Uruha
Apagué el auto frente a la casa de Reita y suspiré, no tenía muchas ganas de bajar aunque sabía que debía hacerlo. Alcancé a ver mi reflejo en el espejo retrovisor y sonreí un poco; era impresionante lo mucho que mi mirada había cambiado y en tan poco tiempo. No tenía nada que ver con ahora usara maquillaje para adornar mi cara, era toda mi expresión, por alguna razón lucía cansado, incluso harto; no se parecía en nada mi mirada de hace unos meses.
Giré la vista hacia la enorme casa, seguramente todo el mundo ya estaría ahí adentro y yo seguía afuera sin saber que hacer. Tenía unas incontrolables ganas de prender el carro y huir lejos. Sentí una punzada en el estomago al pensar en Yuu, tal vez podría hablarle, saldría y los dos nos iriamos a donde nadie nos conociera, a un lugar donde no fueramos hermanos. Mi boca se torció de inmediato ¿Qué estupideces estoy pensando?
-y ¿Cómo amantes? - preguntó con voz ronca.
Me alejé y lo miré sin entender - ¿A qué te refieres? - no podía creer lo que estaba escuchando, seguramente ya me estaba volviendo loco.
Se mordió el labio - sabes perfectamente a que me refiero - negué, no quería tener esa conversación, no cuando había pasado la mayor parte de mi vida negandome a todo lo que sentía - no me digas que fui el único que sintió algo más ese día en el cuarto de mis papás, si fui el único entonces ¿por qué respondiste? no me digas que lo aluciné. No seas tan cruel para ilusionar mi corazón sólo para romperlo en mil pedazos, creo que no lo soportaría - parecía a punto de explotar y ponerse a gritar.
-Aoi...yo....
-¡DEJA DE LLAMARME ASÍ,CON UN CARAJO! - gritó pero se calló al recordar que estaba en una casa ajena, se acercó a mi - ¿Por qué no puedes llamarme Yuu? Eres la unica persona que me llama así, que amo que me llama así ¿De verdad fue tan grave lo que hice? ¿No entiendes por qué lo hice? Trataba de protegerte, te amo demasiado para verte involucrado en algo como esto. Me importas demasiado, si te lastimaran jamás me lo perdonaría....-.
Comencé a negar, no quería escucharlo, no quería saber nada - detente por favor, ya no digas nada mas. Esto es una locura, está mal, no te atrevas a decirme nada - por mero instinto me lleve las manos a los oídos para bloquear cualquier palabra mas, cerré los ojos con fuerza como si fuera un niño pequeño haciendo berrinche, pero de inmediato sentí sus manos rodear mis muñecas y apartandome las manos.
-¿Qué es lo que no quieres que te diga? - nuestras miradas chocaron en ese instante, mis ojos estaban inundados de lagrimas que se rehusaban a salir mientras que su mirada parecía suplicante, una clase de mirada que jamás había visto en él - te amo Kouyou - volví a cerrar los ojos pero su mano tomó mi barbilla y me obligué a mirarlo de nuevo - perdoname, sé que está mal, sé que está prohibido, que es pecado y antinatural. Pero no puedo....no quiero evitarlo, te he amado desde que éramos niños, luché con este sentimiento; créeme, cada vez que te veía y tenía un pensamiento impuro sobre ti trataba de castigarme. Me decía que me estaba volviendo loco, intenté olvidarte con Kai y mirame a donde me ha llevado, no puedo, ya no. Sé que jamás podremos llegar a nada pero al menos no me digas que estoy solo en esto, porque ese día - acarició mi mejilla - ese día fue el mejor día de mi vida. No me digas que no sentiste lo mismo - dijo casi en un susurro.
