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Harry Potter y el Fénix dorado por Shiochang

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Harry Potter y el Fénix dorado

Primero que nada, quiero hacer una advertencia, el mundo de Harry Potter le pertenece a J. K. Rowling y a mí sólo me pertenecen las ideas.
Una advertencia antes de comenzar a leer, contiene algunas cosillas que pertenecen tanto al quinto como al sexto libro, no es spoiler ya que no es gran cosa, pero aquellos que si leyeron el libro comprenderán de qué se trata.

El fundador de una de las casas

Al final del examen todos los alumnos de séptimo año se reunieron en el comedor, era la hora de cenar y ya habían rendido cuatro de los "terribles exámenes", casi todos se quejaban de lo mismo, el haber llegado al final del mismo y no haber encontrado la puerta, sólo tres de ellos, aparte de Harry, lo habían logrado: Hermione, Ron y Draco, sólo que ellos se vieron enfrentados al espejo de Oesed y no supieron qué hacer para salir.
- Quiero felicitar a los alumnos que ya han rendido sus primeros exámenes, que las notas les alcancen para lo que quieren ser al terminar el colegio - dijo Dumbledore sonriendo - y debo decirles que tengo el agrado de presentarles a un gran mago, él se quedará con los alumnos de su casa, Godric Griffindor - este entró en el salón como una luz blanca y sonrió al pararse frente a Dumbledore antes de quitarse la capucha y volverse hacia los estudiantes.
- Es demasiado joven para ser el fundador - decían algunos.
- ¿Lo notaste? Es igualito a Potter, sólo tiene el pelo largo - decían otros.
- Es demasiado ¿por qué siempre Griffindor? - dijo un Slytherin.
- También tengo el agrado de informarles que el Profesor Severus Snape está de regreso con nosotros - un aplauso cerrado saludó al profesor que se quedó de una pieza al ver el entusiasmo de todos los alumnos - aunque el joven Jeremy Potter seguirá con nosotros, en especial con los de séptimo año.
- ¿Nos va a seguir torturando? - se quejó Ernie McMillan desde su mesa.
- Bueno, es hora de cenar ¡Buen provecho! - les dijo y todos comenzaron a comer mientras conversaban animadamente y miraban de vez en cuanto a Godric Griffindor que charlaba amenamente con todos los presentes.
- Se ve muy joven para ser uno de los fundadores del colegio - sentenció Hermione - ¿Y si nos está mintiendo?
- Es Godric Griffindor - le dijo Harry divertido - lo sé porque me ha estado enseñando todo lo que sé en este tiempo.
- Pues se te parece mucho - dijo Colin.
- Es muy guapo - agregó Ginny - se te parece muchísimo.
- Después de todo es mi ancestro, aunque me parece que papá se le parece más que yo - sonrió al ver que ni él ni Lucius estaban en la mesa.
- ¿Por qué habrá conservado Dumbledore a Jeremy en el colegio si nosotros estamos por terminar las clases? - dijo Ron y se metió un muslo de pollo a la boca - es extraño.
- Para protegerlo, supongo, aunque él y Snape ya dieron pruebas de saber cuidarse muy bien solos.
- Si Snape regresó, es que completaste tu entrenamiento ¿verdad?
- Sí, la última parte del práctico de DCAO me dio como resultado ser el nuevo brujo blanco - dijo bajando la voz - pero necesito su ayuda.
- Eres el mago más poderoso... - empezó Hermione.
- Tal vez lo sea, pero dentro del colegio hay aprendices de Mortifagos y si averiguan algunas cosas, pondrían en serio peligro a mi familia y es algo que no quiero ni puedo permitir - le dijo decidido - debemos descubrirlos antes que consigan sus objetivos.
- Oye, Harry ¿dónde está tu adorado esposo? - le dijo Ginny mirando con curiosidad hacia la mesa de los Slytherin - y tampoco está su padre.
- Seguramente se quedaron conversando en la habitación - dijo pensativo - mientras él esté allí, estarán a salvo - dijo en voz baja.
- ¿A quién te refieres? - le dijo Hermione mirándolo intrigada, de un tiempo a esta parte Harry había estado ocultándole muchas cosas.
- Ya lo sabrás, a que sí - sonrió sin explicar nada - mejor me voy a mi habitación, de seguro no se la puede con dos embarazados.

James miraba a Lucius divertido, se había molestado cuando Draco le había comenzado a interrogar sobre sus gustos y si era verdad de todas las travesuras que había llevado a cabo en su época escolar. Al parecer a su amado no le gustaba recordar esas cosas, en especial porque más de una vez había sido victima de una de ellas.
- Recuerdo una en especial - sonrió con el recuerdo - era una poción bastante sencilla, pero un error y dejaría la escoba ¿la recuerdas, Lu?
- Cómo no voy a acordarme si me reventaste el caldero - le dijo molesto.
- ¿Por qué estalló? - lo miró Draco intrigado.
- Bueno. Lucius me había estado ignorando hacía varios días, así que decidí el mejor momento de mi venganza, nadie podía ignorarme, si, era un presumido, pero estaba molesto - suspiró - Slughorn ordenó la preparación de la poción para camuflarse, se supone que tiene casi el mismo efecto que el encanto camaleón, pero yo me adelanté hacia él y al pasar junto a Lu, le solté el cabello y uno de ellos cayó en el caldero - se rió - fui el único que se salvó del efecto, todos, hasta el profesor quedaron con parte de la poción en sus cuerpos.
- Por tu culpa mi cabello se puso negro por más de un mes.
- Y Snape tenía el cabello casi blanco - se siguió riendo - Sirius lo tenía de un extraño rojo y Remus de un color celeste fosforescente.
- Eras fatal, papá - le dijo Harry entrando en la habitación - pero te pillaron ¿no? - le dijo intrigado.
- Hubiese sido un milagro que no, ya que fui el único que se salvó - sonrió - pero no podía contarse como travesura porque nadie me vio tomar la cinta del cabello de Lucius, por lo que el castigo fue muy leve.
- ¡Pero si andabas luciéndote con mi cinta!
- Cierto, la tenía amarrada al mango de mi escoba en el partido contra Slytherin - dijo soñador - recuerdo que su buscador se burló de ella y le dije que era de la persona más bella de todo el colegio, su furia fue instantánea, pero me preguntó de quién, así que le dije que tú me la habías dado.
- Así que aparte de malo, mentiroso - le dijo Lucius, pero en sus mejillas había un sonrojo complacido - ¿me considerabas la persona más bella del colegio?
- Por supuesto - le sonrió abrazándolo - pero el tipo enfureció y trató de arrebatármela botándome de la escoba, lo esquivé y me dediqué a perseguir la Snitch por el campo, claro que le decía cosas, como por ejemplo lo que iba a conseguir de mi musa cuando cogiera la snitch y de la bien que nos la íbamos a pasar el fin de semana escondidos por allí solitos - se rió - le hubieses visto la cara cuando vino hacia mí con toda la intención de pegarme, si no hubiese sido por la snitch, me mata.
- No me parece gracioso - le dijo el rubio - pudiste dañarte seriamente.
- ¿Cuántas veces terminé en enfermería? - sonrió - unas diez o doce veces al año, no estoy seguro, quizás hasta más - se encogió de hombros.
- Así que Harry lo heredó de usted - le recriminó Draco.
- ¿Me vas a decir que eres tan propenso a los accidentes como yo?
- Y soy un imán de problemas, creo que a la cuarta - le sonrió abrazando a Draco sentándose en el sillón al frente de los adultos - estoy al menos tres días en la enfermería cada mes, creo que en primer año estuve más de 2 semanas en enfermería.
- Pero nunca has hecho lo que hacían ellos.
- Pues si no consideras que en segundo año le robamos a Snape los ingredientes para la poción multijugos - sonrió - o que en tercer año fue a Hogsmeade sin permiso, o que en cuarto...
- No quiero saber - dijo Draco mirando la puerta.
- ¡Quiero saber del torneo de los tres magos! - le dijo James - Godric dijo que él participó una vez cuando se instauró, para furia de Slytherin, y lo ganó.
- No me agrada mucho recordarlo - le dijo Harry avergonzado.
- Pero yo quiero saber más de ti, me perdí la mayor parte de tu vida.
- De acuerdo - suspiró - en cuarto mi año fui por primera vez a las mundiales de Quidditch y conocimos a Barty Croutch, allí se aparecieron los motifagos - miró a Lucius - y fue convocada la marca tenebrosa con mi varita. Después regresamos al colegio y nos enteramos del famoso torneo, llegaron los estudiantes del último curso de Drumstang y de Beauxtons, así que fue sacado el cáliz de fuego, frente a este había una línea de edad, no se podía pasar con poción envejecedora, así que no intenté participar. La noche en que el cáliz decidió a los campeones salieron tres nombres del cáliz del fuego, dieron por finalizada la elección, pero apareció un cuarto, el mío. Desde ese momento fui el cuarto campeón, tuve que enfrentar a un dragón para quitarle un huevo mágico que me ayudaría a descubrir lo que tenía que hacer en la segunda prueba, esta consistía en rescatar a mi prenda del fondo del lago negro en una hora, pero yo no podía dejar que Gabrille se quedara allí.
- La chica no se iba a morir - le dijo Draco.
- ¿Qué sabía yo en ese momento? Me habían dicho que muchos habían muerto en ese famoso torneo - replicó - salí con Ron y ella a la superficie y luego me sentí idiota, pero ello me valió el segundo lugar y le empaté el puntaje a Cedric Diggory para la última prueba - bajó la mirada - nos tocó entrar en el laberinto mágico que Hagrid creó para nosotros, luché con todo lo que pude, salvé a Fleur, desmayé a Krum y ayudé a Cedric, pero el pobre murió luego de tomar la copa - se miró las manos - si yo no hubiese insistido en que ambos ganáramos juntos, él no habría sido trasladado conmigo a aquel cementerio ni hubiese muerto a manos de Voldemort.
- Esa fue la noche que él regresó ¿no?
- La copa del torneo era un traslador, llegué al cementerio donde estaban los restos del padre de Voldemort, con una magia muy antigua, una "joya de la magia negra", según él dijo, regresó tomando un hueso de su padre a la fuerza, carne de un vasallo entregada por voluntad propia y mi sangre tomada a la fuerza también. Fue horrible, desde que me marcó como su igual sentía muy bien cuando estaba en estado de fuertes emociones, la terrible ira o la profunda felicidad me hacía daño. Regresó en todo su poder y trató de matarme, pero nuestras varitas se conectaron y obligaron a la suya a vomitar en sentido inverso los últimos conjuros.
- Y tú estabas allí, en ese cementerio - le dijo James a Lucius molesto.
- Era un mortifago, si no iba, me mataría y a toda mi familia.
- Vi aparecer el espectro de Cedric, de un anciano Muggle, de Berta Hopkings, de mamá y el tuyo - sonrió - me dieron tiempo de escapar y poner al mundo alerta sobre su regreso.
- Si, Voldemort estaba furioso, los pocos que estábamos a su alrededor tuvimos que evitarlo, cualquier cosa lo sacaba de quicio y te ganabas una larga sesión de torturas.
- ¿Y en quinto año? - lo miró preocupado.
- Bueno, el ministerio no me creyó que él había regresado y menos lo que vi en ese cementerio, así que una de las cercanas al ministro me mandó un par de dementores para provocar mi expulsión, lo que le salió por la culata porque hubo un testigo de los acontecimientos y me salvé.
- Si, me convocaste para salvarte y salvar a tu primo, que debo decir es lo más antipático que hay - le sonrió.
- ¿Cómo que te convocó? - le dijeron sorprendidos los dos rubios.
- El siempre estuvo conmigo, sólo que no se podía hacer presente excepto cuando convocaba a mi patronus - explicó Harry.
- Así fue como me enteré de lo de Sirius, después de todo lo salvé esa noche de los dementores.
- Y yo que pensé haberte visto de pie del otro lado del lago cuando en realidad era yo - sonrió Harry - de todas maneras me habías salvado, pero no como yo había pensado.
- Me alegra haberte sido de utilidad, quizás no conseguí evitar que él te marcara y te hiciera la vida miserable por largos dieciséis años, pero siempre puede acompañarte - se puso de pie y se agachó a su lado - ¿recuerdas aquella vez que Petunia te rapó? Te veías horrible y llorabas mucho, así que desperté tu magia e hice que el cabello te creciera, o esa vez que Dudley te perseguía con sus amigotes y saltaste hacia el techo, también fui yo, claro que pronto tu magia apareció por si sola, claro que lo de la serpiente no me lo esperaba - sonrió.
- ¿Qué serpiente? - le dijo Draco.
- Verás, antes de saber que era mago, mis tíos me llevaron al zoológico, allí estaba mi primo molestando a una serpiente, así que me puse a hablar con ella y me contó que había crecido en cautiverio y que le encantaría conocer Brasil, mi primo la vio moverse y me lanzó lejos, sin quererlo hice desaparecer el vidrio y él cayó dentro mientras la serpiente escapaba dándome las gracias, luego el vidrio volvió a aparecer con él adentro.
- Y en segundo año nos asustaste a todos hablando parsel.
- Esa fue una cualidad que Voldemort le traspasó al marcarlo como su igual - le dijo Godric apareciendo entre ellos revolviendo el cabello de su descendiente - creo que jamás pensó que un bebé tuviera tanto poder, por eso le echó la culpa a su madre de su fracaso.
- ¿Qué quieres decir? Lily se sacrificó por amor.
- Si, pero no fue lo único que salvó a Harry.
- Así que Voldemort eligió al bebé acertado - dijo Lucius.
- Si, pero fue muy idiota - le dijo Godric - por haber sido marcado como el siguiente brujo blanco, él estaba protegido de cualquier ataque que atentara contra su vida, claro que sin el sacrificio de Lily él habría perdido su magia por completo, pese a que sobre él estaba la magia de varias generaciones de Potter, pero era demasiado pequeño para asimilar tal magia.
- Así que hasta el mago que se dice el más poderoso puede ser un idiota - dijo Lucius divertido.

