Capítulo 7: ¿Serena o... Sung Min?
Este fin de semana fue extraño, nunca había entendido eso de tener una maraña de pensamientos, pero creo que sólo así podría definir lo que me pasó.
¿Saben algo? Yo no soy gay.
Bueno, por lo menos no me consideraba hasta ahora, ¿Eres gay porque te interese un sólo chico en particular? Porque a mí no me llama la atención ni un chico más.
Dejé salir un suspiro de frustración al recordar que no era ese mi principal problema; también estoy interesado en una hermosa chica, en una preciosa, tierna y perfecta chica, para ser más exactos (O sea la ideal para mí).
¿Es posible querer a dos personas?
No sé los demás, pero yo no puedo.
Claro, me dirán que eso es precisamente lo que hago, pero, el caso es que lo que siento ahora no es nada más que una extrema confusión.
Del amor nada más que el nombre.
Miré a mi alrededor tratando de despejarme, aunque no es una gran ayuda el ver a dos amigos pegaditos mirándose con amor, aish, vuelvo a odiar al EunHae, bien por ellos que estén juntos pero ¿En serio deben presumirme su amor de esta forma?
No digo que me alegraría que no estén juntos, porque sería mentira, me encanta que todo se solucionara entre ellos, mas, ahora también me encantaría cocerles la boca y cortarles los brazos, para que no se besen ni se abracen.
-¿Qué pasa con la sonrisa macabra? -Sung Min me miraba extrañado- ¿Tu lado onimus salió a la luz?
-Shhh -Le hice callar- Estoy teniendo una imagen mental muy buena.
-Me da miedo preguntar -Min negó con cansancio- Eres tan raro a veces Kyu.
-Jajaja -Me reí maquiavélicamente- Pero así me amas Min -Le guiñé un ojo.
-Eres insoportable -Respondió desviando la mirada, mientras un lindo tono carmesí aparecía en sus mejillas.
-¿Por qué te sonrojas? -Le molesté- ¿Acaso si me amas? Jejeje -Me reí con nerviosismo por saber que diría (Perdóname mi Serenita).
-Ya quisieras -Me enseñó la lengua- No tienes tanta suerte Kyu Hyun.
-¡Auch! Eso fue doloroso Min -Me burlé nuevamente a pesar de que sí dije lo que sentía.
-¿Te golpeó con el látigo de la indiferencia? –El mono se unió.
-Sí, ya sabes cómo me trata –Me limpié una lágrima imaginaria- Hey ¿Y tú novia? –Miré a todos lados buscando al pez.
-Fue al baño –Respondió y me miro algo enfadado luego- Y es NOVIO.
-Novio, novia, con Hae bien puede utilizarse cualquier género –Me encogí de hombros.
-No, es chico por donde lo mires, te lo puedo asegurar bien –Sonrió un poco bastante pervertidamente.
-¡Asco! –Exclamó Min.
-En serio no digas más Mono –Eso dejó una muy mala imagen en mi inocente cabecita.
-Pero si yo no...-
-Lalalala –Empezamos a decir con Sung Min cubriéndonos las orejas, Hyuk pervertido, quizás que le había hecho a Dong Hae.
-¡CHICOS! ¡CHICOS! ¡CHICOS! –Un sobre excitado Dong Hae llegó gritando hasta la mesa.
-¿Qué te pasa Hae? ¿Por qué gritas como loco? –Hyuk Jae le hizo sentarse, preocupado.
-¡Es que mira esto Hyukkie! –Con una gran sonrisa le mostro un sobre- ¡Ah espera! ¡Lo siento!-Lo extendió hacia mi- Esto es tuyo Kyunnie.
-¿Es para mí? –Me sorprendió, ¿Quién daba mensajes en cartas?- ¿Quién te lo entregó?
-Una chica –Me explicó- Venía hacia acá, y me preguntó si te conocía, le dije que somos amigos, y escucha bien ¿A que no sabes de parte de quien es? –Sonreía tanto que casi cegaba.
-¿De qui...? –
-¡DE SERENA! –Me cortó todo emocionado.
-¿EHHHHHHHHHH? –Soltamos con Hyuk.