Recargué mi frente en su hombro mientras mi mirada permanecía agachada, sentí que por fin las lagrimas resbalaban por mi mejillas - te odio - pronuncié con trabajo - te odio porque eres a la única persona que podría perdonarle lo que sea. Te odio porque aun cuando me lastimaste al mentir, sabía porque lo hacías y te odio mas porque eres mi hermano - solté por fin. Todo aquello a lo que me negaba, todo aquello que quise confundir con amor fraternal, todo se me fue de las manos junto a las lagrimas que caían al piso - odio que seas mi hermano y amarte de esta forma tan estupida y sin sentido. Odio que seas mi hermano porque no puedo estar contigo son que sea una locura, odio el maldito momento en que el destino nos puso en la misma familia ¿Por qué Yuu? - sentí las manos de Yuu acariciar mi cabello.
Al final no quedamos en nada ¿Qué debíamos decir después de eso? Somos hermanos y no hay nada que podamos hacer al respecto, así que termina ahí. Al menos podemos hablar como siempre, sin secretos....yo con Tora y él, bueno él encontrará a alguien y debo estar feliz por eso. Debo aprender a verlo como lo que es, mi hermano.
Bajé del skyline y me aventuré a tocar el timbre. Como era de esperarse abrieron de inmediato. No fue nada sorprendente ver a todo el equipo de Gazette Nine, Nightmare en grey y compañia metido en la sala de Reita gritando sin parar, cabe destacar que todos se callaron al verme entrar.
-¿Dónde estabas? - preguntó Kyo con los ojos casi salidos, debo decir que se ve aterrador de esa forma.
-no le hables así - interfirió Yuu y los dos se dedicaron miradas de muerte.
-Cálmense - Kai los miró con ganas de matarlos - sólo se retrasó diez minutos ¿Podemos dejar el drama? - los dos aludidos asintieron mientras yo parpadeaba ante la escena.
Miré a Sakito quien estaba sentado junto a Hitsugi, tenía la mirada perdida y un semblante bastante serio. Me miró al sentirse observado - ¿Qué? ¿Ya estás listo? - se levantó con ese semblante altanero que lo caracterizaba, pero yo no podía evitar preguntarme si de verdad estaba tan seguro como quería aparentar.
-esto es una estupidez - soltó Kyo finalmente, sentado en un sillón individual con los brazos cruzados y la pierna derecha sobre su rodilla izquierda moviéndose sin parar - si algo sale mal....mejor que no vayan - su voz se quebró por instante.
Fue Kai quien le puso una mano sobre el hombro, no le dijo nada sólo se miraron como si estuvieran hablando por la mente. Acción que no pareció gustarle mucho a Reita por la cara que puso parecía querer golpear a alguien. Sin embargo sentí un ligero contacto en mi mano que me distrajo, Yuu me tenía fuertemente agarrado.
-si algo pasa, lo que sea - dijo con voz seria.
Yo asentí - no te preocupes, no es la primera vez que lo veo - lo intenté tranquilizar pero al parecer no causé ningún efecto. Me era sorprendente que sólo yo hubiera tenido el “placer” de conocer a Mana, es decir, la mitad de ellos estaban trabajando para él. Por lo que en realidad estaba preocupado era por Sakito, lucía un poco mas pálido de lo normal y era de esperarse, ahí también estaba Shou. No le habían contado nada acerca de las intenciones de Mana con Sakito, pero le habían dicho que lo iba a ver porque lo había solicitado. Noticia que no le cayó nada bien y parecía estar completamente en contra -vamos - le dije al mas bajo y este asintió torpemente encaminandose a la puerta.
-x-
-definitivamente esta zona no me agrada nada - el enorme bar del que Mana era dueño por supuesto no se encontraba en una zona residencial, al contrario, debía estar en uno de los peores barrios de la ciudad. No me daba miedo puesto que Mana había dicho que nadie nos haría nada en ese lugar siempre y cuando mencionáramos su nombre. Cosa que tampoco me encantaba pero era mejor que nada, aun así prefería que nada malo pasara.
-no te preocupes ya estamos cerca - lo tranquilicé, no desvié mucho mi vista del camino, pero no necesitaba verlo para sentir su incomodidad.
