Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El despertar por Lucia_BANA

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

He tardado un montón de tiempo en actualizar, jeje. Lo siento pero me había quedado tan pillada que no sabía qué hacer. Así que ahora subo los dos capítulos siguientes.

POV JIN YOUNG

 

 

 

Un portazo lejano me despertó. Me sobresalté, sin saber dónde estaba. Me relajé al oír la calmada respiración de Sandeul al otro lado de la habitación. Sus leves ronquidos me recordaron a otra época en que su cama y la mía eran una sola. Me sobresalté de nuevo. ¿Por qué? ¿Por qué de repente me acordaba de eso? Sacudí la cabeza tratando de alejar esos pensamientos de mi mente.

 

Esta era la primera vez desde que cortamos que dormíamos en el mismo cuarto. Normalmente los chicos se las apañaban para evitarlo, pero como se suponía que ya no quedaba nada entre nosotros, ni bueno ni malo, esta vez no se habían preocupado de hacer trampas en el sorteo de habitaciones. Ya había pasado un año y los sentimientos que un día sentí ya habían sido asesinados, descuartizados y enterrados en lo más hondo de mi mente. Entonces...¿por qué sentía esa extraña atracción hacia la cama de al lado?

 

Volví a sacudir la cabeza, pero la sensación se negaba a abandonarme. Sandeul suspiró y dio un par de vueltas en la cama. ¿Se habría despertado él también con el portazo? Eso es, me dije, centra tus pensamientos en eso. ¿Quién habrá salido tan temprano? Y además haciendo tanto ruido... Sandeul dio una vuelta más. Casi pude verle luchando contra el sueño, moviéndose bajo las sábanas, que se enroscaban a su alrededor en un suave abrazo. ¡Mierda! ¡No pienses en eso! ¿¡Quién coño ha dado ese portazo!?

 

Me levanté de mal humor y tuve la desagradable sensación de que eso no cambiaría en todo el día. Cogí la ropa que iba a ponerme y me quité la camiseta del pijama.

 

- ¿Qué haces?

 

Me sobresalté. Estoy seguro de que di un salto enorme por el susto. Sandeul me observaba desde la cama, curioso y divertido. Muy consciente de mi desnudez me abracé a la camiseta de forma que me tapaba el pecho. ¡Qué gilipollez! ¡Ni que fuese la primera vez que Sandeul me veía desnudo! Mis abdominales no eran nada nuevo para él. Gruñendo, me pasé la camiseta velozmente por la cabeza.

 

- ¿Tú que crees? – respondí - Me estoy vistiendo.

 

- ¿Aquí?

 

- Sí, aquí. ¿Te molesta? – sí, estaba de mal humor, y lo estaba pagando con alguien que no se lo merecía.

 

Suspiré. Ayer lo habíamos pasado tan bien... Cogí el resto de la ropa y fui a ducharme, sin pensar en la poca lógica que tenía que me hubiese empezado a vestir sin ducharme antes. Solo podía pensar en el día anterior. Al principio me daba un poco de miedo quedarme a solas con él, pero una vez allí, me relajé y divertí. Recordaba las conversaciones como si las hubiese visto en una película...

 

- Oye, Jin Young, ¿tienes pareja?

 

- Em... No, ahora mismo estoy solo – yo no terminaba de comprender por qué esa pregunta me ponía tan nervioso.

 

- ¿Ahora mismo? Eso significa que la has tenido desde que tú y yo...bueno, ya sabes.

 

- ¡Ja! ¡Pues claro que he tenido pareja desde que cortamos! Chicas, chicos...- necesito presumir, necesito dejarle en ridículo, como si nuestra relación no hubiese sido importante para mí, pero después me arrepiento y hablo serio - En secreto, por supuesto. Tenemos que seguir pareciendo un grupo de monadas virginales sin secretos de adultos.

 

- Ya, te entiendo – me sonríe, fingiendo que no está dolido por lo que he dicho, pero en el fondo quiere tomarse la revancha -. Yo tampoco muestro al público a mis parejas.

 

- Eso quiere decir que sales con alguien...- transformo la frase en una pregunta, inundado de repente por una ansiedad que no comprendo.

 

- No, ahora mismo no.

