡¡NO PUEDO CREER QUE TODOS VENGAN POR EL MOCOSO DE REN!!”
“Cielos…….jijjijiji”
Los hombres se quedaron sin habla por un rato, a excepción de Yoh que ya esperaba que fuera así.
“Chicos esperen mientras me registro, ahorita vuelvo”
Al irse a formar, Ryu, Manta y Tokageroh que había aparecido en ese instante, continuaron con la misma expresión durante quizás mucho tiempo.
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“Llegamos”
“¡¡Al fin!! ya no podía dar un paso más” Horo dijo mientras se desplomaba en el suelo.
“¡Hermano!, si te vence tan fácilmente el calor, como esperas ganar la mano de Ren”
La pequeña jovencita bufó al comportamiento de su hermano mayor.
“Tranquilízate Pilika” se levantó. “Yo, el gran Horo Horo, seré el vencedor, nadie puede compararse conmigo, Jajajajajajajaja”
“Bien dicho hermano” La pequeña dijo encantada al igual que Kororo.
“Con que el «Gran Horo Horo»” una voz burlona se escuchó.
En ello los jóvenes voltearon a ver de quién era. De la muchedumbre, salió un joven alto, de cabello negro con color rojo en las puntas de su cabello corto lacio, de tez clara, ojos de color rubí, que usaba una camisa blanca y unos seudo pantalones de cuero huangos con cierres a los costados y dos cinturones entrelazados, que formaban una «X» y unos tenis-botas, las dos cosas de color negro.
“¿Quién eres tú?” preguntó defensivamente el chico de cabello azul.
“Jeje, no tengo que decir mi nombre a basuras como ustedes” sonrió cínicamente.
“¡¡Qué cosa!!” gruñó y trató de lanzársele, pero fue detenido por Pilika. “¡Como te atreves a llamarnos así!”
Rió un poco y los miró de reojo.
“Porque lo son, crees que podrás granar sólo porque eres un shaman”
Los jóvenes quedaron aturdidos al oírlo.
“¿Cómo sabes qué soy un shaman?” La voz de Horo fue un poco sorprendida.
“Porque yo también lo soy”
Ahora los jóvenes habían quedado es shock.
“¡¿Eres un shaman?!” los dos chicos dijeron al unísono.
“Así es, y seré yo el quien ganará este torneo y a Ren” al decir esto el chico claro les dio la espalda y se alejó.
“¡¡Oye!!” Horo gritó tratando de detener al sujeto, pero su pequeña hermana lo detuvo nuevamente. “¡Suéltame Pilika!, voy a poner a ese tipo en su lugar” dijo rechinando los dientes de furia.
“No hermano, deja que se vaya”
El chico detuvo, pero no comprendía la preocupación en la voz de su hermana.
“¿Qué pasa Pilika?”
“Sentí algo poderoso en él” tembló un poco al hablar, mientras Horo la miraba extrañado. “Esta sensación ya la había sentido antes…….”
La mirada de la chica fue en preocupación plena, pero cambió al ver una sonrisa en la cara de su dulce hermano.
“Tranquilízate Pilika, todo estará bien” le dio una linda sonrisita.
Al ver la confianza de su hermano, la pequeña relajó.
“¿Estás seguro?”
“Sí, ya verás que el no es lo que parece, es sólo un idiota presumido, será fácil vencerlo, confía en mí”
Dicho esto el joven se encaminó a la fila para inscribirse y dejó a Kororo a cargo de su hermana…….
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Al pasar dos horas, en las cuatro filas de inscripciones, los tres chicos comenzaron a desesperar, y trataron de distraerse con algo para soportar el tiempo en la fila y no sentir el cansancio en las piernas. Horo, se quedó viendo todas las imágenes que tenían de Ren impresas en carteles, mantas y folletos, todas tenían al chico chino en muchas poses muy sensuales, al grado que hacía a cualquiera babear con sólo verlas y el Ainu no fue la excepción.
