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Reparando la vida por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola! Esta vez si que me demore mucho XD


Bueno...espero que les guste el capitulo nueve :3

Como siempre, agradecerle a aquellos que dejan un review y a aquellos que se toman su tiempo en leer la historia.

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

La luz del sol apenas entraba por las cortinas de la ventana cerrada. Itachi besaba el hombro de aquel bello cuerpo acostado y aferrado de perfil a él. Hacia unas semanas que disfrutaban en algunas noches de la compañía del otro, ya que Deidara aun no se dignaba en aceptar su invitación de vivir con él.

Por otro lado, ese último fin de semana habían festejado la boda de Zabuza y Haku, quienes no solo les impresionaron con lo bello que se veía el doncel de traje de camisa y chaqueta blanco junto a unos pantalones del mismo color muy ceñido a sus piernas; sino que, anunciaron el ansiado embarazo de tan solo dos meses. Y como todos pensaban, Zabuza le celaba aun más.

—Itachi, dame un descanso—Deidara estaba empezando a despertar al sentir las manos de Itachi viajar hacia su entrada aun lubricada por la acción de la pasada noche.

—Lo siento, sabes que no puedo evitarlo…eres tan sensual.

Deidara se sonrojo por el comentario, aun recordaba su primera vez. Apenas había despertado, la imagen de Naruto se pego en su mente y, en su intento de buscarlo cayó al suelo alfombrado del cuarto de Itachi…sus piernas le había fallado con un gran dolor de cadera.

Ese día, no le quería dirigir palabra al insensible del azabache mayor. Sonrió al recordar todo lo que Itachi había hecho por que le dirigiera la palabra. Con su horario de recoger a Sasuke del jardín de  niños, llego al apartamento con una caja de chocolates, había dudado en aceparlos pero, al parecer el Uchiha había movido bien sus cartas ya que Sasuke también traía una caja más pequeña pero, para el pequeño Naruto quien le abrazo emocionado y sonrojado al pequeño azabache. Ante tal escena no pudo dudar mas y tomo la caja, claro que solo le agradeció con un beso en la mejilla recibiendo de Itachi su cara de insatisfacción.

Cuando llego la noche, espero a Itachi como siempre, claro que no conto que este llegara con un enorme ramo de flores. Al aceptarlo, Itachi intento persuadirlo y hacerle el amor pero, no pudo y se llevo el ramo de flores y a Naruto cargando mientras Itachi le llevaba a casa en su auto. Cuando llego, antes de salir le regalo un beso al azabache sonriéndole dulcemente. Ahí pudo ver como su rostro deprimido se ilumino. Había sido divertido hacerse el difícil pero, el azabache mayor era más sentimental de lo que creía y no quería verlo tan triste.

Por otro lado, Sai y Gaara vivían su historia apasionada, nunca imaginaron que Gaara fuera tan «romántico» y pensar que Sai era el que trataba que el de cabello rojo no hiciera escenas no apropiadas en el exterior, era en verdad gracioso.

—Hay que levantarnos, tienes que ir a trabajar—Deidara se separo de Itachi mientras este asentía perezosamente. Se dirigió al baño aun desnudo regalándole una exquisita vista de su trasero con su esencia al azabache—No me digas ¿Quieres ahorrar agua?

Itachi solo le sonrió, desde que hacían el amor, el bañarse juntos era normal, a excepción de la timidez del rubio pero, no es como si le molestara. Esperaron a que la tina se llenara con el agua tibia y se sumergieron. El azabache tomo la esponja y comenzó a enjabonar el cuerpo que le daba la espalda sentado en su regazo.

Deidara reprimió un gemido al sentir la esponja pasar una y otra vez sobre sus tetillas. Itachi lo giro para quedar frente a frente mientras le entregaba la esponja para que le limpiara.

— ¡Ah!—Gimió al sentir uno de los dedos del azabache acariciar su entrada—Itachi, te dije que ya no… ¡Ah!—Uno de los dedos se adentro haciendo movimientos circulares.