Harry miró el salón casi vacío esa mañana, era el quinto examen y ya sólo le faltaban dos, pero este era el escrito de pociones y allí sólo había 12 alumnos a los que Jeremy animaba con una sonrisa. Se sentó frente a uno de los escritorios y esperó que el examinador les entregara sus cuadernillos, estaba totalmente seguro que ellos iban a conseguirlo, en especial Harry y Draco, aunque debía admitir que Blaise también era muy bueno en ello.
- Pueden empezar a contestar - dijo el hombre mayor dirigiéndose a la mesa donde estaba Jeremy.
Harry miró las preguntas y no se sorprendió al ver lo que le pedían, ciertamente la poción que su hermano le había enseñado hace un par de meses estaba allí, pese a que esta jamás estuvo incluida en los temarios de la clase de pociones, quizás aquel era el truco por el cual en mucho tiempo no habían ingresado a la academia de aurores directamente del colegio si creía lo que Tonks le había contado. Claro que ella no era un gran ejemplo, era un poco torpe, pero debía tener muy buena cabeza sí lo había conseguido. Decidido, comenzó a responder extensamente las preguntas, esta vez nadie le iba a quitar el gusto de igualar a su madre con las mejores notas de pociones.
Todos estaban cabeza gacha contestando cuando una suave brisa se coló pon el costado de salón haciendo volar las hojas de los estudiantes más cercanos y Harry vio aparecer en el reglón superior de la prueba una palabra "CUIDADO", la que desapareció de inmediato y se preguntó a qué debía de estar alerta ahora con lo que apareció una nueva palabra: "DRACO", aquello si lo alertó, su esposo estaba sentado junto a la puerta muy concentrado respondiendo su examen como para percatarse de cualquier peligro potencial. Miró su propio examen y lo dio por concluido, jamás antes había escrito tanto antes acerca de pociones, por lo que este tenía que ser mejor que el de los TIMOS, lo cerró y se lo entregó a su examinador antes de voltearse y ver que una sombra negra se cernía sobre la rubia cabeza de su esposo.
- ¡Tempus! - gritó deteniendo el tiempo y corrió junto a su esposo cambiándolo de lugar - ¡finite incantamen! - Y la sombra desapareció sobre el lugar en el que antes había estado el rubio. Casi al mismo tiempo se apareció allí Godric Griffindor preocupadísimo.
- Un ataque de magia negra - le dijo a Jeremy y caminó hacia donde Harry abrazaba a su esposo con fuerza - están bien ¿verdad?
- Sí, pero otra vez han roto la magia del castillo - le dijo Harry soltando a Draco - y si lo atacaron a él ¿no será posible que también ataquen a Lucius?
- Es más difícil que lo ataquen a él - negó con la cabeza - en especial si no saben con certeza donde se encuentra, en cambio Draco es más vulnerable porque él se mueve por el castillo y se sabe donde pueden ubicarlo.
- Sea quien sea el maldito que esta ayudando desde dentro, lo voy a descubrir y le va a ir muy mal con la ira de los Potter.
- Tranquilo - le sonrió - Draco ¿has terminado tu examen?
- Sí, iba a entregarlo cuando Harry me abrazó, ni cuenta me di cuando me tenía en este rincón - le sonrió el rubio enderezándose para entregar su cuadernillo - espero que no me ataquen de nuevo.
- Señor, no debe interrumpir a los alumnos durante un examen - dijo el examinador saliendo finalmente de su estupor.
- Bueno, si ya me voy - le dijo dándole una sonrisa que lo hizo estremecerse - vamos, chicos, para que los demás concluyan tranquilos - le hizo un gesto a Jeremy y salieron del comedor - es muy molesto, ese malvado Slytherin dejó muchos resquicios por donde puede pasar la magia negra, pese a todos los conjuros que pusimos los demás fundadores.
- Sé que no es de mi incumbencia - le dijo Draco tomado de la mano de Harry - pero ¿por qué se inició toda esta rencilla?
- Slytherin estaba demasiado obsesionado con los magos de sangre pura hasta la sexta generación y los había muy pocos en ese tiempo, fue por eso que los demás quisimos abrirnos a los demás, incluso en escoger pareja era quisquilloso, Rowena y Helga eran las únicas brujas de sangre verdaderamente pura que había en nuestro circulo, pero ellas no eran del gusto de Salazar, él quería el fuego que decían tenía el fénix, así que se fijó en mí.
- Así que también tuvo las suyas - dijo Harry.
- Por supuesto, pero él no me gustaba a mí, yo estaba por casarme con Antoinet Malfoy - y vio a Draco asombrado - sí, ella era veela y era muy dulce, pero él no soportaba aquella relación, yo era un mago de sangre pura y no podía casarme con semejante criatura, así que me secuestró y le hizo creer a ella que yo la había abandonado y a mí que había sido violado - suspiró - supongo que sabes que su descendiente era capaz de crear recuerdos falsos en las mentes, pues bien, le viene de él - caminó y les abrió una puerta que ellos nunca habían visto y entraron a un jardín bellísimo - en ese tiempo creé esta salón del paraíso para relajarme y unos días después conocí a la que en definitiva iba a ser mi esposa, Salazar se enfureció porque ella era media sangre y era muy bella, así que me maldijo diciendo que mi sangre y la de los veela descendientes del unicornio se atraerían incansablemente por muchas generaciones provocando el odio interminablemente, pero después pareció aplacarse cuando se casó con Bereza Black.
- ¿Los Black están emparentados con él?
- ¿Por qué crees que por siglos fueron sólo Slytherin hasta tu padrino? - sonrió - y los Malfoy pasaron a formar parte de su casa cuando el varón de la familia empezó a estudiar aquí, él quería vengar la deshonra a su hermana.
- Pero ¿cuándo empezó realmente el problema?
- Cuando mi nieto entró a estudiar, quizás su padre era mago, bastante bueno, debo decirte, pero autodidacta dado que él era hijo de padres media sangre, o sea no era de sangre pura. Sin embargo Harry suplía con creces su falta de método con magia verdaderamente pura y entrega.
- Y entonces fue que Slytherin quiso casarlo con su hija ¿no?
- Sí, a él le tomó mucho tiempo tener un descendiente, pero cuando su mujer se embarazó tuvo una niña y luego murió, nosotros pensábamos que su mal genio se debía a la terrible pérdida y que no fuera el varón deseado, pero era porque yo me veía feliz con mi familia. Después que Harry se casara con Ginebra Artons todo se desencadenó y se enfureció, construyó la cámara secreta, encerró allí a su monstruo y desapareció.
- ¿Ginebra? - dijo Draco exaltado - ¿cómo era ella?
- Una dulce pelirroja de ojos verdes - lo miró preocupado - ¿por qué?
- La madre de Harry era pelirroja y de ojos verdes, y la bruja con la cual anduvo el año pasado es pelirroja y se llama así - contestó.
- Bueno, en la familia nos suelen llamar la atención las pelirrojas, mi esposa también lo era.
- ¡La voy a matar si vuelve a mirar a mi Harry!
- No es necesario que exageres - le sonrió este divertido acariciándole una mejilla - pero cuéntenos cuando empezó la pesadilla fénix veela.
- Bueno, creo que fue el hijo mayor de Harry el primero en encontrarse con un Malfoy, debo decir que era más bien tímido, solía esconderse bajo ropas demasiado grandes para él, hasta que comenzó a jugar Quidditch, era un excelente buscador, las chicas se derretían cuando andaba con su ajustado uniforme, pero él ponía los pies en el suelo y corría a esconderse. Así fue como Demis Malfoy lo conoció y lo amó, sin embargo la maldición entre ellos los hizo separase sin haber consumado su amor y el mayor de los Potter murió en un accidente antes de alcanzar los 20 años y él se volvió hacia las artes oscuras para tratar de traerlo de regreso, pero no hay magia conocida que pueda hacerlo, menos cuando no hay un cuerpo, él se convirtió en el primer fénix entregado a un aprendiz de brujo blanco.
- ¿Y por qué desapareció y se mantiene tan joven?
- Salazar, luego que murió mi esposa, pensó que tenía una oportunidad de atraparme y me secuestró una vez más dándome un amuleto muy especial, él me volvería más joven a medida que yo opusiera resistencia a sus encantos, y vaya que me resistí, así llegué a tener la apariencia que tengo. Me tuvo, de cierta manera, pero mi corazón nunca fue suyo, aquello lo hizo enfurecer de tal forma que me dejó encerrado en ese extraño mundo hasta que yo le traspasara mi magia y conocimiento a alguien más, pero sólo tendría una oportunidad cada cien años o cuando su heredero se hubiese adueñado del alma de alguno mío - suspiró de nuevo - fue doloroso para mí ver como la escuela se desgarraba en problemas, así que Rowena y Helga decidieron crear un consejo escolar para que buscaran a la persona idónea para hacer de director ¿sabes que los mejores han sido de mi casa?
- No todos lo han sido, uno de los ancestros de mi madre fue director - le dijo Draco - ella me lo contó.
- Sí, ha habido Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuf, el director antes de Dumbledore lo era, pero la escuela ha funcionado mejor cuando uno de los míos ha estado a cargo.
- Nos estaba contando del primer fénix de un aprendiz ¿quién era su dueño?
- Gideon Potter, aunque creo que lo escogí mal, era demasiado atarantado - sonrió - era excelente en transformaciones, pero le costaba mucho pociones, sin embargo estaba por encima del promedio, pero cuando sintió que tenía algo más que los demás, el poder se le fue a la cabeza y no pudo pasar la primera prueba y su fénix se tornó rojo, para dolor de ambos. Luego elegí a un muchacho llamado Patrick Hills, otro experto en transformaciones, pero tenía ganas de aprender, lo absorbía todo como esponja, sin embargo también fracasó en la primera prueba, no fue hasta el tercer o cuarto aprendiz que me di cuenta por qué fracasaban allí siempre, querían ser poderosos y sabían desde pequeños que iban a ser aprendices del Gran Brujo Blanco, como me apodaron en ese tiempo, así que comencé a elegirlos con más cuidado y a prohibirle hablar de mí hasta que completaran sus entrenamientos. Por supuesto, también cambié las pruebas, ninguno ha tenido las pruebas del aprendiz anterior aunque siempre ha sido el mismo conocimiento el que les he entregado. Ya los siguientes lograron llegar más lejos, pero ninguno consiguió superar la tercera prueba, hasta Dumbledore, pero él me falló frente al espejo de Oesed, no sé que vio allí, pero de inmediato su fénix se volvió rojo, me sentí fracasado, así que el siguiente elegido fue alguno de la familia y marqué a James, era tan parecido a mi que pensé que lo lograría, sin embargo, antes de terminar la escuela perdió la cabeza y Voldemort le puso precio luego a su vida, así que decidí esperar un poco más. Elegí a su hijo, había nacido bajo una portentosa estrella que presagiaba una época de paz entre guerras, así que debía ser el único capaz de detener al tirano, una vez que lo consiguió lo dejé manifestar su magia, pero me temo que aquellos que siguen la magia negra no quieren quedarse tranquilos y deberemos destruir el último vestigio del Heredero de Salazar si queremos paz.
- ¿Qué era lo que en realidad quería Voldemort? - preguntó Draco.
- No estoy muy seguro, Salazar quería la pureza de la sangre de los magos, sin embargo, nacían más varones que niñas y en ese tiempo no podíamos embarazar a los chicos, eso ocurrió varios siglos más tarde, así que a regañadientes aceptaba la "mezcla de sangre" como él lo llamó, porque nos extinguiríamos, pero Voldemort no era un sangre pura. Por supuesto, con toda esa poderosa magia que tenía, ambicionaba ser el mago más notable, pero no podía ser bueno dado que la familia Gaunt, de tanto mezclarse entre primos, tenía claros rasgos de sicóticos y asesinos ya varias generaciones antes que él naciera, y con todo el desamor que tuvo de parte de sus padres, obviamente no podía ser menos.
- Me recuerda la historia de la humanidad que enseñaran los muggles - Harry sonrió al ver la cara de Draco - oye, no todos ellos son malos, hay algunos muy buenos - le acarició el cabello - se hacían con el poder para "salvar" a su gente y terminaban destruyéndose a sí mismos - se sentó en una banca atrayendo a Draco a su lado - allí tienes a Stalin y la Revolución Rusa, empezó como algo para sacar al pueblo de la pobreza y terminó siendo una terrible represión que llevó a muchos a la muerte porque se le subió el poder a la cabeza. O a Hittler, tratando de darle grandeza a su país, a sacarlo del estanco y lo llevó a una terrible guerra que terminó con la muerte de muchos de los suyos y de los otros bandos, incluso muchos inocentes, se volvió un completo tirano que se quería hacer con el dominio del mundo "limpiando" la raza caucásica - respiró profundo - sólo quedarían los "chicos hermosos", vale decir del tipo rubio o castaños claros, aunque él no era precisamente un hombre "bello", al menos las imágenes que hay de él así lo señalan.
- En todos lados se cuecen habas - dijo el mago mayor - pero son los más poderosos los que viven con miedo, jamás piensan que es su culpa el haber creado a aquel que puede vencerlos - se sentó junto a ellos extendiendo el brazo por el respaldo por la espalda de Harry - eso mismo hizo Voldemort cuando fue tras de ti y te dio gran parte de sus poderes, ellos fueron asimilados y cambiados por tu alma buena.
- Bueno, regresemos al castillo, deben descansar antes del práctico y luego ir a comer - sonrió y miró directamente a Draco - creo que tengo algo que les puede agradar, una poción especial que nos puede decir qué sexo tiene su bebé o si es más de uno - sonrió - se lo di esta mañana a Remus y Sirius casi se murió de la sorpresa y del susto, el lobo se puso mitad rosa, mitad celeste, así que son dos bebés, uno de cada sexo - se puso de pie - se lo di a Lucius, pero este se negó a beberlo, pese a los ruegos de James y a que le dije que el efecto sólo duraría unos minutos, dijo que ya había tenido suficiente de ello cuando era estudiante.
- Le aseguro que mi papá lo va a convencer o engañar para que se lo tome - se rió Harry - creo que lo tiene muy bien amarrado a su meñique.
- Nadie tiene amarrado a un Malfoy a su meñique - le reclamó Draco.
- ¿Quieres que haga la prueba? - le dijo malicioso y se rió de nuevo al ver como se sonrojaba.

