III. Juramento Inquebrantable
Mientras Harry se encontraba con Severus, en los jardines de Hogwarts se encontraban Minerva junto con Albus Dumbledore. Minerva todavía se encontraba consternada por la tan desafortunada noticia que había acontecido dos días antes. Mientras tanto Albus observaba el lago, estaba absorto en sus pensamientos mientras ambos caminaban silenciosos. Al llegar a la orilla ambos se detuvieron, fue Minerva quien rompió el silencio.
-Albus...- comenzó - ¿crees que haya sido buena idea dejar a Harry en manos de Severus?-
-Tú sabes que confío plenamente en Severus, si no confiara en él no lo habría hecho. Porque también sé cosas que Severus me ha confiado y con eso me debería bastar a mí y a todos los demás. Minerva miró extrañada a Albus pero no comentó nada.
-Creo que debemos irles a avisar que el funeral de Sirius se llevará a cabo hoy a medio tarde.-
-Sí, es lo más prudente. Seré yo quien les vaya a avisar, mientras tanto ¿podrías hacerme el favor de preparar todo?-
-Por supuesto Albus.-
-Nos veremos en un rato.-
Al bus partió lentamente en dirección al castillo, con una sonrisa en su rostro porque imaginaba muchas cosas que podrían haber sucedido durante esos dos días. Si, sabía lo que Severus sentía por Harry, lo supo desde mucho antes que el mismo Severus se lo confesara. No era algo difícil de imaginar, simplemente era algo inusual, y tenía que hablar con ambos largo y tendido.
-Sorbete de limón- murmuró para que la gárgola lo dejara pasar. Miró por unos segundos a su majestuoso fénix Fawkes, y se dirigió escalones abajo para tocar la puerta de la habitación.
-¿Quién será a esta hora? - comenzó a quejarse Severus mientras oía que alguien tocaba la puerta.-
-No lo sé pero será mejor que te encuentres vestido. - susurró Harry a su oído enarcando una ceja divertido y mordiéndole un poco el cuello. Severus al instante se tornó del color de un Weasley mientras se levantaba rápidamente por su pantalón y una camisa. Los golpes en la puerta se volvieron a escuchar mientras Severus se vestía a toda velocidad, Harry cayó en la cuenta de que él tampoco iba muy bien vestido así que corrió al baño a vestirse.
-¿Quién?- preguntó Severus mientras intentaba acomodar su desordenada cabellera.
-Albus, ahora... ¿quieres abrirme?- dijo en tono divertido.
Severus abrió la puerta para que Albus pasara, mientras intentaba mantenerse tranquilo aunque el nerviosismo lo estaba matando.
-¿Y bien?- dijo Albus mientras se sentaba en la única silla de la habitación.
-¿Qué?- comentó Severus intentando sonar tranquilo.
-¿Dónde se metió Harry?-
-Este...-improvisó Severus- se metió al baño a bañarse.
Mientras tanto Harry escuchaba la conversación detrás de la puerta del baño y rápidamente abrió la llave de la regadera aunque sin meterse y continuó pegado a la puerta. No quería perderse la conversación que mantenían los 2 adultos.
-Bueno, espero que tarde un poco. Tú y yo debemos hablar de lo que me contaste hace algún tiempo.-
-Albus... estas tocando terreno peligroso.
-Yo lo sé Severus, estoy consciente de SU situación. - dijo divertido.
Severus se quedó sin habla, no quería que Dumbledore malinterpretara las cosas. No había pasado nada, bueno, si había pasado algo pero no había pasado a cosas mayores. Simplemente se habían besado. ¿Eso estaba mal? No lo veía así, pero lo más sensato era poner a Albus al corriente de lo acontecido en los últimos días. Tendría que averiguar qué curso tomarían las cosas a partir de ese momento.
-¿En que tanto piensas Severus?-
-Albus...- comenzó Severus - si te dijera que existe algo entre el muchacho y yo, ¿Qué dirías?-
Albus levantándose de la silla y paseándose durante unos angustiantes segundos alrededor de la habitación y mirando por la ventana donde tiempo atrás Harry había posado su hombro en Severus suspiró antes de poner una cara seria.
