-.te dejare un rato solo para que respires y pienses un poco mejor las cosas.
-.espera. *le detiene y le limpia las lágrimas* —no querrás llamar la atención de todos.
-.gracias…
Se fue del balcón, pero al regresar a ese salón, le cayó el veinte de toda la bola de hombres que posaban su mirada a la presencia de Hiroki.
-. (Mierda, apenas me acorde de que soy mujer, y sin nadie, todos están de calientes al verme. ¿Acaso estoy así de bueno?) —camino a donde los bebidas y tomo un poco de vino para apaciguar el orgullo, todo se veía normal hasta de que su teléfono llamaba un amigo muy conocido de este.
-. ¿Bueno?
-.”¿Hiroki?” —también apenas se dio cuenta de que hablaba con su voz femenina. Busco un lado en donde refugiarse y mentársela a Akihiko cuando en eso vio lo que parecía un túnel y entro en él.
-. ¡¿Por qué demonios me llamas a estas horas?! -pregunto algo bajo, pero con su típica voz normal.
-.”Solo quería decirte que pasare a tu oficina para recoger más material para mi próximo libro”
-.¡¡¡¿y solo para eso me llamas?!!!
-.”¿Qué no me habías dicho que te avisara antes de venir de repente a interrumpirte? Además que es lo que te mantiene bastante callado… pareciera que oigo música de fondo, ¿acaso estas…?”
-.si, ven. Adiós. —tanto le interrumpió como le colgó de golpe. Si le molestaba el hecho de que la gente se enterara de su acto, le daría mayor vergüenza si su jefe y amigo de la infancia supieran… no lo dejarían en paz por un buen tiempo—.
Cuando se tranquilizó y se dispuso a regresar al salón principal, un tipo bastante pasado de copas le tomó del brazo bruscamente.
-.oye, oye. ¿Qué hace tal belleza en este lugar tan obscuro?
-.a usted no le interesa.
Cuando se disponía a soltarle, el hombre le agarro con las fuerza, que hasta lo acorralo con sus manos hacia la pared.
-.a mí nunca me dejan con la palabra en la boca.
-.pues creo que seré la primera que lo haga.
-.vaya; creo que encontré a una gata en celo… ¿Qué tal si vamos más al fondo y te hago mía?
-. ¡Maldito depravado de mierda! —puso sus manos en su boca al instante: en ese momento su coraje le gano y he insulto al más puro estilo Kamijou, lo que hizo que este se quedara pensante por aquella voz nada femenina—.
-.un momento… —el pervertido toco donde se supone debería estar los pechos pero solo noto un pequeño bulto; no era reales. Luego bajo su mano a donde se supone también no hay nadie sobresaliente—.
-. ¡¿Que estás haciendo?!
Pero encontró un miembro algo duro en vez de lo que debería no haber nada así… hasta alzo esa parte del vestido para verificar de nuevo.
-.espera, eres… ¿un hombre?
-.yo…
-.me lleva el coño, hasta me iba a acostar contigo.
-.oye.
-. ¡Maldito enfermo, eres de esos tipos raros que busca a hombres a quien engañar para que se los cojan gratis!
-. ¡¿Qué estas…?!
-.y por poco caigo en el mismo… que asco…
-.no… ¡detente!
-. ¡callate maldito estúpido! —este levanto su brazo, dispuesto a pegarle el muy sínico, pero una mano mucho más fuerte que la suya detuvo su agresión muy a tiempo.
-.creo que no debería meterse con las personas que son mucho más vulnerables que usted.
-. ¡¿Qué?!
-. (¡Esa voz…!) Nowaki…