CAPITULO 57
Caminando resignadamente detrás de su compañero, Pansy siguió a Blaise por varios pasillos, y cuando se encontraron lejos de oídos indiscretos, Blaise agitó el diario frente a ella diciendo:
-¡Dime que rayos es esto!
-Es un diario. –Respondió Pansy inexpresiva.
-No juegues conmigo, Pansy... sabes a que me refiero.
-¿Y que quieres que te diga, Blaise? -Respondió Pansy sabiendo que ese reclamo llegaría tarde o temprano.
-¿Cómo “qué”?... ¿es cierto que vas a casarte con Draco?
-El diario lo dice ¿no?
-Pansy... –Exclamó Blaise desconcertado, como si hubiese esperado que en algún momento Pansy le dijera que todo era mentira.
-Escucha Blaise... –Continúo Pansy en una actitud más amable- Draco y yo vamos a casarnos, siento no habértelo dicho antes.
-¿Desde hace cuanto se comprometieron?
-Hace un mes nuestros padres lo concertaron.
-Pero... pero entonces tu ya sabias que yo lo amaba...
-¿Y que con eso?... ¡vamos, Blaise! -Continuo Pansy al ver la expresión de su compañero- Sé que te gustaba ¿pero que querías que hiciera?... ¿romper el compromiso?
-En primera “no me gusta”... lo amo... –Respondió Blaise molestándose por el tono de las palabras de Pansy- Y en segunda, pudiste habérmelo dicho, tú ya sabias que ibas a casarte con él cuando yo te confié mis sentimientos.
-¿Hubiera cambiado algo el que yo te lo hubiera contado antes?... ¡sé realista, Blaise!... ¿acaso esperabas casarte con él y vivir felices para siempre?
-Pansy... –Murmuró Blaise al ver la actitud hiriente de la que hasta esa mañana había considerado su mejor amiga.
-Lo de ustedes nunca iba a funcionar, lo que Draco necesita es casarse con alguien como yo.
Blaise se quedó callado por un momento; muchos sentimientos se revolvían en su interior, se sentía traicionado por una de las personas en las que más confiaba, y eso dolía.
-Pudiste confiar en mí...
-No soy tonta... hubieras hecho algo.
-No hubiera hecho nada... creí que me conocías.
-Yo... bueno... –Balbuceó Pansy incomoda- El caso es que ya está, voy a casarme con Draco, lo siento Blaise.
-¿Y qué dice él?
-El está bien, la idea no le desagrada y por eso esta mas que tranquilo.
-Así que sabes porque su papá se lo llevó. –Concluyó Blaise mirándola fijamente.
-¿Eh?... no, yo no sé nada.
-Si no fuera así, tu respuesta habría sido otra... ¿Qué pasó?, Draco ya estaba mejor, él no tenía planeado irse de Hogwarts, estaba decidido a echarle ganas.
-¿Qué pasó?... –Pensó Pansy sin dejar de mirarlo al tiempo que la furia encendía su rostro- ¿Qué pasó?... –Exclamó en voz queda- Pasó lo que tenía que pasar... que el señor Malfoy puso orden en este lugar.
-¿Qué hiciste, Pansy?
-Ya te dije que nada... ahora si eso era todo lo que tenías que decirme... –Concluyó Pansy dándose la vuelta.
-Espera... –Dijo Blaise deteniéndola por un hombro- El... esta enamorado de alguien más ¿lo recuerdas?
-Aja... y de alguien que no eres tú, precisamente. –Respondió Pansy en una actitud claramente agresiva.
-Eso ya lo sé... –Respondió Blaise dolido- ¿y aun así vas a casarte?
-Ya lo hare cambiar de opinión, -Respondió Pansy decidida- Draco terminara enamorándose de mi, ya lo veras.
-Se nota que en realidad no lo conoces... –Exclamó Blaise sonriendo débilmente- él no te va a querer nunca, y antes de que lo digas... a mí tampoco, no al menos como yo quisiera, pero lo que eres tú.... te morirás siendo una anciana decrepita, arrugada y sola, esperando inútilmente que él te mire de la forma que solo en tus fantasías idiotas sueñas.
-Cállate... –Murmuro Pansy.
-Podrás tenerlo junto a ti, pero su mente, su corazón y toda la fuerza de su pasión, jamás serán tuyos...
-¡Cállate, maldito idiota!... –Gritó Pansy golpeándole el pecho- ¡cállate, cállate!
-Duele ¿verdad? -Respondió Blaise sujetándola por las muñecas- Pues vete haciendo a la idea de que ese será tu futuro, querida.