-mas que nada es la cantidad de malos recuerdos que tengo de este barrio - tuvo un escalofrío mientras me lo decía.
Iba manejando por calles bastante estrechas, estábamos a cinco minutos del bar, pero era un poco trabajoso de maniobrar - ¿Recuerdos? ¿Ya habías venido por aquí? - le pregunté mas por hacer platica que por curiosidad, seguramente tendría una anécdota de borrachera que contarme.
Escuché un bufido - nací y crecí en este barrio - torció la boca, se cruzó de brazos y miró por la ventana como si quisiera evadir mi mirada.
No quise hacer otro comentario, el barrio era conocido por las prostitutas que rondaban el lugar, los bares de malamuerte lleno de apuestas ilegales y uno que otro Yakuza que se aseguraba que nadie de otra familia se acercara al lugar. Imposible que un niño hubiera crecido en ese lugar sin verse directamente afectado. Debo admitir que me era increiblemente extraño pensar en Sakito en un lugar como ese, pero no quise ahondar en el tema con miedo a violar su privacidad.
Sin decir nada mas llegamos a nuestro destino, aun era muy temprano para que el bar estuviese abierto así que tuve que tocar varias veces la puerta antes de que un hombre enorme con aspecto sospechoso nos recibiera, era calvo y tenía cara de pocos amigos, no habló, sólo asintió y nos dejó pasar. Nos condujo a una de las salitas privadas que poseía el bar, nada mas estábamos nosotros dos al parecer, por ahora.
-vaya, vaya miren a quien trajo el pequeño Uruha - alcé la vista y me encontré con el guardaespaldas de Mana, un hombre de apariencia sombría pero profunda mirada llamado Klaha - un gusto conocerte por fin Sakito - saludó con la cabeza.
El mencionado ladeó la cabeza - ¿Tu eres Mana? - preguntó sin creerlo totalmente.
El hombre rió ligeramente - mis modales, lo siento. Mi nombre es Klaha soy guardaespaldas y mayordomo de Mana-sama, él estará con ustedes en algunos minutos. Les ruego pidan lo que quieran, es por cuenta de la casa - aplaudió y de la nada salió un mesero para atendernos. Sin embargo por cuestiones de seguridad ninguno de los dos pidió algo.
Y tal y como habían dicho no pasaron mas de cinco minutos cuando vi una figura acercarse, era inconfundible. Vestía un enorme vestido negro de encaje, tenía el maquillaje justo para que la cara se le viera blanca pero sus labios estaban pintados completamente de negro. Tenía un peinado muy elaborado y si no sabías que era hombre, fácilmente se podía confundir con una chica. Pude notar que Sakito abría y cerraba la boca sin poder contener su impresión, finalmente llegó y nos saludó con un gesto de la cabeza, tomando asiento frente a nosotros.
Klaha por su parte permaneció a su lado sin sentarse.
Mana parpadeó muchas veces pero no dijo ni una sola palabra - Mana-sama está muy feliz de que por fin hayas decidido a venir Sakito - fue Klaha el que habló.
El rubio alzó una ceja - se nota - dijo con notorio sarcasmo.
-eres la viva imagen de Alice - siguió hablando el guardaespaldas, pero ante la mención del nombre a Sakito se le fueron todos los colores de la cara.
-creo que ustedes y yo no tenemos nada que platicar- dijo levantándose súbitamente, sin embargo Mana lo tomó por el brazo mirando atentamente a que Klaha hasta que volviera a hablar.
-tranquilo, tu madre y Mana-sama se conocieron alguna vez - el otro se volteó a Sakito y asintió dándole la razón. Para mi era mucha información que procesar, al fin y al cabo yo no conocía nada de la vida de Sakito, estaba en una conversación que no me incumbía. Me encogí un poco en la silla tratando de pasar lo más inadvertido posible - los dos pasaron algún tiempo en la calle juntos, mucho antes de que tu nacieras - Mana seguía asintiendo, le había soltado el brazo una vez que había captado la atención del más bajo.