-Ambos sabemos que las relaciones profesor-alumno normalmente no son admitidas dentro del colegio.-
-¿Normalmente?- Severus miró desconcertado sin saber que decir.
-Sí, yo sé lo mucho que quieres al muchacho y también se que él te quiere. Por eso te puse a cargo de él, pero ahora es el momento en que ambos se den cuenta de que esto no puede continuar, pero como a ambos los conozco y comprendo que no ha sido sencillo para ustedes confesar lo que sienten, creo que no tengo ni la autoridad ni la frialdad para no permitirles seguir con su relación. Pero tenemos que dejar ciertas cosas claras antes de que comience el nuevo curso, dado que por la situación que acaba de suceder se suspenderán los últimos días de clases.
Severus asintió. En un principio creyó que los obligarían a separarse por considerase algo ilegal, pero al saber la postura de Dumbledore se relajó mucho más y se dejó caer sobre la cama.
Harry escuchaba todo detrás de la puerta, su corazón latía muy rápido y sentía un gran nudo en la garganta que poco a poco fue desapareciendo para dar paso a una adrenalina que lo llevó a abrir la puerta y abrazar a Dumbledore. Rápidamente se separó y volteó a ver a Severus que se había volteado para ver la enternecedora reacción del ojiverde.
-Harry...- comenzó Severus - creo que olvidaste la llave del agua abierta.
Harry se sonrojó y se dirigió a cerrarla mientras Albus volvía a tomar asiento indicándole a Harry que se sentara al lado de Severus. Sintió unos poderosos brazos que lo rodeaban y una cálida sensación al sentir el cuerpo de Severus tan cerca, sentía su respiración en la nuca, su corazón comenzaba a latir más rápido y lo único que consiguió fue reposar su cabeza en el pecho de Severus, sentía su respiración relajada y tiernamente le dio un beso en la mejilla.
-Harry, Severus, creo que es el momento de poner las cosas claras dada su reciente relación. Antes que nada quisiera felicitarlos, acabo de ganarle 10 galeones a Minerva junto con unos sorbetes de limón, ambos apostamos acerca de su amor. Minerva aposto a que iban a acabar juntos después del séptimo año y yo aposte que en sexto año. Ustedes nos ganaron pero yo me acerque más. Después de este pequeño detalle quisiera comentarles algunos asuntos respecto a ustedes. Primero, creo que ambos pueden llevar esta relación armónicamente sin que eso intervenga en su relación profesor-alumno. Segundo, no creo que sea necesario anunciarlo públicamente a menos que ustedes quieran claro. Tercero, creo que el joven Weasley y la Srita. Hermione deberían saber acerca de esto dado que son los mejores amigos de Harry, supongo que no dudarán en apoyarlos a ambos. -
Severus produjo un gruñido, Harry y Albus soltaron una carcajada.
-Vamos Sev, ¿crees poder soportar que alguien más sepa de lo nuestro?- dijo Harry soltando una carcajada bastante sonora.
-¿Sev? Potter, no le he dado derecho de llamarme por un diminutivo. - fingió Severus mientras cruzaba los brazos en señal de rabieta.
-Bueno, creo que los términos quedaron claros, ha también creo que es conveniente que finjas tener clases particulares conmigo.- dijo Albus guiñando un ojo - y también que de preferencia tengas los suficientes errores en pociones, pero no tanto como para causar un desastre, sugeriría asesoría de pociones y castigos por poner en riesgo las clases con tus "desastres" en pociones.-
Severus ahora fue el que soltó una carcajada mientras aprisionaba más a Harry contra su cuerpo.
-Creo, Sr. Potter, que usted será castigado muy seguido. Espero eso no afecte sus tardes primaverales. Mientras tanto creo que Albus debe dejar muy claro los días de tus "clases particulares".