-¿Qué esperas? –El mono me preguntó presuroso- ¡Ya ábrela!
Temblando de emoción y nerviosismo abrí el sobre, este contenía una hoja impresa doblada por la mitad, la cual tenía anotado un simple “Te espero en el roble del patio a las 1.”
Eran tan solo 10 palabras, pero vaya que habían revolucionado mi corazón.
-¿Y? –El EunHae me miraba expectante, así que les entregué la carta.
Siento que mi hermoso corazoncito se me saldrá por la boca, apenas son las 9 am, pero cuatro horas pasarían en un abrir y cerrar de ojos. Miré hacia mi lado para buscar el apoyo de Min de alguna forma, pero este ya no estaba, no me di cuenta en qué momento se había marchado y me había dejado solo, me sentí frio, creo que no podré con esto si no le tengo como soporte.
Me desconecté totalmente de mí alrededor en el tiempo restante, no sé como llegué a mi salón nuevamente, ni qué había pasado con Min, ya que su asiento estaba vacío, ni que iba a hacer cuando fuera la hora del almuerzo y fuera a encontrarme con ella. Es la primera vez que ella me busca y no al revés, es por eso que estoy seguro que algo importante sucederá, dudo que sea una reunión de “amigos” como las que antes hemos tenido ¿Al fin podré saber quién es ella? ¿También me querrá?
Sea como sea, soy optimista, me pondré como meta el que al terminar este día ella sea mi novia. Muy al estilo Hae hice un “ganbatte” en mi mente.
La mañana pasó como un extraño sueño, en el cual Hae a veces me pellizcaba para que no pusiera la cara de trauma que de seguro tenía, la mayor parte de las veces él me miraba y negaba con la cabeza con una leve sonrisa dibujada, el desgraciado debe estar muy divertido contándole de mi estado a su tonto novio.
Cuando dieron las 12 el profesor nos dejó salir antes por una reunión a la que debían asistir todos los docente, así que me fui a vaguear por el liceo tratando de despejarme, claro me fui solo, un mono y un pez no desaprovechan nunca la oportunidad de comerse la boca cada vez que pueden.
Tengo unos amigos libidinosos.
Dirigí mis pasos hacia la banca que frecuentaba con Serena cuando me la encontraba (que por cierto ya ha pasado como un mes y algo), pero antes de llegar ahí, pude notar que estaba siendo ocupada, y no por cualquiera, ahí se encontraba mi Houdini amigo Min, junto al pequeño y detestable Kim Ryeo Wook.
Quise ir hasta ahí, tomar al pequeñín de la corbata y tirarlo por la ventana, para luego ver con una enorme sonrisa como volaba por los cielos hasta perderse siendo una mera estrellita.
Si, no me cae bien, creo que eso les quedó claro.
Es que mírenlo, anda tras Min como perrito faldero, salen juntos cada vez que pueden y siempre le anda buscando y persiguiendo, es un acosador empedernido, Sung Min es tan inocente que no se da cuenta que el otro algún día se le va a tirar encima para devorarlo.
Me di la vuelta para caminar hasta el lado contrario, nada me detenía de ir a partirle la cara al enano desabrido ese, pero Min obviamente me trituraría cada hueso de mi adorado cuerpecito por tocar a su amigo, y enfrentémoslo, puedo tener un buen estado físico, mas no podría ganarle a un cinturón negro. Seguí mi camino, imaginando mil muertes totalmente dolorosas para ese chico, tan dolorosas que las de “Destino final” no serían nada al lado de ellas, una sonrisita macabra apareció en mí, disfrutaría mucho si me tocara verlo así.
Mierda, se supone que Serena es lo importante hoy, ya me había decidido a hacerla mi novia de la forma que sea, pero, ¿Eso significaría dejarle el camino libre a cualquiera que desee estar con Sung Min? No quiero verle con nadie, Min es MIO, eso siempre ha estado claro para mí.
Tan confundido como lo estuve antes, me encaminé antes de tiempo al roble ese, esperaría ahí a que diese la bendita hora, una vez en el lugar me senté entre sus raíces y afirmé mi cabeza en el tronco, desearía tanto despejar mi cabeza, ojalá hubiese un brebaje mágico para borrar todo el contenido de mi cerebro y comenzarlo de nuevo.
