Capitulo 3: Lanzada a otro mundo.
Parecia tan irreal. Como pudo terminar en una fuenta quien sabe donde? Tal vez estaba en Italia por la estructura. No era posible que haya terminado en Europa.
Se levanto aturdida y comenzo a escurrir su ropa, con todo lo que habia pasado ni siquiera se quito el uniforme. Miro de un lado a otro para ver si encontraba a Keita, pero no estaba.
-En donde estoy? - se pregunto.
-Quien esta ahÃ?! - grito una chica.
De pronto Yuno se vio rodeada de muchas jovecitas que le apuntaban con lanzas, preparadas para atacarla.
Yuno se asusto y temblo.
-S-oy Yuno y no se como termine aqui, yo estaba con mi hermano cerca de un lago y Ya! - trato de mantener la calma pero no pudo - Por favor, dejenme ir, yo ni siquiera se donde estoy.
Tal vez estaba inconsciente y todo era producto de su mente llena de anime, pero el miedo era real. De algo estaba segura, al despertar era un hecho que asesinaria a Keita.
-Bajen las armas! - grito un joven desconocido.
De inmediato las chicas le obedecieron y la dejaron libre. Yuno agradecio a ese joven, internamente por salvarla.
No solo era uno, eran dos chicos; uno de ellos, el que hablo, parecia tener la misma edad que ella, era rubio y su cabello le llegaba hasta el cuello en forma de picos, ojos cafes que cubria con anteojos y piel blanca.
-Que ocurrio? - pregunto el rubio.
-Ella aparecio en la fuente - respondio una de las doncellas.
-Uh? Fuente? - se preguto el otro joven.
El segundo chico, tambien parecia de su edad, pero era mas bajo que ella, este tenia el cabello mas corto y color castaño avellana al igual que los ojos y ni muy morena ni muy blanca. Era todo un Bishounen.
Los dos chicos apuestos vestian ropas estilo victoriana o mediaval. Ambos se acercaron a Yuno y el castaño le dio la mano para ayudarle a salir de la fuente, lo que le provoco un sonrojo. Se puso nerviosa porque ningun chico habia sido tan atento con ella.
-Estas bien? - le pregunto.
-S-si - respondio.
"Ahhh, que guapos son" penso
Se quedo algo atontada viendo al chico hasta que el rubio le saco de sus pensamientos.
-Como te llamas? - pregunto el rubio de lentes.
-Soy Yuno Shibuya - respondio apresurada.
-Shibuya? - pregunto el oji-violeta - Podra ser?
-Alguien llame a Ulrike y a mis padres! Y que manden un mensaje urgente a Pacto de Sangre! Digan que la princesa ha regresado - ordeno el rubio oji-cafe.
Princesa? Que princesa?
Dos doncellas obedecieron. Los dos chicos le miraron sonriendo felices. El rubio trigo se inclino ante ella formalmente, mostrando respeto.
-Majestad, perdone mi descortecia anterior - dijo muy formal - Mi nombre 'Ernst von Grisella' y sere uno de sus guardias.
-Un placer... Espera un momento! Majestad? - reacciono aturdida - No se estan refiriendo a mi, verdad?
-Como no lo vi antes, seguro que tu eres la Maou - dijo el rubio de lentes, muy entusiasmado - Tu cabello es negro, mi padre dijo que la Princesa seria una Soukoku de ojos esmeralda, la proxima Maou.
-Seguro que Sir Weller y Lord Voltair se pondran muy felices, en especial Greta, no crees 'Sora' - agrego Rinji.
-Oigan, oigan, antes que otra cosa pase, quiero saber donde estoy - exigio Yuno alterada - Quienes son ustedes? Y quien es esa princesa de la que hablan?
-Mi nombre es 'Sora', el hijo de el Maou original y el Gran Sabio - explico - Este es el Templo de mi padre, donde vivo.
-Espera, ya no estoy es Japon? - le interrumpio.
-No Majestad, sea bienvenida a Shin Makoku, la nacion que goberno su padre y que pronto usted gobernara - dijo Ernst muy formal.
Miro a su alrededor algo incredula, bueno, muy incredula. No era posible llegar de un pais a otro en segundos, y menos a un pais que ni siquiera conocia. Todo era tan raro, parecia un anime, tal vez era un sueño.
-Donde queda ese Shin Ma... eso? - trato de decir.
-En otra dimension, distinta a la Tierra - respondio Sora.
Yuno no le creyo y arqueo la seja con molestia, acaso la creian tonta?
-Estas de broma? - dijo molesta.
-Heika - dijo una nina muy tierna, que se puso frente a Yuno e hizo una reverencia - Soy la sacerdotisa Ulrike, es todo un honor conocerla al fin. Sigame por favor.
