Capitulo 6: EunHae
No sé bien porqué acepté asistir a esta fiesta.
Una vez más observé el regalo entre mis manos y suspiré, está bien, Hyuk Jae será el más estúpido del mundo, pero no por eso pasaré por alto su cumpleaños, sobretodo porque su día va a ser aun más especial si recibe un presente de mi parte.
Toqué el timbre y un desconocido me abrió, dejándome adentrarme en la ruidosa estancia, sabía que el mono era muy sociable, pero no creí que medio liceo asistiría, su casa no era precisamente lo que se dice “grande“ y ahora hasta el más mínimo rincón estaba ocupado.
Sin importarme ser maleducado fui empujando a quien estuviese a mi paso, necesitaba encontrar al idiota y a los dos enanos que seguramente también andaban por ahí.
-¿Viste a Hyuk? -Le pregunté casi gritando a uno de sus compañeros que pasó junto a mí.
-Claro, cómo no -Se rió- Esta comiéndose a besos a Hyoyeon en el sofá.
Nuevamente me abrí paso entre la gente, dando codazos si era necesario, varios se quejaban, pero les ignoraba, sino querían ser golpeados no deberían haberme estorbado en primer lugar. Llegué al lugar que el chico me indicó y tal como lo dijo, el mono y su novia se besaban como si este fuese a ser su último beso, se me hizo muy tentadora la idea de ir por agua fría para tirarles, a ver si así lograba bajarles la temperatura.
Como si nada me senté junto a ellos (No nombro a uno en específico puesto que ella estaba sentada sobre él) y afirmé mi barbilla en Hyuk.
-Chicos, vayan a un motel por favor -Les solté con una sonrisa.
Se “despegaron” sobresaltados y me miraron.
-Ah, eres tú -Dijo el mono, aburrido (¿Qué clase de reacción es esa? ¡Mono desagradecido!)
-Sí, soy yo, la belleza personificada, pero no te emociones tanto Hyuk -Le di mi más hermosa sonrisa (Obvio todas son hermosas, pero esta lo es aún más)- Hola Hyoyeon –Saludé con un movimiento de cabeza a su novia y ella me devolvió el mismo saludo parcamente- Hey ¿Podrías traerme un vaso de soda, Hyo? –Con ella ahí no podría hablarle con libertad.
-¡Kyu Hyun! ¡Ve tú por el! – Me espetó Hyuk nada más escucharme.
-No te preocupes, ya se lo traigo -Interrumpió ella y antes de irse me dirigió una mirada envenenada, dejaré como nota mental no beber nada de lo que me dé.
-Toma cara de mono -Le lancé el regalo y apenas si lo atrapó- Es un regalo de dios así que cuídalo bien.
-¿Qué es? -Lo observó con recelo.
-Ábrelo y veras -sonreí mientras rompía el papel.
-Que gracioso eres -Comentó sacando el pequeño Nemo de felpa.
-Es tu premio de consolación -Me paré antes que me diera un golpe- No dejes que otro se lo lleve esta vez sí.
Hizo el amago de lanzarme un vaso que había encontrado en la mesa de centro y salí corriendo de ahí, eso había sido peligroso, pero vaya que había valido la pena ver su cara de molestia.
Me fui riendo a la cocina, tanta diversión ahora si me había dado sed, ya entrando me crucé con la rubia oxigenada (como escuché a Hae llamarle hace unos días).
- Toma -Con una sonrisa más falsa que la hombría de Ren me entregó un vaso de Coca cola- Espero te ayude a quitarte la sed.
-Gracias -Lo tomé mientras ella seguía su camino y rápidamente olfateé el contenido, por el fuerte aroma que despedía de seguro contenía todos los condimentos que la mamá del mono usaba para cocinar, obviamente no me voy a tomar eso.
Después de inspeccionarlo un rato más (y luego de reconocer el aroma del ajo, salsa picante, ketchup y mostaza), seguí mi camino a la mesa para servirme algo decente, y grande fue mi sorpresa al encontrarme a los dos enanos que buscaba.
-¡Hey! ¡Kyusito bello! –Me recibió Hae y me dio un enorme abrazo, dejándome sentir un intenso aroma a alcohol proveniente de él- ¡Ya te echábamos de menos!