En la habitación estaban todos en silencio, James permanecía detrás de Sirius y Remus que miraban divertidos a Lucius que estaba todo rosado mirando furioso al moreno con las manos en las caderas.
- No me hace ninguna gracia tu engañó, Potter, no quería saber qué era lo que íbamos a tener hasta que naciera, quería que fuera una sorpresa - le gritó.
- Tranquilo - le dijo Godric divertido - no puedes evitar que un gato tenga curiosidad y que quiera saciarla aún en contra de sus instintos de supervivencia - miró a James - eres un poco...
- Lo siento, pero como no se la quería tomar por las buenas, se la eché en su jugo mientras lo besaba - dijo este avergonzado.
- Aparte de infantil, tramposo - le recriminó Lucius aún molesto pero ya no tanto - te había explicado mis motivos.
- Y ni siquiera sabemos si es una o dos - suspiró.
- Y no voy a decirte aquello ni dejaré que me acompañes a mi revisión.
- Mejor dejemos la discusión - dijo Harry divertido mirando a su padre que miraba con ojos de cachorro mojado al rubio y se notaba a las claras que estaba consiguiendo su objetivo porque comenzó a dejar su enojo de lado y corrió a abrazarlo y lo besó - ¿quién decía que nadie tiene amarrado a un Malfoy a su meñique? - le sonrió a su esposo.
- Quiero que me den esa famosa poción - le dijo sonrojado pero ignorando olímpicamente sus palabras.
- Ya hay dos niñas y un varoncito en la familia - dijo Sirius divertido al ver a su amigo sentado en el suelo con su rubio encima haciéndole cosquillas - quien pensaría que veríamos a un Malfoy "rebajarse" a cosquillear a su pareja delante de todos.
- Ustedes no son "todos" - le replicó este enderezándose.
- No me salgas conque somos Nadie, porque ni embarazado te la perdono.
- Guacala, esto es más asqueroso que cualquiera de las pociones de madame Pomfrey - se quejó Draco haciendo gestos y abrazándose a Harry - me voy a morir - se quejó echándose a llorar entre sus brazos haciéndolo perder el equilibrio, al menor tuvieron suerte que el sillón estuviera detrás de él.
- Tranquilo, amorcito, comienzas a cambiar de color.
- ¿Alguno de ustedes ha visto...? - dijo Jeremy entrando en la habitación - Lucius está de dos tonos rosa - dijo y James lo miró bien - y Draco se comienza a poner celeste a dos tonos - dijo sorprendido - ¿qué pasa?
- La poción "matrius" - le dijo Godric divertido - te dice qué sexo tiene el bebé de un embarazado y cuantos hijos se están gestando, así que los tres van a tener dos hijos, Remus, una niña y un niño; Lucius, dos niñas y Draco, dos niños, se nota en sus colores.
- ¡Van a ser seis los niños corriendo por Godric Hollow's! - dijo James sonriendo - Potter manor al fin va a tener todos los habitantes que se merece.
- Espero también poder darte muchos, muchos nietos - le dijo Jeremy divertido.
- Así tendré cinco hijos - sonrió este dando saltitos alrededor de la sala y luego miró a Jeremy - y tú ¿con quién se supone que me vas a dar nietos? - lo miró sospechoso - no me vayas a decir...
- Aún no me decido - se defendió - aunque debo admitir que me gustaría tener un hijo como el pequeño Sev...
- ¡Primero te mato antes que dejarte con Snape! - le gritó.
- Oh, vamos, papá, no es para tanto, creo que el hombre sólo necesita de un poco de cariño, sabes perfectamente lo mal que lo trataron sus padres...
- ¡Él podría ser tu padre!
- ¿Y qué con eso? - lo rebatió - yo soy joven y puedo tener muchos hijos...
- No - le dijo rotundamente.
- Y soy lo bastante grande para tomar mis propias decisiones - agregó agresivo - no necesito que estés de acuerdo conmigo.
- Jeremy, a ti no te gusta Snape, sólo quieres tener un hijo suyo por como viste que era de pequeño - le dijo Sirius suavemente - a mí también me gustaba el pequeño Sev, era adorable, pero nadie puede asegurarte que al tener un hijo suyo este salga igual - le dijo calmadamente - mira a Harry y a ti mismo, los dos se parecen a James, pese a no tener la misma madre, ni siquiera te pareces a Draco, pese a que eres rubio - le señaló - y mira a tu padre, igualito a Godric Griffindor, pese a que es un Potter ¿cuáles serían los verdadero rasgos del primer Potter?
- Me parece que Sirius tiene razón - le dijo Godric - por largos siglos los Potter has tenido los mismos rasgos, ninguno de ellos jamás se ha salido del molde, todos los varones son iguales, quizás varíen los colores, pero siempre se me han parecido, quizás jamás tuvieses un hijo como Sev.
- Quizás tengan razón - suspiró al fin aplacado - es posible que me guste por el niño que conocí y no por sí mismo, pero hay algo que me llama hacia él ¿no será posible que lo aceptes aunque sea un poquito? - miró a su padre.
- Supongo que estoy siendo muy cerrado al respecto - dijo este suspirando - lo que pasa es que lo conocí desde que entramos en el colegio y sé cómo puede ser de borde y no quisiera que te hiciera sufrir, pero vas a tener que demostrarme que lo amas y convencerlo a él que deje atrás el pasado, no creo que olvide jamás lo que le hicieron los merodeadores en ese tiempo, por sobre todo lo que le hice yo.
- Pero sigo creyendo que está muy viejo para ti - le dijo Sirius.
- Hay maneras de rejuvenecerlo - dijo Harry.
- ¿En serio? - dijo su rubio hermano con los ojos brillando - ¿y qué tengo que hacer para conseguirlo?
- Digo, no hay león que no sea curioso - dijo Godric divertido - quizás esté en la biblioteca el libro donde salga el conjuro con el que Salazar me rejuveneció, si lo buscamos con paciencia, quizás puedas hacerlo.
- Papá, si lo consiguiese ¿aceptarías que tenga una relación con él?
- Dios, otro Potter malo de la cabeza - suspiró - de acuerdo, si lo consigues voy a tratar de ser más tolerante, pero no te prometo nada al respecto - dijo al fin - y con respecto a tenerlo en la familia, se va a tener que ganar ese derecho tal como lo han hecho todas nuestras parejas.
- ¿El abuelo habría aceptado a Lucius? - le dijo molesto.
- El abuelo habría aceptado a Lucius porque lo conocía y era un hombre generoso - le dijo Sirius - a él le preocupaban poco los formalismos, lo hubiese querido porque su hijo lo quería, incluso después de lo que pasó, no lo odió.
- Me habría gustado conocerlo - dijo Harry - debió ser un hombre maravilloso.
- Por supuesto que lo era - sonrió Sirius - un hombre genial, después de todo, me adoptó como uno más de sus cachorros junto con Remus, pese a que mi madre le había hecho la vida imposible, él me mostró que un león no debe ser rencoroso y saber perdonar, aunque duela, eso nos hace mejores.
- Pues no han dejado afuera los rencores contra Severus Snape.
- Ah, ese es un cuento aparte - dijo James abrazando a Lucius - él jamás nos ha perdonado a nosotros y cada vez que quisimos dejar el pasado atrás nos salió con algo que nos recordara dolorosamente por qué no lo queríamos.
- Tengo sueñito - dijo Draco haciendo un puchero acurrucándose contra Harry.
- Si, los Malfoy son expertos en llamar la atención hacia ellos - dijo James y se rió cuando recibió en respuesta una fea mirada del suyo.

