Capitulo 8: yo soy el ángel de la muerte
El sonido del timbre de salida retumbo en el salón, el día escolar ya había acabado, el cielo pintado de naranja se reflejaba en la ventana, se levanto de su asiento y se encamino hacia fuera del salón.
Miro a lo lejos a su rubio amigo y a su yami saludarlo, sonrío tiernamente y se el acerco…
Hola chicos…-saluda con su habitual alegría- hoy a sido un día duro jeje
Aja, ese examen me tomo por sorpresa…-se lamenta el rubio.
Si no te hubiese quedado dormido en clases, no te hubieses sorprendido… -le recuerda el moreno.
Yami, no me ayudes tanto… -le reclama
Después de charlar un rato, el menor se despide, pues se le hacia tarde, corrió en dirección a su casa, corría por las calles solitarias, se encontraba feliz pues su salud estaba mejor, aunque debía descansar unos meses más, el aun así quiso ir su escuela.
Sin darse cuenta… unos pasos se acercaban a el…
Se detuvo al sentir una mano apretar su hombro con fuerza, volteo su rostro buscando ver el rostro de aquel que tenia su hombro. Más no pudo ver nada, pues un fuerte golpe en su abdomen le dejo sin aire...
************en casa de yami************
El moreno estaba en su jardín, estaban apiladas unas cuantas cajas enfrente suyo, con miles de moscas revoloteando alrededor de ellas, tenía un cigarro en su boca, con indiferencia saco su encendedor y prendió aquel cigarro.
Extendió su mano con el encendedor prendido y lo deja caer hacia a las cajas, cayo encima de una, causando casi de inmediato que esta se prendiera en fuego…
Mientras ve como las cajas se consumen en el fuego… el moreno curva en sus labios una sonrisa, para luego tomar una bocanada de su cigarro…
POV YAMI
“Huelo el olor a carne quemada, frene a mi las llamas consumen lo que queda del cuerpo de tea borrando para siempre algún rastro de ella…”
“Mientras exhalo un poco de humo y el olor a tabaco inunda mis sentidos, no puedo evitar soltar una pequeña risa…”
“Ahora que el fuego arde sobre su piel y huesos…me pregunto…”
“Si… ¿ella alguna vez existió?....”
FIN POV YAMI
El sonido de su teléfono lo saco de aquellos pensamientos, se da la vuelta, tira su cigarro al suelo y lo apaga con su zapato, entra a su hogar y contesta el teléfono.
¿Hola?...
¿Hablo con yami mutou?... –pregunta una voz femenina
Si, ¿con quien hablo?...
Soy la enfermera miyuki…-se escucha como da un suspiro- tenemos a su hermano menor en emergencias, fue brutalmente golpeado, los puntos de su operación se abrieron, esta en un estado delicado…
La línea quedo en silencio, solo se escuchaba la respiración del moreno, lenta y concisa…
¿Señor?, ¿se encuentra allí?...-pregunta la mujer algo sorprendida por no recibir respuesta
Disculpe, ¿Dónde se encuentra?...-la voz de yami se escuchaba seria y neutra
En el hospital central de Tokio…
Gracias, voy enseguida… - el mayor tranca el teléfono, bajo su cabeza, su flequillo tapaba sus ojos…
Un silencio apodero el cuarto…
Una pequeña sonrisa nació de sus la labios, se alargo aun mas, una macabra, siniestra y perturbadora sonrisa curvo en sus labios, sus ojos perdieron el brillo, hecho se cabeza hacia atrás y río…
Río con todas sus fuerzas, aquella risa tan maniaca retumbo todo aquel lugar que hacia momentos estaba en silencio
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA……
De un momento a otro se detuvo, se quedo mirando al techo, sin perder aquella sonrisa tan perturbadora y maniaca…
POV YAMI
“Muerte... morirá… morirá… morirá… ¡¡¡MIS MANOS SE LLANARAN DE SU SANGRE SUS GRITOS VAN INUNDAR LA NOCHE, EL SILENCIO NO EXISTIRA, SUS ÓRGANOS, SU PIEL Y SU SANGRE SERÁ MÍ!!!!!!!!!!!”
FIN POV YAMI
Estaba enfrente del hospital del Tokio, entro tranquilamente, pregunta a la enfermera y fue hacia el cuarto del joven, entro al cuarto y se paro al borde de la cama del chico.
Yugi se encontraba entubado, con sus latidos registrados por una maquina, moretones en su rostro, brazos y piernas, unos cuantos vendajes cubría su frente, una mascara le daba oxigeno.
El mayor solo miraba al joven… solo lo miraba…
El menor comenzó a abrir los ojos, su mirada amatista confundida miraba su alrededor. Hasta que encontró al mayor parado al borde de la cama, primero se alegro, pero luego… sintió un gran miedo…
Los ojos de yami… se encontraban vacíos y sin vida…
Pero lo que hizo su piel erizar… fue aquella locura que brillaba en sus ojos…