La semana había pasado rápido y el día de su segunda sesión de fotos llego. Había estado actuando muy incomodo cerca de Itachi después que durmieron justos, y Naruto ni siquiera le importaba haberse quedado a dormir en apartamento ajeno.
Por otro lado Itachi estaba desilusionado, había pensado que su relación con Deidara había mejorado pero no, todo lo contrario lo miraba muy tenso al estar a su lado, a veces ni siquiera le miraba cuando hablaba con él.
Recogió a Sasuke y Naruto mientras Itachi le deseaba suerte robándole un beso como siempre. Al llegar a la agencia se sorprendió al ver a Haku y a Gaara en la entrada y más aun cuando se entero que la sesión de fotos no sería ahí si no que, en la playa ¿Qué traje usaría esta vez?
— ¿Hola?—todos en el auto miraron a Haku quien estaba hablando por teléfono móvil—Vamos a hacer la sesión de fotos en la playa…No creo que sea buena idea...—Suspiro—Esta bien…yo también te amo.
Deidara se sonrojo al escuchar la ultima parte, ya se daba una idea de con quien hablaba pero le daba tanta ternura al sentir aquellos bellos sentimientos de amor. Miro a los niños pegados al lado de la ventana, rio al recordar que esos bellos angelitos habían empujado a todos y fueron los primeros en entrar al auto.
Al llegar y salir del auto pudo sentir un aroma peculiar a pescado y algo más que no identificaba pero, no negaba que la vista era estupenda volteo a ver a los niños y se alarmo al verlos correr hacia el agua.
— ¡Naruto! ¡Sasuke!—Corrió hacia ellos mientras que estos se detenían—No se alejen de mí, es peligroso que entren al agua solos—Miro la carita triste de Naruto al romperle su ilusión de nadar en la playa—No te preocupes, les preguntare si nos dan un tiempo para jugar ¿Si?
Naruto sonrió emocionado mientras Sasuke solo miraba a todos lados. Tomo a los niños de las manos y se reunió con los demás en una choza. Al llegar Gaara y Haku le miraban extraño.
— ¿Qué pasa?—Temeroso dejo a los niños en unas mesas donde estaban unos bocadillos que se suponen son para los modelos, no le molestaba que se comieran su ración.
—Hay un problema…o lo es para ti—Deidara miro confundido a Gaara.
—La sesión de hoy es en traje de baño—le informo Haku con un expresión de lastima, sabía que esa sesión de fotos sería muy difícil para Deidara y estaba en lo cierto al ver la cara de horror del rubio.
Ahora ¿Qué haría? ¿Cómo sería el traje? Y miro un rayito de luz al recordar el estilo de bañadores que usan los donceles, prácticamente parecían overoles. Sonrió sin ningún problema ganándose una mirada de confusión por parte de Gaara y Haku.
—No se preocupen…no será nada—El rubio les sonrió mientras que ellos se miraban preocupados.
Cuando los prepararon, no les colocaron mucho maquillaje y en los cabellos solamente se lo habían soltado, pudo notar que a Haku le quitaban la moña y a Gaara le trataban de alisar y bajar un poco los cabellos.
Cuando el esperado traje llego a sus manos, se quedo estático, no podía estarle pasando eso ¿Porque tenía en sus manos esa cosa tan pequeña y azul? Parecía un bóxer pero, incluso los suyos eran más grandes, estaba empezando a creer que le taparía solo la mitad de su trasero y sus creencias fueron ciertas al colocárselo, se le miraba todo, a excepción de la parte delantera que era adornada con mucho encaje, sino fuese por eso le verían sus partes.
Con una bata puesta y sin intenciones de mostrar cómo lucia el traje en él, salió encontrándose con Haku y Gaara quienes traían el traje de baño igual que él con la diferencia en color y las formas del encaje.
—Te dijimos que sería un problema para ti—le dijo Gaara sin toalla y luciendo como si nada el traje de baño rojo.
