Capitulo 12
Tanto Gaara como Deidara, se sentían bastante incómodos con los dos morenos a su lado. Desde que habían entrado a aquella discoteca una gran multitud de mujeres no habían dejado de intentar ligar con ellos, sin importarles que ya tuvieran compañía.
Deidara se sentía muy molesto por la atención del pelilargo para con ellas, una en especial, puesto que desde que una peliazul de cabello corto se habían sentado a su lado, por no decir casi encima, este no le había echo el más mínimo caso a él. Cansado de sentirse ignorado se levantó de la mesa y se dirigió hacia la barra para sentarse allí. Pidió una copa al cantinero y se dio cuenta de que era un pelirrojo de ojos rojos el cual tenía una cara muy serena.
-¿Has discutido con tu novio?-le preguntó una vez le sirvió su pedido.
-¿Mi novio?-preguntó el rubio descolocado.
-El moreno pelilargo con el que estabas sentada.-respondió el contrario como si fuese lo obvio.
-Ah.... ya, él. Pues te equivocas, no es mi novio. Yo nunca saldría con un idiota como él.-respondió ahora la rubia mientras se bebía la mitad de la copa de un tirón, a causa del enojo.
-Hmp... pues para no ser pareja pareces bastante enojada con él.-dijo con algo de gracia en la voz.
-Pues sí, lo estoy. Esta tarde me dijo lo muy enamorado que está de mi hermano y, ahora va y se la pasa coqueteando con esa mujer.-comentó de mal humor.
-Vaya... pues no me extraña que estés enojada.-respondió el otro.
-¿Entonces no tienes pareja?-le preguntó una voz a su lado. Dei giró sorprendido por la repentina voz y vio sentado a su lado a un chico bastante raro que llevaba una máscara naranja.
Ante la mirada confusa de la chica el pelirrojo sonrió y soltó una leve risita.
-Tobi, no deberías de asustar a nuestros clientes y mucho menos si es una linda mujer.-dijo reprendiendo al chico.
-Lo siento.... Tobi es un chico bueno.-dijo mientras agachaba la cabeza tristemente. Dei al ver aquello no pudo evitar reír levemente sorprendiendo a ambos chicos.
-Lo siento... me pareció divertido. ¿Os conocéis?-se disculpó al ver las miradas de ambos sobre su persona. Y le preguntó al notar la cercanía con la que hablaban.
-Pues sí.... algo así.-comentó el pelirrojo desviando la mirada.
-Somos pareja.-dijo contento el de la máscara, sorprendiendo al rubio por su entusiasmo y haciendo sonrojar al pelirrojo.
-Ya veo.... pues hacéis una linda pareja.-comentó mientras le sonreía al chico. Aunque fuese un poco raro, le había caído muy bien. Este se le quedó mirando hasta que hizo algo que sorprendió tanto al pelirrojo como al rubio. Le levantó la falda y se quedó un rato mirando. Cuando el rubio se dio cuenta de lo que había pasado bajó la falda con ambas manos, se sonrojó y le miró como si quisiera asesinarle con solo una mirada.
-Lo siento... no te enojes con Tobi, que es un buen chico....-dijo este asustado por la mirada del rubio.
-¿Se puede saber por qué hiciste eso?-le preguntó saliendo de su estupor el pelirrojo mientras le daba un fuerte capón en la cabeza a su novio.
-Yo solo quería comprobar algo.-dijo con voz lastimera ante el golpe propinado por el otro.
-¿Comprobar algo?-preguntó confundido el ojiazul.
-Si.... solo quería saber si realmente eras mujer.-murmuró mientras seguía sobándose la cabeza.
-¿Pero no ves como va vestida?-dijo el cantinero.
-Si lo vi...-se quejó el moreno.- Pero es que me da la sensación como si no lo fuera.-murmuró un poco para sí.
-Hmp..... jajajajajajajajaja.-comenzó a reírse la rubia, ante la discusión de la pareja delante suyo. Ambos le miraron como si hubiese enloquecido pero cuando consiguió tranquilizar su risa decidió aclararles algo.
-Tienes una muy buena intuición.-dijo simplemente. Ante aquellas palabras el pelirrojo entendió lo que quería decir mientras que el moreno sonreía y saltando de la silla gritó.
-¡Lo sabía! ¡Tobi es el mejor!-gritó para luego abrazar al rubio el cual solo rió aún más al ver la reacción del joven.
