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Sentimientos confusos por Temari-swan

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Notas del capitulo:

Antes de pasar al capítulo quería agradecer a todos los que os pasáis por aquí a leer. Y especialmente a quienes comentáis ya sea para darme vuestra opnión, animar o aconsejar.

 

Julie_chawnCattivaRagazza gracias por vuestros  comentarios.

 

Pasando al fic, el capítulo que hoy toca me ha salido más largo de lo que pensaba y hasta ahora es el que más me ha gustado como ha quedado escrito. Poquito a poco espero que mejore. A partir de ahora empezaran a surgir cosas y complicándose un poco todo, haciendo sufrir a nuestros protagonistas.

 

Os dejo con la historia. Cualquier fallo que veáis me decís por favor. ^^

 

 

 

Disclaimer: One Piece y todos sus personajes pertenecen a su autor Eichiro Oda. Yo sólo los he tomado prestado para hacerlos sufrir en mi relato, especialmente a cierto ero-cook y marimo atontados.

 

 

 

Parejas: ZoSan / SanZo / LuSanZo / OCSan

4. Noche intranquila.

 

Habría que abastecerse. Bajar a tierra firme e intentar conseguir las provisiones para el viaje. Llenar la despensa y la nevera más allá de su capacidad para que aguantara a esa tripulación que no dejaba ni las migas. Para eso se decidió que fueran Sanji y Zoro a comprar, el resto no quisieron, no fuera que se encontraran a más pueblerinos cabreados que tuvieran ganas de rematarles. Ussop estaba desaparecido desde el día de antes, les avisó que tenía unos asuntillos que arreglar y no podría acompañarles, era algo urgente al parecer. Llevaba un tiempo muy misterioso y sin contar tantas mentiras como era lo normal en él. Aunque no le dieron mayor importancia al asunto, cada cual tenía sus secretos y sus momentos de necesitar intimidad y nadie decía nada.

 

 

La noche de antes El cocinero y el espadachín tras su pelea rutinaria, intimaron un poco. Estaban luchando en una feroz contienda cuando al rubio le dio un pequeño ataque, hincó una de sus rodillas en el suelo y puso muecas de sufrimiento. Retuvo un grito por no preocupar al resto. Al peliverde casi no le dio tiempo de detener su espada que se dirigía directa a su cabeza, desviándola en el último momento con un brusco movimiento e hiriéndole levemente un brazo. Los chicos que estaban alejados del confito ya cansado de las riñas de sus amigos, fueron alertados por el grito de Zoro - ¡¡CHOPPEEE…!!-  Les faltó tiempo para acercarse y ve a un Sanji tirado en el suelo con un rasguño en la parte superior del brazo que era sujetado por el espadachín.

 

- ¿Qué ha pasado? – Preguntó un muy serio renito.

 

- No… lo sé. Estábamos luchando y en medio de una patada, se ha doblado y acabado en el suelo.

 

- ¡NO OS DIJE QUE NO PELEARÁIS! – Chopper se acercó y comprobó el estado del rubio – Aún está convaleciente – dijo más tranquilamente.

 

- Era una riña de entrenamiento. No hicimos movimientos tan duros como para que pudieran causarle problemas. – Intentó justificar el espadachín – Nos ayuda a ejercitar y desentumecer músculos.

 

- Zoro pareces no querer entenderlo, – le miró – no sabemos que le inyectó aquel individuó, ni los efectos que puedan causar. Es una sustancia que nunca antes había visto en mi vida. Estoy investigando los análisis pero de momento no tengo nada. Sólo puedo seguir estudiando su estado y tenerlo en observación.

 

- Chop…per… no le sigas re… gañando, – un rubio intentaba mantenerse consciente – esto ha sido culpa de ambos. So… solo queríamos divert… inos un rato. – Quedando k.o. en ese momento.

 

- ¡¡SANJI!! – El médico tomó su apariencia semi-humana y se lo llevó para la enfermería.

 

Mientras, Roronoa, miraba medio sorprendido todo desde su posición en el suelo de la que no se había movido. Sintiendo una extraña punzada salirle del pecho y un pequeño nudo que comenzaba a formarse en su garganta.

 

Luffy observó también lo ocurrido y no pudo evitar querer pegar a Zoro por su insensatez. Si no hubiese sido su mejor amigo seguramente ya lo hubiese hecho. Decidió que lo mejor sería marcharse y enfriar la cabeza. Además se habían dado cuenta que Zoro en ese momento no estaba muy bien quizás era un poco de culpabilidad.