-¿Y el tuyo?... ¿Dónde queda, Blaise?... –Respondió Pansy hecha una fiera- Al menos yo lo tendré todas las noches en mi cama mientras tú solo tendrás recuerdos y sueños baratos de lo que pudo ser...
-Nunca será tuyo... –murmuro Blaise entre dientes mientras oprimía con fuerza las muñecas de Pansy, quien haciendo muecas de dolor, dijo:
-Eso tú no lo sabes... además, tampoco será para ti...
-Así que prefieres las migajas que él pueda darte como si fueras un perro... –Exclamó Blaise con desprecio.
-Migajas que ya quisieras tú...
-Yo si tengo dignidad...
-¡Ay, por favor!... –Respondió Pansy riendo sarcástica- Ya quisiera ver en donde queda tu tan ilustre dignidad si hubieses visto a Draco revolcándose con otro como malditos perros en celo...
-¿Draco?... ¿con... otro?... –Tartamudeo Blaise desconcertado viendo como los ojos de Pansy comenzaban a llenarse de lagrimas.
-¿Por qué te sorprendes?... tu ya lo sabias... sabías que él está enamorado de otro... –Exclamó Pansy.
-¿Quién es?
-Vete al diablo, idiota. –Respondió Pansy dándose la vuelta.
-¡Dime quién demonios es! -Grito Blaise deteniéndola por un brazo.
-¡El maldito niño que vivió! -Respondió Pansy con el rostro bañado de lágrimas.
-¿Q-que?
-El que se robó el corazón de Draco en frente de tus malditas narices... fue Harry Potter...
Mientras tanto, en otro lugar del castillo, Harry esperaba, finalmente se encontraba frente a sus amigos dispuesto a contarles todo, era el último paso para aceptar ante el mundo y ante si mismo que estaba enamorado... sí... el famoso niño que vivió, el vencedor de Voldemort había encontrado por fin a la persona con quien quería compartir su vida; a la persona con quien deseaba pasar cada día, cada hora, cada minuto...
Y si el mundo se enteraba, poco le importaba; nunca le había gustado la fama, pero había aprendido a lidiar con ella y se sabía observado aun después de terminar la guerra; pero eso ahora no tenía la mas mínima importancia, si El Profeta se enteraba, bien por ellos...y aunque sabía todo lo que eso desataría, le daba igual, lo único que deseaba era estar con aquel que con sus ojos grises le devolvían la sonrisa al rostro.
No iba a ser fácil enfrentarse al mundo; lo sabía muy bien, él no tenía un pelo de tonto aunque a veces pareciera un atolondrado; pero estaba bien... era fuerte, y si Draco no tenía fuerzas para luchar, él lo haría por los dos; pero antes de eso, debía poner las cartas sobre la mesa; ya había comenzado con Sirius, después con Snape, y ahora estaban sus mejores amigos que lo miraban expectantes.
-Bueno... –comenzó Harry exhalando un suspiro no pudiendo evitar sentir un poco de nerviosismo- Quiero decirles que estoy enamorado.
-Vaya novedad... –Exclamó Hermione rodando los ojos- Eso ya lo sabíamos, bastaba ver tu expresión de borrego a medio morir para darse cuenta.
-Si hermano, -Intervino Ron- Eso no es nuevo, nosotros lo sabíamos desde antes que tú.
-Bueno... –Respondió Harry- Lo que ustedes no saben, es que tanto.
-¿Qué tanto? -Dijo Ron extrañado- ¿hay grados de enamoramiento?
-Tú amas a Hermione ¿no? -Preguntó Harry.
-Yo... eee... –Balbuceó Ron sonrojado mirando a Hermione quien también había enrojecido hasta las orejas.
-Realmente no sé.... –Continuo Harry sentándose en el suelo recargando sus codos en sus rodillas y su espalda en la fría pared- hasta donde sean capaces de llegar el uno por el otro... pero yo por mi parte haría lo que fuera por esta persona, lo que sea para estar juntos... me enfrentaría al mundo entero si fuera necesario.
-Harry... –Murmuró Hermione sorprendida- hablas con muchas seguridad... y pasión...
-Pero lo dices como si en verdad eso fuera a pasar, -Intervino Ron mirándolo dubitativamente- ¿Qué pasa, Harry?... ¿Por qué habrías de enfrentarte al mundo por ella?
-Porque a quien yo quiero, no es cualquier persona. –Respondió Harry sereno.
-Es una Slytherin, ¿verdad? -Dijo Hermione.
-Si, lo es. –Respondió Harry.
-Si es solo por eso, no hay problema Harry, -Continuo Hermione- Solo somos de diferente casa, no es como antes.
