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¿Cómo Conocí a Sasuke Uchiha? por Rika_de_Hiwatari

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Notas del capitulo:

Segundo Capítulo EDITADO

Lo que está entre comillas y en cursivas son los "pensamientos".

Muchísimas gracias a esas dos personitas que me dejaron review en el anterior capítulo, ésto va para ustedes, os amo :* 

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¿Cómo Conocí a Sasuke Uchiha?

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Capítulo II: Nueva vida

Lo último que alcanzó a escuchar el azabache fue el sonido de las llantas al quemarse contra el cemento al tratar de detenerse, para después sentir como era fuertemente lanzado varios metros lejos de ahí por el fuerte impacto que había recibido. De ahí todo fue negro…

Un montón de gente se arremolinaba alrededor del cuerpo del muchacho, todos querían saber qué era lo que había pasado. El conductor del carro se había bajado apresuradamente y había tratado de ayudar al pobre peatón, encontrándolo tirado e inconsciente a unos cuatro metros de su carro. Al otro lado de la calle.

Se había golpeado fuertemente la cabeza, en consecuencia un gran charco de sangre se había formado bajo su cráneo; la sangre seguía saliendo a borbotones, manchando así su pulcra camisa blanca de un rojo escarlata. El saco y parte de la camisa se habían rasgado, debido a la fricción del carro y el piso con la fina tela. La tela del pantalón en el área de las rodillas estaba destruida, se podían apreciar fácilmente los raspones llenos de sangre y tierra.

— ¡Abran paso, por favor! Soy médico. Con permiso.

Una mujer rubia con ojos color miel se acercó a donde se encontraba el azabache. Se arrodilló junto a él y trató de comprobar el pulso del joven. Todo el mundo contuvo el aliento, expectantes a lo que dijera la doctora.

—Lo siento mucho, ha muerto —le informó al conductor, el cual se puso pálido ante la noticia. Era más que seguro el que terminaría en la cárcel a causa de la muerte del joven frente a él.

— ¡Oh por dios! —se escuchó un grito entre la multitud.

Todo el mundo estaba asombrado ante lo que presenciaban sus ojos. El hombre al que segundos antes habían declarado muerto se estaba removiendo entre sueños. Se podía ver claramente como fruncía el ceño.

"¿Dónde estoy?" "Rayos, este dolor de cabeza me está matando… Jajajaja, matando, me está matando." —El joven se rió de su propio chiste personal. 

El conductor rápidamente se arrodillo al otro lado del joven y comenzó a bombardearlo con preguntas, feliz de saber que el muchacho no estaba muerto y por lo tanto el no tendría que ir a la cárcel.

"¿Quién es esta persona?"

—Señor, ¿¡Se encuentra bien? Perdóneme, no me fije por donde iba. Hay que llevarlo al hospital. —comenzó a decirle el conductor del carro al azabache que se encontraba sumamente confundido sin entender ni una sola palabra de lo este le decía.

"¿Hospital?, ¿Qué es eso?" —pensaba para sí mismo el moreno al tiempo que se apoyaba en sus antebrazos y se sentaba. El hombre posó su mano sobre su hombro para ayudarlo a acomodarse ocasionando así que el pelinegro frunciera el entrecejo ante tan osada acción.

"¿Quién diablos se cree este hombre para tocarme?"

Ante el contacto de la mano del hombre con su hombro el azabache frunció el ceño y se deshizo del agarre bruscamente. Cuidadosamente se fue incorporando.

"¡Maldición! Esto es más difícil de lo que creí" —Se reprimía el ojinegro al sentir como sus rodillas temblaban ante el esfuerzo que estaba haciendo por levantarse. —"Esta bien Sharingan, no te preocupes, tu puedes hacerlo. Después de todo tu eres…"

El hombre seguía hable y hable, causando así el que el dolor de cabeza aumentara, convirtiéndose en una fuerte migraña.