—Tranquilo, no hare nada solo estoy limpiándote…deberías hacer lo mismo—Le susurro en el oído.

Deidara asintió mientras hacia un esfuerzo de no gemir y dedicarse a pasar la esponja sobre aquellos hombros fuertes y ese pecho bien trabajado. Gimió sonoramente, sus pensamientos más los dos dedos que ahora abrían su entrada no le ayudaban en su intento de bañarse. Sabía que Itachi quería algo más que tomar un baño. Luego se vengaría por haberle engañado, ahora solo debía disfrutar de los mimos de su amor y rogar porque los niños aun estuviesen dormidos para que no les escucharan.

~*~

Sentía sus parpados pesados pero, un así debía de despertar, tenía un antojo de un delicioso desayuno de tostadas con mermelada acompañado de un vaso de leche. Cuando abrió los ojos se topo con le cielo raso del cuarto de su nuevo hogar el cual compartía con su esposo que al parecer no había entendido que su pequeño hijo aun no podía moverse en su vientre, Zabuza estaba dormido con su cabeza apoyada en su estomago. Sonrió, su esposo era muy terco para escucharle en ocasiones. Comenzó a tocarle el hombro para despertarle.

— ¿Qué pasa, Haku? ¿Te sientes mal?—Zabuza se irguió para ver cualquier anomalía sobre su esposo.

Haku negó, relamiéndose los labios al ver aquel torso moreno que tanto le encantaba acariciar, ambos estaba en piyamas pero el suyo era de dos piezas mientras que Zabuza acostumbraba a dormir solo con el pantalón de algodón.

—Solo tengo un deseo intenso por desayunar.

Y como si fuesen palabras mágicas, Zabuza salió del cuarto directo a la cocina. Haku solo podía escuchar los ruidos de ciertos utensilios caer, sonrió divertido, Zabuza apenas podía hacerse un café, tarde o temprano le llevaría su antojo de tostadas y leche ya que eso era lo único comestible sin tener que prepararlo, por eso no le había dicho nada al verlo salir.

Así como lo pensó, Zabuza no tardo en entrar con una charola con el desayuno que tanto se le había antojado. Le sonrió a su esposo en agradecimiento al verle frustrado por no llevarle algo mejor. Zabuza miro sorprendido a su lindo esposo al verle devorar, literalmente, las tostadas con mermelada y su vaso con leche pero, no le importo sabía que no solo su niño se alimentaba, también lo hacia su retoño que crecía en el vientre del aludido.

— ¿Sabes, Zabuza? ¿Jugamos un rato? —le dijo sugerente cuando termino de comer.

Zabuza no sabía que decirle, quería pero a la vez no—Creo que, sabes…tienes una sesión de fotos hoy…—titubeo.

Haku frunció el ceño y se cruzo de brazos—La sesión de fotos es en la tarde, eres el gerente, deberías saberlo—hizo un puchero.

Zabuza se sintió acorralado—Pero, si lo hacemos puedes llegar cansado…

—Eso nunca te importo—le miro intensamente—A mi no me engañas, hace unas semanas que no me tocas… ¡Hacer el amor todos los días era como una rutina! ¿Qué pasa, Zabuza? —le miro triste.

El de piel morena se sentó a su lado mirando la carita de su niño—Cariño, estas embarazado ¿Qué pasaría si le hacemos daño al bebe? Recuerda que no soy tan…suave.

El doncel le dio la razón, se sentía tan egoísta al no pensar en su bebe, así que convenció a Zabuza de no haber necesidad de penetración, con unos cuantos «Mimos» sería feliz, él solo quería sentir las manos de su esposo sobre su piel.

Zabuza se sentó al lado de su niño abrazando su cuerpo mientras atacaba sus finos labios. Bajo a su cuello dejando besos y mordidas con una de sus manos colándose debajo del piyama acariciando apenas la pequeña cuerva en su vientre. Escucho jadear a Haku, subió más hasta que llego a las rosadas tetillas acariciando y pellizcando hasta ponerlos duros. Dejo de besarle sacando su mano para acariciar las mejillas sonrojadas.