Por otra parte, el moreno pelilargo miró en dirección al grito, puesto que había sucedido justo cuando la música se detuvo al terminar la canción, y además no había sido el único en dirigir la vista curioso por el grito. Al ver a la rubia con ese chico, algo dentro de él se contrajo y una gran furia se instauró en su ser. Iba a levantarse para ir hacía allí cuando la peliazul le llamó impidiéndoselo.
-No sé como puedes salir con una chica así. Mírala nada más. No solo su ropa demuestra lo puta que es, sino que sus actos también lo hacen. Hace poco estaba aquí contigo y sin más se marchó a tirarle los tejos a otro delante de tus narices.-comentó cruelmente mientras sonreía.
-¿Eso no es lo que hiciste tú?-comentó igual de cruel el moreno. Ella le miró con el ceño fruncido por el comentario.
-¿Qué te hace pensar eso?-preguntó enojada.
-Pues que solo dos minutos antes de sentarte aquí, sin mi permiso, estabas con un pelinaranja en aquella mesa de allá, comiéndoos a besos.-comentó mientras señalaba el lugar.- Además esa chica no es mi novia, yo.... tengo N-O-V-I-O.-finalizó mientras veía como se descomponía la cara de la peliazul y enojada se levantó de la silla.
-¿Novio? Por favor.... me has echo mucho más caso que a esa chica de allí y ahora me vienes con que tienes novio. Menuda estupidez. Está claro que te gustan las mujeres, te gusto yo.-replicó con seguridad, no queriendo aceptar que su orgullo estaba siendo pisoteado por aquél hombre tan sexy.
-Hmp. ¿Y cuando te dije yo que no me gustasen las mujeres? Pero eso no cambia el echo de que esté enamorado de un hombre.-respondió con burla el ojinegro.
Ella furiosa se marchó de allí empujando a varias personas en el proceso. El mayor solo rodó los ojos fastidiado y volvió su vista a la rubia y se molestó aún más al ver como conversaba con ambos chicos y se reía.
-¿Por qué demonios me enoja? A mí me gusta Deidara.-se dijo a sí mismo, confundido por lo que estaba sintiendo en aquél momento a causa de esa chica.
Estuvo un par de minutos cavilando hasta que se decidió por acercarse y aclarar qué demonios le estaba ocurriendo.
-Entonces... ¿realmente eres hombre?-le preguntó solo para asegurarse el pelirrojo al rubio. La música había comenzado otra vez por lo que nadie que no estuviese lo a su lado les podría escuchar. El rubio solo asintió, confirmándole que estaba en lo cierto.
-Y... ¿tu novio es ese chico verdad?-preguntó ahora el moreno. Otro asentimiento por parte del rubio pero esta vez iba acompañado de un lindo sonrojo.
-¿Y porqué vas vestido de mujer?-le preguntó otra vez curioso el moreno.
-Mmm.... pues. Mi nov-... bueno.... ese chico de allí....-murmuró sin saber cómo explicarlo, haciendo que la pareja le viera entre confundidos y divertidos por la timidez del rubio. Este solo cogió aire para luego suspirar profundamente.-Veréis.... estoy quedándome en casa de... bueno de.... él...-dijo con un sonrojo aún más pronunciado.-....junto con mis hermanitos, y su madre quiso que la acompañáramos a comprar.-dijo más tranquilamente lo último. Ambos jóvenes le miraron sin entender qué tenía que ver con que fuese así vestido. El rubio rió levemente ante las miradas confusas de ambos chicos y decidió sacarles la duda.
- Este.....-dijo señalándose de arriba a abajo.-... fue el resultado.-finalizó con voz algo cansada, al recordar todo lo que la morena les había echo probarse.
-Ya veo...-susurró una voz detrás del rubio que hizo que se erizara la piel. Este nervioso y con una leve risilla giró lentamente esperando que hubiese sido cosa de su mala imaginación.
-I-Itachi....-susurró a su vez el ojiazul algo asustado al ver que los ojos del mayor estaban siendo cubiertos por el flequillo de su cabello. El moreno había llegado cuando le preguntaron si era hombre pero a causa de la música no escuchó del todo la conversación. Solo que era hombre y que estaba de mujer a causa de su madre.
-¿Me mentiste todo este tiempo?-preguntó con la voz algo dolida.
-Yo no...-intentó replicar pero se mordió el labio con impotencia al no saber que decir.
-¿Todo fue una broma de tu parte?-volvió a preguntarle mientras subía mirarle.
-Eso no es verdad....-dijo ahora dolido el rubio.