En el comedor los pocos que habían dado el EXTASIS de pociones comentaban lo fácil que había estado, así que planeaban un regalo para el "querido" profesor Potter, estaban seguros que gracias a él pasarían el ramo con las mejores calificaciones de todas. Aunque el más contento era Blaise Zabinni que no dejaba de decir que Jeremy no sólo era guapo, sino el mejor maestro que existía y Harry se sintió mal por él, al parecer el Slytherin estaba realmente enamorado de su hermano y resultaba que este iba tras el otro profesor de pociones, aquello no lo recordaba su hermano.
- ¿Qué sería bueno para él? - suspiró mirando a Harry - ¿qué crees, Potter?
- Que quizás fuera mejor que te olvidaras de mi hermano - le dijo suavemente - me temo que a él le gusta alguien más.
- ¿Qué? - prácticamente chilló - le voy a sacar los ojos al que se me atraviese.
- Creo que va a ser un poquito difícil - le dijo el moreno moviendo la cabeza - al menos no hasta que acabe el año y no seamos alumnos del colegio.
- ¿Snape? - dijo furioso - ni se le ocurra acercarse a mi Jeremy, es muy viejo para él, si podría ser perfectamente su padre ¿qué le vería a él?
- Sabes que a mi hermano le gustan los animales peligrosos - le dijo divertido - quizás por eso le gusta, aunque puede ser que solo lo haga por molestarlo, después de todo, es un Potter ¿no crees?
- Ya me encargaré yo de separarlos, Jeremy es mío - dijo decidido y molesto.
- Cuidado, Jeremy también es decidido y no querrías que se enojara contigo.
- No te preocupes, sé muy bien lo que voy a hacer.
- Podría salirte el tiro por la culata - le dijo Draco hablando al fin - Jeremy no es manipulable y quizás termines uniéndolos en vez de separarlos.
- Pues al menos habré hecho el intento - le dijo parándose de la mesa y marchándose decidido, pero lo escucharon murmurar - es mío.
- Creo que Jeremy no lo ha tomado muy en serio - le dijo Ron del otro lado de la mesa - me parece que a veces tu hermano es tan inocente como tú, pese a su coquetería.
- No te entiendo - le dijo Harry intrigado.
- Lo que Ron quiere decir es que tu hermano no se ha dado cuenta que Zabinni está verdaderamente interesado en él - le dijo Hermione - para él es solo un juego, quizás hasta le tenga cariño y por eso acepta sus regalos, pero no ha visto lo que realmente hay detrás de ellos.
- Pobre Blaise - dijo Draco moviendo la cabeza - si realmente ama a Jeremy va a sufrir mucho, en especial si este consigue el amuleto del hechizo.
- ¿Qué es eso? - le dijo Hermione con curiosidad.
- Bueno, Griffindor nos contó porque su apariencia es tan joven, pese a que, cuando él desapareció, era tan viejito como Dumbledore - le dijo Draco - fue con un hechizo especial, así que Jeremy pretende darle uno igual a Snape para hacerlo lo bastante joven como para que sea aceptable para él.
- Lo que sí es que rejuvenecerá tanto como él se oponga a lo que mi hermano quiere - dijo Harry divertido - quizás hasta lo vuelva un bebé ¿se imaginan? - sonrió - así Zabinni se sacaría la competencia del camino sin intervenir.
- Pero Snape no dejaría que fuera Jeremy quién lo criara, se iría con tu padrino.
- Sí, pero eso sería sólo en caso que Snape no quisiera para nada a mi hermano, aunque quizás el hechizo tenga un tope de edad - miró hacia la mesa de los profesores y vio a Godric conversando con Dumledore y Jeremy animadamente - pero si dejó a mi maestro tan joven, fue porque se le resistió muchísimo, así que pobre Snape.
- Pues me parece que tu hermano tiene bastantes posibilidades con él - le dijo Hermione - ¿han notado cómo lo mira? Quizás en el fondo le gusta.
- Tanto como le podría gustar cualquier Potter - le dijo Sirius pasando por su lado - si lo logra va a ser milagro, pero Jeremy va a encontrar piedras en el camino - sentenció y caminó hacia la mesa, seguido por Remus, Lucius y James que le guiñó un ojo a su hijo menor.
- Si intervienen, Jeremy se va a enojar con ustedes - les advirtió.
- Bueno, pero los merodeadores deben intentarlo ¿sabes? - sonrió si guió su camino sentándose a un lado de Snape que lo miró muy mal.
- ¿Quién es ese hombre? - le dijo Ginny sorprendida - también se te parece.
- Es James Potter - le dijo en voz alta y escuchó como todos se atragantaban a su alrededor sorprendidos.
- ¡Tu papá esta muerto! - le dijo Ron.
- No, era mi fénix - le dijo riendo al ver lo pálido que estaba - y cuando completé mi entrenamiento lo liberé del conjuro que lo mantenía con esa forma.
- Así que ese era el gran secreto que nos guardabas - dijo su amiga un tanto molesta - y por eso nos alejaste de ti.
- Por supuesto que no los he hecho a un lado, Hermione - se defendió - solo es que no quise involucrarlos en los problemas que tengo por ser un Potter ¿no lo ven? Antes por poco y los matan sólo por ser mis amigos, no quiero que vuelvan a tratar de usarlos.
- A veces la nobleza de los Griffindor me da asco - dijo Draco.
- Es por eso que no eres uno de los nuestros - le dijo Ron molesto.
- ¿Y quién quiere ser uno de los suyos cuando tengo a mejor a mi lado?
- Y no eres más que una serpiente rastrera - le dijo furioso.
- Al menos no soy una comadreja pobretona - le replicó de vuelta.
- Draco - le dijo Harry viendo como Ron apretaba los labios y enrojecía conteniendo apenas la rabia - guarda tu lengua Malfoy.
- ¿Por qué si él empezó? - se puso de pie furioso
- En realidad tú lo empezaste - le dijo con suavidad.
- Sabía que ibas a defenderlo a él en vez de a mí que soy tu esposo.
- No lo estoy defendiendo - lo rebatió con calma - pero eres demasiado agudo y les podrías hacer daño a los bebés ¿por qué no te calmas y seguimos comiendo tranquilos?
- De acuerdo - volvió a sentarse y suspiró - pero ni creas que ganaste.
- ¿Dijiste a los bebés? - dijo Hermione a la que no se le escapaba nada - eso significa que ¿van a tener más uno?
- La familia Black siempre ha tenido antecedentes de embarazos múltiples - dijo Draco volviendo a comer - mi madre era una gemela, así que yo tengo esa posibilidad, aunque Griffindor me dio una poción especial y yo tendré dos varoncitos, papá va a tener dos niñas y Lupin va a tener una parejita.
- Tu casa se va a volver una locura - se rió Ron.