-¡Uff! Parece que alguien se tomó toda la ración del alcohol disponible –Comenté tratando de alejar mi nariz de su cara- ¡Hae hueles horrible!
-Y eso que no te lo has aguantado por dos horas como yo –Detrás del pez sentado en una silla se encontraba Min, notó mi mirada y me saludó con un movimiento de cabeza- Llegas tarde Kyu Hyun.
No negaré que sentí una punzada dolorosa, ya me había acostumbrado al “Kyu”, pero por alguna extraña razón Sung Min ya no se dirigía a mí de esa manera, bueno, tampoco es que se dirigiera mucho a mi últimamente.
-Hola Min –Le saludé de vuelta desganado, odio que influya en mi estado de ánimo de esta manera- ¿Qué tal has estado? –Interrogué mientras hacía que el cerebro de pez se sentase.
Aparte de no hablarme mucho, tampoco le veía, estaba todo el tiempo junto a Hae y ese otro chico, un tal “Ryeo Wook”, en el liceo o durante su tiempo libre no se separaba de ellos, y a mí sólo me hablaba lo justo y necesario, intenté copiosamente quedarme a su lado como antes, pero, finalmente fue él quien me alejó.
-Bien, no puedo quejarme –Contestó sin mirarme y tomó un sorbo de una mezcla extraña en su vaso- ¿Tú qué tal? ¿Aun te derrites por tu amada Serena?
Sin querer contestarle tomé una botella de soda que estaba sobre la mesa y comencé a servirme en un vaso de plástico, nada más ahora había caído en cuenta que ya llevaba días sin pensar en ella, tomé un sorbo antes de mirarle otra vez, era culpa de él.
-Pues yo estoy muy bien –Le sonreí- Y sabes mejor que nadie que estoy loco por ella, es justamente por eso que no me rendiré hasta que sea mi novia.
-Oh, pues te deseo suerte –Me dio una leve sonrisa y luego se tomó todo el contenido de su vaso de una sola vez- Ven Hae, vamos a bailar.
Se paró de su lugar y arrastró al tambaleante Dong Hae al centro de la sala de estar de Hyuk, mientras yo le observaba anonadado, hasta donde yo sabía Min no era bueno para beber, ¿Le habría agarrado el gusto en este mes que no hablamos?
Pensaba pasar un buen rato en el cumpleaños de Hyuk, quería en serio olvidar los malos días que he tenido; Hae y el mono separados al igual que Min y yo, el pez hablándome más a mí que a Hyuk, Min cerca del pez y no de mí... Si todo esto era a causa de una relación, debería pensarme mejor el tener una novia, quizás hasta les terminaría perdiendo.
Sólo podía mirar como todos se divertían, como Hae se sujetaba al cuello de Min para no caer, y como sin darme cuenta sus labios estaban muy cerca los unos de los otros.
Instintivamente me paré, no lo iba a permitir. Puedo soportar que se amen a escondidas si quieren, pero no me lo restregaran en la cara, si bien Sung Min ya está muy lejos de mí, el siempre será MIO.
Llegué hasta ellos y tomé la muñeca de Min tirándolo hacia mí, sus ojos se abrieron sorprendidos al quedar afirmado en mi pecho y sentir mis manos aprisionando su cintura para que no se pudiese separar. No sé el porqué lo estoy haciendo, pero SE SIENTE JODIDAMENTE BIEN TENERLO ENTRE MIS BRAZOS.
Miré a Hae para apreciar su reacción, mas no me esperaba lo que vi.
Creo que la reacción de Hyuk fue más o menos la misma que tuve yo, exceptuando que él había optado por robarse los labios del pez además, y ya se les veía bien acarameladitos a pesar de que Hae estaba siendo sujetado desde las muñecas. Con pesar devolví mi vista a Min, él era su novio después de todo, y extrañamente otra vez fui sorprendido por las circunstancias; Min tenía una hermosa sonrisa en su rostro y sus ojos brillaban de la emoción al ver a ese par besándose.
-¿Eso... No te molesta Min? –Le pregunté dudoso.
-¿Por qué tendría? –Me preguntó de vuelta confundido- ¡Estoy muy feliz por Hae!
