Aquí otra historia, espero que les guste =)
Recordad que ni la serie ni sus personajes me pertenecen (de lo contrario habría Conwolf hasta que ya -.-) es propiedad de sus respectivos autores =/
Advertencias: personajes un tanto OoC.
Momentos…
Historia 3: disculpas…
Desde pequeño siempre había admirado a su hermano mayor pequeño, no había nada que no adorase de él.
Era su ídolo, su ejemplo a seguir.
Por eso cada vez que lo veía no podía evitar ensanchar una sonrisa del tamaño del universo pues realmente adoraba a su hermano. Conrad siempre era muy amable con él, le enseñaba muchas cosas y jugaban a las espadas, hasta llegaba a cumplir muchos de sus caprichos.
Pero todas esas ilusiones que un niño tiene de su hermano mayor pequeño decayeron cuando se entero de que él era medio humano y medio mazoku, en otras palabras era un mestizo.
Según la información que había logrado obtener los humanos eran seres malos que quemaban aldeas y destruían pueblos, entonces ¿si Conrad era mitad humano significaba que él también se iba a volver malo?
Sus ojos se llenaron de agua. El no creía que Conrad fuese a ser malo sin embargo las cosas que le había enseñado su tío y la sociedad en general le daba a entender que la sangre humana era sucia.
Como aun era un niño que no comprendía la magnitud de la situación opto por simplemente rechazar aquello que desconocía.
Cuando rechazo a Conrad como su hermano pudo observar la decepción y desilusión en el rostro de Conrad.
Aquello le dolió demasiado. Él había lastimado a Conrad y sin embargo no era capaz de disculparse con él.
Y así el tiempo paso y la culpa de no aceptar a Conrad como era crecía día a día más.
Aparte de eso el castaño al no ver que hacia algo productivo allí había decidió irse del castillo e ingresar a la academia. Al enterarse de ello no supo que hacer y no pudo hacer nada para impedir que él se marchara.
Solo pudo ver desde su ventana como el carruaje con el equipaje del castaño se alejaba en el horizonte, el trotar suave de los cabello se escuchaba lejos y Conrad ni siquiera volteo a ver para atrás una vez; su mirada estaba fija hacia adelante y no miro para atrás para ver a Wolfram con la mirada triste por su partida.
Ni siquiera había podido despedirse de él.
Y después de aquello la guerra se aproximo y supo que Conrad participaría en ella, aquello le desespero ¿y si Conrad moría allí? No obstante con eso había aparecido Julia, una intrusa, según Wolfram, que solo había aparecido para hacerle la vida imposible.
Aparte de eso Conrad parecía babear por ella, era demasiado caballeroso y amable con ella, le enfermaba que fuera tan gentil con ella. El solo verlos juntos le daban nauseas… pero Conrad parecía tranquilo con ella, al parecer le otorgaba una paz que necesitaba y aquello le entristecía, Wolfram Von Bielifield ya no giraba en el mundo de Conrad, ya no era el niño de sus ojos.
El día en que se dio cuenta de ello apretó sus puños hasta dejarlos blancos y le grito cosas hirientes a Conrad y se marcho corriendo de allí.
Conrad no vino a buscarlo ni una vez.
Tal vez había perdido interés en él.
Tal vez ya no le importaba.
Tal vez Conrad ya no lo quería como antes o peor aun, ya ni le quería.
¡Que difícil era aceptar eso! ¡No quería aceptar eso, jamás! Pero la actitud de Conrad parecía decir eso.
La guerra estallo, todos estaban horrorizados y él también lo estaba, era un simple cadete y no podía ir a luchar pero Conrad si, y él podría morir porque había visto a muchas personas morir en campos de batalla.
Ante esto había tomado una decisión: aprender el arte de curar, para ello tuvo que pedirle ayuda a la blanca Julia, ella había aceptado enseñarle y aprendió a usar esa tipo de magia curativa tan solo por si Conrad llegaba herido y él pudiese ayudar en algo.
El día en que Conrad fue al campo de batallas tenia una ramo de flores “Conrad sobrevive en la tierra”, aquellas flores azules tan hermosas. Rezaba para que Conrad regresase vivo y su petición fue cumplida.
Conrad regreso vivo pero ya no era el mismo, las heridas de la guerra habían hecho de él un hombre con un carácter difícil y poco agradable, seguía al pie de las reglas pero aquella sonrisa se había esfumado, aquel brillo había desaparecido pero al regresar de la tierra, el mundo donde había dejado el alma de Julia, había cambiado, ya no era igual que antes ahora sonreía y era mucho mas amble.
Toda la razón de su cambio la supo después que conoció a Yuuri y nuevamente sintió rabia de saber que otra persona había sido la causante de un cambio en Conrad.
Él definitivamente ya no giraba en el mundo de Conrad.
El tiempo siguió su curso y acontecieron muchísimas otras cosas. Una de ellas fue que sus lazos con Conrad mejorasen sin embargo él aun no aceptaba en publico a Conrad y su condición, aparentaba indiferencia pero a Conrad eso no parecía molestarle.
Ya se llevaban mejor e incluso ya no le gritaba con tantas frecuencia, entre ellos dos parecía que todo iba tranquilo pero Wolfram sentía muy en su interior que le debía disculpas a Conrad por lo mal que lo había tratado durando el pasado pero no tenia suficiente valor como para pararse en frente de él y decirle “Lo siento…”
Sabia que Conrad no era rencoroso pero era demasiado difícil pedir disculpa.
