7. PLAN CONQUISTA A TU PIRATA: PASO 2.
<< Paso 2. CAUTIVARLE HABLANDO:
Si tu pirata se hace el difícil o presta más atención a otra, atenta a las siguientes frases para conquistarlo, engatusarlo y que sólo te vea a ti.
Lo primero: Averigua e investiga sus gustos, intereses y debilidades. Dependiendo como sea tu pirata debes hablarle una u otra forma por eso tienes que investigarle. Saber si es un romántico, un rudo o un salido.
Según le veas, elogia su ropa, aspecto o su trabajo. Te damos un ejemplo: ‘Tú das clase a ese traje’, ‘Te favorece el corte de pelo’, ‘Tus platos son un placer divino’. Se sutil y discreta, no vaya a pensar que estas obsesionada y lo acosas con tu actitud.
Las indirectas y palabras insinuantes pueden dar mejores resultados. Ejemplos: ‘Siempre me alegra oír tu voz’, ‘Que bien huele tu colonia’, ‘¿Te gustaría una pelea de entrenamiento?’, ‘Me pateas como nadie’.
Jamás abuses de los halagos, moderación. >>
Usopp no podía dormir, así que decidió echar un vistazo al consejo que habían decidido seguir cuando saliera de esa cama, planeando sus actos. En unas horas se levantaría, vestiría e iría a buscar a la pelirroja para a continuación llevar a cabo el paso segundo de su plan, esperaba que con mejores resultados que el paso primero que fue un poco penoso. Zoro lo único que consiguió con su amenaza es que sacara al guerrero que tenía dentro muy escondido y que pocas veces mostraba, era un cobarde, lo admitía, pero Sanji le importaba mucho. No quería que esa relación siguiera minando al cocinero por dentro. Cualquiera era mejor que ese estúpido y si a caso le elegía a él, se aseguraría de que nunca se arrepintiera de ello.
Horas después…
Chopper discutió con Usopp, por nada del mundo quería que este se levantara de la cama, como doctor le mandó reposo absoluto. El tirador rechazó esto, dijo que tenía cosas importantes que hacer y que no podría perder el tiempo. Recorrió el pasillo hasta llegar a la habitación en la que se hospedaba la navegante, llamó, esta le estaba esperando cuando abrió la puerta.
- Pasa Usopp, tenemos que prepararnos – le miró -. ¿Estás seguro que deseas continuar con todo esto?
- Te lo dije, nunca he estado más seguro de algo en mi vida jejeje… - empezó a sudar y temblarles las piernas – Aunque si te digo la verdad, estoy un pelín acojonado jejeje…
- Usopp…
- No te preocupes Nami, un bravo pirata como yo, no le detiene el miedo - sonrió nervioso-. Ese hijo de su madre no seguirá haciendo sufrir a Sanji.
Nami sentía que cambiaba su valoración del tirador, hasta su confrontación con Zoro le veía como un miedica, ahora se daba cuenta que Usopp era un cobarde valiente. Sólo cuando lo requería la ocasión sacaba la valentía que tan enterrada tenía.
- Bueno, bueno, dejémonos de tonterías, aquí tienes tu guión. Siguiendo el consejo del libro, he escrito unas frases para ayudarnos a conquistar a nuestro rubio camarada – pausó- . Pronto será mío jajajaja…
Por la forma en soltar eso, se veía lo orgullosa y segura que estaba la navegante con lo que había escrito. Pareció que su nariz crecía, haciéndose tan grande como la del moreno.
- No alucines Nami, ese cocinero me lo quedaré yo – ambos se echaron a reír.
Durante un rato practicaron las frases de ligoteo entre ellos, hicieron ligeros cambios, modularon el tono de voz, su lenguaje físico y dieron el visto bueno. Después se separaron, Nami se quedó preparando allí y Usopp se fue a bañarse para relajarse antes de arreglarse para el desayuno. Entró a los vestuarios de la termas sin darse cuenta que alguien le había seguido, se desnudó, cogió la toalla y entró.
- ¡Usopp! – El chico se dio la vuelta ante la llamada de atención.
- ¿Tú?
[…]
Sanji se levantó esa mañana temprano como era su costumbre, no había dormido bien esa noche tras el incidente, se levantó muy cansado y con un mal presentimiento que no le abandonaba. Tardó poco en ducharse y arreglarse, se le hacía raro tener la habitación para él solo. Sabía que Usopp estaba en observación junto a Chopper pero Zoro no había vuelto, se preocupó un poco y decidió salir.
= Bueno, bueno, dejémonos de tonterías, aquí tienes tu guión. Siguiendo el consejo del libro, he escrito unas frases para ayudarnos a conquistar a nuestro rubio camarada… Pronto será mío jajajaja…=
Esa voz le resulta familiar y eso que estaba diciendo le era raro. Paró enfrente de la puerta entre abierta por la que estaba pasando.