Mientras tanto en otra fila, Yoh escuchó música con sus audífonos y miraba al cielo para relajarse y olvidar la espera, al mismo tiempo pensaba en el pequeño chico chino y en esos dos hermosos ojos de color oro que lo habían cautivado completamente.
Por otro lado, el joven de cabello largo castaño, continuaba sorprendido por la cantidad de personas que habían venido; sentía un poco de celos de que todos estuviera tras ese chico llamado «Ren».
‘Realmente son muchos’ pensó y continuó su inspección en cada joven que veía. Para distraerse de la espantosa espera, comenzó a ver que chico era guapo, cual no, cual más o menos, quien tenía lindos ojos, nalgas, y cual le gustaría para él.
‘Ese chico está feo, uyyy ese tiene lindas nalgas…….ese de pelo verde me gusta’ miró por todos lados. ‘uyyy que lindos ojos grises…….esperen un momento…….’ su mirada fue a parar en un joven de cabellos azules, que miraba los carteles idiotizado.
“Mmmm…….” Lo miró de arriba para abajo. ‘Ese chico es muy guapo……. me gusta’ sonrió para sí.
“El siguiente por favor” La voz de una mujer sacó al joven de sus pensamientos. Sin darse cuenta ya había llegado.
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Yoh comenzaba a dormirse cuando una voz familiar lo sacó de repente de su estado soñoliento.
“¿Eh?” fue lo único que pudo mascullar.
“¿Yoh?” una dulce voz se escuchó.
“¿Jun?”Dijo algo sorprendido el chico castaño.
“Esta si es una sorpresa inesperada, no creí que te gustaba mi hermano Yoh” la voz de la mujer fue suave y alegre.
“Yo también no creí que estuvieras tu aquí inscribiendo Jun” sonrió llevando su mano de manera torpe a su cabeza.
“Quería ver quienes serían los chicos que lucharían para ganar la mano de mi hermano” rió. “Y francamente no esperaba verte aquí a ti, pero me alegra”
El chico claro rió a su forma y continuó un poco su charla con la mujer, hasta que los demás jóvenes empezaron a quejarse…….
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“Kororo, esto va a tomar mucho tiempo ¿no crees?” la chica Ainu miró a su reloj.
Asintió firmemente el Pokkuru que se encontraba sentada en el hombro de la chica.
“Vamos a distraernos un rato paseándonos por aquí” de inmediato se levantó de la banca que por suerte encontró y comenzó a caminar por el lugar.
Al estarse paseando, miraba todos los posters de con la figura de Ren, que con todas esas poses hacían ver al chico como una sexy mujer.
La caminata continuó un rato y empezó a tornarse aburrida para ella como para el Pukkuru. Estaba a punto de regresar al mismo lugar donde esperaba a su hermano, cuando pasó rápidamente un chico a su lado. La silueta del joven hizo detener a la pequeña y volteó a verlo, pero para su mala fortuna el joven ya no se podía ver por otros chicos que tapaban la vista de la jovencita.
“Esa persona…….me pareció familiar…….” Masculló no muy audible más que para Kororo, que le veía extrañada. ‘¿Quién habrá sido ese chico?’ la inquietud volvió a tomarla, pero como no había visto bien al joven que pasó, no podría buscarlo con tantos jóvenes alrededor y la duda no pudo disolverse.
Sin poder hacer más regresó al lugar donde tenía que esperar a su hermano…….
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“¿Está todo listo?”
Ryo preguntó seriamente.
“S-sí…….el torneo empezará dentro de un mes, el viernes 5, el lugar……. el lugar será aquí en una arena privada de los Taos” dijo algo ajetreado.
“Entiendo, bien entonces nos quedaremos un rato aquí en Japón”
El otro joven asintió.
“Vamonos”
Los dos chicos comenzaron a marcharse, pero antes de irse completamente, el chico blanco dio una ojeada a ver si podía ver al chico guapo que había visto antes.