Sakito volvió a sentarse - ¿En serio? - su tono altanero había vuelto de pronto - los dos eran prostitutas juntos o ¿Qué? - dijo con burla pero en el momento en que Mana asintió , se quedó callado - bueno, y eso ¿Que tiene que ver conmigo? Esa señora y yo ya no tenemos nada que ver, es mas, he vivido muy bien sin ella los últimos años de mi vida y planeo que así siga - se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.
-no te preocupes Sakito, tu madre está bien. En las mismas andadas pero bien - dijo Klaha a pesar de que nadie había preguntado - pero no es eso por lo que estás aquí. Los mensajes que has recibido, todos y cada uno de ellos son ciertos - prosiguió en una voz monótona.
En menos de dos segundos su expresión cambió, se giró hacia la mesa recargandose sobre los codos y ladeando un poco la cabeza - ¿En serio? - su voz era coqueta y hasta un poco mas profunda de lo normal. Ciertamente una etapa de Sakito que nunca había visto, se hizo un poco hacia delante - no soy barato ¿Sabes? - se dirigió completamente a Mana.
-Mana-sama está consciente de eso. Pide lo que quieras y él te lo dará - la monotonía de la voz de Klaha continuó.
-a cambio de qué exactamente - se recargó en el asiento - una noche, tres salidas. Ser tu esclavo sexual - tragué saliva no podia creer que estaba oyendo esta conversación, sentí mis mejillas sonrojarse, pero nadie me estaba poniendo atención.
-sabemos que te quedaste sin carro - prosiguió como si fuera cualquier otra negociación - te ofrecemos el carro que tu gustes, tal vez uno que sea mas ligero para realizar las tareas que haces - sonrió ligeramente como si fuera un padre ofreciéndole un regalo a su hijo.
Sakito se estaba viendo las uñas, se había vuelto a recagar en la silla - un camaro nuevo estará bien, pero que quieres a cambio - siguió enfocándose en Mana como si estuviera hablando con él y no con Klaha. Mana por su parte sonrió y se giró a verme, de pronto me sentí aterrorizado sin saber muy bien porque - es cierto, no pienso hacer negociaciones frente a él, no quiero que conozca mi trabajo - me señaló y el hombre del vestido asintió
No pudieron seguir hablando puesto que en ese momento la puerta del bar se abrió bruscamente. Un hombre de poderosa mirada azul entró sonriendo con sorna, venía con dos chicos mas a quienes pude reconocer como Toshiya y Die. El hombre era guapisimo, de cabello castaño rojizo oscuro, lo llevaba corto. Sus vestimentas eran simples un traje sin corbata y sin saco, con los primeros botones de la camisa ligeramente abiertos.
Se acercaron rápidamente a donde estábamos sentados - no puedo creer que empezaron sin mi - dijo el hombre de los ojos azules en un tono por demás ofendido. Nos miró a mi y a Sakito y sonrió con una extraña mueca - haciendo negocios sin mi - negó - muy mal, muy mal - se agachó ligeramente y le dio un beso en la mejilla a Mana, quien no mostró ningún tipo de expresión. Se volvió hacia nosotros y sonrió - soy Gackt, mucho gusto - está por demás decir que los dos casi nos vamos para atrás.
Cuando me dijeron que Gackt iba a asistir a la dichosa junta siempre creí que era enteramente de negocios, ciertamente creía que esos dos eran enemigos. Siempre lo habían planteado así y ahora, frente a ellos parecían una pareja feliz. Gackt tenía fuertemente agarrado a Mana de la mano y Mana hablaba en su oído sin que nadie mas escuchara lo que decía.
-se ven confundidos - se burló Die finalmente, pues ninguno de los otros tres parecía prestarnos mucha atención.
Sakito lo miró con odio - ¿Qué carajo haces aquí? - preguntó realmente molesto.