—Sigue bajando y llegaremos hasta el final, Zabuza—Le susurro al sentir como la otra mano acariciaba su cintura con intensiones de seguir bajando. Zabuza solo le regalo una sonrisa ladina—Zabuza espera… ¡Ah!

Zabuza metió su mano en el pantalón del piyama adentrándose en la ropa interior de su niño tomando aquel miembro que suplicaba su atención. Con su pulgar acaricio la punta escuchando aquellos tiernos gemidos, sin esperar más comenzó a masturbarle.

Haku se aferro a los hombros de Zabuza. Cerró los ojos disfrutando de las sensaciones brindadas. Sintió como el mayor le quitaba la camisa y devoraba una de sus tetillas, podía sentir aquellas lengua acariciarle dejando rastros de saliva, sentía que estaba cerca y quería correrse pero, con el dentro embistiéndolo con salvajismo como siempre lo hacia

— ¡Ah! Zabuza…no mas—El moreno le miro y aumento los movimientos—No… ¡Zabuza…!

Haku dejo su peso muerto en la almohada tratando de controlar su respiración mientras Zabuza sacaba su mano con la tibia esencia de su niño saboreándola frente a aquellos ojos cafés que le miraban sonrojado.

—Delicioso como siempre mi amado Haku—beso al aludido dándole a probar su propia esencia—ahora a tomar un baño.

— ¡Espera! Y ¿Tu?—le dijo sorprendido al ser el único en haberse corrido. El otro solo se encogió de hombros—Entonces… ¿Quieres divertirte en el baño?—se relamió los labios lanzándole la indirecta.

—Ya que lo sugieres porque no— le sonrió haciendo sonreír a su niño quien se levantaba de la cama para «divertirse» con su esposo.

~*~

En la cama, Sai apenas estaba despertando después de una larga noche de amor con su Gaa-chan en el apartamento de este. No podía creer lo resistente que era el cabello rojo para hacer el amor, él era una caja de perversiones y su amorcito no se cansaba de rogarle por mas, eso le encantaba sin embargo, como humano tenía su límite para cansarse e incluso sentía que su Gaa-chan le había dejado seco.

—oh… ya despertaste, Sai-Kun—Escucho aquella vocecita seductora, como el canto de las sirenas llevando a los barcos hacia las rocosas, por supuesto su lindo Gaa-Chan no lo llevaría a la desgracia—¿Qué pasa, Sai-Kun?

Sai le miro, el escucharle decir de esa forma su nombre le recordó a sus gemidos mientras le embestía y le susurraba al oído. El solo posar su mirada en el sintió que caía de la cama.

Gaara le miro sonriente, después de levantarse de la cama y tomarse un baño planeo hacerle el desayuno a su azabache durmiente y ¿qué manera más deliciosa de disfrutar su comida acompañado de su sexy pareja vistiendo solo el delantal? Y así lo hizo.

—Sai-Kun, un baño y a desayunar—le dijo señalándole la planta baja mientras el sorprendido aludido solo asentía, mirando cómo salía de la habitación regalándole la vista de aquellos redonditos glúteos.

Después de salir de su ensoñación, se levanto del suelo y se dirigió al baño. El agua y el jabón comenzaron a hacer su trabajo pero, esos últimos días sentía muy extraño a Gaara, sabía que su amorcito no era un pervertido sino que, un poco apasionado pero esas últimas semanas casi le había obligado a pasar las veinticuatro horas los siete días de la semana en la cama haciendo el amor. Cuando empezaron su relación e hicieron el amor por primera vez Gaara solo se le insinuaba y cuando llegaban al apartamento de uno de los dos se devoraban entre si y luego pasaba casi dos días para volverlo a hacer.

