Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sentimientos confusos por Temari-swan

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Siento no haber actualizado la semana pasada pero me pilló el cumple de mi novio y estube liada. Esta semana he estado con entrevistas de trabajo y tampoco he podido antes.

 

Agradecimientos especiales por pasarse a darme su opinión y ánimos a  Julie_chawn, miri414 y CattivaRagazza. También a Childerika por pasarse por mis otros one-shots ¡Gracias! ^^ 

 

---

 

¿Alguién me puede decir que es un challenges? Lo he visto en la información de la cuenta de aquí pero no tengo ni idea de que es.

 

---

 

Este capítulo de hoy está subidito y haré que sufra un poco más mi querido cocinero aunque no debería (pobrecito mío). No se si cambiar lo de la edad de lectura ¿qué pensáis?

 

---

 

Os dejo con el nuevo capítulo y como siempre...

 

No tengo beta así que cualquier falta del tipo que sea me decís para corregirla. Toda crítica constructiva es bien recibida para poder mejorar.

 

 

 

Disclaimer: One Piece y todos sus personajes pertenecen a su autor Eichiro Oda. Yo sólo los he tomado prestado para hacerlos sufrir en mi relato, especialmente a cierto ero-cook y marimo atontados.

 

 

 

Advertencia: ZoSan / LuSanZo

 

 

 

Autor: Temari swan. 

 

 

6. No puede estar pasando.

 

Una feroz lucha comenzó. Por un lado, los Mugiwaras, cabreados por el deplorable estado en el que se encontraba su nakama y por otro, los marines, tan entretenido con los piratas como estaban que cada vez mostraban más de su increíble fuerza. Cada uno usaba sus peores golpes para ganar la batalla. Zoro y Sanji intentaban terminar lo antes posible por el bien de Usopp. La gente que andaba por el mercado y sus alrededores se comenzaba a reunir llevadas por la emoción de ver una pelea tan increíble, no podían desviar sus vistas de esos cuatro combatientes.

Mientras tanto en el barco, Luffy y compañía estaban preocupados, especialmente el capitán, tenía muy mal presentimiento de que algo no marchaba bien, unido esto a la tardanza de sus amigos, pero no consiguió que le dejaran bajar del Sunny.

La batalla estaba muy igualada hasta que…-Yasha Garasu (Cuervo Demoníaco).- Zoro cruzó las tres espadas y comenzó a girar frontalmente.

-¡AHHHH…!-  El cuerpo de Sanji estaba lleno de cortes con forma de huellas de cuervo. -¡¿Pero qué demonios haces?!-

El espadachín no hizo caso a las quejas del cocinero y siguió atacándolo sin piedad. Cortes y más cortes se podían apreciar por la figura del rubio que no podía hacer otra cosa que defenderse de su compañero, le había pillado totalmente desprevenido.

-Hyo Kin Dama (Bola del Kin de la Pantera).

El peliverde saltó y giró en el aire para cortar todo a su paso, el cocinero intentó esquivarlo como pudo, pero con esta técnica, Zoro era capaz de cambiar la dirección del ataque en pleno aire y con ello no dejarle escapatoria. Las heridas del chico crecieron junto a su desconcierto, “¿Qué le pasaba a su Zoro? Ese no era él, ni siquiera durante sus habituales peleas le atacaba con esa ferocidad".

Este espectáculo fue muy entretenido para Jigoku y Chimamire que se sentaron a verlo como dos espectadores más, ya se encargarían cuando terminara de arrestar a esos tres.

-¡¡CABEZA DE ALGA NO ME OBLIGUES…!!- Zoro volvió a intentar alcanzar a Sanji, -Slice Shoot (Tiro Rebanada)!- consiguiendo que este se pusiera serio y usara su técnica de desarme, dejando al espadachín sin sus espadas. A continuación, el rubio volvió a saltar, - Se acabó, tú te lo has buscado ¡ ¡Diable Jambe: Extra Haché (Pierna del Diablo: Picadillo Extra)!- combinando sus piernas ardientes le dio una serie consecutiva de patadas que dejaban quemaduras por donde daban al peliverde pero cuando iba a rematarle con su gran patada final, miró la figura tambalearte de su amigo, y no pudo darle un autentico golpe, resultando una caricia y haciendo que Zoro cayera más por el impulso de la patada que por la fuerza de esta.

