CAPITULO V
El hombre mete su cartera al bolsillo trasero de su pantalón, se echa un vistazo en el espejo y luego toma entre sus manos una carpeta... mira las fotos que estaban dentro las cuales correspondían a los expedientes de Camus y Milo. Sonríe pero no era una de alegría, era una cargada de tristeza por todo lo que implica sus futuras acciones ya planeadas.
- Lamento que estén protegiendo a un verdadero marica, pero no tengo otra opción... también ustedes morirán si es necesario... - El odio salía de sus labios y se extendía por todo el lugar transmitiendo una grisácea vibra, no importaba cómo o quienes se atravesaran en su camino con tal de lograr su objetivo, no había marcha atrás.
Sujeta el arma entre sus manos y luego la coloca dentro del saco para luego salir de esa habitación...
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Milo limpiaba la sangre de Saga que había teñido su boca y barbilla de un rojo oscuro, y aunque no era muy abundante la sangre que de la herida emanaba no estaba muy de acuerdo con lo que su compañero le había hecho a su novio.
- Discúlpalo Saga... es muy impulsivo. - Trató de disculparlo, aunque sabía que nada era buena escusa para lo que había hecho.
- No me vengas con esto Milo... solo busca el pretexto de molestarme... ouch... - Sintió una pequeña punzada sobre el labio y luego ardor ya que Milo había humedecido la torunda de algodón con un poco de alcohol.
- Han sido días pesados para ambos... entiéndenos... - El de cabellos esponjados tenía la extraña sensación de tener que conseguir el perdón de su novio hacia el malhablado de su compañero, aun no sabía explicar bien por que le importaba tanto.
- ¿Acaso tu también me vas a golpear? - Enfadado puso sus ojos sobre el que le curaba, ¿por qué tanto afán de justificar lo injustificable?
- No... Solo que Camus es muy difícil... tu lo sabes. - Se retira juntando todo lo que había necesitado para la curación del recién llegado. Avanza lento y apenas le daba la espalda cuando escuchó la voz grave que hacía un último comentario.
- Creo que me odia por que me amas... eso es lo que pasa... no encuentro otra razón... - El peli azul miró al de cabellos violáceos y esponjados alejarse un poco, sabía que sus palabras decían mucha verdad y que su pareja estaba más consciente de eso.
Milo permanece callado ante el último comentario, pensaba en que jamás debió estar con Camus en la intimidad, por que le había dado una esperanza que ahora el mismo no sabía si cumplir o no. Aunque tampoco sabía definir si era amor lo que aun prevalecía en su corazón hacia Saga.
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- Camus...de..deseo estar contigo...- No le importaba si sonaba desesperado, no le importaba si sonaba como súplica, lo único que sabía es que quizás esa oportunidad no la tendría jamás. Era más que claro que el policía estaba más que enamorado de Milo y a eso no le podía hacer competencia.
- No Shaka... solo te lastimaré... - Sentía como los ojos azules del chico le miraban con un ligero tintineo, en mal momento llegó el arrepentimiento de sus palabras ya que le había dado esperanzas, mismas que ahora le presionaban para que ocurriera algo más.
- Pero has dicho que te gusto... - Le dijo mientras retraía su mano que impulsivamente se había estirado para tocar a Camus pero que no logró su fin debido a la inseguridad que le dominaba.
- El gusto no es lo mismo que el amor... espero que entiendas... - Trató de que el chico entrara en razón y desistiera en su intento, pero al verlo sintió como su propia piel se erizaba ya que la belleza que emanaba el más joven era nata, inocente y parecía que el mismo ignoraba que la poseía, eso era algo irresistible.
- Re..regálame... mi... mi.. primera vez... - Sentía su cuerpo caliente, sentía que sus ojos se nublaban por una humedad excesiva en sus lagrimales y un leve temblor hacía torpe sus movimientos pero estaba seguro de lo que pedía.