—Deja de molestarme, ¿Es que acaso no sabes con quién hablas?... Humano – le dijo el moreno al conductor, dándole un fuerte énfasis a la palabra humano con un tono lleno de desprecio y una mirada de hielo, dejando al conductor en un estado de shock.

El moreno se incorporo por completo y comenzó a caminar lejos del grupo de personas. La rubia iba a objetar algo mas el moreno se le adelanto.

—Gracias, no es necesario que te preocupes. Yo… estoy bien. —Le dijo dándole la espalada.

—Podrías tener una contusión, deberías ir al hospital. El hospital Konoha no está lejos de aquí, ahí es donde trabajo. No tomara mucho tiempo… —Comenzó a replicar la mujer más el moreno la callo con una sola mirada.

—Deja de preocuparte por mí, preocúpate mejor por ti misma… Aun no es demasiado tarde, con los tratamientos apropiados puedes superar el cáncer. —Declaró el azabache dejando a la ojimiel en shock. ¿Cómo era posible e que el supiera lo que nadie, además del doctor que la atendía, sabia?

"¿Quién es este hombre?" Eran los pensamientos que circulaban en la mente de la doctora mientras veía la espalda del empresario alejarse a la distancia.

El moreno camino sin rumbo fijo durante dos horas. Los altos edificios y las luces lo tenían maravillado. Había visto todo eso en recuerdos y desde su hogar, mas nunca lo había experimentado en carne propia.

El lugar era moderno, mas poseía un toque antiguo que llamaba por completo su atención; sin duda era hermoso, mas le incomodaba un poco el hecho de que el aire estuviese algo contaminado, y el que hubiese tanta gente en la ciudad. Debido a eso había chocado en algunas ocasiones con uno que otro humano, y eso le desagradaba.

No se dio cuenta cuando fue que se alejo tanto del área metropolitana y se adentro a la zona residencial. Se podía ver claramente que ahí era donde vivían las familias ricas. Carros último modelo, enormes casas — o mejor dicho mansiones —, jardines bien cuidados y las calles completamente limpias, libres de cualquier desecho. No como en el centro de la ciudad donde podías encontrar colillas de cigarros, botellas de plástico y papeles regados por doquier. 

Se adentro aun más a esa zona, cada casa era más bonita que la anterior. En eso una llamó por completo su atención. La mansión se encontraba alejada de todas las demás construcciones, para llegar tenias que seguir por un camino que te llevaba a lo alto de la pequeña colina, mas para poder recorrer dicho camino debías de atravesar un gran portón de acero color negro el cual protegía la entrada a dicho establecimiento. El lugar estaba rodeado por una barda del mismo material y estilo del portón; en la parte superior cada uno de los barrotes terminaba con un spadecomo forma de seguridad.

"Que hermoso lugar… me pregunto, ¿A quién pertenecerá?" —Se preguntaba el joven muchacho. —"Umm… ¿Y si damos un vistazo?... No creo que a nadie le importe" —Concluyo el moreno.

El azabache se alejo del portón hasta estar a unos cinco metros de distancia, tomando impulso comenzó a correr lo más rápido que podía y salto cayendo al otro lado de la reja.

—No fue tan difícil —declaro con una voz un tanto petulante. —Veamos… ¿Por donde debería ir? —Con sus ojos recorrió todo el lugar y llego a la conclusión más simple y lógica. —Creo que es obvio que si hay un camino uno debe de seguirlo. —Se encogió de hombros y emprendió paso por el sendero hecho de tierra blanca.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no escucho los pasos tras de él. Tarde se dio cuenta de que alguien lo había encontrado dentro del establecimiento.

— ¿¡Quién anda ahí? —Escuchó como alguien le gritaba desde atrás — ¡Quédate quieto! Esto es propiedad privada de los Namikaze.

El moreno se giro para poder ver a la persona que le estaba hablando. Frente a Él se encontraba un joven de su misma edadEra un par de centímetros más bajo que él, tenía el cabello castaño oscuro un tanto largo y bastante alborotado, sus ojos eran negros y en la cara poseía dos particulares marcas rojas, las cuales asimilaban un par de triángulos invertidos. Más lo que más le llamó la atención fueron esos colmillos parecidos a los de un perro.

