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Esto pasa cuando... por Kokoro no Tenshi

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Notas del capitulo:

Feliz año!!!! *K-san se siente incómoda, siente decenas de pares de ojos mirándola* ehhhh no tengo perdón de kami-sama por haberme desaparecido tanto tiempo lo se, pero cuando una persona es tan enfermiza como yo y además de eso la inspiración decide marcharse sin avisar pues… sorry. No los molesto más con mis tontas palabras, por favor disfruten de la historia.

Ryuuzaki se sentía confundido. No sabía que se sentiría de esa manera después de escuchar esa confesión. Su corazón latía como loco. Tenía que encontrar a Watari para poder contactar a la policía y así arrestar a Light. Sabía perfectamente que era lo correcto por hacer pero sus estúpidos sentimientos estaban interfiriendo; le dolía… y mucho.

 

 

 

Al comienzo quería que Light fuese Kira, se iba a entristecer si resultaba lo contrario pero después de todo lo que ocurrió, el jueguito del aburrimiento… ahora se sentía un tanto dolido. Tal vez en lo profundo de su ser, el no quería en realidad que Light resultara un asesino…. Tal vez en lo profundo de su ser, el detective quería creer en el muchacho pero también sabía desde el principio que esos tal vez en lo profundo de su ser no lo iban a llevar a ninguna parte.

 

 

 

El tenía un trabajo que hacer, una misión y estaba a punto de alcanzarla a pesar de sus sentimientos.

 

 

 

Llegó a la oficina buscando su computadora personal, Matsuda y los demás detectives estaban tomando su almuerzo. Notó que Misa estaba llegando en esos momentos al edificio y Light salía a su paso para recibirla. Fijó su mirada en la pareja y activó el sonido; tomó un par de audífonos para poder oírlos sin que los demás lo notaran pero cuando estaba a punto de colocárselos sintió la mirada de alguien más puesta sobre él. Era la shinigami. Recordó las palabras que le dijo Light acerca de ella. No era que le hubiese creído totalmente pero tenia que ser precavido no vaya a ser el caso que en realidad la shinigami intentara algo en contra suya si él hiciese algo para encerrar a la rubia. Ryuuzaki regresó los audífonos a su sitio pero continuó observando a los jóvenes y pudo leer claramente los labios del universitario cuando pronunció la palabra “asesina” y acto siguiente abrazó a la rubia modelo.

 

 

 

-          Planea matarme – pensó el detective – No dejaré que me asesines tan fácilmente Light-kun, no, Kira

 

 

 

Sus ojos seguían firmemente clavados a la imagen de los dos muchachos abrazados fuertemente como manera de despedida que mostraba el monitor del computador mientras se levantaba de la silla y caminaba por la oficina para poder hablar con los demás hombres pertenecientes a la misión luego de haber enviado un e-mail.

 

 

 

-          Tengo que decirles algo muy importante

 

 

 

Todos  lo miraron atentamente. Pero antes que siquiera pudiese pronunciar palabra alguna, fue interrumpido por una reportera televisiva que comenzaba a dar un reporte especial urgente en ese mismo instante. Los detectives volvieron su atención al monitor en cuestión obviando por un instante lo que el pelinegro acababa de comenzar a decir y volcaron su interés en las palabras pronunciadas por la espigada reportera.

 

 

 

-          Tenemos reportes confirmados de varios asesinatos cometidos por Kira. Tres personas acusadas de asesinato en primer grado acaban de morir repentinamente de ataques al corazón. Del mismo modo, un ministro y dos empresarios reconocidos, quienes estaban siendo investigados por supuestos actividades fraudulentas,  malversación de fondos y enriquecimiento ilícito, fueron declarados muertos luego que inesperadamente comenzaran a confesar sus crímenes a gritos. La causa de sus muertes fue igualmente ataques al corazón.

 

 

 

-          Ryuuzaki… es Kira. Esta atacando nuevamente – dijo Soichiro rápidamente – ¡Rápido, comiencen a trabajar y a averiguar cuales son los enlaces entres estos casos!