 

 

Pasaron unas horas en las que Chopper estuvo haciéndole más pruebas a Sanji y en las cuales se habían reunido todos los nakamas al otro lado de la puerta de la enfermería. Cuando el renito terminó y salió se le echaron encima todos para preguntar por el estado del rubio.

 

- Está estable dentro de su estado pero… – no estaba muy seguro como continuar.

 

-¡¿Pero qué?! –  Le increparon.

 

- La sustancia parece que empieza a dar señales de sus efectos por el metabolismo de Sanji-kun – Su voz se fue tornando triste.

 

- … -  Silencio sepulcral.

 

- De momento afecta a su sistema nervioso, su columna. La crisis que le acaba de dar cuando estaba con Zoro ha sido sólo un aviso, si no encuentro un remedio pronto, -  calló un segundo – no sé que puede llegar a ocurrirle. Ahora mismo está recuperándose, los efectos se han pasado casi por completo. Eso no quiere decir que no se reproduzcan… quizás a peor.

 

- ¿Qué podemos hacer para ayudar? – preguntó Nami.

 

- Habrá alguna manera de sacarle de su estado, ¿no yo-ho-ho?

 

- Alguna cura debe de haber, ¿verdad Chopper? Superrr…

 

- Sinceramente puede pero no lo sé.

 

- El marine puede ayudar a Cocinero-kun.

 

Todos miraron a la arqueóloga esperando que continuara.

 

- El individuo que le atacó fue un marine. Él le inyectó eso, algo debe de saber. Si hay una cura la tendrá. Tenemos que dar con él.

 

-¿Y ahora como vamos a saber dónde encontrarle? Recordar que los echamos por la borda antes de salir de allí. ¿Y si un monstruo marino se lo comió?

 

- Puede pero no creo Navegante-san. Además creo que esa Isla de la que tanto nos han hablado puede tener algo que ver con todo esto. Sería bueno investigarla y ver si encontramos soluciones.

 

- ¡¡DECIDIDO!! En cuanto repongamos provisiones iniciaremos la nueva aventura. ¡Nami, prepara todo para el viaje! Sanji es fuerte, aguantará lo que le echen, y ya nos encargaremos de que nos devuelvan la salud de nuestro compañero. Eso está tan claro como que yo seré el próximo Rey de los Piratas.

 

Antes estas palabras todos sonrieron y confiaron en Luffy. Si algo se proponía lo cumplía, le costara lo que le costara y tuviera que pasar por encima de quien tuviera que pasar. Hasta Zoro que no había hablado en todo el rato cambió su expresión a una más alegre y decidida.

 

Tras esto todos se fueron a dormir a excepción de Franky que le tocaba turno de vigilancia y Zoro que se presentó voluntario para hacer de enfermera del cocinero.

 

 

Sobre la 5 a.m. el cocinero se despertó ya totalmente recuperado y percibiendo la presencia de otra persona cercana a donde estaba. Al ver que era su nakama peliverde, le extrañó, no pensaba que quisiera quedarse toda la noche en vela cuidándole. Se quedó atontado viéndole, no pudo evitar que la escena de “su marimo despertando asustado por si le hubiese pasado algo”, consiguiera sacarle una pequeña sonrisa tristona. “No, no podía ser”. No había pensado “–Su marimo”. Sus ojos se abrieron de más. Y Zoro se estaba acercando.

 

- ¿Cómo te encuentras?

 

-…

 

- No sé cómo decir esto. No soy bueno en ello pero… pero yo… – un muy nervioso Zoro le miraba - quería pedirte perdón. – Soltó del tirón por fin – De verdad que no era mi intención.

 

Sanji se quedó mudo de la impresión. Nunca hubiese imaginado que esa Alga con patas se le disculparía, ni en sus mejores sueños, y menos por algo de lo que no era responsable. No pudo más que…

 

-¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAA… JAJAJAJAJAAAAAAAAAAAA…!! – No podía parar su carcajada, hasta lágrimas le salían de la risa.

 

El espadachín avergonzado fue temblando de la indignación. “Por una vez en la vida que se le ocurría disculparse con alguien (y más siendo Sanji el susodicho), iba y se descojonaba a su costa. Era humillante.

Nota mental: Primero recuperar la salud del Ero-Cook y después matarle con sus propias espadas. Así nadie diría que se ha aprovechado de un enfermo.

Bueno tendría que tranquilizarse, recordaba la amenaza de Chopper si se le ocurría volver a pelearse con el Cejas de Sushi”.