Suspiro. Bajo a la cocina y su hermoso doncel picaba fruta. Se sentó a desayunar junto a su desnuda pareja quien había estado viéndole de manera insinuante. Cuando intento pararse de la silla, Gaara ya estaba en su regazo abrazándose a su cuello.

—Sai-Kun ¿no me alimentaras?—El aludido trago grueso, debía de negarse, si seguía así comenzaría a caminar extraño de tanta «acción».

— ¿Sabes Gaa-Chan? Hacer el amor también es una forma de hacer ejercicio, si seguimos así te volverás mas delgado—le sonrió nerviosamente

Gaara frunció el ceño— ¿Eh? ¿Estás llamándome desnutrido?

— ¡Por supuesto que no, cariño!—se alarmo—pero, antes eras más rellenito y…—La mirada de Gaara había empeorado.

— ¿Ah? Entonces me estas diciendo que ¿antes estaba gordo?

— ¡No! ¡Ah, está bien! Gaa-Chan creo que deberíamos tomarnos un tiempo sin hacer «Cositas» y salir—le sonrió sugerente, tal vez así comprendía pero, empeoro cuando su el rostro de su amorcito paso de molesta a triste.

— ¿Ya no me deseas? ¿Mi cuerpo tiene algo raro?

— ¡No! Gaa-Chan—le acaricio la mejilla—me encanta hacer el amor contigo pero, no hay necesidad de hacerlo…tanto.

—Entonces ¿Me consideras un adicto sexual?—Sai iba a hablar pero no le dejo—Pues ¿sabes qué? Si lo soy—se paro del regazo de Sai quien estaba anonadado—Pero al menos lo hago con la persona que amo y la única que puede calmar mi hambre sexual.

A Sai le salió un tic en una de sus cejas, la manera en que dijo lo último su lindo Gaa-Chan le había encendido, tal vez no estaba seco y le haya quedado un poco de su esperma. Sai se levanto de la silla y se acerco al de cabello rojo quien retrocedía aun molesto pero, choco con el fregadero.

— ¿Aun tienes hambre Gaa-Chan?—le dijo seductoramente. Los ojos del aludido brillaron— ¿Quieres que te alimente?—Gaara asintió.

Sai lo levanto de sus muslos y tiro todo lo que estaba en la mesa sin importarle los platos que tal vez se habían roto. Coloco a su Gaa-Chan y comenzó a acariciar su cuerpo por las aberturas del delantal. Comenzó a devorar sus labios con pasión bajando a su cuello llenándolo de su saliva, besos y mordidas, dejarlo bien marcado. Que todos supieran que era suyo.

Bajo llegando a sus tetillas que se repintaban debajo de la tena y comenzó a repartir besos, dando leves mordidas hasta que se hizo un espacio en la tela dejando ver una de sus tetillas desnuda y comenzar a succionarlo.

Gaara se mordió el labio inferior, con una de sus manos tomo una de las de Sai llevándose tres de sus dedos a la boca y comenzar a lubricarlos. Sai paro de succionar aquellas tetillas para ver el espectáculo, su Gaa-Chan sonrojado y con sus ojitos oscurecidos por el placer mirándole, no pudo evitar desatender sus botoncitos rosas y ayudar a lubricar sus dedos, tocando y jugando con su lengua con la del otro.

—Sai-Kun…—se irguió separándose del aludido y dándole la espalda se inclino encima de la mesa dejándole una buena vista a su pareja de su entrada—Aliméntame, Sai-Kun.

Sai cumplió su deseo e introdujo un dedo en su entrada con movimientos circulares haciéndolo jadear, introdujo en segundo con movimientos de tijeras. Gaara lo quería, lo deseaba ya.

—Sai-Kun…por favor—le suplico moviendo sus caderas.

Su amado cumplió sus deseos, saco su duro miembro de los pantalones del piyama y se restregó un poco entre aquellos suaves muslos y comenzó a entrar lentamente.