 

¿¡Por qué me viene esa conversación a la cabeza!? ¿Por qué esa, precisamente? Dejé que el agua corriera por mi pelo, que ya estaba perdiendo su color rojizo. Tendría que teñirme de nuevo...Sin embargo, me sentí tan bien cuando me lo dijo...Está solo, pensé, aún tienes alguna oportunidad. ¿Oportunidad? ¡Ja! Después de machacar a Sandeul como le machaqué, si volviese a quererme sería un milagro...o una prueba de que está mal de la cabeza.

 

Me pregunté a mi mismo por qué tenía ganas de llorar y no encontré respuesta. Los recuerdos, todos los doloroso al menos, llegaban a mí mientras mis lágrimas se comenzaban a mezclar con el agua caliente. Yo trataba de contener esos hipidos que habían surgido de dios sabe dónde. ¿Por qué lloraba? Ni idea, pero sentía un peso enorme que me presionaba en el pecho, sin dejarme respirar. Salí de la ducha enroscado en una toalla y me observé en el espejo. Casi me muero cuando descubrí que el motivo de mi llanto era cuánto le echaba de menos.

 

 

 

END POV JIN YOUNG

 

 

 

* * *

 

 

 

POV BARO

 

 

 

Recorrí el ajetreado barrio rápidamente. Caminaba con la cabeza baja y casi sin mirar por dónde iba. Casi corría atropellando a la gente que cometía la imprudencia de acercarse demasiado a mí. Para cuando me quise dar cuenta había llegado al parque en el que me puse a pensar la última vez. Sí, eso era lo que necesitaba, pensar, ordenar mis ideas, deshacer el extraño nudo que se había formado en mi cabeza.

 

Me senté en el mismo banco que la última vez y dejé que mi mente vagara libre.

 

Me estaba empezando a volver loco. Ya lo había hecho dos veces – nunca mejor dicho – y seguía sin comprender por qué. Una retahíla de <> y <> pasó velozmente por mi cabeza. Tenía que acostumbrarme a pensar antes de actuar. ¿Qué vas hacer ahora, genio?, me pregunté, con la vana esperanza de que alguien me contestara. Ya era difícil mirar a la cara a Gongchan, pero a CNU...¿en que demonios estaba pensando CNU? Empezar a lamer como si fuera un caramelo mi...¡Joder! ¡Totalmente loco!

 

Sin embargo...Suspiré, jugando con la idea de que quizás esa hubiese sido la mejor noche de mi vida. Al pensar en CNU, sentí burbujitas en mi estómago. Sonreí...y mi sonrisa se congeló al momento. No te estarás enamorando, ¿eh, Baro? Porque sería muy triste que te enamoraras de un hombre, sobre todo porque eres heterosexual.

 

Me tapé la cara con las manos. Las mangas langas de la fina camiseta me rozaron la nariz obligándome a oler el aroma de CNU. Vaya, me había puesto su camiseta sin querer, qué típico, ¿no?

 

Nunca había visto a CNU como un verdadero amigo, al menos no uno de la magnitud de Sandeul. Claro que Sandeul y yo no siempre fuimos tan amigos como lo somos ahora, pensé. Recordé a CNU, años atrás. Al principio iba como todos, solo, asustado ante su nueva soledad, sin confianza con nadie. Desde el principio me pareció un tipo inteligente, aunque un poco lento. Era tímido, y le costaba hablar con las chicas, como si les temiese. Tiempo después, Gongchan no se separaba de él. Le acompañaba a todos lados como un perrito faldero. Supuse que se habría hecho amigos, aunque no entendía como soportaba CNU a ese chico pegado a él las veinticuatro horas del día, sin margen de intimidad.

 

Y un día, de repente, ya no estaban juntos. ¿Se habrían peleado? Nunca he sido una persona muy cotilla, así que no lo sé. El caso es que nunca llegaron a reconciliarse del todo. Ahora se llevan bien, por supuesto, como buenos adultos maduros que no se pelean, al menos no en público, pero nunca más los volví a ver juntos. Me pregunté si en algún momento habrían llegado a arreglar sus diferencias.

 

Pensé en las amistades y en cómo pueden deshacerse solo por una pequeña gilipollez. Una vez tuve un amigo cuyo nombre ni siquiera me atrevía a recordar. Nos habíamos criado juntos, éramos casi hermanos. Incluso nuestros padres eran los mejores amigos. Los dos amábamos la música más que a la vida, sobre todo al rap. Nos montábamos pequeñas batallas para practicar, al estilo americano. Un día, decidimos que nos presentaríamos juntos en unos castings, a ver si formábamos parte de uno de esos grupos de pop que estaban tan de moda y que tanto nos gustaban.

