Después de ese momento todo el tiempo que siguió fue demasiado rápido, a pesar de que ninguna volvió a hablar del tema, actuaban como si fueran las mejores amigas, a Paula le dolía mucho, aunque tenía que aceptar que así debía ser… pasaron por algunas dificultades un tanto graciosas, ya que a Vianey le costaba andar escondiendo todos los moretones por besos que le había dejado Paula, lo que le sacaba risa a la otra.
_ Creo que ya es hora de la despedida_ dijo Paula mientras que veía a todos sus amigos llorar y despedirse de sus demás compañeros con lagrimas en los ojos, de igual manera todo el patio de la escuela mostraba un ambiente triste ya que todos los del 3° año se empezaban a despedir.
_Así es_ contestó Vianey intentando mostrase serena.
Pero ninguna de las dos pudo más, ambas se soltaron a llorar y a abrazase.
_ No quiero que te vayas_ dijo Paula mientras que la sujetaba como fuera su tabla de salvación.
_ Yo tampoco quiero irme, pero tengo que_ dijo la otra mientras que de igual manera correspondía muy fuerte el abrazo.
A Paula le daban ganas de darle un último beso, su beso de despedida, pero su cobardía no la dejó, no le quedó más que tragarse sus sentimientos y soltarla.
_ Creo que será mejor que nos despidamos de los demás_ dijo Paula intentado poner una sonrisa, la otra asintió y fueron a buscar a sus demás amigos.
Se despidieron, soltaron sus últimas risas juntas en compañía de los demás, sus últimas lágrimas y sus últimas palabras juntas…
Aquel momento se había quedado para siempre en la mente de Paula, con el dolor y la alegría de haberse despedido de la persona que le había hecho sentir especial, con la que había compartido maravillosos momentos, con la que había descubierto algo nuevo, con la que se había dado cuenta de que muchas cosas, con la que rió por sus actos, la que la regañó cuando fue necesario, la que la trató como amiga, hermana y mas…
“pero ya es demasiado tarde, ella se ha ido y yo me quede… me quede para esperarla” esos fueron los pensamientos de Paula cuando la vio partir.
4 meses después…
_ ¡Al fin!_ gritó Paula cuando bajó del autobús que la había traído a la capital del País “Por fin podre volver a ver a Vianey” pensó alegre la joven mientras que corría por sus maletas y se disponía a buscar su maleta.
“De seguro le daré una sorpresa” pensó muy feliz mientras que caminaba por las calles de aquella ruidosa ciudad, caminó sin rumbo por el centro hasta que se topó con un hotel que le había gustado.
“Muy bien, ahora… le llamare y le preguntare si puede verme en algún lugar” se dijo a si misma muy feliz Paula mientras que sacaba de entre su bolsillo sus teléfono celular y se acostaba en la cama.
“Bip….Bip…” se oía “Vamos Vianey contesta” pensó nerviosa Paula mientras que esperaba, estaba a punto de colgar cuando alguien contestó.
_ ¿Sí?_ el corazón de Paula comenzó a latir rápidamente.
_ Vianey, soy yo Paula_ dijo mientras que intentaba controlar su euforia en la voz_ oye adivina… estoy en la ciudad y pues… quería preguntarte si podíamos vernos_ dijo ahora algo nerviosa.
_Hola Paula_ primero oyó _ Lo siento, es que hoy no puedo…_ la sonrisa que tenía Paula se rompió _ espero que por favor no te enojes_ le dijo del otro lado de teléfono esperando una respuesta.
_ No… no te preocupes_ Paula tragó aire e intentó no ponerse a llorar_ entonces otro día será_ “Aunque solo estaré dos días aquí” Paula apretó fuertemente el teléfono_… Por cierto, quiero enviarte algo pero no tengo tu dirección, no sé si es posible que me la puedes dar_ dijo intentando sonar convincente.
_mmm…_ dudó un poco la joven al principio_ te la envío en un mensaje de texto_ le contestó.
_ Muchas gracias, bueno… mejor te dejo porque creo que estas ocupada_ dijo para luego finalizar con un…_ Bye, te amo_ y espero a que la otra le contestara.