-Gackt es mi jefe - respondió sin problema y con una enorme sonrisa - hola Uruha - me saludó con un tono que prefiero no recordar, pero el mas bajo no le quitó la mirada de encima - ¿Hay algo que quieras decir? - le preguntó con sumo sarcasmo.
-desde cuándo - tomó aire - ¿Desde cuándo es tu jefe? - parecía querer golpearlo.
El otro sonrió de lado - desde hace algún tiempo, la paga es buena y si te hace sentir mejor fue antes de todo este revoltijo - chasqueó la lengua.
De inmediato Sakito se giró hacia Toshiya - ¿Y tú? - el mencionado tenía la mirada agachada como si se avergonzara de algo.
-paga las cuentas y las medicinas de mi mamá - fue lo único que contestó en tono apologético sin alzar la mirada.
-no fue lo que pregunté - parecía que en cualquier momento iba a matar a alguien, si pudiera estoy seguro que Sakito habría sacado chispas de odio de los ojos.
-lleva el mismo tiempo que yo - respondió Die finalmente con todo el veneno en la voz que alguien pudiera tener, estaba seguro que estaba disfrutando el momento.
Sakito bufó pero no le prestó atención, seguía mirando a Toshiya - y ¿Toda esa cantaleta de que no tenías dinero? Porque permíteme recordarte que si estamos aquí es por ti - estaba bastante molesto, cualquiera lo estaría.
-veo que si se llevan muy bien - fue Gackt quien nos interrumpió, todos nos giramos a verlo - Die y Toshiya son mis chicos estrella, consiguieron que ustedes corrieran para nosotros en un abrir y cerrar de ojos. Sin duda algo espectacular para alguien de su rango, tuve que ascenderlos casi de inmediato - dijo feliz.
-hijo de puta - dijo Sakito aún hablándole a Toshiya - de Die lo entiendo pero de ti, nos vendiste desgraciado - se levantó bruscamente y se le lanzó a pesar de ser varios centímetros mas bajo que él - te aprovechaste de Kyo y lo engañaste - le soltó un golpe en la mejilla izquierda y otra mas directo a la mandíbula, nadie parecía querer separarlos. Hasta que por fin Klaha lo hizo.
-señores por favor - Gackt parpadeó muchas veces - no hay necesidad para la violencia, es obvio que es un malentendido - trató de sonar como un padre comprensivo.
Me giré bruscamente hacia ellos - lo único que entiendo es que no sabemos ni la mitad de lo que está pasando aquí - dije finalmente, mi tono era tan seguro que por un momento dudé si en verdad era yo quien hablaba.
Gackt suspiró - lo único que ustedes necesitan saber es que tienen que correr para nosotros, eso es todo - se recargó en su asiento y prendió un cigarro.
-se supone que estaban compitiendo entre ustedes - yo también estaba bastante molesto por la situación. Yuu había arriesgado muchas cosas por esto y ahora parecía ser una farsa o algo peor.
-lo están haciendo - fue el turno de Klaha para hablar - digamos que es una pequeña apuesta entre ambos, a ver quien logra entregar los paquetes mas rápido y a quien - explicó como si estuvieran hablando de cualquier cosa.
Me levanté sin poder creerlo - ¿y se supone que nosotros somos las fichas? ¿Ustedes están locos? ¿Por qué hacen esto? - estaba mareado de la información que acababa de recibir.
-es un juego muchacho - contestó Gackt finalmente - la droga se tiene que entregar de todas formas, sólo quisimos ponerle un poco de emoción. Claro que no lesíbamoss a decir eso desde el principio, no habrían aceptado - le dio una calada a su cigarro.
-pero son dos familias distintas - fue Sakito el que habló, aún tenía los puños cerrados por el enfrentamiento con Toshiya y por su voz no parecía haberse calmado.
Mana asintió y le dijo algo a Gackt al oído - eso no es algo por lo que te tengas que preocupar, sólo ganen - guiñó el ojo.
-¿Qué pasa con el equipo que pierda? - me aventuré a preguntar sin volver a sentarme.