 

 

 

El grupo comenzó a moverse y las sillas comenzaron a barajarse de una mesa hacia la otra mientras que los monitores de las computadores comenzaron a encenderse nuevamente mientras que él seguía allí, parado en su ya conocida pose, en el medio de la oficina tratando de adivinar en lo que estaba pensando el primogénito de los Yagami. Pero sea lo que fuese lo que estaba pensado aquel muchacho, él no iba a quedarse tranquilo esperando pacientemente a que algo sucediera. Se movió del sitio en donde segundos antes se había quedado pensativo y tomó su computador personal para poder comunicarse con Watari.

 

 

 

-          Watari – dijo luego de entablar la video llamada – esto va a terminar más temprano que tarde

 

 

 

Light estaba supremamente complacido: Misa hizo su trabajo a cabalidad. Hasta los momentos todo estaba saliendo de la misma manera en que él lo planeó. Ahora solo quedaba una sola piedra en su zapato pero él ya sabía como sacarla.

 

 

 

Ingresó a la oficina donde todos estaban trabajando frenéticamente. Todos menos él; Ryuuzaki, quien estaba sentado en su silla de la manera en la que acostumbraba, su dedo anular estaba transcribiendo una palabra al computador letra por letra, esta acción lucía más como si le tuviese asco al computador, como si la sola idea de ponerse en contacto al cien por ciento con el teclado de aquella laptop resultara repulsiva. A su lado descansaba una taza de té, el castaño imaginó que la susodicha estaba increíblemente azucarada y que además de eso el té se encontraba frio tal y como le gustaba al pelinegro. Éste ni siquiera se inmutó o siquiera volvió la mirada cuando el patriarca de la familia Yagami llamó a su primogénito y le pidió que se uniera al trabajo. Mantuvo la misma posición por un tiempo más.

 

 

 

Cinco muertes más y contando. Ryuuzaki no estaba haciendo nada fuera de lo normal, en realidad estaba bastante tranquilo.

 

 

 

Dos horas después de las primeras muertes anunciadas descubrieron que Kira estaba actuando de una manera peculiar puesto que solamente estaba asesinando a personas que estuviesen involucradas en casos que podrían fácilmente quedarse como casos sin resolver. Personas quienes estaban sindicadas de ser sospechosas de cargos criminales pero que no tenían pruebas incriminatorias en su contra. En resumen, casos que habían llegado a un punto muerto en su desarrollo. Y además de ello, tales casos eran tanto los más recientes como casos que tenían años enfriados dentro de un archivo dentro de las oficinas policiales. Y todos esos casos variaban, iban desde asesinatos, pasando por robos y asaltos sexuales hasta fraudes y enriquecimientos ilícitos.

 

 

 

Los detectives se acercaban más y más al meollo del asunto, a la verdadera identidad de Kira mientras que el ojinegro seguía escribiendo en su laptop algo que no permitía que nadie más viera. Light no tenía ni idea de lo que estaba redactando el detective pero tampoco le estaba poniendo demasiada atención a ello en esos momentos. Lo que más le interesaba en este momento era poder descubrir la verdadera identidad de este Kira y al hacerlo solo faltaría una sola fase de su perfecto plan para quitarse esa molesta piedra del zapato que interfería con su plan maestro. Dirigió su mirada hacia el pálido detective y observó como éste le daba un sorbo a su fría taza de té, volvió su mirada a los documentos que tenía en frente. Con su ayuda y su maravillosa inteligencia en menos de un par de horas tendría el nombre de ese nuevo Kira. Solo tenía que ponerle un poquito más de empeño y dejar de preocuparse tanto por Ryuuzaki.

 

 

 

 

 

-          Ryuk, ¿comprendiste todo?

 

 

 

El shinigami comprendió todo lo que el joven le explicaba, estaba demasiado interesado en la dirección que las cosas estaban tomando puesto que se había imaginado que la situación tomaría otro rumbo.