Así el marimo se levantó medio zombie dispuesto a reanudar la contienda, cuando de repente Sanji perdió el apoyo de sus piernas y terminó arrodillado en el suelo, cubierto de sangre.

-¡¡NOOOOOOOOO… SAL DE MI MENTE MALDITOOOOOOOO…!!- Viendo la situación de Sanji frenó en seco y entre gritos Zoro perdió la conciencia, desmayándose.

Sanji pudo observar como un grupo de marines encabezados por los dos que atacaron a Usopp se acercaban a donde sus amigos caído. Sacando fuerza de debilidad consiguió volver a levantarse e interponerse en el camino de estos pero estaba demasiado débil para ser un problema. Derribó a unos veinte soldados que les costaba hacerle frente, antes de que Chimamire le golpeara con el mango de su espada en la nuca y se cerrara el telón poco a poco, abriendo paso a la inconsciencia.

-Ha sido muy divertido chaval pero ya es hora de que los piratas se vayan a dormir Pierna Negra.

Unas horas después…

Un desorientado Sanji despertaba en una oscura mazmorra, tenía la cabeza apoyada contra algo que no era una almohada, fijó su vista y vio que ese algo eran los muslos de Zoro. El peliverde le miró con cara de preocupación.- ¿Estás bien?- Después desvió la mirada a otro punto de la celda.

En un principio el rubio no reaccionó, cuando salió de su estupor se levantó rápidamente y casi cae por ello. No se había recuperado aun de sus heridas, tampoco es que su estado fuera el mejor antes de la pelea del mercado, además pudo notar, cosa que no se había fijado hasta el momento, que estaba encadenado. Tenía las manos atadas a su espalda y las piernas encadenadas a una gran bola de metal que le imposibilitaba moverse. Zoro estaba mucho mejor que él, si no fuera por las quemaduras y golpes, no estaba atado ni encadenado, “¿cómo era posible? Bueno, daba igual, así tendrían más oportunidades de huir. No sabía que harían, pero ellos dos eran fuertes, estando juntos sería fácil escapar, solo necesitaban recuperar un poco la energía y los  tres sald… ¿los tres?” -¿Y Usopp donde está?- Por allí no lo veía.

- No lo sé, cuando desperté estábamos los dos solos, nadie más.

- ¿Y por qué no te han encadenado?

-Tampoco lo sé- Aunque la expresión que no vio el rubio decía lo contrario.

El espadachín se levantó y recogió del suelo un vaso de agua y un pedazo de pan, lo partió por medio y lo llegó donde estaba el cocinero, entregándole una mitad junto al agua, quedándose con la otra mitad que se pensaba comer. –Toma, bebe y come un poco. Nos hará falta recuperar fuerzas para salir de aquí. - Sanji comió el pan y bebió un poco de agua. Zoro le miraba de reojo y antes de que terminara de beber, mostró tristeza en su rostro.

El vaso del rubio se soltó de su mano, rompiéndose, la cual cayó sin fuerza a uno de sus costados justo como la otra. Sus piernas perdieron totalmente la fuerza, su cuerpo entero estaba igual. Menos mal que se encontraba en el suelo si no hubiese caído de bruces contra él. “¿Qué le pasaba?” Se sentía prisionero de su cuerpo. Estaba despierto, notaba todo, pero no podía ni hablar ni moverse. Zoro se levantó lentamente de donde estaba, le miró descarada y detenidamente mientras se lamía los labios acercándose poco a poco a él. El rubio se asustó, se sentía indefenso y ese no parecía su marimo. Se acercó a él y empezó a desvestirle, rompiéndo el traje negro que llevaba puesto y lanzando sus zapatos lejos. Un calor intenso comenzó a recorrer su cuerpo, haciendo que su respiración se acelerara y notando como la parte viril de su anatomía se elevaba. Él no quería eso, intentó pronunciar un “NO SIGAS, PARA, ASÍ NO POR FAVOR MARIMO” pero sólo pudo pensarlo, de sus labios nada más salían gemiditos –AHH… AHHH…-. El peliverde después se desprendió de toda su ropa ante la atenta mirada de su nakama y lágrimas de indefensión salieron de sus ojos.