-¿Qué no? No me hagas reír-dijo con sorna y maldad.- Llevas todo este tiempo jugando. Haces lo que quieres y no dejas de marearme. ¡Aclárate! ¿Te gusto o no? Deja de comportarte como si tuvieras cinco años. No estoy para aguantar tus tonterías. Si solo querías pasar el rato y burlarte de mi pues ya me estás dejando en paz.-le gritó llamando la atención de las personas más cercanas a ellos.
El rubio agachó la mirada y sollozó levemente. Todo lo que le había dicho el mayor había sido muy cruel. Él en ningún momento había jugado. Pensó que eso le había quedado claro después de la conversación que tuvieron en la azotea aquél día. Prácticamente se le había confesado. A su manera, pero lo había echo.
*Flashback*
En ese momento la puerta se abrió dejando ver a la persona que no quería enfrentar en ese momento. Uchiha Itachi estaba delante suyo con el ceño fruncido y mirándole fijamente.
-Sabía que estarías aquí.-comentó el mayor.
-¿Qué pasa?-preguntó mirando hacia su derecha.
-Sabes muy bien qué pasa. ¿Porqué me besaste antes?-preguntó mirándole fijamente y mientras se iba acercando lentamente al rubio.
-Yo...-susurró algo que no pudo escuchar.
-¿Tú?-le volvió a preguntar sin dejar de caminar. Ya casi estaba donde el ojiazul.
-Y-yo... so-solo fue... por una apuesta.-tartamudeó nervioso. El mayor alzó una ceja y se agachó delante del rubio, mientras acercaba su cara a la contraria y le alzaba el rostro con una mano para que le mirara de frente.
-Mmm... ¿conque una apuesta? ¿Y se puede saber con quién?-le preguntó divertido.
-Pu-pues... con.... con mis hermanos. Si, eso, con ellos fue.-respondió intentando evadir la mirada del moreno sobre su persona, pero no era nada fácil teniendo en cuenta que le tenía cogido por el mentón.
-Hmp.... eres muy malo mintiendo, Dei-da-ra.-le susurró mientras se acercaba aún más al rubio.
-¿Po-por qué piensas que miento?-le preguntó muy nervioso por la cercanía del mayor.
-Mmm... porqué estás realmente nervioso, tartamudeas y.... por que eres incapaz de mirarme a la cara sin sonrojarte.-enumeró el moreno divertido.
-¡Vale! ¡Está bien!-gritó para mirarle a los ojos.- ¡Eso era mentira! ¡Si te besé fue por qué no me estabas haciendo caso¡ ¡Y lo volvería a hacer!-siguió gritándole enojado, sin pensar realmente lo que estaba diciendo.
-Hmp. ¿Entonces cada vez que te ignore me besarás para atraer mi atención? No me parece para nada malo.-dijo contento el moreno. En ese momento el ojiazul cayó en cuenta de lo que había dicho e hizo lo mismo que en el salón. Se sonrojó de sobremanera y después salió prácticamente huyendo de allí.
-Ni creas que te dejaré huir como antes.-le dijo el moreno mientras le cogía del brazo para detenerlo.- Después de lo que dijiste... ahora eres mío. Que no se te olvide.-le dijo mientras le hacía girar para verle a los ojos. El ojiazul se sonrojó de sobremanera ante aquellas palabras.
-¡Idiota!-le gritó para luego soltarse de su agarre y huir de verdad.
*Fin flashback*
Estuvieron un rato sin decirse nada entre ellos. El de máscara se dio cuenta de que el rubio estaba llorando aunque intentaba aparentar que no, puesto que seguía con la cabeza gacha.
-Sabes qué...-murmuró, para seguidamente levantar la cabeza. Finas y cristalinas lágrimas salían de sus orbes zafiros sin descanso alguno.- Te odio,Uchiha Itachi. Ojalá no te hubiera conocido nunca.-le dijo para seguidamente comenzar a caminar hacia la salida.
El pelilargo se quedó estático en su lugar. Su cuerpo se había paralizado y su corazón había sido atacado por millones de agujas al ver las lágrimas del ojiazul, y las palabras que le dijo le destrozaron definitivamente. Se quedó estático y ausente durante unos segundo hasta que le sacaron de sus pensamientos de un golpe, literalmente. El moreno de máscara le había dado un fuerte golpe en la cabeza para hacerlo reaccionar.
-¿¡Eres imbécil o qué?!-le gritó a todo lo que sus pulmones pudieron. Eso hizo que el DJ se asustara por lo que entonces se paró la música.- ¡Ve tras él idiota!-siguió gritando sin importarle el que todos tuviesen su atención en él.
El Uchiha no cayó en cuenta de lo que sucedía hasta que otro golpe se hizo presente, pero esta vez fue por parte del pelirrojo.