 

 

 

-          Que graciosos son los humanos – se dijo para si mismo – comprendido Light. ¿Estas seguro que esto es lo que quieres? Sabes bien que si le salvamos la vida podríamos divertirnos un poco más. Ustedes los humanos son tan interesantes, deberías pensarlo bien ¿sabes? Porque…

 

-          Ryuk – lo interrumpió el castaño – no le voy a salvar la vida. Será lamentable para algunos pero igual morirá y no hay vuelta atrás. Es una orden, Ryuk. Lo necesito muerto

 

-          Hasta donde yo se, no soy tu esclavo, Light – dijo tranquilamente el shinigami pero visiblemente molesto por lo anteriormente dicho por el muchacho. Su expresión había cambiado a una más fría y calculadora. Si el castaño estaba dependiendo tanto de él entonces no seria divertido para nada y era mejor entonces, eliminarlo y acabar con esto de una buena vez. Él no era esclavo de nadie. Ni siquiera del rey shinigami –

 

-          Lo se, pero si eres mi compañero en este juego ó cómplice como mejor te parezca – respondió el joven rápidamente tratando de retractarse de lo que había dicho; para tener al shinigami de su lado, lo mejor era no hacerlo molestar. Estaba a punto de cometer un error explosivo y solo porque estaba bajo presión. Esto antes no le había pasado… si no fuese por estar pensando todo el tiempo en él… –

 

-          Más bien me considero el sempiterno espectador ó fan numero uno de todo este teatro que has armado desde que recogiste mi cuaderno, Light – respondió el shinigami un poco más calmado –

 

-          Más que teatro, Ryuk… esto es una obra de arte… parecida a Otelo, Hamlet e incluso Macbeth

 

-          ¿De que estas hablando? ¿Quiénes son esos? – preguntó extrañado el shinigami –

 

-          Si de verdad existieron, como dicen algunos por allí, entonces deben estar en algún sitio en tu mundo, Ryuk

 

-          Sigo sin comprender – la cara que mostraba el dios de la muerte ilustraba a la perfección la incomprensión que sentía en ese momento –

 

-          No importa… ya no importa. Lo importante ahora es hacer lo que te digo que hagas y quiero que empieces ya porque no hay tiempo. Tengo que detener a Ryuuzaki

 

 

 

Mientras conversaba con el shinigami, una muda y rubia espectadora se encontraba totalmente confundida porque no tenia ni idea de lo que estaba pasando.

 

-          Light-kun ¿Qué pasa? ¿Por qué le estas dando todas esas indicaciones a Ryuk?

 

-          Misa, no es nada importante. Es solo para prevenir que suceda algo que te pueda poner en problemas más adelante. Sabes que le prometí a Rem que te protegería de cualquier manera ¿cierto? hasta de mí mismo tengo que protegerte y en cierta manera eso es lo que estoy haciendo

 

-          ¿Protegiendo a MisaMisa de ti? Aún MisaMisa no comprende

 

-          No importa Misa, con saber que con esto la policía te va a dejar tranquila y no seguirán pensando que eres una asesina entonces, todo esta bien.

 

 

 

La muchacha sonrió totalmente enamorada pensando que el amor de su vida la quería tanto como ella lo quería a él. Si, el amor nos vuelve idiotas.

 

 

 

Antes de despedir a la muchacha y al shinigami le entregó un sobre a la rubia y le dio expresas instrucciones de no abrirlo sino hasta después de cierto tiempo. Aún sin comprender un ápice de todas las cosas que su enamorado le decía, ella simplemente asintió y prometió acatar las órdenes del castaño. Éste sonreía deseando que todo saliera como lo había planeado.

 

 

 

 

 

El pelinegro continuaba tecleando en su laptop. No era que le tuviese asco a la computadora era simplemente que no le provocaba utilizar todos los dedos de sus manos, estaba bien transcribiendo de este modo. Además, era poco lo que tenía que escribir puesto que todo había estado listo desde hacía varios días. Solamente estaba a la espera de una clase de señal para poder enviar esas órdenes a Inglaterra y las mismas fuesen acatadas. En realidad la señal que estaba esperando ya la había recibido pero aun no había enviado el e-mail, al contrario, el susodicho continuaba mostrándose en el monitor de su computadora mientras seguía decidiendo si enviarlo o no. Sabía que tenía que hacerlo pero también sabía que al enviar ese e-mail todo acabaría.