—De hecho, el único problema será tu expresión—le dijo Haku al igual que Gaara luciendo el traje blanco.
Deidara estaba sonrojado se negaba a quitarse la bata, Gaara y Haku sabían que sería un problema, ya se imaginaban lo que pensaba el rubio al decirle que posarían en traje de baño, seguro y pensaba que eran esos horrendos trajes de baño para donceles que los hacían parecer espanta pájaro en el mar ahuyentando las gaviotas. Pero le esperarían muchas sorpresas nuevas ya que, la mayoría de esa generación de diseñadores se basaba en remodelar la ropa de donceles a lo más lindo, sexy o al menos que hiciera sentir bien al cliente.
—Escucha…—Deidara miro a Gaara—Todos sabemos que uno de tus talentos a la hora de fotografiar es tu rostro inocente—se acerco a él—Pero, esta vez debe ser lo contrario, debes de mostrarte sexy o al menos que no te mires tan inocente, el diseñador no están exigente como Orochimaru pero, tus primeras sesiones deben de llamar la atención de otros para que seas bien pedido en la industria—Termino quitándole la bata.
Deidara se sonrojo aun mas, había notado como algunos encargados y otros que paseaban por la playa se detenían a mirarlos y más aun cuando a él le quitaron la toalla.
—Pero ¿Cómo lo hago? Me siento muy nervioso—El rubio cubría su pecho con sus brazos.
Los dos donceles se quedaron pensativos hasta que a Haku se le ocurrió—Que tal si piensas en Itachi-San—Deidara y Gaara le miraron incrédulos—Escucha, el siempre te hace sonrojar y esas cosas, pero que tal si te imaginas a Itachi-San avergonzado y sonrojado por ti—le dijo señalando obviamente el traje.
Deidara lo pensó un poco, es cierto, Itachi siempre se le acercaba y le hacía cosas porque sabía que eso le avergonzaba o lo sonrojaba, se le vino una imagen de él coqueteándole, ya podía saborear el triunfo de verlo derrotado y seducido por él.
— ¡Tienes razón!—Gaara y Haku le miraron entre sorprendido y asustados al ver el rostro maniaco del rubio—Espera a ver Itachi, arrasare con tu orgullo.
— ¿Fue buena idea decirle eso?—Gaara le susurro disimuladamente a Haku para que el rubio que, estaba en su mundo, no le viera.
—Ahora que lo veo…creo que no—Dijo Haku sonriendo nervioso.
Se sentaron en la mesa donde se encontraban los niños aun comiendo al parecer los encargados les habían traído mas comida, comieron un poco hasta que al rubio recordó aquella conversación que tuvo con Itachi acerca de Sai.
—Gaara...—llamo la atención del cabello rojo— ¿No te llevas bien con Sai?
Deidara pudo notar el cambio de expresión de Gaara y la de Haku al aparecer el también él sabía algo. Estuvieron en silencio, solo se escuchaba las pequeñas risas de los niños.
—No es que no me agrade, de hecho yo lo…—su voz se escuchaba temblorosa—amo—apenas se había escuchado con un susurro.
—Entonces…—Deidara trato de seguir hablando pero Haku le hizo un ademan de no seguir.
—No, está bien—le indico a Haku y miraba a Deidara—Aunque lo ame, no soy alguien puro para estar a su lado—suspiro—te diré esto de manera rápida, no es como si quisiese recordar todo lo que pase—silencio—cuando tenía catorce años fui violado por unos tipos…—Deidara sintió un escalofrió pasarle por la espalda—Mis padres murieron por una enfermedad, la casa fue embaucada y yo me quede en la calle solo, fue hasta que me encontré con Iruka que me dio este trabajo sino, creo que hubiese sido la zorra de cualquiera que pasara cerca de mí.
