6. Hiatus: Confrontación.
Zoro se preguntaba por qué quería tener una conversación con Usopp, ya que se había propuesto romper cualquier tipo de lazo sentimental con el cocinero, lo que tenían y mantenían era puro sexo. Además, se autoprometió nunca enamorarse, sabía a ciencia cierta que no amaba al rubio, quizás sintiera un cariño especial distinto que el dirigido a sus otros compañeros, causado por la intimidad que compartían pero nada más. Sus palabras cargadas de crueldad eran para protegerse, doliéndole más que a su amante el escucharla. Él era un hombre valiente, con honor y leal a sí mismo y a los demás, pero ahora mismo, no se lo parecía. Se estaba mostrando como un ser cruel que ultrajaba psicológicamente a su amante, daba de lado sus principios morales y huía de la situación.
Miró a Usopp cuando pasó por su lado y se tiró en bomba, abrió la boca para soltar algún comentario pero ningún sonido salía de ella, se quedó mudo.
-“¿Qué voy a decirle?”- pensó – “No le puedo soltar: ‘Mira Usopp, no quiero que te acerques a Sanji, ÉL ES MÍO, atrévete a intentar algo nuevamente y te parto tu narizota’. Tengo totalmente asumido que me da igual con quien se acueste ese cocinero pervertido. Él y yo todo lo que tenemos es físico. Uhmm…” - Sus divagaciones dieron un giro repentino – “¡Eso es! ¡¿Cómo no me había dado cuenta antes?! Si ese desviado pervertido encuentra otra persona que le de placer y que se enamore de él, desaparecerán nuestras secciones de satisfacción personal. Entonces sólo perderé yo ¿qué haré en mitad de la nada?” – Continuó - ” ¡Eso no puedo permitirlo! Estúpido cocinero, no dejaré que te enamores de otra persona y me dejes con el calentón. Nami sólo es deseo, no pasaría nada, pero con Usopp es diferente.”
Volvió a la realidad.
-¡USOPP! – Gritó al tirador que se le quedó observando - ¡Ven, tenemos que hablar!
Sus compañeros los miraron extrañados, todos menos cierto rubio.
- ¿Zoro kun que quieres?
- Vamos a otro lugar a hablar en privado. Este no es sitio para ciertas cosas.
-¡Zoro eres un aguafiestas! – Infló los mofletes un muy descontento Luffy que le acababan de fastidiar al llevarse al otro, el juego consistía en ver quién, Chopper o él, y cuánto aguantaban más sin debilitarse con medio cuerpo debajo del agua. Siendo el narizotas el encargado de sacarles de debajo del agua. - ¡Llévate a Sanji o Nami que no me sirven y deja a Usopp! – Sanji y Nami miraron mal al chico moreno que les observó ingenuamente - ¿Qué? Es verdad que sois unos aburridos que no servís. Joppp...
Así ambos ignoraron a su capitán haciendo oídos sordos y salieron por la puerta de la piscina cubierta, donde estaban dándose un baño para librarse del calor y divirtiéndose de paso.
- Maldito Zoro. ¡No pases de tu capitán cuando te da órdenes! ¡Qué te lleves a uno de estos dos inútiles y dej…! Glu glu glu…
No pudo seguir, la debilidad se apoderó de él por no salir de la piscina como había hecho Chopper cuando salió Usopp. Sanji y Nami entornaron sus ojos mientras les salía un goterón de las cabezas a cada uno por la estupidez de su líder, se preguntaban si podría tener límites.
- ¿Y bien intrépido Rey de los estúpidos, ahora cuál de estos inservibles e inútiles nakamas quieres que te salve? – Le dijeron a dúo el rubio y la navegante como si se hubiesen puesto de acuerdo para decirlo.
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En otro lugar:
Zoro y Usopp habían vuelto a la habitación que durante esas vacaciones compartirían con Sanji. Allí tendría la privacidad que el peliverde quería para hablar sobre algo. Usopp se preguntaba si era sobre los últimos dibujos que le pidió que hiciera, una vez tomada la decisión de ir tras Sanji, pasó de darlos, guardándoselos para él.
-¿Qué quieres Zoro kun? Los dib…
-No, no es eso.