= No alucines Nami, ese cocinero me lo quedaré yo.=
-“Yo conozco esas voces, ¿no serán ellos?” – Se acercó a la abertura de la puerta para mirar por la pequeña rendija la estancia – “No hay duda.” – Durante largo rato observó a sus dos nakamas y entendió muchas cosas. Se rió – “¡Así que eso es lo que les pasaba!” – Exhaló con hastió. Estaba harto de todos, sentía que gracias a Zoro estaba perdiéndose, él no era tan débil y para acabar de rematar sus queridos compañeros pretendían aprovechar su momento de bajón para cachondearse o usarle también. Sus sentimientos empezaron a transformarse, se mosqueó con esos tres.
Tenía que tomar un poco el aire y aclarar su mente, dejó a sus dos amigos ensayando y él salió. Sin saber que no había escuchado completamente todo, esos dos no pretendía seducirle para reírse, si no porque se habían enamorado de su encantadora personalidad o creían estarlo. Llegó a un estanque que estaba en una pequeña zona del exterior y se sentó apoyando su espalda contra el tronco de un árbol.
- ¿Puedo sentarme?
- Quiero estar sólo.
El otro no hizo caso de las palabras, dejándose caer contra el tronco también y quedando ambos de espalda.
- Sé que no debería meterme o quizás debería de haberme metido hace tiempo.
- No sé a qué te refieres, pero en serio, dejarme sólo, no tengo ganas de tonterías. Vete.
- Sanji estás poniendo patas arriba a la tripulación. Tú y Zoro tenéis que dejar claro lo vuestro o esto se complicará más.
- ¿A qué te refieres con ‘lo vuestro’?
- Follabais como conejos.
Sanji se giró rápidamente, rojo como un tomate, para agarrarle del chaleco y acercar al chico.
- Luffy no digas expresiones que no sabes lo que significan. Puedes avergonzar a la gente con ellas.
- Shishishi… Sanji estás como los cangrejos shishishi…
- Luuuuffyyyy… - tono amenazador.
- Shishishi… Sí sé lo que significa shishishi… ‘Follar como conejos: Estar todo el tiempo, en cada descuido, buscando un lugar donde el sujeto A introduce su miembro en el orificio anal del sujeto B e inicia el acto sexual de meter y sacar, causando satisfacción en ambos y con suerte llegando al orgasmos. Puede haber durante el procesos besos y caricias’ shishishi…
El rubio se quedó estático ante las palabras de su capitán.
- ¿Tttttuuuu… cccooommmooo… ssssaabbbbeeesss… esassss… cosas? –preguntó tartamudeando.
- Con 17 años y la testosterona a rebosar es normal que me interese el sexo shishishi…
- ¡PERO ERES LUFFY! Tontorron e inocente – casi le da algo por cada cosa que decía el moreno – Debo estar soñando o en una realidad paralela – desvariaba el rubio - . ¡Ya sé! – Pateó al chico – Mr. 2 deja de hacerte pasar por nuestro capitán – lanzó una serie de patadas en ráfaga que impactaban en el gomoso cuerpo.
- Sanjiiii… que eso duele – se acariciaba la cara herida.
- No puedo creérmelo si eres tú – suspiró resignado- . Está bien, tú ganas, hablemos.
El moreno se olvidó de los golpes y corrió emocionado donde el rubio para abrazarlo.
- Ya, ya, suelta. ¡QUE SUELTES TE DIGO!
Se volvieron a sentar y comenzaron a hablar. Sanji le explicó un poco su situación con el espadachín y los otros, omitiendo ciertos detalles que no eran necesarios contar.
Luffy no quiso contarle el ultimátum que le soltó a Zoro ni que había pegado a Usopp, eso sería cosa del peliverde. No le sentó muy bien saber por lo que estaba pasando su rubio compañero a causa de los otros.
- Por culpa de ese Marimo capullo me he dado cuenta de que soy bisexual. Me gustan las damas y él pero por desgracia, he perdido ante él, enamorándome en nuestro juego.
- ¿Y qué vas a hacer?
- Muy fácil, usar el jueguecito que se traen Nami y Usopp para mis fines. Creo que esos tres necesitan aprender una lección y necesito volver a ser otra vez yo mismo. Si después de esto, sigue tratándome igual me iré de la tripulación.
- No, no dejaré que te vayas. Eres mi cocinero, si necesitas alguien que te aprecie y te quiera aquí me tienes. Yo te querré.
- Luffy – sonrió para su amigo – aprecio tus palabras pero no me amas. Me quieres como al resto de tus amigos. Y yo soy hombre de un único amor aunque sea un tonto cretino incapaz de darse cuenta de sus propios sentimiento ni aunque lo pateen.