 

 

 

En el referido e-mail estaba adjunto un conjunto de documentos en los que se detallaba plenamente cada una de las etapas que tuvo la investigación que aún estaba en proceso y que tenían como principal sospechoso al joven Yagami. Además de esto, se encontraba incluido el nombre del próximo sucesor de L para que continuara con su labor en caso de éste resultar muerto. Elegirlo era una tarea difícil pues los candidatos siempre son increíblemente buenos y a este sucesor le dejaba toda la información que él y su equipo pudieron recolectar, más los nombres de los sospechosos y por sobre todo, le dejaba los datos personales del culpable en cuestión.

 

 

 

Justamente eso era lo que estaba decidiendo si enviar o no. El documento que acababa de redactar donde dejaba fe de la culpabilidad del muchacho de cabellos castaños. Si se ponía a pensar en todo lo que pasaron juntos desde el mismo momento en que se encadenaron y de todo lo que nació entre ellos haya sido mentira o no, pues entonces no lo enviaría. Y en realidad estaba a punto de no hacerlo cuando recordó el juramento que hizo al tomar el lugar de L: juró utilizar todos los medios posibles para que los crímenes no quedaran impunes y los culpables pagasen su deuda con la sociedad.

 

 

 

Un valor renacido invadió su cuerpo y se recordó hacia años cuando comenzó a trabajar como L, ni siquiera tenia que recordar tanto… hace un par de meses tenía la misma misión, pero luego de experimentar lo que se sentía tener un cuerpo al lado, el calor humano, las caricias y el tener a alguien que le importas le trastornó un poco las ideas.

 

 

 

-          Seguramente – pensó – esto era lo que querías Light-kun, lo se, y lo lograste… pero no para siempre

 

 

 

Sin decir más presionó el botón que le permitía enviar el correo electrónico. Dentro de poco las cosas se pondrían en marcha por allá en Inglaterra.

 

 

 

Todos seguían emocionados siguiéndole la pista a Kira ya que estaba llevando a cabo acciones poco comunes en él, acciones que anteriormente no había cometido y que de una manera u otra resultaban de ayuda para los investigadores.

 

 

 

-          Probablemente se interesó más en los casos que casi siempre resultan engavetados como casos fríos por no tener más pruebas en contra de los sospechosos o por no tener sospechoso alguno. Justamente en este tipo de casos es en donde se enfocan las personas al juzgar el trabajo de la policía. Si Kira quiere ganarse la total fe de muchas más personas entonces se avocará a ese lado de la justicia para poder ganar más adeptos. Hasta Kira puede variar un poco de opinión después de todo – intervino Matsuda –

 

 

 

Los demás no estaban plenamente convencidos pero si le encontraban algo de lógica al comentario del muchacho.

 

 

 

Ryuuzaki se acercó a uno de los hombres, específicamente a Mogi, y luego de susurrarle algo al oído, éste salió del edificio con rumbo desconocido sin comentar nada al respecto. El pelinegro le había pedido que fuese en busca de la rubia modelo. Seguía sin confiar en lo que el castaño le había comentado pero era mejor prevenir. Por supuesto no le dijo esto a Mogi, solamente le solicitó la presencia de la modelo ya que tenía algo que comentarle. Si lo que le había dicho el universitario era verdad, entonces no podía dejar que la shinigami se diera cuenta que aun tenía sospechas contra la rubia.

 

 

 

Las muertes seguían ocurriendo y el pelinegro no le encontraba la lógica a lo que estaba tramando el universitario. Las personas continuaban muriendo pero al mismo tiempo tenía al muchacho en la misma habitación que él. ¿Cómo rayos lo estaba haciendo? ¿Lo hacía de manera telepática o era que ya lo tenía todo escrito con anterioridad en el cuaderno? Si, eso tenía que ser. No había otra manera. Y sus intentos por atrapar a este nuevo Kira eran solamente para despistarlo. Es probable que le dio instrucciones a la modelo para que continuara con su trabajo, he allí la razón por la que la mandó a buscar: quería asegurarse que la muchacha no fuese quien estuviera asesinando sin ton ni son. Pero, dada la posibilidad de que la joven y enamorada muchacha no fuese quien estaba detrás de los asesinatos entonces, era posible que un tercer cuaderno este en el mundo de los humanos y por ende un tercer shinigami estaba rondando por los terrenos de Japón libremente. Lo que lo llevaba a la conclusión de que ¡Yagami Light estaba intentando tener un segundo adepto alado en conjunto con el socio fanático! Por eso era que estaba tan interesado en tratar de encontrar a este Kira, para poder ponerse en contacto con él antes que la policía lo hiciese.