-¿Es la morena con la que te pescamos aquella vez? -Preguntó Ron.
-Si, pero no es morena, -Respondió Harry- Esa vez usamos un hechizo para cambiar el color de su cabello para que no descubrieran quien era.
-Claro... –Dijo Hermione- y su cabello seguramente era rubio.
-No solo eso, -Dijo Harry sonriendo- es el rubio más bello que haya visto en mi vida.
-Ya pusiste cara de bobo... –Dijo Ron riendo- Se ve que te trae cacheteando el pavimento.
-La verdad si, -Respondió Harry- Y tú me preguntaste algo en una ocasión...
-¿Si?... ¿Qué fue?
-Que si solo estaba pasando el rato.
-Dijiste que sí.
-Eso pensé... Pero ya descubrí que me enamore como un verdadero idiota y estoy dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.
-Vaya... –Exclamó Hermione- Esa chica debe ser genial para haberte atrapado así... ni siquiera Cho o Ginny te provocaron ese brillo en la mirada.
-Si, lo es... –Continuo Harry.
-Para compaginar contigo debe ser muy afable, ¿cierto Harry? -Exclamó Ron.
-De hecho... –Dijo Harry- Es una persona muy enojona, berrinchuda y altanera.
-Pareciera que estas describiendo a Malfoy. -Dijo Ron riendo.
-Ron, Hermione... –Dijo Harry mirándolos alternativamente desde el suelo- a mí... no me gustan las chicas, -Ron y Hermione se le quedaron mirando por unos momentos para después mirarse entre si, por lo que Harry continuó: -Hace tiempo descubrí que quien realmente me llama la atención era un chico... un chico Slytherin por cierto...
-No lo digas Harry... –Exclamó Hermione en un susurro.
-Tengo que hacerlo, Herm.
-Espera, espera... –Dijo Ron aturdido- Dices... ¿dices que te gustan los hombres, Harry?
-Si, eso dije... –Respondió Harry sereno, como si esa conversación la hubiese ensayado mil veces- Me gustan los chicos, Ron... soy homosexual. -El rostro de Ron no mostro señal de sorpresa ni de ninguna otra emoción, como si en realidad no hubiese escuchado nada- ¿Tan terrible es? -Pregunto Harry sonriendo con un dejo de sarcasmo- están impactados... lo entiendo ¿saben?... lo entiendo muy bien, porque para mí tampoco fue tan fácil aceptarlo... pero tampoco es algo de otro mundo, de hecho he investigado y en el mundo mágico no hay ninguna ley que prohíba relaciones entre personas del mismo sexo; es más, hay ciertos avances en cuanto a leyes que...
-Tú... –Interrumpió Ron- ¿eres Gay?
-mmm... si, -Respondió Harry encogiendo los hombros- si quieres decirlo de esa manera... sí, soy gay.
En ese momento, como quien entiende tardíamente una ecuación, Ron abrió la boca con asombro mientras exclamaba:
-¡Por las barbas de Merlín!
-Y no solo eso... –Dijo Harry- La persona que yo quiero es...
-Te dije que no lo dijeras... –Exclamó Hermione con voz contenida, como si estuviera a punto de llorar.
-¿Qué dices, Hermione? -Preguntó Ron sintiéndose al borde de la locura.
-Hermione... –Exclamó Harry mirándola con rostro serio.
-¡No, Harry!... ¡Ya no digas nada!
-¿De qué hablas?... –Pregunto Ron poniéndose de pie.
-¿No te has dado cuenta? -Respondió Hermione mirándolo- ¡habla de que le gusta un Slytherin!... y dice que es altanero y rubio...
-Altanero y rubio... –Repitió Ron.
-Y de casualidad Harry... –Exclamó Hermione acercándose a Harry unos pasos- ¿es de sangre pura?
-Lo es... –Contestó Harry sosteniéndole la mirada- Pero no entiendo porque tanta pregunta, Hermione, ya sabes quién es ¿no es así?
-Altanero, rubio y sangre pura... –Dijo Ron acercándose también- Solo hay una persona así en Slytherin... no me digas, Harry... –dijo Ron sonriendo incrédulo, como quien aun no acepta la realidad- que estas enamorado de Draco Malfoy.
-Así es, Ron... estoy enamorado de Draco Malfoy.
Ron y Hermione se le quedaron viendo fijamente mientras él se ponía de pie y se sacudía el polvo.
-Es broma... ¿verdad? -Murmuró Ron.
-No, no lo es. –Respondió Harry.
-Pero entonces... –Balbuceó Ron- la chica rubia...
-Era Draco Malfoy. –Completo Harry.