-Sábados a partir de las 8 de la noche. Le pediré a Severus que te escolte.-
-Estaré puntualmente.- sonrió Harry
Al fin todo se estaba acomodando perfectamente, Dumbledore aceptaba su relación aunque él ya la predecía. Quisiera poder contar con Sirius en esos momentos pues era una situación como para compartirla con él. Pero ya no estaba con ellos en este mundo, estaba con James y Lily, sus padres. Harry sintió una ligera punzada al acordarse de los tres, pero al voltear y ver esos ojos negros que emanaban un amor tan intenso, se le olvido todo para dar paso a unas ligeras mariposas en el estómago.
-Ahora, pasemos a asuntos más delicados.- comenzó Albus - El funeral de Sirius se llevará a cabo hoy a media tarde a la orilla del lago, dadas las circunstancias de que no pudimos recuperar su cuerpo se ofrecerá una misa en su memoria. Sugiero que vuelvas a tu sala común a cambiarte y prepárate para el interrogatorio de sus amigos. Severus necesito que vayas a la sala común de Slytherin y les avises a los alumnos que estén listos a media tarde. Sugiero que vigiles que no quede nadie dentro del castillo.
Tanto Harry como Severus asintieron. Albus salió de la habitación guiñándoles un ojo haciendo que tanto la serpiente como el león se sonrojaran.
-Harry, creo que si es el momento de que regreses a tu sala común. Llevas desaparecido dos días y Doña Sabelotodo querrá saber dónde te has metido estos días.-
Después le dio un abrazo y lo besó en la frente mientras se despedía de Harry. Harry comenzó a subir las escaleras que lo llevaban al despacho de Dumbledore. Saludó a Fawkes para desaparecer escaleras abajo. Siguió su camino hacia las escaleras que lo conducían a la sala común de Gryffindor.
-¿Contraseña?- murmuró la Sra. Gorda que estaba de mal humor.
- Mimbulus Mimbletonia-
La Sra. Gorda lo dejó pasar, al pasar visualizó a Ron y a Hermione sentados frente a la chimenea, completamente dormidos. Pero en cuando dio unos pasos hacia las escaleras para subir a su dormitorio Hermione despertó, se puso roja y fulminó con la mirada a Harry. Quedó petrificado con esa mirada asesina.
-¡HARRY JAMES POTTER EVANS!- bramó Hermione - ¿Quieres hacernos el favor de decirnos donde te has metido estos días?, llevamos sin dormir preguntándonos que te había pasado, creímos que ayer en la mañana habías salido de la habitación debajo de la oficina de Dumbledore, pero no te has aparecido en el Gran Comedor.
Ron acababa de despertar, estaba frotándose los ojos intentando ver quien estaba causando tal alboroto a esa hora del día.
-Ronald Weasley, ¿no tienes nada que decirle al irresponsable de tu amigo?-
Ron dudó unos segundos pero al ver el rostro ceñudo de Hermione solo logró articular una palabra.
-Hola- dijo mientras miraba a Harry
-¿Solamente hola?-gruñó Hermione antes de salir corriendo a su habitación.
-¿Y a ella que le pasa?- preguntó Harry
-Solamente está un poco alterada porque no te encontraba. Y ahora si dime... ¿Dónde te metiste? -
-Te contaré luego, por ahora solo quiero meterme a la regadera y darme un baño. Por cierto Dumbledore me pidió que les avisara que el funeral de Sirius se llevará a cabo a media tarde.-
Tiempo después de que Harry se bañara, Hermione lograra controlar sus emociones y Ron fuera a asaltar la cocina de los elfos como era su costumbre, Harry los sentó a ambos sobre una de las camas de la habitación para contarles el porqué de su ausencia.-
-Bueno...- empezó Harry con las mejillas encendidas - creo que les debo una explicación de por qué me les escapé durante todo el día.
-Empieza a hablar.- ordenó Hermione cruzando los brazos.
-Bueno...- dudó Harry - a ustedes los considero mis mejores amigos. Mis hermanos. Así que tengo algo que confesarles, algo muy importante para mí.