El espadachín empezó a andar hacia él con paso firme, mirada fija a sus ojos, acercó una de sus manos al cuello de su compañero para alzarle y empotrarlo contra la pared cercana intentando intimidarle. El moreno pelirrizado se empezó a asustar, le estaba asfixiando y no entendía los motivos de su amigo.
- Óyeme Pinocho, esto te lo diré una única vez, no me gusta repetirme, ¿me has entendido?
El otro intentó hablar pero descubrió que la mano de Zoro, no sólo le estaba cortando el oxigeno si no que también le afectaba a las cuerdas vocales. Sin otra, tuvo que mover la cabeza en un gesto afirmativo.
- Así me gusta – mostró una sonrisa que daba miedo - . No te acerques al Cocinero, él es mi puta personal y de nadie más. Lo sabes y te has atrevido a intentar cazarlo. Eso me cabrea. Mucho. – Apretó más fuerte el cuello del muchacho que empezó a ponerse azul y patalear por la falta de aire. – Se te ocurre tan sólo guiñarle un ojo y te haré que desees morir, créeme. Nunca amenazo en vano. Nadie intenta quitarle al gran Cazador de Pirata su presa – le soltó de su agarre.
Usopp cayó bruscamente al suelo, intentaba torpemente recuperar el aliento, su pérdida voz y sacar todo el valor que jamás tuvo para decirle lo que tenía pensado. Zoro le dio la espalda sin esperar contestación a su amenaza e iba a volver a la piscina cuando oyó casi un susurro inentendible del otro. Paró en seco en el marco de la puerta con la mano posada en él y giró levemente su cabeza para atrás.
- ¡Repite eso, creo que no te he oído bien! – Apretó, destrozando la madera del marco, intentando controlarse y no matarle allí.
El narizota llenó sus pulmones de aire intentado que esa acción le ayudara a tener valor, levantó la cabeza con un brillo especial y retador en los ojos, mirándole directamente, gritó.
- ¡¡¡¡ ¿CABRÓN, qué te has creído?!!!!
- GRRRRRRRRRRRRR… -Zoro se contuvo pero su figura emanaba un odio profundo hacía el idiota que había atrevido a insultarle amenazando con tomar su sangre.
- Eres un hipócrita cabrón, supuestamente te riges por un código moral y de honor que te pasas por el forro de tus pantalones. Tratas a tu pareja como una mierda, no la respetas y la menosprecias, le haces que se olvide de su propio orgullo porque te ama y tú en vez respetarle, le humillas y te ríes de sus sentimientos, ¿qué honor o moralidad hay en ello? Le dices que es tu Puta y que te da igual con quien se acueste, eso dices, ¿pero entonces para qué luego vienes a amenazarme e intentas asustarme? ¿Por temor a que te lo arrebate acaso? ¿Estás celoso pero sigues diciendo que no sientes nada por él? Con tu aptitud estas causando mucho daño sabes, no sólo a ti, si no a mí, a Nami y sobre todo a Sanji. Él no se lo merece y no dejaré que tú te quedes con él para hacer de su vida un infierno.
- ¿Tienes huevos para retarme Usopppp…? Debe ser una broma, no me puedo creer que un idiota, cobarde, miedica y débil despojo humano se atreva a insultarme y llevarme la contraria – se dio la vuelta - . Harás lo que te he dicho, serás obediente y te olvidarás de ero-cook. Ya sé que tiene un cuerpo delicioso, deseas follarle, te puedo asegurar que esa fulana sabe lo que se hace en el tema, pero, también te aseguro que no merece la pena morir por un poco de buen sexo. Me da igual con quien lo haga mientras no sea de la tripulación, yo tengo claro nuestra relación, puramente física, pero si algún otro intimara tan a menudo como yo con ese culito las cosas se complicarían, y al final, repercutirían en los demás, eso como primero de a bordo, no lo voy a permitir.
- ¡HIPÓCRITA! Si fuera así ¿por qué no amenazas a Nami también?
- Ella es como yo, sólo busca un polvo con el rubio para quitarse el calentón. Si se acostaran nada se complicaría, una o varias veces daría igual, es puro deseo sexual. Aunque creo que a mi puta no le interesa para nada y tampoco creo que muestre interés por ti. Así que haznos un favor a todos y olvidarlo. Tampoco quiero que le sigas dibujando, fui ingenuo pensando que no te afectaría a la cabeza el hacerlo. Ni te acerques, ni le hables.