Camus lo miró, aunque Shaka estuviera rojo pero le miraba a los ojos con seguridad y a la vez con tanta timidez... lo abrazó... le deseaba pero no quería lastimarle, a su cabeza se vino aquella canción titulada "Nasty sex" de "La Revolución de Emiliano Zapata" ya que iba a tener sexo por mero placer y nada más... pero a la vez recordaba a Milo que sin más había estado con él hace apenas unos días y ahora ya pasaba la noche con el odioso de Saga, el coraje lo domó de nuevo por que había pensado que eran como la canción de "Kiss"- "I was made for loving you" pero nada de eso estaba pasando y sus impulsos lo llevaron a besar de nuevo al joven que gozoso se dejaba guiar con esos labios suaves y húmedos que querían conocer más.
Con su mano lentamente soltó el cabello de Shaka que estaba sujeto con un listón justo a la mitad de sus cabellos, lentamente pasó sus dedos entre los dorados de ese joven y luego los jaló un poco hacia atrás haciendo que este abriera su boca y dejara pasar la lengua del peli azul-verdoso que lograba dominarlo enteramente cegándolo de pasión. Miles de sensaciones recorrían al experto en computadoras que se cantaba a sí mismo la canción de "Mika" llamada "Relax, take it easy", tanto el amor como el deseo lo estaban posesionando. Con sus manos temblorosas sujeta la camisa de Camus el cual ya habían empezado a probar la piel del rubio con su lengua, paseándola desde la oreja hasta descender al cuello blanquecino y tibio.
- No quiero lastimarte Shaka... - Otra vez su conciencia lo hacía hablar, con ese hilillo de voz jadeante que formaban las palabras.
El otro posó sus dedos debajo de la camisa de Camus y con los ojos cerrados y voz algo ronca musitó
- Sigue... por favor... - No, no lo soltaría, no ahora, no de esa manera, sabía que no era amor, que tan solo era un arrebato motivado por desconocidas circunstancias, pero eso ya no importaba más, sólo quería sentirlo y soñar que era sólo para él.
Camus lo recostó y empezó a quitar la camisa lentamente, la piel de Shaka era blanca con un toque rosado, era delgado pero de forma atlética, con sus dedos recorrió el pecho blanquecino del joven hasta llegar a los pantalones... con su boca sujetaba los pezones del rubio y los lamía con especial cuidado formando con su lengua círculos y provocaba que estos se pusieran duros y rojos... le parecía un inocente ángel, le gustaba mirarlo, así que de cuando en cuando se retiraba para observarlo, la respiración agitada y temblorosa del oji-azul le excitaba... retira lentamente los pantalones, a la vez acariciaba sus fuertes piernas provocando que la piel se le erizara... al quedar el rubio completamente desnudo se sienta para hacer otra petición.
- Enséñame Camus... - Ve como el policía asiente con una leve sonrisa y con un brillo que jamás había visto en sus ojos.
Shaka quita los pantalones del lacio peli-azul verde y con cierta timidez empieza a tocar por encima del bóxer el miembro palpitante rogando salir de la prisión que le representaba.
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Un hombre caminaba solo por la desierta calle, se acercaba a su destino, sujeta por el mango el arma mientras seguía con su paso tranquilo...
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Empieza a besarlo de nuevo con ternura, no olvidaba que esa sería la primera vez de aquel hermoso hombre y que tenía que ser tierno para que nunca lo olvidase, a pesar de que no lo amaba y que sus motivos eran más por despecho, lo último que deseaba era provocarle una mala experiencia.
- Eres muy especial Shaka... mucho.- Le decía al oído con susurros entendibles.