Vi al hombre de los ojos azules sonreír - eso lo sabrá el que pierda, no hay necesidad de asustarlos por el momento - su semblante tranquilo no cambió ni un poco.
-x-
-¿estás bien? - le pregunté a Sakito. Ya habíamos salido del bar, la verdad ninguno de los dos soportó estar ahí por mucho más tiempo. Resultó que sólo me querían ahí para saber de los demás. Me estaban usando como una especie de espía, no tuve que hacer mucho para mentir. Es decir, no podía hablar de todos los problemas internos que teníamos ¿qué se supone que dijera de todas formas? Iba manejando de regreso a la casa de Reita dónde habíamos quedado en reunirnos.
-lo que ahora sabes de mi - dijo con una voz casi inaudible - te pido que no lo repitas, sólo Hitsugi sabe mi historia y...
-deberías confiar más en la gente ¿sabes? - giré mi vista hacia el frente sin voltear a ver ni un segundo a mi acompañante - no tenía planeado decirle a nadie, es tu vida y a mi no me incumbe, ni soy quien para juzgarte - me alcé de hombros.
-vaya - respondió el otro - eres más maduro de lo que pareces - sonrió ligeramente y enfocó su vista a la ventana del copiloto. Ninguno de los dos volvió a hablar después de eso y hubiéramos seguido en rotundo silencio si no fuera porque el celular de Sakito comenzó a sonar. Sin prestarle mayor importancia lo contestó, no se necesitaba ser un genio para darse cuenta que su mirada había cambiado por completo - ¿eso es todo? - sonrió - por supuesto que se puede hacer, sólo asegurate que el camaro esté hoy mismo en el estacionamiento de mi edificio....de acuerdo....- colgó.
Quise concentrarme en el camino, puesto que era obvio que no me iba a decir que clase de trato había hecho con Mana. Me tranquilicé al ver calles que reconocía, pero mi mente seguía en otro lado, estaban pasando demasiadas cosas y al mismo tiempo. Ese sentimiento de querer irme y huir con Yuu volvió a instalarse en mi pecho, ahora más fuerte que nunca ¿qué tan descabellada era la idea?
-x-
Era increíble que todos hubieran permanecido en la sala de Reita y no se acabaran matando, pero ahí estaban. Como era de esperarse ya habían fumado cajetillas enteras y por lo visto habían bebido, el pretexto fue que necesitaban relajarse.
-entonces ¿están jugando? - preguntó Reita una vez que les contamos todo lo que había pasado con Mana, quitando los detalles sobre Sakito, quien estaba sentado en el taburete del gran piano de cola que había en el fondo de la sala - ¿eso no lo hace más fácil? - sonaba esperanzado, pero todos sabíamos que no lo era.
Yo estaba sentado en el piso recargado en las piernas de Ruki, el enano estaba sentado en la orilla derecha del sillón más grande, me acariciaba el cabello para calmar sus nervios. A su lado estaba Hitsugi quien no decía absolutamente nada a menos que fuera necesario y en la otra orilla estaba Ni-ya con un vaso de licor en la mano y moviendo la pierna con más rapidez a medida que la conversación avanzaba. No le quitaba la vista de encima a Kyo, sentado en uno de los sillones individuales con Kai a su lado sentado en el brazo del mueble con los brazos cruzados. Directamente enfrente en un sillón para dos estaban Yuu y Reita, Shou sentado en medio de ellos en el piso con las piernas levantadas y sus brazos recargados en estas. Ruka por su parte estaba sentado en un banco entre el sillón más grande y el mediano, recargando sus codos sobre las rodillas ligeramente agachado.
-Toshiya y Die planearon todo desde el principio - dijo Ni-ya en un suspiro sin dejar de ver al líder de Nightmare en grey - ¿estás bien? - su cabello plateado relucía al estar en contacto con la luz que provenía de la ventana.
Vi a Kyo suspirar - no tendría porque no estarlo, de hecho, a estas alturas no me sorprende - contestó con amargura. Las manos de Kai cayeron sobre sus hombros apretando ligeramente.