No estoy seguro si llegué a quedarme dormido o no, pero para cuando abrí mis ojos pude ver ante mí a la hermosa rubia de mis sueños, Serena me sonreía dulcemente.
Me puse de pie de inmediato, casi cayéndome al tropezar con una raíz, pero pude mantenerme en pie, no fui totalmente humillado frente a ella, mas aun así se rió de mí.
-Deberías tener más cuidado Kyu Hyun –Me recomendó con una sonrisa.
-Lo sé, es sólo que tu siempre me dejas atontado –Contesté rascándome la nuca nervioso.
Su sonrisa tembló levemente al tiempo que sus mejillas se teñían de un hermoso rojo.
-Supongo debes preguntarte porque te hice venir hasta aquí –Dijo sin dejar espacio para preguntas, mientras dejaba un mechón de cabello tras su oreja.
-¿Te gustaría ser mi novia? –Me adelanté a sus explicaciones e hice la propuesta más importante con mi cara completamente roja.
Ella se quedó estática un momento, sin saber que decir y solo me miro.
-Kyu Hyun... Me iré –Fue su única respuesta observando el suelo.
-¿Qué? –Abrí los ojos con sorpresa, esto no podía estar pasando- ¿A dónde?
-A la capital –Dijo sin levantar la vista- Sólo vine a despedirme de ti.
-¿Para eso me hiciste venir? –Desolado dejé caer ambos brazos a mis costados- Pero aun ni siquiera sé tu nombre.
-Luego de esto no nos volveremos a ver –Me comunicó dándome una sonrisa triste- No es necesario que sepas algo que luego no será de importancia.
-¡Aun así quiero saberlo! –Respondí firmemente- ¡Necesito saber tu nombre para luego buscarte!
-Kyu... –Soltó esta vez bajito- Me alegra haberte conocido, pero esto es el fin.
-¡No quiero que lo sea! –Exclamé mirándola con fervor- ¡Te amo! ¡Te seguiría hasta el fin del mundo!
-¿Tanto así es tu amor? –Me miro con sus ojos anegados en lágrimas- ¡No digas eso! ¡No sabes lo difícil que es para mí también!
-¿También... También me amas entonces? –Volvía a mirar el suelo otra vez así que tomé su rostro delicadamente entre mis manos- Dime ¿Me amas?
-Desde la... Desde... –Ella sollozaba y me miraba con mucha tristeza- Desde la primera vez que te vi Kyu...
-Entonces no hay nada más que importe –Fue lo único que dije ante la confesión que había sido mi sueño durante los últimos años.
Amo a Serena, de eso no tengo duda, pero en estos momentos el verla así de cerca (con mucha culpa) me hace evocar a Sung Min, esos labios de corazoncito, su pálida piel e incluso sus ojos aunque estos difieran en color, sin poder evitarlo me lo imaginé a él en su lugar y su figura se me hizo aun más apetecible.
Sin darme cuenta cómo, ya estaba a un centímetro de su boca, podía sentir su dulce y cálido aliento en mis labios, mas, ninguno se movió para al fin concretar la unión.
-¡DETENGANSE! -
Con brusquedad mis brazos fueron apartados de ella, mientras veía como esta vez era rodeada por alguien más.
-¡No te atrevas a tocar a mi novia! -
Tanto ella como yo estábamos en shock ¿Qué demonios?
Ryeo Wook estaba abrazándola posesivamente de la cintura y me observaba notablemente aireado.
-Cho Kyu Hyun más te vale mantenerte alejado de ella –Me amenazó- Llevamos muchos años juntos como para que tú la vengas a confundir.
-¡Yo no la estaba confundiendo! –Proferí sin poder pensar en algo más elaborado- ¡Ella y yo...!
-No quiero saberlo, así que cierra la boca –Tomó a Serena bruscamente de la muñeca y se dirigió a ella- Tú te vienes conmigo ahora.