Lentamente el galo empieza a besar aquel miembro mientras que con la mano izquierda sujetaba a la del rubio y con su mano derecha tomaba la base del miembro, con especial delicadeza empezó a lamerlo provocando gemidos del rubio que quería ahogarlos sin éxito, apretujaba los dedos de Camus por cada sensación nueva que sentía... sus ojos estaban llorosos por el placer causado y sudaba en exceso por los nervios, parecía avergonzarse de su belleza, Camus por fin lo introduce todo en su boca, daba pequeñas succiones y aceleraba un poco el ritmo provocando que Shaka arqueara un poco su espalda por sentir tanto placer... hacia su ritmo lento para luego volverlo acelerar... los gemidos escapaban por su boca, tanto que después olvidó el intento de apagarlos, por fin el más joven sentía que algo iba a hacer erupción, jaló su cabeza hacia atrás y apretó de nuevo la mano de Camus para luego derramarse en la boca del policía... respiraba agitado y tragaba saliva, volvió el franco a recorrer ese cuerpo tan perfecto y lleno de inocencia... le sonrió para luego colocar sus dedos en la pequeña entrada de Shaka... el otro enroscó sus piernas en las caderas de Camus facilitándole el trabajo...
- Camus... te... te amo. - Salía del fondo de su corazón, aunque sabía que no tendrían el efecto que deseaban por lo tanto no esperaba una respuesta que le correspondiera.
Esas palabras emocionaron al peli azul-verde de una extraña manera, por unos segundos imaginó tener a Milo debajo suyo y que era el que acababa de formular esa frase. Formaba una cortina con sus cabellos lacios que caían a ambos costados chocando con el pecho de su amante por esa noche, con su mano acariciaba la frente del rubio que sudando había pegado unos cuantos cabellos a ella, le volvió a besar mientras seguía delineando aquel rostro y sin dejar de dedicarle mil sonrisas...
- Sólo relájate... - Experimentaba más placer de lo que había imaginado, por un instante se sintió como un patán que abusa de un niño, la carne es débil... recordó y ahora le daba más sentido a esa frase.
Shaka asintió con la cabeza, el dedo de Camus entra lenta y forzosamente provocando una mueca de dolor por parte del rubio.
- Relájate... nada pasará... - Ya no había vuelta de hoja, al menos eso pensó, imaginó entonces que "su" Milo estaría estremeciéndose, quizás en ese mismo instante, en brazos del griego recién llegado que tanto odiaba por quitarle lo que mas ama.
Volvió a besarle, sabía que el chico estaba nervioso y eso provocaba que sus músculos se tensaran... sacó el dedo y volvió lentamente a introducirlo, esta vez con más facilidad que la anterior... Shaka le abrazaba fuertemente aferrándose a él escuchando su propia respiración temblorosa y agitada a la vez... sintió como una mano firme y grande empezó a acariciar sus muslos
-Si lo deseas... podemos... detenernos... - Tuvo la esperanza que así fuera, una terrible angustia comenzaba a atravesar su cabeza y pensamientos.
- No... sigue... sigue.- Más que entusiasta, ruborizado y con el deseo a flor de piel, su respuesta era clara.
Camus empezó con su mano a hacer un movimiento circular en la cavidad de Shaka para relajarlo... metía su dedo lo más profundo, luego un segundo... el chico gemía y notaba como su pecho se elevaba para tomar aire... el galo coloca la punta de su pene en la entrada del chico y lentamente empieza a introducirlo provocándole un grito... se detiene pero el otro con sus caderas empieza a intentar introducirlo más...
- No te apresures mi ángel... que tenemos toda la noche... - Entonces sonrió divertido al ver la desesperación del novato que tenía en frente abierto de piernas totalmente. Fue cuando quiso pensar en sólo su placer físico, no le daría ese momento a Milo, no más por esa noche.
Camus riendo ante la desesperación del otro empieza a mover la punta en la cavidad de Shaka, en forma circular... era bastante estrecho y estaba demasiado tenso como para introducirlo todo puesto que le provocaría un desgarre, no deseaba hacerle daño, se separa de él, el rubio, asustado, pensando que había arruinado todo le mira con lágrimas en los ojos de manera fugaz.
- No hemos terminado pequeño... solo voy por ayuda... - Se separaron, le dio la espalda y se encaminó a lo que facilitaría tomar al pequeño que se le ofrecía exquisitamente.