 

 

 

Un momento. Tenía que calmarse, esas eran solo hipótesis comprobables. Primero tenía que hablar con la modelo y ver como estaban las cosas con ella para poder desarrollar esa nueva teoría.

 

 

 

Ya se había comunicado con Watari y le había informado todo lo que sabía. También había recibido respuesta afirmativa desde Inglaterra. Solamente estaba esperando a ver que rayos estaba planeando Light, no era porque no lo quisiese arrestar era simplemente que todo aquello que le dijo en esa habitación había calado en lo más profundo de su mente. Tenía entendido que él no saldría vivo de este caso pero eso no significaba que si había una sola posibilidad de capturar al culpable y salir vivo de ésta al mismo tiempo entonces lo más seguro era que intentaría tener esa posibilidad de su parte.

 

 

 

“Es normal sentir miedo al cambiar un sueño por todo lo que ya se ha conquistado.

 

Pero no temas”.

 

 

 

Se sentía híper. Nunca dio por sentado que el pelinegro traicionaría sus principios pero no podía negar que dentro de si tenía un leve luz de esperanza en la que creyó hasta el final, esa esperanza que le susurraba al oído que si en realidad el mayor sentía algo por él apelaría a sus sentimientos y lo escogería a él por encima de todo lo demás. Lo que esa tonta esperanza no sabía era que el sentido de justicia del muchacho en cuestión era increíblemente elevado.

 

 

 

Los ultimátums habían salido a la luz.

 

 

 

Lo que aun no comprendía era el porque Ryuuzaki no había gritado a todo pulmón que él era Kira. En algo debe estar pensando para no hacer lo que siempre quiso hacer: desenmascararlo frente a todos.

 

 

 

Aunque para él, el que no lo dijese aun era un punto a su favor ya que de esa manera su plan seguiría marchando sobre ruedas. Sea lo que sea que estuviese reteniendo al pelinegro de decir la verdad esperaba que siguiese sucediendo para dejar que sus planes siguieran marchando en paz.

 

 

 

Pensaba en todo esto cuando sus ojos se abrieron de la impresión cuando vio ingresar a la rubia modelo a través de la misma puerta por la que había partido hacía no menos de un par de horas. La impresión solo duró un par de segundos. No podía darse el lujo de permitir que alguno de los presentes notara el cambio de expresión que experimentó y mucho menos que lo notara el ojinegro.

 

 

 

Ryuuzaki desapareció de la escena y se encerró en una habitación con la modelo, los demás detectives se sorprendieron grandemente cuando vieron a la joven entrar y hacían conjeturas acerca del porque de su presencia en el edificio. Por supuesto que tales conjeturas no les llevó mucho tiempo ya que las muertes seguían ocurriendo y a pesar de haber comenzado a actuar apenas unas horas antes, estaban muy cerca de averiguar quien era Kira de una vez por todas. Esta vez no se les iba a escapar.

 

 

 

Tan ocupados y entusiasmados estaban con la idea de atrapar al criminal más buscado en esos momentos que nadie le prestó atención al comentario que hizo Mogi acerca de Misa cuando la fue a buscar unos minutos atrás. La muchacha estaba actuando gracioso, según las palabras del policía, él pensaba que de repente estaba practicando para algún papel que le dieron en algún drama ya que sabía que la rubia, además de canto y modelaje, estaba incursionando en el mundo de la actuación. No le prestó mucha atención a esos pormenores. Después de todo, Amane-san siempre actuaba medio extraño.

 

 

 

Light estaba pendiente tanto de los avances con la identificación de Kira como de la conversación que pudiesen tener aquellos dos en esa habitación. Se encontraba inquieto en realidad, y no era el único puesto que la shinigami tenía los ojos entornados y en ocasiones dirigía una mirada asesina al castaño. Pensaba que algo malo estaba sucediendo con Misa y ya se estaba preparando para escabullirse de la oficina cuando el pelinegro regresó para ver como estaba marchando la investigación y para pedirle a Matsuda que le llevara una taza de te para poder entregársela a la muchacha.