Gaara sonrió de manera lastimera al recordar como Iruka se había lamentado por no encontrarlo antes después de contarle, mientras Haku mantenía los ojos cerrado. Pero en un momento de silencio se sorprendieron al ver el rostro de Deidara corrían lágrimas y fue cuando se escucho un sollozo, llamando la atención de los niños especialmente del rubio menor. Deidara se cubrió el rostro con las manos para que no le viera pero, fue imposible al sentir como su pierna era movida por el pequeño.
—Dei-Nii ¿Qué sucede?—Deidara a como pudo se limpio las lagrimas y cargo a Naruto saliendo de la choza, sabía que en cualquier momento el menor lloraría.
Gaara y Haku le miraron salir mientras que Sasuke también salía detrás de los dos rubios. Ahora le daban la razón a Itachi por llamarle ángel a Deidara ¿Cómo sabían que así le llamaba? Pues, como todo orgulloso Uchiha alardeaba de él y el rubio. Pero ¿Cómo ese chico podía llorar por un dolor que no era el suyo? Y Fue por eso que decidió decirle el porqué de su actitud, lo consideraba una persona digna de confianza e incluso un amigo.
Cuando Deidara entro con los niños, llevaban una bolsa llena de conchas, pudieron notar la nariz roja de Naruto que al parecer si había llorado, el encargado los llamo al lugar de la playa, el primero fue Haku, quien hacia poses que hacían sonrojar al rubio, se agachaba con las piernas abiertas sentado en la arena mostrando el encaje del traje, se colocaba de perfil levantando el trasero sosteniéndose de las rodillas, entre otras, hasta que noto que su mirada no estaba en la cámara sino en alguien detrás de ella, hasta que miro a Zabuza a unos cuantos metros detrás del fotógrafo con su celular… ¡tomando fotos! Se sonrojo aun mas al notar la mirada lujuriosa que le daba al inocente Haku ¡Se le iba a tirar encima!
Cuando terminaron de fotografiar a Haku, este fue directo hacia Zabuza atacado por un beso apasionado delante de todos.
—Que intenso…—Deidara salto del susto al escuchar a Sai a su lado—te ves bien rubio, seguro que Itachi se desmaya por verte así—Sai le miro de pies cabeza.
Deidara analizo sus palabra, si Zabuza y Sai estaban ahí, entonces estaba seguro que Itachi estaría ahí. Miro a todos disimuladamente.
—Itachi no está aquí—Sai llamo su atención—Lo llame a su celular pero, no me contesto.
Por un momento Deidara se sintió aliviado pero luego sintió un vacio en su pecho Zabuza había llegado a ver a Haku y Sai estaba seguro que quería ver a Gaara mientras que él, empezaba a sentirse solo si que ningún hombre le quisiera ver, hablando sentimentalmente porque, había notado las miradas pervertidas de los turistas. Frunció en ceño al ver que Gaara no estaba por ahí.
— ¿Dónde está Gaara? Es su turno—Escucho a uno de los encargados.
Deidara miro a todos lados, Haku se había alejado de Zabuza para buscar a Gaara y cuando noto, Sai no estaba a su lado…
~*~
En cuanto había visto a Zabuza sacar su celular para fotografiar a Haku mientras posaba pudo ver a Sai aparecerse en el lugar y por impulso corrió a esconderse en uno de los cambiadores de la choza. Aunque, no podía negar que estaba preocupado sino hacia la sesión sería una gran falta para su trabajo pero, no podía evitarlo no quería ver a Sai, no porque le incomodara estar cerca de él, al contrario le encantaba estar cerca de él, sentir su calor, sus abrazos, el ligero sonido de sus suspiros e incluso soñaba estar con él en la cama. En ese momento se sonrojo, era un gran pervertido hasta se masturbaba en el baño de su apartamento imaginando al azabache cerca de él pero, por más que quisiese estar a su lado, su mente le decía que no era digno de él.
—Gaara, se que estas ahí, tienes una sesión que hacer—Brinco del susto al escuchar a Sai del otro lado de la puerta.
—No…—los nervios aumentaron al escuchar su voz temblar—No…hasta que te vayas de aquí.