Usopp se levantó, empezó a andar y se colocó enfrente de Zoro, cuando le tuvo a un palmo de distancia, le apuntó con el dedo y le escupió en la cara un ¡JAMÁS! ¡LE QUIERO!
A Zoro se le hincharon las venillas de la cabeza y explotó. Agarró el dedo del moreno y lo retorció en una mala postura, oyéndose un crack, consiguiendo que por el dolor en su extremidad se doblara hacia el suelo. Soltó esa parte del cuerpo y le enganchó de los pelos para que se levantara, una vez el otro le miró, arrimó su boca a su oído y le dijo – Tú te lo has buscado, mira que te advertí capullo – Soltó sus cabellos y de un puñetazo le mandó volando por toda la habitación, rompiendo la ventana que salió expulsada con el chico al exterior, cayendo desde una altura considerable a la piscina que amortiguó ligeramente el impacto.
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Nami iba a quejarse y levantarse para golpear al tonto que se había tirado de esa forma y la había empapado, estropeando la revista que estaba leyendo, cuando notó que el causante era un malherido, sangrante e inconsciente Usopp.
-¡USOPP!- Se asustó por el estado del chico.
Miró detenidamente y se dio cuenta que por toda la zona estaban repartido los cristales de una ventana, sangre de las heridas de chico y el agua de la piscina. Al principio pensó que sería un accidente pero al mirar hacia arriba, divisó en el agujero que dejó la ventana la cabeza de Zoro “¿Qué habría pasado?”
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Sanji estaba intentando evitar que su capitán se lanzara por un trampolín de 10 m de altura de la piscina de competición en su intento de divertirse, algún estúpido le había metido la idea en la cabeza al Sombrero de Paja y al renito, así que llevaba más de media hora batallando con los dos caprichosos en pleno invento diabólico. De repente, algo se enganchó en la tabla balanceándola muy inestablemente y causando que casi cayeran los chicos.
-¡¿Quién cojones… - Iba a soltar un cabreado Sanji cuando se dio cuenta de quien estaba inconscientemente sangrando en la piscina – Usopp!!
- ¡Usopp, te salvaré!
Sin tiempo y temiendo lo peor por su nakama, el cocinero de un patadon en la cabeza dejó inconsciente a su capitán, sólo estaba él y no podría preocuparse por salvar del ahogamiento a dos personas a la vez. Sin pensar, saltó desde el trampolín, hiriéndose un pie por los cristales de la ventana, hasta las aguas de la piscina y rescató al narizota, sacándole de la piscina.
-Chopper, baja, te necesitamos aquí.
Chopper cuando se aseguró que Luffy se encontraba bien a pesar de la patada, salió corriendo escaleras abajo y se lanzó a mirar cómo se encontraba el tirador. Nami y Sanji no se separaron de su lado, mirando los cuidados del médico. Después de los primeros auxilios que le dio, el renito adquirió su aspecto grande para cargar al narizota y llevárselo a la enfermería. Mientras, Nami siguió mirando para arriba muy cabreada con su nakama y Sanji se fue a por su inconsciente líder, cojeando.
Nami que ya no vio al espadachín notó que el cocinero tenía una herida en el pie y que dejaba un camino de pisadas rojas a su paso. Corrió y le dijo muy preocupada que fuera a curarse y este se negó. Primero tenía que bajar a su capitán, no fuera a hacer alguna tontería y tener a otro en la enfermería, luego ya se encargaría de su pie. La chica no insistió, dejó que fuera a por el moreno. Ella tenía algo que hacer en ese momento.
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Unas horas después:
Chopper dio buenas noticias, Usopp estaba fuera de peligro con unas cuantas heridas llamativas, golpeado, un dedo y una costilla rotos, y con contusiones; pero nada que le fuera a costar la vida. En ese momento sólo estaban Sanji y Luffy que se alegraron mucho por su amigo. Nami y Zoro estaban desaparecidos.
El renito prohibió visitas al enfermo, estaría 24 horas en observación, pasado ese tiempo podrían entrar a verle. Por esa noche decidieron irse a dormir a excepción del médico que se quedaría a vigilar el estado del convaleciente.
Sanji se fue a dormir y se quedó dormido según su cabeza toco la almohada, un día agotador, necesitaba descansar. Algo le decía que los próximos días serían peores.