Y el examen practico había sido realmente divertido, el hecho que los jóvenes estuvieran acostumbrados ya a trabajar bajo presión los hizo trabajar raudamente en sus pociones, claro que cada tanto observaban a Jeremy que estaba sentado al borde del escritorio mirando un punto lejano a espaldas de ellos. Blaise se notaba que era el más decidido, estaba molesto porque se sentía desplazado en el cariño del rubio, pero no iba a dejar que Snape, por muy respetado que este fuera y pese a ser el jefe de su casa, le quitara al atractivo e inteligente profesor nuevo, si cada vez que le sonreía sentía las piernas de gelatina y el corazón le martilleaba a mil, no, decididamente el rubio iba a ser suyo a como diera lugar.
Harry miró su poción en silencio, había cambiado de lugar a última hora con Draco porque no quería que trataran de secuestrarlo de nuevo, y se dio cuenta que casi estaba lista, al igual que las de los demás. Claro que ninguna era igual a las demás para evitar que las "copiaran", aunque a él le había tocado, para su diversión, la poción matalobos ¿con quién la prensarían probar? Así que simplemente preparó la tradicional, la puso en el frasco y la entregó, luego se fijó en que Draco hacía lo mismo y lo tomaba de la mano para salir juntos.
- Me tocó la poción muerte en vida - le dijo Draco - me quedó tal como decía el libro que debía ser, Jeremy me sonrió cuando la entregué.
- A mí me toco la matalobos - le dijo acercándolo a su costado y abrazándolo - la hice casi por inercia, la he preparado tantas veces, pero hice la tradicional, no la que le hacía a Remus, la otra no está patentada y no es igual.
- Si, si no queda igual a la otra es mejor no hacerla - aceptó y vio a Blaise salir detrás de ellos - ¿que te tocó hacer?
- Morfiliosis - le dijo - Jeremy me sonrió complacido, creo que salió bien, pero no estoy muy seguro, le cambié el orden a los últimos dos ingredientes.
- Bueno, no creo que sea mucho - le dijo Harry - creo que es una de las pocas pociones a las que se le puede alterar el orden de los componentes sin que cambie sus resultados.
- A Granger le tocó amormentia - le dijo - espero que las pociones no las prueben con nadie, porque creo que la estaba haciendo muy bien.
- Sólo espero que a Ron no le haya tocado una muy difícil - le dijo - vamos un rato a la biblioteca, debo encontrar un encantamiento especial, no los he practicado demasiado últimamente y no quiero echar a perder mis notas por eso - sonrió mientras caminaban - Zabinni ¿qué vas a hacer con lo de mi hermano? Mi familia no está muy conforme, pero será su decisión.
- No lo sé, no podría usar un filtro amoroso ni nada parecido, quizás si pudiera echarle una poción para que odie a Snape, pero eso me metería en problemas porque de inmediato caería la sospecha sobre mí - suspiró - y tampoco puedo matarlo, me expulsaría de inmediato ¿cómo diablos me deshago de la competencia indeseada?
- Algo complicado si tenemos en cuenta de quién se trata - dijo Draco.
- Que cosa más extraña, el señor Harry Potter acompañado de dos Slytherin y ni más ni menos que a la entrada de la biblioteca - le dijo Snape.
- ¿Qué no se supone que estamos en un país libre? - le dijo Harry molesto - y no estamos haciendo nada malo.
- Quizás no, pero de seguro lo planean, con un merodeador de por medio...
- Es insoportable - le dijo Harry - debió quedarse de cuatro años.
- Y así tu "lindo" hermano tendría mi puesto sin que me despidieran por estar incapacitado para llevar el cargo ¿verdad? - le dijo sarcástico.
- Realmente me pregunto si sería para tanto lo que le hizo mi padre como para que se vengue de cuanto Potter se le cruza en su camino.
- Pues pregúntale a él - le dijo y se marchó.
- Pues no ha de ser muy difícil separarlos - dijo Blaise - Snape me las pone en bandeja, es demasiado cerrado en cuanto a los Potter ¿verdad?
- Papá tiene razón, Snape es un borde que hará sufrir mucho a Jeremy.

Jeremy estaba sentado en una mesa del comedor buscando el famoso hechizo que le mencionara Godric Griffindor cuando vio a Snape de pie frente a la puerta, su mirada estaba perdida a la distancia, casi podía decir que se veía soñadora, así que la siguió y notó que estaba fija en dos personas que conversaban en la pileta del centro del patio principal, uno de ellos era su padre, pero estaba seguro que a él no lo miraba con esa adoración, entonces debía ser... Sirius Black. Siguió observándolo un rato más y regresó su mirada al libro dolido, recordaba perfectamente lo que había hecho cuando se veía de cuatro años, exigir la atención del animago e irse con él cuando él también estaba dispuesto a cuidarlo.
- ¡Yo quiero a Sirius Black, que él sea mi papá! - había gritado y finalmente lo había conseguido, el animago se había dedicado a él con la misma entrega que estaba seguro le daría a sus hijos ¿cómo pudo ser tan idiota de pensar que tal vez podía conquistar el corazón del oscuro profesor de pociones? Su padre tenía razón, era tiempo perdido.
Cerró el libro y se puso de pie, aún había otros peces en el mar y seguramente conseguiría a quien amar con facilidad. Escuchó voces y luego se sorprendió al escuchar al profesor regañar y quitarle puntos a su hermano sólo porque le cortó la visión de los que conversaban. Por supuesto, Harry no controlaba la lengua con facilidad, quizás herencia de su padre, y le replicaba alguna tontería por lo que se ganó una noche de detención.
- Y agradezca, señor Potter, que estoy de buenas o lo castigo con un partido - se marchó haciendo un gesto violento de regreso a las mazmorras.
- Creo que le hace falta un poquito de azúcar en su vida, viejo amargado - le dijo Harry y se sorprendió al ver a su hermano - lo siento.
- No lo sientas, Harry, creo que me había encariñado con el Snape que tenía cuatro años y me olvidé que odiaba a los Potter por motivos que sólo él conoce ya que si fuera por lo que le hizo papá, ya lo habría superado ¿no?
- Este fin de semana tenemos salida a Hogsmeade - le dijo Blaise - ¿te gustaría acompañarme?
- ¿Me estás pidiendo una cita? - le sonrió y este se sonrojó asintiendo - bueno.
- Genial - sonrió éste feliz - es nuestra última visita siendo estudiantes de Hogwarts ¿sabías?
- Pero no te hagas grandes ilusiones al respecto, sigo siendo tu profesor ¿eh?
- Pues hay algunos que están enamorados de Snape - le sonrió - perdona, creo que él te gusta ¿no?
- No soy tan idiota, creo que se me acaba de caer del pedestal, aunque creo que podría hacer el intento - suspiró - aunque creo que papá tiene razón, es tiempo perdido ¿cómo conquistas a quien no se deja conquistar?
- Quizás sea porque le gusta alguien más - le dijo el muchacho.
Jeremy se encogió de hombros y salieron al patio en donde estaban los merodeadores conversando junto con Lucius Malfoy que no perdía pisada de James que se reía en voz alta por alguno de los chistes de Sirius.
- ¿Pasa algo malo? - le dijo James a Jeremy al ver su mirada triste.
- Creo que alguien me recordó que, pese a todo, odia a los Potter.
- Lo siento - lo abrazó - creo que es mi culpa que no le guste mi familia.
- Dudo que sea por eso - le dijo Lucius - Severus es bastante especial, demasiado hosco y poco dado a hacer amistades, todo lo contrario a lo que has sido siempre, tú odiabas estudiar y de todas maneras tenías las mejores notas, sin embargo él tenía que esforzarse para destacar en una casa donde éramos todos contra todos, haciendo notar nuestra pureza de sangre a cada paso - suspiró - y me temo que, por lo que me contaste, tocaste una fibra sensible en él, el que sea mestizo le ha de doler aún.
- Bueno, qué sabía yo en ese momento que él deseaba de todo corazón calificar para Slytherin - replicó - y menos que les había mentido a todos diciendo que era un sangre pura, yo sólo quise sumarlo al grupo, tenía todo lo necesario para ser un buen merodeador.
- Pues no hubiese sido tan buen merodeador después de todo - le dijo Remus - es demasiado estricto, no habríamos hecho ni la mitad de las travesuras que hicimos en ese tiempo si hubiese aceptado ser parte de nosotros.
- Además, se supone que sólo éramos Griffindor en el grupo - dijo Sirius - no podíamos andar planeando cosas fuera de nuestro dormitorio, que por cierto es el mismo que tiene Harry ¿sabías que yo dormí en tu cama cuando era estudiante? James dormía en la cama donde está Ron y Remus dormía en la cama que ocupa Finingan.
- ¿Y quién dormía en la cama que ocupa Neville?
- Frank Longbottom - le dijo James - tú debiste dormir en la mía.
- Bueno, en tercer año nos cambiamos de cama por temor a cierto mago que buscaba venganza - señaló a Sirius - claro que el ministerio se equivocó con él y tuvimos muchos problemas.
- Sirius siempre ha sido un poco loco, era el que más le gustaba hacer trastadas en ese tiempo - dijo Remus abrazando a su pareja - por eso se la pasaban en detención.
- Recuerdo cuando para quinto año le llegó a Remus su insignia de prefecto, estábamos en casa de los Potter y los dos estábamos tristes, pero tu abuelo se rió diciendo que hacía muchas generaciones que un Potter no era prefecto, eran de una naturaleza demasiado traviesa para tal responsabilidad.
- Yo también fui nombrado prefecto en quinto año - le dijo Lucius - pero no me hacía gracia, vigilar a alguien más que a los merodeadores no era divertido, incluso una vez me gané una detención por seguirlos por el Bosque Prohibido y ni supe dónde se metieron ya que los perdí de vista.
- ¡Ah! - Se rió James - nos perdiste de vista porque nos transformamos, como no sabías que animales éramos, difícilmente podrías seguirnos.
- ¿Te acuerdas de esa vez que Snape te siguió? - dijo Remus.
- Claro que sí, pero me transformé en venado y me oculté junto a un grupo de ellos del otro lado del lago, me buscó por todos lados, pero no me pudo ubicar, se enfadó muchísimo y volvió al castillo, me acusó con McGonogall, pero no pasó nada porque no pudo probar que había salido del castillo porque a la hora que fueron a buscarnos estábamos los cuatro en nuestra habitación.
- Él siempre dijo que era un pillo y tramposo, pero que algún día te iba a descubrir y conseguir que te expulsaran.
- Y siempre me echó la culpa que Sirius intentase matarlo en sexto año.
- Le pasó por intruso, él quería saber que tanto hacíamos por las noches cuando había luna llena, yo simplemente le dije cómo saciar su curiosidad.
- ¿Y si Remus lo hubiese matado? - le dijo - si no lo detengo habríamos sido culpables de, en el mejor de los casos, la transformación de un nuevo licántropo y habríamos metido en problemas a Dumbledore y a Remus.
- Sabes perfectamente que nunca quise a Snape, en especial porque mi madre siempre decía que él habría sido un hijo que sí le habría gustado tener, en especial porque mi hermano adoraba el suelo que él pisaba.
- Pues creo que Regulus Black era un caso especial, después de todo era casi como Bellatrix con Voldemort, lo idolatraba, solo que él si se daba cuenta de sus defectos y cuando comenzó a ver el trato que él tenía con sus opositores, quiso salirse del circulo, pero era demasiado tarde, él jamás se lo iba a permitir así como así y pagó con su vida su traición.
- Los mortifagos lo mataron al mes de desertar.
- No, en realidad lo encontramos más muerto que vivo, incluso él mismo se suicidó delante de Avery y Mcgrew, pero ellos prefirieron decir que había sido su trabajo para no quedar mal ante Voldemort.
- ¿Por qué hablas con tanta propiedad acerca de los magos oscuros?
- Porque en su momento fui uno de ellos - le dijo el rubio y lo vio asombrarse - si, mi padre me obligó a serlo y me dejé porque estaba dolido por la supuesta traición de James, pero lo que viví allí no se lo doy a nadie.
- El entrenamiento para ser mortifago ha de ser terrible - dijo Harry.
- Por supuesto que lo fue, cualquier error era pagado con sangre, pero yo era más astuto y solía usar mis encantos para escapar de los castigos, aunque no siempre tenía suerte, cuando Voldemort estaba presente era imposible usarlos, no quería que luego los usara en su favor.
- Así que toda la familia de los merodeadores se encuentra reunida - dijo divertido Godric revolviéndole el cabello a James con lo que se ganó una fea mirada de Lucius - no seas tan celoso, no te hace bien ¿sabes que podrías ponerte viejo antes de tiempo?
- Quizás, pero James es sólo mío - lo jaló hacia él - no lo comparto ¿entiende?
- Ni que quisiera quitártelo - le dijo divertido - es como si fuera mi hijo, igual que Harry - le revolvió el cabello a este - aunque se sabe que los veela son extremadamente celosos y posesivos con sus parejas - miró a Jeremy y lo abrazó - lamento lo que pasó hace un momento, pero podemos cambiarle el humor a Snape ¿sabes? Es una poción bastante simple.
- Es que sin motivo le quitó puntos a Harry, es tan odioso cuando quiere.
- Y quiere todo el tiempo - le dijo Harry fastidiado - si en primer año me hizo preguntas acerca de pociones cuando yo apenas y descubría que era mago.
- Quizás podamos averiguar que pasa por debajo de ese cabello grasiento - dijo Sirius con los ojos brillando con travesura - los merodeadores nuevamente en acción - dijo mirando a James que asintió.
- Siempre y cuando no le hagan daño - le dijo Remus con un brillo similar.
- Bueno, necesitamos unos cuantos ingredientes - le dijo y Jeremy se entusiasmó de inmediato - sólo que hay un problema.
- ¿Cuál? - dijeron a coro intrigados.
- Bueno, es que tiene ciertos efectos secundarios, aparte de mejorar su humor, lo liberará de sus inhibiciones y no sé que sea capaz de hacer.
- Será divertido ver a un Snape desinhibido - dijo James.
Los demás lo secundaron y se fueron a buscar los distintos ingredientes que le había pedido Godric y después, en una sala desierta, se dedicaron a prepararla con gran entusiasmo.
- Ahora debemos dársela a beber - les dijo.
- Dudo que Snape acepte beber algo que venga de alguno de nosotros.
- Yo sé como hacerlo - dijo Harry divertido - me haré cargo, no tendrá ni idea de lo que se bebió - sonrió y desapareció.
- Ja, ja - se rió James - mi capa de invisibilidad, entonces, sólo tendremos que sentarnos y esperar los resultados ¿cuánto tomará en hacer efecto?
- Una hora, más o menos y durará las siguientes 24, sólo espero que estén dispuestos a soportar las consecuencias - les advirtió.
- Los merodeadores en acción - dijo Sirius divertido y se separaron.

