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EN CAMBIO NO por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, sé que suena a excusa, pero he estado enferma estos días, sí, algunos días, por eso no he aparecido tan a menudo como quisiera, pero bueno, aquí un new capi de este fic, espero les guste ^-^
Capítulo V


Cuando estás tan cerca de poder alcanzar tu mayor sueño, hay veces en que éste se evapora y sólo nos queda su aroma, su perfume, su viveza. Dicen que los sueños son sueños, pero para poder alcanzarlos, se requiere más que la simple intención… más que el deseo… tiempo y la disposición.


Ahora que estoy a punto de perder a la persona que amo… no soy capaz de sentir absolutamente nada más que miedo.


Saber lo pequeño que soy ante las circunstancias… lo grande que es la incertidumbre… me carcome por dentro.


Parece ácido en la piel.


Sólo quería huir. Huir de mi mismo y de todo aquel que me persigue. De todos quienes sepan mi nombre o me conocen de alguna manera.


¿Por qué no lo entienden?... tengo entre mis brazos al ser más importante de mi vida… quien no reacciona a mis llamados, quien no habla…


¿Cómo podré tocar el piano, si tú no estás conmigo?...


En cada rincón de mi mente, puedo verte sonreír… oír claramente tu voz…


Puedo recordar, el torpe movimiento de tus dedos sobre las teclas del piano… el de un aprendiz que descubre por primera vez desnudar su alma.


Que no he hecho yo a lo largo de mi carrera más que eso… desnudar mi alma.


Pero en el fondo, siempre estaba vacío. Carente de emoción. Sólo soledad.


Por eso esa noche, lloraba no por mi falta de talento o por los pocos aplausos del público… lloraba porque no tenía nada que entregar.


Si veía mi reflejo en el espejo, sólo veía a un tipo vestido con un traje elegante.


No había vida en mis ojos, ni calidez en mis palabras… nadie en quien preocuparme excepto por llenar auditorios y hacerme cada vez más famoso.

Sólo esperaba hallar a esa persona. Alguien en el cual pudiera confiar, creer, vivir.


Compartir más que un simple autógrafo.


Firmar más que un simple disco.


Wolfram despertó de su sueño.


El suave eco de su voz, resonaba dentro de la habitación.


“Quédate”


La melancolía era su fiel compañera. Tan complaciente y triste. Si tuviese mi rostro, sería ese reflejo que el espejo de su habitación le mostraba.


No importaba cuánto tiempo pasara. La herida no cicatrizaba. Ardía. Sangraba. Como un agujero que nada lo puede llenar.

Ni siquiera la música que tanto amaba.


El hilo del destino que nos unía se ha cortado. Lo puedo ver en mi dedo. Se rompió aquel día.


Los días siguen pasando. Mientras tú sigues ausente.


“Quédate conmigo”.


Le abrazó con fuerza.


Quédate…


¿Cómo sería un mundo sin él?...


No podía concebirlo.


Eso era lo único que pensaba, mientras le llevaba hacia el hospital más cercano.


Mientras observaba las gotas de sangre que iba dejando en el camino… el solo hecho de que él estuviese en esas condiciones… ¿qué más podría hacer?


-Ya vamos a llegar… falta poco- repetía una y otra vez a un inconsciente Yuuri.


Varias veces en el camino, tuvo que detenerse. El peso del cuerpo de su amante y el cansancio de la carrera de antes le pasaban la cuenta. No era el momento de ser débil.


Yuuri, quédate conmigo…


Hasta que sus súplicas fueron escuchadas. Al mirar hacia su costado derecho, vio la fachada de un hospital.


Se apresuró en llegar allí y apenas entraron, las enfermeras le quitaron a Yuuri de sus brazos.


Wolfram vio cómo se llevaban a su amante a una habitación a la cual no podía entrar.


El pecho se le oprimió. Era tan intenso el dolor y la angustia que se apoderaba de él.


Vio sus manos… estaban impregnadas con la sangre de Yuuri. Su ropa, todo le recordaba aquella imagen grotesca de maltrato.