 

Me admitieron, y a él no. Lo típico. Le dije que lo rechazaría; o estábamos los dos o ninguno, y él me respondió que como hiciese eso no volvería a hablarme nunca más. Este es nuestro sueño, decía, puede que jamás vuelvas a tener una oportunidad como esta. Le prometí que mantendríamos el contacto y comencé a trabajar. Desde entonces solo volví a verle una vez. Volví a casa de vacaciones y se pasó por allí para despedirse de mi familia. Se iba a estudiar con una beca a Japón. Nada menos que a Tokio.

 

Ni siquiera me atreví a llorar; no tenía derecho a hacerlo.

 

Me pregunté que habría ocurrido si no le hubiese escuchado, si hubiese rechazado el contrato. ¿Tendría aún su amistad o la habría perdido igualmente? ¿Habría rechazado él la beca por mi?

 

Pero si me hubiese quedado en casa jamás habría conocido a mis cuatro compañeros. Hay tantas historias que nunca podría contar...Jamás habría conocido a Sandeul. Mi buen amigo Jung Hwan...Sonreí al recordar cómo se enfurecía al principio cuando todos le llamábamos por su nombre real.

 

Sí, él me ayudaría. Siempre lo había hecho, ¿no? Cuando uno de los dos tiene un problema solo tiene que comentárselo al otro, y entre los dos buscamos una solución racional.

 

Me levanté sonriente, decidido a pedir ayuda, para variar, a mi mejor amigo, un hombre sin duda mil veces más centrado y serio que yo. ¡Já! ¡Ya, claro!

 

 

 

END POV BARO

 

 

 

* * *

 

 

 

POV JIN YOUNG

 

 

 

Ya vestido y sin rastro de lágrimas en los ojos salí del baño. Tengo hambre, pensé. Supongo que llorar me da hambre. Recordé las primeras peleas grandes de Sandeul y yo, y como después de ellas me había hartado de comer chocolate, como una quinceañera tonta a la que le han roto el corazón. Para cuando cortamos me pasé al alcohol que, según descubrí, era más eficaz para olvidar el dolor.

 

Lo primero que vi al entrar en el salón fue a un adormilado Gongchan tumbado en el sofá viendo la tele.

 

- Buenos días – me saludó. ¿Me lo imaginé o lanzó una mirada de decepción al verme? ¿Quizás esperaba a otra persona?

 

- Buenos días – contesté - ¿Dónde estuviste ayer? Te oí llegar muy tarde.

 

- Me pasé el día en la piscina – se estiró como un gato e hizo una mueca de dolor – y acabé reventado. Tengo agujetas.

 

- ¿A quién se le ocurre? – Sandeul llegaba de la cocina con dos humeantes tazas el las manos. Mi estómago rugió al oler el aroma del café y mi corazón saltó al ver la sonrisa que me dedicó el hombre que lo llevaba. Le tendió una a Gongchan y se sentó con la otra en un sillón – Nadie te obligó a hacerlo.

 

Gongchan fulminó a Sandeul con la mirada. Luego me miró a mí. No, miraba tras de mi.

 

- Al menos – comenzó a decir mientras se incorporaba – he dormido bien – ya, claro, pensé. ¿Y esas ojeras? - . Es lo que tiene dormir solo en una habitación.

 

Me volví ante el extraño comentario y me encontré a CNU vestido y con el pelo húmedo. Supuse que se habría duchado antes que yo.

 

- ¿No has dormido en tu habitación? – le pregunté – Como líder que soy necesito saber que vas a pasar las noches en casa de algún chico...

 

- No es eso... – comenzó a decir.

 

Fue hacia el sillón libre. Me fijé que a cada paso contenía una mueca de dolor muy bien disimulada. Se sentó. Al hacerlo soltó una especie de gemido de dolor que hizo que se me pusieran los pelos de punta. ¿A qué viene eso?,pensé. ¿Qué habrá hecho este para haberse lastimado tanto? Además, ¿desde cuando nuestro CNU gime como una niñita dolorida?

 

- ¿Qué es, entonces? – preguntó Gongchan con tono acusador.

 

- Pues...yo...es que... – tartamudeaba CNU.

 

- ¿No te salen las palabras, Dong Woo?