-Pero... ¿No es tu novio acaso? –
-¿MI NOVIO? –Repitió casi gritando- ¡Nada de eso! –Negó con las manos.
-Pero... Todo este tiempo... Y cuando te quedaste en su casa... Y ustedes dos siempre pegados...-Balbucee muy enredado.
-Realmente no debería decir esto, Hae me hizo prometerlo, pero dado a lo acontecido –Dijo mirando a esos dos tortolitos- Él ha amado a Hyuk desde siempre y lo de Hyoyeon lo ha tenido muy mal...
-¿Y tú que tenías que ver en eso?-
-Bueno... Soy el único que entiende que es lo que él estaba pasando...-Me contestó cabizbajo.
-Entonces ¿Todo este tiempo estuviste consolando a Hae? –Él asintió y una sonrisa se dibujó en mis labios, él no lo ama.
-Hae es como un hermano para mí –Añadió luego.
Le estrujé fuertemente entre mis brazos, Min aun era MIO, es sólo MI... Mejor amigo... En mi mente fue como si algún engranaje hiciera un ligero ‘click’, lo alejé un poco de mi para apreciar su rostro y el simplemente me devolvió su... hermosa mirada...
En ese instante mi corazón latió tan fuerte que dolía.
Los murmullos se hicieron presentes a nuestro alrededor y ahí advertí que la música se había ido, todos miraban hacia donde estábamos, y al concentrarme pude notar a una enrabiada Hyoyeon parada en frente de un avergonzado Hyuk Jae que escondía a un pequeño pez tras su espalda.
-No le protejas –Apretaba fuertemente los puños, y su ojos irradiaban odio puro, asemejándose a una gata en celo, estoy seguro que atacaría con sus garras ahora- Esa mariquita debe aprender a no tocar lo que me pertenece.
-No soy una cosa –Respondió Hyuk, enfadado- Y no le llames así.
-Le llamó como quiera –Le dio una sonrisa- Mariquita, maricón, ¡MA - RI - CA! –Le gritó al final.
-¡BASTA! –Le gritó de vuelta Hyuk- ¡Terminamos! ¡LARGATE DE MI CASA! –Apuntó hacia la salida.
-Oh te arrepentirás de esto Lee Hyuk Jae –Le amenazó la rubia.
-Ya me estoy arrepintiendo –Dijo a su vez el mono mirándola con asco- Ahora lárgate, y ustedes también –Agregó viendo la cara de repulsión con que los demás les miraban.
Antes que alguno de los presentes se fuera, Hyoyeon se acercó y le dio una gran bofetada a Hyuk, luego volvió a levantar la mano para repetirla, con una inmensa sonrisa al ver que este no se defendía.
-No te atrevas a tocar a MI Hyukkie –Hae intervino parándose entre ellos- A diferencia de él, yo no tengo problemas en golpear a una perra como tú –Seguramente el alcohol había ayudado para que se expresase así, pero bueno...
Creo que ella lo estaba considerando seriamente hasta que detuvo sus ojos en los de Hyuk, desde este ángulo no lo veo bien, pero estoy seguro que debió ver algo como “Tocas a Hae y te mato”, segundos después se fue tirando las cosas en su camino, y se retiró junto con los demás.
No alcanzó a pasar un minuto cuando el EunHae ya estaba envuelto en un apasionado beso, que no dejaba mucho a la imaginación.
-Mejor vámonos de aquí –Min comento viéndolos avergonzado.
-Te sigo –Contesté al sentir que estaba haciendo mucho calor de repente.
Salimos de la casa, riéndonos de cómo se habían dado las cosas este día, la fiesta no había sido perfecta, pero es innegable que todos la iban a recordar, sobre todo ese par, vaya regalo de cumpleaños que había obtenido (por su cuenta) Hyuk.
-¿Te apetece ir a comer algo? –Invité a Min.
-Claro –Me dio su impoluta sonrisa- Como negarme a tal honor.
-Sé que recordarás este día por el resto de tu vida –Le sonreí- No todo el tiempo puedes ir con alguien como yo a comer.
-Aish, ya cállate Kyu –Se rió.
Camino al local que siempre frecuentábamos, por primera vez fui consciente de la mano de Sung Min rozando contra la mía, y también por primera vez, tuve el impulso de sostenerla.
Continuará.