Capítulo 10 “Conclusiones Apresuradas”
El cuerpo de “Blanco Cortado”, podría estar frente a mí. Al fin podría conocerle.
Llegué a mi departamento, derecho a la ducha. Todo daba indicios de su paso por mi piel. Esos labios que pareciera no van a herir a nadie, han dejado huellas de su presencia.
Tanta calidez, su frialdad, es real. El sonido susurrante de sus palabras. He caído en unas redes contra las cuales no puedo romper. Una prisión, un eclipse infinito, un constante proceso, cambio de personalidades.
-Fuiste a verle, lo sé- dice Ron, quien esperaba en el living.
-Así que por eso tú y Hermione no han podido ser felices, era por Draco Malfoy- el ojiverde, enfrenta a su amigo.
-Nunca tendré el lugar que tú tienes en su vida, lo leíste, “la piedra en el zapato”, un cuerpo para la debilidad, una mera sombra molesta- responde con desprecio.
-¿Por qué Ron?, ¿cómo engañaste a tu familia? -Fue antes de saber que Hermione estaba embarazada.
Cuando le conocí, hacía poco que íbamos bien con Hermione. Al principio, creí que podría controlarlo, evitar verle, llamarle. Un encuentro, un desliz ocasional a la semana.
Cuando me di cuenta, ya no quería escapar. Fue en esa ocasión, cuando mi obsesión creció y le acosé. No me daba cuenta que hacia mucho yo era el acosado. Invertí los papeles y él ama el control. Nunca encajé en su vida, nunca existí. En todo este tiempo, sólo había algo que deseaba oír de él... “te deseo”
Harry quedó pasmado. Nunca llegó a imaginar que su mejor amigo estuviese sufriendo de esa forma.
-Te duele, ¿esa cicatriz?- le apunta al brazo.
-A veces- responde, tocándola.
-Estoy seguro de que por el resto de tu vida, no podrás borrarle jamás.
-Eso es lo que quería, un castigo por estar en el tiempo y lugar equivocados- responde el pelirrojo.
-¿Le amas aún?- pregunta el pelinegro, acercándose.
-Todavía hueles a él, su olor está impregnado en tu cuerpo- reprocha el pelirrojo.
-Mañana veré a “Blanco Cortado”
-Si crees que eso te hará feliz, entonces ve, es tu decisión seguirle de ahora en adelante.
-Tú le conociste, ¡tú lo sabes, dímelo!
-No lo haré, no quieras excarvar en mis heridas, poner el dedo en las llagas.
-He sido egoísta, lo siento, Ron, es que...
“creía en ti, Ron... creía que confiabas en mí. Que éramos cómplices. En las buenas y en las malas. ¿En qué momento cambiaste tanto?, tú ya no eres ese chico con el cual platicaba, con el cual reía”
-No saques conclusiones apresuradas Harry, yo soy insignificante en su vida, haga lo que haga, no importa, nada lo hará.
-Yo no quería esto para ti, amigo, mi hermano- le abraza.
-No existen los cuentos de hadas, esos amores donde pensabas que eran felices para siempre.
-Te equivocas en algo, amigo- le mira a los ojos- tú tienes algo que yo no, una esposa que te ama, una hija preciosa e inteligente, un hogar al cual puedes volver- pausa- no lo pierdas por alguien con ese chico.
-Ella está saliendo con otro- desvía la mirada- soy el causante de mi desgracia, lo sé.
-Te aseguro que es mentira, Hermione te ama, no la pierdas, no otra vez.
-No quiero verte llorar por él, algún día, lo harás.
-He perdido contra esta pasión, me he doblegado y sometido, ya no quiero huir por un pasillo que sé, no tiene salida y se va cerrando a medida que corro.
Seguimos platicando por el resto de la noche. Recordando viejas anécdotas, la fiesta de matrimonio, el nacimiento de Rosie.
Amaneció en la ciudad de Londres. El trabajo esperaba, al igual que el misterio. Harry volvió a bañarse en la mañana. Desayunó unas tostadas y bebió un café con leche. Mientras que Ron, “convencía” a un inversionista de la bolsa de valores sobre información privilegiada y confiable.
Si consideramos que el chico se lleva el 50% de las utilidades, las mentiras eran su supervivencia, donde la casualidad es su factor primordial.
Fui a trabajar, pero una llamada de mi “jefe”, me hizo recordar la “cita” con su amante que en paz descanse y terminó mi día sin haber comenzado aún.