Tal como el fundador había previsto, Snape cambió de cielo a la Tierra, o a la inversa mejor dicho, de demonio había pasado a ángel, había dejado los colores negros en su indumentaria, ahora vestía de un hermoso verde, tenía el cabello prolijamente lavado y peinado en un tono ligeramente rojizo, sonreía y hacía bromas a diestra y siniestra, por supuesto, coqueteaba descaradamente con cuanto se le cruzara por el camino y, para asombro de todos, le sonrió abiertamente a Sirius.
- Se va a acabar el mundo - dijo Lucius asombrado.
- Les dije que eso pasaría con la poción - les dijo Godric en voz baja mientras se sentaban a la mesa de los profesores a la hora de cenar.
- Mientras no pase del coqueteo - dijo Remus encogiéndose de hombros mientras veía a Snape sentarse del otro lado de su pareja.
James miraba a Snape divertido y decidió quitarle las ganas a Jeremy apretando un poco más la tuerca, aunque arriesgaba demasiado ¿y si Lucius se lo tomaba en serio? No le quedaba más que arriesgarse, era por el bien de su hijo mayor.
- Te ves muy bien hoy ¿qué te hiciste? - le dijo y Snape volteó a mirarlo.
- Supongo que estaba aburrido de mi antigua imagen - le sonrió - además, tan cerca de hombres tan guapos como Sirius ¿por qué no llamar un poco la atención?
Remus se atragantó cuando lo escuchó ¿cómo se atrevía ese a mirar a su pareja con esos ojos? Se dijo furioso.
- ¿Y de quién querías llamar la atención? - le dijo Lucius divertido.
- Tú sabes bien de quién - le dijo guiñándole un ojo - Oye, Sirius, ¿qué opinas tú? ¿Me veo mucho mejor así?
El animago lo miraba sorprendido ¿lo había llamado por su nombre? No podía creerlo, y, peor, le preguntaba si le gustaba su apariencia. De reojo miró a Remus a su lado, este estaba echando pestes sin abrir la boca.
- Supongo que te he dejado sin habla ¿verdad, querido?
- ¡No lo llames así! - le dijo el licántropo con los dientes apretados.
- Oh, vamos, no te alteres, no le hace bien a tu embarazo.
- Sirius es MI pareja - recalcó furioso.
- Ah, pero eso no evita que vea a los hombres guapos a su alrededor.
- Vete al infierno - le dijo Remus tratando de no perder la paciencia.
- Pues sólo si me dejas llevarme al lindo Sirius conmigo - acarició el brazo del animago - ¿o tienes miedo que sea mejor en la cama que tú?
- ¡No te pases de la raya! - le dijo dándole un manotazo para que lo soltara.
- Oh, oh - dijo James mirando a esos dos que discutían como perros sobre su presa y Sirius que no conseguía salir de su estupor - si saca de paciencia a Remus, va a quedar la grande.
Jeremy no sabía si reírse o enojarse, después de todo, se había dado cuenta que era el animago a quien amaba el profesor, pero que se guardara tanto, ni lo había sospechado, ahora debía rescatar al padrino de su hermano si no quería que hicieran un escándalo delante del alumnado que parecía seguir atentamente la discusión en la mesa de los profesores.
- Pues quizás podríamos beber en su salud - dijo Jeremy - ¿qué tipo de champú usa? Porque el aroma no parece ser el mismo de antes.
- Es que yo mismo lo preparé - le dijo soltando a Sirius que pareció soltar el aire y acercarse más a su pareja que se tranquilizó.
- Podría enseñarme, me gusta el aroma.
- Y también podría enseñarte otras cosas - le sonrió coqueto.
- Con mi hijo ni lo intentes - le dijo James por un colmillo.
- Si no fueras pareja de Lucius te mostraría lo que te pierdes - le dijo.
- Por Merlín, creo que necesitas una buena ducha fría - le dijo este.
- ¿Por qué te enfadas? Ah, porque no eres libre para aceptar lo que te ofrezco ¿verdad, Lu querido?