 

 

 

Cuando los demás le preguntaron acerca del porque de la visita de la rubia él solo respondió que le estaba pidiendo que le autografiara el nuevo cd de la muchacha que había comprado con anterioridad ya que le había gustado mucho y en efecto, en sus manos se podía ver el cd de la joven. Eso dejo a los detectives con cara de no entender ni ápice de la personalidad del interesante muchacho pero siguieron trabajando. La shinigami sabía perfectamente que esa no era la verdadera razón de la visita de la joven pero decidió esperar un poco más y ver como se desarrollaban las cosas de allí en a adelante. Vio por el monitor como el pelinegro le alcanzaba una taza de té a la muchacha y siguieron conversando por un par de minutos más antes que el joven se disculpara y abandonara la habitación.

 

 

 

Watari regresó a la edificación e intercambió algunas palabras con el pelinegro. Todo fue dicho en voz baja, ni el castaño pudo oír bien el contenido de aquella conversación. A Watari le había llegado copia del e-mail que Ryuuzaki había enviado a Inglaterra unas horas antes y estaba al tanto de todo. Intercambiaban una mirada de entendimiento cuando una nueva muerte se anunciaba en el noticiero y los detectives alzaban sus voces una encima de la otra demostrando perplejidad pero al mismo tiempo alegría.

 

 

 

De acuerdo a la investigación que hacían, los asesinatos que Kira estaba cometiendo se enfocaban en casos  abiertos. Cotejaron los nombres de todos los fallecidos y encontraron algunas similitudes entre todos las victimas y una de ellas es que los involucrados habían sido llevados a juicio pero no se llegó a veredicto alguno por falta de pruebas por parte de la parte acusadora, además de que en varios de dichos casos un nombre en especifico aparecía en varios documentos. Decenas de llamadas telefónicas después, y decenas de búsquedas inmediatas en internet y en la base de datos de la policía después, llegaron a la conclusión que solo había una posible persona quien podría ser Kira.

 

 

 

-          … y no son ni Light-kun ni MisaMisa – comunicó alegre Matsuda –

 

 

 

Esas palabras lograron calmar definitivamente a la shinigami.

 

 

 

No había tiempo que perder. El equipo se dividió en dos comisiones que partirían a las locaciones en las que se encontraban los dos sospechosos esa misma noche. Ryuuzaki dio órdenes de que Misa-san se quedara en el cuartel como medida de protección. Todos estuvieron de acuerdo.

 

 

 

El castaño y el pelinegro estaban en el mismo equipo junto a Watari y Mogi. Mientras que en el otro equipo estaban Soichiro, Aizawa, Ide y Matsuda. El pelinegro no le quería quitar la mirada de encima al joven Yagami, quería estar al tanto de cada uno de sus movimientos para que en cualquier movimiento extraño actuar de inmediato. Watari tenía expresas instrucciones de atacar al muchacho si en algún momento éste atentase en contra de la integridad física del ojinegro ó de alguna otra persona. Sabían perfectamente que se encontraban en Japón y que no estaba permitido el hecho de llevar un arma de fuego consigo pero este era un caso especial, además, de llegar a usarse dicha arma seria en natural y plena defensa propia. Por lo que no habría problema alguno.

 

 

 

Ambos equipos iban en par de camionetas negras  cortesía de la amabilidad del pelinegro. A la máxima velocidad permitida se dirigían a sus respectivos puntos de acción.

 

 

 

Fue relativamente rápido, trabajaron duro, sin descanso y en equipo como siempre lo habían hecho desde que comenzó todo este embrollo de Kira pero hoy por fin las largas horas de trabajo estaban dando frutos. Luego de confrontar los últimos asesinatos de Kira entre sí, comprobaron que las victimas pertenecían a un grupo de casos sin resolver y que además un nombre en particular se repetía con insistencia en dichos casos y era el nombre de un fiscal.