Silencio…
Espero cualquier ruido hasta que escucho los pasos de Sai alejarse, suspiro aliviado pero, sus nervios volvieron al escuchar rápidos pasos como si alguien estuviese corriendo y cuando miro la parte de arriba del vestidor que no tenia techo, las manos de Sai para luego mostrar todo su cuerpo… ¿Había saltado todo el vestidor?
El corazón le latía tan rápido que pensaba que le saldría del pecho, Sai se acerco a él sin aquella sonrisa graciosa que siempre le brindaba, ahora se veía serio, tanto que le daba miedo, no es como si temiera que le hiciese daño o que lo violase, ya había superado a como pudo esa etapa de su vida, además había sido un alivio el no haber quedado embarazado, después de todo a los donceles solo se les embarazaba en sus días fértiles que variaban mucho.
Sai lo acorralo en la esquina del vestidor mientras le miraba a los ojos, había leído en los libros que los ojos eran las ventanas del alma, y los ojos de Gaara mostraban… ¿temor, ansiedad? No, esa mirada demostraba mucha inseguridad en el mismo, además estaba muy nervioso.
—Aléjate…—le escucho susurrar.
Sai bajo un poco hasta quedar frente a frente a su lindo y tembloroso amor, se veía tan sexy en ese traje de baño que si no fuese por la situación se le hubiese tirado encima .
— ¿Por qué quieres que me aleje de ti? ¿Hice algo mal?—Sai acaricio su mejilla haciendo sonrojar al otro.
Gaara alejo de un manotazo la mano que le acariciaba para mirarle con una fingida molestia— ¡Te dije que te alejaras de mi! ¡¿No entiendes?!
—Pero ¿Por qué?
La tranquilidad con que Sai le hablaba le estaba desesperando, tanto que no pudo reprimir las lagrimas que estaba reteniendo desde que Sai le había acorralado en la esquina.
— ¡Porque estoy sucio! ¡Porque, por más que te ame no puedo entregarte lo que cualquier mujer o doncel puede regalarle al que más ama! ¡Entendiste!—le grito hasta que sintió su garganta arder, quería seguir gritando pero podían escucharle los encargados y podían meterlo en problemas.
Sai se irguió mirándole con el ceño fruncido— ¿A qué te refieres?
Gaara iba a gritarle, sacarlo a patadas de ahí si era posible pero, la mirada profunda del azabache le atemorizo—No soy virgen, fui…violado…
A como pudo Gaara termino su frase en un susurro el cual trato de esconder mirando el suelo y trato de respirar porque estaba olvidando como se hacía, o eso intento hacer antes de saltar del susto al escuchar un golpe a la pared que estaba a sus espaldas, levanto la vista encontrándose con la mirada gélida de Sai.
— ¿Quién…?—Gaara al principio no entendía la pregunta hasta que entendió, iba a contestarle pero la mirada de Sai le daba miedo— ¡¿Quién fue?!
El grito de Sai lo asusto aun mas haciéndolo llorar cubriéndose el rostro con ambas manos, no quería ver al azabache solo quería irse de ahí. Sai miro las lagrimas de Gaara y si una vez pensó que Itachi era un bruto ahora él se sentía a un más.
—Lo siento, no quise ser tan brusco—le abrazo sintiendo su cuerpo tembloroso—Solo quiero saber quien le hizo eso a mi lindo Gaa-chan—le hablo cariñosamente al oído escuchando como los sollozos disminuían hasta desaparecer.
Claro que no solo quería saber quien le había hecho eso, también quería destrozarlo lenta y dolorosamente. Gaara se alejo un poco de él para verlo a los ojos y asegurarse que no tuviese esa mirada tan fría y que fuese el Sai insoportable de siempre.
—No lo sé, tenia catorce años, no recuerdo mucho y nos es como si quisiese recordarlo—miro al sonriente Sai.