Shaka no sabía que hacer... y es que no sabía que fuera tan diferente a lo que había leído... estaba en el momento que más había deseado, con la persona que más había querido y se sentía tan mal que ni poder cogerlo pudieran... Camus sacó un pequeño tubo de un cajón y volvió a recostar a Shaka... volvió a besarlo para tranquilizarlo, volvió a acariciarlo y volvió a sonreírle...
- Camus... yo... - Intentó explicarse, temía quedar en ridículo.
- Shhh... todo esta bien...- Subía de nuevo a la cama para continuar con lo que había empezado.
Camus tomó las piernas de Shaka y las colocó nuevamente alrededor de su cuerpo, colocó un poco de lubricante en la entrada del rubio y empezó a masajearlo... coloca nuevamente dos dedos en la entrada que ahora resbalaban con facilidad, esos dedos largos que los introducía y sacaba de forma completa... volvió a colocar su pene y esta vez estaba entrando, aunque con dificultad, pero totalmente, Shaka gritó debido a un dolor que después se transformó en algo placentero, sus dedos estaban encajados por completo en Camus quien también sale lastimado pues aun tenía latentes los rasguños provocados por Milo... empieza a mover su cadera lento, lo sacaba y lo metía intentando no lastimarlo... era tan delicioso, esa estrechez que le excitaba por ser tan difícil... lo beso nuevamente, un beso prolongado ahogando los gemidos de ambos mientras sus cuerpos se adaptaban a un compás que aceleraba según aumentaba su deseo... Shaka vuelve a explotar en el pecho de Camus y este al sentir el liquido cálido empieza a acariciar el miembro virgen de Shaka estimulándolo a arrojar más de su semilla, con esos besos que ahogaban los gemidos, casi alaridos del rubio...
El francés siente venirse así que se separa de los labios rojizos del experto en computadoras, gimiendo de manera ruidosa acelera su ritmo haciendo que Shaka también gritara mas, se sale de él y vierte su liquido en las piernas del rubio... sonríe al verlo...
-Eres maravilloso, cabrón... -Estaba más que satisfecho, pensó alguna vez que solo los orgasmos tenían el nombre de Milo, pero agradeció que esta ocasión no fuese así. Su necesidad de sexo ya estaba más que satisfecha por esa noche.
Dormitaron por unos minutos, el rubio parecía más exhausto, nunca imaginó todo el esfuerzo que implicaba tener sexo.
Shaka se mordía los labios cuando logró abrir los ojos para luego sentir que Camus le abrazaba y entrelazaba sus piernas con las de él...
- Ahora es tu turno. - Susurró a su ensoñación. Necesitaba más, quizás era la forma más errónea de mitigar su dolor, su pena, su amor, su coraje, enojo... En ese pequeño momento de sueño sólo había podido ver a Milo, sentía las caricias que alguna vez y no hace mucho, le fueron proporcionadas por esas manos bronceadas bañadas de sol, su cuerpo respondía al querer que fuera su policía el que lo tomara en ese justo momento. Sabía que no sería para nada lo mismo con el que ocupaba la cama junto con él, pero necesitaba apagar el fuego que el griego de cabellos violáceos despertaba hasta en mismos sueños.
Shaka le miró... el no sabía si se lo había dicho conscientemente ya que aquellos ojos seguían cerrados, lo sacudió un poco pero no hubo respuesta. Titubeó un poco al acariciarlo, miles de ideas se formaban en su pensamiento como si lo tratasen de aconsejar y así atreverse a despertarlo con un beso.
- puedo... yo... - Comenzó el rubio a temblar cuando comenzó a hablar, sentía que lo iba a arruinar. Solo logró que el mayor se moviera tantito para acomodarse mejor, su rostro estaba teñido de un rubor que aun con la escaza luz que entraba se lograba distinguir. - Está soñando.- Dijo para si mismo ya que no obtenía respuesta.
Efectivamente, Camus soñaba con aquel a quien tanto ama.
El francés, en su sueño, se colocaba sobre sus rodillas y brazos listo para recibir y desahogar a través de gritos lo que tenía en el alma.