 

 

 

Dicho fiscal era conocido como un abierto fanático de Kira, ya que había aparecido constantemente en los programas especiales puestos al aire por el canal Sakura tv. Siempre participaba en debates acerca de la verdadera intención de Kira y si su filosofía era buena o no. Constantemente defendía a capa y espada al nuevo Dios: Kira-sama pues le daba a los criminales lo que se merecían: la muerte. Era una persona que perdía los estribos de manera rápida siempre que el asunto involucrara a alguien que no compartiera su punto de vista. Por lo tanto los detectives fueron a su encuentro tanto armados como protegidos. Aunque quien estaba más armado que los demás era por supuesto, Watari.

 

 

 

De acuerdo a las averiguaciones, el fiscal en cuestión, trabajaba en un bufete de abogados muy reconocido en la ciudad de Kanto y trabajaba hasta las cinco en punto de la tarde. Los hombres se dirigían a ese bufete en cuestión.

 

 

 

A Mikami le parecía un tanto extraño que el shinigami que le dio aquel fabuloso cuaderno no parecía ser del tipo colaborador. Solamente que cuando apareció luego de él haber recogido aquel extraño cuaderno del suelo, el shinigami le participó que ahora el fiscal estaría ayudando al Dios Kira a crear un nuevo mundo mientras él se ocupaba de una piedrita en el zapato que tenía desde hacía un buen tiempo. Se imaginó de inmediato que el shinigami se refería al famoso detective L, pero no quiso decir nada al respecto. Se encontraba demasiado contento con la posibilidad de ayudar a su ídolo por lo que comenzó a juzgar sin perder tiempo y sabía perfectamente a quien comenzaría a asesinar: los culpables de todos aquellos casos sin resolver en los que de una u otra manera había participado. De esa manera, su Dios estaría más que contento al darse cuenta que él, Mikami, estaba deshaciéndose de una escoria como esa. Y así continuó juzgando sin cesar, sin imaginar ni un segundo que su “diversión” solo le duraría pocas horas.

 

 

 

 

 

Ambas camionetas llegaron al lugar del encuentro: el bufete donde trabajaba Mikami. Estacionaron ambos autos un tanto alejados el uno del otro para no crear sospecha mientras que un miembro de cada equipo bajaba a hacer reconocimiento del área. Ryuuzaki se encontraba a la expectativa, se preguntaba con que saldría ahora el muchacho una vez hayan capturado a este fiscal. ¿Lo culparía de todo y negaría cualquier nexo con Kira y sus asesinatos? Los demás no sabían que esto no era cierto pero Watari y él sí lo sabían. Y de suceder eso que se estaba imaginando, estaba completamente seguro que él trataría de cualquier forma inculpar al universitario. Sin importar lo que tuviese que hacer, el verdadero Kira tenía que estar tras las rejas o bajo tierra.

 

 

Notas finales:

Como ya saben este es el capítulo final de mi historia, pero lo he dividido en dos partes puesto que mi escurridiza inspiración se tomó otras vacaciones y pues… de pana q el cerebro no me daba más para la historia. No se porque se me ha hecho tan difícil plasmar en las hojas todas las ideas que tengo en mi mente.

 

Light: Como así q dejaste el capitulo sin terminar?

 

K-san: Es que si seguía haciendo esperar a los lectores, imagínate, me iban a matar en serio

 

Light: Bueno, eso no seria tan malo

 

K-san: Tu como que quieres morir de verdad en mi historia muchachito

 

Light: No serás capaz de matarme

 

K-san: Eso crees? No me retes, perfectamente puedo hacer que Ryuk repita las acciones que realizó en el manga y en el anime así que no me provoques

 

Light: ¬¬’

 

 

 

Ya que este ser se ha callado al fin, continuo con lo que estaba diciendo. Discúlpenme por mi desaparición, MUCHAS GRACIAS a todos los que me han dejado mensajes tanto en amoryaoi, como en fanfiction.net, youtube y facebook. De pana me alegra mucho leer sus mensajes y responderlos también, me animan bastante hasta esos donde me amenazan de muerte. Esos son los que me dan miedo y me hacen trabajar jajaja. Nos vemos en la parte final del capítulo. Ja ne!

 

 

 

 


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