Junto al extraño joven se encontraba un enorme perro color blanco con pelaje abundante. El can lo miraba desafiante y gruñía, en espera de las instrucciones de su amo.

El azabache frunció el ceño ante la escena presentada frente a él. ¿Quién rayos se creía ese mocoso para tratarlo de esa forma?

— ¿Quién eres tú?, y ¿Cómo te atreves a hablarme de esa manera? Humano. ¿Es que acaso no sabes quién soy?—le dijo el ojinegro con tono amenazante.

—No te conozco, además no puedes estar aquí. ¡Akamaru a él! –grito la instrucción a su can el muchacho.

Después de recibir la orden el perro comenzó a correr en dirección al azabache, mas antes de lograr tumbarlo al suelo este se quedo completamente estático en su lugar.

— ¿Akamaru, que sucede?, ¡Akamaru! ¡Akamaru! –le gritaba el castaño a su perro.

De repente el perro comenzó a correr alrededor del azabache, tratando de llamar su atención. Se tumbo en el suelo y comenzó a rodar sobre el pasto queriendo jugar con el moreno.

— ¿Aka…maru? —preguntó el castaño impresionado por el comportamiento de su perro, jamás había actuado de esa manera. Akamaru era un perro sumamente fiel y obedecía sus órdenes sin rechistar, era un perro de pelea. Con los únicos que bajaba la guardia era con sus mejores amigos, los cuales eran pocos.

— ¡Guau, guau! —Ladraba el perro al moreno.

Sasuke, entendiendo más o menos lo que quería el perro, le extendió el brazo. El can se acercó corriendo y le lamió la palma de la mano. Al contacto con la lengua del animal Sasuke experimentó algo que nunca antes había sentido. No sabía porqué pero sentía unas enormes ganas de reír. El moreno comenzó a reír y Akamaru, al ver que el Uchiha disfrutaba de su contacto, se paro en dos patas y comenzó a lamerle la cara. Nada difícil para un perro que tenía la estatura de un caballo. El moreno por su parte no podía controlar sus carcajadas, la lengua, la respiración en su cara y cuello, y el pelo del can le hacían imposible el dejar de reír.

Tan metido estaba en sus pensamientos el joven moreno que no fue consciente de cuando el castaño hablo por su radio a sus compañeros, hasta que entre los tres lo cogieron en brazos y comenzaron a sacarlo.

—Suéltenme, ¡¿qué creen que hacen? ¡Los voy a matar! ¿¡Es que no saben quién soy? Malditos mortales, deberían mostrarme más respeto—gritaba el moreno encolerizado, los guardias simplemente lo ignoraban, causando que el enfado en el joven Uchiha aumentara.

"Que mierda… ¡los voy a matar!"

— ¡Suéltenme!- gritaba el azabache al tiempo que pataleaba en el aire tratando así de que lo soltaran.

Los guardias estaban por lograr su cometido, simplemente tenían que dar un par de pasos para poder dejar al moreno al otro lado de la reja, cuando una voz los interrumpió.

— ¿Sasuke? —preguntó un rubio sumamente asombrado.

El moreno al escuchar una voz extraña volteó en busca del dueño de dicha voz, encontrándose con un par de ojos azules, los cuales lo miraban con algo parecido a la fascinación.

Naruto no cabía en su asombro, pero al ver en la situación en la que se encontraba su nuevo amigo no dudo en abogar por él.

—Pero ¿qué creen que hacen? ¡Kiba, Shino, Shikamaru! —gritó el ojiazul captando la atención de los guardias, los cuales al verlo detuvieron todo movimiento e hicieron una reverencia como muestra de respeto.

— ¡Naruto–sama! —gritaron los tres hombres al hacer la reverencia.

— ¿Qué es lo que están haciendo? —preguntó frunciendo el ceño.