¿Qué debería hacer?...


Miraba su alrededor. Todos le miraban espantados.


Yo… yo…


¿Es mucho pedir que te quedes conmigo?...


Fue hacia el baño más cercano. Se lavó varias veces las manos hasta que la sangre desapareció…


Su ropa todavía conservaba la evidencia.


Yuuri…


Wolfram, ¿puedo quedarme contigo?


Algo dentro de mí se removió. ¿Puedes ver mi figura bajo esta oscuridad?


No tengo fuerzas para seguir. Estoy perdido en este mundo. En su dulce manto. Unas manos acarician mi rostro. Son tan cálidas.


No sientas culpa. ¿Podrías abrazarme?, sólo abrázame.


Déjame permanecer allí. Déjame oler tu aroma.


Quisiera enredar mis dedos en tus cabellos rubios… pero mis dedos no responden mi llamado.


¿Puedo quedarme junto a ti?... aunque no pueda volver a tocarte… aunque no puedas escucharme tocar el piano.


Saboreamos la felicidad y nos embriagamos con facilidad.


Tengo miedo.


Tenía mil cosas que contarte. Pero hoy no.


Está bien si te quedas a mi lado…


Si todo esto fuese una brutal pesadilla, no quisiera despertar de ella. No quiero huir.


Pero… tengo miedo.


Parece que sólo hemos acarreado la venganza y el dolor en nuestros hombros… si es tan doloroso estar juntos, lo mejor es separarnos aquí.


Ya sabes que todo artista tiene su inspiración depositada en algo.


Tú eres mi música. El piano es sólo un compañero fiel que ha estado conmigo durante muchos años.


Sin embargo, cuando te veo, cuando te hablo, cuando respiras el mismo aire que yo… te conviertes en mi instrumento… así, con mis manos y mi alma que abarca cada nota, tus dulces sonidos son mi interpretación.


Eso absolutamente nadie podrá quitármelo, jamás.


Bajo la estrepitosa lluvia,
Elevamos nuestros deseos,
A un ocaso que no podemos alcanzar.


En el gran abanico de los juramentos,
Hay uno en tu cabello,
No puedo leerlo,
Ya que mis ojos están vendados.


Apenas puedo ver tu rostro…


El tiempo se nos va de las manos,
Sin poder detener esta carrera,
Aventureros que persiguen su deseo,
Uno que no ha sido escuchado, proclamado o aceptado.


Simplemente no me ames por compasión,
En cambio no,
No quiero escucharte,
No mires el ser en que me he convertido,
Cualquier cosa que digas… la creeré,
Aunque sea una mentira.


Wolfram abandonó el hospital para ir a la casa de Yuuri y avisar del accidente.


El eco de la mamá de Yuuri todavía permanece dentro de mis oídos. Al igual que la ira de su hermano mayor.


…l tiene razón. Si yo no me hubiera acercado a él, nada de esto estaría pasando.


Por favor, rompe la ilusión que tengo de ti en mil pedazos y deja que mi música la repare por ti.


Cariño mío, ha llegado el momento de partir.


¿Vivir?... ¿a qué le llamas vivir?...


Si todavía queda algo de aire en mis pulmones, debería seguir forzándome y retenerlo…


Si un gramo de vida me queda, ¿debería aceptarlo?...


¡Wolfram!


Yuuri abrió los ojos. Sólo estaba el clásico techo de hospital. Con las clásicas persianas que jamás abren.


Se sentó en la cama y vio sus manos que permanecían vendadas.


Recordó al instante, cada palabra y cada herida.


Y las imperantes súplicas de ese chico rubio, que le había arrastrado a su mundo de notas, acordes e interpretaciones.


Yuuri miró a su madre y luego a su hermano. La preocupación, se convirtió en alivio y éste en ira.


Para ese entonces, Wolfram tenía hecha su maleta. Una serie de conciertos fueron programados por su representante. Debía partir en ese mismo instante.


No importa dónde esté, porque vives dentro de mí…


Continuará…
Notas finales: nos leemos, cuídense, besos, bye bye ^-^

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