Harry se reía en silencio mientras miraba la mesa de profesores, al parecer Snape se había vuelto una auténtica manzana de la discordia, no sabía a ciencia cierta qué se decían, pero se notaba que le coqueteaba a uno y a otro en la mesa, pero a quién le prestaba especial atención era a su padrino y cuando se volvía hacia Jeremy los instintos protectores de su padre salían a la superficie y luego afloraban los celos de Lucius.
- ¿Se puede saber de qué te ríes? - le dijo Ron mirando la mesa de los profesores tal como hacían todos los que estaban en el comedor - ¿acaso sabes porque Snape está así?
- Bueno, los merodeadores le prepararon una poción para cambiarle el humor, pero también le quitaron las inhibiciones, así que creo que les salió el tiro por la culata - se rió - creo que a él le gusta Sirius, sino ¿para qué provoca a Remus a cada rato? El pobre sólo se contiene.
- No debieron darle nada a Snape ¿y si se dedica a coquetear con algún alumno y este se lo toma en serio? - le dijo Hermione preocupada.
- Hermione, Snape está interesado en un adulto, mi padrino para ser exacto, dudo que dirija su mirada hacia alguien más, si llegase a hacerlo sería hacia mi hermano y eso mi padre jamás lo va a permitir.
- Pues tu hermano es lo bastante grande como para... - dijo Ginny.
- Tal vez, pero Snape podría ser su padre y no creo que pretenda nada con mi hermano, creo que le coquetea para fastidiar a mi padre ¿cuántas veces no hizo él lo mismo sólo por molestarlo?
- Pues tu hermano quizás se lo tome en serio - le dijo Seamus.
- Jeremy no es tan idiota - dijo Ron mientras se servía otra porción de papas - y él sabe que es efecto de una poción ¿verdad, Harry?
- Claro que sí, él ayudó a prepararlo - miró hacia la mesa de los Slytherin - y parece que hay alguien más a quien no le gusta lo que ve.
- Bueno, todos sabemos que Zabinni está medio loco por tu hermano, es lógico que se enfade si Snape, que sabe algo le gusta a Jeremy, le coquetea así, tan descaradamente - dijo Hermione - aunque creo que él no se lo está tomando en serio.
- Ni papá se lo permitiría, creo que primero destripa a Snape que aceptarlo como pareja de mi hermano - agregó Harry dejando el servicio sobre su plato que de inmediato estuvo limpio - ya se lo dijo.
Un ruido extraño se escuchó desde la puerta del comedor y entró una ráfaga de viento que parecía silbar, al menos eso le pareció a la mayoría de los alumnos, en cambio Harry lo entendía perfectamente, repetía como una letanía las mismas palabras siempre, "Un hijo de Malfoy, la sangre de un veela", así que se puso de pie y corrió hacia Draco protegiéndolo, con lo que su padre atrajo hacia él tanto a Jeremy como a Lucius. Al mismo tiempo Godric levantó su varita y detuvo el viento obligándolo a materializarse.
- "No eres nadie para detenerme en mi misión" - le dijo con voz silbante.
- "¡Regresa por donde viniste!" - le ordenó Harry - "y dile a quien te envió que no insista con lo mismo, hay quien habla parsel"
- "No obedezco a nadie excepto a mi amo" - le dijo la serpiente.
- "Muy bien, tú lo quisiste así, regresarás por las malas" - le dijo y levantó su varita y con un sencillo floreo y sin pronunciar palabra, la hizo desaparecer.
Casi de inmediato se escuchó un grito y un muchacho de sexto año de Slytherin cayó inconsciente. Harry miró a su maestro y este asintió, uno de los aprendices de Mortifago era el portador de esa magia y al ser esta devuelta de golpe a su origen lo atacó.
- Creo que tenemos a uno - le dijo Godric al director - quizás sea bueno interrogarlo para saber quiénes son los otros ¿no crees, Albus?
- Sí, será lo mejor - se volvió hacia ambos maestros de pociones - necesito una botella de verisitasem ¿será posible qué...?
- Tengo una buena provisión de ella - le interrumpió Jeremy - creo que le será de especial utilidad la que preparó Harry hace unos días.
- Mm, quién diría que ese chico es tu hermano, si pareciera que es un cero a la izquierda en muchas cosas.
- No te atrevas a insultar a mi ahijado - le dijo Sirius furioso.
- Ay, guapo, debes admitir que es un trasto.
Lucius le tapó la boca a James con una mano cuando este se puso de pie para decirle algo, estaba completamente seguro que sería una grosería de grueso calibre por la manera en que se puso de pie, pareciera que Snape le había clavado una aguja en el trasero.
- Siempre tan amable - le dijo Harry con sarcasmo - y así quiere quitarle a Remus el cariño de Sirius ¿No le han dicho nunca que los leones de Griffindor defienden siempre a sus cachorros? - miró a su padrino y luego a su padre y se acercó más a Snape - y recuerde que está casi metido en el cubil de los leones ¿acaso no los ha contado? - se retiró - Profesor Dumbledore, creo que sería bueno que no lo hiciéramos delante de los alumnos.
- Cierto - dijo McGonogall aún molesta con Snape por lo que había dicho de Harry - los alumnos pueden retirarse a sus salas comunes, más tarde los jefes de cada casa les informarán todo lo que deban saber - ordenó y señaló a los prefectos - ustedes quedan a cargo del orden.
- Excelente, profesora - le dijo el director - ahora dediquémonos a nuestra labor con el aprendiz - el muchacho fue colocado por Hagrid que miraba con cierto rencor a Snape, en uno de los sillones de la sala de profesores - Jeremy, por favor - y el rubio extrajo de su gabinete una botella con el líquido incoloro - perfecto, veamos que pasa ¡Enervate! - el muchacho se levantó y los miró asustado - Godric ¿te haces cargo?
- Bien - se sentó frente al chico y lo miró directamente a los ojos - dime una cosa ¿sabes quién soy yo?
- Godric Griffindor, el fundador de la casa de los leones - dijo de inmediato.
- ¿Y qué estabas haciendo en el salón principal? - le dijo.
- Mi Señora Bellatrix me dijo que si conseguía casar a uno de los Malfoy sería al fin un mortifago y dejaría de abusar de mi - le dijo casi llorando - yo no quería ser mortifago, pero mi abuelo me obligó a presentarme ante el Lord oscuro y he sido su juguete todo este tiempo, yo pensé que me iba a convertir en un mago poderoso, sólo quería llamar la atención de Harry Potter, pero bada ha salido como lo pensaba y él ahora me odia.
- ¡Otro que puso los ojos en mi Harry! - chilló Draco y Harry lo abrazó.
- Si conseguía sacar a Malfoy del medio, la señora me prometió que no le haría nada a Harry, que me podría quedar con él - le dijo.
- No me extraña de su parte - dijo Dumbledore - prometiendo cosas que a la larga no van a ser ciertas como siempre ocurrió con Voldemort - movió la cabeza - y siendo ella su más cercana aprendiz ¿por qué no usar los mismos métodos?
- Alguien debería matar a esa bruja - dijo Sirius molesto.
- Yo podría intentarlo, si me prometieras un beso - le dijo Snape y Sirius hizo un violento gesto de asco.
- ¿Quieres dejar de acosarme de una buena vez?
- Mm, tienes miedo que te quede gustando ¿eh?
- Mira, de principio TENGO PAREJA, segundo: NO ME GUSTAS y tercero, prefiero irme al infierno que tenerte cerca ¿está claro?
- Sólo lo dices porque el gordito lobo está aquí, no lo haces en serio.
- Mira, cabeza dura - le dijo el licántropo conteniendo apenas su mal genio - es mejor que dejes a Sirius en paz o te voy a dar una buena mordida ¿entiendes?
- Sólo inténtalo y haré que te encierren en una jaula para el resto de tus días.
- Voy a hacer algo más que intentarlo - le replicó fastidiado intentando írsele encima, pero James lo contuvo - déjame matarlo, James.
- No le hagas caso a este idiota, Remus - le dijo - y tú deja en paz a mis amigos - lo amenazó.
- Oh, vamos, Potter, no eres capaz de matar una mosca sin que luego te dé remordimiento de conciencia - le dijo Snape burlón.
- Pues contigo no tendría cargo de conciencia - replicó.
- ¿Y lo que pasó con el sauce boxeador cuando estábamos en sexto año?
- Fue por salvar a Remus, no por salvarte a ti, presumido.
- Fue suficiente - dijo Godric molesto por esa discusión sin asunto - por favor compórtense como los adultos que son - les ordenó.
- Este tipo es verdaderamente insoportable - dijo Sirius sentándose en otro de los sillones haciendo que Remus se sentara a su lado - y yo que había pensado que el genio le había mejorado.
- Dinos, muchacho ¿hay más aprendices de mortifago actualmente en el colegio? - continuó Godric con el interrogatorio
- Cuatro más - le dijo.
- ¿Y sabes quiénes son?
- Son muy cercanos a Malfoy - dijo - uno de ellos es de su círculo...
- ¿Quién? - dijo Draco enfadado.
- Es... - pero una clase de vapor negro le cubrió la cara y se desmayó.
- Protección anti delatores - dijo Snape - eso significa que hay un aprendiz de mortifago marcado dentro del colegio encargado de vigilar que si uno de los otros cae no vaya a arrastrar a los demás.
- Alguien del círculo de Draco - dijo Harry pensativo - no creo que sea Zabinni, sus padres no eran Mortifagos, podría ser Nott, pero es demasiado orgulloso como para dejarse arrastrar a algo que no quiere, Parkinson es demasiado vanidosa como para permitir que la marcaran y Crable y Goyle son demasiado idiotas como para dominar esa clase de magia.
- Y tiendes a subestimar el poder de los Slytherin - le dijo Snape sarcástico - solo un diota piensa que los idiotas no son capaces de conseguir lo que quieren.
- ¡Pasa de Harry! - le dijo James furioso - otro comentario contra mi hijo y te voy a meter el puño por la boca y sacarte las entrañas hacia afuera - amenazó.
- Mira como tiemblo, leoncito - se burló.
- Godric - le dijo Jeremy - de casualidad ¿no lo podría volver a convertir en un niño de cuatro años? Así era adorable, no me gusta este tipo.
- Algo se puede hacer - dijo malicioso y Snape lo miró molesto - aunque me temo que este tipo ya no tiene arreglo.

Al otro día todas las casas estaban siendo inspeccionadas, se dio la orden que todos los estudiantes debían andar de manga corta, durante la mañana, en especial los Slytherin, pero no pudieron encontrar nada, así que a Harry se le ocurrió una manera de hacer que los aprendices de mortifago se delatasen solos, era un tanto arriesgado, como lo hizo notar Godric, pero no les quedaban muchas opciones. Sirius, Remus y Lucius (este estaba furioso y no quería cooperar) regresarían a la casa del primero, James se quedaría en el colegio ayudando a los alumnos de quinto año a entrenar transformaciones para los Timos, Draco (que era otro que no estaba de acuerdo) permanecería bajo la custodia de Jeremy, quien, después que dieran los resultados de los EXTASIS, se lo llevaría a la casa de Sirius. Sólo Harry se quedaría en el colegio con su padre, suponía que creyendo los mortifagos que ya no contaban con la protección de la magia blanca, intentarían un nuevo ataque y los podrían cazar.
- Es agradable volver a tener alumnos - le dijo Godric mientras caminaban por los pasillos del primer piso luego de terminar el último examen de los alumnos de séptimo año - me gustaría volver a dar clases, quizás por eso jamás pude elegir bien mis aprendices.
- No creo que a Dumbledore lo pueda llamar mal aprendiz - sonrió Harry recordando todo lo que le contaran de él.
- El caso de Dumbledore es excepcional, igual que tú - sonrió a su vez - pero el resto siempre quería más ¿cómo podían ambicionar un poder que sólo el amor y la familia te pueden dar?
- Supongo que es lo mismo por lo que pasó Voldemort, no entendió que el poder, sin tener una persona con quien compartirlo, no vale nada.
- Y por éso, pese a que fuiste marcado como su igual, has resultado ser superior a él en todo, pese a tu juventud y falta de experiencia, quizás no tuviste el amor de tus padres físicamente, pero siempre estuvo allí.
- Sí, mis padres se sacrificaron por mí porque me amaban - suspiró - y cada vez que los necesité sentí su presencia, apoyándome, dándome fuerzas.
- Por eso eres diferente a ese demonio, Harry, no necesitas tener más poder para ser feliz, sólo a tu familia, por eso te convertiste en el Brujo Blanco.
- Me gustaría llegar a tener todos esos hijos que vi en el espejo de Oesed -sonrió - unos morenos, otros rubios, pero todos parecidos a mí y a Draco.
- Bueno, si tu esposo está de acuerdo en agrandar la familia, quizás sea posible, quizás hasta la próxima vez puedas embarazarte tú.
- Pero yo solo tendría un hijo, como papá, Draco tendrá gemelos.
- Pero de todas maneras tendrías más hijos - insistió.
- ¿Y por qué no tiene más hijos usted?
- Sería divertido intentar no impresionar a alguien con eso que soy Godric Griffindor, es casi como tú, no digo que ponga en duda que Draco realmente te ame, ni nada parecido, pero, si lo hubieses conocido hace poco ¿pensarías que él realmente te ama y no te busca por ser el joven que venció al mago más tenebroso que se haya conocido?
- Quizás - admitió - después de todo lo que viví con los Dursley, de seguro dudaría que alguien fuera capaz de amarme por mí mismo y no por ser Harry Potter - suspiró.
- Bien, olvidemos el tema y regresemos a lo nuestro, dado que el plan A no resultó, hemos pasado al B, pero ¿tienes algo preparado por si las cosas no salieran como se espera?
- Si, tengo algo planeado, pero hay un problema, si ellos no actúan pronto, no caerán en la trampa - le advirtió.
- ¿Por qué no? - dijo intrigado.
- Por el encantamiento que tiene la casa de Sirius, nadie puede llegar allí sin que el guardián les diga como hacerlo y me temo que este ni siquiera sabe donde es - miró hacia las mazmorras - y espero que nadie averigüe lo de mi hermano, no me gustaría que se viera metido en problemas por eso.
Los dos siguieron caminando hacia el aula donde James estaba practicando transformaciones con varios alumnos de quinto y de cuarto año de Griffindor sin percatarse que alguien los había estado escuchando.
- Buena información para mi señora - dijo el muchacho quitándose la capa de invisibilidad - debo entregarla de inmediato - y se marchó en la otra dirección sin percatarse que un par de ojos dorados lo habían visto.

"Una carta había llegado a la nueva base de los Mortifagos, la anterior había sido descubierta por los malditos Potter y habían tenido demasiadas bajas como para poder iniciar un ataque como se debe. Bellatrix había escapado junto con Avery, Rudolf había caído en el campo de batalla, pero a ella ni le importaba, ahora era libre y, una vez de regreso su señor en todo su poder, sería la señora del Lord oscuro. Levantó la carta una vez más y se dedicó a leerla tranquilamente.