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Otra persona que debería haberse ido a dormir, recorrió los pasillos del hotel, perdiéndose un par de veces antes de llegar a su objetivo, el gimnasio. Su sentido de orientación era casi tan penoso como el de su nakama pero afortunadamente no se perdía con tanta facilidad.
- Zoro, tenemos que hablar, no puedo hacerme más el tonto y hacer como que no me entero de lo que pasa. Te has pasado de la raya.
- ¿Luffy a qué te refieres? No te entiendo – Un perplejo espadachín miraba incrédulo antes las palabras de su líder.
- Has atacado a uno de los tuyos y dejado en las puertas de la Muerte – Luffy cruzado de brazo le observó y se mostró muy serio, demostrando porqué aquellos hombres le seguían. – Puedo pasar por alto tu lío con Sanji, hacer que no sé nada para no haceros sentir violentos, pero nunca, NUNCA, permitiré que vuestra relación, la que sea que tengáis afecte a los demás. Eres mi mejor amigo y casi como un hermano para mí pero tu comportamiento es vergonzoso. Te doy 48 horas para que pienses en tus acciones y te disculpes debidamente con quienes tu sabes, si no te tendré que expulsar de la tripulación dándote tu merecido. La decisión está en tus manos, espero que vuelvas a ser el chico que eras antes de convertirte en este monstruo celoso que no acepta ni respecta los sentimientos propios o de otro.
El peliverde estaba shokeado no pudo decir ni hacer nada y cuando quiso darse cuenta.
- Gomu Gomu no Pistol .
El puñetazo impactó en la cara del primero al mando, partiéndole el labio y la nariz, haciendo que del golpe perdiera el equilibrio y golpeara el suelo. Zoro se limpió la sangre y se sentó, apoyando el brazo para sujetar su cabeza y mirar al moreno.
- …
- Dos días Zoro, esto sólo ha sido un aperitivo para lo que te esperará si sigues comportándote como un idiota. No me obligues a echarte- Con esto último le dejó que meditara allí esperando que de verdad se diera cuenta de que ese no era él.
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Chopper estaba durmiendo con la cabeza apoyada en la cama en la que estaba reposando Usopp, una sombra se infiltró en el lugar sin despertar al renito para hablar con el chico. Tocó al herido y le habló bajo al oído.
- ¿Usopp? ¿Usopp? Despierta.
- ¿Ehhhhh…? ¡¿Qué pasa?! – Se despertó sobresaltado.
- Shiuuuuuu… No hagas ruido o despertaras a Chopper. – Según decía esto le tapó la boca para que no gritara y después le volvió a dejar libre.
- ¿Nami?
- Sí. Quería saber cómo te encontraba. Esto ha sido por mi culpa – la navegante comenzó a llorar por la culpabilidad.
- ¿Tu culpa? ¿De qué hablas? –Se miró – Esto es culpa mía y de nadie más.
- Estoy segura que es mía. Fue por Sanji kun, ¿verdad? – Le miró y consideró su silencio como una afirmación. – A Zoro no le hizo gracia que fuéramos tras él – Más lágrimas recorrían su rostro. – Si no te hubiese metido ese estúpido trato en la cabeza no te habría pasado nada. ¡Nos retiramos del plan!
- Ahora más que nunca en mí vida estoy más convencido de seguir con algo. Yo no me retiraré. El plan continuará aunque sea yo el único que lo siga. Tú puedes hacer lo que quieras Nami. Yo conquistaré a Sanji o moriré en el intento. Zoro sufrirá y me vengaré de esto tenlo por seguro.
- ¿Usopp? – Nami estaba sorprendida y emocionada ante la valentía del narizota, sonrió y se enjuagó las lágrimas que dejaron un rastro por su cara y ojos rojos. – Pues yo tampoco me echaré para atrás. – Le gustaba esa nueva faceta que descubrió en el chico y empezó a verle con otros ojos. Besó en la mejilla al chico y le dejó para que descansara y se recuperara “Un día y el plan seguirá guarda tus fuerzas para recuperarte rápidamente”.
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Un escalofrío recorrió la espina dorsal del cocinero aun en sueño que soltó en sueños “¿Por qué a mí?”.
- Fin capítulo 6-