A pesar del momento Reita bufó - ¿qué? ¿ya andas con otro? - soltó por meros celos - digo, tu te acuestas con cualquiera, pero andar - chasqueó la lengua - no lo creo....a menos que hayas encontrado una perra personal....-miró fijamente a Kai.
La sala estalló en menos de cinco segundos, al menos nadie se había levantado esta vez, sólo eran gritos que rebotaban en las paredes - ¡¡BASTA!! - gritó Ruki desesperado - estoy harto de las malditas peleas ¿de verdad no pueden estar diez minutos en paz sin querer matarse? ¿no entienden que si no resolvemos esto podemos morir? - tragó saliva - de verdad morir...tu - señaló a Reita - si mi hermano hace lo que hace no es asunto tuyo, es claro que no sabes tomar oportunidades, pero nadie tiene porque soportar tu amargura, los asuntos personales van afuera - su voz había cambiado, era más profunda que de costumbre - Por Dios, Nao sigue en el hospital y ustedes no entienden los riesgos que estamos corriendo. Resolvamos cual es el siguiente paso, si mi hermano y Kai están juntos, no importa - estaba tan enojado que nadie reaccionó a sus palabras por miedo que volviera a estallar, pero la chispa que apareció en los ojos de Reita cuando dijo lo ultimo fue muy obvia.
-¿obtuviste el Camaro? - preguntó Shou en voz tranquila y seria, volteando ligeramente al fondo donde estaba Sakito.
-sí - respondió tajantemente - no es gran cosa lo que tengo que hacer - estaba recargado sobre el piano, tocando teclas aleatoriamente de vez en cuando.
-¿qué es lo que tienes que hacer? - fue Kyo quien habló.
Sakito se alzó de hombros - es mi asunto - lo dijo en un tono que no dejaba para mas preguntas.
-hagas lo que hagas, no dejes que se te salga de las manos - Shou le dijo sacando el celular y poniéndose a jugar con él. El otro alzó la cara con expresión de sorpresa, pero no dijo nada más y regresó al piano.
Ruka habló después de un largo silencio - ¿Cuál es el plan? Somos diez, y dos no corremos sólo damos instrucciones, que creo que debemos de seguir así - asintió viendo a Kai - aún asi ocho pilotos son muy pocos si queremos robar toda esa droga dos veces en una noche - sacó su tablet.
-yo los ayudaré - Ni-ya alzó la mano pesadamente
-y yo - dijo Ruki finalmente, todos nos volvimos hacia él sin poder creer lo que decía - sé que Nao lo haría por ustedes y sé que no puede, yo lo haré - respondió la pregunta que todos teníamos en la mente.
-Kouyou no correrá - informó Yuu mirándome fijamente. Abrí la boca para reclamar pero se me adelantó - necesitamos un mecánico y no hay nadie mejor que tu, tienes que quedarte en caso de que alguien necesite ayuda. Además así no te arriesgas, más de lo que ya lo estás haciendo - me quedé callado, en parte porque tenía razón. Muchas cosas podían pasar y lo mejor era estar preparados.
Reita se acercó a la mesa de centro empujando a Shou en el proceso, y se sirvió más licor - tenemos que explicarle a Tora todo lo que ha pasado, hay que saber si podemos contar con él o no - se volvió a recargar en el sillón.
-seguro lo hará - apuntó Ruki - tal vez.....- se quedó pensativo - el padre del Hiroto es policía....
-x-
Salí de la casa de Reita casi tres horas después, algunos se habían ido antes como Ruka, Kyo, Kai e incluso Ruki. En el momento en que vi a Shou levantarse y dirigirse hacia Sakito supe que era la hora de irme, no sabía muy bien porqué, pero todas las cosas que me había enterado de él habían logrado que lo entendiera un poco más. Tal vez en parte, era la razón por la que lo suyo con Shou no había funcionado, en realidad no sabía mucho de la historia, pero antes de que me entrara la curiosidad decidí irme y no preguntar nada más.