—Entonces no lo recuerdes—Sai le abrazo de nuevo—Pero, aunque no seas virgen no significa que te deje de amar, eres mío Gaa-chan.
Gaara le sonrió, no es como si pensara eso pero, aun así el escucharlo hacia que su mente se despejara, como si un peso se le cayera de encima. Le miro a los ojos y sintió su cuerpo muy caliente, al parecer el escuchar a Sai lo había excitado y las escenas pecaminosas en las que siempre se imaginaba con el azabache vinieron a su mente.
—Entonces, si soy tuyo ¿podemos hacer el amor?—le pregunto sugerente dejando dislocado al pobre de Sai—Dime que si… ¿Si?
Gaara comenzó a frotarse contra las caderas de Sai sintiendo su miembro semi-erecto sobre los pantalones. Gaara se abrazo a su cuello mirándole con sus mejillas sonrojadas y su mirada llena de lujuria, parecía que quería violarlo, no es como si no le agradara que su Gaa-Chan este encima de él pero, su cambio brusco de actitud le estaba aturdiendo…
—Espera…—Los labios de su amado lo atacaron.
No sabía que Gaara fuera tan… ¿Directo? ¿Pervertido? O lo que sea pero, ese no era el lugar correcto para hacer esas «Cositas» Trato de alejarse un poco de Gaara pero, este no accedía al contrario lo abrazaba con más fuerza, introduciendo su lengua en la cavidad del azabache, no negaba que fuese lo más dulce que haya probado pero, si seguía así perdería el control y le daría lo que Gaara quería. En un momento que Gaara le dejo de besar por falta de aire, logro alejarlo de él.
—Sai, ¿Qué…?—Gaara le miro con grandes e inocentes ojos, de verlo sentía sus partes nobles crecer pero, debía controlarse.
—Aquí no Gaa-Chan, tienes una sesión de fotos ¿Recuerdas?—Gaara se alarmo, se había olvidado de la sesión pero, quería seguir con «Aquello». Sai le abrazo de nuevo—Terminaremos esto en la cama ¿Si?—Le susurro en el oído.
Gaara sonrió sonrojado y asintió. Ya estaba sintiéndose ansioso.
~*~
Algunos encargados estaban molesto por la ausencia de Gaara e incluso habían sugerido sacarlo de la sesión, así que no pudo hacer más que abrir su boca y ahora estaba ahí, frente a las cámaras esperando a que hiciese una pose.
Solo había dicho que Gaara se sentía mal y que ya regresaba, y le indicaron que su turno seria en ese momento mientras llegaba el de cabello rojo.
Estaba petrificado en su lugar, estaba muy tenso. Los encargados le miraban un poco molestos, tenía que hacer algo o el que estaría en problemas seria él. Suspiro, debía recordar las palabras de Gaara y Haku, pensar que detrás de él fotógrafo estaba Itachi.
Cerro un momento los ojos y al abrirlo la imagen de Itachi se formo, se miraba tan realista aunque no lo había imaginado con una camisa blanca abierta dejando su torso bien formado a la vista de todos y un bañador negro. Volvió a suspirar el solo pensar que su mente le hacia esa jugarreta se sentía un pervertido y estaba seguro que se sonrojaría, no debía verse tan inocente.
Suspiro por última vez, sin retirar su mirada sobre la imagen mental de Itachi, no sabía que parte de su cuerpo podría atraer al azabache así que hizo lo primero que se le ocurrió y dejo de cubrirse el pecho posiciono una de sus manos en su cadera y la otra metiéndola entre sus cabellos levantando su flequillo dejando ver sus ojos. Sonrió mentalmente al ver como su Itachi imaginario se tensaba.
En la siguiente pose se acostó en el suelo de perfil viendo a la cámara con sus manos enterradas en la arena mientras que Kakashi estaba satisfecho con el esmero del chico rubio. Deidara se sentía un rey, al ver como su Itachi imaginario se limpiaba la nariz con un pañuelo, ignorando a los chicos que paseaban por la playa y le miraban pervertidos .Así continuo haciendo las provocadoras poses.