- Solo tienes que estimularme... es todo... - Dijo como si fuera instrucción suficiente para que lo poseyera de una vez y por completo.
El griego de cabellos violáceos, esponjados y largos se coloca detrás de el y empieza a acariciar las pompis redondas y firmes de Camus con su mano un poco temblorosa, como si fueran a hacerlo por primera vez, empieza a acariciar la estrecha cavidad... pero pronto el deseo le fue guiando con movimientos circulares en el ano del galo policía el cual emitía gemidos suaves, Milo le había dicho ya que era demasiado estrecho pero eso lo encendía más y más así que coloca su miembro y lo introduce todo en Camus lanzando éste un grito de dolor combinado con un delicioso placer...
- Te he... - Al escuchar aquel grito, quiso retirarse por completo y dejarlo por la paz, pero antes de que siquiera terminara la frase le ordenaron.
- ¡¡¡Sigue!!!
El griego sujeta las caderas de Camus y empieza su ritmo, su compañero de trabajo sentía las manos y cuerpo temblorosos de su huésped y le fascinaba...
Un poco torpe el piel de canela seguía embistiendo a Camus, su ritmo era un poco inconstante pero al galo le estaba gustando... se separa el franco haciéndolo pensar que ya había terminado... se queda Milo con cara de preocupación, pero no le duró mucho puesto el galo le tumbó en la cama y se sienta sobre el, toma con sus dedos el miembro latente de su amado y lo vuelve a colocar dentro de si para montarlo mientras acariciaba el pecho firme y bronceado del rudo policía peli violeta que al contrario de Shaka, lucía como un pequeño travieso... alzaba sus caderas cuando el francés descendía para introducirlo por completo... ambos llegan al clímax... sus ojos se entrecierran , el sonido deja de salir de sus bocas pareciendo que se lo tragasen y luego ambos en su orgasmo dejan salir todo el semen... el policía se deja caer en la cama, sus pechos subían y bajaban con rapidez para luego abrazarse dejando en claro que eran el uno para el otro, además que la noche se había transformado suya al final de cuentas.
Despertó lentamente, no queriendo darse cuenta de la realidad, pero ahí estaba, la prueba irrefutable de que había pasado la noche con otro que no era su Milo y entonces no pudo evitar sentirse como traidor, no sólo a su amado, si no a si mismo por dar su cuerpo a quien no le correspondía, a quien no le pertenecía.
Los lamentos ahora ya estaban de sobra, ahora tendría que aclarar las cosas con Shaka y sin querer ya lo había lastimado al aceptarlo sabiendo que jamás podría corresponder al sentimiento que le era profesado.
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Milo dormía apaciblemente, los brazos de su novio lo volvían a rodear después de tanto tiempo, una sombra se ve por la ventana, un hombre portaba un arma con silenciador... gira la perilla lentamente, pero Milo tenía un sueño ligero y al escuchar el sonido tan leve del crujir de la cerradura, toma el arma debajo de su almohada para estar alerta... la puerta se abre y Milo se levanta de inmediato, empujando al suelo a Saga que se despierta algo alterado debido al golpe en el suelo para luego ver despedazarse el despertador que estaba en el buró junto a él...
- ¡¡¡Baja tu arma!!! - gritó Milo con autoridad mientras apuntaba al intruso.
Varios disparos se escucharon como eco por la habitación rompiendo los cristales de un ventanal que estaba frente a Saga... Milo, que no supo ni como se cubrió de los tiros, sale de la habitación empujando al tipo que ya en el suelo logra sujetarlo de la pierna izquierda, el griego le da una fuerte patada en la cara con su otra pierna, el invasor le suelta sujetándose el rostro adolorido por el fuerte golpe, el policía le apunta con el arma mientras el tipo seguía lamentándose por el dolor que tenía en la nariz pues al parecer se la había roto.