 

- Eso quiere decir que ya estás bien. – Rojo por la vergüenza y/o la ira. - Estaban todos muy preocupados por ti. Las chicas me han obligado a quedarme custodiándote y han hecho que Luffy me lo ordenara como capitán.- Sanji paró de reír y le miró desilusionado – No me ha quedado otra que vigilar al “Bello Cejas de Naruto”.

 

Al ver la triste expresión de su nakama, el nudo que tenía en la garganta se apretó aun más y su pecho se oprimió. – Todos nos hemos alegrado de que volvieras con nosotros. Sería muy agotador buscar otro cocinero pervertido que me ayude a entrenar y al que pueda apalizar a mis anchas.

 

- ¿Qué dices marimo idiota? ¿A quién apalizas tú? ¡En tus sueños!- Le respondió ya mucho más animado.

 

Antes de comenzar otra pelea, Zoro sonrió, soltó aire relajándose, se sentó a su lado en el borde de la cama y le miro. – No, nos pegues estos sustos Sanji – Sanji quedó en shock por la manera en la que le llamó Zoro, “sin motes, ni insultos, sólo Sanji”. Los latidos de su corazón le golpearon fuertemente (*pompompom). Sin darse cuenta ni uno ni otro, el espadachín embobado por el rubio, se dejó llevar y abrazó fuertemente al muchacho mostrando toda la preocupación que había reprimido. El rubio no dijo nada, cerró los ojos y sintió lo que Zoro le transmitía, llevándole a un estado de bienestar que era impropio. Al fin y acabo eran dos hombres. Uno asexual y el otro mujeriego, pero en ese momento dio todo igual. Así, poco a poco fueron cayendo los dos en un profundo y agradable sueño hasta que los gritos de sus nakamas les despertaron una hora después.

 

Antes que sus compañeros entraran por la puerta, se separaron como si quemaran. Entonces un rayo se tiró encima de Sanji enrollándose llorando y besuqueándole casi sin dejarle respirar comentando palabras casi inentendible relacionadas con la carne. Un robot con el pelo azul sonrió, juntó sus brazos y en su postura habitual dijo – ¡Recuperado Superrr…! El renito le revisó, sin conseguir librar al rubio de Luffy consiguiendo que casi fuera una odisea el oscultarle dándole el alta temporal. Mientras una morena mostraba una sonrisa sería de alegría y una pelirroja se le arrojó a su izquierda llorando de alegría por verle bien. Brook estaba vigilando y Ussop no había vuelto aun.

 

 

De esta manera llegó la mañana, un recuperado Sanji se dispuso a hacer el desayuno, llevándose la sorpresa de que las chicas se habían tomado las molestias de librarle del trabajo ese día. Probando un delicioso platillo preparado por sus damas y notando unos ojos que le miraban de reojo. Al contrario de lo que pensaba, no eran del marimo. Este estaba con la vista fija en el suelo y algo nervioso, si se fijaba bien notaba un pequeño sonrojo difícil de ver en la su piel bronceada. Luffy era el que le vigilaba intentando que no se diera cuenta, no siendo muy bueno, ya que el rubio lo cazó.

 

El desayuno terminó en total calma. Luffy no intentó robar la comida de nadie. Zoro y Sanji no se pelearon. No dieron importancia a pesar de que a todos se les hizo raro, lo achacaban al estado del cocinero. Una vez recogido todo y tras verificar que el ero-Cook podría ir a comprar sin complicaciones para ello dejaron atados a Luffy y Brook, los cuales querían acompañar a los chicos al pueblo, vigilados por Robín que estaba leyendo en su hamaca. Los demás visitaron la zona costera y tomaron el sol en la playita, haciendo tiempo para que volvieran los muchacho y terminara de cargarse el log-pose. En cuanto todo estuviera listo se pondrían en marcha por el bien de su compañero.

 

En el pueblo los dos jóvenes estaban envueltos en un silencio cómodo, tras lo ocurrido en la enfermería no sabían que decirse. Ambos querían romper con el silencio pero no se atrevían, preocupados por lo que podría pensar el otro. Hicieron sus compras sintiéndose muy cómodos uno al lado del otro pero sin dirigirse la palabra hasta que el sonido de una pelea y el ruido de un cuerpo chocar contra una pared robó su atención. Vieron allí enfrente de ellos a su nakama desaparecido estrellarse contra un muro.

 

- ¡¡USSOP!!- Gritaron los dos a la vez.

 

 

 

-FIN DEL CAPÍTULO CUATRO-

 

 

 

 

Notas finales:

He venido con las pilas cargadas de las vacaciones aunque sólo fueran 2 días. ¿Qué os ha parecido?^^


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