5. PLAN CONQUISTA A TU PIRATA: PASO 1.
Bien tempranito por la mañana, Nami y Usopp se habían escabullido de sus cuartos para encontrarse en la biblioteca del recinto vacacional. Allí planearía los pasos a seguir para hacerse con el cocinero. El lugar de reunión fue cosa de Nami, pensaba que después de tanto fracaso a la hora de conquistar a su nakama, lo mejor sería buscar algún libro que les ayudara y les diera ideas. Ya estaba muy cansada de fracasar estrepitosamente y quedar en ridículo. Una hora después de llegar, encontraron un libro perfecto que se titulaba “Cómo hacerte con el corazón de un pirata”, su portada era un poco mugrienta y unas manchitas de sangre parecían tapar algunas partes de ella, pero eso se podía leer perfectamente. Lo cogieron y se lo llevaron a la sala de lectura, donde se sentaron en un cómodo sillón y leyeron sus páginas hasta que llegó la hora de la comida, habían pasado del desayuno.
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<< Paso 1. LLAMA SU ATENCIÓN:
Existes: Si te has planteado dedicar tu preciado tiempo a conquistar a ese pirata es fundamental que él sepa que "estás ahí", que "existes". De lo contrario, estarías malgastando todas tus energías en alguien que puede pensar que eres un monstruo marino o algo peor y eso no nos interesa. Ponte provocativa pero sin excederte, es mejor insinuar que enseñar, no querrás dar la impresión de ser una persona desesperada. Luego pasearte cerca de él, por su área personal, asegúrate de que cuando estés cerca haya contacto visual entre vosotros y usa tu mirada felina. >>
A las 3 de la tarde se reunieron todos para comer, los últimos en llegar fueron el narizota y la navegantes, ambos con sus mejores ropas. Nami se había decidido por poner unos shorts oscuros cortos que casi no tapaban sus glúteos con una camiseta que caía sobre un lado, dejando al descubierto su hombro y un poco del sujetador de encaje negro de debajo con el peinado que la caracterizaba. Mientras Usopp se había decidido por unos finísimos pantalones beige largos y estrechos con una camisa negra de corte también fina y desabrochada hasta el pecho. Había decidido quitarse gafas y sombrero por lo que sólo llevaba el pelo rizado recogido en coleta baja.
Lo primero que hicieron según aparecían por el comedor fue buscar su objetivo, Sanji, estaba en la barra libre. Una vez localizado, se miraron seriamente e hicieron un gesto de afirmación con la cabeza para dirigirse a aquella zona, cada uno por un lado. Nami rodeó la mesa de comidas para poder situarse delante del rubio, el cual al percibir la presencia de la chica y lo pesada que estaba últimamente, intentó escapar dando media vuelta, chocando con Usopp que se encontraba justo detrás de él.
- Ohhhhh… Sanji-kun que descuidado eres. Mira como me has puesto con el vino y ahora como lo voy a sacar de esta camisa de lino – señaló la mancha que hacía que se le pegara la prenda al torso.
Un escalofrío recorrió la espina dorsal del cocinero. La vocecita que estaba poniendo Usopp le daba repelús y esos gestos más aún, -“¿Qué le pasará? ¿La pólvora se le habrá subido a la cabeza?” -pensaba. Sus alarmas de peligro, las mismas que sentía cuando veía a una okama se activaron, asustado, dio un par de pasos marcha atrás, tenía la mesa que le cortaba la retirada -“¡Mierda!”-. Se giró, encontrándose con la pelirroja, -“¡Mierda otra vez, joder!”-, tragó duro. No podía evitar mirar a uno y a la otra alternativamente, se sentía rodeado y no sabía por dónde escapar. La muchacha se lo comía con la vista,- “¿Eso se supone que es una mirada pícara? ¡Si parece que le ha entrado algo en el ojo! Y ahora que me fijo, con este calor, Nami se ha pasado con el maquillaje negro en los ojos”- aguantó la risa que le causaba la navegante.
La pelirroja se sentía orgullosa de sí misma - “Lo estoy haciendo de fábula, sólo mira lo nervioso que parece, no hay hombre que se me resista. Pronto caerá a mis pies muajajaja…” – se decía.
Usopp en uno de los movimientos de cabeza de Sanji, levantó su mano y posándola en la cara de este, llamo su atención. Durante un minuto sus miradas se cruzaron. La del moreno cristalina y cargada de sentimientos que pedían al otro una oportunidad. La del rubio de desconcierto intentando averiguar qué es lo que le quería transmitir su compañero pero algo dentro suyo hizo que levantara sus barreras, esa sensación de repelús no se le iba y no le gustaba que los hombres le tocaran. Fue un minuto largo e intenso para los dos pero de distinta forma. Sanji pegó suavemente la mano del tirador para quitársela de encima. El narizota no se daba por vencido, intentó acercársele, consiguiendo que el cocinero tropezara por esquivarle, comiéndose la mesa de lleno y tirando toda la copa de vino y la comida por el aire cayendo justo encima de la chica que una vez más acabó pringada de arriba abajo.
-Nami-chan no era… - quería disculparse.
- ¡Shishishi… shishishishi… son una risa! – Cortó Luffy - ¡shishishi… que graciosa estas Nami shishishi!
- Grrrrrrrrrrr…
La pelirroja no pudo contenerse por el comentario de su capitán, agarró la sopa de espárragos y se la incrustó al chico en la cabeza. Chopper al ver la situación salió corriendo donde Zoro para esconderse detrás de su silla, como siempre dejando el culo a descubierto. El espadachín no se inmutó, siguió tan pancho en su silla pasando de las tonterías de sus nakamas o eso parecía aunque por el rabillo del ojo no perdía de vista al cocinero, si alguien que le conociera se fijaba podría percibir que no estaba demasiado contento con lo sucedido momentos antes. Después observó al narizota, -“Con él tendré una charla más tarde”.
- ¡¡Shishishi… GUERRA DE COMIDA shishishi…!!
Así la comida terminó siendo una batalla donde el único que salió impoluto fue Zoro que esquivó todo lo que le lanzaban.
- FIN CAPÍTULO CINCO-