Gaara sintió como llegaba hasta el fondo, deteniéndose unos segundos para comenzar a entrar y salir de él con lentitud. El de cabello rojo hacia todo lo que podía para aferrarse a las orillas de la mesa que se tambaleaba por las embestidas que subían de nivel.

Sentía con cada embestida estaba cerca del final. Sin salir de Gaara se sentó en la silla donde antes había estado desayunando dejando a su amorcito sentado y de espaldas a él, lo tomo sus menudas caderas empezando a embestirlo de nuevo. Su Gaa-Chan se veía tan sexy con su boquita jadeante y ese hilillo de saliva. Le tomo del mentón y le volteo para besarle, el baile de sus lenguas no se hizo esperar.

— ¡Ah! Sai-Kun yo… ¡Ah…!—Se escucho un gemido ahogado seguido de un fuerte gruñido.

Ambos trataban de apaciguar sus respiraciones. Sai salió de su amorcito acomodándole mejor sobre su regazo mientras que el otro se abrazaba a su cuello acariciando su mejilla contra la ajena.

—Gracias por la comida… ¿No?—Sai le susurro sonriente.

Gaara le respondió sonriente, escondiendo su rostro en el cuello ajeno, se sentía tan bien— ¿Crees que este embarazado?

La respiración de Sai se detuvo por momentos cosa que fue percibido por Gaara quien se empezó a asustar por lo que él mismo había preguntado, no tenía planeado hablar sobre eso.

—Tu…—La voz de Sai le llamo la atención— ¿Por eso hemos estado haciendo el amor tan seguido?

Gaara se estremeció al separarse de Sai y verle a los ojo. Su mirada reflejaba molestia, estaba demasiado serio como aquella vez en la playa. No podía negarle que esa había sido la razón por la cual le tenía en la cama casi todo el día, había planeado quedarse embarazado y darle la sorpresa, pensaba que la idea le haría feliz pero, al verle al parecer se había equivocado.

—Sai, yo solo…

—Tengo que ir a trabajar—Tomo a Gaara para que se levantara de su regazo y se levanto caminando hacia la habitación a prepararse.

—Espera, Sai…

El aludido le ignoro y se encerró en la habitación. Gaara sentía como algo en su pecho se rompía, acaso Sai ¿No quería formar una familia con él? Cuando el Uchiha se digno a salir de la habitación, ya iba vestido con sus traje negro, siguió ignorándole sin tratar de escucharle y salió del apartamento sin siquiera despedirse de él. Las lágrimas simplemente comenzaron a recorrer sus mejillas escuchando como su celular sonaba sobre la mesilla de su habitación.

~*~

Deidara había levantado a los niños para bañarles, con Naruto no tuvo problema ya que le esperaba en el baño pero, con Sasuke sí. El pequeño siempre se le escondía cuando se quedaba a dormir en el apartamento de Itachi y por las mañanas, sabia que le tocaba baño con él. No podía evitar sufrir de ternura al ver lo sonrojado de vergüenza que estaba de Sasuke al estar desnudo en la bañera junto a Naruto quien jugaba con la espuma y con él lavándoles.

— ¿Por qué estas rojo, teme?—Se acerco un adorable Naruto con despuma en las cejas y arriba de los labios simulando bigotes.

Deidara noto como Sasuke se sonrojo aun mas al ver al pequeño Naruto desnudo cerca de él, volteando hacia otro lado respondiéndole con un puchero.

—Bien, ya están—El rubio mayor tomo dos toallas y los envolvió. Les coloco las sandalias y los llevo fuera del baño donde a Naruto le esperaba su ropa limpia y a Sasuke su uniforme del jardín de niños encima de la cama.

Les vistió con Naruto preguntándole a Sasuke sobre su sonrojo mientras este solamente le insultaba infantilmente como de costumbre. El rubio mayor solo miraba enternecido a los infantes cepillándole el cabello al Uchiha menor sin embargo, un extraño mareo le invadió aun así, termino de preparar a los niños fingiendo estar bien.