Muy confundida, Yuno la siguio mientras Ernst y Sora le seguian el paso.
...
Antes que otra cosa, llevaron a Yuno a una habitacion para que pudiera cambiarse de ropa a una seca.
Era un traje muy parecido a su uniforme escolar, solo que no llevaba un liston en el cuello, tenia un escudo raro en el brazo derecho y otro igual cerca del corazon y en lugar de zapatos usaba unas botas cafas con cintas que le llegaban hasta las rodillas
...
La peli-negra miro el templo, parecia muy antiguo como esas sonas arqueologicas que venian en sus libros de historia. Tenia la cabeza hecha un lio. Le explicaron, brevemente, sobre ese mundo de fantasia, donde vivian los Mazokus y que eran regidos por El Maou. Yuno a penas podia creerlo.
-Hace mucho, su padre, el rey Yuuri, hizo muchos cambios para bien en Shin Makoku - explico Ulrike con admiracion - Fue una epoca maravillosa para Mazokus y humanos.
-Mi padre? Pero mi papa es un trabajador promedio, en una empresa que pertenece a mi Tio Shori - intervino Yuno, queria reir, nunca vio a su papa como una figura con mucha autoridad, siempre era su madre la que decidia casi todo en casa. Como podria gobernar un pais? - No creo que haya sido un rey o algo parecido.
-Yuno Heika, su padre fue Maou hace dieciseis años, dejo el cargo cuando usted era bebe - Ernst la miro serio.
-Cuando era bebe? - pregunto exaltada - Quieres decir que mi madre estuvo en este lugar?
Muy dificilmente algo oculto y relacionado con su padre le sorprendia, si le escondio sobre su verdadera madre, seguramente tambien le ocultaria algo tan loco como que fue rey. Pero por otra parte, ese lugar podria ser la clave para saber sobre su madre, seguramente ella esta o estuvo. Pero sentia que no era el momento adecuado para preguntar, ya mas adelante exigiria las respuestas.
...En Pacto de Sangre...
Mientras Yuno estaba siendo atendida y recibida en el Templo, en el castillo Pacto de Sangre las cosas eran tranquilas y normales.
Desde la partida del Rey anterior, estaban sin poder nombrar a otro Maou, por mas que los Diez Noblez insistieran. Conrad Weller, Gwendal von Voltair y la madre de ambos, Cecilie von Spigberg se negaban rotundamente alegando que La Princesa regresaria en su debido tiempo para tomar el lugar que le corresponde como Maou y con suerte para ellos Shinou los apoyaba, por lo que los dirigentes de la familias nobles tuvieron que aceptar.
Mientras esperaban el regreso de la famosa Princesa, Shin Makoku era dirigido por Gwendal pero con ayuda de su hermano y los noblez. El pais se mantenia en paz y estable, no habia necesidad de nombrar a alguien Rey.
En este momento nos encontramos en la oficina del hijo mayor de la ex reina. Gwendal firmaba papeles, teniendo a Conrad y a Gunter como compania.
Cuando un soldado entro.
-Disculpen mi intromision - dijo el soldado de acababa de entrar llamando la atencion - Acaba de llegar un aviso urgente del Templo de Shinou, requiere que Lord Voltaire y Sir Weller se hagan presentes de inmediato.
-Cual es la razon? - cuestiono el peli-gris preocupado de que se tratase de algo malo.
-Ha llegado - anuncio el soldado - La princesa a llegado a Shin Makoku.
Los ojos de los tres se abrieron como platos, en especial los hijos de Cecile eran los mas sorprendidos, no solo la nueva reina habia llegado, sino tambien su pequena sobrina.
...De vuelta en el Templo de Shinou...
Entraron a un amplio y oscuro salon, estaba vacio excepto por cuatro cajas de madera que estaban al fondo.
-Bienvenida Yuno Shibuya, mi nueva Maou - saludo un apuesto hombre rubio y de ojos azules. Era muy parecido a el chico que habia visto en sus sueños, pero con ojos azules y con rasgos mucho mas adultos - Como has crecido, la ultima vez que te vi usabas pañales y llorabas sin parar.
-No es necesario que le cuentes eso Shinou - hablo un desconocido (como todo en ese lugar).
Al lado del rubio mayor se encontraba un adulto joven, de mas o menos 25 de edad, tenia el cabello negro y ojos cafes pero usaba gafas.
El rubio mayor le indico con la mano que se acercara a el. La peli-negra no le quedo de otra que obedecer a ese hombre y ponerse frente a el pero con una expresion de desconfianza muy obvia. Ernst, Sora y Ulrike se quedaron observando atentos sin hacer otro acercamiento.
-Fue usted el que me trajo aqui cierto? - pregunto directamente - Y que es eso de 'princesa' o Heika'?