_Ok, bye yo… también te amo_ y colgó.
Su extraña despedida era lo único que hacía sonreír un poco a Paula, cuando Vianey se había ido ella se deprimió un poco así que comenzó a enviarle mensajes, de igual manera la otra le contestaba, un día le dijo en un mensaje de texto que la amaba, la otra no se sorprendió mucho y le contestó que de igual manera ella también la amaba, eso había hecho sonreír mucho a Paula, y desde ese momento, cada conversación que terminaban siempre al despedirse se decían “te amo”
_ Sé que está ocupada, pero quiero verla_ se empezó a decirse Paula _ aunque nada me garantiza que estará en su casa_ dijo para luego salir corriendo el hotel y abordad un taxi, le dio la dirección que Vianey le había enviado por texto y fue a buscarla.
“Raul me empezaría gritar como loco si estuviera aquí” pensó ella mientras que se imaginaba a su amigo de la preparatoria regañándola y diciéndole que era una estúpida enamorada “pero de todos modos él fue el que me dijo que viera a buscarla” pensó y es que así era, su amigo haba sido quien la había convencido de ir hasta la capital con tal de arreglar su relación y si era posible convencerla de que volviera con ella, después de todo la madre de Vianey aun vivía en su ciudad Natal. “ojala que acepte” pensó “Aunque si no lo hace” y apretó sus manos “No quiero ser egoísta, pero no la quiero dejar ir” terminó y simplemente se quedo viendo por la ventana del taxi.
Pasaron los minutos hasta que llegó a una casa de dos pisos, con un bello patio “Con que aquí vive con su papa” se dijo mientras que se bajaba y le pagaba al taxista.
Tocó el timbre y un hombre le abrió la puerta.
_ ¿Sí?_ pregunto aquel hombre de altura media, cabello negro y unos pocos rasgos de su amiga, el cual se mostraba serio.
_ Disculpe, ¿Se encuentra Vianey?_ preguntó nerviosa.
_ ¿Quién eres tú?_ preguntó otra vez.
_ Me llamo Paula y soy su amiga, vine hasta aquí para visitarla _ dijo intentando no mostrar su nerviosismo.
_ Aun no llega, pero si quieres esperar pasa_ dijo mientras que le abría la puerta, Paula miró todo el interior de la sala de la casa, el salón principal estaba pintado de un color blanco y plata, la sala de color crema daba un ambiente serio al lugar, lo que le sorprendió fue que sentado en uno de los sillones un joven se encontraba serio.
_ Lo siento, tuve que abrir la puerta_ le dijo el padre mientras que se sentaba en un sillón frente a él._ Por favor, siéntate en lo que Vianey llega_ le dijo a Paula.
_ Muchas gracias_ le respondió la joven.
_ ¿Tú eres amiga de Vianey?_ le preguntó el joven.
La chava se sorprendió pero le dijo que si, el rostro del otro joven se ilumino
_Disculpa, ¿Tú no sabes quién es el enamorado secreto de Vianey?_ eso sorprendió de sobre manera a Paula “ ¿Enamorado secreto?” se preguntó la joven.
_ No entiendo_ le dijo Paula.
_ Vianey se ha estado masajeando con alguien y yo quiera saber, es que la verdad quiero pedirle a Vianey que sea mi novia pero su enamorado secreto no me lo permite_ le dijo con una risa, el corazón de Paula se paró por un momento.
_ Pues… yo_ Paula no sabía que decir _ Lo siento, no sé quién puede ser_ dijo mintiéndole al joven.
_ Ya veo_ dijo mientras que la sonrisa se borraba de su boca, pasaron unos cuantos tortuosos minutos cuando la puerta de la casa de volvió a abrir.
_ ¡Papá ya volví!_ lograron oír los tres en la sala de estar, Paula solo respiró profundamente y todos esperaron a que Vianey fuera.
_Aquí estoy_ le respondió su papá, se oyeron los pasos y entró Vianey.
_ Pero que…_ la joven se quedo sorprendida de las personas que se encontraban ahí.