Mientras tanto, DM dormía, abrazaba su arma todas las noches, de pronto las alarmas silenciosas se activan, se despierta y revisa por el monitor por donde habían ingresado... coloca el cargador a su arma y esperaba al hombre que se acercaba por el pasillo sigilosamente... se decide a abrir la puerta lentamente y cuando el tipo pasa cerca la abre de repente dando un golpe al intruso con el arma que portaba haciéndolo caer al piso... el hombre dispara logrando hacer un gran hueco a la puerta, apunta a DM y vuelve a disparar, los rápidos movimientos del policía hace que esquive la bala para luego el usar su pistola y dar un tiro certero en la mano, el hombre al soltar el arma intenta escapar pero DM lo detiene jalándolo de la ropa, le golpea en la sien y hace que se desmaye...
Camus seguía abrazando a Shaka, ya que muy en el fondo deseaba estar así con el chico de piel canela, cuando escucha un ruido que provoca que se percate de la realidad, se retira del rubio y saca del cajón su arma sin hacer mucho ruido... se viste rápidamente con los bóxers y se coloca detrás de la puerta, ve una sombra y se da cuenta que es de un hombre con un arma, miró de reojo al que dormía plácidamente y entonces supo que tenía que actuar para que no saliera herido el chaval rubio. Se limita a esperar al intruso para darle una pequeña sorpresa...
- Shaka, despierta... - dice en forma de susurro pero debido al silencio de la noche es perfectamente audible. Agradeció que el chico tuviera sueño ligero.
Shaka abre los ojos lentamente, se sentía tan cansado, ve a Camus con el arma entre la oscuridad. No entendía mucho así que se sienta de repente asustado a punto de hablar pero su voz no sale de los nervios.
- Colócate debajo de la cama... - Ordena, presiente que un tiroteo se aproxima y no se le ocurrió lugar más seguro por el momento.
El chico obedece a las indicaciones de Camus sin siquiera rechistar, así lo hace logrando ver únicamente los pies del policía que seguía aguardando tras la puerta. La oscuridad que los rodeaba hacía más espeluznante el momento.
Unas ráfagas de disparos empiezan a destrozar la puerta completamente, se trataba de una metralleta automática Tec-9, calibre 9mm... Camus portaba una pistola corta calibre 45 automática, que no era suficiente al parecer contra semejante arma del que le atacaba... con una patada el tipo tumba la puerta, da un paso para entrar a la habitación y escucha un clic muy cerca. Camus le apunta en la cabeza...
- ¡¡¡Tira tu arma hijo de perra!!! - Estaba totalmente irritado y se sentía capaz de jalar el gatillo y terminar con todo de una vez.
El tipo se rió cínicamente, tira su metralla que es alejada por una patada del galo alejándola lo más que su pie descalzo pudo, en un pequeño lapso el que parecía sometido, de forma rápida logra desequilibrar al peliazul, ambos empiezan a luchar cuerpo a cuerpo, una lucha por no soltar la pistola y la del asesino por quitársela... la pistola sale volando cerca de la cama y es cuando el policía aprovecha para encestar un golpe en el pecho del intruso, este le responde golpeándole la cara, ambos se separan a considerable distancia y se colocan en posición de combate... Camus mantenía sus dos puños a la altura de la cabeza y movía sus piernas esperando el ataque, el invasor colocó un puño a la altura de su barbilla y el otro un poco mas alejado pero a la misma altura, el galo lanza un puño hacia el rostro del enemigo el cual logra esquivar pero sin saber que la rodilla de Camus le esperaba rematando con un codazo en la espalda que lo hace caer al suelo...
El franco se agacha para sujetarlo pero el intruso se va rodando y toma la pistola calibre 45, pero con lo que no contaba el francés era que viese a Shaka que permanecía inmóvil debajo de la cama.
Sonríe maliciosamente y con una sola mano arroja la cama al aire logrando que quedara a dos patas y entonces sujeta de los cabellos a un asustado muchacho que no tuvo tiempo de reaccionar. Sin previo aviso dispara en el estómago del rubio para luego sentir el mismo criminal las balas de la Tec-9 incrustarse en su cuerpo, Camus había alcanzado el arma y disparado sin piedad.