—Lo sentimos Uzumaki–sama, estábamos por deshacernos de él —informó uno de los guardias, este portaba unos lentes redondos color negro para sol y una chamarra con cuello alto de tortuga que le tapaba la mitad del rostro. Un tipo bastante peculiar.

—Shino, me disculpo, creo que no me expresé bien. Lo que quería decir era: suéltenlo —dijo con voz firme.

Los guardias soltaron al azabache inmediatamente.

—Uzumaki–sama, ¿Lo conoce? —se atrevió a preguntar el mismo guardia.

—Sí, es un amigo, dattebayo!

—Lo sentimos mucho Naruto–sama, es que andaba merodeando por el jardín, y como nunca lo habíamos visto… Lo sentimos, no volverá a pasar. —se excusó Kiba.

—Mis disculpas, Uzumaki–sama —se excusó el moreno con lentes haciendo una reverencia.

—… Que problemático —soltó el tercer guardia que respondía al nombre de Shikamaru, soltando un gran bostezo. Se notaba de lo más aburrido.

—No importa chicos —dijo el rubio soltando un suspiro de decepción ante el comentario de su guardia y amigo Shikamaru.

Los tres guardias dieron una reverencia al rubio y cada uno se fue a su puesto en la mansión, dejando a ambos jóvenes en un silencio un tanto incómodo. En especial para el Uchiha, ya que no tenía la menor idea de quién era ese chico frente a él.

"¿Quién es esta persona? ¿Por qué me llamó Sasuke?"

Sin darse cuenta el moreno comenzó a caminar junto con el rubio rumbo a la casa cuando vio que este emprendía camino hacia el establecimiento, sin percatarse de que alguien los observaba.

— ¿Te encuentras bien? Discúlpame, es que mi padre anda un tanto paranoico con el tema de los robos y secuestros. Como la crisis anda muy fuerte en toda Europa, y especialmente aquí, la tasa de la delincuencia ha subido enormemente 'tebayo. —se excusó el rubio con un leve sonrojo.

—Umm… si, no te preocupes… Naruto —respondió el azabache. Por suerte había recordado el nombre de su anfitrión.

"Tiene una forma muy curiosa de hablar" Fueron los pensamientos del moreno al escuchar la muletilla que acompañaba cada frase del rubio.

—Y… ¿Qué hacías por aquí, dattebayo?

El moreno se sorprendió ante la pregunta, que ¿qué hacía allí? Simplemente daba un paseo… Más no podía otorgarle esa respuesta al ojiazul, aparentemente se conocían de antes, más valía ser precavido, no quería tener problemas con los conocidos de su contenedor. Aunque según él esa persona no vivía allí, ¿acaso había cometido una equivocación?

—Pues yo… —El moreno pensaba en una excusa cuando una voz interrumpió sus vocablos.

— ¿Sasuke? ¿Uchiha Sasuke?

El moreno al escuchar su nombre alzó la vista encontrándose con un par de ojos azul zafiro muy parecidos a los de su acompañante. Frente a él se encontraba un hombre de aparentemente 40 años de edad –a lo mucho–, piel ligeramente bronceada, aunque no tanto como la de Naruto, cabello rubio un poco largo y alborotado, y una enorme sonrisa la cual mostraba una perfecta y blanca dentadura.

—Eres tú, ¿verdad?

El moreno iba a responder cuando la chillona voz del Uzumaki lo interrumpió.

— ¿¡Qué? ¿Eres tú el Sr. Uchiha? —preguntó con claro asombro el rubio menor.

—Efectivamente, Naruto. —Le respondió el hombre —Como ves no es un viejo amargado, como tu asegurabas.

El menor ante la reprimenda se sonrojó violentamente y agachó la mirada, evitando ver al azabache a la cara.

"¿Sasuke es el socio de mi padre, 'tebayo?"

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[[Continuará...]]

Notas finales:

Y aquí termina el segindo capítulo, espero sea de su agrado. ya saben, dejen un review con sus quejas, dudas, etc etc. Me hace muy feliz el leer vuestras opiniones, ¡En serio!  Nos estamos viendo.


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