-Sabes? cuando dos personas se conocen lo primero que hacen es presentarse - dijo sarcastico - Soy el primer rey y fundador de esta nacion, Shinou. A mi lado mi Sabio y esposo, Ken.
-Esposo? - Yuno trato ocultar una sonrisa com la mano. No esperaba ver una verdadera relacion entre dos hombres, pero igual basto para ponerla feliz.
-Y mi hijo que ya conociste, Sora - indico, apuntando a su hijo con la mirada.
La oji-esmeralda miro a los tres. Sora tenia un gran parecido con los dos, seguramente lo habian adoptado porque coincidentemente tenia rasgos parecidos a los de ambos. Prefirio no hacer un comentario innecesario.
-Bienvenida, princesa - saludo El Gran Sabio sonriente - Creo que deberemos planear, la coronacion lo mas pronto posible.
Shinou examino a la joven de pies a cabeza, muy atenta y cuidadosamente como si le quisiera tomar una foto mental. Solo logro ponerla aun mas nerviosa, pero despues fue peor cuando la sujeto por el menton para ver mas de cerca su rostro.
-Si que eres hermosa - dijo el primer rey sin nada de cuidado, haciendola sonrojar - Eres identica a tu madre.
-Oye! Sueltame pervertido! - trato de golpearlo pero el sujeto sus manos con la suya.
-Tambien heredaste su temperamento - agrego con voz fastidiosa.
La morena se quedo quieta y callada, lentamente Shinou libero sus manos.
-Conoces a mi madre? Donde esta ella? - pregunto muy tranquila y con mirada suplicante.
El rubio oji-azul pensaba responderle pero su esposo le indico que no era el momento y el lo entendio. Hay cosas que no se pueden decir tan repentinamente.
El Sabio se acerco y puso sus manos en los hombros de Yuno, la miro con mucha comprension.
-Calma, lo sabras todo - dijo - Pero hay unas personas que ansian poder conocerte.
-Eh? Quienes? - pregunto.
Cuando iba a responder, Ulrike interrumpio :
-Shinou Heika, Su Santidad. Ya estan aqui - aviso la peli-cesleste.
Pronto entraron tres hombres bien parecidos; uno de ellos era peli-gris, el segundo era castaño y el ultimo peli-lila; eran seguidos por una bella y elegante mujer rubia.
Esos desconocidos se quedaron estupefactos y emocionados al ver a la chica que tenian en frente. Su cara, sus ojos, su mirada, sin duda era ella.
La rubia fue la primera en acercarse. La miro detenidamente y acaricio su cara, contenido las ganas de llorar.
-Eres tu... - dijo con voz dulce - Estoy muy feliz de volver a verte, Yuno.
-Quien es usted? - pregunto confundida, siendo abrazada por la mujer.
-Soy Cecilie, pero puedes llamarme 'Abuela' - abuela? Yuno se paralizo - Conrad, Gwendal!! No se queden ahi parados y vengan a ver a su sobrina!! - les llamo emocionada - A su hermosa sobrina.
Los dos llamados obedecieron y se pusieron frente a Yuno, que aun no salia de la impresion.
El menos alto le dio una sonrisa de los dulce y amble.
-Es un gusto princesa, soy Conrad Weller - se inclino ante ella.
El peli-gris tambien la miro, aunque mantenia una mirada dura, se notaba lo feliz que estaba.
-Mi nombre es Gwendal von Voltaire, princesa - se presento con respeto.
-Dejen de ser tan formales, aunque sera la Maou no deja de ser su sobrina y mi nieta. Verdad Yu~no chan - lo ultimo dijo cantando - Eres tan hermosa, te pareces tanto a mi Wolfram.
-Oiga! - dijo Yuno soltandose del fuerte agarre de la Sexy Queen - Oigan todos! Quiero respuestas ahora! Quien esa princesa o majestad?! Conocian a mi padre?! Quienes son estas personas - exigio apuntando a "su abuela" y a "sus tios" - Y quien es mi madre? Estoy segura de que la conocieron.
Las miradas tristes se pusieron sobre ella. Ernst se acerco para poner su mano en el hombro de Yuno como apoyo moral y luego le miro con dulzura.
-Majestad... - le dijo.
-No me llamen asi - ordeno - No soy ninguna princesa ni Majestad, ni Maou ni nada por el estilo.
-Calma, calma no se ponga de esa forma - intervino Sora con voz relajada.
-Yuno Shibuya - le llamo Shinou con voz muy seria al igual que su mirar - Te lo dire, te dare el nombre de tu verdadera madre. Es... - esos pocos segundos se volvieron eternos y tensos - Wolfram von Bielefeld.
Continuara...
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