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DM llama a Shura para dar aviso del ataque, Shun estaba nervioso y casi abrazaba al policía, el tipo que intentó dañarlos estaba bien armado y parecía entrenado, así que agradeció que Milo y Camus hayan instalado las alarmas ya que gracias a ellas y a las cámaras supo a que se enfrentaba permitiéndolo decidir como actuar, da un gran suspiro al ver al sujeto desmayado y esposado en un rincón...
Milo intenta esposar al tipo que empieza a forcejear retorciéndose como el vil gusano que era inquietando al policía ya que no le permitía someterlo.
- ¡¡¡Estate quieto imbécil!!! ¡¡¡Que no ves que trato de esposarte!!! - Refunfuñaba mientras el otro se movía como remolino al querer evitar lo inevitable.
El hombre por fin logra separarse de Milo que tan solo había debilitado un poco su agarre por un par de segundos, suficientes para que se echara a correr lejos de su captor como gacela que huye de su depredador.
- ¡¡¡Mierda!!! - Sale corriendo tras el reprochando su propio descuido.
El de cabellos violáceos va a alcanzarlo, el tipo sujeta un radio que extrajo de entre su ropa y presiona el botón...
- ¡¡¡Misión fallida!!! Repito ¡¡¡Misión fallida!!!
Luego lanza el radio al aire despedazándose por completo al caer en el asfalto de la calle mientras sigue corriendo, Milo corre tras de él hasta darle alcance, da un fuerte golpe en la cabeza del otro que lo hace caer inconsciente... se lleva al sujeto a rastras hasta su departamento jalándolo de uno de sus brazos, era el trato que merecía por interrumpir su tranquilo sueño.
- Maldito... ¡¡¡tan a gusto que estaba durmiendo para que tu vengas!!! - Reclamó al inconsciente hombre que apenas parecía respirar.
Al entrar a la casa con el inconsciente, Saga se asoma de su escondite curioso y al ver a Milo que ya tenía todo bajo control decide salir del armario en el que se había resguardado...El policía toma el celular y marca a Shura...
- Me han atacado jefe... - No deseaba preocupar a nadie, pero seguro si no lo informaba recibiría la reprenda de su vida. Además que era posible que no sólo a él hayan intentado desaparecer de la faz de la Tierra.
- Esto es muy peligroso... a DM también le acaban de atacar... - Su voz se escuchaba preocupada, y así era, eran sus trabajadores y acababan de pasar por un serio atentado. Al menos se alegraba al saber que nada les había pasado.
- ¿Sabe algo de Camus? - Al saber lo de Ángelo, supuso que también su compañero y pareja de trabajo estaría en la misma situación. Rogó al cielo equivocarse.
- No... espero que el esté durmiendo... además que Shaka está con él.- Hasta ese momento cayó en cuenta de que era muy posible la situación, un shock eléctrico le recorrió el cuerpo al saber que el rubio también estaba en peligro.
- ¿Shaka? ¿El nerd? - No entendía que tenía que hacer el chico a esas horas de la madrugada en casa del lacio policía. Sintió celos.
- ¡¡¡Milo!!! - No aceptaba insultos para ninguno de sus trabajadores, fuese quien fuese, pero sentía una obligación de cuidar al "nerd de las computadoras".
- Esta bien... iré a su departamento, no vaya a ser la de malas... - Sujetó su arma mientras escuchaba a su jefe por el móvil, tenía que darse prisa por que los minutos a la casa del galo se le harían eternos.
- Ok... ahora va para allá algunas patrullas... - Dio por terminada la llamada para él mismo dirigirse también a casa de Camus.
Al salir de la casa, el heleno de ojos esmeraldas se acercó al inconsciente hombre que yacía esposado en el suelo, se inclinó un poco y le miró la cara, hizo una mueca al saber que ahora tendría que esperar que las patrullas llegaran y se lo llevaran y que muy probablemente no conciliaría el sueño no sólo por esa noche, si no por muchas más.