Bellatrix sonrió complacida, estaba por llegar la hora de su venganza, tendría a todos esos pequeños a su merced, los entrenaría para hacerlos terribles y poderosos magos oscuros, mientras sólo utilizaría la magia de uno solo de los Malfoy para traer de regreso a su señor, siendo que este tenía sangre de fénix, quizás no fuera necesaria la magia de los otros. Volvió a sonreír, Potter pagaría en su sangre lo que le había hecho a su amado señor".

Harry despertó sobresaltado, no sabía qué había soñado, pero estaba seguro que tenía relación con su hermano y su rubio esposo. Se sentó en la cama y tomó sus anteojos de la mesilla junto a la cama recordando lo que había pasado la noche anterior, Draco estaba muy adolorido, así que lo había acompañado de regreso a su habitación, pero era sólo una excusa del rubio para que estuvieran solos (como los demás los acompañaban no habían tenido relaciones desde hacía varios días) y provocar a Harry, pero él, buen esposo como era, se había negado a hacerle el amor al rubio preocupado por su bienestar, así que este había estallado en lágrimas primero y al ver que ni así conseguía lo que quería, enfureció, estalló en gritos y terminó durmiendo en la Torre Griffindor.
Suspiró cansado, podía tener algunas cosas de Slytherin, pero seguía siendo Griffindor y caía siempre en lo que Draco le decía, quizás era demasiado iluso e inocente con las intenciones de su esposo, pero es que lo hacía por su bien, el medimago le había dicho en su última revisión que tuvieran cuidado ya que, al ser un embarazo múltiple, era arriesgado que tuvieran sexo, pero eso se lo dijo a él ¿quién convencía al rubio de esperar hasta que los niños hubiesen nacido? Ni siquiera Lucius se lo había tomado a bien, había despotricado contra James por embarazarlo cuando él prefería disfrutar de "hacerlo" que lo del embarazo, pero luego se había sometido cuando James le dijo que cuando Harry se hubiese deshecho de los últimos mortifagos se casarían. Lo mismo que Sirius y Remus. Por supuesto esto último había enfurecido a Snape, que se había desquitado con cuanto Griffindor había tenido la desgracia de toparse en su camino, aunque no fue a los únicos que les quitó puntos, todos los amigos de Harry y aquellos que formaban su "club de fans" habían pagado caro el tratar de ayudarlo. Y aquello no habría terminado en nada bueno, Mcgonagall se había enfurecido y había autorizado al equipo de Quidditch a hacer trampa si era necesario para vencer una vez más a Slytherin, si Dumbledore no le hubiese parado los pies a ambos, pero el odio entre casas había crecido y el ambiente estaba caldeado desde hacía varios días.
Se sentó en la cama y comenzó a vestirse, ese sábado era el último partido de Quidditch de la temporada y todo presagiaba una gran batalla entre ambas casas para ganar la copa. Griffindor llevaba la ventaja, pero no era mucha, si el buscador de Slitherin llegaba a atrapar la Snitch antes que Harry, sería la copa de las serpientes, cosa que no querían las otras casas. Aunque era de suponer todo ello, era lógico que tanto Ravenclaw como Hufflepuf se pusieran del lado de los leones cuando el jefe de la casa de las serpientes había estado fastidiando a medio mundo.
- ¡Hoy es nuestro último partido! - dijo Ron muy nervioso mientras se vestía sentado en su cama - me dijeron que venían a ver a los jugadores de los equipos para contratarlos para las profesionales ¿será verdad?
- Yo diría que es un truco de los Slytherin para ponerte nervioso - le dijo Harry al ver que su amigo era un atado de nervios - no les hagas caso y no dejes que te anoten ¿de acuerdo? Yo me encargaré de atrapar la Snitch.
- Trataré, Harry - le dijo terminando de vestirse y bajaron juntos a la sala común - haré todo lo posible.
- Y lo imposible también - lo regañó Hermione - ¿Qué haces aquí, Harry?
- Adivina - contestó este con molestia - Draco se enojó anoche.
- Es el tío más pesado que hay en el colegio - le dijo Ron - no te enfades, amigo, pero ¿qué le viste que lo aguantas tanto?
- No hay duda que estoy muy, pero muy enamorado de él o ya lo habría mandado de paseo a quién sabe dónde hace rato - suspiró.
Bueno, Malfoy debe estar muy susceptible a los cambios de humor con todas las hormonas que genera el embarazo - dijo Hermione - ¿qué no hiciste que se enojó ahora?
- Bueno, quería... eso - se sonrojó - pero yo le dije que no porque era peligroso para los bebés y para él si se lo hacía, primero lloró y trate de persuadirlo para que se calmara, pero no me dejé, así que comenzó a gritar y al final me echó de la habitación.
- Deberías comprender que su libido está alterada...
- Sí, pero que no se desquite conmigo, simplemente lo estoy cuidando - le dijo saliendo por el retrato - además, estoy un poco tenso para esas cosas - comenzaron a bajar las escaleras rumbo al gran comedor.
- ¡Buena suerte en el partido! - exclamó la señora gorda desde su retrato.
- ¡Gracias! - exclamaron Harry y Ron terminando de bajar.

El estadio era un hervidero, todo el colegio parecía haberse concentrado allí para ver el último partido, Harry esperaba que ello no pusiera más nervioso a Ron de lo que ya estaba, así que no le dijo que la familia del pelirrojo estaba en pleno allí y menos que era verdad lo que le habían comentado los Slytherin acerca de los veedores de los equipos profesionales. A varios de ellos los conocía de las revistas de deporte que su padrino le enviaba, por eso los había reconocido, pero esperaba que Ron no.
- ¿Están todos listos? - dijo mirando a su equipo y sonrió al ver que todos se encogían de hombros - ya casi es hora.
- Harry, sabemos que es tu último partido - empezó Delmeza junto a Ginny - y yo te prometo que daré lo mejor de mí para que te lleves la copa una vez más.
- Harry se va a retirar capitán y campeón - aseguró Ginny.
- Daremos lo mejor de nosotros - dijeron todos a coro y se pararon frente a las puertas de los vestidores.
- No quiero que se pongan nerviosos, chicos - les dijo Harry - concéntrense en sus posiciones y olvídense del público, piensen que estamos en una práctica, hagan oídos sordos a todo a su alrededor y verán que todo resulta.
- Y los equipos ya están listos a salir - dijo la voz de Luna Lovegood por el altoparlante - salen los actuales campeones del colegio ¡Griffindor! - una fuerte ovación se escuchó mientras tomaban sus posiciones - Y los siguen Slytherin - y a ellos los acompañó un fuerte abucheo pese a los gritos de sus partidarios.
Harry vio a la señora Hotch acercarse al cofre donde estaban las pelotas y asintió cuando ella les dijo que quería un juego bonito y limpio, aunque sabía de sobra que no sería así, recordaba que en el primer partido que jugó contra Slytherin estos habían golpeado al guardián y a las cazadoras para tratar de ganar y si no fuera porque casi se tragó la Snitch, de seguro le habrían pegado hasta Fred y a George.
- Inicia el partido - decía Luna, pero Harry hizo lo que le había dicho a los demás, se desentendió de los sonidos externos y se dedicó a buscar la escurridiza pelotita dorada, la vio en medio del campo casi al mismo tiempo que el buscador de Slytherin, pero una buggler evitó que ninguno la atrapara a tiempo, sin embargo, Harry la detectó casi de inmediato por sobre los aros de Slytherin, muy cerca del guardián de estos, así que se lanzó contra él consiguiendo que Delmeza anotara pese a que no pudo atrapar la Snitch.
Harry miró a Ron y lo vio tranquilo, había seguido su consejo y se mantenía firme en su puesto, así que se despreocupó del marcador y volvió a buscar la escurridiza pelotita dorada. Y la volvió a ver, esta vez del otro lado del campo por debajo de donde los jugadores luchaban por el dominio de la quaffle. De un viaje se lanzó contra ella, sin embargo, el buscador de Slytherin se había lazado también en una arriesgada maniobra. Si pensárselo siquiera, aceleró su saeta de fuego al máximo y consiguió atajar la Snitch sin estrellarse contra el suelo recuperando la paralela en una fracción de segundo y elevándose luego con las alas de la pequeña pelota agitándose entre sus dedos tratando de escapar del firme agarre.
- ¡Y Slitherin gana por 200 contra 20! - escuchó Harry que decía Luna - ¡mantiene su título de campeón! ¡Buen trabajo, leones!
Pero aquello había sido la causal de un desastre, Harry lo percibió pocos segundos antes que los Slytherin comenzaran a lanzar cuanto pillaban contra ellos, así que ordenó a su equipo elevarse más para evitar los proyectiles.
- "Esto es sólo culpa de Snivellus" - le dijo James convertido en fénix volando alrededor de ellos - "él ha provocado todo, espero que Dumbledore lo sancione por ser tan infantil ¿qué culpa tienen ustedes que Sirius no lo quiera y se vaya a casar con Remus?"
- ¡Todos los alumnos que sean sorprendidos lanzando proyectiles - decía la voz amplificada mágicamente de Dumbledore - a los jugadores de quidditch, serán suspendidos de inmediato!
Y la lluvia de proyectiles se detuvo y los jugadores pudieron descender en paz, sin embargo, Harry pudo ver como Dumbledore regañaba a Snape que estaba pálido, de seguro ni él mismo había medido el alcance de sus actos.
- Snape es in idiota - dijo Ron - menos mal que pronto ya no tendré que verle la cara nunca más.
- Bueno, espero que esto le haya servido de escarmiento - dijo McGonogall abrazando uno por uno a los jugadores de su casa - son campeones una vez más, así que pondremos una placa con sus nombres en la sala de trofeos y las acompañaremos con sus fotos.
- ¿Podemos poner también una réplica de la copa? - le dijo Ron.
- Por supuesto, señor Weasley - le dijo ella - ahora corran a cambiarse, creo que la fiesta ya debe estar lista en la sala común.
Los siete se echaron a correr rumbo a los camarines mientras una mirada seguía atentamente los movimientos de Harry, ya pronto sería hora, muy pronto, y ese maldito Griffindor dejaría de humillar a los Slytherin para siempre...

Continuará...

Quiero darles las gracias por sus comentarios, aún no estoy muy segura de lo que voy a hacer con Jeremy, pero con alguien se va a quedar. Lamento el temperamento que le he dado a Snape al final de este capítulo, creo que se me fue la mano, pero ciertamente él es vengativo, si no ¿por qué molestaba a Harry por lo que le hizo su padre cuando él ni lo conoció? Puede ser muy malo cuando quiere y, como dijo Harry, quiere siempre. En fin, lo dejo hasta aquí.
Y lamento tardar tanto en actualizar, tuve problemas.
Ah, antes que lo olvide, a que no adivinan quién es el Slytherin marcado que esta pasando información del colegio a los Mortifagos (no se angustien, ya me cargo a Bellatrix, la odio porque mató a Sirius en el quinto libro)
Shio Chang.

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