 

¿Porqué preguntaba Gongchan de esa forma tan exigente? La escena parecía sacada de una película sobre la inquisición española; Gongchan señalaba a CNU desde lo alto con un dedo acusador mientras este temblaba en el suelo, preso de las torturas psicológicas de nuestro maknae. Yo empecé a preocuparme. ¿Qué has hecho, Dong Woo?, me dije. ¿En qué lío te has metido?

 

- Me quedé dormido – tanteó CNU -...en el sofá...¡Sí! Por eso estoy tan dolorido esta mañana...Me duele la espalda...¡He dormido fatal!

 

Mientras decía esto asentía con la cabeza exageradamente. La mentira se veía desde tan lejos que decidí mirar hacia otro lado. Si CNU y Gongchan se habían peleado – de nuevo - por algún motivo, era su problema. Y si, al contrario, se habían reconciliado, tampoco me importaba demasiado. Yo ya tenía suficiente lío con lo mío...

 

Observé como Gongchan asesinaba con la mirada a nuestra pobre umma, que se retorcía en el sofá, nervioso.

 

- Bueno, que no se vuelva a repetir – puse voz de líder mandón. Odio tener que ponerme tan serio a esas horas de la mañana -. Os necesito a todos activos y descansados. Que acabemos de llegar de vacaciones no es motivo para relajarnos tant...

 

La puerta se abrió tan fuerte que casi pude sentir como la madera se retorcía y resquebrajaba ante el portazo. Me volví pensando sermonear al causante del exagerado ruido y vi como un rubio vestido de rojo venía hacia mí a toda velocidad. Me aparté, sorprendido, del camino de Baro, quien cogió del brazo a un asustado Sandeul y lo llevó, o más bien lo arrastró, a su habitación, cerrándola con un portazo que no llegaba ni a los talones que el anterior.

 

Miré más triste que enfadado a la pobre puerta con el marco destrozado. ¿Que cuántas veces ha roto Baro una puerta? Ni idea, las cuentas se me mezclan con los platos destrozados y los espejos hechos añicos. Baro debería quitarse esa maldita costumbre de pagar sus cabreos con objetos inanimados. Aunque, pensé, era mejor eso a que saltara sobre mí o alguno de los otros chicos. Al menos eso es algo que nunca ha hacho.

 

Mis pensamientos fueron bruscamente interrumpidos por un gran <<¿¡Quéeee!?>>, que provenía de boca de Sandeul. Suspiré. Aquel día tenía un humor tan, taaan negro, que no solo iba a dejar a Baro con vida, sino que además iba a ignorar los lío en los que andaran metidos eso cuatro. Oí de nuevo a Sandeul, diciendo ahora algo como <<¿¡Pero cómo ha podido ocurrir algo así!?>>

 

Me rugió el estómago. Me encogí de hombros e indiferente a los problemas ajenos, como buen líder acabado de levantar, fui a prepararme el desayuno.

 

 

 

END POV JIN YOUNG

 

 

 

* * *

 

 

 

POV BARO

 

 

 

- ¿¡Quéeee!?

 

El exagerado grito de mi amigo seguía retumbando en la habitación. Estaba sentado en mi cama. Yo estaba de pie frente a él y le miraba desde arriba mientras le agarraba justo por debajo de la manga corta de la camiseta de verano. Apretaba tanto que alrededor de mis pulgares se había formado un círculo blanco. Le solté, arrepentido por haberle dañado y al momento el blanco se transformó en un rosa oscuro. Crucé los dedos por que no le dejara un moratón.

 

Sandeul me miraba con los ojos muy abiertos, pálido y asustado, haciendo que me arrepintiera de haber abordado el tema de una forma tan brusca. Cuando estoy nervioso no sé dar rodeos. En cuanto nos habíamos quedado a solas le confesé: <>, y el había gritado eso. Ahora me miraba desde abajo y soltó, gritando de nuevo:

 

- ¿¡Pero cómo ha podido ocurrir algo así!?

 

- Ssh... – le pedí silencio – ¡Calla, hyung, o nos oirán los demás!

 

- ¿Es que quieres morir?¿Quieres que el maknae te descuartice vivo o prefieres que te sumerja en agua hirviendo?¿Te has vuelto loco o es que te gusta sufrir?¿En qué coño estabas pensando?

 

Le tapé la boca con la mano obligándole a callar de una vez.

 

- Para de una vez, ¿quieres? – me senté a su lado – Si me dejas, te lo contaré todo.