-Hazle caso o te arrepentirás.-habló serio. El moreno le miró y asintió para luego salir corriendo detrás del rubio pelilargo.
No tuvo que correr mucho puesto que al terminar la calle se encontraba el ojiazul, apoyado en la pared, tapándose la cara con ambas manos mientras lloraba. Al ver aquello el corazón del moreno se rompió en mil pedazos. ¿Cómo había sido capaz de hacerle aquello al rubio? Se acercó lentamente al ojiazul, intentando hacer el menor ruido posible y una vez estuvo delante suyo le abrazó fuertemente. El menor se sobresaltó por la acción tan repentina y forcejeó para que le soltase pero, con tan solo dos palabras salidas de la boca del moreno le hicieron calmarse.
-Lo siento.-murmuró directamente en su oído. El rubio se aferró a la camisa del mayor y escondió la cabeza en el pecho del contrario.
-¿Qué te hace pensar que te perdonaré?-le preguntó entrecortado por el llanto.
-Que sabes que soy un idiota.... pero que está completamente enamorado de ti. Y que aunque haga mil y una tontería, las hago por ti.-le respondió mientras se separaba levemente del rubio, sin dejar de abrazarle, y le acariciaba dulcemente la húmeda mejilla.
-Idiota...-susurró el menor mientras volvía a esconder la cabeza en el pecho del mayor.
Este le abrazó por la cintura y sonrió de lado levemente. Al oír la respuesta del rubio, sabía que le había perdonado, ya que siempre que se avergonzaba le llamaba idiota.
Estuvieron un rato en la misma posición, acompañados solamente por el silencio de la noche, hasta que una leve ráfaga de aire frío hizo al rubio temblar levemente.
-Será mejor que volvamos a la casa.-le susurró mientras le acariciaba el cabello con cariño. El rubio algo sonrojado asintió y el mayor pidió un taxi.
Una vez dentro el ojiazul, cansado por todo lo sucedido durante ese día, se apoyó en el hombro del moreno, y así comenzaron a hablar.
-¿Entonces el que vayas de mujer fue cosa mi madre?-le preguntó ya más calmado el ojinegro.
-Si.... nos hizo probarnos un montón de ropa y al final, nos hizo salir con esto puesto.-respondió sinceramente.
-Mmm.... ¿qué clase de ropa?-preguntó curioso. Conocía lo suficiente a su madre para imaginárselo pero quería ver si el rubio se lo diría.
-Pues... desde ropa interior a ropa de mujer. Pasando también por ropa de cuero.-murmuró medio dormido. Estaba tan cansado que respondía a las preguntas de su novio sin pensar.
“¿Ropa de cuero?”pensó este para sí. Entonces comenzó a imaginar cómo se vería su rubio en ese estilo de ropa. Un pequeño problema comenzó surgir dentro de sus pantalones por lo que decidió cambiar de tema. Aunque primero necesitaba saber otra cosa.
-¿Compró alguna de ese estilo?-le preguntó esperando que respondiese y no se enojase.
-Mmm...-murmuró y se removió acomodándose mejor en el pecho ajeno.- Si.... tanto para mi como para Naru y Gaara.-respondió tranquilamente.
El moreno empezó a maquinar cómo haría para que el rubio accediera a ponerse aquella ropa para él, pero entonces notó que la respiración de este se había vuelto completamente acompasada, indicándole que se había quedado dormido.
Entonces sonrió tiernamente para luego acariciarle levemente las hebras rubias. Mientras tanto el taxista estaba más que entretenido con aquellos pasajeros y esperaba tener más como ellos. Eran una pareja tan linda, aún sabiendo que el rubio era hombre.
Finalmente llegaron a su destino, el moreno pagó el taxi y cogiendo en brazos al rubio lo llevó hacia dentro de la casa, más concretamente, hacia su propia habitación. De ahora en adelante iban a dormir juntos, eso lo tenía más que claro.
Después de acomodar el cuerpo del rubio en la cama y cambiarle la ropa poniéndole un jersey suyo de pijama, el cual le quedaba algo grande y le hacía verse muy violable, procedió a cambiarse él y ponerse su pijama.
“¿Me pregunto si aguantaré sin lanzarme sobre él?”pensó para sí el moreno al sentir el cuerpo del rubio arrimarse al suyo en busca de calor. Abrazó al menor por la cintura y lo atrajo hacia sí.
Y con un último pensamiento se quedó profundamente dormido al igual que su koi: “¿Qué habrá pasado con mi otouto y Sai?” pensó antes de caer en los brazos de Morfeo.
......Continuará......