Cogiendo con sus fuertes brazos el delgado cuerpo del rubio, peso extra incluido, lo llevó al centro de la celda. Allí tomo un trozo de la ropa desgarrada que estaba tirada por todo el suelo y le vendó los ojos no queriendo verle a la cara. Tomó la cabeza de su compañero entre sus manos, acercándosela, besándolo voraz y cariñosamente como si no existiese un mañana. A continuación empezó a explorar ese cuerpo indefenso que tenía a su merced. Llevó su boca a una de las orejas, mordisqueando, lamiendo y besándola mientras con una de sus manos libres acariciaba y pellizcaba uno de los rosados pezones del muchacho, susurándole algo que no entendió al oido. Su pierna no se detuvo, acompañando los movimientos de su boca y mano, rozaba con su rodilla esa parte que se alzaba demostrando lo que le gustaba esa experiencia.

Sanji se sentía asqueado de sí mismo, como era posible que a su cuerpo le gustara que el estúpido marimo le estuviera violando. Él no quería, al menos, no así. Nunca se había acostado con nadie. A pesar de lo que creían de él, seguía siendo virgen, pensaba que antes de acostarse con nadie tendría que haber sentimientos de por medio. Siempre había sido muy caballeroso y de ahí que le malinterpretaran considerándole un mujeriego, cuan equivocado estaban. No quería, siempre tuvo mucho autocontrol sobre sí mismo, pero ahora, su cuerpo le traicionaba y no era el único. Lloró y aguantó, esperaba que todo pasara deprisa y despertara pronto de esa pesadilla. No notando las gotas que caían a su cuerpo.

Zoro mordisqueó cada parte del cuerpo del cocinero, sus manos arañaban a su paso por ese blanco lienzo. Con un camino de mordiscos y arañazos llego a la parte baja del rubio, devorándola, y dejándole marcas de dientes en ella que parecía intentar borrar con su lengua. Detrás de cada mordida, chupaba y lamia toda la extensión, una y otra vez, deteniéndose especialmente en el prepucio del muchacho. Sin avisar, le asió de una de las piernas y le giró. La cabeza del cocinero quedó pegada al suelo, mientras su compañero le agarraba de las caderas y arrastraba hacía él, abriéndole lo más que pudo sus piernas en el proceso y dejando su coxis elevado. El espadachín se posicionó encima, pegando su torso al del otro, continuando con su trabajo de morder todo lo que veía y arañando toda la piel que tocaba. Así se tiró un buen rato, cuando se cansó, bajó hacía la entrada con su boca y dejando su dentadura marcada en uno de los cachetes. Clavando las uñas, separó los cachetes, pegando un lametazo en esa inmaculada entrada y sin más…

-¡PARA ZORO!- La voz de Luffy sonó autoritaria, alegrando a cierto rubio. –Usa esto.

 ¿Qué?” Sanji oyó el caer de ropa tras lo cual esa persona que sonaba como Luffy se le aproximó, “definitivamente eso era una pesadilla y tenía que despertarse”. Todo esto pasaba mientras Zoro le colocaba lo que ese personaje le había traído, se dio cuenta cuando una fuerte oleada de dolor recorrió su cuerpo proveniente de su parte baja. Le había metido algo por el prepucio, después le ataron su pene muy fuerte. Pero aún faltaba lo peor, “¿su sufrimiento no acabaría? Esos no podían ser sus compañeros”.

-¡Yo seré el primero que por algo soy el capitán!- hinchó esa parte que ya de por sí era de un tamaño considerable y sin preparación alguna de ninguno de los dos, la posicionó para introducirse en el cocinero desgarrando sólo con la puntera la entrada y forzándola. La sangre brotaba de la parte baja aumentando el charco de debajo suya.

–NOOOOOOOOOO… AHHHHHHHHHHHHHHH… PARADDDDDDDDD…

-Parece que el efecto de la droga está pasando jajajaja…- Sonrisa malvada de Luffy. –Más entretenido, ¿no crees Zoro?

- Si- Aunque por sus lágrimas parecía querer decir más un No.

- Vamos a divertirnos.

 

 

-FIN DEL CAPÍTULO SEIS-

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

En el siguiente capítulo se le pondrán peor las cosas al cocinero o... mejor que no lo pase mal?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).