 

Y eso hice. Comencé por mi encuentro con Gongchan en Barcelona hasta llegar a la noche anterior, pasando por las advertencias del jefe. Incluso le mencioné mi primer sueño en España, que ahora me resultaba tan premonitorio. No le conté, por supuesto, lo maravillosa que había sido mi noche con Dong Woo.

 

Él me escuchó en silencio, sin atreverse a interrumpirme. Cuando acabé me quedé quieto, mirándole y esperando que dijese algo. Y esto fue lo primero que se le ocurrió decir:

 

- ¿Estuvo bien CNU?

 

El calor de la vergüenza se me subió a las orejas y miré a Sandeul como si acabara de soltar una maldición.

 

- ¿Cómo puedes preguntarme eso?

 

- Perdona por mi curiosidad, pero siempre he pensado que Dong Woo, con lo bien que baila, tiene que ser un crack en la cama.

 

- ¡Lee Jung Hwan, céntrate, por el amor de dios!

 

- ¿Qué quieres que diga?

 

- Quiero que me digas que debo hacer para no liarla más... – escondí la cara entre las manos acabando mi frase en un suspiro.

 

- Ams... Eso es fácil. Basta con que no dejes que Gongchan se entere de esto. Te mataría.

 

- Otra vez con lo mismo, hyung. ¿Qué más le da a Gongchan? Creo que a estas alturas debería asumir que entre él y yo no hay ni habrá nada – no añadí que el maknae no me asustaba en absoluto.

 

- ¿Entre él y yo, dices? – comenzó a reírse a carcajadas. Yo me quedé mirándole con cara de idiota sin comprender el motivo de su risa. Y así siguió un rato, hasta que al verme tan serio se enjugó las lágrimas - No creerías de verdad que Gongchan quería algo contigo,¿verdad?

 

Realmente no sabía qué decir. Gongchan...había dicho...que me quería...¿no? Sandeul suspiró y puso los ojos en blanco ante mi cara de confusión.

 

- Vamos a ver, Baro. ¿Qué crees tú que había entre Gongchan y CNU en el pasado?

 

- Esto...¿Eran amigos? Sí, muy amigos, como tú y yo.

 

- ¡No, hombre, no! – me miró con cara de horror - ¡Cómo tú y yo, no!

 

Me miró con resignación y al fin se decidió a contarme la historia que entre todos habían decidido ocultarme. Me habló de la relación que hubo entre CNU y el maknae, y de su trágica ruptura. Incluso incluyó, cuando yo le pregunté que cómo lo sabía, la historia de su amor con nuestro líder. Él lo había superado hacía mucho, aunque se le hacía raro volver a dormir en la misma habitación que él, me confesó. Bueno, al menos eso explicaba por qué Jin Young había estado a punto de convertirse en un alcohólico. Y yo que lo había achacado a problemas familiares y a la presión de ser el líder. ¡Ja! ¡Viva mi dulce inocencia!

 

Ahora era él el que me miraba inquisitivamente esperando que dijese algo. Yo, por mi parte, solo tenía ganas de llorar.

 

Ahora que los secretos habían salido a la luz, tomaban el sol y se quemaban bajo su abrasador calor, y con ellos me quemaba también al darme cuenta de que lo más probable es que yo solo hubiese sido el juguete sexual usado para darse celos el uno al otro. Las lágrimas de Gongchan, las manos suaves de CNU recorriendo mi cuerpo con ansia...te quiero, me había dicho el maknae. Ya, claro. ¿por qué se me humedecían los ojos? Las sonrisas de Dong Woo parecían tan sinceras...Quizás era mejor actor de lo que yo creía.

 

- Oye...- Sandeul estaba muy sorprendido ante mis lágrimas - ¿Baro?¿Estás bien?

 

Quise contestarle que sí, pero las palabras se me quedaron atascadas en la garganta. Decidí mantener la boca cerrada. Ya tenía suficiente con la cascada que recorría mi cara; no quería ponerme a sollozar como una niñita.

 

Sandeul esperó que dejase de llorar. Vi como se retorcía las manos, nervioso. Cuando me vi en condiciones de hablar sin gallos e hipidos, decidí hacerle algunas preguntas.

 

- ¿Por no me lo contaste antes? Somos amigos, ¿no?

 

- Cuando todo esto pasó tu y yo no éramos amigos. Además, prometí a los demás que no te lo diría.