—Terminamos, le diré a Itachi que estas…—apenas se giro para empezar a caminar, todo le comenzó a girar hasta quedar totalmente a oscuras.

— ¡Dei-Nii!—Grito Naruto al ver caer el cuerpo de su hermano mayor.

Sasuke miro a Naruto correr hacia su hermano, así que decidió correr a la cocina donde su hermano debía de estar desayunando para salir a trabajar.

— ¡Nii-San!—Itachi escucho a su hermano correr hacia él.

— ¿Qué pasa Sasuke?—se preocupo al ver lo asustado de su hermano menor.

—Deidara-San se cayó—por un momento le miro extrañado, el caerse no era algo tan malo pero, al ver él niño asustado pensó que era algo peor que caerse.

Cuando subió las escaleras se podía escuchar el claro llanto de Naruto, así que corrió a la habitación encontrándose con rubio menor lleno de lagrimas moviendo el cuerpo de Deidara boca abajo llamándolo con intenciones de despertarlo.

— ¡Deidara!—Itachi corrió a girarle y tomarle de la espalda dejándolo sentado en el suelo comenzando a darle leves golpes en las mejillas—Deidara, reacciona—hizo un chasquido al verle aun sin intensiones de abrir los ojos—Sasuke, toma la mano de Naruto y llévalo al auto.

Sasuke asintió y trato de tomar una de las manitos con las cuales el pequeño rubio se cubría el rostro llorando pero, le fue difícil ya que estaba demasiado desesperado llorando. Tomo determinación y le abrazo de la cintura.

—Deidara-San está bien, dobe—le dijo regalándole un beso en una de sus mejillas húmedas por las lagrimas.

Itachi tomo a Deidara de forma nupcial llevándolo hacia al auto, esperando a su hermano menor quien al parecer había convencido un poco al pequeño rubio de dejar de llorar, o eso fue lo que pensó al verlos salir de la mano pero, el pequeño Naruto al ver a su hermano aun inconsciente en los asientos traseros se soltó del agarre de Sasuke y comenzó a correr empezando a llorar de nuevo.

Al entrar al auto el pequeño rubio solo se abrazo al rubio mayor llamándole, seguido de Sasuke quien trataba de consolarlo y separarlo de Deidara para que dejara de llorar.

—Sasuke—llamo la atención de su hermano menor—Déjalo, si lo alejas de Deidara llorara aun mas.

Sasuke solo asintió mirando Naruto quien no se cansaba de llorar. Itachi conducía lo más rápido de lo que le era permitido hasta llegar al hospital de Konoha. Al llegar tomo de nuevo a Deidara pero, tuvo problemas ya que Naruto no se soltaba de su hermano mayor hasta que Sasuke le ayudo a separarlo. Los enfermeros le quitaron a Deidara de los brazos para acostarlo en una camilla, lo que no esperaron era que Naruto corriera detrás de ellos tratando de subir en la camilla.

— ¡Espera, dobe!—Sasuke le trato de detener pero, el otro solamente lo empujo en su desesperación.

Itachi levanto en el aire a Naruto haciéndole un ademan a los enfermeros que se llevaran a Deidara para revisarlo recibiendo las fuertes pataletas del pequeño.

— ¡No…! ¡Dei-Nii! ¡Dei-Nii!—gritaba el rubio menor jaloneando al azabache que le cargaba para que le soltara y correr hacia su hermano.

Itachi a como pudo se sentó en una de las bancas del hospital frente a la habitación donde ingresaron a Deidara, giro a Naruto para que este se aferrara a su hombro, el rubio mayor le había contado que eso calmaba a Naruto cuando lloraba y le hacía dormir pero, se quejo de dolor al sentir como el pequeño le clavaba los dientes en su hombro.

— ¡Nii-San!—dijo Sasuke preocupado al ver el acto de Naruto.