—Muy bien Deidara, ya terminamos—Le indico Kakashi.
Deidara suspiro aliviado ya estaba comenzando a sentir mucho calor en su cuerpo por «Seducir» al azabache. Se sonrojo al pensar que su cuerpo estaba reaccionando hacia una simple ilusión.
— ¿Qué haces ahí Itachi?—Su cuerpo sufrió un escalofrío al escuchar a Sai quien tomaba la cintura de un Gaara sonrojado y tras de esta pareja estaba Zabuza y Haku, quien toma del brazo al mayor.
Ahora que analizaba lo dicho por Sai, este le había hablado como si nada a lo que se suponía que era su Itachi imaginario. Se sonrojo de sobremanera al ver que este miraba le miraba intensamente y luego miraba a su primo, moviéndose sin necesidad que imaginara sus movimientos.
—Nada que te importe, primo exagerado—Itachi miro irritado a su primo por haber caído en unas de sus millares de bromas.
—Que cruel, yo solo quería que te relajaras de tanto trabajo—le sonrió burlonamente—Además, no me vas a negar que te «relajaste».
Es cierto que le había dicho al rubio que había llamado a su primo y este no le había contestado después de todo este casi no le contestaba las llamadas pero, eso no había impedido que le enviara un mensaje « ¿Estás seguro de no contestar mis llamadas? Y yo que pensaba que te interesaría la sesión de fotos que haría Deidara, en la playa y desnudo» en otro mensaje le escribió la dirección y como había planeado su primo había caído.
Haku y Gaara miraron al rubio quien estaba rojo de la vergüenza y entendieron que había probado la sugerencia que le habían hecho. Se alejaron de sus amados, buscaron una toalla y lo cubrieron recibiendo un susurro en agradecimiento. Lo llevaron dentro de la choza mientras que uno de los encargados llamaba a Gaara. El de cabello rojo le dedico una sonrisa para luego salir corriendo, estaban atrasados con él y el que se demorara aun mas le traería problemas.
Deidara sonrió levemente al ver a su amigo que posaba dedicándose a solo ver a Sai, al parecer habían arreglado las cosas pero, el solo recordar lo que había pasado le hacía imaginarse que hubiese pasado si él, en uno de sus días de mendigar se hubiese topado con un degenerado. Definitivamente se hubiese derrumbado y se hubiese hundido en un túnel oscuro al que, seguro se hubiese llevado al pequeño Naruto con él.
—No deberías pensarlo tanto—escucho a Haku hablarle—El lo olvido y ahora se siente feliz—le sonrió— ¿Sabes? Zabuza me dijo que nos quedaremos unos días en la casa de playa que tiene la familia Uchiha ¿No suena divertido?
Deidara se sonrojo al recordar lo que había hecho ¡había seducido al verdadero Itachi! ahora ni siquiera sabía con qué cara verle. Haku le indico que debían vestirse y que no había necesidad de regresar los trajes de baño, era un obsequio. Al salir del vestidor Deidara escondió el traje de baño en uno de los bolsillos de su pantalón.
Cuando se reunieron con Gaara quien llevaba una toalla encima, miro de reojo a Itachi encontrándose con la mirada de este sobre él. Esperaron a Gaara a que se vistiera y solo faltaba ir por los niños. Deidara sonrió al ver al niño azabache salir corriendo de la choza.
— ¡Oh! Sasuke…—Se acerco a él pero el ver lo triste y lloroso que se veía el azabache le hizo parar.
— ¡Deidara-San! ¡Algo le pasa a Naruto!
Sai, Zabuza, Haku, Gaara e Itachi escucharon al menor y pudieron ver el gesto de horror de Deidara mientras corría lo más rápido que podía hacia la choza.
Al entrar lo primero que vio fue a su hermanito tirado en el suelo sosteniéndose la pancita.
—¡Naruto…!