- Sanji… -Luffy notó que el cocinero estaba verdaderamente enamorado de ese idiota que tenía por mejor amigo.
- ¡Gracias! – Su capitán le alegró el día, se iba a marchar cuando paró - ¿Me ayudarías a escarmentar a nuestros nakamas? Será divertido.
-Shishishi… ¿qué has pensado?
[…]
Hora del desayuno.
Uno por uno fueron apareciendo todos por el restaurante, Usopp y Nami se colocaron estratégicamente a los lados del hueco que dejaron para su presa, el único de la tripulación que faltaba. Se veían raros, como si se trajeran algo entre manos. Zoro se encontraba sentado en la barra, quería estar sólo para tranquilizarse y reflexionar. Chopper merodeaba de un lado a otro, revisando al narizota y viendo si el espadachín se encontraba bien. Luffy miraba todo y se reía. Entonces apareció Sanji vestido con un bañador y una sudadera de cremallera abierta, llegó empapado, como si acabara de salir de la piscina.
Lo primero que hizo cuando entró al restaurante fue dirigirse a la mesa de desayunos para alimentarse, se movió con un encanto y gracilidad impactante, atravesó la estancia tomándose su tiempo y aprovechando para pasar por donde se encontraban la navegante y el tirador. Dio los buenos días en general pero al pasar por donde esos dos, pasó su mano “sin querer” por la nuca de ellos, dándoles los buenos días de una manera un tanto insinuante que les causó un escalofrío a cada uno. Luffy no pudo evitar reírse.
Recogió un poco de chocolate en una taza junto a unos churros, le apetecía probar comida exótica de otras regiones y se la llevó al asiento que le había guardado. Cada movimiento que hizo fue observado por la tripulación y a excepción de dos de ellos los otros estaban embobados con ese cuerpo.
El primero en iniciar conversación fue Usopp.
- Estás empapado Sanji-kun, ¿has ido a nadar?
- Sí, me he levantado con ganas de ‘mojarme’ – dijo con un doble sentido.
- Así tienes un físico tan de infarto – le miró de arriba abajo como relamiéndose -, no paras, si no estás cocinando tu riquísimos platos estás haciendo algún deporte.
Sanji le sonrió con picardía, cogió un churro bañándolo en su chocolate, lo llevó a sus labios, sacó su lengua y lo lamió sin dejar que ni una sola gota cayera, introduciéndoselo en la boca, todo esto sin perder la sonrisa ni la vista del otro. Cuando, quedó sin chocolate lo masticó y engulló. Así fue repitiendo la misma acción con los demás churros.
- Ta agradezco el cumplido Usopp pero… – Cogió el último churro de su taza y lo llevó a la boca del otro que al verlo acercarse, lo único que atinó a hacer fue abrirla y comérselo, manchándose los labios de chocolate -… Tú sí que estás rico – usó un tono más bajo y sugerente, a la vez que con uno de sus dedos limpió al narizota el chocolate que escurría hacia su barbilla para luego llevarse ese mismo de dedo a su boca y relamerlo- No se debe desperdiciar la comida ¿sabes? – Le guiñó un ojo.
- ¿Sanji-kun?- la chica intentó atraer la atención hacia su persona.
- ¿Sí, Nami-chan?
- Me encanta tu bañado, te favorece mucho.
- Gracias mi bella dama – Se levantó, dándole un beso en la mejilla y marchándose.
El rubio dejó al salir de allí a dos personas k.o., una muy cabreada al ver todo el espectáculo, otra descojonándose y un renito que corría de uno a otro pensando que podían estar enfermos por sus caras y las formas de comportarse. Tan preocupado andaba Chopper que sin pretenderlo, tropezó con la taza en la que aún quedaba chocolate, derramándolo por la mesa y pringando a sus tres ocupantes a parte de formar un charco en el suelo. Como los chicos estaban alucinando con Sanji, no se fijaron, intentaron irse del lugar para poder intentar continuar el plan y cayeron al suelo. Zoro intentó librarse de Chopper y ambos resbalaron, cayendo encima de Usopp que quedó encima de Nami, la cual estaba siendo aplastada bajo el cachondeo de Luffy. La chica intentó quitarse a los otros de encima sin conseguirlo y enchocolatándose más. Justo en ese preciso momento apareció el perro del dueño del lugar y empezó a lamerla por lo deliciosa que le resultaba el sabor de la sustancia con la que estaba pringada.
-“¡MALDITA SEA!”
-Shishishishishishishishsisis…shishishishishishi….
EN OTRO LUGAR NO MUY LEJOS
- No he perdido mi toque – sonrió y se fue canturreando.
-FIN CAPÍTULO SIETE-