—No te preocupes—dijo adolorido sonriendo. La mordida y los sollozos del menor cada vez se hacían leves. Le hizo un ademan a Sasuke que se sentara junto a él—Cuando tenias dos años también acostumbrabas a morderme el hombro cuando trataba de dormirte o que dejaras de llorar.

Sasuke solo se sonrojo por la información haciendo sonreír a Itachi. Cuando se dieron cuenta, Naruto se había dormido así que, con cuidado lo sentó en su regazo y saco su celular para llamar a Zabuza e informarle de lo ocurrido con Deidara.

Pasaron unos minutos para que Zabuza apareciera con un preocupado Haku explicándole lo que había ocurrido, minutos después apareció Gaara, eso extraño un poco a Haku, ya que miraba muy raro al de cabello rojo, ni siquiera iba acompañado de Sai.

—Itachi Uchiha, no pensaba encontrarte aquí—apareció una mujer de cabellos rosas y mirada verde.

—Sakura Haruno ¿Estas a cargo de Deidara? —Su anterior compañera de universidad asintió mientras leí los exámenes elaborados.

—Pues déjame felicitarte—todos los conocidos miraron extrañados a la doctora Haruno—Tu esposo esta embarazado, tiene dos semanas y medio.

Todos se giraron a ver a un Itachi anonadado, la palabra «Esposo» y «Embarazado» retumbaba en su mente.

Haku sonrió al ver el estado al que entro Itachi, algo así había pasado con Zabuza cuando se entero de su embarazo. Miro a Gaara con la esperanza de verle burlándose de Itachi por su reacción pero, lo que vio le preocupo, la mirada de su amigo se había vuelto sombría.

Gaara sentía como todo se destruía dentro de él, al escuchar a la doctora sobre el embarazo de Deidara, el ver la reacción de Itachi quien sonreía como tonto, su amigo Haku quien apenas se le estaba empezando a notar el vientre y a Zabuza que trataba a su esposo con mas sobreprotección… ¿Por qué era el único quien su pareja no le apoyaba con tener un bebe? Comenzó a sentirse fuera de lugar, y se dirigió al baño ignorando el llamado de Haku.

Al llegar se sostuvo del lavamanos y empezó a llorar, se sentía igual o peor cuando estaba solo en el trabajo, sin ningún amigo, con todos los modelos varones de la planta baja de la agencia asechándole como moscas. Un toque de hombros le hiso fijar la vista en el reflejo del espejo.

— ¿Qué tienes, Gaara? —le dijo Haku mirándole triste.

El de cabello rojo regulo sus sollozos para hablar—Hace unas semanas fui al ginecólogo para que me hiciera unos exámenes sobre mis días fértiles que fueron muchos en este mes, así que estuve haciéndolo con Sai pero…—sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas—hoy lo arruine, mencione el embarazo y se molesto—Haku le abrazo sintiendo la humedad en sus ojos—Yo solo quería formar una familia con él.

—Gaara…—se alejo un poco de su amigo para limpiarle las lagrimas—Tal vez Sai solo se sorprendió y no supo contestar, para la mayoría de los varones hablar de un embarazo es como un trauma.

Gaara miro la sonrisa reconfortante de Haku pero, aun así se sintió más vacio—Entonces ¿Por qué nuestros compañeros de trabajo que nos acosaban nos pedían ser las madres de sus hijos?

Haku se quedo sin palabras, no sabía cómo decirle que era solo para llevárselos a la cama.

—Se que solo nos querían llevar a la cama— adivino lo que pasaba por la mente de su amigo— y ¿sabes qué? No me interesa si Sai no quiere una familia conmigo, tal vez solo me decía aquellas palabras bonitas solo para llevarme a la cama y de hecho lo logro, así que, no me importa, buscare a alguien que si este dispuesto a embarazarme—Haku le miro horrorizado—No me importa ser madre soltera.

Termino de hablar y salió del baño ignorando de nuevo el llamado de Haku mientras que este trataba de alcanzarle pero, el otro cerró la puerta y al abrirla ya estaba lejos en el pasillo.

— ¡Gaara!