Saqué las llaves del Skyline, metiendola para abrir el auto - Kouyou - la voz de Yuu me llegó a los oídos y de inmediato alcé la vista, mi hermano iba caminando hacia mi - espera - me dijo aun a lo lejos.
Volví a guardar las llaves en mi bolsillo delantero y esperé a que llegara a mi lado, sin decir mucho me tomó por las mejillas y me acercó a él dándome un beso profundo y apasionado - Yuu - le dije separandome un poco - aquí...-miré hacia todos lados por si alguien nos había visto.
-lo siento - miró hacia abajo y pateó las pequeñas piedras del asfalto - pero es que no podía estar sin hacer eso - se disculpó metiendo las manos en los bolsillos de los pantalones.
Sonreí ligeramente, mis mejillas debían estar más rojas que nada, pero traté de mantener la compostura - no podemos hacer esto, está mal, ya hablamos de eso - me recargué en la puerta del auto cerrando los ojos.
-huyamos - dijo Yuu al instante.
Abrí los ojos desmesuradamente - ¿Qué? - aunque yo mismo lo había pensado que lo dijera él me descolocó por completo.
-lo pensé, lo pensé una y mil veces. Dejarte intentarlo con Tora, intentarlo yo mismo con alguien más, pero la verdad es que no puedo - me miró con fuego en los ojos, mientras mi cabeza daba vueltas sin parar - no puedo concebir que estés con alguien más, la sola idea me enferma. Si lo único que nos impide estar juntos es el apellido, es esta maldita sangre; entonces vámonos, vamos a un lugar donde nadie nos juzgue, donde podríamos empezar de nuevo. He conseguido suficiente dinero de las carreras, podríamos mantenernos. Buscaríamos algo, Reita podría ayudarnos - de verdad parecía que hablaba en serio - vámonos....
No sé por qué, pero asentí.
******
Die
La junta con Mana y Gackt se había hecho eterna, Toshiya se había ido a hacer unas diligencias y Klaha se había metido quien sabe donde. Había pasado las últimas dos horas jugando con mi celular mientras ellos discutían no sé qué asuntos; era muy molesto escucharlos hablar, bueno más bien, escuchar a Gackt hablar porque Mana se la pasaba diciendole las cosas al oído. Lo increíble del asunto era que no les importaba en lo más mínimo que yo estuviera presente y que me aburriera cual ostra.
Estuve a punto de levantarme, pero Gackt siempre quiere que esté a su lado en caso de que necesite algo. Así que no me quedaba de otra. Estaba a punto de quedarme dormido cuando escuché una silla arrastrarse, abrí rápidamente los ojos y vi a Gackt y a Mana frente a mi.
-bien querido amigo - dijo el de los ojos azules sonriéndome - te prometí una recompensa por tu excelente trabajo, dime que es lo que quieres. Lo que sea....un carro, dinero, una casa, deshacerte de alguien - esto último lo dijo con una risita, pero yo sabía muy bien que hablaba en serio.
-¿lo que sea? - pregunté rectificando
-mientras esté a mi alcance, por supuesto - aseguró - vamos, pideme el diamante más caro del mundo y haré que lo roben para ti - esto no era del todo cierto pero era para darme a entender que era libre de escoger lo que yo quisiera.
Sonreí, por fin tanto esfuerzo iba a ser reconocido, por supuesto que le había mentido a Sakito cuando preguntó desde cuando trabajaba para Gackt. Llevaba bastante tiempo haciéndolo, empecé desde abajo y ahora por fin tenía una buena posición dentro de la organización de Gackt - es muy simple lo que quiero - dije feliz y satisfecho.
-dime - alzó los brazos a forma de invitación.
-quiero a Kouyou...
Gackt sonrió -que listo me saliste muchacho - volteó a ver a Mana quien asintió dando su consentimiento - consideralo hecho - afirmó.