“¡Apresúrate inútil!”
“S-sí, y-ya voy Ryo”
Al emparejarse con el chico claro, suspiró desilusionado de no poder ver al joven…….
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El sol empezó a desaparecer en el horizonte, los últimos rayos de luz alegraban el cielo con color rosa-cobrizo.
“Ya está oscureciendo”
El diminuto joven miró al cielo, ya cansado.
“Si, y todavía hay fila” suspiró. “Espero que Don Yoh ya haya llegado”
“Esto me recuerda al torneo de los shamanes” Tokageroh dijo sentado a un lado de Ryu.
“Si tienes razón” el hombre dijo sin mirarlo. “Oigan miren”
Los Manta y Tokageroh voltearon a ver.
“¡Es Pilika!” el diminuto güero se sorprendió. “¿Qué hace aquí?”
“¡Señorita Pilika!, ¡por aquí!” Ryu gritó a la chica y que pronto los vio y se dirigió así ellos.
“¡Hola!”
Los demás la saludaron y la invitaron a tomar asiento con ellos.
“¿Qué hacen aquí?” la jovencita inquirió inocentemente.
“Nosotros esperamos a Yoh” dijo Manta. “¿Tú que hace aquí?, no estabas en…….”
Antes de que pudiera terminar, la chica chilló estupefacta.
“¡¿Yoh está aquí?!” casi gritó al hablar.
Los hombres asintieron.
“¿Se está inscribiendo?” preguntó.
Nuevamente asintieron a ella.
Kororo y ella voltearon a verse boquiabiertas; al mismo tiempo la voz de Horo se oyó venir.
“¡Hola chicos!” les sonrió el Ainu a sus amigos.
“¡Horo Horo!” los hombres dijeron al unísono, otra vez. Al parecer era el tiempo de las sorpresas. “¿Qué haces aquí?”
“Ah pues, vine a inscribirme para el torneo, ¿verdad Pilika?” el chico continuó feliz, hasta ver la mirada seria de su hermana y el grito que pegaron sus amigos. “¿Qué les pasa?”
“Yoh también va a participar” fue lo único que dijo la chica seriamente.
“Ah es eso…….”rió un poco antes de darse cuenta del significado de la oración. “¡¡¿QUÉ?!!” su mandíbula casi caía al suelo del sobresalto.
En ese momento Yoh apareció riéndose con Amidamaru que apenas había aparecido, soñoliento un poco del aburrimiento de la espera.
“Ya regrese chi…….”sin poder terminar la frase al ver a Pilika y a Horo ahí, Yoh sonrió grandemente. “Ah, hola chicos, ¿qué hacen aquí?” preguntó.
Y antes de que algo más pasara, Horo Horo se le acercó y le dijo.
“¡¡COMO QUE TÚ TAMBIÉN VAS A PARTICIPAR EN EL TORNEO YOH!!” El grito de Horo llamó la atención de las demás personas y casi dejaba sordo al pobre shaman.
“¿Cómo qué también?” Amidamaru inquirió. Todas las miradas se centraron al joven.
“Acaso tú Horo Horo…….”
Sin decir más, el chico cabeceó asintiendo. La mirada del chico delgado fue asombrada, pero de inmediato fue seria; uno de sus gestos muy raros, que sólo se mostraba en pocas situaciones.
Los dos jóvenes se miraron el uno al otro mientras los demás sólo los veían en silencio.
“Al parecer vuelve a suceder lo mismo como en el torneo de los shamanes” Yoh dijo fríamente.
“Sí, pero esto no es tan fácil como ser el Shaman King” La voz de Horo fue igual que la del otro shaman.
La mirada continuó así con silencio de muerte durante un largo tiempo. Ahora los dos chicos tendrían que luchar por el mismo objetivo……. «Ren»
Continuará...oki? ;3