-Vamos,- lo animó Ron - no puede ser tan grave.
-Venga Harry, sabes que puedes confiar en nosotros- lo abrazó Hermione.
-Bueno pues yo... me he enamorado. - dijo con las orejas rojas.
-Y... ¿de quién se trata? - dijo Ron mientras tomaba un sorbo de jugo de Calabaza.
-Vamos cuéntanos de que chica se trata. ¿De casualidad es alguna de Gryffindor?-
-No.- negó Harry - se trata de alguien de Slytherin.
-Mientras no sea Parkinson no tengo ninguna objeción. - sonrió Hermione.
-No, se trata de alguien más. Alguien a quien amo profundamente y no me importa lo que digan los demás de nosotros. Seguiremos juntos hasta el final. Se trata de un chico.- puntualizó Harry.
Tanto Hermione y Ron se voltearon a ver confundidos pero sonrieron ampliamente.
-Vamos, ¿crees que nos alejaríamos de ti o nos reiríamos o algo por el estilo? Eres nuestro hermano y gay o no te aceptamos y te queremos. Puedes confiar completamente en nosotros. - dijo Ron dándole una palmada en el hombro.
-Estoy de acuerdo con Ron, creo que somos lo suficientemente buenos amigos como para contarnos todo lo que suceda. -
A Harry se le nublaron los ojos, nunca se había sentido tan aceptado.
-Bueno, verán no es sencillo de decirlo.-
-¡Dilo de una buena vez! - gritaron ambos amigos.
-Se trata de alguien a quien alguna vez odie pero ahora amo...-
-Hermano, deja de hacerlo de emoción porque me está volviendo a dar hambre.-
-Ron...- suspiró Hermione - tú siempre tienes hambre.
-Cierto.- sonrió Ron
-Bueno, se trata de Severus.- susurró Harry avergonzado.
-Severus...- repitió Hermione como si no lo creyera.
-¿SNAPE?- preguntó atónito Ron
Acto seguido se levantó rápidamente de la cama y le dio un abrazo a Harry.
-Pues dile que te cuide o se las tendrá que ver con su cuñado.- bromeó el pelirrojo.
Hermione se quedó pensativa y sonrió.
-Es lo menos que se puede esperar de Ron.- suspiró la castaña.
-Bueno hay que prepararnos ya dentro de poco tiempo es media tarde y todavía no estamos listos.-
Harry se sintió completamente feliz al saber que sus secreto lo había compartido y lo apoyaban plenamente.
/En otro lugar del castillo/
Severus se encontraba mirando por la ventana de un pasillo vacío, venía de avisarle a sus alumnos que estuvieran listos a media tarde. Apenas estaba procesando el hecho de que estaba en una relación con Harry. El famoso Potter. Se encontraba completamente feliz, al fin había encontrado a alguien a quien amar y que lo hacía sentir bien. Se arremangó la camisa que traía puesta y ahí se vislumbraba la marca tenebrosa. Se sentía maldito por tenerla y seguir aun las órdenes del Señor Tenebroso. Pero estaba confiado en que en algún momento podría estar con Harry por el resto de sus días.
En su mente aún veía a Lily pero ya no la veía como el amor de su vida sino como la gran amiga que fue. Aún le dolía la perdida de Lily, comenzó a derramar lágrimas, corrían por su rostro para perderse en sus labios. Esbozó una ligera sonrisa al recordar cómo sus labios se habían rozado con los de Harry, estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ver a Harry feliz. Siguió mirando por la ventana y en su mente imaginó que hablaba con Lily para decirle su más grande mensaje:
-"Por tu memoria juro cuidar a Harry como tú lo hiciste, daría mi vida por el por solo una razón, lo amo. Lo amo como nunca amé a nadie, ni siquiera a ti pero hoy te prometo amarlo hasta la muerte, protegerlo con mi vida, y darle toda la felicidad de la que fue privado tiempo atrás. Por siempre."-
Selló esa promesa con el Juramento Inquebrantable. Ahora estaba definido su futuro, si no lo cumplía, moriría.