Hermione no dijo mas, solo salió corriendo de la torre.
-¡Hermione! -Grito Ron corriendo tras ella.
Harry los vio salir sin decirle nada, solo se dio la vuelta para recargar los codos en el balcón de piedra al tiempo que exhalaba un suspiro.
-Ya tendrán tiempo para acostumbrarse... –Pensó Harry no pudiendo evitar sentir malestar en la boca del estomago ante el posible rechazo de sus amigos; y es que en realidad los entendía, ya que no había sido solo una sorpresa, sino dos las que habían recibido.
Se quedó ahí un rato, dándose tiempo a sí mismo para salir a enfrentar a sus amigos de nuevo, sabiendo ya que de ahora en adelante ya no sería el mismo ante ellos nunca más.
Mientras tanto, en otro lugar del castillo, Blaise soltaba a Pansy mientras repetía:
-¿Potter?... ¿Harry Potter?...
-No conozco a otro, -Respondió Pansy limpiándose las lagrimas- Pero ya no importa, me he encargado de eso... ahora solo hay que dejar que pase el tiempo y listo.
-¿Cómo lograste que el señor Malfoy se llevara a Draco? -preguntó Blaise mirándola fijamente- Dime... –Siseó con los dientes apretados.
-¿Quieres saber?... –Preguntó Pansy sonriendo con ironía- Bien... te lo diré... descubrí a Draco teniendo sexo con Potter en la sala de los menesteres, -Conforme la escuchaba, Blaise iba sintiendo que algo dentro de él se rompía, sin embargo, como buen Slytherin comenzó a sacar fuerzas de flaqueza haciendo que de su rostro ya no asomara ninguna emoción- Sexo salvaje... –Continuo Pansy- Estaban tan concentrados que no se dieron cuenta que dejaron la puerta abierta... no vi todo, pero vi lo suficiente para enviarle al señor Malfoy un pensadero con esos recuerdos.
-¡¿Qué hiciste qué?! -Exclamó Blaise sin poder evitar sorprenderse.
-Lo que oíste. –Respondió Pansy satisfecha de sí misma.
-¿Cómo pudiste hacerle eso a Draco?
-¿Preferirías verlo en brazos de Potter?
-Claro que no... Pero jamás haría lo que tú hiciste, -Respondió Blaise con firmeza- traspasaste los límites...
-Como buena Slytherin.
-No... Por gente como tú, todos piensan que Slytherin es de lo peor...
-No me vengas con tus moralismos ahora, Blaise... ¿de cuándo acá te interesa la reputación de nuestra casa?... además el punto es que hice lo correcto, Draco está fuera del alcance de Potter y eso me basta.
-Lo traicionaste, Parkinson... eso no se hace entre serpientes.
-Piensa lo que quieras, -respondió Pansy alzando el rostro desafiante- él es mío, y tengo todo el apoyo de la familia Malfoy, así que como podrás ver, mi querido Blaise... tengo el futuro asegurado con el hombre al que amo. –Concluyo Pansy dándose la vuelta y alejándose de ahí.
-Eso lo veremos Parkinson. –Pensó Blaise para sí mismo mientras la veía alejarse con paso seguro.
Mucho rato después, cuando Harry bajó a cenar, no vio a sus dos amigos, por lo que casi no comió, solo picoteó la comida para finalmente levantarse e irme a su habitación sin percatarse de que unos ojos marrones lo observaban fijamente desde la mesa Slytherin. Cuando llegó a su recamara, solo estaba Ron acostado con los brazos debajo de la cabeza con los ojos cerrados; titubeó un poco, pero al momento se sobrepuso, y sin decir nada fue al baño para prepararse a dormir; minutos después, al salir del baño, vio a Ron sentando en la cama con los codos recargados en sus rodillas y la vista clavada en el piso.
Para no presionarlo y también porque no sabía que decir, Harry fue a sentarse a su cama mientras sacaba una pijama de su baúl.
-eee... mmm... ¿estuvo buena la cena?... –Preguntó Ron sin mirarlo directamente.
-¡Sí!... –se apresuró a contestar Harry, sintiendo que lo había hecho demasiado rápido para su gusto, así que volvió a contestar ahora más calmado- Si, hubo pastel de riñón, tu favorito.
-Vaya, que mal... –Contestó Ron viendo sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo; con el alma en un hilo, Harry permaneció en silencio, dándole tiempo a su amigo de hablar- Harry... –Dijo finalmente Ron sin verlo a los ojos.
-¿Si?
-¿En verdad eres...? bueno... a ti...
-¿Me gustan los chicos? -Completo Harry.
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