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Camus sujetaba el cuerpo sangrante de Shaka mientras llamaba a una ambulancia... se sentía culpable... estar a su lado en esos momentos era lo peor que le había podido pasar a ese joven... sujetaba la sábana haciendo presión en la herida para que no saliera más sangre, pero la bala, por la poca distancia del disparo, había atravesado por completo el esbelto cuerpo...veía aquel pedazo de tela que originalmente era blanco, como se empapaba del vital líquido; por fin llega la ambulancia, sacan de inmediato al rubio y se lo llevan aplicando primeros auxilios, también habían llegado varias patrullas ya que al parecer los vecinos habían escuchado la ametralladora... Milo ve todo el alboroto y corriendo baja de su auto para asegurarse que el gruñón de su vida estaba a salvo.
- También te han atacado... espero que estés bien... - Dijo mientras sentía sus pies volar mientras las voces de los demás policías le querían impedir el paso.
Al ver la ambulancia se espanta, se acerca y ve a Shaka semi-desnudo y que le están tratando de emergencia... sin más se dispone a buscar a Camus... temía lo peor... sintió una opresión en el pecho y una angustia terrible, su visión se nubla por sus ojos húmedos ya que el panorama no pintaba nada bien.
Al llegar ahí ve a Camus sentado en su sillón, mira hacia la habitación y ve la puerta en el suelo con múltiples agujeros al igual que la pared, ve las manos llenas de sangre de Camus al igual que su pecho.
Se acerca para echar un vistazo a la habitación: la cama estaba parada totalmente y el colchón estaba tumbado de lado en el suelo con agujeros también... mira el piso lleno de pedazos de la puerta y yeso de los muros para luego encontrarse con el cadáver de un hombre con balas incrustadas en el cuerpo, suspira, sabe que esto no es fácil y que necesitará apoyar a su compañero, amigo y alguna vez amante. Vuelve a regresar con Camus...
- ¿Estas bien? - Estaba de sobra esa pregunta, se podía ver como estaba carcomiendo la culpa al que ahora estaba junto a él. Se sienta en el sillón y le sujeta un hombro.
Su compañero niega con la cabeza mientras lágrimas contenidas se amontonaban en sus ojos azules y llenos de preocupación.
- Estará bien... Camus... - No recordaba haberlo visto así en el pasado, no supo que decir, no tenía las palabras precisas y se sentía con gran impotencia.
El galo ni parpadeaba, parecía mirar sus manos, pero la verdad es que no miraba nada... Milo le abraza con todas sus fuerzas, notó a la distancia que la ropa de Shaka estaba en el cuarto de Camus y eso le hacía suponer que quizás habían pasado la noche juntos... se reprochó por un instante a si mismo por pensar en eso justo cuando el chico estaba debatiéndose entre la vida y la muerte... sacudió la cabeza despabilando sus ideas para luego ver entrar a Shura...
- Camus... no solo tú has sido atacado... DM y Milo también...- Informó, aunque era en vano lo que hablara, nada cambiaba las circunstancias.
Shura se queda en silencio, sabía que era inútil hacer sentir mejor a uno de sus mejores elementos, así que procedió con su parte, llegó el forense, tomaron fotografías y luego retiraron el cuerpo sin vida que yacía en la habitación...
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El hombre había recibido el mensaje...
- Son buenos...más de lo que pensé... bien, ahora implementaré el plan B...
Encendió un cigarrillo mientras veía desde lo alto a lo lejos la casa de Shun...
- Y tu morirás de la forma más cruel...- dijo sin dejar de mirar aquella casa. - Te lo prometo Ikki... por los viejos tiempos.
El hombre cierra los ojos y un recuerdo doloroso viene a su mente...
Escucha el sonido del disparo, ve el cadáver con un agujero en la cabeza y sin más se da la media vuelta...
Al volverlos a abrir saca una pistola... la misma que ha cargado por días para un solo fin.
- Esta arma solo tiene una bala... este será el tiro de gracia para tu hermano... ¡¡¡lo juro!!! - La sujetó fuertemente como si su vida y felicidad dependiera de ese objeto frío y asesino.
CONTINUARÁ...