Estar ahí, estaba allí, en el cementerio. Una tumba, con algunas rosas. Al fin le conocía, al fin tenía a “Blanco Cortado” frente a mí.
-¿Es esto lo que querías ver?- pregunta el rubio, unos pasos más atrás- fue una fantasía el haber enterrado su cuerpo en el jardín.
-Realmente pensé que habías enterrado su cuerpo en el jardín.
-No hay que creer específicamente todo lo que se escribe, pues hay palabras y hechos ocultos, adornados con frases bellas.
-¿Él era, Blanco Cortado?- toma la fotografía.
-¿Nunca te lo imaginaste?
-Yo le conocía, eso es lo que más me asombra.
-Sé que estudió en un colegio mixto hasta terminar la secundaria, luego la universidad, siguió el tema de las letras.
-Él era, mi compañero de puesto.
-Que coincidencia, ¿no lo crees?
-¿Por qué lo mataste?
-No me digas que tenían una relación “especial”
-Ahora soy yo quien no va a responder.
-Lo harás Potter, ¿qué relación tenías con él?
-Eso no te interesa, ¿por qué no le preguntas a tu detective?, él debería saberlo- se retira a gran velocidad.
-Ven acá, nadie me deja hablando solo.
-Eres lo peor, Malfoy, lo peor- y se va del cementerio.
-Podría ser que...
Simplemente no puedo creerlo, no puedo pensarlo. Él era, él era... mi ex pareja.
Dijiste que el blanco era pureza, limpieza. Que al partirlo, se había dañado, que nunca podría recuperarse de esa herida. ¿A eso te referías?... ¿eso decía tu mensaje antes de que él te matase?
Fue en ese momento cuando las palabras de mi amigo acudieron a mi mente: “no quiero que llores por él, algún día lo harás”
Nos fuimos a toda velocidad, era un completo desastre.
El eclipse, seguía su curso, sólo que ahora, era cubierto de tinieblas.
Harry se fue corriendo del cementerio. El sólo recordar a ese chico que había compartido una relación fugaz. Aún podía escuchar su sonrisa, esa torpe risa que a veces le contagiaba. Lo malo que era en la cocina, un chico rico que jamás había visto y tocado un sartén.
Por eso, le odió profundamente cuando desapareció. Algo en su interior le anunció su deceso. Al principio, no podía creerlo. Se había ido a un lugar del cual no iba a volver. Fue ahí, cuando su jefe y amante, se hizo famoso con su novela revelación. Aunque jamás la había leído, ni siquiera le daba curiosidad por saber, qué tenía de especial una autobiografía.
Me siento asqueado. He permitido que me tocase aquel que te mató. Me he rendido a mi verdugo, a tu asesino. Soy despreciable. Hice sufrir a mi amigo, te hice sufrir a ti. Soy lo peor, Jack, lo peor.
Porque fuiste tú quien me abrió los ojos, que me ayudó cuando murieron mis padres, cuando no entendía alguna materia. Tú me enseñaste lo que soy ahora, soy lo que querías que fuese. ¿En qué monstruo me he convertido?
Esta pasión me va a destruir, sí que lo hará. A ambos, créeme.
-Lo sé, lo sé todo, amigo- el moreno llama a su amigo al celular- ¿por qué me ocultaste algo así?, ¿acaso él sabía... el sabía lo mío con Jack?
-Cálmate, Harry, ¿dónde estás?
-No me voy a calmar, me importa un carajo calmarme, ¿no lo entiendes?, me he acostado en el asesino de mi ex, que descubrí, está muerto, ¿acaso te parece poco?, ¡Cómo demonios quieres que esté!
-No te apresures, Harry, no saques conclusiones erróneas.
-No, he cometido el peor error de mi vida y ya no quiero más, ya no más- corta la llamada.
-¡Harry!, maldición, me cortó- sale enojado del departamento.
Cómo puedo ser tan iluso. Cómo se puede equivocar tanto una persona.
Cómo me fui a enamorar de un hombre como él, que no conoce el amor, sólo el maltrato, las mentiras y la soledad, el crimen, sin nadie que le haga pagar por sus pecados.
-Ya no más, ya no más, ahora tu eclipse infinito, sólo se teñirá de sombras.
Harry cruzó la calle en luz roja. Un conductor que venía preocupado de su señora que le abrazaba, no se fijó en el cambio de luces.
Sólo alcancé a sentir que mi cuerpo, estuvo suspendido unos segundos en el aire, al instante siguiente, el pavimento se tiñó de rojo.
Continuará...