 

- Así que os habéis puesto todos de acuerdo para mantenerme al margen - Sandeul no contestó a eso -. Bueno, supongo que ya no importa. Ahora lo sé y punto – al final no había conseguido encontrar solución a mis problemas, pero no quería presionar más a Sandeul, quién apenas podía mantenerse sentado por culpa de los nervios -. Relájate, ¿quieres? No estoy enfadado contigo.

 

- No es por ti – huyó de mi mirada -. Cuando los demás se enteren de que te lo he contado todo, van a comerme vivo.

 

- Tranquilo, hombre – le puse una mano en el hombro, en plan protector – yo te protegeré – Sandeul se rió de mi cara de samurai a punto de dar su vida por el emperador -. Además, siendo realistas, después de lo que me ha pasado con Gongchan y CNU, tarde o temprano me habría enterado.

 

- ¡Ah! ¡Es cierto! Al final no me has dicho que tal estuvo Dong Woo...

 

- ¡Valla, hyung! ¿quieres que sea yo el que te coma vivo?

 

- ¡Uy, Baro! Te estás convirtiendo en un auténtico depredador...

 

- ¡SANDEUL, CIERRA ESA BOCA AHORA MISMO!

 

- ¡Está bien! ¡Ya me callo! – me miró indignado ante mi silencio. Luego frunció el ceño y se puso serio – Oye – me dijo -, no has hecho nada malo, ¿sabes? – le miré, comprendiendo a qué se refería – Imagino que ahora mismo te sientes fatal - me puso la mano en el hombro ahora él y yo sentí que se me volvían a humedecer los ojos. Una vez más me pregunté qué haría sin él, mi mejor amigo. Una vez más no hallé la respuesta -, pero si te gusta, el hecho de que sea un hombre no debe frenarte. Mírame a mí – sonrió ampliamente -, bisexual y feliz, tanto con chicos como con chicas.

 

Ante su sonrisa de suficiencia decidí burlarme de él.

 

- ¿Y te sientes orgulloso? ¿Cuántos corazones fan-fanáticos crees que romperías si confesaras que también te gustan los chicos?

 

- Ni la mitad que CNU y Gongchan, con quienes las fans ya no tienen ni la mínima oportunidad.

 

Me abstuve de preguntarle acerca de eso. Ya había tenido bastante por hoy, y eso que aún era por la mañana. Vi como mi amigo se estiraba a mi lado.

 

- ¡Vamos! ¡Hay que darle la noticia a los demás! Ya eres oficialmente uno de los nuestros... – se quedó pensativo unos segundos, nervioso de nuevo – Y yo soy oficialmente un hombre muerto.

 

- Ah...¿eres un hombre? – me pegó un golpe, ofendido – Disculpa, pero a veces dudo que alguien como tú pueda ser de este planeta.

 

Se volvió hacia mí con la intención de darme otro bien merecido golpe, pero yo puse cara de niño bueno. Al verme así, Sandeul empezó a dudar si lo acababa de insultar o si lo había halagado. Decidió que fue lo segundo.

 

- Si, bueno, soy demasiado increíble para ser humano, jeje.

 

Con una sonrisa se levantó y esperó a que le imitara. La angustia y los nervios me invadieron mientras le miraba desde abajo. Quise suplicarle que nos quedásemos allí sentados para siempre. En mi pequeña habitación, el exterior parecía una realidad absurda a la que no quería acceder. No quería enfrentarme a las preguntas de CNU acerca de porqué me había ido corriendo un rato antes, ni las tristes y anhelantes miradas de Gongchan que, como ahora sabía, no iban dirigidas a mí, pero que me dolían igualmente. Y me daba pánico pensar en la ira de Jin Young, que me regañaría por haber vuelto a romper una puerta. Quería quedarme en el dormitorio con la única persona que parecía no querer nada de mí. Pero las apariencias engañan. Sandeul quería que me levantase y eso hice, preparado para todo y para nada, dispuesto a comerme el mundo...o que él me tragase a mí de un solo bocado.

Notas finales:

No sé cómo me las he apañado para convertir a Jin Young en un alcohólico. Yo no quería, de verdad... y he dejado al pobre Baro como un crío inmaduro que lo destroza todo ¡Perdón Baro de verdad! Tú sabes que yo en realidad te quiero mucho... y en cuanto a Jin Young, me da miedo, pero me cae bien <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).