Les vi irse discutiendo y a ella siendo prácticamente arrastrada por él hasta adentro, y recién ahí logré reaccionar e ir tras ellos, ningún hombre que fuese así con una mujer podía hacerle algo bueno lejos de la mirada pública.
No me importa si no sé pelear, ni defenderme adecuadamente, si le toca un pelo a MI Serena, puede considerarse muerto.
Al entrar al edificio les vi doblar por el pasillo que iba hacia la biblioteca y me fui a la siga suya, podía escucharlos gritar aun a esta distancia y eso no auguraba nada bueno, de seguir así él la iba a lastimar.
Corrí hacia ellos, pero por alguna razón algo en su conversación me hizo detener, oía a dos voces discutiendo, pero ninguna era de chica.
Me asomé a mirar y sólo vi a Ryeo Wook y a Serena, ambos con los rostros desencajados de rabia.
-¡BASTA CON ESTO! –
Pude ver claramente al chico ese tomándola del cabello y corrí para poder detenerle, pero me detuve a mitad del pasillo al ver que el cabello de Serena cedía y dejaba expuesto un corto cabello claro, los dos notaron mi presencia y me quedaron mirando sorprendidos, mientras yo solo era consciente de uno de ellos...
Min con un uniforme de chica, maquillaje y ojos azules me miraba asustado.
-Kyu... Pu-puedo explicarlo... –Dijo con su voz normal.
Até cabos rápidamente y mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia.
-No me vuelvas a hablar en tu vida –Le contesté con rabia.
-¡Kyu Hyun! ¡Yo..! –
Fui hasta Sung Min y di un puñetazo con toda mi fuerza en el casillero que estaba detrás suyo, el cayó sentado al suelo, viéndome tembloroso con su cara llena de lágrimas, tal como la mía.
No pude mantenerme en pie tras esto y caí arrodillado ante él, no podía con esto, me sentía triste, traicionado, dolido, descorazonado...
-¿Por qué me hiciste esto? –Dejé salir junto a mis sollozos.
-Kyu... –Trató de tocar mi rostro pero alejé su mano de un manotazo
Logré ponerme débilmente de pie, y muy lentamente me alejé de ellos, pude ver que Ryeo me miraba con lastima, pero no me importó, no podría importarme menos, sentía mi cuerpo como si estuviese relleno de arena, mis pasos eran sumamente lentos y apenas podía con mi propio peso.
-Kyu... Kyu Hyun... –La voz de él vino desde mi espalda y no pude girarme a mirarlo.
-Sung Min... No... –Reprimí un sollozo- ¿Co-cómo pudiste?... Tú... –Pasé mi mano por mi rostro tratando de despejarme- Yo no... –Más lágrimas vinieron- Por favor no te acerques... Aléjate de mí...
-Kyu... Déjame explicártelo... –Su voz se oía nasal y eso hizo a mi corazón doler aun más.
-No... Min... No... –Sollocé otra vez- Yo la amaba... Yo te... No...No...
No esperé que dijera nada más y me fui.
Camino a mi casa todo se sentía como una pesadilla, mi alrededor parecía gris, frío y sin vida, nada tenía sentido, llegué a la puerta de entrada y recién ahí pude notar que mis cosas habían quedado en el liceo, golpeé parsimoniosamente y Ahra me abrió.
-¡KYU HYUN! –Gritó al verme, supongo que no debía lucir muy bien.
-Noona... –Dije y estiré los brazos hacia ella tal como hacía cuando era pequeño.
Ahra me recibió sin hacer preguntas y me reconfortó entre sus brazos, luego me llevó con ella hasta mi pieza y se acostó junto a mí dejándome llorar abrazado a sus piernas. No sé cuantas horas pasaron, pero noona en ningún momento se alejó de mi, solo acariciaba mi cabello y me decía que todo estaría bien.
Pero yo sé que las cosas no estarán bien...
Me removí acomodándome mejor y pude ver como uno de los primeros copos congelados daba en mi ventana, y luego un segundo y un tercero y así sucesivamente.
Cien copos cayeron en lo que el sueño me venció, y en lo que la inconsciencia me arrullaba para olvidarme de todo.
Bendito sea el sopor de las lágrimas.
Continuará.