Por eso decidió hacerlo mientras dormía.
Se escabullo dentro de su habitación cerca de las una de la mañana. Conrad dormía plácidamente sobre la cama. Se acerco cuidadosamente y se sentó en el borde de la cama.
Contemplo su rostro sereno y sonrió levemente, esa era una faceta que hace mucho que no veía; el rostro tranquilo de Conrad dormir, transmitía en el una sensación de paz.
Recordó que cuando era niño y tenia pesadillas, entraba en el cuarto de Conrad para dormir con él y este nunca le dijo nada al respecto, siempre lo reciba con los brazos abiertos.
Entro en el una sensación de nostalgia por los recuerdos del pasado.
Abrió paso entre las sabanas y decidió que estaría bien recordar viejos tiempos, se acostó a un lado de Conrad sin llegar a despertarlo y muy lentamente paso sus brazos a su alrededor. Le miro fijamente,
— ¿estaría mal si tepidiese disculpa mientras duermes?— se cuestiono en voz baja.
No, eso no era lo correcto. Se llamaba así mismo soldado y no era capaz de disculparse con su hermano, no tenia valor para hacer eso. Realmente era un cobarde.
—¡agrr, ¡¿Por qué es tan difícil decir “lo siento?! —y así comenzó una pelea consigo mismo. Tras un lapso de tiempo cerro sus ojos, medito un poco y suspiro cansado.
¡Disculparse era tan jodidamente difícil!
Bueno, se iba a disculpar con él dormido, eso era un adelanto ¿no? Aunque sabia perfectamente que nada se solucionaba pidiendo disculpas a escondías y en silencio pero por ahora no podía hacer mas.
Respiro profundo y murmuro cerca de su oído.
—Lamento haberte tratado tan mal durante todos estos años…— ¡Bien, por fin lo había dicho!
—Disculpas aceptadas…
¿Esa erala voz de Conrad? ¡Eso no lo había esperado!
Dio un respigno que lo hizo caerse de la cama de la impresión: ¡Conrad estaba despierto y lo había escuchado!
Sintió que su cara pronto pasó por todas las tonalidades de rojo por la vergüenza.
El castaño desde la cama le miraba con una sonrisa entre amable y divertida y él en suelo tratado de procesar la información.
O sea Conrad había estado despierto todo el tiempo escuchando sus desvaríos y peleas internas, había escuchado sus disculpas.
¡¡¡Había escuchado sus disculpas, sus disculpas, sus DISCULPAS!!!
Wolfram pensó en ese momento que si debía darle un paro cardiaco ESE era el momento indicado sin embargo ese paro cardiaco nunca llego.
El tiempo pasaba, los grillos cantaban, el viento silbaba y los ojos marrones de Conrad le miraban divertidos.
— ¿escuchaste… todo?— si, lo sabia, era tan obvio que era patético que lo preguntase. Conrad asintió y el rubio sintió que le echaron un balde de agua fría en la cabeza.
¿Qué se suponía que debería hacer ahora?
Nunca había pensado en la posibilidad de que Conrad lo escuchase, sin saber como ya estaba de pie dispuesto a huir de la escena del, dizque, crimen pero la mano de Conrad lo detuvo y tiro de él hasta tumbarlo en la cama.
Tras un segundo tenia a Conrad abrazándolo fuertemente.
— ¡¿te volviste loco?! ¡Suéltame! —protesto visiblemente enojado y sonrojado. Conrad por su parte solo sonreía mientras lo mantenía cautivo en sus brazos.
—no quiero. —simple y concisa fue la respuesta que obtuvo. Wolfram seguía forcejeando para liberarse pero el castaño era mucho más fuerte que él. Estaba comenzándose a irritar.
— ¡ya suéltame Conrad idiota! — los brazos se afirmaron a él con mas fuerza.— ¡Conrad suéltame, ya veras cuando me libre de esto! ¡Vas a pagas por esto Señor Weller! ¡Conrad!... ¡oye, ¿me estas escuchando?! ¡Suéltame ya! ¡¡Conrad!!
Pero sus protestas eran en vano porque el moreno no hacia caso alguno a lo que decía por el contrario; parecía divertirle como nunca el hecho de que estuviera avergonzado, sonrojado, enojado, irritado porque ante cada ataque sonreía aun mas y eso lo estaba irritando hasta puntos insospechados.
Se canso de luchar en vano y lleno de aire sus mejillas en clara muestra de enojo.
Tras unos segundos de silencio sintió como Conrad se apegaba más a su cuerpo.
—gracias por disculparte.—susurro y afirmo con mas fuerza sus brazos alrededor de su cuerpo, esto solo hizo que Wolfram se sonrojara.— te tardaste bastante…
—Yo…
—esta bien, no digas nada. Así esta bien.— soltó un suspiro de felicidad. Wolfram por su parte, con las manos, temblosas acepto el abrazo y escondió su rostro en la curvatura de su cuello.
Conrad mantenía los ojos cerrados con una sonrisa en su rostro, realmente había esperado mucho por esas disculpas y la espera había valido la pena. Wolfram por su parte estaba feliz de por fin haberse podido disculpar y que Conrad no le guardarse rencor.
Esa noche ambos durmieron juntos, como cuando eran niños y Wolfram dormía en su habitación a causa de pesadillas, claro que cuando era niño era diferente, al menos en aquel tiempo Wolfram tenia un ligero sueño, ahora al dormir no solo hablaba dormido sino que también daba patadas y puñetazos.
Bien, después de muchos años ciertas cosas pueden cambiar.