—Haku ¿Qué pasa? —Apareció Zabuza al escucharle gritar.

— ¿Dónde está Itachi? Debemos contactar a Sai—le dijo alarmado

Zabuza no entendió pero lo llevo con Itachi con la condición de que se tranquilizara. Cuando llegaron se sorprendieron al ver al Itachi parado con una mirada fría y terrorífica mientras que Sasuke estaba acurrucado junto a Naruto, dormidos.

Itachi miro al matrimonio y se tranquilizo un poco—Luego hablamos Sai…

— ¿Sai? Espera no cuelgues la llamada—Haku corrió hacia a él—Por favor, necesito hablar con él, es urgente.

Itachi le permitió el celular a Haku alejándose un poco de los varones. El Uchiha solo dejo su peso en la pared dando un largo suspiro.

— ¿Qué pasa? —le dijo en voz baja Zabuza ya que era raro ver a Itachi con la mirada de asesino fuera de su trabajo.

—Algo que no tenía planeado…Madara escapo de la cárcel…

Zabuza le miro sorprendido—Pero ¿Cómo? Estaba rodeado de policías.

—No lo sé, los psicópatas pueden hacer cualquier cosa…es un idiota, solo hará que todo esté en su contra…

Los varones dejaron por zancado el tema al ver acercarse a Haku entregándole el celular a Itachi.

—Bueno ¿Qué fue lo que hablaste con Sai? Si se puede saber— pregunto Zabuza.

— ¿Qué pasa, Zabuza? ¿Celoso de mí primo? —Itachi aprovecho la oportunidad para burlarse recibiendo una mirada irritada de parte del aludido.

—Por favor, les agradecería que no hicieran bromas, esto es muy delicado—ambos varones vieron al preocupado Haku—Gaara está dolido por ser rechazado por Sai de tener una familia y ahora, puede que esté buscando a cualquiera para que le embarace.

Itachi y Zabuza se sorprendieron por lo dicho.

— ¡¿Qué?!

Todos miraron hacia el lugar donde se escucho la voz, encontrándose con Deidara recargado en el marco de la puerta d la habitación donde se suponía que estaba reposando.

— ¡Deidara! ¿Qué haces de pie? Deberías estas descansando—Itachi le sostuvo con intensiones de llevarlo a la camilla.

— ¿Por qué? Solo fue un desmayo, más importante esta Gaara, hay que buscarlo—Deidara forcejeo un poco con el azabache.

—Deidara escúchame—Pego su frente con la del otro sonriendo—Estas embarazado…—Deidara le miro sorprendido—Estas esperando un hijo mío, mi amor.

Itachi al ver que se había calmado de la impresión, lo llevo adentro y se sentó en la camilla junto con el rubio acariciándole la mejilla, esperando a que reaccionara.

—un bebe…—Una sonrisa comenzó a formarse—Nuestro bebe, Itachi —Deidara le sonrió acariciando su vientre

Itachi le sonrió llevando una de sus manos acariciando también el vientre de su amado rubio, sin pensarlo más le abrazo con fuerza como si se fuera a alejar de su lado, ahora más que nunca no quería soltarle y verlo tan feliz tampoco quería decirle que Madara estaba suelto en Konoha…

Notas finales:

RE-EDITADO !!! XD

Bueno...aparentemente aqui hay dieciocho paginas en word, espero recompense lo tardio XD

¿Que les parecio? ¿Mucho fuego? ¿Mucho drama? y la pregunta mas importante que me ayudara con uno de los capitulos que siguen...

Entre Madara y Hashirama... ¿Madara podria ser el seme? les pregunto porque tengo una idea pero no se si les agrade XD y como hay algunos fic donde Madara es el uke y pues no se...me hice una bolita depresiva de confusion :3

Me gustaria saber su opinion y les agradeceria un review...eso significaria un manotazo en la cabeza a Sai por ser un insensible con Gaa-Chan (Q.Q)

Nos vemos (n.n)/


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